LA VITRINA DE LA CONVERSA

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lunes, noviembre 25, 2024

La compensación: “Y dios creo los países…”

                                            

Por: Hernán Riaño

Los recursos destinados a programas para los pobres en Colombia han sido robados por políticos corruptos que han gobernado el país por más de 200 años; mismos que andan buscando que esas épocas de desfalco regresen, con el apoyo de parlamentarios oportunistas que, a pesar de haberse presentado como defensores del pueblo, han revelado sus verdaderas lealtades.

En los años noventa, un amigo dirigente sindical de la antigua Caja Agraria me contó un chiste, que en ese momento lo califiqué como filosófico por la realidad que encerraba, pero que con el pasar de los años se ha convertido en una verdad de a puño de la realidad de nuestro país.

“El filósofo estadounidense Ralph Waldo Emerson sostiene en su ensayo “Compensación” que existe una ley compensatoria en toda parcela de la naturaleza. La encontramos en la acción y reacción, en la oscuridad y en la luz, en el frío y el calor, en el flujo y reflujo de las aguas” (1). 

En uno de sus párrafos afirma: 

“Encontramos la Polaridad o la acción y la reacción en todas las partículas de la 

Naturaleza; en la oscuridad y en la luz, en el frío y en el calor, en el flujo y el 

reflujo de las aguas, en el macho y en la hembra, en la inspiración y expiración 

de las plantas y de los animales, en la ecuación de la cantidad y de la cualidad 

de los fluidos del cuerpo animal; en la sístole y diástole del corazón; en las 

ondulaciones de los fluidos y del sonido; en las fuerzas centrípeta y centrífuga; 

en la electricidad, el galvanismo y la afinidad química, Si magnetizáis 

positivamente el extremo de una aguja, el otro extremo quedará magnetizado 

negativamente. Si el Sud atrae, el Norte rechaza. Para vaciar aquí es preciso 

amontonar allá. Un inevitable dualismo divide la Naturaleza en dos partes 

iguales; de suerte que cada cosa no es sino una mitad e implica otra cosa que 

la integre, como se advierte en el espíritu y la materia; el hombre y la mujer; 

lo par y lo impar; lo subjetivo y lo objetivo; lo interno y lo externo; lo superior 

y lo inferior; el movimiento y el reposo; la afirmación y la negación” (2).


Con este preámbulo, mi amigo (q.e.p.d.) me contó: 

“Dios estaba haciendo los países, a unos les dejó solo desierto caliente, a otros, de suelo helado, dunas frías, otros solo temblores, otros miseria y hambre y en fin así por todo el mundo. Llega a Colombia y lo hizo con dos mares, recursos naturales de todo tipo, petróleo, gas, esmeraldas, una biodiversidad de las más grandes del mundo, selvas y nevados, agua por todas partes. En eso se le acerca uno de sus ángeles ayudantes y le dice: Maestro hay que mantener la ley de la compensación, como así que a unos países solo calamidades y a Colombia todas esas maravillas. A lo que dios le responde, tranquilo la compensación la mantengo, viera la tracalada de HPs que voy a meter allá”.

En ese momento sabíamos que en nuestro país había personas muy, muy crueles y despiadadas relacionadas básicamente con los partidos tradicionales Liberal y Conservador, causantes de más de 300.000 muertos en la llamada violencia partidista, exterminado un partido político, la UP, asesinado a varios candidatos presidenciales y a otras corporaciones y que, estos sectores, se habían vuelto, en muchos casos, colaboradores y partícipes del narcotráfico y paramilitarismo.

Con el pasar de los años y la llegada al poder del “ex” y sus amigos, la cosa empeoró a unos niveles inimaginables. En muchos casos los colombianos lo sabíamos, aunque ese conocimiento de lo que estaba pasando era tapado por el fútbol, los reinados y cualquier evento trivial, con la participación, o más bien complicidad, de los medios de comunicación, que por esas  épocas cambiaron de dueños a los grandes conglomerados económicos, que hicieron que cualquier cosa fuera capaz de distraer la atención del ciudadano del común y evitar que este relacionara lo que pasaba con el país y pudiera discernir  hacia donde iba la nación y sobre todo, quienes eran los responsables de semejante tragedia.

Hoy es más delicado, aunque muchos colombianos ya se han quitado de la tutela de esos medios tradicionales, buscando otro tipo de información más veraz, vemos como esa tracalada no tiene límites ni escrúpulos de ninguna especie. En este gobierno que quiere el cambio, se han opuesto a todo utilizando todas las armas innobles; la mentira, la calumnia, hasta el asesinato y están intentando acabar con el mandato y hasta con la vida del señor presidente de la república. 

Se oponen a: La reforma laboral, que le devolvería unos derechos a los trabajadores arrebatados por Cesar Gaviria en complicidad con el “ex”. A la reforma pensional que pretende darles a muchos viejos que no pudieron lograr una pensión, un ingreso con el cual puedan, por lo menos comer. A la vanguardia de esa oposición están senadoras como Paloma Valencia, un grupo de politiqueros del Centro Democrático y Cambio Radical, básicamente y, atérrense, el agente del ministerio público en cabeza de la procuradora Margarita cabello que ha pedido a la Corte que la declare inconstitucional.

Están en contra de la reforma a la salud, para que los enfermos se sigan muriendo por la falta de atención en los centros hospitalarios al no tener un servicio eficiente y que los billones de pesos destinados a ese servicio se los sigan llevando los dueños de las EPS. El gobierno la ha presentado varias veces, pero el actuar de los politiqueros y el lobby de las EPS, la han hundido, hoy hay un nuevo proyecto, que ya pasó el primer debate en la cámara de representantes, quien sabe si lograrán volverla a bloquear.

Y en general a todos los cambios democráticos porque esa tracalada no quiere que se inviertan los dineros en la gente, ya que considera que esos recursos son suyos, les pertenecen por derecho divino y solo ellos los pueden disfrutar, esos “indios patirrajaos” como calificaban al pueblo en el siglo pasado, no se merece nada, solo ellos pueden quedarse con los impuestos según su convicción. Todos estos personajes pertenecientes a la tracalada engañan, mienten, roban, asesinan, defraudan, falsean, desaparecen personas, son causantes de los mal llamados “falsos positivos”, matan líderes populares, comunales, ambientales y a todo aquel que se les oponga en su camino de depredación y destrucción. 

Robaban los recursos de los programas para los pobres: los de los enfermos de hemofilia, los del PAE, los de los pobres de la Guajira, los del agua de las regiones más miserables, los de las vacunas; cualquier parte donde había dinero para los colombianos, allá aparecían los dedos largos de esta tracalada de personas que nos han gobernado por más de 200 años. Y son ellos los que quieren que esas épocas regresen al país. Y para que el cuadro sea más doloroso, con el apoyo de unos Parlamentarios traidores, falsos, dobles, oportunistas que se hicieron elegir con las banderas de la defensa de los intereses del pueblo, pero que al llegar allá demostraron a quienes les sirven y cuáles son sus verdaderas intenciones.  

Pero en los últimos días ya, pareciera ser, que llegó la “tapa” de todo, como reza el dicho popular; aunque nunca se sabe. Un representante a la cámara proveniente de unos sectores populares muy pobres, queriendo ser aceptado por las altas élites, que se ha hecho pasar por indígena, negro, afrocolombiano y no sé cuántas minorías más, negando la realidad de los asesinatos extrajudiciales, recogió y botó a la basura, con ayuda de un cristiano “pro-vida”, los  símbolos de los asesinatos del estado extrajudiciales, conocidos como falsos positivos, consistentes en botas que muchos artistas habían pintado con diferentes motivos alusivos a esta catástrofe de la cual el país no se recupera. 

De esto hizo un despliegue por redes sociales, “sacando pecho” de su acto como si fuera una gran heroicidad. Insultó a las madres de los asesinados, las revictimizó, negó que esto hubiera pasado en el país, desconociendo al SPOA Sistema penal oral acusatorio, al SIJUF Sistema de Información de la Fiscalía,  al CNMH Observatorio de memoria y conflicto del Centro de memoria histórica, a la CCEEU Coordinación Colombia Europa Estados Unidos,  a la JEP, a la Comisión de la Verdad y otras instituciones nacionales e internacionales que ya han probado que si ocurrió, además en las últimas semanas un involucrado declaro ante Justicia y Paz que esos asesinatos podrían ser más de 10.000. Una demostración de desprecio y odio que caracteriza a la tracalada.

El chiste no se equivoca y hoy por hoy vemos como Colombia está más llena que nunca de esa tracalada y muchos pobres y clase media estúpidos son el soporte para evitar que el bienestar llegue a los más necesitados.

Esta nota fue publicada originalmente en SoNoticias y es compartida con la comunidad de La Conversa de Fin de Semana gracias a la generosidad del periodista Hernán Riaño

(1) https://listindiario.com/puntos-de-vista/2017/06/17/470480/compensacion.html

(2) https://www.studocu.com/co/document/universidad-nacional-abierta-y-a-distancia/filosofia/compensacion-ralph-waldo-emerson/51657869

lunes, noviembre 18, 2024

Los medios de los medios



Por: Hernán Riaño

Día tras día, los medios de comunicación corporativos tradicionales de nuestro país se degradan más; para ellos ya no hay límites, honestidad, honradez ni mucho menos ética.

Pero los medios son una forma de hacer información y ejercer el periodismo, o lo que llaman ahora “comunicación social” por unos personajes que se han graduado en unas universidades que los preparan para todo menos para tener las calidades que mencionamos, sobre todo la ética, que debe tener toda persona y sobre todo los que se dicen profesionales en un oficio tan delicado como es comunicar la verdad que afecta a una sociedad.

En Colombia, y ya lo he mencionado en otras columnas, el periodismo solo había sido ejercido por unos medios de propiedad de las élites que han gobernado mal el país, solo para su propio beneficio. Esos periódicos, emisoras y canales de televisión y sus periodistas decían la última palabra en opinión pública, sí, porque ellos eran la opinión pública y se autodenominaron sus voceros. De propiedad de empresarios y políticos de los partidos tradicionales (el liberal y el conservador), fueron actores fundamentales en las masacres y asesinatos en la llamada violencia política de los años cuarenta, cincuenta e inicios de los sesenta. 

