LA VITRINA DE LA CONVERSA

Mostrando entradas con la etiqueta Reforma Tributaria. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Reforma Tributaria. Mostrar todas las entradas

jueves, agosto 18, 2022

PENSIONADOS DEBEMOS ACEPTAR LA PROPUESTA DE GRAVAR LAS PENSIONES

Imagen tomada de: tributi.com

 

Por: Carlos Julio Medina Triana

Pensionado de Telecom - Miembro de Nuestra Memoria Colectiva

En primer lugar, quiero que comprendamos, ante todo, el espacio en el que nos estamos moviendo los pensionados.

Por un lado, de acuerdo a la información disponible, actualmente hay reportados como pensionados, alrededor de 2.350.808 de colombianos, mientras que los adultos mayores, es decir, personas de 60 años o más en el país, estarían por el orden de 6.808.641.

De otro lado, según los resultados de las encuestas de opinión, publicadas durante la campaña presidencial, está población, es decir las personas de 60 años o más, incluidos los mismos pensionados; en su mayoría no apostaban por el triunfo de Gustavo Petro.

Ahora bien, luego del triunfo electoral del actual presidente de Colombia, es necesario que empecemos a observar con detalle, lo afirmado por el actual gobierno; que propone que pagarán impuesto todos aquellos que tengan ingresos brutos mayores a 10 millones de pesos. En el escenario así planteado, para la discusión debemos considerar dos aspectos fundamentales.

Desde hace mucho tiempo hemos librado una fuerte lucha para obtener un equilibrio social, basados en que, durante la existencia de nuestra República, más de doscientos años, la oligarquía, de la mano de los gobernantes, han construido un marco socio-jurídico, en todos los órdenes, que los cubre de privilegios y que alimenta las diferencias sociales. Estos privilegios han sido convertidos, artificialmente, en parte nuestra cultura, pero, sobre todo, en una parte fundamental de las leyes que nos rigen.

Estos beneficios, elevados a la categoría de leyes de la República, han permitido que estos funcionarios, todos con altos salarios, que incluso sobrepasan la ley, obtengan mesadas pensiónales altas, beneficio que comparten con gerentes y funcionarios de alto rango de la empresa privada, la banca y la industria; mientras que la tabla salarial de los demás trabajadores colombianos, sean estos profesionales o no, difícilmente superan los 10 SMLV (Salarios Mínimos Legales Vigentes).

Estas situaciones nos han llevado a proponer el desmonte de todo este tipo de privilegios, entre los que se encuentran, los exuberantes beneficios para los congresistas y los altos funcionarios del estado, así como el vacío legal y jurídico existente en las normas laborales y asistenciales, que permite estas anomalías contrarias a la obligación del estado, de proteger a los ciudadanos más vulnerables.

Ir en contra de la propuesta del gobierno de gravar las pensiones superiores a los 10 millones de pesos, es hacer defensa de la injusticia laboral y pensional que queremos acabar.

Así las cosas, al ir en contra de la propuesta del gobierno de gravar las pensiones superiores a los 10 millones de pesos; como se planteó en pasadas oportunidades, entramos en una enorme contradicción con nuestros principios de equidad y, paradójicamente, entramos a hacer la defensa de la injusticia laboral y pensional que queremos acabar.

Regresando a las cifras disponibles; si sacáramos la diferencia entre las personas mayores de 65 años, que ya deberían tener pensión en Colombia y quienes si la tenemos, suponiendo que todos somos mayores de 60 años, veríamos qué hay 4.457.833 colombianos adultos mayores que deberían tener pensión y hoy no la tienen. Esta diferencia, seguramente, corresponde a los 5 millones de adultos mayores a quienes el actual gobierno propone pensionar con medio salario mínimo. Nuestra discusión debe enfocarse en obtener la pensión digna para todo el que tenga derecho a ella, fijando un valor tope a cargo del estado, que podría ser del orden de los 10 SMLV y lo que pase de allí debería ser con cargo al sector privado.

En este orden de ideas, no podemos limitar la función legislativa del actual gobierno, pretendiendo sustentar la existencia de normas, distintas a las constitucionales, pues esto limitaría la autonomía de los legisladores y la discusión planteada frente a la defensa del privilegio de exonerar las pensiones de gravamen fiscal, terminaría dándole la razón a algunos congresistas para no reducir sus privilegios.

