ELÍAS, ELÍAS… ¿POR QUE NOS HAS HABANDONADO?
Por: Omar Orlando Tovar Troches -ottroz69@gmail.com-
En días recientes, el Gobernador del Cauca, Elías
Larrahondo, publicitó con bombos y platillos la firma del llamado Pacto por la vida, los Derechos
Humanos, el Territorio y la Paz, documento en el que, por enésima vez, se
repite el compromiso de la institucionalidad de cumplir los principios básicos
establecidos en la Constitución Política de Colombia y demás normas nacionales
e internacionales, respecto al cuidado de la vida, honra y bienes de todos y
todas.
Gobernador del Cauca-Elias Larrahondo durante la firma del Pacto por la vida, los Derechos Humanos, el Territorio y la Paz |
Entendiendo la intencionalidad de llamar la atención de la opinión pública caucana, pero sobre todo la del gobierno nacional, sobre la, ya endémica, situación de crisis humanitaria que ha vivido y vive el departamento del Cauca, no se puede dejar de lado la poca eficiencia que respecto a esa misma crisis ha demostrado, al menos públicamente, la actual administración departamental del Cauca, en cabeza de Elías Larrahondo.
Llama mucho la atención, que solo hasta estos días,
cuando ríos de sangre han corrido por
todo el territorio del Cauca, cuando los señores de la guerra nuevamente se
pasean por caminos y veredas caucanas, al señor gobernador, Don Elías, se le
haya escuchado, de manera apenas audible, algún tipo de pronunciamiento dirigido
hacia la institucionalidad nacional, para reclamar su acción en este rico
territorio, saqueado, excluido y olvidado por los políticos tradicionales del
Cauca y de Colombia, finalmente emparentados, en esa endogamia de la
incompetencia y la corrupción.
Causa curiosidad, que solo hasta después de completar
la horrorosa cuota de víctimas del conflicto que registra el Cauca, en el que
casi todas corresponden a firmantes del Acuerdo de Paz Estable y Duradero,
pertenecientes a la desmovilizada guerrilla FARC-EP, defensores de derechos
humanos, ambientalistas, lideres de comunidades étnicas y campesinos, el
flamante representante del norte del Cauca, territorio sobre el que confluyen
todas las formas de exclusión y violencia sobre las comunidades étnicas y
campesinas, se haya decidido, ahora sí, a llamar a esos mismos sectores, que él
mismo desdeño durante su campaña electoral, cuando decidió ir a engrosar las
filas de los políticos de siempre, causantes muchos de ellos de esta situación,
para hacerse elegir gobernador; a que
acudan a su auxilio.
Claro que el acto político de la firma del Pacto por la vida, los Derechos
Humanos, el Territorio y la Paz, debe ser ese primer paso para lograr movilizar
a toda la sociedad caucana, en defensa de la vida y del territorio, pero, para
que tal convocatoria pueda surtir el efecto deseado, se hace necesario que el
accionar de Don Elías, sea más contundente. Se necesita, en primer lugar, que
se decida, de una vez por todas, a sacudirse de la odiosa burocracia
clientelista heredada de tiempos de sus antecesores en la gobernación, el uno,
flamante senador de Cambio Radical y el otro, precandidato a lo que sea, para
que pueda empezar a gobernar, como esperaban sus electores y el resto de la
sociedad caucana.
Afiche de campaña electoral del Gobernador Elías Larrahondo |
También se espera que el llamado a los sectores sociales, que el abandonó en campaña para ir a engrosar las filas del senador Ortega, no sólo corresponda a una acción publicitaria en tiempos previos a elecciones de congreso, en las que su nueva casa política tiene intereses de renovar la curul de uno de sus antecesores y asegurar una nueva para el otro, sino que corresponda a un nuevo estilo de gobierno, en el que el mandatario departamental del Cauca, lidere con decisión, y sobre todo con dignidad, el urgente y justo reclamo de real inversión social, así como de cumplimiento de los múltiples acuerdos firmados con esos sectores que está llamando a la unidad, por parte del gobierno central, hoy en manos de la extrema derecha colombiana.
Si. Muy
bueno el simbolismo político de la firma del Pacto por la vida, los Derechos
Humanos, el Territorio y la Paz, encabezado por el Gobernador, Don Elías
Larrahondo, pero lo que realmente esperan los sectores sociales ajenos a su
nueva casa política y a la institucionalidad, son muestras reales de ese
compromiso por la defensa de la vida y los derechos humanos. Las mayorías
caucanas, ya se están cansando de los discursos demagógicos de paz,
acostumbrados por el Titismo, las promesas de interlocución con el
gobierno nacional del liberalismo oficial o del partido de la U. Este Cauca, lo
que necesita es que el primer gobernador negro que ha tenido el norte del
Cauca, se apropie de su papel de representante de los eternos excluidos y
abusados del Cauca y que no sólo se acuerde de ellos para frustradas
coaliciones electorales o para reconocimientos fatuos, por una
representatividad que al parecer sólo es de papel, ya que en realidad muchos de
ellos a esta hora, parecieran estar viviendo el viacrucis eterno de los
olvidados, y reclamando del gobernador: ¡Elías, Elías, ¿por qué nos has
abandonado?!
P.S. Por
si alguno de los escasos lectores de estas líneas tiene acceso al Gobernador
del Cauca: Por favor recomiéndele que hable con el Pollo López y le recuerde
que es muy difícil publicitar un pacto por la vida y por los derechos humanos,
si se manda al odioso ESMAD a golpear jóvenes caucanos, frente a la gobernación
y la alcaldía de Popayán, en el lustrosísimo Parque Caldas, de la Blanca y
Señorial Popayán.