LA VITRINA DE LA CONVERSA

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martes, septiembre 26, 2023

LOS "ARGUMENTOS" DE LA EXTREMA DERECHA*

En la imagen: Principales figuras de la derecha en Colombia. Tomada de semana.com

Por: Hernán Riaño

Lo primero que tenemos que preguntarnos es: la extrema derecha (uribismo) ¿tiene argumentos? Sin dar aún respuesta a la pregunta y haciendo un acto de fe, creyendo que sí los tiene, analizaremos sus actuaciones antes y después del primer gobierno democrático de Colombia.

Durante los gobiernos de la derecha, en especial los 8 de Uribe, 8 de Santos y 4 de Duque, lo que se vio en el país fue una consolidación del poder de este sector político, representado en los grupos empresariales que tienen el poder en Colombia. El despojo de tierras y su posterior “legalización” con ventas acomodadas a los grandes empresarios, el saqueo permanente de los dineros públicos para favorecer a políticos y grupos económicos, el lavado de activos en el cual se han visto involucrados personajes de la “vida nacional”, negociados, evasión y elusión de impuestos, comisiones para altos dignatarios por conceder licitaciones, robo descarado de recursos naturales como el caso denunciado recientemente en Ecopetrol, etc., etc., y muchos etcétera que nunca, pareciera , se van a acabar de descubrir y todo esto acompañado por el empobrecimiento, pérdida de trabajo decente y miserabilización de la sociedad colombiana. 

Llegaron las elecciones regionales en las que se juegan intereses de cada lado. De la extrema derecha: mantener su dominio territorial, que, para ellos, señores feudales, es muy importante conservar su dominio en la región de “su propiedad” 

Este dominio fue impulsado con las manifestaciones de odio de Álvaro Uribe contra los jóvenes, maestros, campesinos, sindicalistas y pueblo colombiano, en general; todo el que no pensara como él y sus seguidores era calificado con cantidad de términos inventados por el ex para generar su animadversión y en muchos casos persecución y muerte. Total, que nunca presentaron ningún argumento para nada, eran dueños absolutos de vida y bienes de los pobres de Colombia y no le dieron nunca explicaciones al país de sus actos, no tenían necesidad, ya que sus medios de comunicación justificaban estas actuaciones todos los días.

En la campaña electoral del año 2.022 y ante el “susto” de que subiera Gustavo Petro, esas elecciones fueron plagadas de ataques, mentiras, calumnias, medias verdades y todo tipo de bajezas, por parte de la extrema derecha. Con la llegada del primer gobierno democrático en el año 2.022, ellos decidieron declarase en oposición, para tratar de frenar las reformas que necesita nuestra sociedad para dar el salto a un Estado medianamente moderno. Pero la metodología no cambió, lo que se ha visto en este primer año largo de gobierno es una oposición autodenominada “inteligente” sin ningún argumento, la única arma que tiene y decidieron usarla con más fiereza, las mentiras, calumnias, amenazas y todo tipo de ataque rastrero, sin ninguna prueba ni soporte real, solo con el ánimo y deseo que no se logre el cambio y un país en paz. 

Infortunadamente para el periodismo, es que el mejor aliado que han tenido Uribe y sus “muchachos”, son los medios de comunicación llamados tradicionales o comerciales, que no han tenido ni un ápice de decencia pues se inventan mentiras todos los días, calumnian a funcionarios del gobierno, les inventan situaciones que nunca han sucedido y hasta con la familia de Petro y algunos de los miembros del gobierno se han metido, sin ningún pudor ni importarles el daño que pudieran causar. Además, siguen justificando todos los casos de corrupción y desfalco de los gobiernos anteriores, hasta la famosa “seguridad democrática” (que hoy ya sabe el país en que consistió realmente), sigue siendo justificada por algunos de esos medios, a pesar de las confesiones de militares (hasta generales) que mostraron la verdad de los asesinatos cometidos durante el gobierno de Uribe. El ex sigue siendo entrevistado a mañana y noche por emisoras y canales para que justifique sus actuaciones.

