LA VITRINA DE LA CONVERSA

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viernes, abril 04, 2025

DIALÉCTICA DE LA ESTUPIDEZ*

 

Imagen tomada de Depositphotos

Por: Carlos Medina Gallego

Defender la paz, los derechos humanos y la dignidad de las comunidades y de los pueblos no es un acto de debilidad, sino el mayor signo de fortaleza y humanidad.

Una reflexión crítica sobre la violencia, la guerra y la urgencia de la transformación social

La historia de la humanidad está marcada por una constante pugna entre la razón y la sinrazón, entre la lucidez creadora y la estupidez destructiva. La guerra, como máxima expresión de esta última, representa no solo un fracaso ético, sino también un colapso racional. La violencia organizada, ejecutada con precisión técnica y justificada con discursos ideológicos, constituye una de las formas más brutales de estupidez colectiva: aquella que destruye lo que debería proteger, que mata en nombre de la vida y que oprime invocando la libertad. Aquella que se alegra con el fracaso de la paz y le otorga el triunfo a la estupidez de la guerra y la violencia. 

La dialéctica de la estupidez emerge cuando los actores sociales, políticos, económicos y armados sustituyen el diálogo por la imposición, la empatía por el odio, y la justicia por la venganza. Esta dialéctica no construye, sino que descompone el tejido de lo humano. Se sostiene en un conjunto de lógicas perversas que normalizan lo inaceptable: la desigualdad, la explotación, la marginación y la muerte de inocentes. A lo largo de la historia, imperios, estados y movimientos han sido arrastrados por esta inercia de la estupidez, repitiendo las mismas lógicas criminales bajo nuevas banderas, porque han hecho de la guerra un oficio y un negocio. 

La guerra no es —como algunos pretenden— una necesidad natural ni un destino inevitable. Es una construcción política y económica que responde a intereses de dominación y acumulación. Quienes la promueven suelen estar lejos del frente de batalla; sus beneficios son siempre desproporcionados frente a un elevadísimo costo humano en vidas y sufrimientos. En este sentido, la estupidez no radica únicamente en la violencia en sí, sino en su legitimación social cuando las comunidades y los pueblos aceptan la guerra como única salida, han sido ya vencidos en el terreno de la conciencia, son comunidades alienadas.

Por ello, repudiar la guerra no es una postura ingenua ni romántica, sino un imperativo ético, humano y revolucionario. Es preciso rechazar todo discurso que glorifique el conflicto armado como vía de solución o de redención histórica después de décadas de estruendosos fracasos y terribles desenlaces. La única victoria verdadera es la que preserva la vida, garantiza la dignidad y protege los derechos fundamentales de todas y cada una de las comunidades y de cada ser humano.

Frente a esta dialéctica perversa, saludamos y celebramos los esfuerzos de paz, diálogo y transformación social que surgen desde abajo, desde los márgenes, desde las comunidades que se niegan a ser carne de cañón. La paz no es solo la ausencia de balas; es la presencia de justicia, de pan, de salud, de educación, de tierra, de libertad. Es una construcción ardua, que exige valentía y compromiso, pero es el único camino digno de ser recorrido.

Las transformaciones sociales verdaderas —las que rompen con las estructuras de opresión y promueven una redistribución justa del poder y los recursos— no pueden imponerse por la fuerza, porque entonces reproducen la lógica que dicen combatir. Solo una sociedad que renuncia conscientemente a la violencia como instrumento político puede aspirar a una paz duradera y a una democracia real. Estos son otros tiempos que están movidos por nuevas fuerzas sociales y políticas, que han aprendido del fracaso de la vía armada y le están apostando a reinventar la política y la democracia sin renunciar a su agenda de cambios y transformaciones revolucionarias. 

En tiempos donde resurgen los discursos de odio, la militarización de la vida civil y la normalización del sufrimiento ajeno es urgente desenmascarar la dialéctica de la estupidez. No basta con denunciar sus efectos: hay que atacar sus raíces, combatir la indiferencia, rechazar la desinformación y desarticular las estructuras que la sostienen. La lucidez crítica es un acto de resistencia que construye y transforma.

Hoy más que nunca, defender la paz, los derechos humanos y la dignidad de las comunidades y de los pueblos no es un acto de debilidad, sino el mayor signo de fortaleza y humanidad. Porque en un mundo donde todo conspira contra el sentido común, pensar, amar y transformar son actos radicales y revolucionarios.

*Esta nota fue publicada originalmente en SoNoticias y es compartida con la comunidad de La Conversa de Fin de Semana, gracias a la generosidad del periodista Hernán Riaño.

lunes, marzo 31, 2025

RTVC y la libertad de prensa

 

¿Quién empoderó a esa FLIP para determinar qué es o qué no es libertad de prensa y además censurar al único medio, el estatal, por decir la verdad y presentar un punto de vista diferente al de la prensa tradicional? 

Desde su aparición en el mundo, la prensa fue catalogada como el cuarto poder, es decir, que debería ser el contrapeso a los poderes conocidos en la democracia: el ejecutivo, el legislativo y el judicial, con el fin de que esos otros tres no se desbordaran y se convirtieran en un factor dictatorial en las democracias del mundo.

En cuanto a la noción de libertad de prensa, según Wikipedia, se tiene que, aunque muchos no le tienen confianza; la libertad para subir contenidos es: “La libertad de prensa o la libertad de los medios de comunicación es el principio de que la comunicación y la expresión a través de diversos medios, incluidos los medios impresos y electrónicos, especialmente los materiales publicados, deben considerarse un derecho que se ejerce libremente. Tal libertad implica la ausencia de interferencia del Estado. Esto implica la prohibición de la censura previa” (1). 

Siguiendo con el portal Concepto: “La libertad de prensa es el derecho de los periodistas y los medios de comunicación a informar, publicar y difundir noticias sin interferencias del gobierno u otros actores sociales. Es un derecho esencial para el ejercicio de la libertad de expresión, que busca garantizar que la ciudadanía pueda acceder a información veraz y diversa. La libertad de prensa no es un derecho absoluto y puede estar sujeta a limitaciones, especialmente en aquellos casos que implican proteger la seguridad nacional, el orden público o la privacidad de las personas. 

Hoy en día, la libertad de prensa enfrenta desafíos en todo el mundo. Aunque esté protegida por la ley, se ve afectada por presiones políticas y por la influencia de las grandes corporaciones económicas que buscan manipular la opinión pública y el consumo. En regímenes autoritarios, los periodistas enfrentan censura, amenazas y arrestos. Además, en cuanto al contexto mundial: “La libertad de prensa está protegida por normas internacionales, como la Declaración Universal de los Derechos Humanos (1948) y el Pacto Internacional sobre Derechos Civiles y Políticos (1966), que reconocen este derecho como un principio fundamental en todas las democracias.” (2).

En Colombia, la libertad de información está consagrada en el artículo 20 de la Constitución política de Colombia que afirma: “Artículo 20. Se garantiza a toda persona la libertad de expresar y difundir su pensamiento y opiniones, la de informar y recibir información veraz e imparcial, y la de fundar medios masivos de comunicación. Estos son libres y tienen responsabilidad social. Se garantiza el derecho a la rectificación en condiciones de equidad. No habrá censura” (3).

En nuestro país y como en la mayoría de muchos aspectos de la vida política y social de la nación, este derecho está determinado por los dueños de los medios, que son los grandes conglomerados económicos ultraderechistas, que se fueron apoderando de todos los medios de comunicación nacionales y regionales para defender sus intereses, tapar sus excesos, posibles delitos, negociados y corrupción. Resumiendo, cada grupo económico tiene un conglomerado de periódicos, revistas, emisoras de radio, canales de televisión, páginas web y redes sociales, aunque no en ese orden, en los que presentan “su” verdad, para que solo los favorezca a ellos y en detrimento de los intereses de los ciudadanos. En esto coinciden mucho con lo planteado por el portal web “Concepto”, cuando manifiesta que: “Aunque esté protegida por la ley, se ve afectada por presiones políticas y por la influencia de las grandes corporaciones económicas que buscan manipular la opinión pública y el consumo”. Pero el gran problema de nuestra república es que muchos de esos intereses que afectan a la veraz información, tienen que ver con actividades delictivas y con el narco-poder que se apoderó de nuestro país hace 30 años.  

En Colombia la única “libertad de prensa” que se conocía era la que ejercían los medios tradicionales como El Tiempo, El Siglo, La República, Caracol, RCN, etc. y los medios regionales, todos voceros de la derecha liberal–conservadora, nunca había habido otra visión de la realidad ni, mejor dicho, alguien que informara la verdad, salvo El Espectador que por mucho tiempo y de la mano de Don Guillermo Cano dio algunos visos de independencia y periodismo real; en estos tiempos y por pertenecer al Grupo Valorem (Santo domingo) cambió su rumbo yéndose para la derecha más recalcitrante de la mano de Fidel Cano hijo del asesinado director. Pero con el gobierno de Gustavo Petro, las redes sociales y la aparición de muchos medios autodenominados alternativos, se abrió la posibilidad de contar la verdad de la realidad colombiana.

