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LA VITRINA DE LA CONVERSA
domingo, junio 22, 2025
viernes, mayo 31, 2024
La guerrilla le carga ladrillo a la extrema derecha
Por: Hernán Riaño
Estas "guerrillas" que aún no quieren hacer la paz, no les interesa, o prefieren seguir delinquiendo con negocios ilícitos como el narcotráfico y secuestro ¿están aliadas con la extrema derecha?, ¿Siguen sus indicaciones? ¿Mantienen el nombre de insurgentes solo para tapar sus negocios ilegales? ¿Quiénes se benefician con estas acciones?
No es desconocido para ningún colombiano, que toda la
política hecha en Colombia por Álvaro Uribe Vélez, desde que incursionó, se ha
basado y lo sigue haciendo en una "pelea" contra las guerrillas
colombianas y todo lo que a él le parezca a desarrollo social y democracia. No
en vano ha tildado cualquier posibilidad de avance democrático con epítetos
inventados por él, como “castrochavista”, que no se sabe qué quieren decir,
pero que ha calado en sus estúpidos seguidores y que repiten como loros mojados
en cualquier reunión pública o privada.
Pero Uribe fue muy eficiente en la construcción de un
enemigo interno: la guerrilla, y además intentó mostrarla como enemigo
personal, al acusarlos de la muerte de su padre Alberto Uribe; hoy ya hay dudas
al respecto, y las investigaciones han dado para conocer otros aspectos de esa
muerte y de la vida del señor padre del “ex”. A partir de ese momento, y
justificándolo con la muerte de su papá, declaró una guerra sin cuartel a la
guerrilla.
Con esta consigna llegó a la gobernación de Antioquia, al
Congreso de la República, dos veces a la presidencia y hoy por hoy es un líder
indiscutible de esa ultraderecha neoliberal corrupta. En su gobierno
departamental creó la génesis de las autodefensas, las Convivir, para enfrentar
a ese enemigo que, según él, era el causante de todos los males de Colombia. Es
conocido hoy, gracias a la Comisión de la Verdad y a la JEP, para qué fue lo
que sirvieron realmente esas autodefensas.
Retrocediendo un poco en el tiempo, hay que recordar que la
guerrilla decepcionó a los colombianos con el fracaso del proceso del Caguán y
que esto fue aprovechado por la ultraderecha nacional para desacreditarlos
completamente.
Pero volvamos, las guerrillas de todos los pelambres, que
llevan más de 50 años como insurgentes, se quedaron en eso, solo en eso, sus
propuestas se fueron diluyendo en el tiempo, y a los otros los fue consumiendo
el narcotráfico y cambiando sus objetivos, y hoy más parecen bandas criminales
dedicadas exclusivamente a ese negocio ilícito.
Ellos pregonaban los cambios del país, unos queriendo un
gobierno democrático y otros un gobierno socialista, estos últimos no aceptan
medias tintas. Con esos argumentos unos firmaron el proceso de paz de la Habana
y las alas más radicales se quedaron en el monte. Hoy, esos que no lo hicieron
antes, iniciaron un nuevo proceso con otras condiciones.
Con este panorama, estas guerrillas que aún persisten en
mantener la guerra, contrario a lo que se podría pensar, se dedicaron a hacerle
la vida imposible a Gustavo Petro con acciones terroristas, paros armados y
cuanta cosa se puedan imaginar para torpedear al gobierno y “sacarle” ventajas
inesperadas y en muchos casos desleales.
Uno no puede entender qué están pensando los líderes y
militantes de esta extrema izquierda, que, en vez de pensar en el país, de
analizar la situación tan delicada en la que lo dejaron los gobiernos
derechistas, se comporten como ellos y se suman, en la práctica, a su
“oposición inteligente”. Con sus acciones, lo único que hacen es sumársele a su
símil, la extrema derecha, en el torpedeo que le hacen al gobierno y en últimas
frenar las reformas sociales que tanto necesita el pueblo colombiano.
Nunca habíamos tenido un presidente democrático, hoy
reconocido líder mundial y que nos envidian en muchos países y en
contraposición la extrema izquierda se porta como si fueran otra fase de la
oposición al gobierno.
El dicho popular que dice que “las extremas se
juntan” se está viendo claramente, en vivo y en directo en nuestra
nación. Dos facciones de la política colombiana que uno supondría enemigos, hoy
abrazados en el objetivo de “tumbar” a Gustavo Petro de la presidencia.
