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LA VITRINA DE LA CONVERSA
sábado, diciembre 09, 2023
viernes, julio 14, 2023
COMUNICADO A LA OPINIÓN PÚBLICA QUILICHAGÜEÑA
La Conversa de Fin de Semana comparte con sus lectores, visitantes, amigos, seguidores, suscriptores y especialmente, con la comunidad Quilichagüeña, el COMUNICADO de las organizaciones Frente Amplio por La Paz con Justicia Social, Memoria Colectiva Quilichao, Para Sanar a Mi Quilichao y las Ciudadanías Independientes de Quilichao; frente a las candidaturas a la alcaldía de este importante municipio norte caucano.
La ausencia de propuestas programáticas serias de los candidatos a la alcaldía de Santander de Quilichao y que han sido reemplazadas por listados de buenas intenciones generales y frases de cajón para esconder el hecho real de la ausencia de la comunidad en el análisis y la proyección administrativa; nos impiden que podamos respaldar cualquiera de esas candidaturas.
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miércoles, junio 21, 2023
¿QUÉ ESTÁ PASANDO CON EL PACTO HISTÓRICO EN QUILICHAO?
La Conversa de Fin de Semana ha venido recibiendo informaciones, según las cuales, el anuncio público de la nominación del Concejal del MAIS en Santander de Quilichao, como candidato por el Pacto Histórico a la alcaldía de Santander de Quilichao en las elecciones locales y regionales de octubre próximo, habría ocasionado un fuerte sisma al interior de la coalición.
Al comunicado de Colombia Humana, partido del actual presidente de Colombia, Gustavo Petro, en el que se denuncia la imposición del nombre del concejal Jesús Yule, como candidato del Pacto a la alcaldía municipal de Santander de Quilichao, se suman las comunicaciones públicas de dirigentes de movimientos y partidos integrantes del Pacto Histórico, en las que se lee un gran descontento por la manera en que se hizo la nominación del concejal de MAIS, como aspirante a suceder a la actual alcaldesa Lucy Amparo Guzmán, perteneciente a la coalición de los ex alcaldes Carlos Bonilla y Eduardo Grijalba, quien nuevamente estaría aspirando a su reelección como alcalde.
La Conversa comparte con sus lectores, visitantes, seguidores y suscriptores los documentos suscritos por: Carlos Vargas, ahora ex integrante de la Unión Patriótica y Carlos Ramírez, actualmente exaspirante al Concejo municipal de Quilichao por el Polo Democrático Alternativo, en los que se señala el descontento por la manera en que se hizo la nominación de Jesús Yule, como candidato del pacto. Así las cosas, estas muestras de desaprobación a la nominación del concejal Yule, podrían estar indicando la existencia de grandes dudas acerca del respaldo que podría tener su candidatura por parte de las bases que han venido respaldando las propuestas del Pacto Histórico, quienes se estarían preguntando: ¿Qué está pasando con el Pacto Histórico en Quilichao?
COMUNICADO PÚBLICO A LA UNIÓN PATRIÓTICA
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CARTA RENUNCIA ASPIRACIÓN AL CONCEJO DE SANTANDER DE QUILICHAO EN NOMBRE DEL POLO DEMOCRÁTICO
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domingo, marzo 12, 2023
domingo, diciembre 18, 2022
jueves, diciembre 08, 2022
domingo, octubre 30, 2022
domingo, octubre 23, 2022
martes, octubre 18, 2022
QUILICHAO VIVE INDIGNADO
Por: Omar
Orlando Tovar Troches -ottroz69@gmail.com-
$1.400.000.000.
Mil cuatrocientos millones de pesos. Esa cifra es lo que podría costar la
creación de los nuevos cargos en la administración central del municipio de
Santander de Quilichao. Perdón por empezar estas notas con una cifra.
En tiempos
en los que la devaluación de la moneda colombiana nos ha obligado a empezar a
pensar en cifras astronómicas, billonarias, así con “B”, para referirnos a lo
que cuesta cualquiera de los ítems de la administración pública y tristemente,
a lo que nos cuesta el despilfarro y la corrupción; mil cuatrocientes millones
de pesos, resultaría ser una suma pequeña, en comparación con los más de
cuatrocientos billones de pesos estimados para el Presupuesto General de la
Nación colombiana, para el año 2023. La verdad, la comparación no cabe y los mil
cuatrocientos millones, si son significativos para el presupuesto municipal de
Quilichao.
En la foto Concejo Municipal y Alcaldesa de Santander de Quilichao.