El periódico El Siglo, del conservador Laureano Gómez, quien fuera presidente de la república y de muy mala recordación para los liberales por las políticas de exterminio que impulsó a quienes declaró como sus enemigos. El otro diario conservador La República de Mariano Ospina Pérez y su esposa Bertha Hernández Ospina Pérez con una influencia ultraderechista con acciones parecidas a sus colegas de partido.  Por el lado liberal estaban El Tiempo de la familia Santos de la cual han salido dos presidentes, un nefasto vicepresidente, Pachito, el supuesto promotor del bloque capital de las autodefensas, y de varios periodistas de renombre que hoy le hacen oposición al señor presidente Gustavo Petro y El Espectador de la familia Cano, cuyo director, Guillermo Cano, ejerció un periodismo calificado como decente e imparcial por muchos en el país, asesinado por sectores del narco paramilitarismo, pero que su sucesor Fidel, hoy dirigiéndolo también, se propuso hacer oposición y atacar inmisericordemente a la democracia y a su primer representante Gustavo Petro. Es de anotar que hoy este diario es de propiedad del grupo Valorem de la familia Santodomingo.

Las nuevas ciudadanías ya no sintonizan las emisoras ni canales tradicionales, no leen periódicos, toda la comunicación que los surte viene de los influenciadores progresistas, de periodistas independientes y de otros medios alternativos que hacen investigaciones serias y denuncias respaldadas con verdaderas pruebas.

Los partidos políticos y sus empresarios también tuvieron sus ramificaciones en la radio y la televisión de nuestro país, como la cadena RCN, radio y televisión, de los conservadores y hoy de propiedad del grupo Ardila Lülle, quienes han ejercido un muy oscuro periodismo y hasta empresas de ese grupo han sido mencionados como financiadores de los paramilitares en la JEP. Hay “periodistas reconocidos” de ese conglomerado que se caracterizan por las calumnias, montajes y mentiras para desestabilizar el gobierno.  Caracol radio, hoy concesionario de forma muy dudosa del Canal 1, perteneció a la familia López Michelsen y otros socios que se la vendieron al Grupo Santodomingo y éste al conglomerado Prisa de España, con una actividad en favor de las derechas de ambos países. Valorem, al quedarse sin emisoras, compró estaciones independientes y creo Blu radio con la que están haciendo una labor perversa en contra del país y que desdibuja el verdadero periodismo. Otro actor es Semana del grupo Guilinzki, del que uno de sus propietarios se declaró “trumpista” y uribista y que quería hacer de ese medio un vocero de la extrema derecha colombiana, sabemos quién es su directora, su “periodista” de mostrar y sus actuaciones.

Con este panorama de “calidad” informativa llegó Gustavo Petro a la presidencia, y desde la campaña y ante el descrédito y mala fama de los políticos tradicionales, esos medios corporativos se convirtieron y se constituyeron en la verdadera oposición política del candidato, en esos momentos, y del hoy gobernante. Su estrategia es defenestrar al gobierno democrático por la vía que sea, inclusive muchos autodenominados “periodistas” le sirven de altavoz a los ultraderechistas que piden hasta la muerte del señor presidente. Las tácticas se han concentrado en inventar mentiras, armar montajes, difundir calumnias, servir de eco a los politiqueros y economistas de ultraderecha para desautorizar las realizaciones del gobierno, contratar “expertos” neoliberales con los que pretenden fabricar verdades muy lejanas a la realidad. Pero nada de esto les ha funcionado como ellos quieren, sus mentiras se caen antes de que las crean, sus calumnias se enfrentan con la realidad de los hechos y sus analistas y expertos siempre quedan al descubierto ante las aclaraciones de Petro o de miembros de su gobierno. Ellos viven tramando nuevas tácticas con las que pretenden quitarle el apoyo popular al gobierno.

Hoy vemos como nuevas formas de desinformar, es adjudicarle a la ultraderecha las obras y realizaciones del gobierno. La más descarada ocurrió con la pasada COP 16, lo primero que dijo uno de estos egregios “periodistas” fue que ese evento no era nada y que nadie iba a ir a Cali ni a visitarlo ni a cubrir el evento, por ello lo sacaron de su emisora. Ante el éxito mundial de la COP 16, muchos comunicadores decidieron decir sin recato, sin ponerse colorados, que tanto la consecución para la capital vallecaucana, como su funcionamiento y realización fueron de ¡la gobernadora del departamento del Valle y del alcalde de Cali! Esto sin mencionar muchas otras actuaciones que les han adjudicado a gobernantes locales y que con la complicidad de esos politiqueros corruptos quieren imponer como verdad quitándole los méritos a sus verdaderos autores, el actual gobierno, todo para evitar que el progresismo continúe en el año 2.026. Ya se decidieron a hacer las cosas sin ocultar sus verdaderos motivos, seguros de que un sector estúpido de la población les cree y les sirve para difundir las mentiras y calumnias, ya que esos ciudadanos, en su gran mayoría uribistas convencidos y otros que ni siquiera se atreven a pensar, porque eso implica poner a trabajar al cerebro y ellos no saben como se hace, les creen a ojo cerrado. 

Afortunadamente para el país, muchos colombianos, básicamente los jóvenes, se han dado cuenta que las actuaciones oscuras de esos medios corporativos y sus medios para fabricar las noticias mentirosas, y han migrado, a la internet y las redes sociales. Ellos ya no sintonizan las emisoras ni canales tradicionales, no leen periódicos, toda la comunicación que los surte viene de los influenciadores progresistas, de periodistas independientes y de otros medios alternativos que hacen investigaciones serias y denuncias respaldadas con verdaderas pruebas.

Ya no son los “columnistas de opinión” los que imponen la verdad. Hoy ya se ve una nueva forma de encontrar la verdad que es la corroboración de las fuentes, la confrontación de lo que dicen los que, otrora, se creían dueños de la verdad. Ya nadie respeta ni mucho menos les tienen miedo a las vacas sagradas del periodismo como se conocían en otra época y a los que nadie se atrevía a contradecir.  Hoy, esos jóvenes están creando una nueva forma de informar con lujo de detalles. Puede haber excesos, es cierto, pero es que nadie les enseñó, el ejemplo que tuvieron fue el de esos medios que hoy confrontan y hacer eso lo están aprendiendo sobre la marcha. Pero se ve un gran futuro para la nueva forma de hacer historia.

El periodismo, hoy es un oficio muy degradado, sus actores aparecen como los grandes mentirosos y calumniadores del país, solo sostenidos por unos medios caducos y que solo defienden sus intereses y su modus vivendi y la de sus propietarios, con una miopía que asusta porque con esa forma de actuar nos está llevando a los colombianos, de tener éxito, a un futuro muy oscuro y de mayor miseria. Esto se refleja con la crisis de credibilidad que hoy los acompaña y como consecuencia directa la situación financiera que hoy tiene a muchos de esos medios al borde de una crisis económica sin precedentes en el país.  La mentira y la calumnia tienen su precio.

Las opiniones de los columnistas son de su exclusiva responsabilidad.  Les invitamos a leer, comentar, compartir y a debatir con respeto.

Esta columna fue publicada originalmente en SoNoticias y es compartida con la comunidad de La Conversa de Fin de Semana gracias a la generosidad del periodista Hernán Riaño.

lunes, noviembre 11, 2024

¿Cuándo tocaremos fondo?

 
Imagen tomada de: www.laopinion.co

Por: Hernán Riaño

La ultraderecha colombiana ha alcanzado sus metas con el respaldo de medios de comunicación y de uribistas de clase media y baja, cómplices de la corrupción y de la crisis generada por el Uribismo; que ahora se opone a las reformas de un gobierno que busca solucionar estos problemas.

Con la aparición de Gustavo Petro en la política colombiana, el país empezó a conocer a donde nos había llevado Álvaro Uribe Vélez desde que inició su carrera en la administración pública, desde la Aeronáutica Civil, cargo desde el cual dio licencias para pistas de aterrizaje que, su antecesor quien fuera asesinado, Fernando Uribe Senior, no había querido emitir por sospechas de que quienes las pedían podrían estar inmersos en negocios ilegales, pasando por la conformación de grupos paramilitares para quitarles las tierras a los campesinos y matar a muchos colombianos, hasta llegar a apoderarse del país, desfalcándolo por completo, en complicidad con políticos y empresarios de la ultraderecha colombiana. Pero lo que la nación ha sabido en estos años de gobierno del señor presidente Petro es algo que ningún colombiano tenía en su mente por la cantidad de hechos y las características de los mismos que hacen que pensemos que estamos viviendo en un realismo mágico inventado por el gran Gabriel García Márquez.

La ultraderecha colombiana tiene unas características que los identifica y los hace casi que únicos en el planeta, solamente comparables con la española, con la que tienen muchas afinidades, vínculos y similitudes y con alguna que otra que ha alcanzado el nivel de crueldad y capacidad inventiva para el mal. La primera característica que hemos conocido es su insaciabilidad. No se llenan con nada, todo lo quieren para ellos no les gusta dejarle nada a los demás. Desde los capos que desfalcan por billones (sí, ya no se conforman con millones como en antes, sino que ahora son por millones de millones), y sus súbditos, empleados públicos y oficiales, a quienes ellos mismos han nombrado en todas las entidades estatales y que les sirven de entrada para desfalcar esas mismas instituciones; piden coimas, se roban hasta el papel higiénico y los lápices, se quedan con las migajas que sus jefes les dan, en un matrimonio macabro para acabar con el país.