Es necesario, oportuno y obligatorio recordar que el líder
de esta guerrilla autodenominada EMC, Iván Mordisco fue declarado muerto por
los señores Iván Duque y Diego Molano, presidente y ministro de defensa
respectivamente, y que por su “muerte” pagaron ¡3 mil millones de pesos de
recompensa! (1), ninguno de los dos ha aclarado a quien le pagaron ese dinero
ni por qué lo hicieron, sabiendo hoy que está vivo pactando contra el gobierno
Petro. A otro que habían declarado muerto fue a Iván Márquez que en los últimos
días también apareció dando declaraciones.
De lo que se concluye con este episodio, es que este EMC que
aún está haciendo la guerra en Colombia es de la extrema derecha y actúa en
concordancia con las otras derechas del país, la pregunta obligada (y no es
afirmación) es: ¿La muerte de Iván Mordisco, el pago de esa cuantiosa
recompensa, su reaparición y accionar contra el gobierno democrático, a qué
obedecieron? Mutis por el foro, dicen los entendidos, pero sí es muy
sospechoso. Con esas acciones también les colaboran a los corruptos para
desviar la atención sobre las gravísimas denuncias en los últimos días sobre
desfalcos y robos en muchas entidades en los gobiernos anteriores o realizados
por funcionarios que vienen de esos gobiernos.
¿Estas guerrillas que aún no quieren hacer la paz, no les
interesa o prefieren seguir delinquiendo con negocios ilícitos como el
narcotráfico y secuestro ¿están aliadas con la extrema derecha?, ¿Siguen sus
indicaciones? ¿Mantienen el nombre de insurgentes solo para tapar sus negocios
ilegales? ¿Quiénes se benefician con estas acciones? O ¿Los autodenominados
guerrilleros son idiotas útiles de la extrema derecha y el uribismo? Preguntas
que no tienen respuesta después de muchos años de conflicto en Colombia y que,
ojalá, más temprano que tarde las respondan al país.
Otro aspecto a analizar es, como se lo han preguntado en las
redes sociales, ¿estos ataques terroristas de todos los sectores violentos,
¿Obedecen al llamado a juicio y posterior acusación por tres delitos a Álvaro
Uribe Vélez? Si fuera cierto, sería muy grave que los autoproclamados
guerrilleros, estuvieran defendiendo con sus acciones al “ex”.
Esas guerrillas serán las responsables si hay un golpe de
Estado blando o duro contra el primer gobierno democrático, porque ellos con su
accionar solo alimentan y justifican los deseos desestabilizadores de los
empresarios y políticos neoliberales, además de las consecuencias sociales que
tienen las regiones con estas acciones de bloqueos, paros, bombas y secuestros,
ya que los únicos perjudicados son, en primera instancia los habitantes de esas
zonas y en segunda la sociedad colombiana que ellos pregonan defender.
Es que la guerra es un negocio en los que unos actores, los
que la impulsan y alimentan, ganan mucho dinero, casi que por todos los rubros
que tienen que ver con los conflictos y no olvidemos que uno de los personajes
a los que más le gusta es a Álvaro Uribe Vélez, por eso le gusta tanto.
Nota publicada originalmente en SoNoticias – Periodismo verídico para proporcionar elementos para la creación de conceptos propios (wordpress.com) y compartida con la comunidad de La Conversa de Fin de Semana, gracias a la generosidad de su director, el periodista HERNAN RIAÑO.
Las opiniones de los columnistas son de su exclusiva
responsabilidad. Les invitamos a leer, comentar, compartir y a debatir
con respeto.
martes, mayo 14, 2024
CARTA ABIERTA A LAS DISIDENCIAS DE LAS FARC-EP (BLOQUE SUROCCIDENTE)
"En realidad, cualquier ataque a la población civil está prohibido, haya cese al fuego o no, porque el DIH es muy claro, en la guerra solo hay dos categorías básicas: las hostilidades entre las partes armadas -que están permitidas- y los crímenes de guerra y de lesa humanidad. Nosotros, los indígenas y toda la gente desarmada, no somos parte armada de la guerra; cualquier cosa que ustedes hagan y que nos afecte la vida o la integridad es un crimen."