En este contexto, en las últimas semanas hemos visto un feroz ataque de todos los medios, los empresarios y políticos de la ultraderecha contra RTVC, el sistema de medios públicos por su objetividad para informar todo lo que ocurre y que lo hace con las pruebas en la mano. Pero este ataque no solo se ha remitido al sistema sino también a su gerente Hollman Moris y los periodistas que lo acompañan en esta difícil misión de nadar contra la corriente informativa. A Morris lo siguen atacando por los hechos ocurridos en el pasado, a los cuales se expuso ante la sociedad y a la rama judicial, saliendo totalmente inocente y sin ningún cargo por los que lo acusó el complot del uribismo. A los demás, por su vestimenta, por su afinidad o gusto por determinada música, literatura o por la defensa de los genocidios o injusticias cometidos en todo el mundo, los han llamado “focas que aplauden” por presentar las realizaciones del gobierno del cambio tal y como son.

En el caso de Morris, no solo está la derecha sumida en este ataque, sino que se les ha unido, además desde el principio, un grupo de personas que se autodenominan feministas, las parlamentarias que con votos progresistas llegaron al Congreso para, una vez allí, traicionar a sus electores y al pueblo colombiano y otra muy “digna”, que sin fórmula de juicio y desconociendo las sentencias judiciales siguen empeñadas en esta agresión convirtiéndose en parlantes de la ultraderecha. Hay que ratificarlo, de una vez por todas ¡Hollman Morris salió inocente de todos los cargos!, después de un proceso muy meticuloso.   

Pero además del ataque de los comunicadores de los grandes emporios de medios, en la última semana llegó el de la Fundación para la libertad de prensa FLIP, una entidad privada que no es autoridad de nada, que entre sus fundadores tiene a Francisco Santos, exvicepresidente uribista y enemigo declarado de Petro. Es eso, una entidad privada, una fundación, que por arte de magia se convirtió de la noche a la mañana en un censor más. ¿Quién empoderó a esa FLIP para determinar qué es o qué no es libertad de prensa y además censurar al único medio, el estatal, por decir la verdad y presentar un punto de vista diferente al de la prensa tradicional? Además, lo hace como si fuera un juez pero que ataca a funcionarios y periodistas que no sean de su visión de la realidad. Como esta fundación podrían crearse muchas de diferentes corrientes políticas, porque esta pareciera ser de la ultraderecha. Ellos no son dueños absolutos de la verdad ni mucho menos y en estos episodios han violado el principio fundamental del periodismo que es el de contrastar la información. 

En carta a la junta directiva de la FLIP, Morris plantea lo siguiente:  “A propósito de un pronunciamiento de la Flip, reproducido por algunos medios de comunicación, me entero de que ustedes “han documentado” treinta casos de “censura y presión editorial” dentro del Sistema de Medios Públicos y que han conocido “decenas de publicaciones” que han investigado y documentado “reiteradas irregularidades en la administración de la entidad”, cubriendo, la primera afirmación, con el manto de la generalidad, el anonimato y el rumor, animados por ustedes; y constituyendo, la segunda, una aseveración temeraria, en la medida que ninguna autoridad competente ha constatado esas denuncias falaces.” (la negrilla es de origen) (4). Es de anotar que, en varias oportunidades, esta fundación privada ha querido callar al señor presidente por aclarar las mentiras y calumnias con las que lo atacan. En Colombia se garantiza el debido proceso, ¿ellos tienen patente de corzo para violarlo? A estos neo censores de la FLIP, se han unido otros como “La silla vacía” y “Colombia check” que con la excusa de luchas contra las fake news o noticias falsas, que hoy pululan por todas partes, quieren silenciar a muchos periodistas que se atreven a mostrar otras visiones de la realidad.

RTVC, en algo más de medio año y de la mano de Morris, ha logrado la independencia y veracidad de la información y con ellas el aumento de la aceptación de los sectores progresistas del país o de los que están cansados de la comunicación corporativa mentirosa. Se perdieron más o menos dos años por las presiones de estos grupos, que por un odio irracional al gerente no permitían que los ciudadanos tuviéramos un periodismo independiente y objetivo. Las preguntas obligadas que deben hacerse los malquerientes “progresistas” de Hollman y demás grupos ¿en tan corto tiempo quién hubiera logrado lo que Morris ha hecho? ¿O prefieren que el país no tenga una información independiente y veraz como debe ser, por hundirlo, por sacarlo de la escena periodística? Esa es la calidad humana de muchas de estas personas, que además ¡se dicen progresistas! Debemos defender la información de RTVC, a los periodistas que allí laboran, a su gerente, personal técnico, ya que, si permitimos que todos estos ataques fructifiquen sacando a Hollman Morris y su equipo de la escena noticiosa, será el primer paso para que la derecha vuelva al poder con las cruentas consecuencias que ellos traerían para todos los verdaderos demócratas colombianos. 

PD: AMENAZAS DE MUERTE CONTRA HOLLMAN MORRIS: En las últimas horas el gerente de los medios públicos Hollman Morris ha sido amenazado de muerte, un día después de que apareciera un editorial de El Espectador en contra de RTVC, sin contrastar la información y con acusaciones falsas, según Morris, por hechos ocurridos el jueves en una emisión de “El calentao” (5).


https://es.wikipedia.org/wiki/Libertad_de_prensa

https://concepto.de/libertad-de-prensa/

https://www.constitucioncolombia.com/titulo-2/capitulo-1/articulo-20

https://www.rtvc.gov.co/noticia/comunicado-rtvc-flip-gerente-hollman-morris

https://www.facebook.com/share/p/12KxQ7FjJmc/ https://www.facebook.com/share/v/18rapN8XGj/

Las opiniones de los columnistas son de su exclusiva responsabilidad.  Les invitamos a leer, comentar, compartir y a debatir con respeto.

viernes, marzo 21, 2025

Los capitalistas odian el capitalismo

 

Imagen tomada de: Origenes del capitalismo | Economía | Pensamiento | El Viejo Topo

Por: Hernán Riaño

No es entendible que los empresarios colombianos sean tan estúpidos o esclavistas para no entender el principio básico del capitalismo; buenos sueldos para que el poder adquisitivo sea suficiente para un buen consumo de bienes y servicios. ¡Negar este principio un arma en contra de ellos mismos! 

El capitalismo tiene su base económica en el consumo, si no, los ciudadanos no compran lo que producen los capitalistas, pues las empresas se acaban y el empleo se destruye; eso dice la economía básica. Para consumir, los trabajadores y empleados necesitan tener ingresos, que son pagados por el trabajo que realizan en las empresas. Podríamos llamarlo un círculo vicioso; el trabajador compra cuando tiene dinero, que le pagan por su trabajo, si no le pagan lo suficiente, pues no puede consumir y esas empresas que fabrican esos bienes de consumo no venden y por lo tanto desaparecen. Es muy sencillo, no se necesita un diploma en Harvard ni cualquier encopetada universidad para entenderlo.

En el bolsillo del trabajador o empleado clase media se nota cuando ya el dinero no alcanza para los bienes básicos de supervivencia o para artículos que elevan su nivel de vida, ya que el salario que recibe por su trabajo o no compensa el mismo, o el empleador abusa de su condición apoyado en leyes como la  50 y la 100  diseñadas y aprobadas para tal propósito, como ha ocurrido en Colombia desde 1.993, con el destape del neoliberalismo en nuestro país, liderado por César Gaviria, Álvaro Uribe Vélez y sus aliados, los empresarios explotadores, y con otras fuerzas oscuras que decidieron dejar la clandestinidad y apoderarse del Estado.

El trabajador dejó de serlo para convertirse en un vasallo a las órdenes de un señor feudal y hasta en esclavo en los campos colombianos, en donde ni siquiera se ganan el mínimo vital. La dignidad del pueblo la mandaron por el caño y solo dejaron seres que sobreviven y, en muchos casos, malviven con algunos pesos al día; así las cosas, Colombia se convirtió en uno de los países más desiguales del mundo en los que muy pocos riquísimos ganan miles de veces más que quien, pudiendo considerarse “afortunado” gana el salario mínimo. De hecho, en Colombia se acuñó el dicho: El mínimo es el máximo al que puede aspirar el ciudadano de base.

En este escenario aparecieron las reformas sociales propuestas por el gobierno Petro, con  las que  solo pretenden devolverles la dignidad de seres humanos a los colombianos con un servicio de salud que cubra las necesidades, sobre todo en los territorios donde no llega ni una enfermera, porque no es rentable para las EPS, que la convirtieron en un gran negocio para particulares; que haya pensión para más de dos millones de colombianos que no alcanzaron, por sus bajos ingresos y falta de empleo formal, a cotizar para lograrla; y un trabajo con los ingresos suficientes para poder comer y cubrir las necesidades básicas, entre otros cambios. Estas y otras reformas que necesita urgentemente el país, que también han sido bloqueadas o demandadas para tumbarlas. Para lograr este cometido, los empresarios han utilizado todas las formas posibles, la mayoría ilegales, apoyados por sus medios de comunicación, sí, porque ellos son los dueños, y los comunicadores los obedecen ciegamente; y no solo eso, muchos declarados de extrema derecha ponen de su cosecha otros elementos, como la mentira, calumnia e imponen sus opiniones personales como si fuera una realidad incontrovertible. 

