LA TRAICIÓN ESTA SERVIDA
Por: Omar Orlando Tovar Troches –ottroz69@gmail.com-
En la imagen: Representantes liberales Carlos Bonilla, Crisanto Piso, ex congresista liberal Gema Lopez y Senador de Cambio Radical Temistocles Ortega |
Al parecer,
pudo más el afán de poder, las ansias de mantener el clientelismo corrupto y el
desespero por echarle mano al deteriorado erario nacional, por parte de los
partidos políticos tradicionales de Colombia, que el multitudinario reclamo de
cambio de estado de cosas, que ha protagonizado un inmenso número de
inconformes, durante las jornadas de protesta que iniciaron el pasado 21 de
noviembre.
El anuncio de
acompañar al gobierno de Duque, en su afán de aprobar, de manera exprés, el
nuevo proyecto de ley de reforma tributaria, que hicieron recientemente
partidos, dizque declarados como independientes (Cambio Radical y el Liberal),
nuevamente muestra a sus irredentos electores de toda la vida, que lo de ellos,
los congresistas de esos partidos, no es otra cosa, ya sabida desde siempre,
que echarle mano a la torta burocrática, para seguir ejerciendo el clientelismo
y la corrupción que desde siempre los ha mantenido en el poder.
Al igual que
el ensimismado Duque, el encargado de Uribe en la presidencia de Colombia, los
congresistas de Cambio y el Liberal, hacen caso omiso del inmenso clamor
popular de cambio de rumbo al sistema socio-económico que ha padecido la nación
colombiana desde siempre. En su ejercicio demagógico y de irrespeto a la
inteligencia, muchos de estos políticos, acompañaron flagrantemente la jornada
del 21 y otras, fueron saludando a la gente y hasta solidarizándose con la
causa, lo de ellos, como es sabido desde siempre, es adular a la gente para
mantenerla bajo su control, no importa parecer castro-chavista o del grupo de
Rio, para lograrlo.
Sin embargo,
una vez finalizada la labor demagógica de engaño y aprovechando la caída en
pique de la popularidad del que dijo Uribe, sin asco, sin vergüenza, se abalanzaron
sobre el botín burocrático, en una faena impúdica de chantaje legislativo, para
ofrecer apoyo a la iniciativa fiscal del gobierno, a cambio de la repartición
del poder, sin reato alguno y echando a la basura los justos reclamos de ya no
más, de los colombianos, marchantes o no, que han manifestado su descontento
por la ineficiencia del sistema.
Ahora bien,
aunque todos los reflectores del señalamiento, recaen sobre la figura de Duque,
vale la pena resaltar que muchas de las medidas impopulares y lesivas que ha
asumido el actual y los pasados gobiernos, tiene como autores intelectuales y materiales, a
los congresistas de los partidos tradicionales y de los recién llegados
cristianos, ellos envalentonados por su número mayoritario, le han permitido a
todos los gobiernos, dirigir este país en beneficio de los gremios y de los
reducidos miembros de las élites colombianas, en lo que llamo Jimena Dusan, un
gobierno corporativo.
Es probable
que el ensordecedor ruido de los cacerolazos, le haya hecho olvidar al
colombiano promedio, que aquellos por los que votaron en las elecciones
pasadas, son quienes, en últimas deciden y/o apoyan las funestas decisiones del
ejecutivo, es necesario recordar, la mayoritaria aprobación del congreso para
otorgarle facultades a Duque, para que firmara, furtivamente, el decreto del
Holding empresarial, motivo de las protestas, así como su proyecto de reforma
fiscal para beneficiar con 8 billones de pesos a los gremios, socios o mandamases
del actual gobierno y ni qué decir del hundimiento congresional de las demandas
mayoritarias de lucha en contra de la corrupción, sin dejar de lado la
iniciativa de ley con nombre propio, para perdonar las indelicadezas de
funcionarios públicos de gran renombre, encargados de dar ejemplo.
Congresistas del Cauca: Fernando Velasco, John Jairo Cárdenas, Carlos Bonilla, Crisanto Piso |
Sólo falta
por atestiguar el comportamiento en el congreso de las bancadas de
departamentos como el del Cauca, azotado por todas las violencias, abandonado y
empobrecido, frente a un proyecto de ley que camuflado de buenas intenciones,
nuevamente busca beneficiar a los de siempre, cargando con onerosos impuestos a
la ya casi empobrecida clase media, que siempre vota por ellos y por sus
candidatos y candidatas a alcaldías y gobernación. Esperemos a ver como votan
los Velasco, los Bonilla, los Temistocles, Los Cárdenas, sempiternos caciques
electorales del Cauca, que palmean a cuanto paisano se encuentren, pero votan a
favor de sus patrones, en contra de sus electores y electoras, en un repugnante
ejercicio de traición a la comunidad.