LA VITRINA DE LA CONVERSA

viernes, agosto 19, 2016

VIOLENCIA Y EDUCACION

VIOLENCIA Y EDUCACIÓN


Luego de las "publicitadas" marchas en contra de la Ministra de Educación Nacional, la Doctora Gina Parody, nos encontramos nuevamente con esa otra realidad, que nos golpea y que por culpa del amarillismo de las grandes cadenas de T.V. privada de Colombia; se nos está convirtiendo en paisaje.

Día tras día, video de vigilancia tras video de vigilancia, acudimos pasivos a contemplar el avance del otro conflicto que sigue desangrando nuestra sociedad, esa de los niños, niñas y adolescentes que se nos presentan como victimas y mas grave aún; como victimarios de una violencia originada por la lógica de acumulación capitalista, impuesta por nuestra contra-cultura del narcotráfico, ahora de cara a nuestro territorio y nuestros niños.


Por un lado los "Airados padres y madres", furiosos con la iniciativa de abrir espacios de tolerancia, inclusión y respeto, al interior de las Instituciones Educativas, desfilando desinformados y llenos del odio sembrado en sus corazones por personas ajenas a esa cruda realidad de violencia que azota a nuestros jóvenes y niños; protestan utilizando la intransigencia, la intolerancia, el improperio o el insulto para acallar las voces de los y las "diferentes", que sólo buscan poner sobre el tapete, la discusión de ese casi eterno conflicto nuestro: La violencia cotidiana. Por el otro la muerte cosechando los frutos de toda esa intolerancia, de todo ese odio.

En Santander de Quilichao, recientemente acudimos otra vez al triste espectáculo de niños, niñas y adolescentes envueltos en peleas "pandillescas" por las calles de este municipio, envalentonados con armas de fuego que no se sabe a ciencia cierta cómo fué a parar a sus manos, enfrentándose, no sólo entre ellos y ellas, sino  en contra de los agentes del orden público. Se pregunta uno como espectador aterrado: ¿Serán los padres y/o cuidadores de estos menores, los mismos que salieron a marchar en contra de la Ministra de Educación en dias pasados?, ¿Serán esas las sanas costumbres de respeto y amor que les inculcan en sus heterosexuales y religiosos hogares?. Aspiraría a que las respuestas fueran negativas.