Quienes han jugado el papel definitivo para bloquear y tumbar las reformas han sido unos parlamentarios de los partidos más recalcitrantes de derecha como el Centro democrático y el partido Conservador, de donde proviene el flamante presidente del senado, quien anunció la tumbada de las reformas sin conocerlas ni mucho menos leerlas, Cambio Radical, partidos cristianos como Mira y Colombia Justa Libres y otros advenedizos que se hicieron elegir con el proyecto progresista y ya allá en el congreso demostraron su verdadera catadura como ASI y el Verde.  Para ello, los empresarios afectados por las reformas como las EPS, y los grandes industriales y comerciantes, han hecho el lobby correspondiente y hasta hay denuncias en redes de personas con su cara al país que han denunciado la danza de los millones para que determinados parlamentarios votaran en contra del cambio, como en el caso de la reforma a la salud, en la que se han conocido la financiación irregular y con plata de los recursos públicos de la salud a varias campañas electorales de esos partidos y en los últimos días se conoció una denuncia muy grave, que de llegar a ser cierta, sería demoledora para el poder legislativo, ya que implica el pago a ciertos parlamentarios de la oposición para hundir la reforma laboral (1). 

Lo más grave es que los parlamentarios de la comisión séptima del senado, sin análisis, decidieron archivarla y salir en fotos, videos y comunicados, orgullosos de su hazaña, queriéndole demostrar a los colombianos que ellos mandan, que el pueblo no les importa y que los trabajadores deberán seguir con condiciones casi que esclavistas para poder ganarse el sustento (2). Y oros HP (Honorables Parlamentarios) los calificaron como héroes por esa acción, como es el caso de Katherine Miranda (3), quien se hizo elegir con el programa progresista y hoy se unió a las huestes uribistas para atacar al gobierno. 

No es entendible que los empresarios colombianos sean tan estúpidos o esclavistas para no entender el principio básico del capitalismo; buenos sueldos para que el poder adquisitivo sea suficiente para un buen consumo de bienes y servicios. ¡Es que es un arma en contra de ellos mismos! Henry Ford, un ejemplo de capitalismo clásico, a comienzos del siglo XX, dejó claro este tema al ver que, por el precio, muy pocos podrían comprar un carro; se inventó varias fórmulas como el aumento de salarios y el crédito para que sus trabajadores pudieran hacerlo y le dio el ejemplo para que muchos empresarios de E.E.U.U. pudieran crecer y desarrollase. Aquí en Colombia, algunos empresarios se han manifestado en el mismo sentido de dar a sus empleados unos salarios justos y suficientes como el vallecaucano Maurice Armitage (4).  

En contario, gremios como ANDI y FENALCO, este último en cabeza de Jaime Alberto Cabal, dicen que la reforma laboral acabaría empleos (3). Pero muchos de estos empresarios afiliados o no a estos gremios han practicado desde hace décadas el tercerizar su nómina, que quiere decir que una empresa aparte maneje las obligaciones laborales de su personal con unos costos adicionales y “quitándole” la responsabilidad al dueño del negocio. Esas empresas, que en muchos casos cobra un muy alto porcentaje de intermediación, son de propiedad, muchas veces, de los mismos dueños o accionistas de la empresa a la cual le prestan ese “servicio”.  Sí son capaces de pagar una intermediación, que eleva los costos laborales, pero no de dar salarios dignos, es una ecuación inentendible. 

Con este panorama de odios y traiciones al pueblo colombiano, el señor presidente no tuvo más remedio que citar a consulta popular, para que sea el pueblo quien decida el futuro de las reformas con esta testamentaria frase: “Que el pueblo decida si quiere ser libre o esclavo”, no quedó otra alternativa ante tanta iniquidad de una clase social explotadora y voraz que no tiene límites de ninguna naturaleza para oprimir a sus compatriotas y evitar que tengan una vida digna. 

Las afirmaciones y opiniones expresadas en las columnas y notas son responsabilidad de sus autores, les invitamos a comentar con respeto.

Esta nota fue publicada originalmente en SoNoticias y es compartida con la comunidad de La Conversa de Fin de Semana, gracias a la generosidad del periodista Hernán Riaño.

(1) https://www.facebook.com/share/r/14y1aeUR6q/

(2) https://www.rtvcnoticias.com/reforma-laboral-votos-comision-septima-senado

(3) https://alpunto.com.co/no-la-perdonan-katherine-miranda-le-da-la-espalda-a-los-trabajadores-y-celebra-su-desgracia-2/?fbclid=IwY2xjawJD6E9leHRuA2FlbQIxMQABHaWtMsYCRmQN-OezU1zYhnqPveks5PdFLE-3tRkB70klIexJ-hONrG4Iqw_aem_jDqAuGi1q7L5w1uXfkeuqwhttps://youtu.be/5zYREAjD498?si=g8bl_Qw-77FylMuwhttps://www.facebook.com/share/v/1H1Ety3RZA/ https://www.facebook.com/share/v/1DNocmzD3P/https://x.com/tocarymirar/status/1899563855887688091/photo/1

(4) https://youtu.be/WDVFzDYJMQU?si=EwYGk3nG3OkTjklQ  https://www.google.com/url?sa=t&source=web&rct=j&opi=89978449&url=https://www.andi.com.co/Home/Noticia/17427-no-es-pensable-una-reforma-laboral-que&ved=2ahUKEwjFxpKciY-MAxWpQzABHRifBjQQFnoECBkQAQ&usg=AOvVaw3qGKVlYYEdmmHXX3NpE3jfhttps://www.facebook.com/share/v/1BSUABhN4N/

martes, febrero 25, 2025

¡Exigen pleitesía!

 

Por: Hernán Riaño

Las reformas propuestas por el gobierno enfrentan sabotajes en el congreso por parte de militantes de varios partidos, incluyendo el conservador y el Centro Democrático, así como de algunos legisladores que se presentaron como defensores del cambio. Si las reformas no son bloqueadas en el congreso, las cortes pueden declararlas inconstitucionales.

Durante la existencia de nuestro país, desde la tenebrosa colonia, ellos, los chapetones y luego sus herederos políticos, la oligarquía colombiana, han hecho lo que han querido con Colombia sin darle ninguna justificación a los ciudadanos, apoyados por esos medios de comunicación de los cuales han sido propietarios, primero vinculados a los dos partidos corruptos dominantes, el conservador y el liberal y luego a los grandes consorcios económicos de hoy, llámense Grupo Ardila Lülle, Organización Sarmiento Angulo, Grupo Valorem (de la familia Santo domingo)y en los últimos años el Grupo Gilinsky y el Grupo Prisa de España (¿neocolonización española?), de los que, hoy se sabe, algunos han estado vinculados a negocios non santos, corrupción, politiquería, financiación de campañas para que los elegidos defiendan sus intereses.

La ultraderecha colombiana, en más de 200 años de gobierno, ha tomado decisiones que solo los han favorecido a ellos y desde la llegada de Álvaro Uribe con un gobierno marcadamente neoliberal, entregado a los intereses del imperio norteamericano y de los grupos que, hoy se sabe, han defendido a capa y espada para que sigan con sus negocios y en contraprestación no dejen de apoyarlo en estas horas donde pareciera que por fin habrá justicia en Colombia. Es una sociedad de mutuo beneficio para ellos, en los que ha primado el favorecimiento a los empresarios de los negocios, unos que Uribe con Gaviria se inventaron, como los medicamentos, el aseo, la salud, las cesantías y las pensiones de los millones de trabajadores, otros que ya existían pero que querían mayor tajada, como las minas, las hidroeléctricas y otros nuevos que por el avance de la tecnología vieron en nuestro país una realidad de negocios muy lucrativa y sin mayores restricciones.

Todas esas decisiones las tomaron a espaldas de los ciudadanos y con un perjuicio total para el pueblo, pues ya no hay salud, pensiones, medicamentos, aseo, empleo y llegó un momento que con la implementación de los TLC ya ni siquiera productos agropecuarios se sembraron en el país por la competencia desleal de los productos norteamericanos subsidiados que arruinaron a nuestros campesinos que el tratado nos obligaba a adquirir. Tan es así, que hasta prohibieron la comercialización y cultivo con semillas nativas que no fueran de las multinacionales dedicadas a la producción de estas materias primas y dejaron la exclusividad de la utilización por parte de esas mismas empresas de nuestra biodiversidad para la producción de medicamentos y otros productos requeridos por la industria. 

Esto trajo a nuestro país la ruina del campo, desempleo, hambre miseria y una de las mayores desigualdades del mundo para nuestra nación. El hambre y la muerte se apoderaron del territorio nacional. Además, expresidentes y sus cómplices de ultra derecha tomaron decisiones como el desplazamiento de mas de 8 millones de colombianos, los 6.402 mal llamados falsos positivos, bombardeos a niños, fumigaciones con glifosato (prohibidas en muchos países por causar daños a la salud), ataques a la población civil (como las vistas en el estallido social, además de muchas otras), hornos crematorios, granjas de cocodrilos, solo para nombrar unas pocas, todas en contra del pueblo y a favor de ellos. Resumiendo, usaron el país exclusivamente para ellos llegando a unos niveles de crueldad y ambición exclusivas de nuestra oligarquía.

