Por: Hernán Riaño
Las reformas propuestas por el gobierno enfrentan sabotajes en el congreso por parte de militantes de varios partidos, incluyendo el conservador y el Centro Democrático, así como de algunos legisladores que se presentaron como defensores del cambio. Si las reformas no son bloqueadas en el congreso, las cortes pueden declararlas inconstitucionales.
Durante la existencia de nuestro país, desde la tenebrosa colonia, ellos, los chapetones y luego sus herederos políticos, la oligarquía colombiana, han hecho lo que han querido con Colombia sin darle ninguna justificación a los ciudadanos, apoyados por esos medios de comunicación de los cuales han sido propietarios, primero vinculados a los dos partidos corruptos dominantes, el conservador y el liberal y luego a los grandes consorcios económicos de hoy, llámense Grupo Ardila Lülle, Organización Sarmiento Angulo, Grupo Valorem (de la familia Santo domingo)y en los últimos años el Grupo Gilinsky y el Grupo Prisa de España (¿neocolonización española?), de los que, hoy se sabe, algunos han estado vinculados a negocios non santos, corrupción, politiquería, financiación de campañas para que los elegidos defiendan sus intereses.
La ultraderecha colombiana, en más de 200 años de gobierno, ha tomado decisiones que solo los han favorecido a ellos y desde la llegada de Álvaro Uribe con un gobierno marcadamente neoliberal, entregado a los intereses del imperio norteamericano y de los grupos que, hoy se sabe, han defendido a capa y espada para que sigan con sus negocios y en contraprestación no dejen de apoyarlo en estas horas donde pareciera que por fin habrá justicia en Colombia. Es una sociedad de mutuo beneficio para ellos, en los que ha primado el favorecimiento a los empresarios de los negocios, unos que Uribe con Gaviria se inventaron, como los medicamentos, el aseo, la salud, las cesantías y las pensiones de los millones de trabajadores, otros que ya existían pero que querían mayor tajada, como las minas, las hidroeléctricas y otros nuevos que por el avance de la tecnología vieron en nuestro país una realidad de negocios muy lucrativa y sin mayores restricciones.
Todas esas decisiones las tomaron a espaldas de los ciudadanos y con un perjuicio total para el pueblo, pues ya no hay salud, pensiones, medicamentos, aseo, empleo y llegó un momento que con la implementación de los TLC ya ni siquiera productos agropecuarios se sembraron en el país por la competencia desleal de los productos norteamericanos subsidiados que arruinaron a nuestros campesinos que el tratado nos obligaba a adquirir. Tan es así, que hasta prohibieron la comercialización y cultivo con semillas nativas que no fueran de las multinacionales dedicadas a la producción de estas materias primas y dejaron la exclusividad de la utilización por parte de esas mismas empresas de nuestra biodiversidad para la producción de medicamentos y otros productos requeridos por la industria.
Esto trajo a nuestro país la ruina del campo, desempleo, hambre miseria y una de las mayores desigualdades del mundo para nuestra nación. El hambre y la muerte se apoderaron del territorio nacional. Además, expresidentes y sus cómplices de ultra derecha tomaron decisiones como el desplazamiento de mas de 8 millones de colombianos, los 6.402 mal llamados falsos positivos, bombardeos a niños, fumigaciones con glifosato (prohibidas en muchos países por causar daños a la salud), ataques a la población civil (como las vistas en el estallido social, además de muchas otras), hornos crematorios, granjas de cocodrilos, solo para nombrar unas pocas, todas en contra del pueblo y a favor de ellos. Resumiendo, usaron el país exclusivamente para ellos llegando a unos niveles de crueldad y ambición exclusivas de nuestra oligarquía.
Gustavo Petro, en su programa de gobierno se propuso y ha intentado por todos los medios revertir muchas de esas decisiones, pero la ultraderecha apoyada por sus grandes medios de comunicación no lo han permitido, usando desinformación, “fake news”, mentiras, calumnias, trampas, montajes, inteligencia artificial y todo tipo de armas innobles, inclusive unas inventadas por sus “genios creativos”, que no habíamos visto nunca en Colombia. Han tratado de desprestigiar, condenar, ilegitimar y condenar el gobierno del señor presidente Gustavo Petro para frenar dichas reformas. Nunca, en la historia de nuestro país, se había visto esa andanada de ataques a una persona y un gobierno solo para defender unos intereses de muy pocas personas.
La unión de todas las ramas del poder público, exceptuando muy pocos casos dignos de resaltar, ha generado una muralla en contra de los cambios que quiere llevar a cabo el programa de gobierno. Han llegado a tal punto que magistrados rechazan la presencia del señor presidente en sus posesiones o en decirle que no vaya a una reunión formal programada cada año, quieren con esto mandar el mensaje de “aquí mandamos nosotros y ustedes, pueblo ignorante no tienen derecho a nada y no se les permitirá nada”.
A las reformas, primero las sabotean en el congreso militantes de partidos como el conservador, liberal gavirista, cambio radical, el partido de Álvaro Uribe, el Centro Democrático, y los traidores del pueblo que se hicieron elegir con las banderas del cambio: Juvinao, Miranda, JP y la representante de la “dignidad”, léase MOIR, Jennifer Pedraza, si eso no les funciona las cortes las declaran inconstitucionales como lo que está pasando con le reforma pensional con la ponencia negativa del magistrado Ibáñez. El señor presidente pidió audiencia pública a la corte para tratar de que vean las bondades para muchos viejos de Colombia y no la tumben.
