LA VITRINA DE LA CONVERSA

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viernes, mayo 31, 2024

La guerrilla le carga ladrillo a la extrema derecha

 

En la imagen: Un miembro del frente Carlos Patiño de las disidencias de las Farc patrulla Cañón de Micay, bastión del EMC en el Cauca, el 24 de marzo de 2024. Foto de Raúl Arboleda en:https://www.france24.com/

Por: Hernán Riaño

Estas "guerrillas" que aún no quieren hacer la paz, no les interesa, o prefieren seguir delinquiendo con negocios ilícitos como el narcotráfico y secuestro ¿están aliadas con la extrema derecha?, ¿Siguen sus indicaciones? ¿Mantienen el nombre de insurgentes solo para tapar sus negocios ilegales? ¿Quiénes se benefician con estas acciones?

No es desconocido para ningún colombiano, que toda la política hecha en Colombia por Álvaro Uribe Vélez, desde que incursionó, se ha basado y lo sigue haciendo en una "pelea" contra las guerrillas colombianas y todo lo que a él le parezca a desarrollo social y democracia. No en vano ha tildado cualquier posibilidad de avance democrático con epítetos inventados por él, como “castrochavista”, que no se sabe qué quieren decir, pero que ha calado en sus estúpidos seguidores y que repiten como loros mojados en cualquier reunión pública o privada. 

Pero Uribe fue muy eficiente en la construcción de un enemigo interno: la guerrilla, y además intentó mostrarla como enemigo personal, al acusarlos de la muerte de su padre Alberto Uribe; hoy ya hay dudas al respecto, y las investigaciones han dado para conocer otros aspectos de esa muerte y de la vida del señor padre del “ex”. A partir de ese momento, y justificándolo con la muerte de su papá, declaró una guerra sin cuartel a la guerrilla. 

Con esta consigna llegó a la gobernación de Antioquia, al Congreso de la República, dos veces a la presidencia y hoy por hoy es un líder indiscutible de esa ultraderecha neoliberal corrupta. En su gobierno departamental creó la génesis de las autodefensas, las Convivir, para enfrentar a ese enemigo que, según él, era el causante de todos los males de Colombia. Es conocido hoy, gracias a la Comisión de la Verdad y a la JEP, para qué fue lo que sirvieron realmente esas autodefensas. 

Retrocediendo un poco en el tiempo, hay que recordar que la guerrilla decepcionó a los colombianos con el fracaso del proceso del Caguán y que esto fue aprovechado por la ultraderecha nacional para desacreditarlos completamente.

Pero volvamos, las guerrillas de todos los pelambres, que llevan más de 50 años como insurgentes, se quedaron en eso, solo en eso, sus propuestas se fueron diluyendo en el tiempo, y a los otros los fue consumiendo el narcotráfico y cambiando sus objetivos, y hoy más parecen bandas criminales dedicadas exclusivamente a ese negocio ilícito.

Ellos pregonaban los cambios del país, unos queriendo un gobierno democrático y otros un gobierno socialista, estos últimos no aceptan medias tintas. Con esos argumentos unos firmaron el proceso de paz de la Habana y las alas más radicales se quedaron en el monte. Hoy, esos que no lo hicieron antes, iniciaron un nuevo proceso con otras condiciones. 

Con este panorama, estas guerrillas que aún persisten en mantener la guerra, contrario a lo que se podría pensar, se dedicaron a hacerle la vida imposible a Gustavo Petro con acciones terroristas, paros armados y cuanta cosa se puedan imaginar para torpedear al gobierno y “sacarle” ventajas inesperadas y en muchos casos desleales. 

Uno no puede entender qué están pensando los líderes y militantes de esta extrema izquierda, que, en vez de pensar en el país, de analizar la situación tan delicada en la que lo dejaron los gobiernos derechistas, se comporten como ellos y se suman, en la práctica, a su “oposición inteligente”. Con sus acciones, lo único que hacen es sumársele a su símil, la extrema derecha, en el torpedeo que le hacen al gobierno y en últimas frenar las reformas sociales que tanto necesita el pueblo colombiano. 

Nunca habíamos tenido un presidente democrático, hoy reconocido líder mundial y que nos envidian en muchos países y en contraposición la extrema izquierda se porta como si fueran otra fase de la oposición al gobierno.

El dicho popular que dice que “las extremas se juntan”  se está viendo claramente, en vivo y en directo en nuestra nación. Dos facciones de la política colombiana que uno supondría enemigos, hoy abrazados en el objetivo de “tumbar” a Gustavo Petro de la presidencia.

Es necesario, oportuno y obligatorio recordar que el líder de esta guerrilla autodenominada EMC, Iván Mordisco fue declarado muerto por los señores Iván Duque y Diego Molano, presidente y ministro de defensa respectivamente, y que por su “muerte” pagaron ¡3 mil millones de pesos de recompensa! (1), ninguno de los dos ha aclarado a quien le pagaron ese dinero ni por qué lo hicieron, sabiendo hoy que está vivo pactando contra el gobierno Petro. A otro que habían declarado muerto fue a Iván Márquez que en los últimos días también apareció dando declaraciones.  