Gustavo Petro, en su programa de gobierno se propuso y ha intentado por todos los medios revertir muchas de esas decisiones, pero la ultraderecha apoyada por sus grandes medios de comunicación no lo han permitido, usando desinformación, “fake news”, mentiras, calumnias, trampas, montajes, inteligencia artificial y todo tipo de armas innobles, inclusive unas inventadas por sus “genios creativos”, que no habíamos visto nunca en Colombia. Han tratado de desprestigiar, condenar, ilegitimar y condenar el gobierno del señor presidente Gustavo Petro para frenar dichas reformas. Nunca, en la historia de nuestro país, se había visto esa andanada de ataques a una persona y un gobierno solo para defender unos intereses de muy pocas personas. 

La unión de todas las ramas del poder público, exceptuando muy pocos casos dignos de resaltar, ha generado una muralla en contra de los cambios que quiere llevar a cabo el programa de gobierno. Han llegado a tal punto que magistrados rechazan la presencia del señor presidente en sus posesiones o en decirle que no vaya a una reunión formal programada cada año, quieren con esto mandar el mensaje de “aquí mandamos nosotros y ustedes, pueblo ignorante no tienen derecho a nada y no se les permitirá nada”. 

A las reformas, primero las sabotean en el congreso militantes de partidos como el conservador, liberal gavirista, cambio radical, el partido de Álvaro Uribe, el Centro Democrático, y los traidores del pueblo que se hicieron elegir con las banderas del cambio: Juvinao, Miranda, JP y la representante de la “dignidad”, léase MOIR, Jennifer Pedraza, si eso no les funciona las cortes las declaran inconstitucionales como lo que está pasando con le reforma pensional con la ponencia negativa del magistrado Ibáñez.  El señor presidente pidió audiencia pública a la corte para tratar de que vean las bondades para muchos viejos de Colombia y no la tumben.

Desde las 3 de la mañana medios radiales y desde las 6 a.m. medios televisivos se dedican con sus sendos directores y comunicadores a perseguir por cualquier motivo y muchos inventados al señor presidente. Cualquier “vuelo de mosca” lo adaptan y lo amplifican para hacer de ese “hecho” un escándalo que afecte la credibilidad del gobierno, como ocurrió con un bulo que narraba que Petro estaba en cuidados intensivos por sobredosis en una prestigiosa clínica de la capital, hecho desmentido por él y por la Fundación Santafé, había ido a visitar a su hija Antonella. Ese es solo una muestra de todas las cosas que se han inventado para conseguir sus perversos fines. Exigen explicaciones de todo, que porque sí, que porque no, sin autoridad moral para ello. ¿De dónde acá una reforma cualquiera a favor del pueblo tiene que ser cuestionada o tumbada por voluntad de ellos? Como dice el adagio popular: “Brava está mi vecina, porque se robó mi gallina”. 

Conociendo a los medios corporativos y los corruptos politiqueros de la oposición, uno pensaría que es “normal” su actuar; como no tienen argumentos ni inteligencia, tienen que recurrir a esos métodos salvajes, antidemocráticos y faltos de verdad. Como dicen muchos “demócratas” subdesarrollados, ese es el juego político y hay que aguantarse.

Lo que sí es desconcertante son las actuaciones de muchos ministros, congresistas y políticos del Pacto Histórico y sus aliados que actúan como si fueran de la oposición inteligente. Nunca los ve uno defendiendo, no a Petro, como hemos visto, él se defiende solo y con lujo de detalles, sino al programa por el cual salieron elegidos o dicen defender. Dejan pasar todas las actuaciones de la “asociación” de politiqueros, empresarios y “medios corporativos” en contra de las reformas. Unos porque no han entendido de qué se trata el programa, otros por esnobismos, otros por el “caché” que da ser ministro o congresista, otros por cálculo político, que generalmente es derechista, otros por el poder de mandar a los subalternos y otros porque se infiltraron en el naciente movimiento progresista siendo de derecha. Su silencio cómplice favorece el accionar de la ultraderecha y sus medios, pareciera que les tienen miedo o que no quieren creárselos como enemigos porque en un futuro tienen en su proyecto ser candidatos o funcionarios de un gobierno de centro o hasta de derecha. 

Algunos van a esos medios a que los maltraten, los interrumpan y hasta los insulten y no reaccionan, no tienen dignidad y dan pie a que armen unas narrativas mentirosas sobre el gobierno. Otra honorable senadora va a RTVC, un periodista le pregunta su opinión sobre el accionar de los medios corporativos en contra del gobierno Petro, que para el comunicador se convirtieron en un partido de oposición, la respuesta de ella es: “¡a mí me han tratado muy bien!”, refiriéndose a los grandes medios. Muy pocos se han puesto la camiseta del programa de gobierno democrático como debe ser y tienen que salir a diario a aclarar mentiras, a desarmar calumnias, pero son los menos. Debemos recordar que los parlamentarios y todos lo que votaron por el cambio, se adhirieron no a una persona, sino a un programa específico, que quiere hacer unas reformas, no se si lo entendieron algunos de los que están en el congreso, en otros cargos de elección popular nombrados en ministerios y entidades publicas, pero muchos de ellos en vez de seguir trabajando por el cambio, ya están en campaña para alguna corporación pública, muchos con agenda propia desconociendo los postulados del programa. 

Muchos políticos progresistas o medios de comunicación comunitarios, alternativos y muchos influenciadores, para hacer sus espacios noticiosos o de opinión usan como fuentes los mismos medios corporativos, difundiendo las versiones de las noticias que ellos presentan, sus mentiras, entrampamientos o falsedades. En últimas se convierten en parlantes y difusores de esos mismos medios a pesar de que dicen a diario que no hay que oírlos ni creerles

Como vemos, el señor presidente está, prácticamente, solo contra todo un aparato feudal ultraderechista que lleva más de 500 años en el poder impidiendo que la voluntad del pueblo se vea reflejada en el gobierno, solo hasta ahora en dos años y medio se ve que sí se puede. Pero también es claro que si no es con la participación popular volverán más sanguinarios que antes, como Milei o Trump, para quitarnos lo poco que se ha logrado en este corto tiempo y con el ánimo lleno de venganza para asesinar a más jóvenes, matar a los viejos de hambre y falta de salud, que les quitará la educación a los muchachos y volverá a las mujeres trofeos de guerra como sucedió hasta antes del año 2.022.

Las derechas y sus medios no tienen ninguna autoridad moral para exigir que se les rinda pleitesía, nunca han gobernado para el pueblo y por el contrario han desangrado al erario en su beneficio. Han mentido, robado, trampeado, asesinado, desplazado y ahora vienen a dárselas de santos diciendo que todo es culpa de Petro. ¿Por qué la derecha, que siempre ha puesto las condiciones, no le ha rendido cuentas a nadie, hoy le exige a la izquierda que le de cuentas de todo lo que hace? Lo más grave es que el progresismo corre a rendirle esas cuentas como si estuvieran cometiendo algún delito, paradojas de Colombia.

Las opiniones de los columnistas son de su exclusiva responsabilidad.  Les invitamos a leer, comentar, compartir y a debatir con respeto.

Esta columna fue publicada originalmente en SoNoticias y es compartida con la comunidad de La Conversa de Fin de Semana, gracias a la generosidad del periodista Hernán Riaño.

jueves, febrero 13, 2025

A diferencia de Twitter, con Trump, el señor Musk está haciendo valer su inversión

Por: Germán Navas Talero y Pablo Ceballos Navas

Editor: Francisco Cristancho R.

En Colombia, la derecha y algunos desinformados criticaron al presidente por su reclamo al gobierno de Trump. En contraste, en México, la presidenta Claudia Sheinbaum recibió un apoyo contundente al enfrentar exitosamente la actitud desafiante de su homólogo estadounidense.

Durante la semana anterior no fueron pocas las veces en que no dábamos crédito a las noticias que leíamos o veíamos. Ante la mirada de todos y con la certeza de que tiene pocos o nulos controles, Trump y su gobierno supremacista han puesto en marcha el temido Project 2025. El principal enemigo, aunque cueste distinguirlo entre tantos blancos de su odio, es el empleo público. Según cuenta la prensa, Trump delegó a Elon Musk la tarea de implementar en el gobierno federal un modelo como el que aplicó en Twitter -ahora X-, basado en el máximo recorte posible de personal. No importó a Trump que esta estrategia, probada y fracasada aquí y acullá, haya contribuido a que X perdiera más del 70% del valor comercial que otrora tuvo y que pagó por ella su compinche.

La ejecución de esta directriz dada por Trump ha dejado anonadados a muchos. Son conocidas las incursiones de la ‘agencia’ liderada por Musk –que no es agencia ni entidad gubernamental de ninguna clase– con el propósito de obtener información sin protocolo o vigilancia alguno y por ende sin limitación. Los funcionarios públicos que se han opuesto o intentado impedir este desafuero, que compromete la seguridad del país y de sus ciudadanos, han sido despedidos, enviados a vacaciones, o despachados a otros cargos.