Autoridades Indígenas del norte del Cauca
En un escenario, como el del departamento del Cauca, en el que el Conflicto Armado Interno de Colombia pareciera degradarse a diario, a punto tal, que ya no son distinguibles los intereses de los actores armados en contienda; La Conversa de Fin de Semana comparte con sus amigos, seguidores y suscriptores, la CARTA ABIERTA que han dirigido las Autoridades Ancestrales Indígenas del norte del Cauca a los mandos de las disidencias de las antiguas FARC-EP, en la que ponen de manifiesto sus preocupaciones, sus denuncias y sus reclamos por el accionar de estos grupos armados ilegales en contra, no solo, de las comunidades étnicas, sino de toda la comunidad caucana.
martes, julio 25, 2023
domingo, julio 09, 2023
jueves, enero 12, 2023
El Cauca, una continua tragedia

Imagen derrumbe en Rosas- Cauca. Foto de Eltiempo.com
Por: Omar Orlando Tovar Troches -ottroz69@gmail.com-

A riesgo de caer en lo ya escrito, en el cliché o lo
repetitivo; estas líneas, una vez más, estarán dedicadas a compartir las reflexiones
alrededor de la cotidiana tragedia en que permanece el departamento del Cauca y
que tristemente es lo que se conoce de esta tierra y lo que han soportado sus
buenas gentes, casi que desde siempre.
Gobernadores del Cauca han pasado, todos ellos, con la bendición de los partidos tradicionales de derecha, no obstante que se hayan hecho elegir, incluso, con avales de organizaciones sociales y todos ellos han fallado a la hora de hacer eso que prometieron a sus electores y que les demanda la misma ley
La privilegiada posición geográfica del Cauca, por
estar en la ruta que conecta el sur del continente con el centro y norte de
Colombia, lo mismo que sus inmensas riquezas naturales, renovables y no renovables
y la calidad de sus moradores, no han servido para brindarle a sus comunidades
los mínimos necesarios para garantizarles una vida digna. Esta estratégica ubicación,
por el contrario, sólo le ha servido a los actores armados y civiles del
conflicto, para incrementar sus ganancias y su poder militar, político y,
obviamente, económico.
Tal y como ya lo han señalado notables científicos
sociales, (Molano, Gaviria, Fals Borda, entre otros muchos más) el Cauca ha
sido y sigue siendo manejado por las elites sociales y económicas de siempre,
herederas de uno que otro apellido y fortunas, frutos del modelo precapitalista
o casi que semi feudal, con la que se han administrado los destinos de este
departamento desde hace más de 200 años, por intermedio de los mandaderos de
estas élites; los integrantes de la clase política tradicional.
Resulta claro que, mantener la incomunicación física
de muchas comunidades, eso sí, asegurando acceso y seguridad para fincas,
haciendas, empresas, minas y/o cultivos, propiedad de terratenientes y prósperos
inversionistas de la agroindustria o de lo ilícito; ha resultado una
herramienta eficaz para mantener el control social y político de las inmensas
mayorías de comunidades campesinas (afro e indígenas), lo mismo que, de un
creciente ejército de personas en la informalidad laboral.
Este eficiente esquema de pobreza, falta de acceso a
todo y violencia, en el que viven un buen número caucanos, le ha garantizado a
un reducido número de sus paisanos, pero, sobre todo, de inversionistas
foráneos; un continuo y creciente flujo de riquezas, en un modelo de economía
regional, ya analizado por el actual ministro de educación de Colombia,
Alejandro Gaviria, junto con otros autores, en un interesante texto sobre la
relación entre el crimen y la economía en Colombia [1].
No es de extrañar entonces, que en este tristísimo contexto,
la encopetada dirigencia Caucana, no haya querido o sido capaz de gestionar y
hacer realidad las proyecciones de infraestructura vial, que por más de cinco
décadas, se sabe que requiere el Cauca, para poder avanzar en su ruta a la
modernidad y que, por el contrario, ahora, durante la más reciente tragedia, la
de Rosas, salgan a lavarse las manos y a endilgarle su incompetencia a los
gobiernos nacionales, de los que también han sido y son parte.
Efectivamente, de nada le ha servido al Cauca, tener
presidentes, designados, ministros y recientemente, director de la unidad de
gestión de riesgos y desastres, todos ellos provenientes o en representación de
la tradicional clase dirigente caucana; si cada cierto tiempo, la
conflictividad armada y/o social, pero sobre todo, la madre naturaleza, se
encargan de hacer evidente, la incapacidad de esta clase dirigente de la
derecha caucana, para hacer lo que manda la ley, como por ejemplo, gestionar la
prevención de estas terribles eventualidades.
