LA VITRINA DE LA CONVERSA

domingo, julio 24, 2022

Respuesta de un lector

 


Muy agradecidos por la muy puntual y centrada comunicación de uno de los visitantes de La Conversa de Fin de Semana, referida a la Columna escrita y la video columna: La incorrección política de Gustavo Bolívar (https://laconversafindesemana.blogspot.com/2022/07/la-incorreccion-politica-del-senador.html - https://youtu.be/VV09WJIjbM0 ); contando con la autorización de su autor; nos complace compartirla con nuestros visitantes y seguidores:

Estoy de acuerdo que, desde adentro del Pacto Histórico, sobre todo los integrantes de la Colombia Humana, hagan, constantemente, las denuncias que haya que hacer, en contra de los que persistan en la corrupción. Pero hay dos problemas, graves, a identificar.

1) que los corruptos sean algunos de la Colombia Humana

2) que los corruptos sean algunos integrantes del Pacto Histórico.

Una vez advertido esto, también hay que considerar que para la gobernabilidad del gobierno de Gustavo Petro se hizo una gran convergencia, donde han confluido los personajes más corruptos de la política Colombiana, para poder hacer mayorías en el congreso; pero esos siniestros personajes NO han llegado allí porque tengan la sana intención de sumarse al cambio propuesto; ellos llegaron ahí para recibir mermelada y, así mismo para tratar de mantenerse vigentes en el ámbito político; pero al momento que los poderosos económicos en el país y del extranjero también, les den la orden, ellos votarán en contra de las reformas propuestas por el gobierno que inicia.

Hay un dato a rescatar y; consiste en que históricamente en Colombia, cuando ha brillado algún Líder político de trascendencia Nacional, llámese Jorge Eliécer Gaitán, Luis Carlos Galán Sarmiento o el mismo Gustavo Petro, no han tenido el cuidado de formar cuadros que los reemplacen, en sus partidos políticos; casos concretos; UNIR de Gaitán, Nuevo Liberalismo de Galán y la Colombia Humana de Petro y, por eso en ausencia de esos Líderes Naturales esos partidos políticos desaparecen y/o no tienen trascendencia hacia adelante. Caso especial es el Centro Demoníaco de Uribe, que, aunque no tiene un Líder fuerte, como Uribe, sí tiene el poder y apoyo económico para estar fuertemente representado en el Congreso y todas las posibilidades de poner presidente del país. La oposición, para este caso la izquierda, tampoco se ha dado cuenta que hay que trabajar en formar cuadros políticos que se vayan posicionando en el Senado y la Cámara, para así poder formar mayorías y, llegado el momento, como ésta sucediendo ahora, cuando se ganó la presidencia y vicepresidencia, seamos fuertes y poder así tomar decisiones sin necesidad de tener que ceder o hacer concesiones a los corruptos. 

Hice estos apuntes cortos y no me quise extender, para que no se vuelva un ladrillo mi escrito.

De ustedes,

Isnel Useda Díaz

Video columna PAZ TOTAL

lunes, julio 11, 2022

La incorrección política del senador Gustavo Bolívar

Por: Omar Orlando Tovar Troches -ottroz69@gmail.com-

Imagen tomada de : Portal CNC+

Una de las características más sobresalientes de una sociedad conservadora, como la colombiana, es esa especie de aversión al cambio, presente en la mayoría de sus miembros. (ver: El miedo al cambio – Proclama del Cauca y Valle) Esta metástasisiofobia, que es el nombre culto del miedo al cambio, muchas veces se manifiesta en el sabotaje, e incluso, autosabotaje a las propuestas de innovación social, planteadas e intentadas por una que otra oveja negra.

El ruido que hábilmente amplifica la mal llamada “gran prensa nacional”, alrededor de las críticas o las inconformidades, hechas públicas por un sector del Pacto Histórico, frente a la conformación de las mayorías en el Congreso de la República, los miembros del comité de empalme y hasta los nombres de quienes acompañarán a Gustavo Petro y Francia Márquez, en el gobierno nacional; es una muestra de esos intentos de sabotaje y auto sabotaje al cambio, presentes en la ciudadanía colombiana. Les invito a que vamos con despacio.

Cabalgando a sus anchas, sobre el lomo de la insoportable corrección política, la clase dirigente tradicional, ha sabido aprovecharse de los intentos de cambio, liderados por algunos movimientos sociales, de odiosas manías culturales de la humanidad como el racismo, la homofobia, la misoginia, la xenofobia y el chovinismo; para mantener su statu quo, es decir; paradójicamente, el conservadurismo patriarcal, fóbico y rezandero, ha refinado sus mecanismos de control social, por medio de las reivindicaciones liberales.

Una vez calculadas las apetitosas posibilidades políticas y sociales que brindan la corrección política, junto con los llamados a la reconciliación y la construcción de la Paz, hechos desde la dirección del Pacto Histórico; la clase dirigente tradicional,  a través de algunos medios de comunicación, hábilmente ha venido manipulando la creación de una matriz de pensamiento comunitario alrededor de ideas como la armonía, la concordia y el consenso, para intentar acallar las voces del disenso y de la crítica. Sigo explicando.