La segunda es su crueldad fuera de toda humanidad. No les interesa la vida de ningún colombiano sea niño(a), joven, mujer cabeza de hogar o cuidadora, campesinos, miembros de comunidades étnicas, viejos(as), nadie. Pasan por encima porque consideran que no somos seres humanos y que no merecemos vivir. Es por ello que se apoderaron de la salud; de los alimentos para estudiantes y de los pobres; en medio de la pandemia se apoderaron de mercados para personas muy vulnerables; hicieron negocios con las vacunas; subieron los servicios públicos a pesar de que muchos colombianos no tenían ni para comer; demandaron la reforma pensional; no quieren aprobar las otras reformas propuestas por el señor presidente y muchas otras cosas que no relatamos porque no acabaríamos “nunca”.  Por estos hechos muchos colombianos perdieron la vida o desintegraron sus familias. La crueldad también fue conocida por la forma de actuar de los ejércitos paramilitares y muchos que se autodenominaron guerrilleros, pero que, desde hace mucho tiempo, han dejado de representar las reivindicaciones de los colombianos, sumándose al ejército de ultraderechistas que le hacen el juego al “ex”. 

En esas actividades, los paramilitares, demostraron esa capacidad de crueldad con las famosas motosierras que no respetaron ni a los niños, con las granjas de cocodrilos, con los hornos crematorios o con los barriles de ácido, con masacres, asesinatos selectivos, secuestros, violaciones, desapariciones y desplazamientos forzados. Los autodenominados guerrilleros no se quedaron atrás, ya que hicieron, también, muchas de estas crueldades. Lo más grave es que el Estado, en cabeza del “ex”, utilizó sus fuerzas armadas tanto para cometer esas mismas atrocidades como para amparar y colaborar con los ejércitos irregulares. Tal es la capacidad de corrupción del señor expresidente que llevó a una gran cantidad de colombianos a que siguieran esas órdenes ciegamente. Obviamente, haber cumplido esas indicaciones no exime de culpa a nadie de llegar a esos extremos de barbarie.  

La otra es la deslealtad, sobre todo con los que les ayudaron a montar su imperio de violencia y “raponazo” del erario. Con lo ocurrido, se demuestra que, ellos solo le son leales a sus pares, o sea a los de la misma clase, ningún pobre o clase media, así les haya ayudado en todo tipo de negocios lícitos o ilícitos será aceptado por ellos. Los aguantan porque los necesitan y los usan para poder lograr alguna de sus metas, pero como a muchos, después los olvidan y hasta los traicionan, como en el caso de algún alcalde de Bogotá o más relevante aún, de los comandantes paramilitares como Mancuso y alias “Otoniel” a los que traicionaron y extraditaron después de que fueron el arma para el despojo de tierras de campesinos para ellos apropiárselas, como ya ha sido denunciado en los últimos meses. Como dice el adagio popular: “No les son leales ni a la mamá”.

Uno pensaría que esas tres características serían lo suficientemente claras para que un pueblo reaccionara para exigir transparencia, honestidad, honradez y que expulsara de cualquier vinculación de gobierno y de poder a todos estos personajes, pero como dice la ley de Murphy, repitiéndola y pensando que ya debe ser adoptada como parte de nuestra vida cotidiana: “Cualquier situación por difícil que parezca es susceptible de empeorarse”. Colombia no sale de su asombro por lo que, por “culpa de Petro, se conoce todos los días y no porque nos lo informen los grandes medios de comunicación.

En los últimos días nos hemos enterado, por una denuncia del mismo señor presidente, basado en una investigación de un periodista israelí y por confirmación de una agencia que investiga el lavado de activos, la compra de un virus espía para “chuzar” a los colombianos inconformes con la miseria que dejó el manejo que le dio a de la pandemia el gobierno Duque y el consiguiente estallido social, por 11 millones de dólares. Medios como la Revista Raya en alianza con RTVC y su Señal Investigativa han ilustrado a todos los colombianos de una intrincada maniobra de corrupción y manejos de dineros, supuestamente ilícitos, solo para espiarle la vida a los líderes de las protestas, políticos progresistas o de izquierda y al mismo Gustavo Petro, quien era el candidato del Pacto Histórico para esa época, con el fin de evitar su elección.

Poniéndole atención a todos los detalles de la maniobra y de los alcances de los políticos y policías involucrados en dicha compra, lo menos que puede hacer uno es aterrarse por los alcances a los que han llegado. Muchos columnistas (1) y líderes de los partidos de gobierno han contado muchos detalles conocidos de la negociación, pero lo que más llama la atención es el reconocimiento de la empresa vendedora del virus, NSO Group, de la realidad del negocio, que dejó sin piso a periodistas medios y políticos de la ultraderecha que se empecinaron en negar la compra y además de tratar de “loco” al señor presidente. 

Este episodio, y las subsiguientes investigaciones del periodismo independiente, dieron pie a que se averiguara y nos informaran de la compra de otros softwares y virus espías durante los gobiernos de derecha de los últimos 30 años, gastándose miles de millones de pesos y solo para investigar a los colombianos honestos que quieren una Colombia mejor de la que nos han dejado las élites del poder eterno en nuestro país. Han preferido gastarse grades cantidades de dólares para chuzar a los ciudadanos que resolver los problemas sociales a los que ellos, con su corrupción y decisiones nos han llevado. Esa es la calidad de quienes han ostentado el poder por tanto tiempo.

Demuestra todo lo sabido, una vez más, que ellos desprecian y odian a los colombianos, que cada vez nos hundimos más en un hoyo del que ellos no quieren que salgamos. Cuando pensamos que cada que se averigua un hecho de robo, desfalco o corrupción es el último que ya ahí paró, no, al otro día hay otra denuncia u otro descubrimiento más grave que el anterior convirtiéndose en un remolino del cual parece que nunca saldremos.

Pero todo esto no habría podido hacerlo la ultraderecha sin el apoyo y concurso de una prensa, unos comunicadores y unos uribistas, muchos de ellos pobres o clase media, igual o peor de corruptos que ellos. Esos medios corporativos y esos ciudadanos han sido la base para que Uribe y sus socios hubieran podido llegar a tanto. Son sus cómplices y en muchos casos sus socios en todos sus oscuros negocios y atrocidades que han acabado con nuestro país. Y hoy están en contra de un gobierno que nos quiere sacar de ese nefasto fondo al que, al parecer, aún no llegamos.    

Las opiniones de los columnistas son de su exclusiva responsabilidad.  Les invitamos a leer, comentar, compartir y a debatir con respeto.

Esta nota fue publicada originalmente en SoNoticias y es compartida con la comunidad de La Conversa de Fin de Semana gracias a la generosidad del periodista Hernán Riaño.

(1) https://sonoticias0.wordpress.com/2024/10/29/un-pegaso-que-alzo-vuelo-en-tel-aviv-y-arribo-a-los-hangares-de-la-policia-nacional-de-colombia/?fbclid=IwY2xjawGNrgFleHRuA2FlbQIxMQABHbZfgmFrVIKmBon9BKQpCDe5OQvYCFlo9V3ud8m6xFL3WLHeLi6WBuKNGg_aem_ACxShbGoBimh_RLFJWMc8Q 


miércoles, agosto 28, 2024

“Influenciadores” al gobierno

Imagen de mrhamster tomada de: Concepto de influencia social | Vector Premium (freepik.es)

Por: Germán Navas Talero y Pablo Ceballos Navas

Editor: Francisco Cristancho R.

Los "influenciadores", por su capacidad para conectar con audiencias, son ideales no solo para ser contratados por el Estado, sino también para ocupar cargos de comunicación en instituciones.

Comenzamos esta columna con un comentario de nuestro copartidario y amigo, Gustavo Bolívar, sobre la espuria indignación por la decisión de contratar “influenciadores” en entidades del Estado: “la derecha estigmatizó a los jóvenes que protestan, estigmatizó a quienes pensamos distinto a ellos, ahora van por los influencers. La Contraloría me pregunta cuántos influencers he contratado en 2024, como si fuera delito. Respuesta: todavía ninguno, pero estoy en proceso de contratar tres. Si en algún código dice que es prohibido, espero las sanciones correspondientes. No permitiré que estigmaticen a quienes por años han cultivado con dedicación sus redes sociales y que le han servido a la sociedad para equilibrar el derecho a informar y ser informados. Si me toca irme del cargo por hacerlo, me voy, porque no nací con miedo.”

Compartimos su postura y celebramos que un alto funcionario del ejecutivo proteste ante tamaño desafuero, propio de entes que pretenden hacer pasar por inédita una contratación habitual, como es la del personal para publicidad, con el único propósito de perjudicar al presidente y a su gabinete. Los “influenciadores”, en tanto sujetos capaces de alcanzar, mantener y vincular a una audiencia, no solo son aptos para ser contratados por el Estado, sino que pueden ser los mejores candidatos para ocupar posiciones de comunicación al interior de las instituciones. Ahora bien, conviene que antes de firmar la entidad se asegure de que el influencer en realidad detenta capacidad de influir en la opinión pública, puesto que cualquiera puede arrogarse dicha calidad por el simple hecho de expresar opiniones en una red social, sin que con ello convenza al menos a una persona.

-Pasando a otro tema- Encontramos optimistas las declaraciones del presidente Petro sobre la posibilidad de revalidar “una y otra vez” el triunfo electoral que lo llevó al cargo en 2022. Nuestra apreciación es que, si bien hay mucho por hacer para satisfacer las promesas de campaña, se percibe en el electorado una sensación de confianza por el gobierno y de compromiso con las tesis de la izquierda. Creemos que es posible una victoria electoral en 2026 y por ello insistimos en la necesidad de anticipar y organizar la acción del ejecutivo en mira a completar los objetivos y preservar el favor popular.

Por la derecha, según nos cuentan, andan huérfanos de estrategias y liderazgos. En una decisión tan inexplicable como inesperada, el Centro Democrático cambió de plana mayor y ubicó –porque no nos consta que exista un proceso democrático para su designación– al exrepresentante Gabriel Vallejo Chujfi. No fue María Fernanda Cabal ni Paloma Valencia ni Miguel Uribe, sino un político regional conocido por pocos quien fue investido con la mayor dignidad del partido uribista. ¿Veremos un cambio de orientación hacia el centro o persistirá el viraje a la más radical de las derechas?

