LA VITRINA DE LA CONVERSA

jueves, septiembre 29, 2016

INVITACION A VOTAR PLEBISCITO 2 DE OCTUBRE 2016

A continuación nos permitimos dar a conocer el comunicado público de los partidos políticos de Santander de Quilichao- Cauca, que invitan a marcar SI en tarjeton de PLEBISCITO REFRENDATORIO DEL "Acuerdo para la terminación del conflicto armado..."


lunes, septiembre 26, 2016

OSCURANTISMO 2016 versión 2.0

OSCURANTISMO 2016 versión 2.0
Por: Omar Orlando Tovar Troches –ottroz69@gmail.com-

15. Entonces los fariseos se retiraron a tratar entre sí cómo podrían sorprenderle en lo que hablase…  17. Esto supuesto, dinos qué te parece: ¿Es o no es lícito pagar tributo al César? 18. A lo cual Jesús, conociendo su malicia, respondió: ¿Por qué me tentáis, hipócritas? 19. Enseñadme la moneda con que se paga el tributo. Y ellos le mostraron un denario. 20. Y Jesús les dijo: ¿De quién es esta imagen y esta inscripción? 21. Respóndenle: Del César. Entonces les replicó: Pues dad al César lo que es del César y a Dios lo que es de Dios… (Evangelio, según Mateo, Cap. 22)

Ya vamos perdiendo la cuenta de las veces en las que, algunos líderes y lideresas de las credos judeocristianos presentes en Colombia, olvidan de manera conveniente las enseñanzas, o si se quiere, los ejemplos-mandatos de su fundador Jesús, el nazareno o simplemente Jesús, intentando de manera forzada; un regreso a las épocas del Concordato (al menos para los católicos), cuando el Estado Colombiano, aunque laico en el papel, era una especie de teocracia católica disimulada.
Coinciden estos intentos de una especie de coadministración religiosa del Estado colombiano, con el arribo a la Procuraduría General de la Nación, del señor Alejandro Ordoñez, contumaz quemador de libros y perseguidor de “herejes” librepensadores, y la proliferación de un sinnúmero de iglesias evangélicas a lo largo y ancho del territorio nacional.
Aunque obvio, vale la pena anotar que el libre ejercicio de cualquier credo religioso, hace parte de la intimidad de todos y cada uno y una de los ciudadanos y ciudadanas de Colombia y que este ejercicio tiene el carácter de derecho fundamental en nuestra Constitución Política y que por lo tanto, la libertad de practicar las orientaciones de cada iglesia es respetabilísima como cualquier otro derecho humano fundamental, sin embargo, esta facultad de ejercer la espiritualidad sin cortapisa, también tiene unos límites inherentes al carácter laico del Estado y a su ordenamiento jurídico (Dad al Cesar lo que es del César...).
En pleno siglo XXI, en un mundo globalizado por las T.I.C.´s  y con la aparición, difusión e implementación de los llamados Derechos Humanos de tercera generación, “… referida a los derechos de la diferencia cultural, de la paz y del desarrollo, también llamados derechos a la diferencia cultural y de solidaridad, provenientes de las constantes demandas de las minorías nacionales y grupos étnicos(Guerrero, 2010),* parece inconcebible que existan personas o movimientos que traten de imponer sus creencias religiosas, sin tener en cuenta los derechos de los demás, reclamando para sí, el poder autodenominarse “defensores(as) de la democracia” (léase: Vivan Morales, H.S. de la República de Colombia), en una deplorable muestra de manipulación político-religiosa.
De manera egoísta, autoritaria e invocando la hoguera para herejes y descreídos, éstos y éstas lideresas religiosas, intentan que el orden jurídico y social de La Nación, regrese de alguna manera a los tiempos del oscurantismo de La Sagrada Inquisición Católica, para poder someter a “justo y piadoso” escarmiento a todos aquellos y aquellas que osen subvertir el orden divino de “La sagrada familia” conformada por un papá con pene y una mamá con vagina. Aborrecen y desean las llamas eternas del infierno (que según concepto papal, no existe) para quienes se atrevan a hacer manifestaciones que difieran de las recomendaciones del Padre Astete y se permitan ligerezas entre seres del mismo sexo (Se excluyen por vía Vaticana, algunos sacerdotes y religiosas) y que decir de esas súcubos, descendientes de Lilith reina de la oscuridad, que osan ejercer su autodeterminación en cuanto a su cuerpo y su sexualidad, lo mínimo que merecen, según estos democráticos líderes y lideresas religiosas, es hervir en la sempiterna “Paila Mocha”.
Pretenden estos pocos pero muy influyentes guías espirituales, oponerse a toda costa a la abominación pretendida por pervertidos y Castro chavistas íncubos y súcubos, de adoptar a esos inocentes angelitos huérfanos por abandono o maltrato que, aunque olvidados y hasta despreciados por estas nobilísimas iglesias, no merecen padecer el terrible purgatorio del amor y la protección.
Y por último, pero no menos importante, saltan con la justa furia del arcángel San Miguel, al conocer de la depravación del satánico y maoísta DANE, que pretende incitar a la lujuria y al desenfreno a nuestros ingenuos y castos párvulos, preguntándoles por cosas del diablo que ellos y ellas “no saben”, a pesar de estar ejerciendo a temprana edad, su novel sexualidad de manera irresponsable, ser víctimas de abuso sexual, incluso por parte de miembros distinguidos de algunas iglesias judeocristianas o caer en la trata sexual y la pornografía infantil, por no saber que significan vocablos tan degenerados como PENE, VAGINA, ANO y ACTO SEXUAL.
* Guerrero Ana Luisa, Derechos humanos y ciudadanía en América Latina, Centro de Investigaciones sobre América Latina y el Caribe, UNAM, 2010