Imagen tomada de Proclama del Cauca y Valle
Para una
administración municipal, como la de la señora Alcaldesa Lucy Amparo Guzmán,
que constantemente se queja, a través de la oficina de relaciones públicas y
propaganda en la que terminó convertido el Concejo Municipal de Santander de Quilichao, de la constante
falta de recursos para inversiones como, por ejemplo, la restauración de la malla
vial del casco urbano o el cumplimiento del mandato judicial de pago de la
deuda con la Compañía Energética de Occidente, por solo mencionar las más
llamativas; sumarle otra carga por más de mil millones de pesos, a las precarias
arcas municipales, no deja de causar serias preocupaciones para el ciudadano
del común.
Un ejercicio responsable de lo público no podría permitir poner en riesgo la viabilidad financiera del municipio, al sumarle otra gran carga laboral a un precario presupuesto, así en palabras del comité de aplausos, tan solo se trate de 1.400.000.000 de pesitos
Si bien es
cierto que, la lectura del libreto jurídico-económico de la propuesta de la alcaldesa,
por parte de los concejales proponentes, ante un escaso público con poco manejo
de los enrevesados términos técnicos de la dichosa propuesta, podría dejar la
sensación del cumplimiento con la legalidad de la propuesta; también lo es, el
hecho de que el ejercicio memorístico de recitación de tal libreto no termina
de convencer a la opinión pública mayoritaria, de la legitimidad de tal
proposición.
En este
punto es preciso señalar que dentro de un Estado Social y de Derecho, como el
colombiano, la expedición de las normas (para este caso un Acuerdo Municipal),
obliga al operador legislativo (el Concejo municipal de Santander de Quilichao)
a tener en cuenta que las normas que prescriben, además de tener legitimidad
formal, también deben tener legitimidad material, esto es : “el
consenso (reconocimiento) del pueblo respecto de la ley creada o de la
actuación del Poder Público y nos remite al contenido ético de la norma con
referencia al contexto social en que ha de ser aplicada.” [1]
Platanizando la nota; lo anterior quiere decir que,
sin importar, qué tan bonito y sobre todo, “técnico” suene y se lea la
propuesta de incrementar la nómina del municipio, esta proyecto de Acuerdo debe
obedecer a principio éticos de la misma administración pública, que señalarían
que un ejercicio responsable de lo público, no podría permitir poner en riesgo
la viabilidad financiera del municipio, al sumarle otra gran carga laboral a un
precario presupuesto, así en palabras del comité de aplausos, tan solo se trate
de 1.400.000.000 de pesitos: ¡Quiere cacao!
Causa indignación que la propuesta de cargar con más gastos
laborales a las maltrechas finanzas municipales, que, entre otras cosas, pagamos
todos, intente disfrazar el vulgar ejercicio de la politiquería, con argucias
tecnocráticas, con tal de cumplir las promesas electoreras de nombramientos y
contraticos.
El intento de mezclar la certificación en educación, con las
necesidades del servicio de la administración, no deja de ser una jugadita
desesperada, no solo para cumplirle al comité de aplausos, sino para intentar dejar
incrustadas en la administración municipal, a fichas claves que defiendan o
tapen, 20 años de deficientes administraciones.
Las ciudadanías libres y decentes de Santander de Quilichao se
sienten indignadas por este nuevo irrespeto al sentido común, puesto que no
pueden entender cómo se podría justificar un aumento de la nómina municipal,
cuando se observa en el día a día, como se duplican funciones, como hay
funcionarios, sin funciones y como se contratan (tercerizan) funciones propias
de la administración.
Por muy bonito y técnico que les suene y se les lea el
libreto, ni los concejales oficialistas, ni la alcaldesa y mucho menos, el
Bonillo-Grijalbismo, pueden olvidar, por un minuto, que así logren salirse con
la suya, raspando la olla y empeñando al municipio con estos favores
clientelares; Quilichao vive indignado y va a seguir mostrando su indignación
en las urnas.
domingo, septiembre 11, 2022
martes, septiembre 06, 2022
Juntos, pero no revueltos
Panorámica de CAM Santander de Quilichao. Tomada de: Radio 1040 A.M. |
Por: Omar Orlando
Tovar Troches – ottroz69@gmail.com-
Una de las
características más sobresalientes de quienes han hecho política y se han hecho
elegir por partidos, movimientos y grupos significativos de ciudadanos, que
representan la política tradicional colombiana, es su asombrosa capacidad de atribuir
a los demás, la historia, la economía o a la misma naturaleza, la responsabilidad
de sus desaciertos o de su ineptitud.