En sus ediciones del fin de semana, la prensa bogotana manifestó su preocupación por la confrontación recurrente entre el presidente Petro y Carlos Fernando Galán. El alcalde desempolvó el vestido que guarda celosamente para sus disputas con Petro y, palabras más palabras menos, le dijo al presidente que no se metiera en sus asuntos. Ignora el señor Galán, entre otras muchas cosas, que al gobierno –y en particular a la Superintendencia Nacional de Salud– le asiste la competencia de intervenir la Subred Centro Oriente y, en desarrollo de esta función, tomar decisiones respecto de sus obligaciones, operaciones y bienes. Visto lo anterior, no entiende uno cuál es la molestia (o el temor) del señor alcalde, ¿acaso el contrato con COPASA para demoler un bien de valor patrimonial era uno de los legados de su otrora confidente Enrique Peñalosa? Señor Galán, usted podrá sentirse emperador de Bogotá, pero esta solo es distrito y capital si pertenece a un Estado en el que gobierna, así no le agrade, Gustavo Francisco Petro Urrego.

Adenda: hubo reunión de la Comisión Asesora de Relaciones Exteriores y un par de los pensionados vitaliciamente resolvió no asistir –a su única responsabilidad en virtud del cargo de expresidentes– argumentando que con su presencia legitimarían la que consideran una postura equivocada del gobierno sobre la crisis política en Venezuela. Entre quienes se ausentaron, no sin hacer bulla, estuvo Andrés Pastrana, quien actualmente se encuentra denunciado por difundir una infamia contra el presidente Petro. Nos preguntamos, ¿considera Pastrana que con llamar a Maduro “narcotraficante”, como lo hizo con Petro, bastará para que aquel acepte la derrota y dimita?

Adenda dos: vemos que hay muchos a la espera de unas ballenas que atravesarán aguas colombianas para hacer lo suyo. Dado que hemos tenido el gusto de presenciarlas in situ, recomendamos hacerse el viaje y disponerse a maravillarse.

Hasta la próxima semana.

Las opiniones de los columnistas son de su exclusiva responsabilidad.  Les invitamos a leer, comentar, compartir y a debatir con respeto.

Esta nota fue publicada originalmente en SoNoticias y compartida con la comunidad de La Conversa de Fin de Semana, gracias a la generosidad del periodista Hernán Riaño.

miércoles, agosto 07, 2024

El clan Ramírez de vuelta en los titulares

Por: Germán Navas Talero y Pablo Ceballos Navas

Editor: Francisco Cristancho R.

Petro ha sentado un ejemplo de buena práctica en materia diplomática con su tratamiento de la controversia electoral en Venezuela y creemos que, en unos años, con la sabiduría que provee el tiempo, será materia de estudio en las facultades de relaciones internacionales del país.

Como en los cuentos infantiles, hubo una vez en que corruptos de orígenes variopintos resolvieron sus diferencias ideológicas con el objetivo de robarse una entidad a manos llenas. Resulta difícil de creer, aunque probablemente sea cierto, que tres de los contratistas presuntamente favorecidos por el señor Ciro Ramírez –exsenador del Centro Democrático e imputado por múltiples delitos contra la administración pública– también habrían sido consentidos de los confesos delincuentes Olmedo López y Sneyder Pinilla, como lo informó El Espectador en su edición dominical.

Incluso después de la captura del exsenador Ciro, según nos cuentan, las invitaciones a reuniones sociales de la familia Ramírez son codiciadas y poseer una de ellas remoza hasta al más desconocido politiquero. Nos preguntamos: si Ciro termina vinculado a los procesos judiciales en curso por el saqueo a la UNGRD, ¿seguirán ‘echando codo’ a la entrada del domicilio familiar en época de fiestas? Nada raro tendría que la respuesta sea afirmativa, pues conocido es que la pertenencia a un clan es motivo de orgullo para algunos y más si hay sub júdices ascendentes y descendientes, como es el caso del clan Ramírez (Pinzón, el papá, condenado por concertar para delinquir con los paramilitares, y Cortés, el hijo, imputado por organizar una trama criminal para robarse los recursos destinados a la atención de la pobreza extrema y cobrar coimas a contratistas por ello).

Tras hablar de los Ciro, de Olmedo o de Sneyder, uno puede quedar con la impresión de que no hay político serio u honesto en Colombia. Esta observación, aunque justificable, se prueba equivocada al considerar los nombres de dos hombres que con sus actos ejemplifican el tesón, la persistencia y la prudencia necesaria para servir al pueblo y representar sus intereses en el Congreso: son estos el representante a la Cámara y reconocido defensor de derechos humanos, Alirio Uribe, y el experimentado e infatigable senador y negociador de paz, Iván Cepeda. También destacamos por su valor y por su entrega a las causas sociales al joven representante a la Cámara por Valle del Cauca, Alejandro Ocampo, un hombre “frentero” y dispuesto al debate. Recordar sus nombres y saber de su trabajo nos reconforta y nos mantiene con esperanza, y sabemos que no estamos solos en estas consideraciones.

En Colombia abundan los lambones, pero la cosa se agrava cuando pretenden que se gobierne a punta de condenas y regaños. El presidente Petro ha sido objeto de críticas con ocasión de su postura respecto de las elecciones en Venezuela, aun cuando esta ha sido el resultado de una valoración prudente y mesurada de la situación con el concurso de diplomáticos y líderes regionales. Mucho le han reprochado al presidente en el pasado por su “emotividad” y ahora que adopta una posición institucional la cuestionan por “insensible”, pues algunos insensatos creen que una crisis política de estos contornos se resuelve gritándole a Maduro que está maduro y próximo a caer.

Olvidan estos ciudadanos, entregados a la afectación, que Colombia comparte miles de kilómetros de frontera con Venezuela; que hay millones de venezolanos acá y de colombianos allá, quienes requieren de los servicios de ambas naciones y se benefician de las buenas relaciones entre ellas; que Venezuela es bien garante o anfitrión de buena parte de las negociaciones de paz en curso; que hace tan solo dos años inició un proceso de restablecimiento de relaciones que ha aliviado la migración irregular y mejorado las condiciones de vida en la zona de frontera; y, ante todo, ignoran que si Colombia pretende desempeñar un papel relevante en la resolución de la crisis debe mantener una celosa imparcialidad.

Es nuestra opinión -contrariando el buenismo imperante- el gobierno del presidente Petro ha sentado un ejemplo de buena práctica en materia diplomática con su tratamiento de la controversia electoral en Venezuela y creemos que, en unos años, con la sabiduría que provee el tiempo, será materia de estudio en las facultades de relaciones internacionales del país.

Hasta la próxima

Las opiniones de los columnistas son de su exclusiva responsabilidad.  Les invitamos a leer, comentar, compartir y a debatir con respeto.

Esta nota fue publicada originalmente en SoNoticias y compartida a la comunidad de La Conversa de Fin de Semana, gracias a la generosidad del periodista Hernán Riaño

martes, julio 09, 2024

¿La justicia, la madre de todos nuestros males?

Imagen tomada de: 
Colombia - Más autonomía e independencia del poder judicial (diariojuridico.com)
Por: Hernán Riaño

La democracia se caracteriza por las tres ramas del poder público: El ejecutivo, en nuestro caso, la presidencia de la república; el legislativo, para nosotros el congreso bicameral encargado del control político y la producción de las leyes que nos rigen y el poder judicial, encabezado por las altas cortes, tribunales superiores y los juzgados, básicamente, su misión básica y vital es la de ejercer la justicia para todo tipo de conflictos entre los colombianos.  

El poder ejecutivo, ha sido ejercido por las familias que históricamente han gobernado, como si el país fuera de ellos únicamente, al legislativo, un congreso que siempre ha trabajado en contubernio con las clases dirigentes produciendo leyes que favorecen exclusivamente a los poderes económicos, y al poder judicial que a través del tiempo y, en la mayoría de los casos, se ha plegado al poder político y económico del país; no en vano en Colombia ha hecho carrera el dicho: “la justicia es para los de ruana”, dando a entender que solo las leyes se las aplican a los pobres y muchas veces sin pruebas y solo obedeciendo a los intereses de los poderosos.

El actual panorama judicial de Colombia no da esperanzas de un avance democrático, ya que se nota toda una confabulación contra el pueblo colombiano; solo para defender y favorecer a los de siempre.

Así ha sido en nuestro país en este remedo de democracia que tenemos, que solo hasta la llegada de Gustavo Petro al gobierno ha tenido visos, no porque él no quiera sino porque no lo dejan los poderes feudales, de querer avanzar hacia una democracia real y participativa.

Pero, para poder dar ese paso, es básico un poder judicial justo y fuerte para garantizar que todas las decisiones beneficien a todo el pueblo colombiano y no a unos pocos como hasta ahora ha sucedido. Si la justicia no ejerce su papel, eficiente y honestamente no hay posibilidad de lograr una sociedad igualitaria, democrática y, valga la redundancia, justa. 

Pero, paradójicamente, es en este gobierno en el que el poder judicial, se ha ensañado en contra de esas decisiones que tanto añoran los colombianos, siendo muy rápida en tomarlas y perjudicando el accionar al primer gobierno que no tiene intereses personales ni de ayudar a los sectores más poderosos. Lo hemos visto en los decretos de emergencia social para la guajira, con las investiduras de los congresistas del Pacto Histórico, con la intervención en las tarifas de servicios públicos impagables por los colombianos, la posibilidad de hacer obras terciarias por la Juntas de acción comunal, entre otras.

Pero un país realmente democrático basa su poder en una justicia imparcial y fuerte, de hecho, de no existir un sistema con esas características, la democracia es inviable. La historia de Colombia está repleta de fallas de la justicia, por no calificarlos de otra cosa, en los que se ha sentenciado, cuando se llega a esa instancia, más por intereses económicos, políticos, conveniencia o de poder que ajustándose debidamente a las leyes y a los códigos. Al igual, nuestro país está lleno de leyes para todo, pero como no se cumplen ni por los agentes de la justicia, ni por los ciudadanos, ni por quien las debe hacer cumplir, se convierten en un saludo a la bandera. El congreso en gran cantidad de ocasiones produce leyes que son inocuas para nuestra sociedad, o solo satisfacen la vanidad de los mismos congresistas o sus jefes políticos o económicos, son consideradas gran trabajo por los que siempre han gobernado. 