Al desenfocar la discusión de la histórica lucha por un sistema pensional realmente equitativo, pero sobre todo digno, lo que se terminaría planteando sería: quitar los privilegios de ellos, pero mantener los de algunos pensionados, exactamente del 0,31% de los 6.808.641 colombianos que deberían tener pensión, o del 0,89% de los 2.350.808 actuales pensionados.

Esta particular postura de oposición a la propuesta de gravar las pensiones más elevadas, con el propósito de brindar la posibilidad de acceso a este derecho a un gran número de colombianos que no la tienen, revela otra cara de la misma contradicción, de la que seguro saldrán ganadores aquellos que no apoyaron el triunfo del pacto histórico.

Por tal motivo propongo que los pensionados debemos aceptar el gravamen propuesto por el actual gobierno, sobre la base de ingresos brutos mayores a los 10 SMLV.

lunes, abril 19, 2021

La Reforma Tributaria; la reciente jugadita del Uribismo

 

La Reforma Tributaria; la reciente jugadita del Uribismo

Por: Omar Orlando Tovar Troches -ottroz69@gmail.com-

Imagen tomada de: https://facebook.com/laconversafindesemana/

Al igual que las mutaciones del SarCov2, corresponsable, junto con la indisciplina social y la ineficiencia de Duque, de la crisis que padece Colombia; el uribismo sorprende todos los días, al ciudadano promedio, con sus mutaciones políticas.

La última variante del uribismo, consistente  en mostrarse  ante el paisano de a pie, bajo el esquema policía bueno-policía mano, le ha servido al encargado de la presidencia de Colombia, para presentar su última creación con el pomposo y descresta calentanos nombre de: "… infraestructura de equidad fiscalmente sostenible para fortalecer la política de erradicación de la pobreza, a través de la redefinición de la regla fiscal, el fortalecimiento y focalización del gasto social y la redistribución de cargas tributarias y ambientales con criterios de solidaridad… ". 

Y aunque el mamotreto en sí mismo ha dado y dará para escribir miles y miles de palabras, la mayoría de ellas, dedicadas a descalificarlo, la intención de esta nota, está más bien dirigida a intentar poner sobre aviso a toda aquella desprevenida y, sobre todo, desesperada ciudadanía, acerca de la agenda, ya no tan oculta, del uribismo, diseñada para sostener sus mayorías parlamentarias, vía untuosa, aunque vituperada, mermelada presupuestal, proteger a sus patrocinadores y jefes, los poderosos empresarios y de paso, legalizar uno que otro entuerto pendiente, de este deplorable ejercicio de gobierno de Duque.

La presentación oficial del texto oficial de la Reforma, ha dejado, ahora sí, en claro, que un muy alto porcentaje de la opinión pública de base, está absolutamente en contra de tan inconveniente esperpento tributario, sin embargo, y aunque parezca increíble, existe un sector, por ahora minoritario, que cree, defiende y defenderá las bondades de la Reforma de rimbombante nombre y aterradoras consecuencias. Es acerca de este, por ahora minoritario, sector de la opinión pública, sobre el que esta nota pretende que el ciudadano desprevenido, centre su atención.

Esta deliciosa minoría que defiende y defenderá la Reforma Tributaria del uribismo, es aquella conformada, en primera instancia, por el séquito de lambiscones y lambisconas amistades del mismo Iván Duque, hoy bien ubicados en los ministerios y altas consejerías presidenciales.

Linea de defensa de Duque. Imagen tomada de : Semana.com
Una segunda línea de defensa de la famosa Reforma, la conforman, un número indeterminado de recién graduados de economía, y otros que no lo son, pero se creen, que andan por ahí en los medios y las redes sociales, aún medio atarantados y super convencidos de las bondades de la escuela de Chicago y de la justeza de los postulados de Hayek y compañía, que comparten junto con el Ministro de Hacienda, Don Carrasquilla, una visión monetarista de la vida, en la que los pobres para lo único que sirven, es para enriquecer a los que tienen y que también cree que la especie humana se debe dividir entre los que tienen y los que pueden, ya que los demás son prescindibles.

