LA VITRINA DE LA CONVERSA

Mostrando entradas con la etiqueta REFORMA LABORAL. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta REFORMA LABORAL. Mostrar todas las entradas

lunes, junio 17, 2024

Ni chicha ni limonada


Por: Hernán Riaño 

Es hora de que los verdaderos demócratas defiendan el primer gobierno afín a sus creencias, no le sigan haciendo el juego a los que no lo son y menos a la extrema derecha y sus áulicos, abracen y defiendan los programas y reformas para dar el salto que nos aleje del feudalismo atrasado y caduco que nos ha regido. 

El panorama colombiano es sui generis, generalmente, lo que ocurre en nuestro país es, como decía García Márquez, solo realismo mágico. Nada es coherente ni obedece a las leyes de la naturaleza, aquí todo pasa y nada pasa. En esta oportunidad resaltaré las posiciones de muchos petristas y/o progresistas que se montaron al bus de la victoria pretendiendo continuar con la corrupción, en algunos casos, otros por moda y otros con un miedo a la derecha creyendo que nunca se podría hacer otro tipo de gobierno que no fuera el de los feudales – narcos políticos que han estado en el poder toda la vida.  

Me referiré a cada uno de estos “votantes” que inundan nuestra geopolítica. 

Los primeros, son los que hicieron campaña por el actual gobierno, teniendo compromisos previos con la extrema derecha y los gamonales de las regiones, pretendiendo, con esta figura, engañar al señor presidente y seguir esquilmando el erario.  

En este grupo por ejemplo los Olmedos López, que quedó al descubierto y se conoció el entramado de corrupción en la UNGRD, que según se supo, se inició desde la creación de la unidad, siendo una vena rota por la cual salían los dineros públicos a engrosar los bolsillos de politiqueros de varias regiones, de estos hay muchos que falta descubrir y denunciar. 

En el segundo grupo están lo que se dejaron seducir por la “moda del momento” del estallido social; pensaron que con la “subida” de un presidente se iban a solucionar todos los problemas como por arte de magia, sin entender la verdadera situación política del país, que si bien es cierto se llegó al gobierno, los colombianos pobres y miserables están muy lejos de conquistar el poder, este sigue en manos de los grupos económicos, sus partidos políticos de ultraderecha y de los corruptos y ladrones de todo nivel. Y, claro, al no ver “solucionado “su problema particular, empiezan a despotricar del gobierno y hacerle el coro a la oposición inteligente. Solo les interesa su situación del momento, son egoístas y envidiosos y nunca han sabido lo que es una lucha popular y además se creen estrato 6 siendo en realidad 1, 2 o 3, lo que en redes sociales se ha llamado la nueva clase social colombiana, los uribistas estratos bajos. Son los que siempre votan por moda, por el que va primero en las encuestas, o porque el(la) candidato(a) es bien parecido(a) o se ha sacado fotos con el reguetonero de actualidad. Son ignorantes y se dejan llevar por las oleadas impuestas por los publicistas. 

El tercer grupo se caracteriza por el miedo al cambio, a una nueva política, no aceptan las transformaciones de fondo, solo quieren maquillaje y modificar en “alguito” para no “molestar” a la extrema derecha. Viven pendientes de las opiniones de políticos y periodistas de esa corriente y las comparten en sus redes como una verdad incontrovertible, como si fuera “palabra de dios” y además con calificativos superlativos de su cosecha, advirtiendo los peligros que representa para el país proponer o hacer determinada reforma o tomar alguna decisión que beneficie al pueblo. Son petristas vergonzantes, y digo petristas porque muchos de estos personajes se autodenominan así y se dicen radicales, pero al primer asomo de un “error” o de algo que no está conforme a su posición. al final siempre la ponen a favor de la ultraderecha.  

Estas posiciones de la variada fauna “progresista” siempre terminan poniéndose del lado de los opresores, por una u otra razón abandonan a sus congéneres para hacerle la segunda a una ultraderecha que los usa como “desechables”, ya que cuando cumplen con su función de abandonar y ponerse en contra del gobierno democrático, se olvidan de ellos en el mejor de los casos, pero en otros los procesan judicialmente o los eliminan físicamente para crear otras situaciones de hecho que perjudiquen a la democracia. 

Para la muestra un botón, en la votación para aprobar la reforma pensional, aparecen tres parlamentarios del Pacto Histórico que votaron negativa la propuesta o sea que se pusieron a favor de los fondos de pensiones y los banqueros. Se queda uno sin palabras ante este hecho y surgen preguntas que el país exige las respondan, Se suman a los que se hicieron elegir con las banderas progresistas como JP Hernández, ahora conocido por montajes fotográficos (1), Katherine Miranda, que, según denuncias del señor presidente Gustavo Petro ocultó un artículo fundamental para la compra de tierras y no dejó debatir (2) y Catherine Juvinao, que en los últimos debates de las reformas que benefician al pueblo, más pareciera que fuera una “uribista pura sangre”, muy parecida a las palomas o las cabales, tan es así que ahora es la preferida de la revista de marras y de los partidos reaccionarios. ¿Fue para eso se hizo elegir con los votos progresistas?, traición total (3).   

