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LA VITRINA DE LA CONVERSA
miércoles, marzo 15, 2023
jueves, febrero 23, 2023
LA PAZ TOTAL
Presidente de Colombia junto a escultura de la paz de Fernando Botero
Imagen tomada de: www.dw.com
Imagen tomada de: www.dw.com
Por: Juan David García
El pasado 4 de noviembre del 2022, el presidente
Gustavo Petro, confirmó la modificación, adición y prórroga de la ley 418 de la
paz total [1].
Una ley que tiene como objetivo solucionar el conflicto armado en Colombia por
medio de una política de Estado, garantizando la seguridad humana de todas las
partes.
La paz total fue nuevamente tendencia en estas últimas semanas a causa de la liberación de Jorge Luis Alfonso López, hijo de La Gata [2],
condenado por el asesinato de una periodista. Sin embargo, esta libertad para
el denominado “El Gatico” fue efímera, puesto que, aunque fue elegido
como un facilitador de paz por parte del Gobierno, al hacerse público su
nombre, quedaría descartado para cumplir tal misión.
Nombramientos como el de Alfonso López y algunas
declaraciones del presidente, han creado descontentos en algunos sectores de la
opinión (oposición y algunos aliados al gobierno nacional), quienes ponen en
duda la credibilidad de la Paz total, señalando que las liberaciones de
acusados políticos y por delitos comunes, con el fin de conseguir la paz, son
una arbitrariedad. A este respecto es importante resaltar que la paz que
propone Petro no se puede contemplar a través de los extremismos, sino que debe
ser vista y asumida como una serie de matices necesarios para la búsqueda de un
objetivo final, que es en este caso, la paz y el fin de los grupos armados en
Colombia.
Se debe entender que la paz es un proceso
y para llevarlo a cabo,
es necesario la labor y el interés
tanto del Gobierno como de los diferentes grupos armados.
Lo mismo ocurre cuando se hace referencia a una paz
que involucre a las disidencias de las FARC, grupo con el que anteriormente se
hicieron charlas pero que al final no se concretaron. Se considera que este es
uno de los puntos más cruciales en cuanto al desarrollo de la denominada “Paz
total”. En este caso es entendible el inconformismo por parte de algunos
sectores de la sociedad y del mismo Gobierno, puesto que en años anteriores ya
se había negociado con este grupo armado, a través del Acuerdo de Paz Estable y
Duradera; sin embargo, no todos los miembros de la extinta guerrilla estaban de
acuerdo y hoy se presentan como sus disidencias.
Frente al incumplimiento del Acuerdo de paz con las
FARC, la culpa no puede recaer solamente en los gobiernos anteriores, también
les cabe una alta dosis de responsabilidad a las disidencias. No obstante, es
significativo que para que exista paz, ésta se debe generar con todos los
implicados. Esto quiere decir que, aunque la oposición u otros congresistas no
apoyen la decisión del presidente de conformar una paz con las disidencias de
las FARC; es claro que sin ellos no se puede realizar la paz que tanto busca
Colombia.
Por último, es necesario hacer mención de los puntos
en los que más se especula sobre la Paz total. Hechos como la posible
proliferación de grupos armados ilegales en Colombia, lo cual ya se vio después
del tratado que se formalizó con las FARC, lo mismo que la masificación de
cultivos de uso ilícito, por los que ahora mismo el gobierno de Estados Unidos
está acusando a Colombia; son aspectos que los grupos de paz internacional y la
oposición están a la espera de que se resuelvan por parte del presidente
Petro.
Al final, surge la siguiente incógnita, ¿Está tomando
las decisiones correctas Petro en cuanto a un balance final de la búsqueda de
la paz? Posiblemente ahora sea difícil de responder esta pregunta, sobre todo
con las posibles liberaciones de algunos acusados; sin embargo, se debe
entender que es un proceso y para llevarlo a cabo, es necesario la labor y el
interés tanto del Gobierno como de los diferentes grupos armados.
[1] Ministerio del Interior de Colombia.
