LA VITRINA DE LA CONVERSA

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martes, octubre 08, 2024

Pegasus

Por: Hernán Riaño

Hasta hace muy poco en nuestro país, la mayoría de los colombianos no sabíamos que era Pegasus (además de ser una figura mitológica griega de un caballo alado). El señor presidente de la república, en una alocución presidencial, en medio de un paro patronal camionero, dio a conocer la noticia de la compra, por no darle otro calificativo, que hicieron subrepticiamente y, según parece, con dineros decomisados al narcotráfico, en el gobierno Duque para espiar a periodistas, líderes sociales, políticos de izquierda y jóvenes en medio del llamado estallido social.

En los siguientes días, los posibles implicados, apoyados por sus medios de comunicación, se dieron a la tarea de “desmentir”, disimular, tapar y desviar la atención de esta compra realizada al gobierno israelí por un valor de 11 millones de dólares pagados en dos contados en efectivo que trasladaron hasta Tel Aviv, capital del estado judío, en un avión privado. 

No se trata de la adquisición de un bien trivial, sino de la compra de un virus para espiar. Por ello, toda la información relacionada con este asunto debería ser accesible a los gobiernos involucrados y a la ciudadanía. ¿A qué se debe el temor a que se conozca la verdad? ¿Por qué se insiste en mantener todo en secreto?

Es necesario aclarar que la denuncia de Gustavo Petro se basó en un documento oficial de la plataforma antilavado de activos Grupo Egmont, una asociación de 140 países en el que se comparte información de movimiento de dineros de dudosa procedencia. El presidente leyó un documento oficial, en el que decía que el banco en el que depositaron el dinero alertó al gobierno israelí y este, mediante un vocero oficial, autorizó la transacción.

¿Pero qué es Pegasus? Es un virus informático capaz de infiltrarse en cualquier dispositivo electrónico y manipularlo al antojo de quien hace la infección, para saber con quién se comunica, qué dice, en dónde se encuentra y, en fin, hacer todo un espionaje de la persona a la que se dirigió el ataque. Han informado que, como no es un software, no hay un sitio específico de trabajo, como una bodega, una empresa o algo similar, sino que, desde un celular, una tableta o un computador se puede dirigir la infección.

A partir de la denuncia del señor presidente, empezaron a aparecer más informaciones sobre este hecho y sobre otras aplicaciones posiblemente adquiridas por los gobiernos de derecha y en especial por el gobierno Duque. Por ejemplo, la denuncia del especialista en seguridad  cibernética Marcel Ramírez, entrevistado por Hollman Morris para RTVC en el que explica específicamente qué es Pegasus con lujo de detalles; además implica a Hasan Nassar, secretario de información de Iván Duque, en la adquisición por casi de un millón de dólares de otro software espía, denuncia la compra del virus denominado Phoenix por 4.300 millones de pesos, que entre otras cosas y en palabras del especialista, no sirvió para nada (1), o sea, esa platica de los colombianos se perdió. La compra de esos virus se dio en medio del conocido estallido social con la finalidad de espiar a los jóvenes, líderes sociales y políticos. Tenían, asimismo, una lista de mas de 100 personas sujetas de seguimientos e infección de sus dispositivos electrónicos.

Otro episodio sobre este virus es el asesinato de ingeniero judío Yariv Bokor en Medellín, aparentemente vinculado a Pegasus y la desaparición de su computador portátil en el que supuestamente tendría información valiosa sobre ese software y quién lo estaría manipulando en este momento (2), que serían personas ajenas al gobierno nacional o cualquier organismo de seguridad del estado.