Hay que hacer varias consideraciones que no tienen en cuenta estos personajes por estar imbuidos en sus intereses personales, el famoso “yo voy por lo mío” tan conocido en las tierras paisas y que inundó al país entero. 

Este gobierno es el primero que ocurre en más de 500 años de dominación feudal, 300 de colonia española y de 200 de una aristocracia rancia que no ha soltado el poder y que ahora lo que quiere es que no gobierne la voluntad del pueblo.   

¿Quién dijo que Petro y los demás que están en el gobierno son perfectos? Están tratando de hacer una política diferente, pero con la contaminación corrupta del país es muy demorado y existen riesgos de cometer errores. No los estoy justificando, solo quiero poner las cosas en contexto, al corrupto hay que denunciarlo, que las autoridades judiciales los juzguen y condenen. Pero al funcionario o parlamentario que comete un error por falta de experiencia, o porque la extrema derecha, con argucias, lo hizo equivocar o por no conocer los intríngulis del manejo burocrático, estos petristas le caen con todo, lo crucifican en las redes sociales, además con unos calificativos que no le dan ni a la extrema derecha.  

Muchos de estos se la pasan diciendo es que yo si critico y condeno al gobierno actual porque para eso le di el voto. Nunca hizo nada contra los gobiernos de extrema derecha y ahora, sin fórmula de juicio, sin permitir la defensa, atacan y contraatacan, dándole armas a la oposición inteligente.  

Pero lo más sorprendente es que están a la caza de las críticas de los periodistas de la ultraderecha para promocionarlas, difundirlas y “viralizarlas” haciéndole un favor grande a esos comunicadores que con esa ayuda logran su cometido. Aun no entiendo por qué se empeñan en mantener en primer plano a ciertos políticos y periodistas que están cazados (en algunos casos literalmente) con la extrema derecha, sus empresarios y politiqueros.  

Todos estos grupos, en últimas, son o se convierten en armas de las derechas, de esto deben ser conscientes todas las fuerzas realmente progresistas. 

Para completar hay un sector que tiene un mercado ganado, que es el de los “influenciadores”.  El caso de esta nueva generación nacida de las redes sociales es muy diferente, porque a muchos de ellos solo les importa el escándalo que les den “likes” o “me gusta” para monetizar (ganar dinero) todo lo que puedan; a estos no les importa la verdad, solo el escándalo. Entre más amarillista sea el título, más “vistas” tiene y por tanto más dinero. Pero a falta de un periodismo comprometido con la democracia, ellos han cumplido ese papel con todo y sus fallas y distorsiones. Un influenciador dijo, para justificarse, de que toca hacerles eco a esos periodistas, porque son figuras populares (¿?). 

Esto último es un argumento para reclamar un periodismo democrático y comprometido con la verdad, fuera de la telaraña del poder feudal que nos ha denominado y un sistema de noticias ciudadano que instruya a los colombianos de lo que realmente está pasando en el país.  

Es hora de que los verdaderos demócratas defiendan el primer gobierno afín a sus creencias, no le sigan haciendo el juego a los que no lo son y menos a la extrema derecha y sus áulicos, abracen y defiendan los programas y reformas para dar el salto que nos aleje del feudalismo atrasado y caduco que nos ha regido. 

(1) https://caracol.com.co/2024/06/04/jota-pe-hernandez-hizo-un-montaje-para-aparecer-en-la-posesion-de-nayib-bukele/  https://www.minuto30.com/polemica-por-supuesto-montaje-del-senador-jota-pe-hernandez-en-posesion-de-nayib-bukele/1611746/https://www.colombia.com/actualidad/politica/memes-y-burlas-a-jota-pe-hernandez-por-montaje-de-la-posesion-de-nayib-bukele-469991 

(2) https://www.rtvcnoticias.com/katherine-miranda-articulo-presidente-petro-tierras 

(3) https://www.facebook.com/share/v/5orzx8qyhNFzP9Fc/ 

Esta nota fue publicada originalmente en SoNoticias y es compartida con la comunidad de La Conversa de Fin de Semana, gracias a la generosidad del periodista HERNAN RIAÑO

Las opiniones de los columnistas son de su exclusiva responsabilidad.  Les invitamos a leer, comentar, compartir y a debatir con respeto. 


 


 

miércoles, octubre 20, 2021

Reducción de la jornada laboral: El regalo envenenado del uribismo

Reducción de la jornada laboral: El regalo envenenado del uribismo

Por: Omar Orlando Tovar Troches -ottroz69@gmail.com-         

Imagen tomada de: @atcalsas.com

Los grandes gremios de la producción de Colombia, que además de financiar campañas electorales, ofician como tanques de pensamiento y estrategas de la administración pública; empiezan a dictar, por estas épocas, los lineamientos, con los que los gobernantes a su servicio, deberán diseñar las políticas, tributaria, comercial, financiera y laboral, con la que gobernarán cada año o durante el periodo que les corresponda.