Desde las 3 de la mañana medios radiales y desde las 6 a.m. medios televisivos se dedican con sus sendos directores y comunicadores a perseguir por cualquier motivo y muchos inventados al señor presidente. Cualquier “vuelo de mosca” lo adaptan y lo amplifican para hacer de ese “hecho” un escándalo que afecte la credibilidad del gobierno, como ocurrió con un bulo que narraba que Petro estaba en cuidados intensivos por sobredosis en una prestigiosa clínica de la capital, hecho desmentido por él y por la Fundación Santafé, había ido a visitar a su hija Antonella. Ese es solo una muestra de todas las cosas que se han inventado para conseguir sus perversos fines. Exigen explicaciones de todo, que porque sí, que porque no, sin autoridad moral para ello. ¿De dónde acá una reforma cualquiera a favor del pueblo tiene que ser cuestionada o tumbada por voluntad de ellos? Como dice el adagio popular: “Brava está mi vecina, porque se robó mi gallina”.
Conociendo a los medios corporativos y los corruptos politiqueros de la oposición, uno pensaría que es “normal” su actuar; como no tienen argumentos ni inteligencia, tienen que recurrir a esos métodos salvajes, antidemocráticos y faltos de verdad. Como dicen muchos “demócratas” subdesarrollados, ese es el juego político y hay que aguantarse.
Lo que sí es desconcertante son las actuaciones de muchos ministros, congresistas y políticos del Pacto Histórico y sus aliados que actúan como si fueran de la oposición inteligente. Nunca los ve uno defendiendo, no a Petro, como hemos visto, él se defiende solo y con lujo de detalles, sino al programa por el cual salieron elegidos o dicen defender. Dejan pasar todas las actuaciones de la “asociación” de politiqueros, empresarios y “medios corporativos” en contra de las reformas. Unos porque no han entendido de qué se trata el programa, otros por esnobismos, otros por el “caché” que da ser ministro o congresista, otros por cálculo político, que generalmente es derechista, otros por el poder de mandar a los subalternos y otros porque se infiltraron en el naciente movimiento progresista siendo de derecha. Su silencio cómplice favorece el accionar de la ultraderecha y sus medios, pareciera que les tienen miedo o que no quieren creárselos como enemigos porque en un futuro tienen en su proyecto ser candidatos o funcionarios de un gobierno de centro o hasta de derecha.
Algunos van a esos medios a que los maltraten, los interrumpan y hasta los insulten y no reaccionan, no tienen dignidad y dan pie a que armen unas narrativas mentirosas sobre el gobierno. Otra honorable senadora va a RTVC, un periodista le pregunta su opinión sobre el accionar de los medios corporativos en contra del gobierno Petro, que para el comunicador se convirtieron en un partido de oposición, la respuesta de ella es: “¡a mí me han tratado muy bien!”, refiriéndose a los grandes medios. Muy pocos se han puesto la camiseta del programa de gobierno democrático como debe ser y tienen que salir a diario a aclarar mentiras, a desarmar calumnias, pero son los menos. Debemos recordar que los parlamentarios y todos lo que votaron por el cambio, se adhirieron no a una persona, sino a un programa específico, que quiere hacer unas reformas, no se si lo entendieron algunos de los que están en el congreso, en otros cargos de elección popular nombrados en ministerios y entidades publicas, pero muchos de ellos en vez de seguir trabajando por el cambio, ya están en campaña para alguna corporación pública, muchos con agenda propia desconociendo los postulados del programa.
Muchos políticos progresistas o medios de comunicación comunitarios, alternativos y muchos influenciadores, para hacer sus espacios noticiosos o de opinión usan como fuentes los mismos medios corporativos, difundiendo las versiones de las noticias que ellos presentan, sus mentiras, entrampamientos o falsedades. En últimas se convierten en parlantes y difusores de esos mismos medios a pesar de que dicen a diario que no hay que oírlos ni creerles
Como vemos, el señor presidente está, prácticamente, solo contra todo un aparato feudal ultraderechista que lleva más de 500 años en el poder impidiendo que la voluntad del pueblo se vea reflejada en el gobierno, solo hasta ahora en dos años y medio se ve que sí se puede. Pero también es claro que si no es con la participación popular volverán más sanguinarios que antes, como Milei o Trump, para quitarnos lo poco que se ha logrado en este corto tiempo y con el ánimo lleno de venganza para asesinar a más jóvenes, matar a los viejos de hambre y falta de salud, que les quitará la educación a los muchachos y volverá a las mujeres trofeos de guerra como sucedió hasta antes del año 2.022.
Las derechas y sus medios no tienen ninguna autoridad moral para exigir que se les rinda pleitesía, nunca han gobernado para el pueblo y por el contrario han desangrado al erario en su beneficio. Han mentido, robado, trampeado, asesinado, desplazado y ahora vienen a dárselas de santos diciendo que todo es culpa de Petro. ¿Por qué la derecha, que siempre ha puesto las condiciones, no le ha rendido cuentas a nadie, hoy le exige a la izquierda que le de cuentas de todo lo que hace? Lo más grave es que el progresismo corre a rendirle esas cuentas como si estuvieran cometiendo algún delito, paradojas de Colombia.
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Esta columna fue publicada originalmente en SoNoticias y es compartida con la comunidad de La Conversa de Fin de Semana, gracias a la generosidad del periodista Hernán Riaño.