Gobernadores del Cauca han pasado, todos ellos, con la
bendición de los partidos tradicionales de derecha, no obstante que se hayan hecho
elegir, incluso, con avales de organizaciones sociales y todos ellos han
fallado a la hora de hacer eso que prometieron a sus electores y que les
demanda la misma ley: Velar por la vida, honra y bienes de sus electores y en
general de todos los caucanos. Incluso, quienes han tenido largos periodos, así
sea en cuerpo ajeno, como don Temístocles, ahora devenido a alternativo, han
demostrado su carácter pusilánime a la hora de representar al Cauca frente al
agobiante centralismo colombiano. Lo de ellos ha sido quedar bien con todos,
para lograr seguir acomodados o reelectos, en lo que sea. ¿Cierto exgobernador Campo? ¿cierto don Tito?
Quienes, desde el Cauca, apoyamos decididamente las
propuestas del Pacto Histórico, confiamos en que durante este gobierno de
Gustavo Petro y Francia Márquez, el Cauca y el sur occidente colombiano, por fin
puedan empezar a ver materializadas las obras de infraestructura vial,
sanitaria e industrial que requiere esta zona, en continua tragedia, para poder
avanzar en la Paz Total y el Buen Vivir, al que también tenemos derecho.
[1] Ver: Martínez, A. (2001). Economía,
crimen y conflicto. Universidad Nacional de Colombia, facultad de Economía.
Ediciones Antropos, Bogotá, Colombia
domingo, octubre 09, 2022
jueves, octubre 06, 2022
LAS TRAMPAS DEL SEPARATISMO
lunes, marzo 21, 2022
CAUCA EN GUERRA
No queremos seguir sembrando más indios
Por: Nuestra Memoria Colectiva
Descargue el documento haciendo Click AQUI
sábado, octubre 09, 2021
sábado, octubre 02, 2021
domingo, septiembre 26, 2021
domingo, julio 04, 2021
El Cauca y la regulación de la coca
El Cauca y la regulación de la coca
Por: Omar Orlando Tovar Troches – ottroz69@gmail.com-
A pesar de que la llamada clase dirigente del Cauca ha tenido una prolongada presencia en el escenario de la política nacional, casi que desde el nacimiento mismo de Colombia como República independiente del imperio español y de que la existencia del atraso y la pobreza de esta región, coinciden con esta larga e inútil figuración; sólo hasta después de doscientos años, un representante de esta comarca, salido de las históricamente relegadas y discriminadas comunidades indígenas, ha tenido la sensatez de plantear una alternativa para sacar de la pobreza y de la guerra a todas sus comunidades.
Imagen: Feliciano Valencia - Senador del Cauca
El senador
caucano Feliciano Valencia (Movimiento Alternativo Indígena y Social –MAIS–)
junto con el senador Iván Marulanda (Partido Alianza Verde), presentaron y han
sacado adelante, al menos en su primer debate; un proyecto de ley que plantea
un cambio de paradigma de la política de drogas en Colombia: el Proyecto de Ley “Por medio del cual se establece el marco
regulatorio de la hoja de coca y sus derivados y se dictan otras
disposiciones.”
Si bien es
cierto que esta proyecto ha tenido un histórico avance, todavía tiene un largo
y azaroso camino para su consolidación, dadas las circunstancias de correlación
de fuerzas en el congreso colombiano, puesto que las derechistas mayorías
oficialistas, ya han planteado su férrea oposición a esta audaz propuesta de
cumplimiento del Acuerdo de Paz Estable y Duradera, que busca ponerle freno a
los graves problemas que el cultivo, transformación y comercio ilegal de los
derivados de la hoja de coca, le han ocasionado al país y que han agravado los
casi que tradicionales problemas de inequidad, exclusión, pobreza, violencia
guerra y atraso de regiones como el departamento del Cauca.
La
propuesta de regulación de la producción de la hoja de coca y de sus derivados,
liderada por el senador indígena Feliciano Valencia y el senador de la Alianza Verde Iván Marulanda,
recoge, no sólo la visión de los saberes ancestrales de las comunidades
indígenas del cauca, víctimas del actual esquema de guerra anti drogas, sino
que también recoge los resultados de estudios y análisis de sectores
científicos, académicos y políticos de Colombia y del mundo entero, que desde
hace mucho tiempo atrás, han venido señalando el fracaso del actual esquema de
lucha antidrogas, dados los pobres resultados en erradicación de sembradíos,
disminución de producción de cocaína exportada, control del blanqueo de
capitales, frente a los inmensos gastos de recursos económicos en armamento y
logística para fumigaciones y erradicación forzosa, así como el grave daño
ambiental, la nula disminución del consumo y la invaluable pérdida de vidas
humanas.