Presidente
Gustavo Petro, sancionó la Ley de la Paz Total | Ministerio del Interior
(mininterior.gov.co)
[2] Enilce
López, ‘la Gata’, la poderosa empresaria del chance de la Costa, y en Sucre y
Bolívar, fue condenada a nueve años de prisión por aliarse con paramilitares,
pero por estar enferma pagará la condena en su domicilio. Tomado de: https://verdadabierta.com/
domingo, enero 30, 2022
La Paz y la Vida también dan votos
Foto: Portal El Pais de España |
En el acostumbrado ejercicio periodístico capitalino
de priorizar las noticias, en función de la importancia económica o farandulera
que tengan; los colombianos pudimos constatar con altas cuotas de indignación,
cómo, toda la prensa privada de Bogotá le dedicó páginas y tiempo, en primer
lugar, a la justicia espectáculo del Fiscal Barbosa, en su libreto de Sherlock
Holmes criollo, capaz de resolver en tiempo récord, el asesinato de un afamado
estilista de las estrellas de los canales de televisión y en segundo lugar; a centrar la atención de la opinión pública
nacional, alrededor de la situación de guerra en la frontera con Venezuela,
objetivo de la demagogia internacional del uribismo, pero sobre todo, de gran
interés para la industria del petróleo y del contrabando.
Preocupa que la matriz informativa de los
poderosos medios privados de comunicación, siga encasillada en el morbo
amarillista de las notas de farándula y de baranda judicial, en tanto que la
crisis humanitaria, ocasionada por el empecinamiento de la dirigencia
colombiana en hacer trizas el proceso de paz con la ex guerrilla de las FARC-EP,
sigue cobrando víctimas, ya no en términos de días, sino de horas. Las muertes
de lideres y lideresas sociales, incluidas las del niño Breiner Cucuñame y de
Albeiro Camayo , ambos guardias indígenas del pueblo Nasa, ambos protectores de
los DD.HH. y del medio ambiente en el norte
del Cauca, aún siguen esperando un mínimo de atención de estos medios de
comunicación, pero, sobre todo, de la sociedad colombiana, perdida en la matriz
mentirosa de la polarización política, gestada por el terrorismo mediático de
la derecha colombiana, que insiste en el miedo como estrategia electoral.
En este escenario de las pos verdades creadas y
gestionadas por el mercadeo político de las campañas electorales, la vida, la
paz, la verdad, la justicia y la equidad, siguen relegadas a ser asuntos
incómodos que no concitan la atención del posible elector, como sí lo hacen, el
insulto, el terrorismo electoral, el engaño, las promesas alucinantes, el baile
de Tik Tok, o asumir una superioridad moral, declarándose de centro y anti
polarizador.
El miedo a Petro, al castro chavismo, a volvernos
como Venezuela, Cuba y ahora último a Rusia (¿?), vuelven a hacer parte de la
estrategia de miedo acordada y emprendida, una vez más por el uribismo y sus
partidos aliados. A punta de inundar los noticieros, programas y páginas de
opinión de todos los portales de los medios privados de comunicación, con
señalamientos de oscuras relaciones entre grupos armados ilegales, los
vándalos, las primeras líneas de las protestas, con los partidos y movimientos
opuestos al actual gobierno nacional; una vez más, la derecha colombiana y sus
patrocinadores, intentan convencer al muy desinformado elector promedio, de la
necesidad de elegir congresistas y presidente de mano firme y corazón grande,
así no se llamen Álvaro Uribe, lo importante es que se ataje a Petro o a quien
lo represente o se le parezca.
La Paz y la vida, no son los temas sobre los que giren las propuestas de los aspirantes a ser congresistas o a ser presidente y vicepresidente de Colombia, si acaso, se mencionan como parte de los llamados eslóganes de campaña, o para diferenciarse del rival de turno, si éste o ésta no lo hacen primero. Salvo las alusiones que, sobre el tema de la paz, han hecho los partidos y movimientos aglutinados en el Pacto Histórico y las del Candidato a senado Humberto de la Calle; estos temas parecen carecer de importancia en las agendas programáticas y electorales de las campañas políticas para las elecciones 2022.