Este
comportamiento, rayano a la impudicia, que ostenta la clase política
tradicional, normalmente es exhibido cuando las circunstancias adversas, e
incluso, las críticas a sus metidas de pata o a su inacción, se salen de
control. En estos momentos de crisis, el cinismo se les sale, el oportunismo
toma el control y en lugar de apelar a una actitud humilde de reconocimiento de
los errores, la falta de tino para decidir o de la ignorancia sobre tal o cual
asunto; asumen una actitud de superioridad moral y terminan acudiendo a la auto
victimización y al ejercicio del espejo retrovisor, para endilgarle su ineficiencia
e incapacidad a administraciones pasadas, sin importarles, siquiera, que éstas
hayan sido sus aliadas o sus patrocinadoras.
Este escenario,
tristemente naturalizado por las ciudadanías necesitadas, pero, sobre todo,
desinformadas, es el que presenta la actual administración de Santander de
Quilichao, en momentos en los que, los niveles de inseguridad y de violencia
que azotan a este municipio norte caucano, han alcanzado niveles inimaginables.
Imagen tomada de: cuartodehora.com |
La ciudadanía atemorizada por el clima de violencia que ha implantado la delincuencia en todas sus formas, ha empezado a manifestar su indignación por la total ineficacia de las medidas que ha tomado la administración municipal y siente que tanto la alcaldesa, como los altos mandos militares, no están cumpliendo con su obligación constitucional de preservar la vida, honra y bienes de quienes habitan en esta zona del norte del departamento del Cauca.
Ahora bien, una vez señaladas las características de la clase política que desde hace veinte años y hasta la fecha, ha tenido la responsabilidad de lo que en la actualidad acontece en el municipio más importante del norte del Cauca, se hace necesario plantear que, no es de extrañar el tibio llamado a la unidad, que desde el despacho de la alcaldía de Santander de Quilichao, se hace a algunos sectores de la sociedad civil de esta comarca, toda vez que, como se venía señalando, este es uno de los comportamientos típicos de la clase política tradicional, cuando se encuentra impotente ante el resultado de haber transitado la acostumbrada ruta del amiguismo clientelar y de la desconexión con la realidad política y social del territorio que supuestamente “administran”.
Contrario a lo que
piensan algunos miembros de la oposición política quilichagüeña, quien estas
líneas comparte, no considera que el llamado a la unidad que hace la mandataria
local, pueda considerarse como incoherencia, todo lo contrario; tal y como se
ha venido planteando en esta columna, esta actuación hace parte de la línea
política de la derecha tradicional colombiana, que una vez abrumada por la
efectividad de su incompetencia, acude a una especie de chovinismo local,
aprovechando el desespero de la sociedad, para intentar “democratizar” su
fracaso, echando mano de iniciativas ajenas para salir del paso y ¿por qué
no?... ejecutar una maroma de re encauche, o de mimetización de su posible
sucesor (a), así sea en el cuerpo de algún aliado.
No obstante que la
confianza ciudadana hacia la mandataria municipal, se encuentre en muy malas
condiciones, lo cierto es que, la sociedad quilichagüeña debe dar el paso de
reclamar para sí, el poder constitucional que tiene (Artículo 3 de la
Constitución Política de Colombia), con el propósito de buscar salidas
consensuadas al gravísimo problema de inseguridad que padece el municipio. La
Carta Política colombiana ofrece varias alternativas de participación
ciudadana, dentro de la que está incluida la del Cabildo Abierto, o los
diferentes espacios de coadministración que ofrece la arquitectura estatal (los
consejos municipales de planeación, de juventud, entre otros espacios) ya que
el ente de control político y de coadministración dominado por los aliados de
la alcaldesa, se ha rehusado a cumplir con su obligación constitucional.
Debe quedar claro que el llamado no es para rodear a la actual alcaldesa o al Bonillo –Grijalbismo, sino al ejercicio de la búsqueda conjunta de soluciones que puedan restablecer la tranquilidad al municipio y que eviten brotes de justicia por mano propia.
Debe quedar claro que el llamado que hace este opinador, no es a rodear a la actual alcaldesa o al Bonillo –Grijalbismo en todas sus vertientes, sino al ejercicio de la participación democrática directa, a la búsqueda conjunta de soluciones, que no solo, puedan restablecer la armonía y la tranquilidad al municipio, sino que además, eviten brotes de justicia por mano propia, ocultos en convenientes nombres de grupos de seguridad ciudadana, grupos de reacción ciudadana, seguridad comunitaria, etc., ya intentados por el uribista ex secretario de gobierno de la actual administración municipal de Santander de Quilichao. La seguridad y la convivencia ciudadana no pueden quedar, como los cacareados Consejos de Seguridad, en un simple y muy utilizable llamado a la unidad, sino que debe ser un llamado a la civilidad y a la solidaridad ciudadana.
