Editor: Francisco Cristancho R.
Y, sí. Puedo asegurar que Gustavo Petro es adicto… ¡pero adicto al trabajo! Me sorprendió por ello la reciente ‘carta’ de la periodista María Jimena Duzán. Un bodrio de esos podría venir de cualquier Dávila o cualquier Vélez, pero no de quien provino
Cuando la sociedad se acostumbra al fraude no puede
decirse que impera la ley.
Si algo ha quedado demostrado tras los comicios del 29 de
octubre es que hay quienes no respetan la voluntad popular. Así como la
alcaldesa Claudia López afirma que la elección fue indicativa del respaldo
ciudadano al metro elevado, si fuera consecuente en su razonamiento tendría que
admitir que el tal ‘Corredor Verde’ fue derrotado en las urnas. De los rostros
que aparecían en el tarjetón solo un candidato respaldaba el esperpento de
Peñalosa y Claudia, y tal fue vencido en democracia. La alcaldesa sostiene que
el voto en favor del metro se dio en proporción 82/18, siendo este último el
porcentaje de votación de Gustavo Bolívar, pero no advierte que lo mismo puede
decirse del voto en contra del Transmilenio por la carrera séptima, en
proporción 80/20.
No obstante lo anterior, en uno de sus acostumbrados
arrebatos autoritarios la burgomaestre decidió atacar la orden del juez de
acción popular y, en asocio con los proponentes del ‘Corredor Verde’, presentó
una tutela con el propósito de mantener el proyecto en firme. La señora
alcaldesa, olvidadiza por estos días, pasa por alto que la decisión del juez en
sede de acción popular se debió justamente a un compromiso adquirido por ella y
consignado en el artículo 105 del Plan Distrital de Desarrollo, a cuyo tenor
“[e]n ningún caso el corredor verde incluirá una troncal de transporte masivo
como la que se planteó en el proyecto diseñado por el Instituto de Desarrollo
Urbano durante 2017 y 2018”. Eso pasa cuando uno miente tanto y tan seguido,
que pierde la cuenta. Celebramos la valiente lucha de algunos concejales y
ciudadanos que han acudido a la justicia en procura de los derechos de todos, y
confiamos en que prevalecerán ante esta defensa, ciertamente pobre, de la
alcaldesa y sus socios.
A nosotros la justicia a veces nos genera dudas, no porque
presumamos la mala fe ni porque creamos que les falta conocimiento o capacidad
a los funcionarios judiciales, sino porque no hallamos razón a decisiones, como
la adoptada por una fiscal en el caso que se sigue contra Cielo Gnecco Cerchar.
Resulta que la Fiscalía obtuvo la autorización de un juez de la República para
imponer medida de aseguramiento a la señora Gnecco, así como para ordenar su
captura inmediata a efectos de ser privada de su libertad, y con todo y eso,
una fiscal revocó la orden de detención y dejó a Cielo en el cielo. La decisión
de la señora Nancy del Carmen Martínez fue tan abrupta y absurda que su jefe,
el fiscal general, anunció que sería investigada por sus acciones. Imaginen
ustedes, hasta Barbosa es consciente de la arbitrariedad manifiesta en que
incurrió la fiscal. Lo cierto es que nada de esto huele a perfume.
Otra movida inexplicable de la Fiscalía involucra a su
máximo responsable, el señor Francisco Barbosa. Abusando de su poder de
investigación, un fiscal advirtió al director de la revista Raya que efectuaría
un allanamiento con el objeto de recabar información sobre la fuente de una
publicación que, dicho sea de paso, dejaba mal parado al ente investigador. En
los días previos a esta comunicación, el fiscal general había calificado otra
nota de la revista Raya como un intento por “injuriar, insultar [y] mancillar a
una institución como la Fiscalía”, con lo que puso en la mira a este medio con
el que evidentemente está malquistado.
