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LA VITRINA DE LA CONVERSA
sábado, diciembre 09, 2023
jueves, diciembre 07, 2023
No me diga que Name dijo*
Por: Germán Navas Talero y Pablo Ceballos Navas
Editor: Francisco Cristancho R.
Revelación de El Espectador deja muy mal parada a la Alianza
Verde, partido que ha recibido miles de millones de reposición de votos por la
consigna ‘anticorrupción’, causa que no les ha impedido asignar a dedo y con
‘pliegos sastre’ –de los que antes denostaba la alcaldesa verde, Claudia López–
puestos y contratos para la progenie de los Name.
Hay familias con suerte o pícaros con fortuna. Después de
ver el roscograma que publicó El Espectador en su edición
dominical y que tiene en su centro al presidente del Senado, Iván Name,
concluye uno que el país no es de los Char ni de los Gerlein sino de otra
familia costeña, mucho menos conocida, que salió de un municipio de Bolívar a
ocupar escaños en el Congreso y en el Concejo de Bogotá, al tiempo que detenta
puestos aquí y allá, en despachos ministeriales; unidades de trabajo
legislativo y quién sabe cuántos contratistas a nivel nacional y territorial.
Sin pena alguna, el martes o miércoles volverá el hasta hace poco ignoto
senador Iván Name al estrado desde el que ordena el pleno del Senado y avanza
en su conquista puestera. Y porque no podemos perder la gracia ni pasar por
alto lo divertido de nuestras desgracias, es tal el apetito de los Name que no
dejaron ni el cargo de mecanógrafa de la secretaría general de la Cámara de
Representantes, que ahora ocupa la sobrina de Iván Name.
Esta revelación de El Espectador deja muy mal parada a la
Alianza Verde, partido que ha recibido miles de millones de reposición de votos
por la consigna ‘anticorrupción’, causa que no les ha impedido asignar a dedo y
con ‘pliegos sastre’ –de los que antes denostaba la alcaldesa verde, Claudia
López– puestos y contratos para la progenie de los Name. Iván Leónidas, hijo
del presidente del Senado, es asesor de un representante a la Cámara
perteneciente a la Alianza Verde, así como su hermana Janeth, y María Clara, su
exesposa, acaba de terminar un sustancioso contrato en el despacho del
gobernador ‘verde’ de Boyacá, seguramente a la espera de uno mejor con la
posesión del viejo conocido y amigo de la familia, el taimado Carlos Amaya.
Siguiendo el buen ejemplo del senador Iván Name, hay otro
congresista –virtualmente desconocido para la mayoría– de nombre Óscar Barreto,
quien venía de ser gobernador de Tolima y ahora se encuentra en calzas prietas,
pues no logra explicar por qué adjudicó doce contratos de obra por valor de 35
mil millones prácticamente a dedo para luego dejar pasar toda suerte de
justificaciones absurdas por el incumplimiento de los contratistas. Esta semana
la Sala de Instrucción de la Corte Suprema de Justicia le ha llamado a
indagatoria por el delito de peculado por apropiación. Veremos si el señor
Barreto decide responder a la justicia o si prefiere, como hizo con los
llamados de la prensa, guardar silencio.
Recordábamos por estos días la crítica que formuló una
senadora al entonces candidato a alcalde Gustavo Bolívar, quien publicó un
video hacia las nueve de la mañana en el que se le veía recostado en su cama.
El reproche, que ya olvidamos pero que definitivamente llamó nuestra atención
porque como dormilones nos sentimos aludidos, iba por las líneas de que una
persona que se levantara tarde de su cama no podía ser un buen administrador.
Ahora resulta que médicos de varias especialidades parecen haber alcanzado un
consenso respecto de las virtudes de un buen descanso, desvirtuando ese dicho
tan colombiano y tan equivocado de que “al que madruga, Dios le ayuda”, y al
que siempre respondemos con otro refrán: “no por mucho madrugar amanece más
temprano”. Y aprovechando la oportunidad, preguntamos a quienes pretenden que
sus funcionarios electos estén laborando al alba, ¿acaso a ustedes les hace más
productivos levantarse de noche para ir a trabajar?
Quien sí le madruga al despilfarro es la saliente alcaldesa
Claudia López, quien –como dice ella– “con los impuestos de los bogotanos”
pagó, no una página ni la portada de El Tiempo, sino una revista entera que
acompañaba la edición dominical –día de la pauta más cara– y que salía
expulsada al abrir el diario, como si las páginas del periódico pudieran sentir
la misma repulsa que nos suscita a la mayoría de bogotanos ver tamaño
desperdicio.
