El Cauca y la regulación de la coca
Por: Omar Orlando Tovar Troches – ottroz69@gmail.com-
A pesar de que la llamada clase dirigente del Cauca ha tenido una prolongada presencia en el escenario de la política nacional, casi que desde el nacimiento mismo de Colombia como República independiente del imperio español y de que la existencia del atraso y la pobreza de esta región, coinciden con esta larga e inútil figuración; sólo hasta después de doscientos años, un representante de esta comarca, salido de las históricamente relegadas y discriminadas comunidades indígenas, ha tenido la sensatez de plantear una alternativa para sacar de la pobreza y de la guerra a todas sus comunidades.
Imagen: Feliciano Valencia - Senador del Cauca
El senador
caucano Feliciano Valencia (Movimiento Alternativo Indígena y Social –MAIS–)
junto con el senador Iván Marulanda (Partido Alianza Verde), presentaron y han
sacado adelante, al menos en su primer debate; un proyecto de ley que plantea
un cambio de paradigma de la política de drogas en Colombia: el Proyecto de Ley “Por medio del cual se establece el marco
regulatorio de la hoja de coca y sus derivados y se dictan otras
disposiciones.”
Si bien es
cierto que esta proyecto ha tenido un histórico avance, todavía tiene un largo
y azaroso camino para su consolidación, dadas las circunstancias de correlación
de fuerzas en el congreso colombiano, puesto que las derechistas mayorías
oficialistas, ya han planteado su férrea oposición a esta audaz propuesta de
cumplimiento del Acuerdo de Paz Estable y Duradera, que busca ponerle freno a
los graves problemas que el cultivo, transformación y comercio ilegal de los
derivados de la hoja de coca, le han ocasionado al país y que han agravado los
casi que tradicionales problemas de inequidad, exclusión, pobreza, violencia
guerra y atraso de regiones como el departamento del Cauca.
La
propuesta de regulación de la producción de la hoja de coca y de sus derivados,
liderada por el senador indígena Feliciano Valencia y el senador de la Alianza Verde Iván Marulanda,
recoge, no sólo la visión de los saberes ancestrales de las comunidades
indígenas del cauca, víctimas del actual esquema de guerra anti drogas, sino
que también recoge los resultados de estudios y análisis de sectores
científicos, académicos y políticos de Colombia y del mundo entero, que desde
hace mucho tiempo atrás, han venido señalando el fracaso del actual esquema de
lucha antidrogas, dados los pobres resultados en erradicación de sembradíos,
disminución de producción de cocaína exportada, control del blanqueo de
capitales, frente a los inmensos gastos de recursos económicos en armamento y
logística para fumigaciones y erradicación forzosa, así como el grave daño
ambiental, la nula disminución del consumo y la invaluable pérdida de vidas
humanas.
Ahora que
los sectores más acomodados de las sociedades del mundo, hablan de un
sospechoso regreso a la normalidad, bien vale la pena evaluar con detenimiento,
propuestas de cambio de algunos paradigmas
económicos, ambientales y sociales, como las que están planteadas en el
proyecto de ley de los senadores del MAIS y la Alianza Verde, para empezar a
transitar el camino del no regreso a esa normalidad de pobreza, exclusión,
desplazamiento, guerra y muerte que quedó desnudada durante la actual crisis
sanitaria y económica ocasionada por la peste del COVID19.
Teniendo
en cuenta que, a la hora de escribir esta nota, aún se ven y se oyen las miles
de voces inconformes con el pésimo manejo que tanto a la peste, pero sobre
todo, a la economía y a la sociedad en general, le han dado los partidos de
derecha que han gobernado a Colombia, durante estos últimos doscientos años y
de los que han hecho parte nobilísimos representantes de la clase política
caucana, es fácil caer en un razonable pesimismo, frente al futuro de esta
iniciativa de regulación de producción de la hoja de coca y sus derivados, dado
que; el uribismo, dueño de casi todos los entes del Estado colombiano, así como
un, todavía, amplio sector de la opinión pública internacional, miran con un
recelo doble moralista, proyectos de formalización del cultivo y transformación
de productos como la coca, la marihuana e incluso la amapola, que antes de ser
vistos como el origen del mal, deberían ser vistos como oportunidades de
redención.
No
obstante, el arduo camino que todavía tienen que transitar propuestas de
control de los cultivos y procesamiento de la coca y la marihuana, hay que
felicitar a los senadores Feliciano Valencia e Iván Marulanda, así como los
demás congresistas que acompañan esta iniciativa, por su empecinamiento en
avanzar en la búsqueda de la solución de los graves problemas que padecen el
Cauca y otras regiones de Colombia. Es una lástima el poco tiempo que queda de
este periodo legislativo y que les tocó luchar con la inutilidad, la torpeza y
la doble moral de una derecha recalcitrante, dueña del poder económico y
político en Colombia.
Amanecerá
y veremos, que dicen los próximos elegidos frente al Cauca y la regulación de
la coca.
Adenda: Para más y mejor información
acerca del Proyecto de Ley “Por medio del cual se establece el marco
regulatorio de la hoja de coca y sus derivados y se dictan otras
disposiciones.”; dirigirse a:
·
¿Qué ganaría Colombia si legaliza
las drogas ilícitas? | Revista Pesquisa Javeriana
·
Coca y paz: el mito de Sísifo en el
Cauca – Proclama del Cauca y Valle
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