Imagen Portal Proclama del Cauca
Hace algún tiempo, este servidor, junto con personas
de otras ciudades de Colombia, suscribimos el documento: Carta
abierta a todos los partidos y movimientos políticos de Colombia. HASTA QUE
AMEMOS LA VIDA. (ver: Carta
abierta a todos los partidos políticos de Colombia (proclamadelcauca.com)),
en el que le pedíamos a los aspirantes a congresistas y presidencia de
Colombia; poner en el centro de la agenda de sus campañas; los temas de la
defensa de la Vida, los territorios, el cumplimiento del Acuerdo de Paz con las
FARC-EP y la salida negociada a la actual conflictividad armada. Gracias a la
colaboración de varios medios independientes, tanto de Santander de Quilichao,
como de Bogotá, el documento pudo ser público, sin embargo; ninguno de los
movimientos, partidos o candidatos, a quienes se les hizo llegar el documento, se
tomó la delicadeza de al menos; acusar recibo del mismo, mucho menos de
considerarlo y ponerlo en sus agendas.
Quienes suscribimos el mencionado documento y creemos
que millones de colombianos más, seguimos convencidos de la necesidad de poner
la Vida y la Paz, como centro de atención del ejercicio político del próximo
gobierno nacional y de la agenda legislativa del nuevo congreso. Seguimos
creyendo que ya es tiempo de parar las masacres, el terror, la violencia, el
odio y la intolerancia, que, durante más de doscientos años, se han convertido
en el quehacer de la sociedad colombiana y sus dirigentes.
Una vez más, invito a quien lea estas líneas, a
que nos juntemos para demandar de la clase política y empresarial de Colombia,
que se pongan serios y nos ayuden a parar esta matanza, este abandono, esta
violencia, empezando por el clientelismo, el abuso del poder, la exclusión y la
delincuencia; reunidos todos en el cáncer de la corrupción.
¡ojo! Candidatas y candidatos: La Paz y la Vida
también dan votos.
sábado, agosto 07, 2021
domingo, julio 04, 2021
El Cauca y la regulación de la coca
El Cauca y la regulación de la coca
Por: Omar Orlando Tovar Troches – ottroz69@gmail.com-
A pesar de que la llamada clase dirigente del Cauca ha tenido una prolongada presencia en el escenario de la política nacional, casi que desde el nacimiento mismo de Colombia como República independiente del imperio español y de que la existencia del atraso y la pobreza de esta región, coinciden con esta larga e inútil figuración; sólo hasta después de doscientos años, un representante de esta comarca, salido de las históricamente relegadas y discriminadas comunidades indígenas, ha tenido la sensatez de plantear una alternativa para sacar de la pobreza y de la guerra a todas sus comunidades.
Imagen: Feliciano Valencia - Senador del Cauca
El senador
caucano Feliciano Valencia (Movimiento Alternativo Indígena y Social –MAIS–)
junto con el senador Iván Marulanda (Partido Alianza Verde), presentaron y han
sacado adelante, al menos en su primer debate; un proyecto de ley que plantea
un cambio de paradigma de la política de drogas en Colombia: el Proyecto de Ley “Por medio del cual se establece el marco
regulatorio de la hoja de coca y sus derivados y se dictan otras
disposiciones.”
Si bien es
cierto que esta proyecto ha tenido un histórico avance, todavía tiene un largo
y azaroso camino para su consolidación, dadas las circunstancias de correlación
de fuerzas en el congreso colombiano, puesto que las derechistas mayorías
oficialistas, ya han planteado su férrea oposición a esta audaz propuesta de
cumplimiento del Acuerdo de Paz Estable y Duradera, que busca ponerle freno a
los graves problemas que el cultivo, transformación y comercio ilegal de los
derivados de la hoja de coca, le han ocasionado al país y que han agravado los
casi que tradicionales problemas de inequidad, exclusión, pobreza, violencia
guerra y atraso de regiones como el departamento del Cauca.
La
propuesta de regulación de la producción de la hoja de coca y de sus derivados,
liderada por el senador indígena Feliciano Valencia y el senador de la Alianza Verde Iván Marulanda,
recoge, no sólo la visión de los saberes ancestrales de las comunidades
indígenas del cauca, víctimas del actual esquema de guerra anti drogas, sino
que también recoge los resultados de estudios y análisis de sectores
científicos, académicos y políticos de Colombia y del mundo entero, que desde
hace mucho tiempo atrás, han venido señalando el fracaso del actual esquema de
lucha antidrogas, dados los pobres resultados en erradicación de sembradíos,
disminución de producción de cocaína exportada, control del blanqueo de
capitales, frente a los inmensos gastos de recursos económicos en armamento y
logística para fumigaciones y erradicación forzosa, así como el grave daño
ambiental, la nula disminución del consumo y la invaluable pérdida de vidas
humanas.