Ahora que
los sectores más acomodados de las sociedades del mundo, hablan de un
sospechoso regreso a la normalidad, bien vale la pena evaluar con detenimiento,
propuestas de cambio de algunos paradigmas
económicos, ambientales y sociales, como las que están planteadas en el
proyecto de ley de los senadores del MAIS y la Alianza Verde, para empezar a
transitar el camino del no regreso a esa normalidad de pobreza, exclusión,
desplazamiento, guerra y muerte que quedó desnudada durante la actual crisis
sanitaria y económica ocasionada por la peste del COVID19.
Teniendo
en cuenta que, a la hora de escribir esta nota, aún se ven y se oyen las miles
de voces inconformes con el pésimo manejo que tanto a la peste, pero sobre
todo, a la economía y a la sociedad en general, le han dado los partidos de
derecha que han gobernado a Colombia, durante estos últimos doscientos años y
de los que han hecho parte nobilísimos representantes de la clase política
caucana, es fácil caer en un razonable pesimismo, frente al futuro de esta
iniciativa de regulación de producción de la hoja de coca y sus derivados, dado
que; el uribismo, dueño de casi todos los entes del Estado colombiano, así como
un, todavía, amplio sector de la opinión pública internacional, miran con un
recelo doble moralista, proyectos de formalización del cultivo y transformación
de productos como la coca, la marihuana e incluso la amapola, que antes de ser
vistos como el origen del mal, deberían ser vistos como oportunidades de
redención.
No
obstante, el arduo camino que todavía tienen que transitar propuestas de
control de los cultivos y procesamiento de la coca y la marihuana, hay que
felicitar a los senadores Feliciano Valencia e Iván Marulanda, así como los
demás congresistas que acompañan esta iniciativa, por su empecinamiento en
avanzar en la búsqueda de la solución de los graves problemas que padecen el
Cauca y otras regiones de Colombia. Es una lástima el poco tiempo que queda de
este periodo legislativo y que les tocó luchar con la inutilidad, la torpeza y
la doble moral de una derecha recalcitrante, dueña del poder económico y
político en Colombia.
Amanecerá
y veremos, que dicen los próximos elegidos frente al Cauca y la regulación de
la coca.
Adenda: Para más y mejor información
acerca del Proyecto de Ley “Por medio del cual se establece el marco
regulatorio de la hoja de coca y sus derivados y se dictan otras
disposiciones.”; dirigirse a:
·
¿Qué ganaría Colombia si legaliza
las drogas ilícitas? | Revista Pesquisa Javeriana
·
Coca y paz: el mito de Sísifo en el
Cauca – Proclama del Cauca y Valle
martes, febrero 16, 2021
ELÍAS, ELÍAS… ¿POR QUE NOS HAS HABANDONADO
ELÍAS, ELÍAS… ¿POR QUE NOS HAS HABANDONADO?
Por: Omar Orlando Tovar Troches -ottroz69@gmail.com-
En días recientes, el Gobernador del Cauca, Elías
Larrahondo, publicitó con bombos y platillos la firma del llamado Pacto por la vida, los Derechos
Humanos, el Territorio y la Paz, documento en el que, por enésima vez, se
repite el compromiso de la institucionalidad de cumplir los principios básicos
establecidos en la Constitución Política de Colombia y demás normas nacionales
e internacionales, respecto al cuidado de la vida, honra y bienes de todos y
todas.
![]() |
Gobernador del Cauca-Elias Larrahondo durante la firma del Pacto por la vida, los Derechos Humanos, el Territorio y la Paz |
Entendiendo la intencionalidad de llamar la atención de la opinión pública caucana, pero sobre todo la del gobierno nacional, sobre la, ya endémica, situación de crisis humanitaria que ha vivido y vive el departamento del Cauca, no se puede dejar de lado la poca eficiencia que respecto a esa misma crisis ha demostrado, al menos públicamente, la actual administración departamental del Cauca, en cabeza de Elías Larrahondo.
