Por: Germán Navas Talero y Pablo Ceballos Navas
Editor: Francisco Cristancho R.
¿Por qué admitir que una persona tenga un capital improductivo concentrado en la propiedad de tierra apta para la producción, al tiempo que miles pasan necesidades para obtener un mínimo vital con cultivos en predios ajenos? Que Lafaurie y sus socios nos contesten estas preguntas
El gobierno está preparando un decreto para apoyar la movilización campesina, algo parecido a lo que otrora hiciera el presidente Carlos Lleras Restrepo con la Asociación Nacional de Usuarios Campesinos (ANUC). Obviamente, la godarria brincó: fue así como José Félix Lafaurie escribió una columna que ha sido interpretada por algunos –entre quienes está el Presidente de la República– como una incitación al ejercicio de la autodefensa. Sabemos que las Autodefensas Unidas de Colombia tuvieron su origen en la supuesta defensa de los latifundistas de las amenazas de invasiones y redistribuciones, vistas por ellos como sinónimos. Cada vez que se propone dar tierras feraces a los campesinos sin propiedad y con conocimientos en agricultura, aparecen disgustados hacendados agitando la bandera de la defensa a la propiedad privada, que rápidamente se torna en expresiones armadas de defensa por cuenta propia.
En su auge, cuando las organizaciones paramilitares
instauraron un régimen de terror en algunos departamentos del país, se
dispararon los hechos victimizantes contra la población civil y, conforme
profanaban poblaciones enteras, solo dejaban a su paso sangre, desahucio y
dolor. A nadie defendieron las autodefensas, si acaso protegieron grandes
extensiones de tierras inutilizadas o con un palo de mango por cada hectárea.
Su crueldad no encontró límites y su voluntad de generar zozobra en la
población civil solo se asemeja a la de los grupos narcotraficantes que
sometieron al país en la década de los ochenta. A eso proponen regresar algunos
líderes y agremiados de las federaciones de grandes propietarios de la tierra,
porque no pueden ver más allá de sus inmerecidos privilegios. A buena hora el
gobierno persiste en su intención de promulgar el decreto de apoyo a la
movilización campesina, que será determinante para concretar la promesa más
importante de este gobierno: dejar en situación irreversible la reforma agraria,
para que no se repita jamás una guerra civil por la tenencia desigual de la
tierra.
Conviene recordar el viejo adagio que reza “la tierra no es
de aquel quien la posee sino de quien la necesita”. ¿De qué sirve tener miles
de hectáreas de tierra fértil sino para producir en ellas alimentos? ¿Por qué
admitir que una persona tenga un capital improductivo concentrado en la
propiedad de tierra apta para la producción, al tiempo que miles pasan
necesidades para obtener un mínimo vital con cultivos en predios ajenos? Que
Lafaurie y sus socios nos contesten estas preguntas y con ello nos expliquen
cómo justifican su conducta de oposición absoluta, inapelable y frontal al
proyecto de dar tierras a quienes las necesitan para vivir, previa compensación
a precio de mercado al propietario en hipótesis de compra forzosa de bien rural
apto para la producción agrícola y ganadera.
–Pasando a otro tema de actualidad– De película tragicómica
la entrega de Arturo Char a las autoridades colombianas para que le apliquen
‘las cuarenta’. Lo que nadie se ha ocupado de investigar es si Char
efectivamente fue extraditado o si arribó al país por su cuenta y riesgo,
puesto que contra él reposaba una orden de captura internacional, que en caso
de ser noticiada por las autoridades estadounidenses a la salida del país del
individuo debía conducir a su aprehensión inmediata. Tuvo que ser extraditado o
de lo contrario no se explica cómo hizo para salir de Estados Unidos. Nada se
sabe del avión en el que llegó o de sus ocupantes, solo se conoce la versión
que él y su familia pretenden que circule: que quiso regresar al país tras la
emisión de la orden internacional de captura y al llegar a su ciudad natal,
Barranquilla, decidió entregarse a las autoridades como todo el prohombre que
es.
Huele a sainete para dejar en buena posición al hermano del
reseñado–presunto determinador de una estrategia masiva y organizada de compra
de votos, Alejandro Char, actual candidato imbatible a la alcaldía de
Barranquilla. Pero bueno, nosotros que somos ilusos: ¿cómo es que la fiscalía
de Francisco Barbosa iba a capturar a un Char? Ni más faltaba, si es todo un
caballero y hombre de bien, perteneciente a una connotada familia costeña que
no ha hecho nada distinto a contribuir al desarrollo de su región y que no se
merece la preocupación que causa un “carcelazo”.
La mayoría de los colombianos están rascándose las narices
al ver que Char se iría a pagar ‘cana’ a la ‘cana’ y a una de las más serias:
la cárcel La Picota de Bogotá. No son pocos quienes manifestaron asombro por la
decisión del INPEC de situar al capturado y detenido preventivamente en
semejante penal en lugar de una guarnición militar o una reclusión de lujo como
la mayoría de los políticos de alto coturno. En vista de estas reacciones nos
preguntábamos, ¿qué corona tienen estos señores para que sorprenda que se vayan
a una cárcel habiendo sido capturado y posiblemente trasladado en una suerte de
extradición opaca y secreta a la usanza de los Char? ¿Así de poca es nuestra
confianza en las instituciones del Estado? Esto nos recuerda a una canción en
la que se escucha “al compás del chachachá”, que bien podría confundirse por
estos días con al compás del Char-Char-Char.
Adenda: debe estar brincando, llorando, suspirando y
rabiando la autoritaria alcaldesa de Bogotá por la reciente admisión de una
acción popular que de prosperar impedirá que lleve a término sus caprichos.
Doña Claudia encontrará en los jueces el freno que los concejales no estuvieron
dispuestos a ponerle. Enhorabuena a los accionantes y que prospere el tatequieto por
los vecinos de la carrera séptima y por el futuro de nuestra ciudad, que no es
la misma de Claudia. Celebramos este fallo y todos los que detengan los
impulsos autoritarios de el/la peor alcalde/sa desde que los ciudadanos pudimos
elegirlo.
*Texto originalmente publicado en: https://www.sonoticias.com.co/ y compartida con la comunidad de La Conversa de Fin de Semana gracias a la generosidad del periodista OTTO HERNÁN RIAÑO.
Las opiniones de los columnistas son de su exclusiva
responsabilidad. Les invitamos a leer, comentar, compartir y a debatir
con respeto.
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