Mientras los empleados de Musk escarban la información del gobierno federal, a las afueras de las instituciones gubernamentales se observan escenas inéditas: decenas de congresistas, la mayoría -si no todos- demócratas, se agolpan en las entradas con el propósito de ejercer su rol de vigilancia sobre el poder ejecutivo, con tan mala fortuna que en la puerta les esperan agentes de seguridad que impiden sin fundamento legal su ingreso. Ciudadanos estadounidenses, entre ellos supuestos agentes del orden, obstruyen ilegalmente a sus representantes el acceso a propiedad pública, una contradicción tan absurda como diciente del estado de la democracia en Estados Unidos.

En un país donde la prohibición ha sido tradición, sorprende que haya carta blanca para un personaje como Elon Musk, quien se ha asegurado de que su inversión en Trump produzca réditos. Sus caprichos, sus abusos y su evidente desdén por la humanidad camparán a sus anchas por los próximos cuatro años, y ello prueba la necesidad de plantarles cara desde temprano, como lo hizo –a nuestro juicio con acierto– el presidente Petro.

En Colombia fueron muchos quienes cuestionaron al Presidente de la República por su reclamo justo al gobierno Trump y no pocos porque vieron comprometidos sus intereses, unos ostensibles –piensen en los exportadores– y otros risibles –como aquellos que gritaban Fuera Petro luego de que les fuera postergada su cita en la sección consular–. Por oposición, en México hubo un respaldo sin ambages a la presidente Claudia Sheinbaum, quien encaró y superó con éxito la bravuconada de su homólogo estadounidense. No importó al gobierno de Sheinbaum ni a los líderes políticos y gremiales si por unos días iban a ver afectados sus planes de viaje o el tránsito por la frontera, pues sabían que era el momento de pararse firmes ante el matón y aparentemente la estrategia funcionó.

Adenda: qué sablazo el de los chinos a Elon Musk y a Silicon Valley. Despacio y en silencio, como es su costumbre, China gestó una herramienta de inteligencia artificial que puso a temblar a sus pares en Estados Unidos y les causó una pérdida significativa de su valor comercial. Con prácticas semejantes, los chinos desplazaron a Tesla como el mayor productor de vehículos eléctricos y a la fecha lideran, aún con un trato comercial injusto, este segmento del mercado en Estados Unidos y una centena de países más.

¡Nos leemos la próxima semana!

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jueves, febrero 06, 2025

No es gratuito que para tener visa se requiera portar un pasaporte

 

Por: Germán Navas Talero y Pablo Ceballos Navas

Editor: Francisco Cristancho R.

Siendo cuatro de febrero de dos mil veinticinco y para el lamento de algunos agoreros no hay sanciones económicas ni bancarias; restricciones consulares; prohibición o limitación de tránsito ni disrupciones notorias en el comercio exterior entre Colombia y Estados Unidos.

Conmocionada semana la que tuvimos, la cual dejó expuestos y a la vista de todos los valores, intereses y prioridades de muchos colombianos. El tratamiento que desplegó el dictadorzuelo del norte contra los latinos ha suscitado todo tipo de defensas por parte de nuestros connacionales, quienes aparentemente prefieren defender a un declarado supremacista que respaldar la acción de su presidente en defensa de los intereses nacionales. Sin perjuicio de lo anterior, permanece un hecho cierto: la posición adoptada por el presidente Gustavo Petro fue ampliamente reconocida y aplaudida por fuera del territorio patrio, respaldada por otros jefes de Estado y por líderes de opinión, incluso, en Estados Unidos.

Algunos columnistas de los que se dicen periódicos de ‘amplia circulación’ –calidad sencilla de adquirir, como quiera que hay tres o cuatro en el país– sentaron su protesta y revelaron congoja por las acciones del presidente Petro, a las que calificaron de arriesgadas; proclives al conflicto o “desatinadas”. Olvidan los señores opinadores que justamente de tomar riesgos, asumir conflictos eventuales e incomodar a los poderosos se trata el ejercicio de gobernar, máxime cuando se presentó –e hizo elegir– como una alternativa de gobierno contrapoder.

Inquietante, por decir lo menos, la relación de algunos colombianos con la visa ‘americana’ o con la ‘Green Card’. Un observador desprevenido podría creer que, dada su dependencia, estos connacionales nacieron con visado o residencia permanente en un país distinto al suyo, cuando nada es más alejado de la realidad.

Se pregunta uno: visto el aprecio que le tienen a la visa y que les ha llevado a priorizar los intereses de Estados Unidos sobre los de su país de origen, ¿cómo piensan ingresar a Miami sin un pasaporte que contenga el visado? ¿Creen que les es dado tener un visado “en una hojita”, como dirían con el desparpajo que acostumbran para todo? En caso de que llegados a este punto no sea evidente, la relación de estrecha y estricta necesidad entre el pasaporte (prueba de nacionalidad extranjera) y el visado (autorización temporal y condicionada de ingreso a un tercer país) debería informar a los connacionales respecto de cuáles son los verdaderos intereses a defender.

También leímos un par de editoriales que resentían a Petro por sus acciones contra Trump, mismas que uno de los editorialistas consideraba una forma impropia o equivocada de “hacer política”. Quiere decir ese caballero, colombiano hasta donde sabemos, que Trump puede insultar, maltratar y comprometer la integridad física y moral de los latinos día y noche, y los líderes políticos latinoamericanos deben aguantar en silencio y conservar gratitud por los buenos oficios del país del norte, pues de lo contrario él deberá colgarles el sambenito de las “malas formas” y reprochar su “falta de visión y contención”.

Un periodista muy influyente se burló del presidente Petro por sugerir que Trump podría “tumbarlo”. Este comunicador, que se dice humorista y que cobra a sus antiguos compañeros de colegio por escucharlo en sus intentos de ser gracioso, desatiende –como es su costumbre– indicios claros en respaldo de la posibilidad que denunció el Presidente de Colombia. Tanto Trump como su compinche y mayor financiador, Elon Musk, han presumido de su capacidad probada o potencial para derrocar a jefes de Estado democráticamente elegidos, especialmente cuando quieren algo de estos que no les ha sido dado sin chistar.

Preocupa y no poco que en el periodismo estadounidense pueda estar operando una ley del silencio, especialmente entre quienes portan un apellido latino. ¿Existen amenazas o hechos consumados que impidan el ejercicio irrestricto de su oficio? ¿Temen por represalias del gobierno federal contra ellos, sus familias o allegados? La renuncia de Jim Acosta y las precauciones –a nuestro juicio excesivas– de algunos periodistas gringos de origen latino para designar las cosas por su nombre son indicativas de que algo está pasando, en perjuicio evidente de la libertad de expresión y del derecho de sus audiencias a estar adecuada y oportunamente informados.

Siendo cuatro de febrero de dos mil veinticinco y para el lamento de algunos agoreros no hay sanciones económicas ni bancarias; restricciones consulares; prohibición o limitación de tránsito ni disrupciones notorias en el comercio exterior entre Colombia y Estados Unidos. Viene el maíz y van las rosas, como ha sido por años, mientras los presidentes en uno y otro país han demostrado su carácter y el alcance de su voluntad. Quedan y quedamos advertidos.

Adenda: es bueno leer la columna de Hernán Riaño titulada “Latinos, Go Home”, publicada la semana pasada, en la que describe con precisión quién es Donald Trump y cuál es el legado de la dominación colonial en las actitudes que exhiben no pocos colombianos.

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lunes, enero 20, 2025

¿Las derechas unidas, jamás serán vencidas?

Por Hernán Riaño

La esperanza está en los jóvenes comprometidos que defienden causas justas, apoyan al gobierno y denuncian la corrupción. A pesar de carecer de recursos, se esfuerzan por difundir la verdad y están motivados por el amor a su país. Gracias a su labor, se ha revelado información que los medios corporativos intentan ocultar. 

El mundo ha conocido una consigna que gritan los manifestantes en contra de la derecha para reivindicar sus derechos: ¡El pueblo unido jamás será vencido! En nuestro país, la verdadera unión se ha visto en la ultraderecha mafiosa que quiere perpetuar sus privilegios en contra de los colombianos. Ellos que, dependiendo de la época, sus necesidades y sus intereses, se “pelean” unos con otros, luego se amistan, los que ayer fueron enemigos, hoy son inseparables. Recordemos episodios como la denuncia que le hizo Andrés Pastrana al periodista de Univisión, Jorge Ramos, cuando este le preguntó si Uribe era narcotraficante; Pastrana le contesta: “es que yo lo he denunciado…” (1), o cuando, en medio de un ataque de histeria, César Gaviria gritaba en televisión, refiriéndose a Uribe: “¡Uribe mentiroso, Uribe mentiroso, Uribe mentiroso!” (2), en el lanzamiento de la campaña de reelección presidencial de Santos; hoy los vemos cogidos de la mano atacando a Gustavo Petro desde todos los flancos y usando todas las armas innobles que siempre han utilizado. 

En el congreso era igual (¿Aún lo es?), los representantes y senadores “cazaban” peleas insulsas, se gritaban, y hasta se decían groserías en las sesiones o plenarias para embobar al pueblo y, luego, después del espectáculo, los veía uno en las páginas sociales de los periódicos, compartiendo unos “amarillos”, como los mejores amigos, como si nada hubiera pasado, en cualquier evento social de la alta aristocracia criolla. Se burlaban del pueblo en su cara. A todos ellos, los unen los intereses en los dineros del Estado para usarlos en su beneficio, dejando, de paso, en la miseria a los ciudadanos; así ha sido desde que Colombia se convirtió en una “democracia”.