Para nuestro pesar, rara vez encuentra uno revistas,
separatas o al menos una nota en el periódico en efeméride de la vida y obra de
grandes hombres y mujeres en Colombia. Por ello replicamos y celebramos dos
acontecimientos recientes: el primero, la decisión de la empresa Metro de
Medellín de dedicar uno de sus trenes a la pianista Teresita Gómez y engalanar
los vagones con recuerdos de su vida –que sin lugar a duda ha sido una bien
vivida y ejemplo para generaciones presentes y futuras–, y el segundo, la determinación
editorial de El Espectador para ocupar sus páginas, en el día en que se cumplen
treinta años de la muerte del asesino Pablo Escobar, a honrar las vidas
interrumpidas por el terrorismo financiado por los narcos y reivindicar el
derecho de sus dolientes a conocer la verdad. Deseamos, para los años
venideros, que sean muchos los reconocimientos a Teresita y cada vez menos los
onomásticos a Escobar.
Adenda: aún con Names y Barretos avanza
la reforma a la salud contra todo pronóstico. El gobierno que acusan de poco
eficiente; mal ejecutor; distraído y sin ruta ni destino está ad-portas de
aprobar la más contenciosa de sus reformas.
Adenda II: Un familiar cercano comentó hace poco
cómo, por una pequeña infracción, la policía de tránsito hizo que se detuviera.
Le practicó prueba de alcoholemia, le recomendó tener más cuidado y, por no
reportar contravención anterior… ¡lo dejó ir! Por supuesto eso no ocurrió en
Colombia, en donde cualquiera de esos chupasangres le hubiese
quitado a ese distraído conductor hasta la dignidad. Porque no hay nadie más
inhumano en este país que un agente de tránsito, y no hay nada más terrorífico
que ser detenido por uno de ellos. Un ruego para que alguien le eche una mirada
a estos ‘servidores’ –que para nada sirven– y que se les brinde una urgente
capacitación en Derechos Humanos, respeto y normas de tránsito, porque de lo
único que saben es de abusar del ciudadano.
*Texto originalmente publicado en https://sonoticias0.wordpress.com
y compartido a la comunidad de La Conversa de Fin de Semana, por la generosidad
de nuestro aliado, el periodista Hernán Riaño.
Las opiniones de los columnistas son de su exclusiva
responsabilidad. Les invitamos a leer, comentar, compartir y a debatir
con respeto.
martes, noviembre 28, 2023
Envenenarse vale oro*
Por: Germán Navas Talero y Pablo Ceballos Navas
Editor: Francisco Cristancho R.
No todo lo que brilla es oro, por lo general es
mercurio que enriquece a pocos y envenena a todos.
El Calvario es el nombre que lleva un monte en Israel y que fue el lugar donde Jesucristo tuvo que sufrir toda clase de penurias antes de ser crucificado y entregar el alma al creador. El calvario es sinónimo de privación, de sufrimiento, de complicación, pero también es el día en que Pablo, coautor de esta columna, sufre para poner en castellano las ideas de su otro tertuliano. Aun con las complicaciones y la ocasional barbaridad, nos divertimos escribiendo estas líneas y nos llena de honor que haya quienes destinen unos minutos de su día a leernos.
No sabemos si las diferencias en términos de redacción entre
los autores de esta columna se deberán a la ingesta de mercurio durante el
tiempo vivido. Esta semana leíamos con no poca preocupación un reporte que
afirma que nuestros ríos están infestados de mercurio vertido para la
extracción de oro y otros metales pesados. Lo más grave es que en opinión de
quienes suscribieron el reporte es posible que las plantas de tratamiento no
estén en capacidad de evitar el paso de todo el mercurio y en consecuencia es
probable que circule por los acueductos de ciudades distantes de las minas,
como Bogotá. Lo que antes servía como remedio, hoy amenaza con envenenarnos a
todos los humanos y hasta a las aves en las que se ha hallado trazas de
mercurio. Ojalá las autoridades ambientales hayan leído el informe y estén tan
interesadas como nosotros en imponer todas las salvaguardas que sean del caso.
En un verdadero manicomio se ha convertido la elección del
nuevo alcalde de Santa Marta. No entendemos cómo es que un simple conteo de
votos termina en semejante zaperoco que, como es costumbre, favoreció a los
clanes consiguiendo –por medio de una decisión judicial– lo que su electorado
no les concedió. La derecha, que no es precisamente la mano con que se hacen
buenas obras, se ha encargado de torcer todo al punto en que prevalecieron
sobre la voluntad popular. En última hora el Tribunal Superior del Magdalena
revocó un fallo que atendía a los intereses del candidato de izquierdas,
dejando el camino libre para que la Registraduría, en tiempo récord, consagrara
al candidato de todos los politiqueros como nuevo alcalde de la ciudad.