Con este panorama llegaron las elecciones regionales en las que se juegan intereses de cada lado. De la extrema derecha mantener su dominio territorial, que, para ellos, señores feudales, es muy importante conservar su dominio en la región de “su propiedad” y para los verdaderos demócratas, llegar a los poderes legislativos de departamentos, municipios y localidades para garantizar la posibilidad de hacer las reformas impulsadas desde el gobierno nacional. A unas semanas de ir a elecciones se ve lo mismo desde la campaña de 2.022 pero con más fiereza, los partidos de derecha, al unísono, repiten, junto con sus medios de comunicación, las mismas mentiras y calumnias que llevan repitiendo. No presentan argumentos de nada, no hay programas, no hay propuestas, solo violencia verbal y, ya se ve violencia física.

Desde el inicio del gobierno la táctica mediática y de los políticos de ultraderecha ha sido inventarse “escándalos” a base de mentiras y calumnias, cuando se ven “pillados” ya tienen listo otro “escándalo” y así semana tras semana para tratar de minar la confianza de los ciudadanos y tapar todos los delitos y posibles delitos que se vienen descubriendo todos los días y que envuelven a los gobiernos de desde el primero de Uribe.

La respuesta a la pregunta de que si ¿la extrema derecha tiene argumentos? La respuesta es no; cuando unas personas recurren a las mentiras, calumnias, violencia verbal y física es la demostración de que no hay argumentos.  Desmond Tutu, arzobispo africano, pacifista y líder anti-Apartheid acuñó esta frase: "No levantes la voz, mejora tu argumento", a propósito de la violencia en África, que nos viene como anillo al dedo en la actual situación.

Y no hay argumentos porque sus verdaderos intereses son seguir viviendo a costillas del Estado como lo han hecho históricamente. Pero con este gobierno y con la ayuda de las redes sociales han quedado al descubierto, todos los días se les destapan más hechos que demuestran lo que estaban haciendo con Colombia; desfalcos y robos de toda clase, dejaron al país en la miseria y con unos problemas tan graves que en muchos casos no se sabe cómo solucionarlos. Esta situación la mostró en una columna Salomón Kalmanovitz antes de la posesión de Petro y un año después los hechos demuestran que no solo tenía razón, sino que la situación tiene visos de catástrofe (1). Ante esta realidad solo les queda atacar, mentir, intentar golpes, aliados con la fiscalía callar a quien denuncie, apoyarse en sus medios de comunicación para que les tapen todos los actos de corrupción y desfalco del erario.

Esto se vio recientemente con la reforma a la salud, los dueños de las EPS quedaron como mentirosos ante el país al enviar una carta al presidente en la que anunciaban, prácticamente, un inminente cierre de servicios de salud, que, porque “el gobierno no les había pagado”, la respuesta fue contundente, se les demostró, no solo, que, si les pagan, sino que el gobierno lo hace por anticipado. Al verse descubiertos, ayudados por los medios, salieron a justificar la misiva diciendo que sí les pagaban pero que la plata no les alcanzaba, a pesar de que este gobierno ¡les aumento por encima de lo que ellos pedían! No cuentan cuánto dinero sacan para su beneficio de la cantidad de billones que el gobierno les gira anualmente ni los sueldos de ministro que tienen los ejecutivos de esas empresas con los impuestos de todos los colombianos. Y la atención a los usuarios es cada vez peor. Nunca han dado los argumentos de beneficio para el país de las EPS y además nadie sabe cuáles son. Pero eso sí, utilizan todo su poder económico (con dineros públicos) para defenderse, callar opositores y calumniar la reforma para que no sea aprobada. Este es solo un ejemplo de la actuación de la extrema derecha y su falta de argumentos, hay muchos en todos los campos.

Esos "argumentos" de la derecha los usan los llamados de centro, a los que llaman “tibios”, los que se autodenominan "alternativos y dignos". Hemos visto muchos parlamentarios que se hicieron elegir dizque “apoyando” a Petro, ahora en las toldas de la ultraderecha atacando como cualquier uribista reconocido. Hasta miembros de partidos de “izquierda” se han visto, en confusas situaciones, aparentemente apoyando a candidatos al concejo del Centro Democrático. Nada de argumentos solo intereses partidistas y personales.