En medio de este mar de informaciones, conocidas a raíz de la denuncia presidencial (3), que hizo con información oficial del gobierno israelí y denunciado por un periodista de esa nacionalidad (4) y confirmado por la UIAF (5), Colombia fue aislada temporalmente porque el señor presidente hizo esa denuncia abrogándose ese derecho por ser el primer mandatario y porque es un tema de seguridad nacional (6). El Grupo Egmont, plataforma de información de lavado de activos, toma esta decisión, no sabemos con base en qué, pero dicen: “no cumplió con los estándares para que se garantizara la independencia de la Unidad de Inteligencia Financiera de cualquier otra entidad, en este caso la propia Presidencia de Colombia”, según informa Vanguardia que afirma tener el comunicado oficial del grupo (7). Dice el mismo medio que: “La suspensión aplica para el canal cerrado del grupo Egmont, que es el mecanismo por el cual todos los países comparten información clave en la lucha contra delitos que involucren transacciones financieras y lavado de activos”. 

Obviamente todos los medios y políticos de las derechas se han regodeado con la decisión de este grupo cerrado para tratar de desacreditar al gobierno Petro haciendo profecías apocalípticas sobre el lavado de activos y el narcotráfico para Colombia. 

El argumento esgrimido por el Grupo Egmont, informado por el medio de la referencia, es muy etéreo y no da luces del porqué de la suspensión, pero sí deja muchas dudas sobre el actuar tanto del gobierno israelí, como del mismo grupo.

Algunos de los interrogantes:

 ¿Por qué el gobierno israelí hace este tipo de negocios “secretos”?

¿Por qué acepta dineros de lavado de activos?

¿Por qué no hay contrato? 

¿Por qué no hay recibos de pago?

¿Qué tipo de ética tiene este gobierno?

¿Ellos, Israel, acceden y también controlan la información del gobierno adquiriente?

¿Qué papel juega la Mosad, grupo de investigación secreta de ese gobierno?

¿Por qué el Grupo Egmont de lavado de activos sanciona a la UIAF?, según ellos porque el gobierno ¿violó la confidencialidad e independencia de la UIAF? 

¿A qué confidencialidad e independencia se refieren? 

¿Para quién trabajan? 

Si el gobierno nacional ve afectada su seguridad nacional, ¿eso es secundario?

¿A quiénes defiende el Grupo Egmont?

Si es un problema de seguridad nacional ¿Petro estaría obligado a quedarse callado, porque el Grupo Egmont lo obliga?

¿Por qué quieren que todo sea secreto?

¿No es mejor y transparente exponer ante el mundo a los lavadores de dólares?

¿Para el Grupo Egmont, ¿la seguridad Nacional de un país es baladí?

Recordemos que esta no es una compra de algún bien sin importancia, es la adquisición de un virus para espiar y toda la información referente a ese negocio debiera ser abierta a los gobiernos involucrados y que si un mandatario, en este caso el de Colombia, lo considere conveniente, lo informe a sus ciudadanos. O ¿por qué le tienen miedo a que se sepa la verdad? ¿Por qué todo debe ser a la escondida? 

El lavado de activos va de la mano de todos los negocios ilícitos que producen dineros oscuros y, en este momento, el conocimiento de esas actuaciones es un aspecto de mayor importancia para la estabilidad de todos los gobiernos del mundo. En mi opinión debe ser abierta, sin secretos para erradicar de una vez por todas esas actividades y conocer a sus participantes. ¿El secreto a quién beneficia?

Esta nota fue publicada originalmente en SoNoticias y es compartida con la comunidad de La Conversa de Fin de Semana gracias a la generosidad del periodista Hernán Riaño.

(1) https://www.facebook.com/share/p/6ScfXnav5xxfuR4Y/ https://www.youtube.com/watch?v=MzIgCzucLYQ https://www.youtube.com/watch?v=oAX23U4fnbM

(2) https://www.facebook.com/share/p/Xmss7yetY2AypHnR/

(3) https://canal1.com.co/noticias/nacional/petro-denuncia-compra-de-software-israeli-durante-el-gobierno-duque-para-espiar-telefonos/

(4) https://canal1.com.co/noticias/nacional/petro-denuncia-compra-pegasus-denuncia-periodista-gur-megiddo/

(5) https://www.rtvcnoticias.com/uiaf-confirma-adquisicion-pegasus-gobierno-duque