Ante crisis de
extrema gravedad, como la que atraviesa Santander de Quilichao, es necesario
estar juntos en torno a buscar soluciones, lo que no podemos permitir es una
revoltura coyuntural para tapar veinte años de lo mismo. Quilichao no puede
permitirse el lujo de seguir la misma senda. Ya fue suficiente de la
alternancia de los de siempre, así sea con sus nuevas caras, ahora en trance de
mimetismo y de ventajosa aproximación a sectores alternativos.
Juntos, pero no
revueltos.
jueves, noviembre 25, 2021
domingo, noviembre 14, 2021
sábado, octubre 02, 2021
domingo, septiembre 26, 2021
viernes, marzo 12, 2021
#YoTambiénMePongLasBotas
#YoTambiénMePongoLasBotas
Por: Omar Orlando Tovar Troches -ottroz69@gmail.com-
Foto tomada de: Facebook |
Este bochornoso
episodio se suma a la ya larguísima lista de atropellos sufridos por las
comunidades étnicas de este país, protagonizada por agentes del Estado, dizque,
obligados a protegerlos. En esta ocasión la excusa argüida por los agentes del
orden, era la apariencia sospechosa de unos indígenas que aguardaban en uno de
los improvisados terminalitos de Santander de Quilichao, a que llegaran
documentos y pertenencias que estaban en la Asociación de Cabildos Indígenas
del Norte del Cauca, para seguir rumbo a su territorio, luego de una jornada de
recorrido humanitario por la convulsiva región del Naya.
A los
efectivos de la Policía Nacional, que llegaron en asombroso número para,
supuestamente, requerir la cédula a estos sospechosos personajes mal vestidos,
con botas de caucho y embarrados hasta el apellido, no les basto que uno de
ellos se identificara como Autoridad Tradicional Indígena y que los demás lo
hicieran como miembros del grupo de paz, conocido como guardia indígena,
tampoco les basto observar que llevaban sus bastones de mando, reconocidos
internacionalmente. Querían ver el documento físico, no obstante, que la ley
que ellos, supuestamente, están obligados a obedecer y hacer cumplir, hace rato
dijo que tal requerimiento no es necesario, para eso, basta con verificar el
número en la base de datos. No, estos agentes del orden requerían el bendito
pedazo de plástico, si o sí, dizque para identificar a estos sospechosos.
Autoridad y Guardia Indígenas Arrestados ilegalmente. Foto: Facebook |
Luego del rifirrafe
entre las autoridades ancestrales y el comandante de policía, el resultado fue un
comunero indígena herido y conducido a la Fiscalía, por supuesta agresión a un
policial. Al ser consultados sobre la causa última del incidente, algunas
fuentes consultadas, coincidieron en indicar que los policiales afirmaron, sin
rubor alguno, que todo empezó por parecerles sospechosa la apariencia física, la
vestimenta y las botas embarradas de los indígenas. Tras la indignada reacción
de las comunidades indígenas y de un buen número de ciudadanos quilichagüeños,
la alcaldesa municipal de Santander de Quilichao, propuso una mediación que
concluyo con la propuesta de unos cursitos para que los indígenas y policías aprendieran
quien era cada quien y quien era autoridad.
Reunión Alcaldía, Policía y Autoridades Indígenas. Foto: Alcaldía de Santander de Quilichao |
Lo que
queda claro, no sólo por este reciente hecho de atropello, sino por la larga
cadena de maltrato que han protagonizado miembros de las FFMM e incluso altos
funcionarios de este gobierno, encargados de interactuar con los indígenas, es
un patrón de prejuicio político y de racismo en contra de los grupos étnicos
colombianos, en el que, no sólo se desconoce el marco jurídico colombiano, que
reconoce la autonomía, la jurisdicción y la autoridad, propia de las naciones
indígenas de Colombia; sino que ha sembrado un discurso público que reproduce
este patrón al interior de un buen numero de colombianos que, aún en pleno
siglo XXI, creen a pie juntillas que los indios no deberían tener derechos,
autonomía, ni menos autoridad.
En las
redes sociales del Cauca, ya se viene proponiendo un día en el que todos
salgamos con botas y ojalá embarradas para protestar por este acto de
persecución política y de racismo, efectivamente: #YoTambiénMePongoLasBotas.