Ahora que
los sectores más acomodados de las sociedades del mundo, hablan de un
sospechoso regreso a la normalidad, bien vale la pena evaluar con detenimiento,
propuestas de cambio de algunos paradigmas
económicos, ambientales y sociales, como las que están planteadas en el
proyecto de ley de los senadores del MAIS y la Alianza Verde, para empezar a
transitar el camino del no regreso a esa normalidad de pobreza, exclusión,
desplazamiento, guerra y muerte que quedó desnudada durante la actual crisis
sanitaria y económica ocasionada por la peste del COVID19.
Teniendo
en cuenta que, a la hora de escribir esta nota, aún se ven y se oyen las miles
de voces inconformes con el pésimo manejo que tanto a la peste, pero sobre
todo, a la economía y a la sociedad en general, le han dado los partidos de
derecha que han gobernado a Colombia, durante estos últimos doscientos años y
de los que han hecho parte nobilísimos representantes de la clase política
caucana, es fácil caer en un razonable pesimismo, frente al futuro de esta
iniciativa de regulación de producción de la hoja de coca y sus derivados, dado
que; el uribismo, dueño de casi todos los entes del Estado colombiano, así como
un, todavía, amplio sector de la opinión pública internacional, miran con un
recelo doble moralista, proyectos de formalización del cultivo y transformación
de productos como la coca, la marihuana e incluso la amapola, que antes de ser
vistos como el origen del mal, deberían ser vistos como oportunidades de
redención.
No
obstante, el arduo camino que todavía tienen que transitar propuestas de
control de los cultivos y procesamiento de la coca y la marihuana, hay que
felicitar a los senadores Feliciano Valencia e Iván Marulanda, así como los
demás congresistas que acompañan esta iniciativa, por su empecinamiento en
avanzar en la búsqueda de la solución de los graves problemas que padecen el
Cauca y otras regiones de Colombia. Es una lástima el poco tiempo que queda de
este periodo legislativo y que les tocó luchar con la inutilidad, la torpeza y
la doble moral de una derecha recalcitrante, dueña del poder económico y
político en Colombia.
Amanecerá
y veremos, que dicen los próximos elegidos frente al Cauca y la regulación de
la coca.
Adenda: Para más y mejor información
acerca del Proyecto de Ley “Por medio del cual se establece el marco
regulatorio de la hoja de coca y sus derivados y se dictan otras
disposiciones.”; dirigirse a:
·
¿Qué ganaría Colombia si legaliza
las drogas ilícitas? | Revista Pesquisa Javeriana
·
Coca y paz: el mito de Sísifo en el
Cauca – Proclama del Cauca y Valle
martes, febrero 16, 2021
ELÍAS, ELÍAS… ¿POR QUE NOS HAS HABANDONADO
ELÍAS, ELÍAS… ¿POR QUE NOS HAS HABANDONADO?
Por: Omar Orlando Tovar Troches -ottroz69@gmail.com-
En días recientes, el Gobernador del Cauca, Elías
Larrahondo, publicitó con bombos y platillos la firma del llamado Pacto por la vida, los Derechos
Humanos, el Territorio y la Paz, documento en el que, por enésima vez, se
repite el compromiso de la institucionalidad de cumplir los principios básicos
establecidos en la Constitución Política de Colombia y demás normas nacionales
e internacionales, respecto al cuidado de la vida, honra y bienes de todos y
todas.
Gobernador del Cauca-Elias Larrahondo durante la firma del Pacto por la vida, los Derechos Humanos, el Territorio y la Paz |
Entendiendo la intencionalidad de llamar la atención de la opinión pública caucana, pero sobre todo la del gobierno nacional, sobre la, ya endémica, situación de crisis humanitaria que ha vivido y vive el departamento del Cauca, no se puede dejar de lado la poca eficiencia que respecto a esa misma crisis ha demostrado, al menos públicamente, la actual administración departamental del Cauca, en cabeza de Elías Larrahondo.