jueves, septiembre 22, 2016

LA PARTICIPACION SOCIAL VERSUS EL DERECHO A INFORMAR.

LA PARTICIPACIÓN SOCIAL VERSUS EL DERECHO A INFORMAR.


Por: Omar Orlando Tovar Troches –ottroz69@gmail.com-

Indagando acerca de los posibles escenarios en un pos acuerdo o posconflicto en Colombia (la denominación queda al gusto de los lectores), me encontré con un interesante, pero muy preocupante artículo de Juanita León publicado en el Portal La Silla Vacía, titulado: “El doble filo de la participación social en el Acuerdo de Paz”, del 19 de septiembre de 2016.
El título del artículo en cuestión llama la atención y preocupa, puesto que la expresión: “Doble Filo”, siembra dudas respecto a la esencia misma del concepto “participación social”, que antes de ser el resultado de la negociación entre el actual gobierno colombiano y la guerrilla de las F.A.R.C.-E.P., es la esencia de la democracia, en el sentido más literal de la definición misma de este sistema de gobierno.
Empecemos por el comienzo. Los principios fundamentales de la Constitución Política de 1991 (Aún vigente, así muchos no lo crean), establecen el carácter pluralista y participativo de la República Colombiana, determinan además que es un fin del Estado facilitar la participación de todos en las decisiones que los afectan y en la vida económica, política, administrativa y cultural de la Nación; que La soberanía reside exclusivamente en el pueblo, del cual emana el poder público y que El pueblo la puede ejercer en forma directa y finalmente, entre otros principios; el reconocimiento y la protección por parte del Estado de la diversidad étnica y cultural de la Nación colombiana.
Una vez hecho este necesario “recorderis”, se puede observar fácilmente, que la participación es el eje central del ordenamiento social de Colombia y que poner bajo sospecha tanto el deber del Estado de promoverla y protegerla, así como el derecho de las comunidades y organizaciones sociales de ejercerla, no es ni más ni menos que tratar de poner en riesgo el ordenamiento mismo del Estado, independientemente de que uno esté de acuerdo o no con el proceso del Fin del Conflicto con la guerrilla, puesto que como se puede colegir; la participación social ya hacía y hace parte de los principios fundamentales de nuestro ordenamiento jurídico-social, desde mucho antes del inicio de los más recientes diálogos de la Habana entre las F.A.R.C. Y el Gobierno Nacional.
Habla o mejor escribe Juanita León en su artículo, de la peligrosidad de la explosión del ejercicio “extremista” de este principio fundamental de nuestra Constitución, por parte de comunidades u organizaciones sociales, dizque adoctrinadas por el comunismo en nuestro territorio desde hace mucho años y disemina otra duda cercana a las tesis del Uribismo (La llegada del Marxismo-leninismo-Maoísmo-Castro-Chavismo al País), cuando citando  al experto Sergio Guarín, se pregunta si las condiciones están dadas para que la participación de las organizaciones sociales conduzca a una democracia más deliberante o si se convertirá en la expresión de las posiciones más radicales(Tomado de: http://lasillavacia.com/historia/el-doble-filo-de-la-participacion-social-en-el-acuerdo-de-paz-57983), insinuando de paso que las expresiones sociales son extremistas, léase en el lenguaje de los enemigos de la Paz: Terroristas.