Barbosa se dice defensor de la prensa, pero lo cierto es que
no respeta el ejercicio profesional de todos los periodistas: mientras a Semana
la menciona en sus intervenciones, le concede entrevistas y –según dicen– le
provee de información, a la revista Raya la amenaza con allanamientos y
recaudación de archivos que, olvida el que se dice uno de los mejores abogados
del país, están protegidos por la reserva de la fuente y la protección
constitucional al trabajo periodístico. Bien lo expresó la Corte Constitucional
en Sentencia T-594 de 2017: “estamos ante un derecho fundamental que
salvaguarda la facultad del comunicador de negarse a revelar, en general, todos
los documentos que componen el material de sus actividades periodísticas
(entrevistas, apuntes, escritos, archivos, fichas, videos, audios, etc.), sin
la cual el libre ejercicio de su profesión y, más importante aún, la libertad
de informar se tornarían nugatorios”. Con estas actuaciones de la Fiscalía, la
revista Raya se une a Noticias Uno y a otros periodistas independientes en el
grupo –a nuestro juicio, honroso– de medios malqueridos por el señor Barbosa,
que casualmente reúne a los mejores comunicadores del país. Por nuestra parte
celebramos el trabajo investigativo de Raya, su compromiso con el sigilo
profesional y con la verdad, y manifestamos nuestro respaldo en estos tiempos
de hostigamiento. Confiamos en que en esta ocasión el tunante no triunfará.
–Pasando la página– Con cada día que pasa se hace manifiesta
la desesperación de la oposición con el presidente Petro. Cada vez que los
gurús de la derecha predicen días malos para el gobierno, algún acierto
obtiene: dicen que Biden está cansado de Petro y al día siguiente se les ve
juntos a manteles, que la economía está en crisis y acto seguido se conocen las
mejores cifras de empleo en años, que el dólar llegará a 5.000 pesos y ahí
sigue bajando. El odio que les produce el primer presidente de izquierda los
hace meter las patas a diario y ya ni pena les da.
Para terminar, nosotros sí quisiéramos una explicación,
sencilla pero clara, del director de la Policía Nacional en lo atinente a las
investigaciones internas por las violaciones a los derechos humanos durante las
protestas de 2019 y 2021. Ya es hora de que la ciudadanía conozca si se impuso
algún correctivo y si la promesa de justicia para las víctimas del abuso
policial es una realidad o devino en quimera. De las personas que perdieron la
vista o padecen de traumas físicos y psíquicos sabemos de su existencia, pero
las responsabilidades individuales de miembros de la fuerza pública se han
probado más opacas. Nuestra confianza en el director Salamanca es absoluta y
por ello nos permitimos formularle esta petición.
Adenda: respecto del término “zorrilla”, que fue
objeto de controversia al haber sido empleado por uno de los autores de esta
columna, transcribimos un comentario del amigo y director de Cuarto de Hora,
Urías Velásquez: “lo de usar la palabra ‘zorrilla’ para llamar a los tramposos
[viene desde] los autores del Siglo de Oro español”. Por “zorrilla” se hace
referencia a una persona tremendamente astuta, ávida de poder, viva y hábil
para el engaño y la trampa. La ignorancia y el poco juicio de una masa de
internautas hizo merecedor a Germán de reproches, críticas e insultos, creyendo
que al usar el término “zorrilla” estaba diciendo algo que jamás pretendió. No
hace daño ocupar el tiempo libre en aprender la lengua común.
Adenda del editor: Tuve la oportunidad de trabajar
muy cerca de una de las campañas al Senado del hoy Presidente de la República,
y sí, doy fe de que él es adicto. Desde tempranas horas del día –todos los
días– estaba comunicado con sus colaboradores más cercanos para organizar la
agenda, la cual terminaba a altísimas horas de la noche. (Por esa época también
se le hacía tarde por estar cumpliéndole a la gente). Y, sí. Puedo asegurar que
Gustavo Petro es adicto… ¡pero adicto al trabajo! Me sorprendió por ello la
reciente ‘carta’ de la periodista María Jimena Duzán. Un bodrio de esos podría
venir de cualquier Dávila o cualquier Vélez, pero no de quien provino, –para
muchos– un referente del periodismo. Me uno al jalón de orejas por
parte de la célebre María Teresa Herrán, quien “por primera vez desde hace 40
años y más” cuestionó la “no ética” de la señora Duzán. Con dicha ‘carta’,
Duzán abrió un gran interrogante, no el que ella pretendía, sino el que se
refiere a sus propios intereses… ¿Qué estará buscando María Jimena Duzán & Cía.,
con tamaña bajeza?
* Texto publicado originalmente en: https://sonoticias0.wordpress.com/ y compartido a la comunidad de La Conversa de Fin de Semana por la generosidad del periodista Otto Hernán Riaño
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