Si bien es cierto, la justicia casi siempre ha tenido muy mal concepto de los colombianos por su actuar, empezó su deterioro máximo con la llegada del narcotráfico al país y el posterior ascenso de Álvaro Uribe Vélez al poder. Empezó a verse, lo que era impensable, que magistrados de las altas cortes se corrompieran (2), a tal punto que el caso más sonado fue el llamado como “cartel de la toga” en la que se juntaron la parapolítica y el sistema judicial para vender fallos y en últimas para ponerle precio a la justicia (3), fue una alianza en la que confluyeron la Corte Suprema de Justicia y la fiscalía (4).

La Corte Constitucional no ha sido ajena a los escándalos de corrupción, como es el caso del presidente de ese tribunal Jorge Pretelt y un supuesto soborno (5), y otra en el que un funcionario de la secretaría general exigía grandes sumas de dinero a abogados (6). El Consejo de Estado tampoco se escapó a estos hechos de corrupción en el país, allí funcionarios también cobraban millones por “arreglar” fallos de tutela (7). 

Si esto ocurría dentro de los más altos tribunales de Colombia, ¿qué podemos esperar de los demás que componen el sisma judicial? Es de conocimiento público que para que un proceso avance en muchos juzgados del país hay que “repartir” desde el mensajero, pasando por sustanciador, la secretaría y en muchos casos hasta el juez. A diario se ve en diferentes medios de comunicación las quejas de ciudadanos, de esos hechos (8).

Todo lo anterior se une a una consecuencia directa que es la  ineficiencia en la aplicación de la justicia que golpea fuertemente a los ciudadanos; en el año 2.019 el Indice Global de Impunidad (IGI) fue del 57%, según estudios de la Corporación Excelencia de la Justicia “estableció que para el año 2.019, había cerca de 1’800.000 que no avanzaban en los despachos judiciales”,  según el Consejo Superior de la Judicatura “para diciembre del 2017 había 2.280 procesos contra funcionarios judiciales” y para diciembre de 2.017, según encuesta de Gallup Poll, la Rama Judicial tenía una imagen negativa que llegaba al 79% (9). Lo grave es que en los años subsiguientes la situación no ha cambiado y por el contrario se ha agravado según quejas de los colombianos. Por este concepto negativo los ciudadanos cada vez denuncian menos pues consideran que es una pérdida de tiempo y en muchos casos se vuelven blanco de todo tipo de delincuentes.

Como si esto fuera poco, pareciera que la rama judicial se hubiera ensañado contra el presente gobierno, con sus fallos en contra de decisiones fundamentales o de la investidura de congresistas y con una persecución como la de la procuradora actual que se está abrogando funciones judiciales sin tener competencia y contrariando lo establecido por la CIDH (10), solo para perseguir a funcionarios elegidos por votación popular, dar conceptos en contra de miembros del Pacto Histórico y a favor de la ultraderecha colombiana, para defender los intereses del “ex” y sus aliados. 

Este panorama judicial no da esperanzas de un avance democrático, ya que se nota toda una confabulación como nunca antes, contra el pueblo colombiano y solo para defender y favorecer a los de siempre. 

Es tal la situación que en Colombia nadie respeta sus leyes, todo el mundo “hace lo que se le da la gana” e impone su “ley”, generalmente a sangre y fuego. Lo vemos desde una disputa familiar, que terminan en muertos y heridos porque alguien quiso imponer su criterio, hasta en conflictos a nivel nacional donde todo lo solucionan con sus ejércitos privados ocasionando desplazados, muertes, desaparecidos, falsos positivos entre otras cosas.

Queda la inquietud: ¿Es la justicia la responsable de todos nuestros males? Ya que sin justicia no hay una sociedad viable. 

Esta nota fue publicada originalmente en SoNoticias y compartida a la comunidad de La Conversa de Fin de Semana, gracias a la generosidad de su director; Hernán Riaño.

Las opiniones de los columnistas son de su exclusiva responsabilidad.

(1) https://www.elcolombiano.com/colombia/politica/corrupcion-en-las-cortes-expresidentes-del-consejo-de-estado-se-pronuncian-jk7518478

(2) https://www.comisiondelaverdad.co/el-cartel-de-la-toga

(3) https://insightcrime.org/es/noticias/cartel-toga-revela-corrupcion-colombia/https://www.elpais.com.co/politica/cartel-de-la-toga-camilo-tarquino-exmagistrado-es-condenado-como-protagonista-del-escandalo-de-corrupcion.html https://www.procuraduria.gov.co/Pages/cartel-toga-procuraduria-cargos-alejandro-lyons.aspx

(4) https://www.eltiempo.com/archivo/documento/CMS-15321875

(5) https://www.eltiempo.com/justicia/investigacion/la-corrupcion-vuelve-a-llegar-en-la-corte-constitucional-esta-vez-con-favores-para-tutelas-219710

(6) https://www.eltiempo.com/justicia/delitos/balance-de-los-peores-escandalos-de-corrupcion-en-la-politica-y-la-justicia-en-colombia-162344

(7) https://www.elespectador.com/judicial/carrusel-de-corrupcion-en-consejo-de-estado-cobraba-millones-por-tutelas-article-222058/

(8) https://www.eltiempo.com/justicia/delitos/capturas-por-casos-de-corrupcion-judicial-en-colombia-hasta-agosto-122096 https://cej.org.co/publicaciones/corrupcion-judicial/la-corrupcion-judicial-en-colombia-una-aproximacion-al-mapa-de-riesgos/  https://bdigital.uexternado.edu.co/entities/publication/f6e98909-5532-4dcf-8a49-9c8bb3a13656 https://www.redalyc.org/journal/876/87663301007/html/

(9) https://razonpublica.com/los-retos-del-sistema-judicial-colombia/

(10) https://www.facebook.com/share/p/skRURedf4V8Wr5Ae/





jueves, julio 04, 2024

La ultraderecha patalea

 Por: Hernán Riaño.

Esa es la ultraderecha que patalea, se niega a desaparecer usando todas las armas para evitar que eso ocurra. Utilizan los sistemas judiciales para encarcelar y a los medios de comunicación para desacreditar a quienes quieran un sistema democrático. Hoy pretende un resurgimiento de su forma de explotación y subyugación del ser humano acabando con las libertades y sumiendo a los pueblos en la pobreza eterna. 

En Colombia y el mundo, las derechas se resisten a permitir el salto al desarrollo y en los países que se ha alcanzado, quieren volver a un pasado feudal que tanto daño le ha hecho al mundo y sus habitantes, especialmente los más pobres.

Lo vimos en las elecciones del parlamento europeo con el avance de los pensamientos más retrógrados, alimentados por los discursos de odio contra unos seres humanos inmigrantes empobrecidos por esos mismos países por siglos de esclavitud de continentes como África y América, en los que el saqueo y el despojo fue la característica de sus colonialismos. Hoy, ante la falta de oportunidades y el empobrecimiento de las regiones de donde lograron la riqueza de la que hoy gozan, quieren ocultar la tragedia humana del ingreso de ellos a Europa, en donde quieren lograr mejores condiciones de vida y poder enviarles dinero a los seres queridos que dejaron atrás por encontrar una oportunidad de trabajo más o menos digno. 

En esa odisea de llegar al continente europeo la gran mayoría ha perdido la vida atravesando los mares, en muchos casos siendo asesinados por las autoridades que hunden las embarcaciones en las que hacen el intento y que los chacales les cobran un dineral sin ninguna garantía de vida.

Los latinoamericanos viajan en avión, sin visa, solo con su pasaporte y, a los que no deportan, quedan en estado de ilegales siendo víctimas de todos los abusos y vejámenes para evitar ser denunciados y posteriormente deportados. 

Lo mismo ocurre con los Estados Unidos, donde se pregona dizque la democracia más perfecta del mundo. Quienes hoy dominan el país del norte, en su momento fueron inmigrantes y asesinos de los nativos americanos, acabando pueblos enteros, violando sus mujeres y matando niños y ancianos. De esos pueblos solo quedan algunos, relegados a unas reservaciones de muy pocas tribus originarias.

Hoy vemos el resurgir de una extrema derecha en la que pretenden elegir a un candidato de esa corriente política condenado por varios delitos, de 79 años, y su contrincante el actual presidente de 81, demostrando no solo la falta de líderes sino la decadencia de su sistema político – económico.  

Este país también ha forjado su riqueza con el colonialismo explotador y saqueador de los recursos naturales de las naciones mal llamadas subdesarrolladas, de México hacia el polo sur.  Obviamente esa dominación no hubiera podido ser posible de no ser por el concurso y complicidad de las clases dominantes de estos países que se han conformado con las migajas que les han quedado después del

arrasamiento de los recursos naturales, de lo que se conoce como el “patio trasero” de los Estados Unidos.

Esa es la ultraderecha que patalea, se niega a desaparecer usando todas las armas para evitar que eso ocurra. Con la ayuda de sus cómplices en cada nación, intentan parar y acabar cualquier asomo de democracia real que los pueblos quieran imponer. Matan y desaparecen todo tipo de personas que se opongan, acaban partidos políticos, utilizan los sistemas judiciales para encarcelar y a los medios de comunicación para desacreditar a quienes quieran un sistema democrático y cuando ya esto no es posible llegan a los fraudes electorales o a los golpes de Estado, para perpetuar su saqueo y dominación. Hoy pretende un resurgimiento de su forma de explotación y subyugación del ser humano acabando con las libertades y sumiendo a los pueblos en la pobreza eterna. De llegar a concretar esos planes el mundo retrocedería muchos años en riqueza y respeto por el ser humano, como sucedió en Colombia con el gobierno de Alvaro Uribe y sus dos sucesores.

En otras columnas hemos descrito las características de las llamadas burguesías o aristocracias que más parecen señores feudales con todas las mañas de ese régimen atrasado y caduco. 