Hoy vemos un fenómeno no antes visto en nuestro país, es la unión total de las derechas, porque todos son eso, para “recuperar” a nuestro país, según ellos dicen. Todos los sectores, gremios, grandes empresarios, con algunas contadas excepciones, partidos políticos de los llamados tradicionales y sus divisiones y hasta partidos o movimientos llamados de centro, de centro izquierda (¿?), ambientales, grupos delincuenciales de todo tipo, “guerrilleros” y otros muy dignos, se han unido en contra del primer gobierno democrático para no dejarlo actuar y con la consigna de que todo vuelva a ser como antes, o sea dominado por ellos, a partir del año 2.026. Que mescolanza de ideologías, diría uno, pero lo que se ve, decantando todas las arandelas, es que todos son lo mismo, unos siendo los del poder y otros sirviéndoles de “idiotas útiles” o de cómplices conscientes, para que la ultraderecha vuelva al gobierno, todos enemigos reales del pueblo y al servicio del uribismo.

Tienen unos grandes difusores de sus consignas, mentiras, calumnias y amenazas, que son sus medios de comunicación, los llamados tradicionales, que hoy más que nunca y vísperas de un año electoral, han agudizado los ataques con todo tipo de armas para desestabilizar y desacreditar a Gustavo Petro, quien en este momento es el blanco de casi todos los embates con los que a diario se ensaña esta, mal llamada; “prensa” colombiana. Lo que estamos viviendo nunca lo había visto el país, por lo menos tan descaradamente; ya no disimulan, no se ocultan bajo premisas engañosas, ya alzan la voz y muestran su derechismo y posibles delitos, abiertamente, sin pena, están demostrando que la verdad les importa “un comino” y que su indudable razón de existir es la defensa de los empresarios que los tienen en esos puestos comunicativos. Lo grave es que muchos de ellos salieron con peores instintos destructores que sus patrones, no les importa atacar a mujeres, niños, minorías y últimamente a las madres de las víctimas de los mal llamados falsos positivos, de desapariciones, de operaciones de “seguridad democrática, o de masacres, revictimizándolas sin ninguna consideración y por encima de cualquier sentido de humanidad. 

Unos y otros, se dedicaron a tapar, minimizar o desviar la atención de todos los actos de corrupción, desfalcos, robos y quién sabe qué otros delitos cometidos por gobiernos anteriores y que dejaron al país con unas deudas inmensas que le ha tocado afrontar al gobierno actual. Son tan cínicos que ahora resulta que la situación que encontró Petro es culpa de Petro. Tamaño despropósito que aún creen los estúpidos que aún los siguen a ojo cerrado. Presentan cualquier incoherencia seguros de que su audiencia de idiotas les cree y que como “loros” salen a repetir, orgullosos de su uribismo e ignorancia.

Están unidos férreamente, como un solo hombre para atacar al progresismo, para evitar que siga en el poder, para impedir que se siga conociendo todo lo que ellos han hecho para enriquecerse con el erario o con los negocios ilícitos a los que han estado acostumbrados por tantos años. Sí, descaradamente unidos, ya no disimulan, son una sola cosa, un solo interés, con un desprecio total por el ciudadano, que hace recordar las cortes de nobles europeas antes de la revolución francesa, cuando el pueblo era mantenido en la miseria absoluta, mientras los señores feudales eran dueños de todas las tierras y se quedaban con todas las riquezas. Lo más grave es que lo hacen sin argumentos, ni inteligencia, ni conocimiento, ellos actúan con violencia, solo por amor al poder y al dinero. Hoy no les importa la opinión de la ciudadanía, solo lo que ellos digan y quieran hacerle al país. Lo hacen porque están seguros que el pueblo no reaccionará, saben que los tienen amaestrados, domesticados, esclavizados, avasallados para que les diga que sí a todo lo que quieran. 

Es preocupante que, ante la gran cantidad de denuncias de corrupción y desfalco, los colombianos no actúen, no protesten, es como si todo lo que han hacho hubiera pasado en otro país, en otra dimensión o en otra galaxia, es como si no fuera con ellos, como si el dinero que se embolsillan no saliera de los impuestos que ellos pagan, no les importa quedarse sin salud, educación vivienda o cualquier otro derecho. No, no les afecta, quieren seguir viviendo así. Es muy alarmante lo que vemos a diario. Tampoco actúan, ni les exigen cuentas a congresistas, diputados, concejales y ediles por los que depositaron su voto y ya estando en los cuerpos legislativos, los traicionaron, les mintieron o los engañaron. Muchos de estos “padres de la patria o aspirantes a serlo, hacen todo lo contrario a lo que prometieron abiertamente, sin tapujos y ningún elector les dice “ni mu”. 

Mientras todo esto está sucediendo, muchos sectores de la izquierda o el progresismo no han resuelto aún el dilema si primero fue el huevo o la gallina. No actúan, se la pasan sentados en una cafetería, en las redes sociales, o en charlas eternas, viendo a ver en qué se equivocó Petro, qué incumplió, según ellos, para “darle duro”, porque se creen con la verdad revelada. Están seguros de ser los únicos que sí saben cómo se resuelven los problemas nacionales, pero solo hablan, no hacen nada y su activismo se reduce solo criticar, mientras que la ultraderecha está unida y actuando en contra de la democracia. 

La esperanza, repito lo escrito en otras columnas, está en los jóvenes que sí saben lo que quieren y conocen como hacerlo o por lo menos lo intentan, esos que apoyan al gobierno, que defienden a las madres de las víctimas, que denuncian la corrupción, los robos y los desfalcos, que, a pesar de no tener medios, se los inventan sin esperar nada a cambio, sin ponerle condiciones al gobierno, están comprometidos en difundir la verdad y solo por amor al país. A ellos les debemos mucho de lo que se ha sabido, la difusión de las noticias que tratan de tapar los medios corporativos y que cuando hay que salir a apoyar lo hacen conscientes de lo que le espera al país si regresa la barbarie, los asesinatos, los mal llamados falsos positivos, las desapariciones y todo lo que el país ha conocido, pero se resiste a aceptar.

https://www.facebook.com/share/v/15pRZxcjUQ/

https://youtu.be/9j6g0rdwhtQ?si=SB2p_eS3vmj1Nrzq

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miércoles, enero 08, 2025

El mundo está hecho un sancocho de locos

Por: Germán Navas Talero y Pablo Ceballos Navas

Editor: Francisco Cristancho R.

Al frente de una guerra que nos hace temer por el regreso de la confrontación global está un ex-payaso que funge como dictador, como quiera que; permanece en el cargo aún vencido su periodo constitucional, y quien goza del apoyo decidido e irrevocable de varias potencias mundiales. De un bufón depende si continúa la guerra en Europa. 

La salud mental del planeta inquieta y preocupa. En Nueva Orleans un hombre en quiebra y sin esperanzas empleó un par de anteojos ‘inteligentes’, creados por una gigante tecnológica, para grabar el recorrido que luego haría a bordo de una pickup con la que arrolló a decenas de transeúntes y asesinó a catorce personas. A unas horas de vuelo, en el norte de Alemania, otro hombre ejecutó conducta similar en un mercado navideño, forzando al recuerdo de los peores momentos del terrorismo islamista en Europa. Y a escasos kilómetros de donde estamos, en San Vicente de Chucurí y en Garagoa, hay individuos que deciden abandonar una vida bucólica en el pueblo para luchar una guerra ajena en Ucrania, llevando consigo las mañas o ‘malas prácticas’ que derivaron en ejecuciones extrajudiciales, pactos ilegales y toda suerte de abusos de poder protagonizados por la fuerza pública durante el conflicto armado interno.

Debe ser objeto de indagación por nuestras autoridades que haya alrededor de doscientos nacionales colombianos prestando servicios ‘militares’ en Ucrania, que incluyen, entre otros, el homicidio (de militantes contrarios y, con o sin intención, probablemente también de civiles), el desplazamiento de la población local y el uso de armamento de guerra avanzado sin mayor –por no decir ningún– control.

En un artículo publicado por El Espectador, firmado por G. Jaramillo Rojas y que dicho sea de paso está muy bien escrito, se relata la experiencia de “Chucurí” en la guerra rusoucraniana, que bien puede resumir la de los demás “legionarios”: la necesidad en casa, la promesa de una paga relativamente buena, una convicción espuria de servir a un bien mayor –siempre que el cheque hiciera canje–, una decepción, el engaño y el retorno. A juzgar por los testimonios de este y otros entrevistados, Zelenski no solo es un payaso, sino también un trapacero mala paga.

Aunque uno pueda compadecerse de los connacionales por la trampa o por el trauma que seguramente produjo en ellos la experiencia del combate, queda uno con la pregunta de cómo es posible que un colombiano –quien al igual que nosotros ha podido conocer y constatar desde la infancia los efectos de la guerra– no esté prevenido de lo que vendrá cuando se inscribe como “legionario” para batallar contra una potencia armamentista. ¿Qué esperaban que les ocurriera? ¿Pensaron que les concederían tratamiento de dignatarios extranjeros, como sugiere la publicidad del gobierno ucraniano? Pues claro que no, los ucranianos pagaron por un servicio y se aseguraron de que su contratista prestara este a satisfacción, sin ninguna otra consideración.