Pero lo más grave es que en la calle uno oye a la gente más pobre, sin empleo, sin educación ni con que comer, argumentando sin fundamentos e influenciados por la extrema derecha, acusando de esto o aquello al gobierno democrático. Esos son los responsables de que la ultraderecha siga vigente en nuestro país. Los culpables de que los feudales sigan en el poder, son estos descamisados que no han tomado consciencia, y no sé si quisieran hacerlo, de que su suerte haya sido y sea causada por ellos, sino que prefieren seguir siendo esclavos muertos de hambre. Ellos son la fuente de poder de que los poderosos sigan explotando al país y a sus ciudadanos.

Hay que plantear un debate con argumentos en los que se muestre la realidad de lo hecho por la ultraderecha en los últimos 30 años, cuáles son las consecuencias de sus actos, de la implantación del caduco neoliberalismo que solo ayudó a los más ricos en detrimento de los pobres y que los ciudadanos no se dejen influenciar por los ataques rastreros y sin fundamentos, sino que averigüen la verdad. A eso es que le tienen miedo, a que se sepa la verdad.

(1) https://www.elespectador.com/opinion/columnistas/salomon-kalmanovitz/el-corrupto-legado-de-duque/

*Texto originalmente publicado en SoNoticias – Periodismo y compartido a la comunidad de La Conversa de Fin de Semana, gracias a la generosidad del periodista Otto Hernán Riaño.

Las opiniones de los columnistas son de su exclusiva responsabilidad.  Les invitamos a leer, comentar, compartir y a debatir con respeto.

  

lunes, septiembre 11, 2023

…Y LLEGARON LAS ELECCIONES*

 

Por: Hernán Riaño

vemos una campaña en la que no se notan diferencias sustanciales entre los de derecha y los de izquierda, poco de programas, mucho de propaganda, cerveza, lechona, tamal y lo más grave todo tipo de posibles delitos electorales.

Cada dos años, nuestro país hace elecciones; unas regionales, como las de este año, y las otras nacionales.

Las de este año tienen unos ingredientes distintos a las de otras épocas, ya que es la primera vez que se hacen, teniendo un gobierno democrático elegido libremente por el pueblo. En las anteriores, los poderosos gamonales, como se conocen en nuestro país y en el mundo como feudales, obedecían (y aún lo hacen), a poderes obscuros, unos entronizados en las élites nacionales y otros con intereses particulares de dominio feudal sobre la tierra y la subyugación de los residentes de determinado departamento o municipio. Cuando no existían elecciones para los ejecutivos regionales, llámense alcalde y gobernadores solo para concejales y diputados, las llamadas elecciones de “mitaca” eran decididas en el escritorio por los líderes políticos nacionales o regionales unilateralmente; las llamadas papeletas de votación, en las que se consignaba la lista a determinada corporación con una asignación a dedo o a bolígrafo de los candidatos. Este año hubo una polémica por el tema de listas abiertas o cerradas, controversia que no se aclaró del todo, pero la lista mayoritaria afín al gobierno optó por la cerrada alternativa, aunque con inconformidades por su confección.

La forma “tradicional” de llevar a cabo las elecciones por parte de la derecha, es a través de compra de votos, clientelismo, cerveza, lechona y tamales con los que convencen a la gente para que “me regale el votico” y seguir viviendo del erario, haciendo contratos y perpetuando la corrupción. No podemos esperar que cambien su forma de hacer política, pero sí podemos exigirles a los votantes que no les sigan alcahueteando a estos personajes.

Este año, las elecciones llamadas regionales ha tenido una importancia inusitada por cuenta del primer gobierno democrático de Colombia y la necesidad de unos de seguir implementando las reformas que benefician al pueblo y de otros por tratar de bloquearlas, seguir saqueando los recursos públicos y mantener su poder en los territorios. Este panorama no se había visto nunca en nuestro país, que tuviéramos un gobierno democrático y unas listas afines a este gobierno, en las que los candidatos quieren llegar a las corporaciones públicas para poder colaborar en los cambios que el país requiere.