Llama mucho la atención, que solo hasta estos días,
cuando ríos de sangre han corrido por
todo el territorio del Cauca, cuando los señores de la guerra nuevamente se
pasean por caminos y veredas caucanas, al señor gobernador, Don Elías, se le
haya escuchado, de manera apenas audible, algún tipo de pronunciamiento dirigido
hacia la institucionalidad nacional, para reclamar su acción en este rico
territorio, saqueado, excluido y olvidado por los políticos tradicionales del
Cauca y de Colombia, finalmente emparentados, en esa endogamia de la
incompetencia y la corrupción.
Causa curiosidad, que solo hasta después de completar
la horrorosa cuota de víctimas del conflicto que registra el Cauca, en el que
casi todas corresponden a firmantes del Acuerdo de Paz Estable y Duradero,
pertenecientes a la desmovilizada guerrilla FARC-EP, defensores de derechos
humanos, ambientalistas, lideres de comunidades étnicas y campesinos, el
flamante representante del norte del Cauca, territorio sobre el que confluyen
todas las formas de exclusión y violencia sobre las comunidades étnicas y
campesinas, se haya decidido, ahora sí, a llamar a esos mismos sectores, que él
mismo desdeño durante su campaña electoral, cuando decidió ir a engrosar las
filas de los políticos de siempre, causantes muchos de ellos de esta situación,
para hacerse elegir gobernador; a que
acudan a su auxilio.
Claro que el acto político de la firma del Pacto por la vida, los Derechos
Humanos, el Territorio y la Paz, debe ser ese primer paso para lograr movilizar
a toda la sociedad caucana, en defensa de la vida y del territorio, pero, para
que tal convocatoria pueda surtir el efecto deseado, se hace necesario que el
accionar de Don Elías, sea más contundente. Se necesita, en primer lugar, que
se decida, de una vez por todas, a sacudirse de la odiosa burocracia
clientelista heredada de tiempos de sus antecesores en la gobernación, el uno,
flamante senador de Cambio Radical y el otro, precandidato a lo que sea, para
que pueda empezar a gobernar, como esperaban sus electores y el resto de la
sociedad caucana.
![]() |
Afiche de campaña electoral del Gobernador Elías Larrahondo |
También se espera que el llamado a los sectores sociales, que el abandonó en campaña para ir a engrosar las filas del senador Ortega, no sólo corresponda a una acción publicitaria en tiempos previos a elecciones de congreso, en las que su nueva casa política tiene intereses de renovar la curul de uno de sus antecesores y asegurar una nueva para el otro, sino que corresponda a un nuevo estilo de gobierno, en el que el mandatario departamental del Cauca, lidere con decisión, y sobre todo con dignidad, el urgente y justo reclamo de real inversión social, así como de cumplimiento de los múltiples acuerdos firmados con esos sectores que está llamando a la unidad, por parte del gobierno central, hoy en manos de la extrema derecha colombiana.
Si. Muy
bueno el simbolismo político de la firma del Pacto por la vida, los Derechos
Humanos, el Territorio y la Paz, encabezado por el Gobernador, Don Elías
Larrahondo, pero lo que realmente esperan los sectores sociales ajenos a su
nueva casa política y a la institucionalidad, son muestras reales de ese
compromiso por la defensa de la vida y los derechos humanos. Las mayorías
caucanas, ya se están cansando de los discursos demagógicos de paz,
acostumbrados por el Titismo, las promesas de interlocución con el
gobierno nacional del liberalismo oficial o del partido de la U. Este Cauca, lo
que necesita es que el primer gobernador negro que ha tenido el norte del
Cauca, se apropie de su papel de representante de los eternos excluidos y
abusados del Cauca y que no sólo se acuerde de ellos para frustradas
coaliciones electorales o para reconocimientos fatuos, por una
representatividad que al parecer sólo es de papel, ya que en realidad muchos de
ellos a esta hora, parecieran estar viviendo el viacrucis eterno de los
olvidados, y reclamando del gobernador: ¡Elías, Elías, ¿por qué nos has
abandonado?!
P.S. Por
si alguno de los escasos lectores de estas líneas tiene acceso al Gobernador
del Cauca: Por favor recomiéndele que hable con el Pollo López y le recuerde
que es muy difícil publicitar un pacto por la vida y por los derechos humanos,
si se manda al odioso ESMAD a golpear jóvenes caucanos, frente a la gobernación
y la alcaldía de Popayán, en el lustrosísimo Parque Caldas, de la Blanca y
Señorial Popayán.