De lo que se concluye con este episodio, es que este EMC que aún está haciendo la guerra en Colombia es de la extrema derecha y actúa en concordancia con las otras derechas del país, la pregunta obligada (y no es afirmación) es: ¿La muerte de Iván Mordisco, el pago de esa cuantiosa recompensa, su reaparición y accionar contra el gobierno democrático, a qué obedecieron? Mutis por el foro, dicen los entendidos, pero sí es muy sospechoso. Con esas acciones también les colaboran a los corruptos para desviar la atención sobre las gravísimas denuncias en los últimos días sobre desfalcos y robos en muchas entidades en los gobiernos anteriores o realizados por funcionarios que vienen de esos gobiernos.

¿Estas guerrillas que aún no quieren hacer la paz, no les interesa o prefieren seguir delinquiendo con negocios ilícitos como el narcotráfico y secuestro ¿están aliadas con la extrema derecha?, ¿Siguen sus indicaciones? ¿Mantienen el nombre de insurgentes solo para tapar sus negocios ilegales? ¿Quiénes se benefician con estas acciones? O ¿Los autodenominados guerrilleros son idiotas útiles de la extrema derecha y el uribismo? Preguntas que no tienen respuesta después de muchos años de conflicto en Colombia y que, ojalá, más temprano que tarde las respondan al país.

Otro aspecto a analizar es, como se lo han preguntado en las redes sociales, ¿estos ataques terroristas de todos los sectores violentos, ¿Obedecen al llamado a juicio y posterior acusación por tres delitos a Álvaro Uribe Vélez? Si fuera cierto, sería muy grave que los autoproclamados guerrilleros, estuvieran defendiendo con sus acciones al “ex”.

Esas guerrillas serán las responsables si hay un golpe de Estado blando o duro contra el primer gobierno democrático, porque ellos con su accionar solo alimentan y justifican los deseos desestabilizadores de los empresarios y políticos neoliberales, además de las consecuencias sociales que tienen las regiones con estas acciones de bloqueos, paros, bombas y secuestros, ya que los únicos perjudicados son, en primera instancia los habitantes de esas zonas y en segunda la sociedad colombiana que ellos pregonan defender.

Es que la guerra es un negocio en los que unos actores, los que la impulsan y alimentan, ganan mucho dinero, casi que por todos los rubros que tienen que ver con los conflictos y no olvidemos que uno de los personajes a los que más le gusta es a Álvaro Uribe Vélez, por eso le gusta tanto.

Nota publicada originalmente en SoNoticias – Periodismo verídico para proporcionar elementos para la creación de conceptos propios (wordpress.com) y compartida con la comunidad de La Conversa de Fin de Semana, gracias a la generosidad de su director, el periodista HERNAN RIAÑO.

Las opiniones de los columnistas son de su exclusiva responsabilidad.  Les invitamos a leer, comentar, compartir y a debatir con respeto. 

 

martes, mayo 14, 2024

CARTA ABIERTA A LAS DISIDENCIAS DE LAS FARC-EP (BLOQUE SUROCCIDENTE)

"En realidad, cualquier ataque a la población civil está prohibido, haya cese al fuego o no, porque el DIH es muy claro, en la guerra solo hay dos categorías básicas: las hostilidades entre las partes armadas -que están permitidas- y los crímenes de guerra y de lesa humanidad. Nosotros, los indígenas y toda la gente desarmada, no somos parte armada de la guerra; cualquier cosa que ustedes hagan y que nos afecte la vida o la integridad es un crimen." 

Autoridades Indígenas del norte del Cauca

En un escenario, como el del departamento del Cauca, en el que el Conflicto Armado Interno de Colombia pareciera degradarse a diario, a punto tal, que ya no son distinguibles los intereses de los actores armados en contienda; La Conversa de Fin de Semana comparte con sus amigos, seguidores y suscriptores, la CARTA ABIERTA que han dirigido las Autoridades Ancestrales Indígenas del norte del Cauca a los mandos de las disidencias de las antiguas FARC-EP, en la que ponen de manifiesto sus preocupaciones, sus denuncias y sus reclamos por el accionar de estos grupos armados ilegales en contra, no solo, de las comunidades étnicas, sino de toda la comunidad caucana. 

 

Puede descargar LA CARTA ABIERTA haciendo clic AQUI

jueves, abril 20, 2023

Diálogos con disidencias

 

En la imagen el evento público en Caquetá el pasado 16 de abril, en el que disidencias hacen anuncio de inicio de diálogos con el gobierno del Pacto Histórico. Tomada de elespectador.com

Por: JUAN DAVID GARCIA*

El pasado 16 de abril, el Estado Mayor Central (EMC) de las disidencias de las FARC, que encabeza alias “Iván Mordisco”, realizó un evento multitudinario en la Casa Roja, en el departamento del Caquetá, a la que asistieron miembros de organizaciones afro, indígenas y campesinas que tenía el propósito de anunciar la instalación oficial de la mesa de diálogos de paz con el Gobierno colombiano. Durante este evento, los cabecillas de esta disidencia comunicaron su deseo y voluntad de definir una línea de acción conjunta con el presidente Gustavo Petro y su objetivo de búsqueda de la paz entre las dos partes. 