En varios países de la llamada américa latina hemos sufrido golpes de Estado y fraudes electorales que han garantizado la perpetuidad del feudalismo colonial promovido por Estados Unidos. 

El intento de golpe en Bolivia deja muchas enseñanzas. Un hecho ocurrido en muy pocas horas en las que un general, caracterizado por su posición extremo derechista y golpista se dedicó a amenazar durante varias semanas, con defenestrar al presidente democráticamente elegido hasta llegar a concretar esas amenazas. El señor Arce se le enfrentó en un hecho no visto antes al enfrentarse cara a cara con el general. Lo más destacable fue la reacción del pueblo boliviano (1), que salió masivamente a defender la democracia; el ejército golpista no pudo evitar, a pesar de sus esfuerzos, que los ciudadanos los hicieran retroceder hasta llegar y llenar a la plaza donde se encuentra la sede del gobierno. 

Pero ¿quién dijo miedo? En el fervor del golpe varios líderes de la extrema derecha del mundo ya estaban festejando la caída del gobierno elegido democráticamente. En Colombia quien celebró y felicitó a los golpistas fue la senadora del centro democrático María Fernanda Cabal, y fue más allá, dijo que había que tumbar a todos los gobiernos del Foro de Río (2). 

A las pocas horas el general Zúñiga dijo o mandó a decir que el presidente lo había “contratado” para hacer lo que hizo (¿?) Este hecho no merece gran análisis, porque fue el pueblo, solo los ciudadanos quienes impidieron el golpe, solo ellos.  

Lo que sí analizaré fue la reacción a esa “noticia” que hicieron los medios de comunicación de la ultraderecha colombiana, minimizando la participación popular, muchos “noticieros” de la mañana, especialmente, se pegaron de esta información y le dedicaron horas a minimizar al pueblo de Bolivia.

Muchos se preguntarán el porqué de esta “dedicación” de los medios de derecha colombianos en minimizar la participación ciudadana boliviana para evitar el golpe, otros les darán el beneplácito a esas noticias y hablarán mal del señor Arce, con calificativos des obligantes y llegarán a decir que es cómplice de quien sabe quién, pero siempre desconociendo el papel protagónico del pueblo (3).

Pero ¿qué se esconde detrás de esa actitud mediática?  

El señor presidente Gustavo Petro, desde que asumió el gobierno ha hecho llamados al constituyente primario, que como él lo ha dicho, no es nadie más que el pueblo, para que defienda las reformas impulsadas por el mandatario. Les da pánico que los colombianos sigan el ejemplo de los bolivianos, que tengan una participación activa y definitoria en alcanzar unas reformas que los beneficie. Lo que quedó demostrado con lo ocurrido tanto en el episodio del hermano país, como con las marchas y manifestaciones de los colombianos es que al pueblo sí le tienen pavor, por ello la insistencia en minimizar lo ocurrido la pasada semana. 

Gustavo Petro ha sido insistente en decirle a los colombianos, ustedes son el poder, no se lo dejen quitar, como siempre ha ocurrido, de una casta de parásitos extremo-derechistas, saqueadores del erario, asesinos, ladrones causantes de falsos positivos y desapariciones. Cuando seamos conscientes de ese poder que tenemos para cambiar nuestros destinos y declararles la caducidad a esas derechas, nuestro país dará el salto al capitalismo humano y al modernismo que tanto necesitamos. Son esas clases sociales, llamadas privilegiadas las que siempre han impedido el desarrollo de nuestro país y la paz entre los colombianos. Primero porque viven de la explotación feudal del ser humano y del enriquecedor negocio de la guerra, no les conviene un ambiente de hermandad y de colaboración.  

Pero como siempre nos ha sucedido, esa casta se sostiene de una manada de estúpidos que les acolitan todo y los mantiene en el poder para que nos sigan metiendo la mano al bolsillo y no nos permitan un futuro. ¿Hasta cuándo, uribistas de estratos 1, 2 y 3? 


(1) https://www.facebook.com/share/v/VwwFXYPYHUJGoCJx/ https://www.facebook.com/share/p/JiVHNonn7bHhqniq/https://www.facebook.com/share/p/7U87jGcFTwBzXRrW/

(2) https://x.com/DonIzquierdo_/status/1806065090958967052

(3) https://sonoticias0.wordpress.com/2024/06/27/para-caracol-radio-solo-se-trato-de-un-autogolpe-publicitario/

Nota publicada originalmente en SoNoticias y compartida con la comunidad de La Conversa de Fin de Semana, gracias a la generosidad de su director, el periodista Hernán Riaño

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lunes, junio 24, 2024

Con la nueva ley de reforma pensional avanza el cambio

Por: Germán Navas Talero y Pablo Ceballos Navas 

Editor: Francisco Cristancho R. 

Esta victoria en el Legislativo con amplia mayoría entre los votantes, 86 a 32, marca un hito en la gestión del primer gobierno de izquierda, y augura tiempos mejores para las demás reformas sociales, tan necesarias como esta.   

Como todos los fines de semana nos correspondió revisar las últimas ediciones de la prensa y pasear por las redes sociales para escoger un tema de interés del que pudiéramos hablar largo y tendido. Con beneplácito recibimos la aprobación en último debate del proyecto de ley de reforma pensional, el cual –salvo que ocurra un verdadero cataclismo– ya es ley de la República, pues la sanción presidencial se da por descontada. Esta victoria en el Legislativo con amplia mayoría entre los votantes, 86 a 32, marca un hito en la gestión del primer gobierno de izquierda, y augura tiempos mejores para las demás reformas sociales, tan necesarias como esta. 

Por iniciativa del Presidente de la República y con el concurso de la bancada del Pacto Histórico, el gobierno tramitó con éxito un proyecto que pretende sustituir el sistema fallido de pensiones –que dejaba a siete de cada diez cotizantes sin jubilación y que mantenía en el desamparo a la vejez empobrecida– por un modelo vanguardista, a tono con las principales legislaciones del mundo, el cual garantiza una pensión universal de subsistencia; provee mecanismos para facilitar la obtención de la mesada; robustece el fondo público con un margen obligatorio de afiliación; asegura la pensión de los cotizantes hasta por dos salarios mínimos y corrige desigualdades que perjudicaban la posibilidad de las mujeres de acceder a la pensión. Todo esto al tiempo que custodia el ahorro pensional a buen recaudo y con independencia del gobierno y de los voraces fondos privados, a quienes les preserva el régimen de libre concurrencia en el pilar de ahorro voluntario. 

Desde esta tribuna felicitamos al señor Presidente, a la ministra de Trabajo que demostró su sagacidad e infatigable liderazgo –cualidades que Germán le conoce desde sus años en el Congreso y por las que puede dar crédito– y a los ponentes del proyecto, en particular a la representante Martha Alfonso, quien no solo instruyó a sus colegas y a la opinión pública en los tejemanejes de la reforma, sino que también hubo de tomar la difícil y necesaria decisión de priorizar el texto aprobado en el Senado y dejar atrás su encomiable trabajo con la ponencia de la Cámara. Confiamos y esperamos que el gobierno respalde la iniciativa de la representante Alfonso para presentar, en la siguiente legislatura, un proyecto que corrija algunas deficiencias del texto aprobado con miras a tener la mejor reforma posible. 

–Pasando a otro tema– Nos resultaron en todo preocupantes, aunque elocuentes respecto de la maldad perenne en nuestro país, algunos comentarios de descrédito, reproche e incluso celebración por el atentado contra el padre de la vicepresidente de la República. Un grupúsculo de ciudadanos azuzados por ‘líderes’ de oposición ultraderechistas, oportunamente justificados por un medio de comunicación que destaca más por sus yerros que por sus primicias, cuestionó la veracidad del ataque, su lesividad e incluso la intención de los atacantes. Esto último llamó poderosamente nuestra atención, ¿cómo pueden afirmar el “real” propósito de un atentado? O, mejor dicho, ¿quién podría saber cuál era su “verdadero” objetivo? Un lector desconfiado bien podría concluir que no hay persona que conozca mejor las respuestas a estos interrogantes que aquel que determinó o ejecutó el ataque. 

Adenda: inaceptables las críticas a Cielo Rusinque por la contratación de un esquema de seguridad cuya necesidad ha quedado demostrada más allá de duda, tras las amenazas y los seguimientos de los que ha sido objeto. No solo está en su derecho, es del interés de todos los colombianos –sin distinción ideológica– que la doctora Rusinque pueda ejercer sus funciones como superintendente y continuar con su liderazgo político, libre de preocupación por su integridad y la de su familia, así como lo hacen vocales opositores del gobierno. 

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lunes, junio 17, 2024

Ni chicha ni limonada


Por: Hernán Riaño 

Es hora de que los verdaderos demócratas defiendan el primer gobierno afín a sus creencias, no le sigan haciendo el juego a los que no lo son y menos a la extrema derecha y sus áulicos, abracen y defiendan los programas y reformas para dar el salto que nos aleje del feudalismo atrasado y caduco que nos ha regido. 

El panorama colombiano es sui generis, generalmente, lo que ocurre en nuestro país es, como decía García Márquez, solo realismo mágico. Nada es coherente ni obedece a las leyes de la naturaleza, aquí todo pasa y nada pasa. En esta oportunidad resaltaré las posiciones de muchos petristas y/o progresistas que se montaron al bus de la victoria pretendiendo continuar con la corrupción, en algunos casos, otros por moda y otros con un miedo a la derecha creyendo que nunca se podría hacer otro tipo de gobierno que no fuera el de los feudales – narcos políticos que han estado en el poder toda la vida.  

Me referiré a cada uno de estos “votantes” que inundan nuestra geopolítica. 

Los primeros, son los que hicieron campaña por el actual gobierno, teniendo compromisos previos con la extrema derecha y los gamonales de las regiones, pretendiendo, con esta figura, engañar al señor presidente y seguir esquilmando el erario.  