(6) https://canal1.com.co/noticias/nacional/petro-denuncia-compra-pegasus-presidente-puede-revelar-informacion-reservada/

(7) https://www.vanguardia.com/colombia/2024/09/23/es-oficial-colombia-fue-suspendida-por-el-grupo-egmont-tras-filtracion-de-petro-sobre-pegasus/

Las opiniones de los columnistas son de su exclusiva responsabilidad.  Les invitamos a leer, comentar, compartir y a debatir con respeto.

viernes, agosto 16, 2024

Hay delfines… de delfines

 

 Imagen tomada de: DELFINES DEPREDADORES – Opinemos (wordpress.com)

Por: Hernán Riaño 

Así ha transcurrido nuestra historia con los hijos de los hijos de los hijos gobernando nuestra Colombia, ya sea desde la primera magistratura o desde cualquier ministerio o puesto que define los destinos de la nación.

En la naturaleza, siempre sabia, hay unos mamíferos acuáticos muy inteligentes, unos de agua salada y otros de agua dulce, los delfines. Según los biólogos, naturalistas y los estudiosos de la fauna de este tipo no dudan en darle a los delfines una capacidad muy superior a la de otras especies de animales que pueblan el globo terráqueo.

Los realizadores de cine y televisión no lo han pensado mucho en hacer películas y series televisivas con la atracción de los delfines. Los que tenemos ya una edad avanzada podemos recordar al famoso Flipper; un ejemplar de esta especie que demostraba una capacidad inusitada para resolver problemas. Los acuarios de las grandes capitales tienen como atracción principal shows de estos seres vivos.

En la edad media en la monarquía francesa no dudaron en calificar al heredero al trono con el apelativo de delfín (1). Esa costumbre, como si fuéramos de la realeza, fue asumida, por nuestra sociedad republicana, pero con ansias de ser monárquica, “maña” muy afianzada en nuestra “gente de bien”, y le empezaron a decir delfín a los hijos de quienes habían sido presidentes o de políticos o de periodistas con alguna influencia en la vida nacional. Recordemos que la clase dominante y los intelectuales colombianos querían o asumían ser franceses.

Es así como el delfín de Misael Pastrana fue Andresito; el de Lleras Restrepo, Germán Vargas Lleras; los de Eduardo Santos, Pachito, Juan Manuel y hasta Enriquito; los del periodista y descendiente de aristócratas criollos Andrés Samper,  Ernesto, quien fuera uno de los presidentes más perseguidos del país, Daniel  y  su vástago Danielito Samper Ospina, que ni siquiera para humorista sirve, aunque él cree que sí; el del poeta Guillermo Valencia, aquel de “Los camellos”, su hijo Guillermo León, quien bombardeó campesinos, acción que motivó la creación de las FARC y su nieta Paloma, la del muro en el Cauca y tantas salidas racistas, clasistas y todo lo que hace es en contra del pueblo; el “senador más inteligente de Colombia”, Miguelito Uribe Turbay, nieto del expresidente que puso la corrupción en sus justas proporciones (2), Julio César Turbay Ayala, e hijo de la secuestrada y asesinada por el narcotráfico, Diana Turbay (3) y del condenado por desfalco del banco del Estado Miguel Uribe Londoño (4); el de Iván  Duque Escobar, el que por su negligencia dejó que Armero se hundiera en el lodo y  cuya madre está enredada en el saqueo de la SAE, Ivancito Duque Márquez, el último presidente protegido de Uribe, el peor de Colombia, según muchos, ganándole ese honorífico puesto a Andresito Pastrana; y así ha transcurrido nuestra historia con los hijos de los hijos de  los hijos gobernando nuestra Colombia, ya sea desde la primera magistratura o desde cualquier ministerio o puesto que define los destinos de la nación.