Por su parte, el gobierno nacional insiste en un propósito
loable: atraer a los extranjeros para que disfruten sus vacaciones en Colombia.
Es así como, por primera vez en años y para muchos nacionales el primero en sus
vidas, atracó en el puerto de Buenaventura un crucero repleto de turistas
europeos que gozaron de esta ciudad tan temida y denostada por algunos
colombianos, como el señor Néstor Morales, quien sin ninguna pena reprochó al
organizador del viaje por haber llevado a estos turistas puesto que “nadie pasa
vacaciones en Buenaventura”. Celebramos este esfuerzo de la empresa privada con
el concierto de ProColombia y confiamos en que no será el primero. Quizá con
más viajes a Buenaventura y más extranjeros en nuestras ciudades y municipios
lograremos reponernos de la mala imagen que aún persiste entre algunos.
Aunque Morales no lo sepa ni le importe, por Buenaventura
llegan las principales innovaciones al país, como es el caso de los vehículos
híbridos y eléctricos que, como cuenta José Clopatofsky en el editorial de la
Revista Motor, han despertado un apetito entre los conductores colombianos que
se satisfizo con creces durante la reciente edición de la Feria del Automóvil.
Incluso con las preocupaciones por el precio de las baterías, por sus posibles
consecuencias medioambientales y por los altos precios de sus modelos, el
segmento de eléctricos no para de crecer al tiempo que el país se ordena para
la transición energética. Germán, coautor de una ley que dispuso incentivos
para la movilidad eléctrica en una época en que no era tan popular, celebra
esta buena nueva.
Nuestro viajero por excelencia estuvo de visita en Las Vegas
y, además de confirmar que los carros eléctricos están a la orden del día, se
maravilló tanto por el ánimo de juerga como la accesibilidad casi total de los
principales lugares de interés en silla de ruedas. Hasta en los parques
nacionales se encuentran adecuaciones para las personas con movilidad reducida,
de forma que puedan sentirse en igualdad de condiciones mientras gozan del
paisaje o de una copa en un casino. En eso sí que están avanzados los gringos,
ojalá los alcancemos algún día.
*Texto originalmente publicado en Sonoticias y compartido con la comunidad de La Conversa de Fin de Semana, gracias a la generosidad de nuestro aliado, el periodista Hernán Riaño.
Las opiniones de los columnistas son de su exclusiva responsabilidad. Les invitamos a leer, comentar, compartir y a debatir con respeto.
martes, noviembre 21, 2023
La ordalía de viajar en avión*
Por: Germán Navas Talero y Pablo Ceballos Navas
Editor: Francisco Cristancho R.
un cínico de marca mayor es el expresidente Iván Duque, quien se atreve a declarar que “el gobierno de Petro se convirtió en un símbolo de fractura nacional”. Todavía nos estamos riendo cuando vemos que el peor presidente de la historia, el que provocó tres paros nacionales e innumerables críticas por su desgobierno y amoralidad, tiene el nervio de expresarse públicamente en oposición a su sucesor
Desde que Ícaro se elevó con sus alas de cera para intentar
alcanzar el sol, el ser humano ha ansiado y visto como un éxito surcar los
cielos. Es tan evidente el deseo de volar que algunos individuos le dieron al
Espíritu Santo la capacidad de elevar sus alas. Hasta hace unos años viajar en
aeronave era un placer, hoy se asemeja más a una tortura: antes se percibía un
interés de la tripulación por hacer sentir a gusto al pasajero, ahora parece
que les estorban; antes cuidaban a su clientela y especialmente a quienes
llevaban años viajando en su línea, ahora poco o nada les importa, sean nuevos
o viejos conocidos; antes recibían a los pasajeros con una bebida, ahora hay
que pagar hasta por el agua –situación que debería ocupar la atención de la
Superintendencia de Industria y Comercio, dada la absoluta concentración de la
oferta y los precios exorbitantes– y próximamente habrá que hacerlo por usar el
baño.
Antes con recibir el boleto se tenía la confianza implícita
de que contaba con un lugar garantizado en el avión, ahora hasta que no se está
sentado, con el cinturón abrochado y la puerta cerrada no hay certeza de nada,
especialmente en aquella aerolínea otrora colombiana cuyo nombre todos
conocemos y que incurre reiteradamente en la práctica de sobrevenir asientos
sin salvaguarda alguna para los pasajeros que puedan verse afectados por el
exceso en la demanda – conducta que merece la atención de la autoridad de
protección al consumidor–; antes todas las contingencias se resolvían cara a
cara en el mostrador del aeropuerto, ahora las discusiones comienzan 24 horas
antes del vuelo con la acostumbrada pelea –si tiene suerte, por teléfono con un
ser humano, de lo contrario con un robot– para que se adjudique un asiento a
bordo o se admita un equipaje a la bodega. Lo que antes era un momento ansiado
ahora es un suplicio. Y no nos queda alternativa distinta a resistir porque
debemos llegar a nuestros destinos y no podemos hacerlo a nado o al lomo de un
caballo. Ojalá el Estado ejerza pronto su poder de inspección en procura del
interés general y garantice la primacía de los derechos de los viajeros, tan
vulnerados por estos días.