Ya en un escenario de pretendido “Cambio” y de pretendidas “buenas maneras”, resulta odioso, polarizador y hasta vandálico, levantar la voz para señalar las deficiencias, corruptelas y delitos del régimen saliente, ahora, supuesto nuevo amigo del Petrismo y mucho más grave, si se hace para expresar alguna preocupación, inconformidad, descontento, crítica o rechazo en la conformación del gobierno del cambio, sobre todo, si se tiene en cuenta que su cabeza visible, constantemente usa simbolismos de diálogo y reconciliación.

 Ante las intenciones de los de siempre, de aprovecharse del llamado a TODA la sociedad, al diálogo, el perdón y la reconciliación, lanzado por el Pacto Histórico; la incorrección política del senador Gustavo Bolívar, termina siendo un buen mecanismo de defensa de las promesas de cambio del Pacto

Este, aparentemente confuso, panorama político, creado y amplificado  por las élites político-económicas, derrotadas electoralmente, sirve tanto para crear cortinas de humo sobre el pillaje de los gobiernos pasados, como para esconder peligrosas maniobras de mantenimiento de algunos mecanismos de violencia e impunidad, profundamente enquistados en la institucionalidad estatal y privada, que pudieran ser (y serán) usados convenientemente, a la hora de atajar peligrosos cambios del modelo socio-económico, que puedan atentar contra las mal llamadas “Gentes de Bien”.

Para mayor entendimiento. El abrazo de Petro con Hernández, la conversada entre Uribe y Petro, la foto de Lafourie y César Pachón, así como las múltiples maromas de Barreras y Prada, para alcanzar la llamada gobernabilidad parlamentaria, podrían ser interpretadas, mejor; son interpretadas por la clase política tradicional, como una señal propicia, para avanzar en la reconquista de sus feudos electorales regionales, a través de una que otra entidad descentralizada o la manipulación del llamado del petrismo a replicar el esquema de Frente Amplio, en los departamentos y municipios. La invitación a sabotear el cambio desde adentro.

En la imagen algunos de los personajes que han sonado para hacer parte del gabinete de Petro

De otro lado, los llamados a la reconciliación nacional y a la conformación del Frente Amplio Nacional, pudieran ser entendidos por un buen sector de la sociedad colombiana, como una especie de perdón social a la clase politiquera corrupta, mucho más, si como es posible que pase, la gobernabilidad de Barreras, Prada y demás estrategas llegados al Petrismo, se termine materializando en la entrega de direcciones, gerencias, consejerías y asesorías a las fuerzas del Frente Amplio, dejando en segundo plano a las fuerzas de base del Pacto Histórico, esto sin contar con, el hasta ahora, desconocido papel de la vicepresidencia en la conformación del gobierno nacional. La posibilidad del auto sabotaje por miedo al qué dirán.

Para ir finalizando. La voz, en apariencia disonante, impertinente e incorrectamente política del senador Gustavo Bolívar, se muestra como el puntal de una gran corriente de opinión, a la que el suscrito se ha adherido, que considera que, en aras de superar el miedo al cambio, es necesario seguir señalando la corrupción y el delito de los pasados gobiernos nacionales y de algunos en lo regional y local. Así mismo, quienes respaldamos la incorrección política del senador Bolívar, consideramos que, efectivamente, hay que trabajar incansablemente por el diálogo y la reconciliación nacional, pero dicho diálogo debe ir dirigido a acabar con la violencia en los territorios y no como mecanismo de transacción de la llamada gobernabilidad.

Corolarios:

1-     * Ante las intenciones de los de siempre, de aprovecharse del llamado a TODA la sociedad, al diálogo, el perdón y la reconciliación, lanzado por el Pacto Histórico; la incorrección política del senador Gustavo Bolívar, termina siendo un buen mecanismo de defensa de las promesas de cambio del Pacto.

2-    *  Respecto a la posibilidad de auto sabotaje desde el petrismo, habría que citar nuevamente a Vicente Feliú: “...desde hoy nuestro deber es defenderte de ser Dios.[1].

 



[1] Aparte de la letra de: Una Canción necesaria de Vicente Feliú. 

domingo, julio 03, 2022

Frente Amplio Nacional, Pacto Histórico Local

 

Imagen tomada de perfil face book de Tercer Canal

Por: Omar Orlando Tovar Troches -ottroz69@gmail.com-

Las burocracias no toleran el disenso,

la unanimidad conduce más rápidamente al estancamiento.

Warren Bennis

En la mayoría de las fiestas, a alguien le toca el odioso trabajo de ser quien le va bajando el volumen a la música y avisar a los demás que la rumba se tiene que acabar, esto es; el popular Aguafiestas.

En una sociedad, como la colombiana, muy dada a los extremismos, que es capaz de desbordarse por los éxitos individuales de tal o cual deportista, artista o político, es bien complicado, tratar de explicar, en medio de la borrachera del triunfo, sobre todo el político; que es necesario tener cierta cautela a la hora de generarse grandes expectativas sobre las posibilidades de cumplimiento de lo ofrecido por el político recién electo, mucho más, cuando su propuesta de gobierno, reta, así sea teóricamente al establecimiento económico y político, al que se pretendía vencer políticamente.