Si bien es cierto que la autora del artículo en mención, brinda unas claves para resaltar la importancia que tiene la participación social en el marco del Acuerdo Final Para La Terminación del Conflicto y La Construcción de Una Paz Estable y Duradera, también lo es; el hecho de dejar instalada en los lectores y lectoras, una inseguridad más acerca de las bondades del Acuerdo del Fin del conflicto, cuando mezcla su intención de reclamar el derecho de ejercer la libertad de opinión y expresión para unos colegas suyos, en su calidad de integrante y directiva de la Fundación para la Libertad de Prensa, con su muy respetable, pero no totalmente compartida, opinión acerca del derecho, también constitucional, que tiene el Soberano Colombiano de organizarse, ejercer directamente su poder, mediante la Participación Social, para la toma de decisiones que afecten a su entorno y su comunidad.
Para finalizar, en un entorno de reconciliación nacional, lo menos deseable es avivar el la candela de un posible choque de intereses por la defensa de derechos fundamentales, esto es, el derecho de expresarse y de informar versus el derecho al ejercicio de la autonomía cultural, étnica y comunitaria del Soberano (Pueblo), sin embargo; es necesario recordar que, aunque muchas personas llamen al ejercicio del periodismo “El cuarto poder”, en nuestro ordenamiento constitucional, no aparece como tal, por lo que; al igual que todos los ciudadanos, quienes ejercen esta necesaria y noble profesión también están sujetos al respeto por la autonomía, la soberanía y la intimidad de los otros.
Nota: La periodista León hace defensa acérrima del ejercicio sensacionalista de programas como LOS INFORMANTES del canal privado de T.V. Caracol, y no menciona que otro programa del mismo estilo ya fue denunciado públicamente por abuso, por parte de una organización social a la que ella trata de sacar en limpio en este artículo, me refiero a la comunidad Indígena de Colombia y al programa SEPTIMO DIA, del mismo canal.