En este grupo por ejemplo los Olmedos López, que quedó al descubierto y se conoció el entramado de corrupción en la UNGRD, que según se supo, se inició desde la creación de la unidad, siendo una vena rota por la cual salían los dineros públicos a engrosar los bolsillos de politiqueros de varias regiones, de estos hay muchos que falta descubrir y denunciar. 

En el segundo grupo están lo que se dejaron seducir por la “moda del momento” del estallido social; pensaron que con la “subida” de un presidente se iban a solucionar todos los problemas como por arte de magia, sin entender la verdadera situación política del país, que si bien es cierto se llegó al gobierno, los colombianos pobres y miserables están muy lejos de conquistar el poder, este sigue en manos de los grupos económicos, sus partidos políticos de ultraderecha y de los corruptos y ladrones de todo nivel. Y, claro, al no ver “solucionado “su problema particular, empiezan a despotricar del gobierno y hacerle el coro a la oposición inteligente. Solo les interesa su situación del momento, son egoístas y envidiosos y nunca han sabido lo que es una lucha popular y además se creen estrato 6 siendo en realidad 1, 2 o 3, lo que en redes sociales se ha llamado la nueva clase social colombiana, los uribistas estratos bajos. Son los que siempre votan por moda, por el que va primero en las encuestas, o porque el(la) candidato(a) es bien parecido(a) o se ha sacado fotos con el reguetonero de actualidad. Son ignorantes y se dejan llevar por las oleadas impuestas por los publicistas. 

El tercer grupo se caracteriza por el miedo al cambio, a una nueva política, no aceptan las transformaciones de fondo, solo quieren maquillaje y modificar en “alguito” para no “molestar” a la extrema derecha. Viven pendientes de las opiniones de políticos y periodistas de esa corriente y las comparten en sus redes como una verdad incontrovertible, como si fuera “palabra de dios” y además con calificativos superlativos de su cosecha, advirtiendo los peligros que representa para el país proponer o hacer determinada reforma o tomar alguna decisión que beneficie al pueblo. Son petristas vergonzantes, y digo petristas porque muchos de estos personajes se autodenominan así y se dicen radicales, pero al primer asomo de un “error” o de algo que no está conforme a su posición. al final siempre la ponen a favor de la ultraderecha.  

Estas posiciones de la variada fauna “progresista” siempre terminan poniéndose del lado de los opresores, por una u otra razón abandonan a sus congéneres para hacerle la segunda a una ultraderecha que los usa como “desechables”, ya que cuando cumplen con su función de abandonar y ponerse en contra del gobierno democrático, se olvidan de ellos en el mejor de los casos, pero en otros los procesan judicialmente o los eliminan físicamente para crear otras situaciones de hecho que perjudiquen a la democracia. 

Para la muestra un botón, en la votación para aprobar la reforma pensional, aparecen tres parlamentarios del Pacto Histórico que votaron negativa la propuesta o sea que se pusieron a favor de los fondos de pensiones y los banqueros. Se queda uno sin palabras ante este hecho y surgen preguntas que el país exige las respondan, Se suman a los que se hicieron elegir con las banderas progresistas como JP Hernández, ahora conocido por montajes fotográficos (1), Katherine Miranda, que, según denuncias del señor presidente Gustavo Petro ocultó un artículo fundamental para la compra de tierras y no dejó debatir (2) y Catherine Juvinao, que en los últimos debates de las reformas que benefician al pueblo, más pareciera que fuera una “uribista pura sangre”, muy parecida a las palomas o las cabales, tan es así que ahora es la preferida de la revista de marras y de los partidos reaccionarios. ¿Fue para eso se hizo elegir con los votos progresistas?, traición total (3).   

Hay que hacer varias consideraciones que no tienen en cuenta estos personajes por estar imbuidos en sus intereses personales, el famoso “yo voy por lo mío” tan conocido en las tierras paisas y que inundó al país entero. 

Este gobierno es el primero que ocurre en más de 500 años de dominación feudal, 300 de colonia española y de 200 de una aristocracia rancia que no ha soltado el poder y que ahora lo que quiere es que no gobierne la voluntad del pueblo.   

¿Quién dijo que Petro y los demás que están en el gobierno son perfectos? Están tratando de hacer una política diferente, pero con la contaminación corrupta del país es muy demorado y existen riesgos de cometer errores. No los estoy justificando, solo quiero poner las cosas en contexto, al corrupto hay que denunciarlo, que las autoridades judiciales los juzguen y condenen. Pero al funcionario o parlamentario que comete un error por falta de experiencia, o porque la extrema derecha, con argucias, lo hizo equivocar o por no conocer los intríngulis del manejo burocrático, estos petristas le caen con todo, lo crucifican en las redes sociales, además con unos calificativos que no le dan ni a la extrema derecha.  

Muchos de estos se la pasan diciendo es que yo si critico y condeno al gobierno actual porque para eso le di el voto. Nunca hizo nada contra los gobiernos de extrema derecha y ahora, sin fórmula de juicio, sin permitir la defensa, atacan y contraatacan, dándole armas a la oposición inteligente.  

Pero lo más sorprendente es que están a la caza de las críticas de los periodistas de la ultraderecha para promocionarlas, difundirlas y “viralizarlas” haciéndole un favor grande a esos comunicadores que con esa ayuda logran su cometido. Aun no entiendo por qué se empeñan en mantener en primer plano a ciertos políticos y periodistas que están cazados (en algunos casos literalmente) con la extrema derecha, sus empresarios y politiqueros.  

Todos estos grupos, en últimas, son o se convierten en armas de las derechas, de esto deben ser conscientes todas las fuerzas realmente progresistas. 

Para completar hay un sector que tiene un mercado ganado, que es el de los “influenciadores”.  El caso de esta nueva generación nacida de las redes sociales es muy diferente, porque a muchos de ellos solo les importa el escándalo que les den “likes” o “me gusta” para monetizar (ganar dinero) todo lo que puedan; a estos no les importa la verdad, solo el escándalo. Entre más amarillista sea el título, más “vistas” tiene y por tanto más dinero. Pero a falta de un periodismo comprometido con la democracia, ellos han cumplido ese papel con todo y sus fallas y distorsiones. Un influenciador dijo, para justificarse, de que toca hacerles eco a esos periodistas, porque son figuras populares (¿?). 

Esto último es un argumento para reclamar un periodismo democrático y comprometido con la verdad, fuera de la telaraña del poder feudal que nos ha denominado y un sistema de noticias ciudadano que instruya a los colombianos de lo que realmente está pasando en el país.  

Es hora de que los verdaderos demócratas defiendan el primer gobierno afín a sus creencias, no le sigan haciendo el juego a los que no lo son y menos a la extrema derecha y sus áulicos, abracen y defiendan los programas y reformas para dar el salto que nos aleje del feudalismo atrasado y caduco que nos ha regido. 

(1) https://caracol.com.co/2024/06/04/jota-pe-hernandez-hizo-un-montaje-para-aparecer-en-la-posesion-de-nayib-bukele/  https://www.minuto30.com/polemica-por-supuesto-montaje-del-senador-jota-pe-hernandez-en-posesion-de-nayib-bukele/1611746/https://www.colombia.com/actualidad/politica/memes-y-burlas-a-jota-pe-hernandez-por-montaje-de-la-posesion-de-nayib-bukele-469991 

(2) https://www.rtvcnoticias.com/katherine-miranda-articulo-presidente-petro-tierras 

(3) https://www.facebook.com/share/v/5orzx8qyhNFzP9Fc/ 

Esta nota fue publicada originalmente en SoNoticias y es compartida con la comunidad de La Conversa de Fin de Semana, gracias a la generosidad del periodista HERNAN RIAÑO

Las opiniones de los columnistas son de su exclusiva responsabilidad.  Les invitamos a leer, comentar, compartir y a debatir con respeto. 


 


 

jueves, junio 06, 2024

Tener vocación de poder no es inconstitucional

Nosotros votamos para que Gustavo Petro sea presidente por el periodo constitucional, lo respaldamos y así lo haremos hasta el final de su mandato, y creemos –al igual que él– que es suficiente para ejecutar los primeros pasos de un proyecto político de largo aliento.

Por: Germán Navas Talero y Pablo Ceballos Navas
Editor: Francisco Cristancho R.

Ponerse a tono con la actualidad del país luego de estar fuera, por poco o por mucho tiempo, no es del todo difícil para quien se dispone a escribir sobre nuestro infortunio compartido. Ahora bien, si el autor se propone difundir un hecho beneficioso para la colectividad o lo que se conoce como una “buena noticia” se verá en ascuas, pues nuestro acontecer nacional se asemeja a un péndulo: por mucho que se aleje siempre vuelve al mismo lugar.

Escribir esta columna en día domingo hace aún más difícil reportar alguna “buena noticia”. No es sino ojear los titulares de la prensa escrita para recordar que, por mucho que algunos queramos cambiarlo, seguimos en las mismas. Esculcamos hasta la página de sociales y todo en el intermedio, y nada encontramos para satisfacer nuestro propósito de contarles una buena nueva. No nos quedó alternativa distinta a escribir de lo de siempre, nuestra sempiterna destrucción.

Conviene referirnos, por ser de toda actualidad, a las reacciones de la godarria frente a cualquier iniciativa de diálogo político en el país. Critican, con toda la libertad y amplitud que les permiten los dueños de micrófonos e imprentas, las asambleas ciudadanas presididas por el jefe de Estado y acompañadas por los ministros del gabinete, eventos que califican de “derroche” y de “propaganda” aun cuando en estos los asistentes pueden expresar sus preocupaciones o peticiones al gobierno, en un acceso sin intermediarios que antes estaba reservado a aquella élite que no resiste la idea de un presidente al servicio de los ciudadanos.