Infortunadamente no es nada fácil por varios factores, el primero, como lo dije antes, el poder que tienen los gamonales, paramilitares y políticos tradicionales en los diferentes departamentos y municipios en los que, con una gran presión de todo tipo, económica, social y armada, obligan a los ciudadanos a votar por sus candidatos. El otro factor son los infiltrados y poderes feudales que se han entronizados en los partidos llamados de izquierda o “alternativos”. A este punto específico me referiré.

Muchos de estos candidatos autodenominados alternativos están en la disyuntiva de seguir comportándose como políticos tradicionales o cambiar a una nueva forma. Se dedican a hacer la campaña con el mismo estilo extremo derechista de los últimos tiempos. No plantean propuestas, ni siquiera saben el funcionamiento de tal o cual corporación legislativa, llegan al extremo de decir que van a hacer cosas que no están dentro de las funciones de ediles, concejales o diputados, en el caso de las legislativas. Solo se dedican a promover un número, en el caso que vayan por lista abierta, como si fuera algo mágico o de suerte tipo chance o un logo símbolo, en caso de lista cerrada. Se venden como marca publicitaria con el argumento de crear «recordación» en el elector, lo que les aconseja un “experto” publicista. También se la pasan «cazando» con los candidatos de la derecha o de su propio partido (¡!), que desgastan, confunden y no contribuyen en nada a la democracia. Es entendible, aunque no justificable, que esto pase, pues el modelo que se tiene de campaña es el tradicional que ha impulsado la derecha. Pero ¿dónde está el cambio?, ¿dónde están las propuestas y programas?, ¿dónde está la diferencia con los candidatos derechistas?

La campaña se ha caracterizado porque los candidatos de la extrema derecha, muchos investigados y condenados, no ofrecen soluciones, solo hablan mal del nuevo gobierno, mienten, calumnian y provocan discusiones con los alternativos. Muchos que se dicen de centro (que son lo mismo que la derecha), salen a decir que son el cambio pero que van a poner distancia con el nuevo gobierno, ¡cuidado los identifican con Petro!; estos son los que terminan unidos y en alianzas con los de siempre. Tenemos varios ejemplos en el congreso que hoy “se arrepienten de haber votado por Petro” y se fueron a la oposición habiendo hecho campaña con las banderas del presidente.

La deuda de la clase dirigente y la extrema derecha es muy grande con los colombianos y es una oportunidad que podríamos calificar de única para consolidar el cambio en Colombia, pero se exige un cambio en la forma de hacer política.

En esta campaña de la llamada izquierda, hemos visto de todo, zancadillas, trampas, traiciones y toda clase de vicios electorales sin diferencias con una campaña de la derecha. Son muy dicientes la traición que le hicieron dirigentes del Polo al concejal de ese partido Carlos Carrillo, que después de ser el precandidato a la alcaldía, terminó en que ni siquiera lo incluyeron en la lista al concejo de la capital sacándolo de la posibilidad de estar en la corporación, habiendo sido uno de los pocos concejales de oposición al gobierno de Claudia López. O los problemas en Cali, Barranquilla y otras ciudades en las que los intereses y los celos dejan muy mal parados a los partidos alternativos del país.

Quedan unas pocas semanas para las elecciones y el tiempo de campaña se ha ido en hechos que dejan muy mal parados a los alternativos y sus candidatos, con no muchas excepciones. Los colombianos debemos exigir campañas electorales claras, a unos y a otros. Los ciudadanos debemos saber cuáles son los programas y propuestas de los partidos, de dónde proceden los dineros que financian las campañas, qué grupos económicos o empresas o contratistas ponen a sus pupilos en las corporaciones para que defiendan sus intereses, quién financia la lechona, la cerveza o las tejas que se reparten durante la campaña y con qué intención lo hacen, y algo muy importante: saber y preguntarle a quienes quieren llegar, especialmente a los hijos, de los hijos, de los hijos de los que siempre han estado allá, para qué lo quieren hacer e invierten miles de millones de pesos con tal de lograrlo. Cuando el ciudadano entienda que tiene el derecho de saber todo esto y más y exija que se lo informen, los ladrones, corruptos y saqueadores de erario pensarán dos veces si participan o no en unas elecciones.