lunes, septiembre 19, 2016

TAN SOLO NIÑOS Y NIÑAS

TAN SOLO NIÑOS Y NIÑAS



Por: Omar Orlando Tovar Troches –ottroz69@gmail.com-


Un niño no mayor de doce años, con su torso desnudo, con su carita pálida, desfigurada por gestos desencajados, quizás por estar su mente fuera de sí, por causa de la excitación del reciente evento o tal vez por el consumo de alguna sustancia tóxica, está forcejeando con dos niñas no mayores en edad a él, lo vienen arrastrando, “rescatado de la tomba”, según ellas, mientras le toman su rostro con las mismas manos que acaban de ocultar una navaja en la intimidad de sus muy cortos pantalones, le dicen gritándole: “¡Tranquilo, fresqueate, que cuando lleguen al colegio, los agarramos uno a uno..”, mientras intentan apartarlo del barullo del más reciente hecho de violencia infantil en el Parque Santander del municipio norte caucano del mismo nombre.
La escena no es el preámbulo de una guion  de T.V. o cine de porno-miseria, a los que ya nos hemos acostumbrado en Colombia, esta escena de la vida real, ya se está tornando rutinaria en los parques, centros comerciales, las calles o las afueras de las instituciones educativas de toda nuestra geografía, esta misma escena ahora hace parte de esa aterradora cotidianidad de nuestros niños, niñas y adolescentes, hijos, nietos o bisnietos de la inveterada violencia nuestra de cada día, debidamente registrada y popularizada por buenos y alcahuetes reporteros ciudadanos, quienes haciendo buen uso de la tecnología inteligente de que disponen, intentan ganar más seguidores exhibiendo nuestra tiste realidad en YouTube o cuanta red social de Internet exista.
Una de las niñas, ahora acompañada por otra, regresa al sitio en donde se encuentran reunidos  el resto de los impúberes protagonistas de la más reciente gresca infantil acontecida en Quilichao. Se la ve llevar sus manitas hacia su intimidad, de donde aparece nuevamente una navaja, con paso afanado y decidido, se va junto a su amiguita, con mirada llena de agresividad e imprecando palabrotas más grandes que sus pequeñas humanidades, en pos de otras preadolescentes “más viejas”, con catorce años a lo sumo, quienes las desafían vociferando altisonantes palabras de grueso calibre y con miradas llenas de odio. Más allá, en el centro del parque, nuevamente se oye el ruido de botellas que son despicadas contra la estatua del prócer y la algarabía de cientos de chiquitines que corren como en una alucinante coreografía de odio y violencia en procura de terminar el encuentro interrumpido por algunos casi indefensos policiales.
Resulta muy difícil tratar de describir las sensaciones de los adultos espectadores de tan trágica muestra de intolerancia y violencia física protagonizada por estos menores. Estupefacción resulta ser lo más cercano, aunque cabrían aterrador, triste o indignante, para tratar de narrar lo que pasó por las mentes de quienes nos hemos vuelto auditorio de este triste acontecer y que sólo atinamos a preguntar ¿Qué pasó?
En un país, como el nuestro, lleno de violentólogos, repleto de sesudos estudios sobre el origen y las causas de nuestra violencia,  vale la pena preguntarse una vez más ¿Qué hemos hecho mal o qué no hemos hecho? Para intentar dar explicación a este fenómeno de la violencia infantil, en la que los niños y niñas, además de ser víctimas ahora asumen el papel de victimarios.
Estamos haciendo algo terriblemente mal, para lograr que el futuro de nuestra Nación se nos esté embolatando, en medio de las miles de pandillas que pululan nuestras ciudades, en medio de la violencia escolar, en medio de los combos, las barras bravas de futbol, las “chiquitecas,” los piques clandestinos y el microtráfrico de estupefacientes.

Quizás el ejemplo que les hemos legado lleno de intolerancia, de segregación, de discriminación, de violencia , de apología del crimen, de buscar siempre la justicia vindicativa en vez del perdón, de linchar en vez de acudir a la ley, haya sido el más efectivo de los ingredientes de este atroz  caldo de cultivo social, para que estos chiquitines ahora y de manera repetida se citen vía “Smartphone” o redes sociales, para dirimir esos muy adultos conflictos heredados y/o imitados, que no los dejan ser tan solo niños o niñas, nada más.

martes, septiembre 13, 2016

LA CORRUPCIÓN NUESTRA DE CADA DIA

LA CORRUPCIÓN NUESTRA DE CADA DÍA.