En igual sentido, un rechazo cerrado –y en buena parte irreflexivo– ha encontrado la propuesta de algunos congresistas del Pacto Histórico de convocar a una asamblea constituyente, pues en su opinión la actual Carta Política es óbice para una transformación que ellos estiman inaplazable. Como bien lo han expresado el presidente y varios ministros, la postura de estos parlamentarios no representa la visión del mandatario ni la del gobierno, pero no por ello deben ser acallados ni estigmatizados como lo han pretendido algunos opositores. Nosotros votamos para que Gustavo Petro sea presidente por el periodo constitucional, lo respaldamos y así lo haremos hasta el final de su mandato, y creemos –al igual que él– que es suficiente para ejecutar los primeros pasos de un proyecto político de largo aliento. Así moleste a unos cuantos y a casi todos los mandamases del país, la izquierda colombiana tiene vocación de poder y buscará permanecer en el ejecutivo en 2026 o retornar a él en las elecciones que le sucedan, porque ese es el juego en democracia: unas se ganan, otras se pierden, todas se pretenden.

Así como no encontramos virtud en la reelección, hallamos del todo necesaria una nueva regulación, bien constitucional o legal, de las funciones y procedimientos del Congreso de la República. Germán, quien hizo parte de esta institución por más de veinte años, puede dar fe de las serias deficiencias y abundantes trampas que amparan –e incluso promueven– las normas vigentes. La laxitud con los congresistas ha quedado descubierta por completo en el trámite de las reformas sociales: está más protegido por la ley quien se ausenta para ir a una parranda o a tomar tinto en el salón adjunto del Elíptico que aquel que asiste a toda la sesión desde su curul como es debido. El desorden que se observa en cualquier transmisión del Canal Congreso excede la falta de decoro y es indicativo de la falta de rigor y técnica que aqueja al poder legislativo. Es hora de reformar el Congreso.

Adenda: viajar en avión ha dejado de ser un hecho ansiado y se ha convertido en una tortura ineludible. Por experiencia de uno de los autores, quien padeció los malos tratos de una conocida aerolínea española y tuvo que resistir la desidia de sus funcionarios, nos queda una conclusión: entre Colombia y España no queda opción decente para viajar y dado que es imposible cruzar el Atlántico en barco, nada podemos hacer para evitar esta ordalía. Solo o acompañado, por turismo o negocios y en cualquier clase, si quiere ahorrarse el envejecimiento prematuro y prefiere no amargarse el viaje desde el principio le sugerimos abstenerse de volar con Iberia.

Texto originalmente publicado en SoNoticias y compartido con la comunidad de La Conversa de Fin de Semana gracias a la generosidad del periodista HERNAN RIAÑO

Las opiniones de los columnistas son de su exclusiva responsabilidad. Les invitamos a leer, comentar, compartir y a debatir con respeto.

viernes, mayo 31, 2024

La guerrilla le carga ladrillo a la extrema derecha

 

En la imagen: Un miembro del frente Carlos Patiño de las disidencias de las Farc patrulla Cañón de Micay, bastión del EMC en el Cauca, el 24 de marzo de 2024. Foto de Raúl Arboleda en:https://www.france24.com/

Por: Hernán Riaño

Estas "guerrillas" que aún no quieren hacer la paz, no les interesa, o prefieren seguir delinquiendo con negocios ilícitos como el narcotráfico y secuestro ¿están aliadas con la extrema derecha?, ¿Siguen sus indicaciones? ¿Mantienen el nombre de insurgentes solo para tapar sus negocios ilegales? ¿Quiénes se benefician con estas acciones?

No es desconocido para ningún colombiano, que toda la política hecha en Colombia por Álvaro Uribe Vélez, desde que incursionó, se ha basado y lo sigue haciendo en una "pelea" contra las guerrillas colombianas y todo lo que a él le parezca a desarrollo social y democracia. No en vano ha tildado cualquier posibilidad de avance democrático con epítetos inventados por él, como “castrochavista”, que no se sabe qué quieren decir, pero que ha calado en sus estúpidos seguidores y que repiten como loros mojados en cualquier reunión pública o privada. 

Pero Uribe fue muy eficiente en la construcción de un enemigo interno: la guerrilla, y además intentó mostrarla como enemigo personal, al acusarlos de la muerte de su padre Alberto Uribe; hoy ya hay dudas al respecto, y las investigaciones han dado para conocer otros aspectos de esa muerte y de la vida del señor padre del “ex”. A partir de ese momento, y justificándolo con la muerte de su papá, declaró una guerra sin cuartel a la guerrilla. 

Con esta consigna llegó a la gobernación de Antioquia, al Congreso de la República, dos veces a la presidencia y hoy por hoy es un líder indiscutible de esa ultraderecha neoliberal corrupta. En su gobierno departamental creó la génesis de las autodefensas, las Convivir, para enfrentar a ese enemigo que, según él, era el causante de todos los males de Colombia. Es conocido hoy, gracias a la Comisión de la Verdad y a la JEP, para qué fue lo que sirvieron realmente esas autodefensas. 

Retrocediendo un poco en el tiempo, hay que recordar que la guerrilla decepcionó a los colombianos con el fracaso del proceso del Caguán y que esto fue aprovechado por la ultraderecha nacional para desacreditarlos completamente.

Pero volvamos, las guerrillas de todos los pelambres, que llevan más de 50 años como insurgentes, se quedaron en eso, solo en eso, sus propuestas se fueron diluyendo en el tiempo, y a los otros los fue consumiendo el narcotráfico y cambiando sus objetivos, y hoy más parecen bandas criminales dedicadas exclusivamente a ese negocio ilícito.

Ellos pregonaban los cambios del país, unos queriendo un gobierno democrático y otros un gobierno socialista, estos últimos no aceptan medias tintas. Con esos argumentos unos firmaron el proceso de paz de la Habana y las alas más radicales se quedaron en el monte. Hoy, esos que no lo hicieron antes, iniciaron un nuevo proceso con otras condiciones. 

Con este panorama, estas guerrillas que aún persisten en mantener la guerra, contrario a lo que se podría pensar, se dedicaron a hacerle la vida imposible a Gustavo Petro con acciones terroristas, paros armados y cuanta cosa se puedan imaginar para torpedear al gobierno y “sacarle” ventajas inesperadas y en muchos casos desleales. 

Uno no puede entender qué están pensando los líderes y militantes de esta extrema izquierda, que, en vez de pensar en el país, de analizar la situación tan delicada en la que lo dejaron los gobiernos derechistas, se comporten como ellos y se suman, en la práctica, a su “oposición inteligente”. Con sus acciones, lo único que hacen es sumársele a su símil, la extrema derecha, en el torpedeo que le hacen al gobierno y en últimas frenar las reformas sociales que tanto necesita el pueblo colombiano. 

Nunca habíamos tenido un presidente democrático, hoy reconocido líder mundial y que nos envidian en muchos países y en contraposición la extrema izquierda se porta como si fueran otra fase de la oposición al gobierno.

El dicho popular que dice que “las extremas se juntan”  se está viendo claramente, en vivo y en directo en nuestra nación. Dos facciones de la política colombiana que uno supondría enemigos, hoy abrazados en el objetivo de “tumbar” a Gustavo Petro de la presidencia.

Es necesario, oportuno y obligatorio recordar que el líder de esta guerrilla autodenominada EMC, Iván Mordisco fue declarado muerto por los señores Iván Duque y Diego Molano, presidente y ministro de defensa respectivamente, y que por su “muerte” pagaron ¡3 mil millones de pesos de recompensa! (1), ninguno de los dos ha aclarado a quien le pagaron ese dinero ni por qué lo hicieron, sabiendo hoy que está vivo pactando contra el gobierno Petro. A otro que habían declarado muerto fue a Iván Márquez que en los últimos días también apareció dando declaraciones.  

De lo que se concluye con este episodio, es que este EMC que aún está haciendo la guerra en Colombia es de la extrema derecha y actúa en concordancia con las otras derechas del país, la pregunta obligada (y no es afirmación) es: ¿La muerte de Iván Mordisco, el pago de esa cuantiosa recompensa, su reaparición y accionar contra el gobierno democrático, a qué obedecieron? Mutis por el foro, dicen los entendidos, pero sí es muy sospechoso. Con esas acciones también les colaboran a los corruptos para desviar la atención sobre las gravísimas denuncias en los últimos días sobre desfalcos y robos en muchas entidades en los gobiernos anteriores o realizados por funcionarios que vienen de esos gobiernos.

¿Estas guerrillas que aún no quieren hacer la paz, no les interesa o prefieren seguir delinquiendo con negocios ilícitos como el narcotráfico y secuestro ¿están aliadas con la extrema derecha?, ¿Siguen sus indicaciones? ¿Mantienen el nombre de insurgentes solo para tapar sus negocios ilegales? ¿Quiénes se benefician con estas acciones? O ¿Los autodenominados guerrilleros son idiotas útiles de la extrema derecha y el uribismo? Preguntas que no tienen respuesta después de muchos años de conflicto en Colombia y que, ojalá, más temprano que tarde las respondan al país.

Otro aspecto a analizar es, como se lo han preguntado en las redes sociales, ¿estos ataques terroristas de todos los sectores violentos, ¿Obedecen al llamado a juicio y posterior acusación por tres delitos a Álvaro Uribe Vélez? Si fuera cierto, sería muy grave que los autoproclamados guerrilleros, estuvieran defendiendo con sus acciones al “ex”.

Esas guerrillas serán las responsables si hay un golpe de Estado blando o duro contra el primer gobierno democrático, porque ellos con su accionar solo alimentan y justifican los deseos desestabilizadores de los empresarios y políticos neoliberales, además de las consecuencias sociales que tienen las regiones con estas acciones de bloqueos, paros, bombas y secuestros, ya que los únicos perjudicados son, en primera instancia los habitantes de esas zonas y en segunda la sociedad colombiana que ellos pregonan defender.

Es que la guerra es un negocio en los que unos actores, los que la impulsan y alimentan, ganan mucho dinero, casi que por todos los rubros que tienen que ver con los conflictos y no olvidemos que uno de los personajes a los que más le gusta es a Álvaro Uribe Vélez, por eso le gusta tanto.

Nota publicada originalmente en SoNoticias – Periodismo verídico para proporcionar elementos para la creación de conceptos propios (wordpress.com) y compartida con la comunidad de La Conversa de Fin de Semana, gracias a la generosidad de su director, el periodista HERNAN RIAÑO.

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