En conclusión, vemos una campaña en la que no se notan diferencias sustanciales entre los de derecha y los de izquierda, poco de programas, mucho de propaganda, cerveza, lechona, tamal y lo más grave todo tipo de posibles delitos electorales.

ADENDA: en el enlace adjunto encontrarán las palabras de Jaime Garzón que reflejan, aún hoy, la realidad del país.

https://www.facebook.com/reel/240811565525710

*Texto publicado originalmente en https://www.sonoticias.com.co y compartido a lectores de La Conversa de Fin de Semana por la cortesía del Periodista: OTTO HERNÁN RIAÑO

Las opiniones de los columnistas son de su exclusiva responsabilidad.  Les invitamos a leer, comentar, compartir y a debatir con respeto.

jueves, agosto 17, 2023

Quilichao: Publicidad política engañosa


 Por: Omar Orlando Tovar Troches -ottroz69@gmail.com-

Por allá, en mayo de 2022, este servidor advertía sobre los peligros que correría el Pacto Histórico al intentar una estrategia de alianzas sin filtros ni condiciones con los partidos políticos tradicionales, con tal de asegurarse el triunfo en las elecciones presidenciales, tal y como terminó aconteciendo.

Terminaba la nota en que advertía sobre esos peligros afirmando que: “Ojalá y en las elecciones regionales y locales, no tengamos que observar cómo; el cadáver exquisito (Bonilla, Ortega, Cárdenas, Iragorri, Piso, Muñoz, Grijalba, etc.) tomará el vino nuevo del petrismo en el poder nacional.” (Ver columna: El Pacto Histórico en el Cauca: ¿un proyecto?, ¿una colcha de retazos?, ¿un cadáver exquisito? (las2orillas.co)) Tristemente, para los habitantes de Santander de Quilichao, los temores que compartía en aquel entonces, acerca de la posibilidad de que el proyecto político del Pacto Histórico pudiera ser tomado por los habilidosos politiqueros de siempre; al parecer se han confirmado.

¿Por qué tratamos el mercado de ideas políticas tan distinto a como tratamos el mercado de bienes? ¿Por qué defendemos con ahínco tan distinto la libertad de mentir en política de la de ofrecer productos engañosos? Ambas cosas son una forma de “estafa

Expertos en el arte de la manipulación y de las componendas electoreras, los y las integrantes del Bonillo-Grijalbismo, echando mano de su propio camaleonismo y el de nuevos-viejos amigos, ahora disfrazados de zurdos, como Roy Barreras y hasta la misma Dilian Francisca (Ver columna: Camaleones al acecho – Proclama del Cauca), diseñaron una estrategia  de publicidad política engañosa para tratar de infiltrarse o acaparar los avales de los movimientos y partidos del Pacto, de modo que el Bonillo-Grijalbismo, en cuerpo propio (Eduardo Grijalba), en cuerpos remozados (Andrés Sadovnick) o en cuerpos nuevos (Fabian, Elías, Jesús, Alfonso y John), obtuvieran el respaldo de todos los partidos y movimientos de derecha y de izquierda, asegurándose, por enésima vez, su permanencia en el poder político administrativo de Quilichao.

No fue necesario hilar tan finito para poder haber llegado a la anterior conclusión; basta con observar como fueron inscritos quienes aspiran a la alcaldía de Quilichao, para darse cuenta, no sólo de que casi que acapararon todos los partidos y movimientos con personería jurídica que existen en Colombia, sino que existe un relacionamiento casi que incestuoso entre todas las campañas, a saber: Eduardo Grijalba fue funcionario de Carlos Bonilla quien a su vez es o “fue” el jefe político de la actual alcaldesa Lucy Guzmán, a quien apoyó en su campaña y gestión el mismo Grijalba, lo mismo que Alberto Bustos, sempiterno funcionario de las últimas 4 o 5 administraciones, quien a su vez mueve los hilos de la campaña de Fabian.