El reciente flujo de decisiones y acontecimientos políticos sucedidos tras el triunfo electoral del Pacto Histórico, en cabeza de Gustavo Petro, presidente electo y Francia Márquez, vicepresidenta electa, sirve de marco para explicar la decisión de asumir la posición de aguafiestas que tomamos algunos opinadores, incluso afines al proyecto político del Pacto Histórico. En primer lugar, los Aguafiestas creemos que es preciso tratar de explicarle al pueblo colombiano, todavía en medio de la sabrosura del triunfo; la necesidad de confiar en su elección, tener paciencia con algunas decisiones y no renunciar a la crítica mesurada al próximo gobierno nacional.

La necesidad de seguir “tragándose unos inmensos sapos”, con tal de despejar el camino a las grandes transformaciones políticas, económicas y sociales que requieren la gran mayoría de los colombianos.

La propuesta de CAMBIO del establecimiento político tradicional colombiano, lleno de indelicadezas éticas, morales, corrupción y hasta delincuencia, se estrelló, recién estrenada como gobierno nacional, con la triste realidad de la mala decisión que tomó una gran parte de la sociedad colombiana, en las elecciones al congreso, en las que, esa clase política tradicional sobrevivió a las intenciones de cambio, gracias al voto de muchas colombianas y colombianos, todavía presos del clientelismo, la necesidad, la manipulación y el miedo.

Frente a unas mayorías parlamentarias, en manos de los partidos tradicionales, hasta hace poquito tiempo afines y aliados a la extrema derecha uribista, las posibilidades del Pacto Histórico de sacar adelante las proyectos de ley con los cambios que se necesitan para avanzar en el dichoso Cambio, eran bien poquitas, de ahí la necesidad de seguir “tragándose unos inmensos sapos”, con tal de despejar el camino a las grandes transformaciones políticas, económicas y sociales que requieren la gran mayoría de los colombianos de izquierda, derecha e incluso los apáticos.

Imagen de Eltiempo.com

Si bien es cierto que las maquinarias electorales, aceitadas por el saliente presidente de Colombia, Iván Duque y un buen número de los sobrevivientes en el congreso, ayudaron a que muchos colombianos, siguieran eligiendo a muchos de los de siempre, también lo es, el hecho de que en las elecciones presidenciales, la inmensa mayoría de los colombianos, señaló, desde la primera vuelta, el rechazo a los políticos de siempre, que ya se había visto, incluso en las elecciones parlamentarias, en algunos departamentos de Colombia, donde las listas del Pacto y de movimientos y partidos aliados, lograron posicionar a sus candidatos y candidatas como nuevos congresistas.

Ya en este escenario político pos electoral, es indispensable señalar, la permanencia de dos realidades políticas en Colombia, la una, en el plano del gobierno nacional que va de la mano con la realidad electoral del Congreso de la República y la otra, aquella que corresponde al escenario local de las gobernaciones, alcaldías, asambleas, concejos y JAL, en la que a pesar de tener relación con el congreso, especialmente con la Cámara de Representantes; los contextos sociales y políticos, difieren bastante de los del escenario del gobierno nacional.

Tal y como recién se señaló líneas arriba, en muchas regiones del país, las ciudadanías expresaron su descontento y su rechazo por los políticos tradicionales que desde hacía mucho tiempo atrás se habían apoderado del poder político local y del manejo de los recursos públicos, en beneficio de sus clanes, familias, grupos y clientelas; así lo demuestran los resultados electorales que señalaron a muchos de los mismos, como nuevos pacientes del pabellón de quemados electorales. Sin embargo, por obra y gracia de la política de mano generosa con los perdedores y el llamado a la reconciliación nacional, producto de los acuerdos electorales para ganar las presidenciales; muchos de los políticos castigados por las comunidades, están a punto de salir del pabellón de quemados.

Se entiende y hasta se acompaña la decisión de “tragarse unos inmensos sapos” en el escenario nacional, con el noble propósito de ir avanzando en este gobierno de transición hacia él, todavía anhelado CAMBIO, lo que no se entiende, y por lo tanto, no se le puede explicar a las ciudadanías que votaron por el cambio, es la razón o las razones, por las cuales, aquellos grupos políticos locales y departamentales, a quienes la gente decidió no seguir apoyando, tendrían que entrar a decidir el futuro político en las alcaldías y las gobernaciones, en donde el Pacto ganó.

Dos países conviven en Colombia. El país visto y gobernado desde Bogotá y el otro, el multicultural y pluriétnico de las regiones. En ese sentido, muchos Aguafiestas creemos que una pizca de coherencia, pero, sobre todo, de respeto por la decisión electoral de las comunidades locales, debería ser parte de las consideraciones de los estrategas asesores del Petrismo, de los congresistas del Pacto y de los partidos aliados, a la hora de repartir vocerías, direcciones y hasta avales en las regiones, en otras palabras, urge respetar el esquema: Frente Amplio Nacional, Pacto Histórico Local.