Y en medio de este mínimo ejercito de defensores de la Reforma y del uribismo, se encuentran los llamados a ser jueces del proyecto de ley de estrambótico nombre y funestas consecuencias; los congresistas afines y colaboracionistas al uribismo, quienes, desde ya, en cabeza de sus prestigiosas direcciones (Álvaro Uribe, por el C.D., Dilian por la U, Vargas Ll. por Cambio, Gaviria por Liberales, John Milton por las iglesias protestantes, los demás y Manguito), se presentan ante el sufrido y horrorizado pueblo colombiano como sus futuros defensores (policías buenos), ante el oprobioso ataque de los policías malos (Duque, Carrasquilla, los amigotes y amigotas de Duque en la burocracia y los Castro chavistas de la oposición).

Por ahí se los oye y se los ve donde Don Julio W, Don Néstor M. Blu, Don Vélez R.C.N.,  Doña Vicky Semana, Don Jorge Alfredo Caracol Noticias y Don Lozano RCN Noticias, diciendo que sí, que la Reforma es odiosa, que es inconveniente, que es inoportuna, que los gremios la rechazan y que ellos mismos y mismas también, pero que mire que sostener los gastos del Estado no es fácil y que el pobre Duque ya no tiene de donde echar mano para seguir ayudando a los pobres, a los emprendedores, a los estudiantes, que lo del Ingreso Solidario, lo de los Subsidios a la Nómina, los auxilios a las MiPyme, las matrículas cero, las tablets y los datos de internet para la semi presencialidad, las bonificaciones de los Héroes y Heroínas de la salud, los auxilios a los discapacitados, los eventos virtuales de los artistas y demás ayudas, no se pagan solos y que por tanto hay que dialogar y negociar la Reformita Sostenible y Solidaria.

Ni que hablar de los Honorables Representantes a la Cámara, que tan mal les fue con el proyectico de alargar el periodo presidencial, de gobernaciones y de alcaldías, ellos y ellas que por la noche firman los proyectos y a la mañana dicen no estar de acuerdo, o que no sabían o que no los leyeron o que les ordenaron o que fue, que fue; ahí andan otra vez, de la mano de Fedemunicipios y Fededepartamentos, junto con los gremios, poniéndose a la orden para “humanizar” y “ablandar” la Reformita, porque tal y como ya le han planteado a alcaldesas y alcaldes, gobernadores y gobernadoras amigas, la platica hace falta, mucho más ahora que estamos en campaña, no vaya y sea que las obritas se queden sin hacer y los contraticos sin otorgar.

Ahí está la reciente jugadita del Uribismo, en su interpretación adaptada del Doctor Jekyll y el Señor Hyde, en buen chibchombiano: Policía bueno-policía malo. Ahí es donde deben poner sus ojos las Ciudadanías Decentes, no en los descaches del precio de una docena de huevos, si no en la vigilancia extrema de las andanzas de Representantes y Senadores, de directores y directoras de partidos y movimientos políticos, que se presten para secundar la reciente jugadita del uribismo, puesto que, la decencia, pero sobre todo, el sentido común, indican que la tal Reforma no debe ser ni siquiera discutida, debe hundirse de una, por lo que cualquier otra acción; debe considerarse como una alta traición y una grosería en contra de las buenas gentes de Colombia.

martes, octubre 18, 2016

LOS PAGANINIS DE LA REFORMA TRIBUTARIA.