Las disidencias comentaron en su discurso, sus diferentes intenciones respecto a la mesa de diálogos. En primera medida hicieron referencia a un acompañamiento y participación directa del pueblo afectado, puesto que, desde el punto de vista de esta disidencia de las FARC-EP, lo que se requiere es pensar en una construcción de la sociedad en la que se involucre a los diferentes grupos. En alusión a este primer punto, hay que añadir que, en el mismo evento, el EMC exteriorizó su posición de continuar la lucha, pero de un modo distinto, en donde no se contemple la movilización con armas, sino la transformación a un movimiento popular amplio. Por último, durante este acto político la vocera del EMC hizo alusión al cambio del país que se espera, haciendo referencia a un sueño colectivo de las disidencias, en el que visualizan un país que destaque por la vida digna de las personas, en lugar de los intereses. También hizo énfasis en ver crecer a las nuevas generaciones en un país sin violencia. 

Con respecto a esta presentación de las disidencias, los diferentes sectores del Congreso se pronunciaron. Por un lado, el senador Iván Cepeda apoyó los diálogos y se refirió a este evento como un avance para la paz, en el que la importancia recae en el cumplimiento de los objetivos de las dos partes y en sus deberes; tales como el cese al fuego por parte del Estado Mayor Central. Palabras parecidas pronunciaron los senadores del Pacto Histórico; Heráclito Landinez y del Partido Verde, Ariel Ávila. 

Es un punto de inicio para un cambio; una muestra de que en Colombia se puede traer paz a las nuevas generaciones.

Por los lados de la oposición se manifestó el senador del Centro Democrático, Ciro Ramírez, quien atacó directamente al presidente Gustavo Petro y a las disidencias. Ramírez, hizo alusión a la poca capacidad y voluntad de sometimiento que tiene el presidente en cuanto a las guerrillas, puesto que, este senador de la oposición considera que estos grupos solo generan violencia, tal como lo han demostrado en los últimos meses. Otra integrante del partido Centro Democrático que se pronunció fue la senadora María Fernanda Cabal, quien hizo mención de este acuerdo con el EMC como un proceso de destrucción, muerte y desplazamiento. Los dos senadores hicieron énfasis en la historia de Colombia, la cual, desde el punto de vista de esta colectividad, ha enseñado que la única forma de conciliar con estos grupos es por medio de la guerra. 

El evento público de anuncio del EMC de compromiso con los diálogos de paz, se espera que el acto político vaya acompañado de acciones concretas por parte del Gobierno y las disidencias de las FARC. Por un lado, hay que resaltar el gran paso que da el Estado Mayor Central de las disidencias en la búsqueda de la paz con el pueblo colombiano.

Es importante destacar la participación que le quieren dar a los campesinos, indígenas y personas pertenecientes a las comunidades afro, alrededor de una idea de construcción de paz que no solo mira la búsqueda de peticiones que quieren ellos, sino también, las de un pueblo que es víctima. Hasta el momento se sabe que más de 8000 personas han presentado solicitud de pertenecer a la mesa de diálogos de paz, esto es un camino de reconciliación relevante para el país. 

Ahora bien, no se pueden dejar de lado los puntos de diferencia por parte de la oposición y seguidores del Gobierno colombiano en torno a su propuesta de Paz Total. Las palabras de Cépeda y Ávila muestran una acción de relacionamiento con las disidencias, en el que el interés principal es la búsqueda de paz. Sin embargo, el comportamiento histórico que han presentado estas guerrillas en los últimos años y meses después del proceso de paz del 2016, dejan una opinión que no favorece a los diálogos de paz. Por este motivo, las sensaciones que tienen Ramírez y Cabal, parecerían como justas, puesto que en un momento ya se intentó la paz, pero estos grupos (las disidencias) desafiaron a la sociedad y se salieron de los posicionamientos que se acordaron. 

El Gobierno colombiano, en cabeza de Gustavo Petro, debe pensar muy bien los accionamientos y diálogos de paz con las disidencias. No es un tema fácil para un país que ha estado en guerra por años con diferentes grupos guerrilleros. No es sencillo cuando ya se realizó un proceso de paz que se cumplió a medias por ambas partes. Sin embargo, es un punto de inicio para un cambio; una muestra de que en Colombia se puede traer paz a las nuevas generaciones. No se puede realizar una paz que solo dependa del Gobierno y el presidente, existe una necesidad de la participación de las disidencias y de la oposición. El próximo 26 de abril es la primera reunión y se espera que se inicie una nueva etapa en la misión de la búsqueda de paz.

*Historiador de la Universidad Externado de Colombia