Llama mucho la atención, que solo hasta estos días,
cuando ríos de sangre han corrido por
todo el territorio del Cauca, cuando los señores de la guerra nuevamente se
pasean por caminos y veredas caucanas, al señor gobernador, Don Elías, se le
haya escuchado, de manera apenas audible, algún tipo de pronunciamiento dirigido
hacia la institucionalidad nacional, para reclamar su acción en este rico
territorio, saqueado, excluido y olvidado por los políticos tradicionales del
Cauca y de Colombia, finalmente emparentados, en esa endogamia de la
incompetencia y la corrupción.
Causa curiosidad, que solo hasta después de completar
la horrorosa cuota de víctimas del conflicto que registra el Cauca, en el que
casi todas corresponden a firmantes del Acuerdo de Paz Estable y Duradero,
pertenecientes a la desmovilizada guerrilla FARC-EP, defensores de derechos
humanos, ambientalistas, lideres de comunidades étnicas y campesinos, el
flamante representante del norte del Cauca, territorio sobre el que confluyen
todas las formas de exclusión y violencia sobre las comunidades étnicas y
campesinas, se haya decidido, ahora sí, a llamar a esos mismos sectores, que él
mismo desdeño durante su campaña electoral, cuando decidió ir a engrosar las
filas de los políticos de siempre, causantes muchos de ellos de esta situación,
para hacerse elegir gobernador; a que
acudan a su auxilio.
Claro que el acto político de la firma del Pacto por la vida, los Derechos
Humanos, el Territorio y la Paz, debe ser ese primer paso para lograr movilizar
a toda la sociedad caucana, en defensa de la vida y del territorio, pero, para
que tal convocatoria pueda surtir el efecto deseado, se hace necesario que el
accionar de Don Elías, sea más contundente. Se necesita, en primer lugar, que
se decida, de una vez por todas, a sacudirse de la odiosa burocracia
clientelista heredada de tiempos de sus antecesores en la gobernación, el uno,
flamante senador de Cambio Radical y el otro, precandidato a lo que sea, para
que pueda empezar a gobernar, como esperaban sus electores y el resto de la
sociedad caucana.
Afiche de campaña electoral del Gobernador Elías Larrahondo |
También se espera que el llamado a los sectores sociales, que el abandonó en campaña para ir a engrosar las filas del senador Ortega, no sólo corresponda a una acción publicitaria en tiempos previos a elecciones de congreso, en las que su nueva casa política tiene intereses de renovar la curul de uno de sus antecesores y asegurar una nueva para el otro, sino que corresponda a un nuevo estilo de gobierno, en el que el mandatario departamental del Cauca, lidere con decisión, y sobre todo con dignidad, el urgente y justo reclamo de real inversión social, así como de cumplimiento de los múltiples acuerdos firmados con esos sectores que está llamando a la unidad, por parte del gobierno central, hoy en manos de la extrema derecha colombiana.
Si. Muy
bueno el simbolismo político de la firma del Pacto por la vida, los Derechos
Humanos, el Territorio y la Paz, encabezado por el Gobernador, Don Elías
Larrahondo, pero lo que realmente esperan los sectores sociales ajenos a su
nueva casa política y a la institucionalidad, son muestras reales de ese
compromiso por la defensa de la vida y los derechos humanos. Las mayorías
caucanas, ya se están cansando de los discursos demagógicos de paz,
acostumbrados por el Titismo, las promesas de interlocución con el
gobierno nacional del liberalismo oficial o del partido de la U. Este Cauca, lo
que necesita es que el primer gobernador negro que ha tenido el norte del
Cauca, se apropie de su papel de representante de los eternos excluidos y
abusados del Cauca y que no sólo se acuerde de ellos para frustradas
coaliciones electorales o para reconocimientos fatuos, por una
representatividad que al parecer sólo es de papel, ya que en realidad muchos de
ellos a esta hora, parecieran estar viviendo el viacrucis eterno de los
olvidados, y reclamando del gobernador: ¡Elías, Elías, ¿por qué nos has
abandonado?!
P.S. Por
si alguno de los escasos lectores de estas líneas tiene acceso al Gobernador
del Cauca: Por favor recomiéndele que hable con el Pollo López y le recuerde
que es muy difícil publicitar un pacto por la vida y por los derechos humanos,
si se manda al odioso ESMAD a golpear jóvenes caucanos, frente a la gobernación
y la alcaldía de Popayán, en el lustrosísimo Parque Caldas, de la Blanca y
Señorial Popayán.