Muchos de estos delfines, que a pesar de no ser de tan rancia estirpe sí han llegado a figurar en la vida política y social del país, como los hijos del inmolado Luis Carlos Galán, el trío de muchachos, que siempre han vivido del Estado, el mayorcito, Juan Manuel Galán, puso de presidente al neoliberal César Gaviria el día del entierro de su padre; Carlos Fernando Galán hoy alcalde de Bogotá quien pareciera el doble de uno de sus protectores, Enrique Peñalosa, que a su vez es el delfín de Enrique Peñalosa Camargo, el de uno de los primeros escándalos de corrupción y robo al campo  colombiano, el de “Fadul y Peñalosa” (5), Enrique, quien se mostraba como PhD sin serlo y ni siquiera paso por el Magister, mintiéndole descaradamente al país y al mundo, llegó  a la alcaldía de Bogotá dos veces y otras tantas por interpuesta persona como Claudia López y el actual burgomaestre de la capital.  

Como podemos ver (y aquí nos podríamos quedar cuartillas enteras contando quien es hijo de quien y que cargo han ocupado), como si estuviéramos en cualquiera de las monarquías europeas, ese ha sido el derrotero del poder en Colombia, hasta este gobierno en que un presidente demócrata llegó al gobierno. 

Pero lo más llamativo de la historia reciente, es que muchos de estos delfines, que no son “aristócratas” se aliaron con quienes han sido patrocinadores, socios o beneficiados del narcotráfico, que han sido acusados y otros condenados por matar a sus familiares. Lo mismo sucede con María Jimena Duzán, a la que el narcotráfico secuestró y mató a su hermana, la también periodista Silvia Duzán y hoy, María Jimena, ataca inmisericordemente a Gustavo Petro, que denunció al narcotráfico y paramilitarismo cuando fue congresista y hoy los combate, detiene y los pone a órdenes de la justicia, desde la presidencia. 

Son muchos, los Galán, el hijo del exministro asesinado Rodrigo Lara Bonilla, que le costó la vida su vida por perseguir a los narcotraficantes (6), Rodrigo Lara Restrepo, quien siguió la política en las huestes de los partidos corruptos de Colombia, tan es así que, en el año 2.007, asumió la curul de Germán Vargas Lleras, quien se retiró para aspirar a la presidencia y que fundó Cambio Radical. Juan Manuel Galán con un cálculo milimétrico, en vez de permitir la elección democrática de otro candidato para reemplazar a su padre asesinado, decidió nombrar a quien se pudiera considerar un “aparecido” como candidato y nuevo presidente de Colombia, aprovechando, como cualquier hijo de Maquiavelo, el sentimiento de dolor de los colombianos e imponer el neoliberalismo en nuestro país. 

Hoy vemos al acalde de Bogotá obedeciendo a Enrique Peñalosa, uno de los personajes más dañinos para nuestra Colombia, y cumpliendo todos sus planes en la capital, apoyando y dándole negocios a los constructores y patrocinadores de sus campañas, acabando árboles para que el Metro y el Transmilenio avancen con su paso depredador de la naturaleza y acabando con la vida.

Pero esta forma de dinastías no solo se ve en la política, también en la farándula, empresas, juntas de acción comunal, asociaciones de todo tipo y cualquier grupo social de nuestro país.

Con los anteriores hechos podemos notar el cómo estos delfines traicionan a sus familiares, sus luchas y se alinean del lado de sus verdugos, todos caracterizados corruptos o vinculados al narcotráfico o al paramilitarismo y siempre en contra del pueblo a los que sus papás, mamás o hermanos pretendieron defender. No sé qué motivó a estos seres para cambiar de bando y generalmente más fácil que lo que pareciera, para unirse sin recato ni escrúpulo a los corruptos, violentos y explotadores de los colombianos. Es una pregunta o reflexión que no se puede responder ni analizar.

Esta acción de los delfines de la realeza nunca será vista a los delfines reales de agua salada o dulce, porque ellos no tienen esos bajos instintos de depredación que los primeros tienen. 

Las opiniones de los columnistas son de su exclusiva responsabilidad.  Les invitamos a leer, comentar, compartir y a debatir con respeto. 

