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En la imagen: Principales figuras de la derecha en Colombia. Tomada de semana.com |
Por: Hernán Riaño
Lo primero que tenemos que preguntarnos es: la extrema
derecha (uribismo) ¿tiene argumentos? Sin dar aún respuesta a la pregunta y
haciendo un acto de fe, creyendo que sí los tiene, analizaremos sus actuaciones
antes y después del primer gobierno democrático de Colombia.
Durante los gobiernos de la derecha, en especial los 8 de
Uribe, 8 de Santos y 4 de Duque, lo que se vio en el país fue una consolidación
del poder de este sector político, representado en los grupos empresariales que
tienen el poder en Colombia. El despojo de tierras y su posterior
“legalización” con ventas acomodadas a los grandes empresarios, el saqueo
permanente de los dineros públicos para favorecer a políticos y grupos
económicos, el lavado de activos en el cual se han visto involucrados
personajes de la “vida nacional”, negociados, evasión y elusión de impuestos,
comisiones para altos dignatarios por conceder licitaciones, robo descarado de
recursos naturales como el caso denunciado recientemente en Ecopetrol, etc.,
etc., y muchos etcétera que nunca, pareciera , se van a acabar de descubrir y
todo esto acompañado por el empobrecimiento, pérdida de trabajo decente y
miserabilización de la sociedad colombiana.
Llegaron las elecciones regionales en las que se juegan intereses de cada lado. De la extrema derecha: mantener su dominio territorial, que, para ellos, señores feudales, es muy importante conservar su dominio en la región de “su propiedad”
Este dominio fue impulsado con las
manifestaciones de odio de Álvaro Uribe contra los jóvenes, maestros,
campesinos, sindicalistas y pueblo colombiano, en general; todo el que no
pensara como él y sus seguidores era calificado con cantidad de términos
inventados por el ex para generar su animadversión y en muchos casos
persecución y muerte. Total, que nunca presentaron ningún argumento para nada,
eran dueños absolutos de vida y bienes de los pobres de Colombia y no le dieron
nunca explicaciones al país de sus actos, no tenían necesidad, ya que sus
medios de comunicación justificaban estas actuaciones todos los días.
En la campaña electoral del año 2.022 y ante el “susto” de
que subiera Gustavo Petro, esas elecciones fueron plagadas de ataques,
mentiras, calumnias, medias verdades y todo tipo de bajezas, por parte de la
extrema derecha. Con la llegada del primer gobierno democrático en el año
2.022, ellos decidieron declarase en oposición, para tratar de frenar las
reformas que necesita nuestra sociedad para dar el salto a un Estado
medianamente moderno. Pero la metodología no cambió, lo que se ha visto en este
primer año largo de gobierno es una oposición autodenominada “inteligente” sin
ningún argumento, la única arma que tiene y decidieron usarla con más fiereza,
las mentiras, calumnias, amenazas y todo tipo de ataque rastrero, sin ninguna
prueba ni soporte real, solo con el ánimo y deseo que no se logre el cambio
y un país en paz.
Infortunadamente para el periodismo, es que el mejor aliado
que han tenido Uribe y sus “muchachos”, son los medios de comunicación llamados
tradicionales o comerciales, que no han tenido ni un ápice de decencia pues se
inventan mentiras todos los días, calumnian a funcionarios del gobierno, les
inventan situaciones que nunca han sucedido y hasta con la familia de Petro y
algunos de los miembros del gobierno se han metido, sin ningún
pudor ni importarles el daño que pudieran causar. Además, siguen justificando
todos los casos de corrupción y desfalco de los gobiernos anteriores, hasta la
famosa “seguridad democrática” (que hoy ya sabe el país en que consistió
realmente), sigue siendo justificada por algunos de esos medios, a pesar de las
confesiones de militares (hasta generales) que mostraron la verdad de los
asesinatos cometidos durante el gobierno de Uribe. El ex sigue siendo
entrevistado a mañana y noche por emisoras y canales para que justifique sus
actuaciones.
Con este panorama llegaron las elecciones regionales en las
que se juegan intereses de cada lado. De la extrema derecha mantener su dominio
territorial, que, para ellos, señores feudales, es muy importante conservar su
dominio en la región de “su propiedad” y para los verdaderos demócratas, llegar
a los poderes legislativos de departamentos, municipios y localidades para
garantizar la posibilidad de hacer las reformas impulsadas desde el gobierno
nacional. A unas semanas de ir a elecciones se ve lo mismo desde la campaña de
2.022 pero con más fiereza, los partidos de derecha, al unísono, repiten, junto
con sus medios de comunicación, las mismas mentiras y calumnias que llevan
repitiendo. No presentan argumentos de nada, no hay programas, no hay
propuestas, solo violencia verbal y, ya se ve violencia física.