Por: Omar Orlando Tovar Troches –ottroz69@gmail.com-

Al momento de escribir estas líneas, luego de efectuar mi, ya desacostumbrado, tour por el parque de las Palomas Caídas del Municipio norte caucano de Santander de Quilichao, y entre los dimes y diretes concernientes al próximo debate electoral o plebiscitario respecto al Acuerdo Final para la Terminación del Conflicto Armado y la Construcción de una Paz Estable y Duradera, mire con asombro, ubicadas en el costado sur del parque, unas carpas inflables, las cuales según fui informado estaban allí con motivo de la visita de funcionarios venidos desde la capital, para atender a las víctimas del conflicto armado.
Obstaculizando la movilidad que tan celosamente cuida y promueve la actual Secretaría de Transito de este municipio, estaban las carpas dummies y las filas de personas que pretendían ingresar a ellas. Mi primera curiosidad se fue transformando en una especie de regocijo, puesto que allí, infladitos de azul y con todos los letreros de la institucionalidad colombiana, se erigían imponentes, estos símbolos concernientes al proceso de paz, para mandar a callar a cuanto desinformado o desinformador recalcitrante, pretendiera seguir insistiendo en la mentira según la cual, el actual proceso de acuerdo entre la guerrilla y el gobierno nacional no sirve.
Vi las caras de muchas personas que se acercaban para saber cómo iba su proceso, o si aún se podía inscribir o qué papel les hacía falta, como en la canción de J. Luis Guerra: “Eran las cinco de la mañana /un seminarista, un obrero /con mil papeles de solvencia /que no les dan para ser sinceros”, todos y todas juiciosamente esperando y buscando la visa para este otro sueño.
Al acercarme y mirar con un poco más de detalle, vi caras conocidas  desde hace mucho tiempo, algunas de ellas pertenecientes a personas establecidas económicamente, con pensión una que otra, con vivienda, una que otra o con trabajo, una que otra,  exigiendo con voz imperativa; la obligación del Estado de resarcir su “extrema desventura” de no tener más de lo que ya gozan, haciendo fila y buscando visa para este otro sueño.
Confieso que la curiosidad, que se volvió regocijo y esperanza, súbitamente se volvió amargura, rabia e indignación al comprobar, una vez más, hasta dónde ha llegado la corrupción en Colombia, que ya no es inherente a los funcionarios públicos o privados, que no es solo atribuible al clientelismo endémico de estas tierras, esta otra corrupción tiene que ver más con esa herencia de la cultura “traqueta” del atajo y todo vale, está relacionada con esas consignas mal entendidas y peor aplicadas de las nuevas religiones del “coaching ”y la auto superación, las nuevas herramientas del capitalismo extremo, que pregonan la competencia despiadada y el individualismo extremo en pos del ser proactivo y exitoso que pasa por encima de los demás, sin remordimiento alguno.
Una sombra vestida de pesimismo me cubrió, al contemplar la triste escena de paisanos y paisanas medianamente acomodados,  tratando de sacar provecho de las circunstancias y de las oportunidades, en desmedro de  las victimas reales de esta histórica tragedia nacional que no cuentan con amigotes en la institucionalidad del Estado Colombiano, que los apunten en las listas de los elegidos para recibir esta otra visa  de la visibilización y la reivindicación.
Tan deprimente espectáculo social me recordó, por enésima vez, una verdad de a puño, dictada por un indio zapoteca que llegó a ser presidente de Méjico: “El respeto al derecho ajeno es la paz” y que la corrupción nuestra de cada día; es el verdadero mal contra el que tenemos que unirnos y luchar, empezando por nuestra casa y  nuestros corazones..



lunes, septiembre 12, 2016

LOS PROFESIONALES DE LA POLÍTICA.


Por: Omar Orlando Tovar Troches –ottroz69@gmail.com-

Por estos días llenos de gloria inmarcesible y de júbilo inmortal, de corazones henchidos de orgullo patrio; gracias a las noticias generadas por las brillantes actuaciones de nuestros deportistas y por el anuncio de la proximidad de la firma del Acuerdo Final Para la Terminación del Conflicto y la Construcción de una Paz Estable y Duradera, nuevamente hacen su aparición en el escenario público; los inefables Profesionales de la Política.