Tal y como se ha evidenciado en los últimos veinte años de régimen uribista; salvo la influencia que han alcanzado oscuros agentes del narco tráfico, en algunas esferas del régimen; el poder de los gremios ha permanecido intacto, e incluso, durante el gobierno Duque, se ha fortalecido, incluso yendo en contra de las tendencias académicas del mundo desarrollado, que han puesto en duda las creencias de la ortodoxia económica colombiana, fuente de inspiración de los gremios criollos, con el reciente premio nobel de economía otorgado a David Card, Guido Imbens y Joshua Angrist, por desmontar el dogma de los economistas colombianos y los grandes gremios de la producción, según el cual; aumentar el salario mínimo equivalía a disparar la inflación y otras secuelas indeseables.

Los poderosos Fedesarrollo, Anif y recientemente Fenalco, en franca rebeldía académica al llamado mainstream de la economía mundial, que privilegia una especie de vuelta a las prácticas del Estado Bienestar y de respaldo a modelos económicos alternativos al llamado neoliberalismo, han venido presionando desde hace mucho tiempo atrás, un infame retorno a las condiciones más crudas del semi feudalismo-capitalista, en el que ha vivido Colombia durante los últimos 200 años.

Desde la adopción de las sucesivas reformas laborales, que han puesto en condiciones de disimulada servidumbre a quienes,  a esta fecha, puedan disfrutar de un empleo estable en el sector privado, pasando por las constantes desregulaciones del precario mercado laboral colombiano, hasta la adopción de un ofensivo y mal trasplantado sistema de seguridad social; los gobiernos nacionales de turno, con el visto bueno de los gremios, han venido empujando cada día más, a millones de hombres, pero sobre todo, mujeres, a condiciones de miseria y de exclusión, que solo han servido para cerrar el círculo vicioso de los dueños del poder, que encuentran en esta inmensa pobrecía, una colosal despensa de mano de obra, calificada, pero desesperada; dispuesta a laborar por raticos y por unos cuantos pesos.

Así lo entendió el que dijo Uribe en el 2017, quien sintiéndose respaldado por sus amigos en el Consejo Nacional Gremial y aprovechando la crisis sanitaria; le dio rienda suelta a su lambisconería o gratitud, para devolver los favores a las élites económicas, aprobando a manos llenas, cuanto decreto fuera posible, para flexibilizar aún más, el ya precarizado mercado laboral colombiano, abaratando a más no poder la mano de obra y quitando los, ya escasos, beneficios sociales a cargo de los empleadores, por medio de los Decretos Presidenciales, amparados en la emergencia sanitaria ocasionada por la peste.

Imagen tomada de: BBC News Mundo

Las controvertidas y mil veces rechazadas por los trabajadores, reformas laboral y pensional, se deslizaron en medio del miedo a la muerte y el confinamiento de la pandemia y aunque, mencionadas en los recientes estallidos sociales, permanecen intactas, en el actual marco jurídico colombiano. Junto con la disfrazadas reformas laboral y pensional que esconde el Decreto 1174, se yergue ahora; la ley 2101 de 2021, la cual, según el uribismo, le regalo a la clase trabajadora de Colombia una reducción de la jornada laboral. Ambas normas, no han hecho otra cosa que ir allanando el camino para la última petición del Consejo Nacional Gremial, ahora en voz de Fenalco, consistente en la flexibilización laboral a través de la contratación por horas con prestaciones sociales y plantear un salario regional, de acuerdo con la realidad de cada zona del país.

Es claro que, siguiendo con la tradición de la clase dirigente tradicional de Colombia, es en estas fechas pre decembrinas, cuando hay que lanzar estos anuncios, aprovechando el infalible despiste que el desorden navideño le impone a la frágil memoria criolla, para asestar el mortal golpe. Tras engañosos regalos, como la reducción de la jornada laboral, la promesa de más días sin IVA y el desmonte de las medidas de bio seguridad para prevenir la peste, que permita un mes de parranda y animación derrochona; el uribismo, se alista para darnos el veneno de la legalización, ahora sí, definitiva; de las reformas que el Consejo Nacional Gremial necesita.

El regalo envenenado: una vuelta a los años de 1800, cuando existía un pequeño jornal, para todo aquel afortunado que cayera en gracia del todo poderoso de los cielos y del ocasional patrón terrenal, al ser regalado con el preciado favor de un trabajito, eso sí, pagado un poquitico más barato si era en el campo y con la ventaja de tener la suerte, incluso,  de poder regalar, en agradecimiento; un poquitico más de trabajo en beneficio de su patrón, o al menos, renunciar a ganarse uno que otro pesito extra, por el gran privilegio de trabajar para él.