Esta nota fue publicada originalmente en SoNoticias y compartida con la comunidad de La Conversa de Fin de Semana gracias a la generosidad del periodista Hernán Riaño

(1) https://historiaconminusculas.blogspot.com/2024/07/por-que-al-heredero-del-trono-frances.html

(2) https://www.elunicornio.co/turbay-ayala-y-la-corrupcion-en-sus-justas-proporciones/

(3) https://latamjournalismreview.org/es/news/colombia-30-anos-del-secuestro-y-asesinato-de-diana-turbay-la-periodista-que-callaron-los-extraditables/

(4) https://www.eltiempo.com/archivo/documento/MAM-1281704

(5) https://elopinadero.com.co/19-de-abril-asesinaron-la-democracia-en-colombia/https://www.eltiempo.com/colombia/50-anos-del-19-de-abril-de-1970-485916https://www.elheraldo.co/columnas-de-opinion/nacho-vives-fadul-y-penalosa-400567https://www.pressreader.com/colombia/el-heraldo-colombia/20170908/281990377678214

(6) https://www.senalmemoria.co/piezas/lara-bonilla-cronica-magnicidio https://encolombia.com/educacion-cultura/historia-colombia/rodrigo-lara-bonilla/


jueves, junio 06, 2024

Tener vocación de poder no es inconstitucional

Nosotros votamos para que Gustavo Petro sea presidente por el periodo constitucional, lo respaldamos y así lo haremos hasta el final de su mandato, y creemos –al igual que él– que es suficiente para ejecutar los primeros pasos de un proyecto político de largo aliento.

Por: Germán Navas Talero y Pablo Ceballos Navas
Editor: Francisco Cristancho R.

Ponerse a tono con la actualidad del país luego de estar fuera, por poco o por mucho tiempo, no es del todo difícil para quien se dispone a escribir sobre nuestro infortunio compartido. Ahora bien, si el autor se propone difundir un hecho beneficioso para la colectividad o lo que se conoce como una “buena noticia” se verá en ascuas, pues nuestro acontecer nacional se asemeja a un péndulo: por mucho que se aleje siempre vuelve al mismo lugar.

Escribir esta columna en día domingo hace aún más difícil reportar alguna “buena noticia”. No es sino ojear los titulares de la prensa escrita para recordar que, por mucho que algunos queramos cambiarlo, seguimos en las mismas. Esculcamos hasta la página de sociales y todo en el intermedio, y nada encontramos para satisfacer nuestro propósito de contarles una buena nueva. No nos quedó alternativa distinta a escribir de lo de siempre, nuestra sempiterna destrucción.

Conviene referirnos, por ser de toda actualidad, a las reacciones de la godarria frente a cualquier iniciativa de diálogo político en el país. Critican, con toda la libertad y amplitud que les permiten los dueños de micrófonos e imprentas, las asambleas ciudadanas presididas por el jefe de Estado y acompañadas por los ministros del gabinete, eventos que califican de “derroche” y de “propaganda” aun cuando en estos los asistentes pueden expresar sus preocupaciones o peticiones al gobierno, en un acceso sin intermediarios que antes estaba reservado a aquella élite que no resiste la idea de un presidente al servicio de los ciudadanos.

En igual sentido, un rechazo cerrado –y en buena parte irreflexivo– ha encontrado la propuesta de algunos congresistas del Pacto Histórico de convocar a una asamblea constituyente, pues en su opinión la actual Carta Política es óbice para una transformación que ellos estiman inaplazable. Como bien lo han expresado el presidente y varios ministros, la postura de estos parlamentarios no representa la visión del mandatario ni la del gobierno, pero no por ello deben ser acallados ni estigmatizados como lo han pretendido algunos opositores. Nosotros votamos para que Gustavo Petro sea presidente por el periodo constitucional, lo respaldamos y así lo haremos hasta el final de su mandato, y creemos –al igual que él– que es suficiente para ejecutar los primeros pasos de un proyecto político de largo aliento. Así moleste a unos cuantos y a casi todos los mandamases del país, la izquierda colombiana tiene vocación de poder y buscará permanecer en el ejecutivo en 2026 o retornar a él en las elecciones que le sucedan, porque ese es el juego en democracia: unas se ganan, otras se pierden, todas se pretenden.