Volviendo a estas latitudes, coincidimos con la opinión de la doctora Diana Guzmán, directora de Dejusticia, quien en entrevista con El Espectador sostuvo que en medio de la pugna entre las altas cortes (a nuestro juicio los impulsores de la controversia) y el presidente de la República cayó la elección de procurador, en la que “prevaleció la idea de ‘hay que ganarle al presidente’”, hecho que califica de “malo y negativo para las propias cortes, pues para que puedan funcionar bien tienen que estar abiertas al escrutinio público”. Agregó que esta labor también le corresponde al presidente y en ello las cortes también desempeñan “un papel muy importante”.

En nuestro concepto, la plana mayor del poder judicial se ha equivocado de cabo a rabo: ante un ejercicio ciertamente precario de su labor en los últimos años, los presidentes de las altas cortes decidieron participar en política –aunque haya quienes crean que un magistrado polemizando con el presidente a través de la prensa es una muestra de “independencia judicial”– y con el peor tino, pues es este uno de los gobiernos más cercanos a su causa. Prueba de ello la sanción de la reforma a la ley estatutaria de administración de justicia, por medio de la cual se concedió una reserva presupuestal –ajena a cualquier contingencia– del tres por ciento (3%) del presupuesto nacional para los gastos de funcionamiento e inversión de la Rama Judicial, librándolos de la penosa y nada sencilla petición de más dinero para cubrir faltantes, año tras año.

Veremos si el cambio de liderazgo en las altas cortes traerá consigo figuras menos obstinadas, más dialogantes, que tengan el conocimiento y la voluntad para hacer cumplir el mandato de colaboración armónica que impone la Constitución.

Gracias por continuar leyéndonos.

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jueves, enero 02, 2025

Un saboteo económico a toda marcha*

 

Por:  Consuelo Ahumada 

El atentado contra el manejo de las finanzas públicas es clarísimo, precisamente cuando se acerca el período electoral

*Teniendo en cuenta que, como consecuencia del sabotaje económico perpetrado por la oposición de derecha, a las propuestas económicas del gobierno nacional de Colombia, éste obligatoriamente tendrá que hacer importantes recortes presupuestales que afectarán intereses como los de las EPS y, ante la intensificación de la campaña de desinformación y manipulación ejecutada por la prensa tradicional colombiana; estimamos conveniente compartir con la comunidad de La Conversa de Fin de Semana, esta nota publicada originalmente en SoNoticias.

El año que está por terminar ha sido el más difícil para el gobierno del Cambio. Una oposición enardecida y apuntalada por sus poderosos voceros mediáticos no ha escatimado esfuerzo para destruirlo y difamarlo, tratando así de desmoralizar a las mayorías populares que lo eligieron.

Algunos sectores le siguen apostando a sacarlo de la presidencia a como dé lugar. Ya veremos qué pasará con el arranque en firme de Trump.

El frente económico ha sido especialmente duro. De hecho, la lucha por la apropiación y destinación de los recursos públicos es la disputa fundamental en todas sus reformas estratégicas. La vieja oligarquía y los neoliberales, dueños y señores de la tierra y de los negocios, se resisten a ceder parte de sus privilegios para permitir que se sienten las bases de la transformación social.  

Los economistas adocenados, algunos llenos de títulos, varios de ellos exministros/as, se pronuncian contra el caos, le auguran los peores desastres. Lo responsabilizan de todo y todo lo cuestionan. A falta de argumentos, vienen los adjetivos, los insultos.

Para nada importa que, de acuerdo con la revista The Economist a la que tanto invocan, Colombia fuera catalogada como la sexta mejor economía entre los 37 países de la OCDE en 2024.

Pero entremos en materia. Hace dos semanas, pocos días antes de finalizar las sesiones del Congreso, la estrategia financiera del gobierno recibió un durísimo golpe.

Las comisiones económicas de Senado y Cámara archivaron, sin siquiera discutirlo, su proyecto de ley de financiamiento. Meses antes, en un hecho insólito, el Congreso se había negado a la discusión y aprobación del Proyecto de Presupuesto Nacional (PPN) de 2025, presentado inicialmente por $523 billones de pesos.

Durante los últimos meses, la comisión interparlamentaria de crédito público se negó a sesionar para facilitarle al gobierno el manejo de la deuda.

Durante el período de gobierno, la Junta Directiva del Emisor se ha resistido a bajar las tasas de interés al mismo ritmo de la caída de la inflación, para propiciar la reactivación económica.

Ante la reciente decisión de las comisiones económicas del Congreso, el presidente señaló con precisión: “Pudiendo evitarlo, la oposición nos lleva al default, solo para ver si perdemos las elecciones del 2026. No les importa el bienestar de la gente”. Un golpe profundo a la economía nacional y al pueblo, agregó.

La imagen de la eufórica celebración de los congresistas responsables de su hundimiento parece sacada de la afamada película de Buñuel, “El discreto encanto de la burguesía”.

Miguel Uribe, senador y precandidato de la ultraderecha, nieto del tristemente célebre expresidente Turbay Ayala, admirador de Bukele y autor de la ponencia de archivo, expresó en medio del delirio: “Lo logramos, tumbamos la ley de financiamiento salvamos los bolsillos de los colombianos”.

Cuánto cinismo y falsedad. Como lo señala Planeación Nacional, el presupuesto presentado para 2025 refleja los compromisos del Plan de Desarrollo, construido por primera vez con amplia participación comunitaria y territorial.

El atentado contra el manejo de las finanzas públicas es clarísimo, precisamente se acerca el período electoral. Petro sabe que para darle continuidad a su proyecto político requiere los recursos para concretar las reformas. Pero hay una apuesta clara de la oposición por su fracaso y por el retorno de la ultraderecha.

La Corte Constitucional “descuartizó”, como señaló Petro, la reforma tributaria aprobada dos años atrás. Una reforma en contravía de las recetas neoliberales, ejemplo para todo el continente. “Le quitaron precisamente la progresividad que ordena la Constitución al quitarle 6 billones anuales en impuestos que debían pagar petroleras y carboneras”, señaló.

No puede haber duda, entonces, del saboteo institucional, del “golpe parlamentario”.  

La presentación simultánea del PGN y de una Ley de financiamiento también la hicieron los mandatarios anteriores. Pero como se trata de Petro, la consigna era bloquearlo.

El artículo 347 de la Constitución faculta al Gobierno a tramitar una ley de este tipo cuando los ingresos previstos no sean suficientes para atender los gastos mínimos que el Estado requiere para mejorar las condiciones de vida de la población.

Al mismo tiempo, le apunta a la sostenibilidad de las finanzas públicas, con la Regla fiscal. Una imposición neocolonial, a rajatabla y sin contemplaciones, del FMI, agreguemos.

Debido a las restricciones macroeconómicas y fiscales, resultantes de deudas heredadas de gobiernos anteriores, en especial el de Duque, debió presentarse una ley de financiamiento para garantizar las inversiones fundamentales.

Recordemos que el PGN contempla tres rubros: funcionamiento, deuda externa e inversión. Los dos primeros son bastante inflexibles, por lo que la inversión social es el rubro más afectado.

Se trataba de proveer recursos de inversión para 26 sectores estratégicos para las personas más pobres: economía popular y créditos asociados, mejoramiento de vivienda, acueductos, educación pública, desarrollo de energías renovables, subsidio a los servicios públicos, en particular las tarifas de energía.

Se contemplaba también la reactivación del sector agrario, exenciones del IVA al turismo en municipios de menos de 200,000 habitantes, la reducción de impuestos a los industriales. Todo con miras a la reactivación económica.  

Se proponía impuesto para grandes patrimonios, para el poderosísimo sector de las apuestas y juegos de azar.

Señaló el presidente: "Hundieron una ley de financiamiento que bajaba las tarifas al pueblo, que estimulaba las energías limpias. Traicionaron al empresariado que dicen defender. Maldito el parlamentario que, a través de las leyes, destruye la prosperidad de su propio pueblo". 

Por último, señaló: “La crisis presupuestal no la pagará el pueblo. El recorte no se hará de manera alguna sobre los programas centrales del gobierno. Quienes pensaban desfinanciar los programas centrales de la justicia social que ya ha sacado millones de personas de la pobreza y el hambre, fracasaron”.

PS: Cuando esto escribo, no se conoce todavía el incremento del salario mínimo. Por el bien de los trabajadores y trabajadoras y de la reactivación económica, debería acercarse al porcentaje planteado por las centrales obreras. El de México es un buen precedente.   

A mis fieles lectores y lectoras les deseo felices fiestas y que 2026 les traiga muchas satisfacciones, personales y colectivas.

jueves, diciembre 19, 2024

En Colombia la sal se corrompió

 

Por: Hernán Riaño

La frase "la realidad supera la ficción" es pertinente en el contexto actual de Colombia, donde un magistrado recién elegido ha optado por no posesionarse ante el presidente de la república; una situación preocupante, especialmente considerando los rumores sobre posibles intentos de golpe de Estado contra el gobierno nacional de Gustavo Petro.