Tremenda obviedad dirán, y con acierto, quienes lean estas notas. El proceso de firma del acuerdo entre la guerrilla de las F.A.R.C. y el gobierno Colombiano, entre otras muchas cosas, es eso: político, por lo que es apenas natural, que quienes viven de y por la política pretendan ejercer su profesión, intentando generar opinión en favor o en contra de este proceso. Hasta allí, todo más o menos lógico y predecible, lo maluco, por enésima vez, es la intencionalidad oculta de muchos de estos personajes.
El gobierno Nacional ha llamado a sus huestes agrupadas en lo que ellos han decidido llamar la “unidad Nacional”, para emprender la tarea de motivar al pueblo colombiano para que voten “SI” en el plebiscito que refrendará el famoso acuerdo de Fin del Conflicto, durante la jornada del próximo 2 de octubre. De igual forma el C.D. en cabeza de su caudillo Álvaro Vélez llama a sus seguidores y seguidoras para que marquen la casilla NO en esta jornada. Se reitera; hasta aquí todo muy “democrático”.
Lo indeseable del ejercicio de los profesionales de la política (algunos y algunas para no generalizar) es ese afán protagonista de encabezar, dirigir o liderar las campañas del cacareado plebiscito, afán este, loable en principio pero detestable en algunas formas y objetivos. Veamos.
Para nadie es un secreto, que muchos de los males patrios que han generado los múltiples conflictos de nuestra empobrecida sociedad, tienen origen en las pilatunas, desaguisados y tramoyas urdidas por esa endémica clase politiquera, que cada que puede se aparece en el escenario público,  para montarse en la chiva de la victoria. Así lo constatan los innumerables estudios y documentos realizados por distinguidos estudiosos de nuestra realidad social, de aquí  y de más allá de nuestras fronteras.
Estos politicastros andaban, como siempre, ausentes de los territorios, ausentes de los males que aquejan a ese pueblo que manipulan cada cuatro años, para conseguir su favor electoral, ausentes de los grandes temas de la nación, inasequibles para sus electores y amnésicos de sus deberes, sin embargo hoy, ad portas de una nueva esperanza; aparecen por arte de magia (electorera), de la nada, sin que nadie los invocara, efectuando una vez más su arte de prestidigitadores de la necesidad, para proclamarse como representantes de la Sociedad Civil.
Por ahí los vemos; convocando a conversatorios, a cafecitos, a marchas, a conciertos musicales o a reuniones para convocar, ahora sí, a ese pueblo colombiano que merece una segunda oportunidad sobre la faz de la tierra, parafraseando a Gabo. Se les olvida y se nos  olvida que han sido estos señores y señoras de la política nacional (reitero: no todos y todas); en gran parte, los causantes por acción y omisión de las mil y una violencias, no armadas muchas de ellas, que han azotado y azotan la vida de los millones y millones de colombianos que siempre han deseado estar y vivir en paz.
Ahora, algunos profesionales de la política, se pavonean por las comarcas, con camisetas de si o no a la paz, llamando pueblo, pero no tanto para pensar en la oportunidad de una Colombia en Paz, sino para ambientar sus propias campañas electorales. Se encaraman en el Transmilenio, MIO, “guala”, “Yipao” o chiva de la paz, para hacerse ver y de alguna manera  hacerse contar en la jornada plebiscitaria, pretenden con la demagogia de la paz, ganarse nuevamente el favor de este pueblo, empobrecido, excluido, discriminado y victimizado, posando como promotores de paz.
Pretenden otra vez,  hacernos olvidar, que  hasta hace pocos días ellos y algunas ellas, eran ni más ni menos;  los generadores de ese conflicto social, que desde las épocas de sus tatarabuelos (políticos), hemos padecido en esta Matria y que no se solucionaron ni con el plebiscito del 57, ni la constituyente del 91, porque simplemente ellos; los malos Profesionales de la Política, solo piensan en su permanencia en el poder, para seguir ayudando y protegiendo a los patrocinadores de sus campañas, que también han sido los patrocinadores de las mil y una violencias que aún hoy, cerca de la paz, padecemos en este país del sagrado corazón.
Adenda: Para que no se malinterprete; el autor de esta nota marcará la casilla SI, el próximo 2.





martes, septiembre 06, 2016

LOS INDIOS DEL CAUCA Y LA PAZ EN COLOMBIA

LOS INDIOS DEL CAUCA Y LA PAZ

Aun retumban en los oídos de el pueblo colombiano en general y de los negros, los indios y los caucanos en particular, la disparatada y tristemente celebre propuesta de la senadora por el partido político Centro Democrático, PALOMA VALENCIA; de dividir racialmente al Cauca, propuesta esta que fuè acogida por el también tristemente celebre ex candidato a la gobernación del Cauca, el Ex- General Leonardo Barrero durante un debate con los otros ex aspirantes, en un debate público realizado en Cali durante las pasadas justas electorales.