Así como no encontramos virtud en la reelección, hallamos del todo necesaria una nueva regulación, bien constitucional o legal, de las funciones y procedimientos del Congreso de la República. Germán, quien hizo parte de esta institución por más de veinte años, puede dar fe de las serias deficiencias y abundantes trampas que amparan –e incluso promueven– las normas vigentes. La laxitud con los congresistas ha quedado descubierta por completo en el trámite de las reformas sociales: está más protegido por la ley quien se ausenta para ir a una parranda o a tomar tinto en el salón adjunto del Elíptico que aquel que asiste a toda la sesión desde su curul como es debido. El desorden que se observa en cualquier transmisión del Canal Congreso excede la falta de decoro y es indicativo de la falta de rigor y técnica que aqueja al poder legislativo. Es hora de reformar el Congreso.

Adenda: viajar en avión ha dejado de ser un hecho ansiado y se ha convertido en una tortura ineludible. Por experiencia de uno de los autores, quien padeció los malos tratos de una conocida aerolínea española y tuvo que resistir la desidia de sus funcionarios, nos queda una conclusión: entre Colombia y España no queda opción decente para viajar y dado que es imposible cruzar el Atlántico en barco, nada podemos hacer para evitar esta ordalía. Solo o acompañado, por turismo o negocios y en cualquier clase, si quiere ahorrarse el envejecimiento prematuro y prefiere no amargarse el viaje desde el principio le sugerimos abstenerse de volar con Iberia.

Texto originalmente publicado en SoNoticias y compartido con la comunidad de La Conversa de Fin de Semana gracias a la generosidad del periodista HERNAN RIAÑO

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jueves, febrero 16, 2023

¿La reforma de salud del presidente Gustavo Petro podría ser considerada como un retroceso para Colombia?

 Por: Juan David García

El pasado lunes 13 de febrero, el gobierno nacional de Colombia, en cabeza de Gustavo Petro, por medio de la ministra de salud, Carolina Corcho, presentó la anunciada y polémica Reforma de la salud. Este proyecto de ley pretende transformar importantes cuestiones sobre las EPS, los hospitales y en términos generales, el sistema de salud que se ha estado manejando en el país desde 1993 en el marco de la famosa ley 100.

Registro de jornada de apoyo a la Reforma a la Salud.
Tomada de Presidencia de Colombia @infopresidencia

Este proyecto de ley plantea un cambio significativo para la salud, puesto que en gran medida, buena parte de la sociedad especula sobre la desaparición de las EPS y un manejo administrativo y ejecutor  desde lo público, hecho que se ha convertido en una de las principales controversias planteadas desde la oposición, expresada como reclamo por la supuesta desaparición de las EPS por  falta de financiamiento por parte del Gobierno y el manejo que le podría dar a la salud la clase política regional y local.

Sin embargo, Petro ha aclarado las dudas con respecto a estos temas. Las razones que da el presidente para este cambio parten desde las deudas de las EPS, que ascienden hasta los 23 billones de pesos. Un déficit que no solo tienen las EPS activas, sino que 7 billones de pesos corresponden a entidades que fueron o están siendo liquidadas. Así mismo el gobierno señala que las EPS seguirán en funcionamiento.  Cabe aclarar que no se crearán más de estas instituciones de la salud. También se deja en claro, que el objetivo de esta reforma es volver a la salud un tema estatal. Por este motivo, se anuncia la creación de Centros de Atención Primaria (CAP), los cuales tendrán prioridad sobre las EPS. 

No se debe hablar de un retroceso, sino de una manera diferente de prestar un servicio que es vital para todos los habitantes y lo que se busca es que el déficit monetario en la salud deje de existir.

