LA VITRINA DE LA CONVERSA

miércoles, diciembre 02, 2015

LA CRIMINALIZACION DE LA PROTESTA

LA CRIMINALIZACION DE LA PROTESTA EN COLOMBIA



Por: Omar Orlando Tovar Troches – ottroz69@gmail.com –

Entre el 22 y el 26 de Noviembre recién pasado, los pueblos indígenas del Cauca emprendieron rumbo a la capital de Colombia, para encontrarse con otros pueblos indígenas del País , además de otros sectores sociales, con el fin de llevar a cabo la “MINGA SOCIAL EN CONTRA DE LA CRIMINALIZACION DE LA PROTESTA SOCIAL Y EL RESPETO POR LA JURISDICCION ESPECIAL INDIGENA”, de igual manera se acompañó la jornada mundial de; LA NO VIOLENCIA CONTRA LA MUJER.
La realización de esta jornada tuvo como objetivo llamar la atención del pueblo colombiano, sobre el abuso de poder del Estado colombiano sobre las organizaciones sociales que han ejercido y aún pretenden ejercer el constitucional derecho a no estar de acuerdo con la manera como se manejan las políticas económicas y sociales en nuestra Matria, además de exigir a los representantes de las tres ramas del poder público; el puntual cumplimiento de las leyes que Ellos emanan, administran y aplican, así de sencillo y así de complicado.
A pesar que en la Constitución de 1991, se proclama  un Estado Social y de Derecho,    que este contrato social garantizaba que se habían abandonado los famosos Estados de Sitio, las políticas de Seguridad Nacional, no obstante haber sido sustituidas por la Seguridad Democrática y que; ahora sí, nuestro Estado sería garantista de todos los derechos humanos; pareciera ser que durante estos dos últimos gobiernos, nuevamente afloraron, con fuerza y de manera grosera; prácticas  tales como la eufemística “judicialización” de la protesta social.
Son cientos los PRESOS POLITICOS en Colombia y me refiero a los verdaderos líderes sociales y no a los que la ultraderecha camufla hábilmente, bajo esta misma figura (presos políticos) y que no pasan de ser vulgares ladrones y auspiciadores del desplazamiento y las masacres. A los verdaderos luchadores de la democracia, se les encarcela apelando a las mil y una maniobras del leguleyismo más rampante de algunos operadores judiciales que maquinan en contubernio con las Fuerzas Oscuras de las que hablara el actual presidente, en plena campaña electoral.
El Gobierno de Santos persiste en seguir  con su falta de coherencia entre lo que establece la Constitución y su justa aplicación, persiste en continuar en su contradicción interna, ya que está preso entre la aplicación justa de la ley y los intereses de algunos sectores económicos y políticos, anteriormente llamados por Juan Manuel, como “fuerzas Oscuras” y ahora como “Aliados en el posconflicto”.
La condena proferida por El Tribunal Superior Del Cauca, en contra la reconocida figura nacional; Feliciano Valencia, ha sido el broche de oro, el moño que engalana el adefesio de la contradicción del gobierno nacional, mientras muestra toda su disposición por generar confianzas en la mesa de negociación con la insurgencia, por el otro lado continua  avanzando con la sistemática criminalización de la protesta social en Colombia, y peor aún, cuando la aplica en contra de los sectores que en el reciente pasado, brindaron su apoyo al empeño por la paz, se cumple la sabiduría popular: “Así paga el diablo a quien bien le sirve”.

Por lo que se percibe; el camino del posconflicto estará lleno de infinidad de conflictos sociales aún no resueltos al momento de escribir estas líneas, se esperaría, aunque con cierta dosis de ingenuidad, que el actual gobierno salga de sus contradicciones para posibilitar el camino del dialogo entre el gobierno y  toda la sociedad civil, pero, por lo que se vé y se oye, este gobierno de locomotoras, ni quiere y mucho menos puede, allanar el camino de la paz; luego de la Habana.