Han sido siglos de olvido, de abandono, de exclusión, discriminación y violencia, los que han azotado al territorio caucano, a pesar de tener dentro de sus hijos a ex-presidentes y altísimos dignatarios en el gobierno nacional.  Allí entre dos cordilleras andinas y en la cuna del agua del País, han resistido los descendientes de los habitantes y dueños ancestrales del territorio del Cauca, los Misak, los Totoroes, los Nasa, entre otros pueblos indígenas, a quienes un tiempo después, se les unieron los negros esclavizados que llegaron a formar esa bella amalgama plurietnica de este apartado y olvidado rincón de Colombia, para seguir resistiendo a la indolencia y la segregación de esa dirigencia que todavía se cree de mejor estirpe y que aún reclama segregación para deshacerse de la jodedera de esos desafortunados votantes de cada cuatro años.

Este 7 de septiembre de 2016, los "otros" habitantes del Cauca, aspiran a realizar otra de sus famosas "mingas de Pensamiento", otra "Tonga" social, para enterarse de boca de la comisión negociadora del "acuerdo para lograr un paz estable y duradera" entre la guerrilla de las F.A.R.C. y el Gobierno Colombiano, en que quedò la petición de incluir a esas "otredades" dentro del famoso acuerdo del fin de este conflicto armado.

Se aspira que quienes no entiendan o no quieran un proceso de reconciliación, inclusión y tolerancia, no vayan a lanzarse en contra de esta justa iniciativa, tal como aconteció y acontece con  el joven Leonard Renteria (VER VIDEO), luego de su intervención en su natal Buenaventura, en un evento por el NO al plebiscito, Esperamos que estos "otros negros  e indios" del cauca le puedan pedir cuentas a los actores del conflicto, acerca del cacareado y ansiado pos conflicto. 

viernes, septiembre 02, 2016

LA ÚNICA DECISIÓN DECENTE

LA ÚNICA DECISIÓN DECENTE

A quienes hemos abordado la nave de la cuarentañez y a, los y las, que están un poco más alla, solo nos queda tratar de remediar nuestras indecisiones o incluso, nuestras malas decisiones.

A quienes votaron el 1er plebiscito, recordarles que allí se sello la intención de NO MAS VIOLENCIA PARTIDISTA entre los LIBERALES y LOS CONSERVADORES, hoy vestidos con otros nombres y colores. Sin querer queriendo sellaron un pacto de paz entre los causantes históricos de la in equidad y del odio que vivimos.

Luego firmamos, también sin querer queriendo, otro pacto de paz entre el gobierno colombiano y unas guerrillas, para tratar de apagar el incendio de los mismos partidos tradicionales, que ahora veían como su in equidad y su odio; habían dado nacimiento al maldito monstruo del narcotráfico y que desde esa época nos jodió a todos y a todas.

Ahora, a pocos días de escritas estas lineas, frente a nosotros está otra vez un intento más de Paz y reconciliación. Otra vez más, aquellos que se hicieron los locos con la barbarie y el atropello de la cultura traqueta, la cultura  del "más varón", del "más parado", del "te doy en la cara marica", del "sin tetas hay y no hay paraiso" etc., nos quieren imponer su incapacidad y su viudez de poder, acudiendo a lo único que saben hacer; Mentir.

Nos queda a los miembros (ellos y ellas) del Combo del Ayer, tomar la única decisión decente que nos queda, para tratar de no joderle el futuro
a nuestros hijos, a nuestros nietos y a los demás: VOTAR SI POR LA PAZ. No hay otra salida.