La endogamia continúa: Los ahora candidatos Elías y John fueron impulsados en sus carreras políticas por Guzmán y Bonilla respectivamente. Para nadie es un secreto que, para las recientes elecciones a congreso, el grupo de la actual alcaldesa Guzmán, lo mismo que Jesús, el aspirante del Pacto, apoyaron al hoy congresista Oscar Campo. En ese orden de ideas, no se puede perder de vista que Oscar Campo es Representante por Cambio Radical, partido de oposición al Pacto y que sin asco alguno coavala las campañas de Grijalba y de Sadovnick, quien, entre otras cosas, fue funcionario de las pasadas administraciones y quien ha sido respaldado y al parecer sigue respaldado por algunos alfiles del Pacto que lo acompañaron en su pasada campaña a la alcaldía de Quilichao.

Lo cierto, en medio de esta endogamia politiquera, comparable al árbol genealógico de los Buendía de Cien Años de Soledad, es que todas y cada una de esas campañas, excepción hecha de la liberal, tiene al menos un coaval de un partido o movimiento del Pacto. Al parecer la otra parte de la estrategia de publicidad política engañosa, consistiría en inducir al electorado, sobre todo el de opinión, a mantener la inercia ganadora de la coalición del Pacto, al fin y al cabo, durante tres años más estará en el poder central de Colombia y conviene ser amigo del presidente, así no se lo haya apoyado y los partidos que avalen estas candidaturas sean opositoras al gobierno de Petro y Márquez. Así de acomodadas y así de engañosas son las campañas en Quilichao.

Comparto plenamente las reflexiones del académico Alfredo Bullard, específicamente aquella en que pregunta: ¿Por qué tratamos el mercado de ideas políticas tan distinto a como tratamos el mercado de bienes? ¿Por qué defendemos con ahínco tan distinto la libertad de mentir en política de la de ofrecer productos engañosos? Ambas cosas son una forma de “estafa””[1]

 



[1] Alfredo Bullard. (2021). Populismo y publicidad engañosa. https://www.elcato.org/populismo-y-publicidad-enganosa

 

martes, agosto 09, 2022

LAS CARTAS QUE LE LLEGAN A LA CONVERSA

 

La Conversa de Fin de semana, continúa con su intención de seguir mejorando y por eso invita a quienes nos leen, nos ven y nos oyen a que se vinculen a esta "Conversa". Sus comentarios y sobre todo, sus críticas, son valiosas para nosotros. Compartimos otra comunicación de uno de nuestros visitantes.

(…) Cordial saludo.

Para que llegue "La paz total y el Cauca" es imprescindible que los motivos que impiden su implementación, desaparezcan. El mayor problema del Cauca es étnico. La Corona española a diferencia de Inglaterra, Francia, Alemania, Holanda, Bélgica, que nunca pensaron en el mestizaje, La Corona centró su política precisamente en ello, hasta el punto de ser Colombia un país mayoritariamente mestizo. Solamente que esa política del más alto humanismo, se cambió por:" España llegó a saquear, violar, destruir culturas" lo que provoca en los indígenas puros, el sentimiento de que Negros, Blancos y Mestizos son invasores, que deben desocupar, y en las mayorías la destrucción de la autoestima, acomplejados de sentir que una de sus sangres es despreciable. Creo que tiene razón el presidente Iván Duque al decir”. Ni hubo descubrimiento, ni conquista, ni colonia. Hubo un encuentro y un vínculo para siempre...

  Los primeros pobladores de América, tienen el deber y el derecho de saber de dónde vienen, restablecer relaciones, y aprovechar los excelentes modelos, para ponerse al día, y dejar esa actitud de guardianes de los saberes ancestrales, algo contra natura, en los humanos todo es perfectible. Cuando el Cauca tenga colegios de China, Japón, Corea del Sur, Singapur, ese problema existencial, será cosa del pasado. Con los mestizos el tratamiento es diferente, al decirles que estar en camino del ser universal, Negro, Amarillo, y Blanco es el destino inexorable de la humanidad.

 

Atte. Luis Ayram-Quijano