La presentación de esta reforma de la salud aclara varias de las cuestiones e inquietudes que se tenían sobre este tema, no obstante, también deja algunas incógnitas y preguntas a futuro. La creación y planeación de las CAP nos deja entrever que el Gobierno no quiere que exista un intermediario en los recursos destinados para la salud, pero tampoco manifiesta claramente que pasará con las EPS (empresa privada) en unos años.

Las ideas ambiciosas de Petro en torno al sistema de salud colombiano dejan, sin embargo, más incógnitas que proyecciones a futuro. En primera medida, la decisión sobre el control de dineros que administren los gobernadores y/o alcaldes, no toma en cuenta las múltiples investigaciones sobre la corrupción en el país, especialmente en las entidades territoriales; un tema espinoso que se ha dado por mucho tiempo en Colombia y que no da seguridad a la sociedad, sobre todo si se habla de distribución de dineros públicos. 

De igual manera la puesta en funcionamiento de estos espacios de atención, también plantean algunos interrogantes, puesto que, aunque la idea en papel esté planteada, el financiamiento, el territorio y los profesionales de la salud necesarios para materializar esta nueva red, siempre han sido temas difíciles de tratar en el país.

También resulta necesario mencionar el hecho de que las EPS conforman un sistema mayoritariamente privado que funciona desde 1993 y que, aunque tiene deficiencias en la atención al público, también ha presentado aspectos positivos como su cobertura y funcionalidad a través de los años, tal y como lo señala una cifra de 97% de cobertura que tiene en el país. Si se toman en cuenta estos dos puntos como eje principal de evaluación, es posible creer que los colombianos podrían llegar a sentir que la reforma de salud que propone el gobierno de Petro es un cambio muy radical.

Sin embargo, en palabras del gobierno de Colombia, no se debe hablar de un retroceso, sino de una manera diferente de prestar un servicio que es vital para todos los habitantes y lo que se busca es que el déficit monetario en la salud deje de existir. Ahora, se espera que se perfeccione el sistema, pero también, que se brinde una certeza en cuanto a los dineros que se distribuyen para la salud.

¿La reforma de salud del presidente Gustavo Petro podría ser considerada como un retroceso para Colombia? Aunque aún no es posible tener una respuesta definitiva, lo cierto es que esta pregunta es uno de los temas por los cuales miles de colombianos han salido a marchar esta semana; algunos en contra, otros a favor.

 

 

sábado, mayo 01, 2021

VANDALISMO COMO NUEVO CLICHE DEL PODER

 

VANDALISMO COMO NUEVO CLICHE DEL PODER

Por: Omar Orlando Tovar Troches -ottroz69@gmail.com-


Imagen tomada de: El Español Digital
Declarar que el lenguaje, también es un instrumento de guerra, es lo mismo que descubrir que el agua moja o que el fuego quema. De hecho, lingüistas, filósofos, sociólogos y profesionales de la comunicación social, han desarrollado un amplio compendio de esta, no tan noble característica del lenguaje, a través del estudio de la pragmática.

Ya desde mediados del siglo XX, estudiosos del lenguaje como Austin, Wittgenstein, Kraus, entre otros más, ya venían analizando el uso del lenguaje como mecanismo social de manipulación del inconsciente colectivo, para alcanzar fines políticos de exaltación de supuestos valores patrióticos como la supremacía de una raza o clase, la defensa de la nación o la patria, e incluso de una idea o ideas de conveniencia para sostener el Statu Quo de quienes detentan, momentáneamente el poder, en una determinada sociedad.

A propósito de las recientes jornadas de protestas en Colombia, con motivo del rechazo generalizado al proyecto de ley de reforma tributaria, presentado a destiempo y mantenido a fuego y sangre por Duque en el Congreso colombiano, vale la pena hacer notar cómo, efectivamente, desde hace unos veinte años para acá, el uso del lenguaje como herramienta de guerra, ha sido uno de los elementos principales de la estrategia para mantenerse en el poder, utilizados por la derecha colombiana.