Desde el inicio del gobierno la táctica mediática y de los
políticos de ultraderecha ha sido inventarse “escándalos” a base de mentiras y
calumnias, cuando se ven “pillados” ya tienen listo otro “escándalo” y así
semana tras semana para tratar de minar la confianza de los ciudadanos y tapar
todos los delitos y posibles delitos que se vienen descubriendo todos los días
y que envuelven a los gobiernos de desde el primero de Uribe.
La respuesta a la pregunta de que si ¿la extrema derecha
tiene argumentos? La respuesta es no; cuando unas personas recurren a las
mentiras, calumnias, violencia verbal y física es la demostración de que
no hay argumentos. Desmond Tutu, arzobispo africano, pacifista y líder
anti-Apartheid acuñó esta frase: "No levantes la voz, mejora tu
argumento", a propósito de la violencia en África, que nos viene como
anillo al dedo en la actual situación.
Y no hay argumentos porque sus verdaderos intereses son
seguir viviendo a costillas del Estado como lo han hecho históricamente. Pero
con este gobierno y con la ayuda de las redes sociales han quedado al
descubierto, todos los días se les destapan más hechos que demuestran lo
que estaban haciendo con Colombia; desfalcos y robos de toda clase, dejaron al
país en la miseria y con unos problemas tan graves que en muchos casos no se
sabe cómo solucionarlos. Esta situación la mostró en una columna Salomón
Kalmanovitz antes de la posesión de Petro y un año después los hechos
demuestran que no solo tenía razón, sino que la situación tiene visos de catástrofe
(1). Ante esta realidad solo les queda atacar, mentir, intentar golpes, aliados
con la fiscalía callar a quien denuncie, apoyarse en sus medios de comunicación
para que les tapen todos los actos de corrupción y desfalco del erario.
Esto se vio recientemente con la reforma a la salud, los
dueños de las EPS quedaron como mentirosos ante el país al enviar una carta al
presidente en la que anunciaban, prácticamente, un inminente cierre de
servicios de salud, que, porque “el gobierno no les había pagado”, la respuesta
fue contundente, se les demostró, no solo, que, si les pagan, sino que el
gobierno lo hace por anticipado. Al verse descubiertos, ayudados por los
medios, salieron a justificar la misiva diciendo que sí les pagaban pero que la
plata no les alcanzaba, a pesar de que este gobierno ¡les aumento por encima de lo
que ellos pedían! No cuentan cuánto dinero sacan para su beneficio de la
cantidad de billones que el gobierno les gira anualmente ni los sueldos de
ministro que tienen los ejecutivos de esas empresas con los impuestos de todos
los colombianos. Y la atención a los usuarios es cada vez peor. Nunca han dado
los argumentos de beneficio para el país de las EPS y además nadie sabe cuáles
son. Pero eso sí, utilizan todo su poder económico (con dineros públicos) para
defenderse, callar opositores y calumniar la reforma para que no sea aprobada.
Este es solo un ejemplo de la actuación de la extrema derecha y su falta de
argumentos, hay muchos en todos los campos.
Esos "argumentos" de la derecha los usan los llamados
de centro, a los que llaman “tibios”, los que se autodenominan
"alternativos y dignos". Hemos visto muchos parlamentarios que se
hicieron elegir dizque “apoyando” a Petro, ahora en las toldas de la
ultraderecha atacando como cualquier uribista reconocido. Hasta miembros de
partidos de “izquierda” se han visto, en confusas situaciones, aparentemente
apoyando a candidatos al concejo del Centro Democrático. Nada de argumentos
solo intereses partidistas y personales.
Pero lo más grave es que en la calle uno oye a la gente más
pobre, sin empleo, sin educación ni con que comer, argumentando sin fundamentos
e influenciados por la extrema derecha, acusando de esto o aquello al gobierno
democrático. Esos son los responsables de que la ultraderecha siga vigente en
nuestro país. Los culpables de que los feudales sigan en el poder, son estos
descamisados que no han tomado consciencia, y no sé si quisieran hacerlo, de
que su suerte haya sido y sea causada por ellos, sino que prefieren seguir
siendo esclavos muertos de hambre. Ellos son la fuente de poder de que los
poderosos sigan explotando al país y a sus ciudadanos.
Hay que plantear un debate con argumentos en los que se
muestre la realidad de lo hecho por la ultraderecha en los últimos 30 años,
cuáles son las consecuencias de sus actos, de la implantación del caduco
neoliberalismo que solo ayudó a los más ricos en detrimento de los pobres y que
los ciudadanos no se dejen influenciar por los ataques rastreros y sin
fundamentos, sino que averigüen la verdad. A eso es que le tienen miedo, a que
se sepa la verdad.
(1) https://www.elespectador.com/opinion/columnistas/salomon-kalmanovitz/el-corrupto-legado-de-duque/
*Texto originalmente publicado en SoNoticias – Periodismo y compartido a la comunidad de La Conversa de Fin de Semana, gracias a la generosidad del periodista Otto Hernán Riaño.
Las opiniones de los columnistas son de su exclusiva
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