Por: Omar Orlando Tovar Troches –ottroz69@gmail.com-

Hablar, o mejor, escribir acerca de impuestos, de reformas fiscales o tributarias, o como las puedan entender (si es que alguna vez las pueden entender) las personas del común, como Usted o yo, es un asunto borrascoso e inexpugnable, si me permiten los dos adjetivos.
El complicadísimo lenguaje técnico con el que se han abordado y se abordarán las discusiones sobre este importante tema, es una de las “barreras naturales”, con las que se encuentra el ciudadano de a pie, que por estos días ose meter sus narices en los noticieros o programas de opinión de Colombia. Parece ser que es un requisito indispensable, echar mano de una jerga casi incomprensible, para tratar de explicar el contenido del proyecto de ley que busca hacer otra reforma fiscal, reforma tributaria o aumento de impuestos para los de ruana, para que nos vayamos entendiendo.
El hecho cierto es que en este País, a uno le diera la impresión de que pagar (impuestos) no paga. Cada cierto tiempo, los gobiernos centrales de turno, amenazan y hasta prometen, cada uno de ellos, sin importar su tinte ideológico, si es que existe, con: “Una Nueva Reforma Tributaria Estructural, que ahora si hará más progresivo, el régimen tributario colombiano, con el fin de asegurar la confianza inversionista, alcanzar la prosperidad democrática y darle la bienvenida al futuro” ¿?...Correcto, Usted entendió lo mismo que el colombiano promedio.
La realidad histórica es otra, los paganinis de la “reformitis fiscal” que padece el Estado colombiano, son los de siempre, los integrantes de esa inmensa mayoría de colombianas y colombianos, que viven del fiado, no obstante que sus deudas ahora no estén anotadas en el cuaderno del tendero de la esquina, sino en las bases de datos del sinnúmero de tarjetas de crédito a disposición de todo aquel que tenga Cédula de Ciudadanía, porque los de la inmensa minoría poseedora de más de la mitad de la riqueza colombiana, serán sujetos del más delicado trato tributario, vía exenciones, deducciones, reducciones, devoluciones y hasta condonaciones de sus obligaciones fiscales(impuestos).
Los representantes de los gremios ya pusieron su educado pero sonoro grito en el cielo de sus medios de comunicación, con gracia y gentileza han insinuado, muy dulcemente por cierto, que si son “víctimas” de maltrato tributario por parte del Estado Colombiano, se verán en la penosa, pero obligatoria, necesidad de sacar su “exiguos recursitos” hacia tierras en donde se les valore su confianza inversionista, o llegado el extremo, se verán forzados a endosarle ese aumento en sus impuestos, a los muy queridos consumidores, bien sea aumentando el precio de los bienes y servicios que ellos de manera desinteresada venden o recortando la planta del ya muy poco personal estable que trabaja en sus empresas.
Por el otro lado del escenario de la opinión pública, también van apareciendo los otros próceres de la patria, los congresistas de los partidos tradicionales colombianos, que aunque con color, logo y olor diferente, siguen representando los mismos intereses, los de ellos y los de sus patrocinadores, o sea, la inmensa minoría dueña del país del sagrado corazón de Jesús. Ad portas de año pre-electoral, posan y posarán como los redentores de las clases menos pudientes, con voz y ademán “veintejulieros”, recorrerán los caminos del país, para hacer público su descontento por ese nuevo atentado en contra de las clases menos privilegiadas, prometiendo que si vuelven a votar por ellos o ellas, no habrá más Reformas Fiscales o Tributarias o de impuestos, para que nos vayamos entendiendo.
Y ahí, entre una que otra pluma azul de pájaro trinador, ya apareció el verdadero, el único, el irreemplazable Mesías del Ubérrimo, con sus dotes de encantador de serpientes, afirmando a 140 caracteres, que él ya lo había dicho, que eso de la paz era un embeleco de entretención para las masas castro-chavistas-maoístas-leninistas-maduristas. Que si se necesita una que otra “reformita”, como las que él inteligentemente aprobó en sus dos gobiernitos, eso sí, para atraer esa confianza inversionista que se lleva del país la friolera de más de 70.000 millones de dólares al año y que lo mejor que pudo hacer últimamente el C.D. era haber promovido el voto “verraco” del No, pero eso sí, que era un SI camuflajeado a la confianza inversionista, a las Zonas Francas de Tom y Jerry o las AIS de “Uribito”.

En todo caso el plato mediático está servido, no sabemos para quienes, pero el hecho cierto es que tanto Usted como yo, seguiremos sin entender, por qué a los pobres les toca pagar impuestos, mientras que a los pobres ricos “cartelizados” se les invita contribuir con lo que puedan, a través de sus programas de Responsabilidad Social, o por qué el pueblo colombiano sigue votando, cuando es que vota, por los mismos que cada nada, nos “enverracan” y nos hacen meter la pata eligiendo los mismos males patrios.