Foto Facebook
Rafael Núñez Florencio[1], en su reseña del ensayo Lenguaje y Guerra de Kovacsics, plantea que: “…el medio de propaganda más eficaz del hitlerismo no eran los discursos ni los símbolos, ni nada que se registrase a nivel consciente, sino las palabras aisladas y expresiones que se repetían y se terminaban por adoptar de forma mecánica e inconsciente.”, en ese mismo sentido, tal como lo plantea Núñez, el uso de algunos términos, o mejor, adjetivos, para señalar, etiquetar, descalificar, denostar o insultar a los adversarios políticos, también ha sido una práctica acostumbrada por los poderosos en Colombia.

Al empleo denostativo de palabras como: “indio”, “negro”, “marica”, “puta”, para referirse de manera ofensiva a una persona o para indicar que su comportamiento no concuerda con el que se supone deben tener las llamadas “Gentes de bien”, también se sumo la adjudicación de palabras, ya no tan “vulgares” y más correctas, políticamente hablando, para señalar el supuesto mal comportamiento de aquellas personas, salidas del esquema oficial de conducta, impuesto por quienes han detentado y ejercido el poder durante años recientes, tales como “Chusmero”, “pájaro”, “Guerrillo”, “comunista”, “cachiporro”, “terrorista”, “traqueto”, “narco” o “narco-terrorista”.

En este mismo orden de ideas, el uso repetitivo de unos nuevos términos, con una fuerte intención política de descalificación social; ha permitido que esta acción ilocutiva de la derecha, haya posicionado en el inconsciente colectivo de la sociedad colombiana, expresiones como, “castro-chavista”, “mamerto” y “vándalo”, como sinónimos o equivalentes de “terrorista”, “guerrillero”, “comunista”, “satánico”, cuando son utilizadas para describir a esos “indios”, “negros” o “guaches”, o cualquier otra persona, que se empecine en demostrar su inconformidad de manera pública, bien sea, a través de las redes sociales, prensa tradicional o, lo que es peor, protestando en la calle.

Vándalo se ha convertido en el más reciente calificativo, utilizado por la derecha, en su estrategia comunicacional, para señalar a todas aquellas personas que públicamente se rehúsen a ceñirse a los mandatos de un nuevo marco de convivencia, convenientemente diseñado, no para la defensa de bienes, honra y vida de TODOS los colombianos, sino para la defensa de los bienes, la honra y la vida de unos POCOS colombianos, cercanos al poder. Se usa Vándalo y vandalismo, para no usar Terrorista y terrorismo, debido a las fuertes implicaciones jurídicas que usar tales calificativos, podría acarrear a quien lo haga, sobre todo, en las cortes internacionales.

Imagen tomada de: El Periódico
El hecho es que, así como el aparato propagandístico de la derecha colombiana, puso de moda, eso si con intención de manipulación, términos como “mermelada”, “pos verdad” y “polarización”, para señalar en la oposición “mamerta” y “castro chavista”, todos los malos comportamientos, nacidos y practicados en el seno de la cofradía del epítome de la ultra derecha colombiana; el Centro Democrático y sus apéndices, los partidos de la coalición duqista; así mismo, ha venido tratando de imponer, a punta de descarada repetición, en los medios de comunicación propios y aliados, al término Vándalo, para tratar, por un lado, de estigmatizar y hasta judicializar a la oposición y a quienes ejercen el derecho a la protesta, y por el otro, justificar, la decisión de imponer una especie de dictadura, para reprimir, los actos vandálicos de la “mamertería” nacional.

En todo caso, y para concluir, es preciso retomar a Núñez, cuando, citando a Kafka, afirma del uso del lenguaje como instrumento de guerra: “Cuando la palabra se convierte en vasalla de la voluntad política, supeditada a unas decisiones establecidas de antemano, su rol deviene “absolutamente accesorio y servil””. Amén.

 



[1] RAFAEL NUÑEZ FLORENCIO, Guerra y lenguaje- Adan Kovacsics, 28 febrero, 2008, tomado de: Guerra y lenguaje | El Cualltur