En diciembre de 2.023, escribí una columna titulada “Cuando la sal se corrompe”, llamando la atención sobre las actuaciones de las mal llamadas “altas” cortes, que de altas no tienen nada, porque perdieron toda su dignidad, imparcialidad y defensa de la Constitución y las leyes como es su obligación (1).

Hace un año, sus decisiones en contra del pueblo y solo contra pueblo, las tomaron hacerle daño al primer gobierno democrático de nuestro país, dejaron ver como estas cortes fueron cooptadas por Álvaro Uribe Vélez y la ultraderecha colombiana para garantizar que los postulados neoliberales mafiosos tuvieran una continuidad en el tiempo y que los ciudadanos no pudieran acceder a los derechos constitucionales y humanos. Eso se vio, para dar un solo ejemplo, con la derogación de los decretos de emergencia para la Guajira, que solo pretendían llevarle agua y alimentos a una de las regiones más golpeadas por la corrupción y el despojo de los dineros públicos que debieran ser dedicados al bienestar de los habitantes de esa región ancestral. Otras decisiones que perjudicaron ampliamente la recuperación del país fueron viéndose a lo largo de estos más de dos años del gobierno Petro.

Pero lo visto en estos últimos días pareciera mentira, por eso el dicho de que la realidad supera la ficción viene como anillo al dedo en esta coyuntura. Que un “magistrado” recién elegido decida no posesionarse ante el primer mandatario de la república y que el presidente avale y justifique dicha acción es muy delicado (2), con la situación actual del país y los rumores o ¿acciones? de golpe de Estado en contra del señor presidente de la república, que se están ventilando en Colombia. Que el mismo presidente de la corte suprema de justicia, supuestamente, oculte su declaración de renta además de muchos otros actos bochornosos, son hechos muy delicados por las consecuencias que puedan tener en una sociedad débil, democráticamente hablando, como la nuestra (3). Porque ellos deben ser el ejemplo de pulcritud, transparencia e independencia de todos los colombianos, ellos son los que marcan el ejemplo de decencia para que los demás ciudadanos no justifiquen actos similares diciendo: “¿si eso lo hizo el presidente de la corte, por qué yo no puedo?” degradando aún más la frágil convivencia que aún podamos tener.

Lo grave del hecho es que las cortes están en una guerra silenciosa contra el pueblo colombiano, que personifican en Gustavo Petro, obedeciendo el mandato de los partidos de ultraderecha y el “innombrable” para bloquear cualquier acción del gobierno del cambio en contra de los colombianos, que redundaría en una pérdida de popularidad del presidente y facilitaría el tan anhelado golpe blando que tanto quieren para volverse a lucrar de los dineros de los impuestos que han usufructuado por tanto tiempo y que Petro ha denunciado a lo largo de su vida pública (4). Se dedicaron a hacer política en favor de la ultraderecha, ese es un hecho irrefutable, pero lo que deberían hacer es administrar justicia, que es la garantía de la democracia. No quisieron recibir una condecoración para la corte suprema por sus valerosas actuaciones en la lucha narco paramilitar, aduciendo que se estaba violando la independencia judicial. Además de todo, faltos de inteligencia, ya que la condecoración no era para ellos como personas sino a la institución por sus actuaciones del pasado en contra del narcotráfico y el paramilitarismo, pelaron el cobre, como se dice popularmente (5).  

Otro hecho que se vio el día 12 del presente mes y en una acción sorpresiva, aleve y traicionera, el congreso decidió hundir la llamada ley de financiamiento que propuso el ejecutivo para garantizar los dineros necesarios para el funcionamiento del Estado durante el 2.025, con una propuesta de archivo del senador ultra uribista-derechista, el delfín Miguel Uribe Turbay, solo para desfinanciar al gobierno y que no pueda cumplir con todas las metas sociales. Lo celebraron con un descaro inusitado, como si hubieran logrado un trofeo mundial, lo que realmente hicieron fue negar subsidios a los más pobres, rebaja de impuestos a las medianas y pequeñas empresas, la posibilidad de recuperar impuestos atrasados y que estos empresarios se pusieran al día, atacar el sector turístico al no aprobar exenciones para el sector y para las energías limpias (6). Este proyecto de ley tuvo que proponérsele al congreso ya que la corte constitucional “tumbó” parte de la reforma tributaria anterior, incluido el artículo que pretendía cobrarles impuestos a las multinacionales minero-energéticas (7). Muchos dicen, incluyendo al presidente, que la tumbaron para golpear a Petro, pero a quienes realmente perjudicó fue a los pobres de Colombia. Lo que más aterra es que ¡la tumbaron sin leerla!, ya lo habían anunciado los de los partidos de la oposición incluyendo a Efraín Cepeda, presidente del Senado, que dijo, que no iban a permitir la aprobación de las reformas, demostrando su alto grado de ignorancia y sus intereses oscuros en contra del gobierno. 

Parlamentarios traidores que se hicieron elegir con las banderas de reivindicación de los derechos de los colombianos, unidos con los de la ultraderecha, no solo votaron para el hundimiento de la ley de financiamiento, sino que han demandado leyes sociales ya aprobadas, se oponen a las reformas, no hacen quórum, no trabajan, solo gritan y ofenden a todo el que se atreva a cuestionarlo; dejan un panorama muy triste de la calidad de las personas por quienes votaron colombianos, muchos vendiendo sus votos u obedeciendo a sus patrones, costumbre causada por el neofeudalismo que impera en el país desde la colonia española o por simple odio a Petro. Este congreso, salvo las excepciones muy honrosas de la mayoría de los parlamentarios de gobierno, aunque no la totalidad, es otro ingrediente para demostrar el odio a los pobres que les tienen las élites que mantienen el poder  y que no quieren que el progresismo continúe por la senda de recuperación económica de Colombia después de la debacle de los “narcogobiernos” incluido el de Cesar Gaviria, que sumieron a Colombia en la miseria y que el señor presidente Gustavo Petro está tratando de sacar por todos los medios.

Se une la procuraduría, en manos de Margarita Cabello Blanco que, con sus acciones durante el gobierno actual y a escaso un mes de dejar la entidad, ha hecho todo lo posible por bloquear desde ese ente administrativo de control a los funcionarios que hacen su trabajo, cumplen con su función y además denuncian las barbaridades en materia económica, social y de derechos humanos cometidas por esos mismos sectores de las derechas colombianas. 

La elección de Álvaro Hernán Prada como presidente del CNE, ante una renuncia de Lourduy, es otro hecho relevante, ya que Prada, quien está siendo juzgado por supuesta compra de testigos, es enemigo declarado de Gustavo Petro y fue ponente de la proposición de investigación al señor presidente de la república, por mentirosas acusaciones del mismo Prada.

Como podemos concluir, ya no les da pena demostrar quienes son y de qué lado están, no disimulan sus verdaderas intenciones de acabar con este gobierno, de seguir esquilmando el erario y, una cosa muy importante, evitar que se sigan destapando todos los robos, los asesinatos, los mal llamados falsos positivos y en general todos los delitos en que ha incurrido la ultraderecha colombiana.

La conclusión de este episodio reciente, y que parece ya colmó la paciencia de muchos colombianos, es que como se dice popularmente la “pelota paso al campo” del pueblo. ¿Qué harán los colombianos ante tanta afrenta e irrespeto a su dignidad? Esperemos a ver qué acción toman, sobre todo los jóvenes quienes son los que, tristemente, deben luchar por su futuro. De no defender su gobierno, muy trágico será su futuro y el de sus hijos, como lo sentenció hace muchos años Jaime Garzón.    

Las opiniones de los columnistas son de su exclusiva responsabilidad.  Les invitamos a leer, comentar, compartir y a debatir con respeto.

Esta columna fue publicada originalmente en SoNoticias y compartida con la comunidad de La Conversa de Fin de Semana, gracias a la generosidad del periodista Hernán Riaño


(1) https://sonoticias0.wordpress.com/2023/12/15/cuando-la-sal-se-corrompe/

(2) https://www.asuntoslegales.com.co/actualidad/ose-urbano-martinez-toma-posesion-como-magistrado-corte-suprema-de-justicia-4014646

(3) https://www.youtube.com/watch?v=ii-EVkEBZAY https://x.com/JuanPoe/status/1866559256490627583

(4) https://www.facebook.com/share/p/15ghn1Y4to/

(5) https://www.youtube.com/live/kKsJtCg19e4

(6) https://x.com/derlilopeza/status/1867052012044726413

(7) https://www.eldiario.com.co/noticias/colombia/corte-constitucional-tumbo-impuesto-de-regalias-a-petroleras-y-mineras/  https://www.sur.org.co/polemico-fallo-de-la-corte-constitucional-deroga-la-prohibicion-de-deducir-regalias-en-el-impuesto-de-renta/ https://x.com/petrogustavo/status/1867208361923535296?ref_src=twsrc%5Etfw%7Ctwcamp%5Etweetembed%7Ctwterm%5E1867208361923535296%7Ctwgr%5E753b4e371788a8009dd061632efda83f356e8b3c%7Ctwcon%5Es1_&ref_url=https%3A%2F%2Fwww.vocescolombia.com%2Fpetro-reacciona-al-hundimiento-de-la-ley-de-financiamiento-anuncia-ajustes-tributarios-y-promete-proteger-programas-sociales%2F