–Pasando a otro tema– Encontramos a nuestro regreso que la
política colombiana no cambia. Un gobierno que pretende hacer efectivos los
derechos de la mayoría, como nunca antes, encuentra frenos por doquier. Un
poder ejecutivo que fija sus esfuerzos en alcanzar la paz por todos los frentes
recibe la oposición de ex-negociadores que les parece objetable adelantar
negociaciones simultáneas, como si las de ellos –que corrían solas– hubiesen
alcanzado su propósito. Un presidente que cumple con el mandato de sus electores,
que no es otro que el de las reformas que conduzcan a una mejoría en las
condiciones de vida, recibe calificaciones de “impredecible”, “adanista” o
“megalómano”. Mientras tanto, los poderes de toda la vida –entre ellos los
Olímpicos de Barranquilla– disfrutan del percibido colapso del gobierno y
celebran en micrófonos y tribunas de opinión los abucheos a la familia
presidencial. Y el Congreso estático, entregado a la dilación promovida por
sectores de interés que ven en el debate un riesgo a sus negocios, ajeno a la
calidad de foro público que le dio origen y lleno de individuos que deslucen la
dignidad parlamentaria. Para Germán, quien ocupó un escaño en la Cámara de
Representantes por 24 años y que ha visto de todo en los puestos vecinos, esta
legislatura preocupa en comparación con las que le antecedieron por su
mediocridad y baja calidad argumentativa.
El que sí es un cínico de marca mayor es el expresidente
Iván Duque, quien se atreve a declarar que “el gobierno de Petro se convirtió
en un símbolo de fractura nacional”. Todavía nos estamos riendo cuando vemos
que el peor presidente de la historia, el que provocó tres paros nacionales e
innumerables críticas por su desgobierno y amoralidad, tiene el nervio de
expresarse públicamente en oposición a su sucesor. Bien podría decirse que
Duque aspiró a ser y logró hacerse con la medalla al tiro, porque descolló en
tirarse el país. La corrupción alcanzó sus mayores niveles con Duque a la
cabeza, sería bueno que nos contara cuántos de sus amigos se lucraron del tubo
de Ecopetrol. Donde hubiera tenido un año más de gobierno, se acababan las
reservas y no quedaba combustible ni para cargar un briquet.
También convendría que explicara por qué una familiar suya era conocida entre
altos funcionarios del Estado como “la madrina”, quien gozaba de un acceso
irrestricto a entidades y procesos de selección. Le preguntamos a un
historiador si él o alguien de su ramo se atreverían a escribir la historia del
gobierno Duque y dijo que nadie se ocuparía con ello porque lo que resultaría
no sería un libro sino un cómic.
*Texto originalmente publicado en SONOTICIAS y compartido a la comunidad de La Conversa de Fin de Semana, gracias a la generosidad de su director; el periodista Hernán Riaño.
Las opiniones de los columnistas son de su exclusiva
responsabilidad. Les invitamos a leer, comentar, compartir y a debatir
con respeto.
lunes, noviembre 13, 2023
Colombia es un partido de fútbol*
Por: Hernán Riaño
De acuerdo con las diferentes reacciones de los colombianos
respecto a los hechos que ocurren en el país, no cabe duda de que son con el
corazón y no con la razón, como si todo se tratara de un partido de fútbol.
En uno de esos espectáculos ve uno a esos aficionados,
llorar, echar “madrazos”, maldecir al técnico y a los jugadores, agarrarse a
puños con otros aficionados, en una discusión constante con el árbitro (porque
sí y porque no), en muchos casos peleas en las tribunas o en las afueras del
estadio y, lo más grave, atacar, en muchos casos, hasta la muerte, a hinchas de
otro equipo. Todo ello sin mediar un análisis, siquiera mínimo, tanto de las
acciones como de las consecuencias.
La extrema derecha pregonando un “nuevo panorama político” para tratar de limitar el trabajo del presidente en favor de los colombianos y una izquierda pidiendo cabezas, es nuestro panorama poselectoral.
De igual forma lo hacen con todo lo que tiene que ver con la
vida nacional y la política. Así lo presentaron los grandes medios y muchos
políticos en las elecciones regionales. Para la derecha fue un referendo de
censura para el gobierno de Petro, que solo lleva un año y tres meses
gobernando después de más de 200 años de saqueo, pobreza y miseria que ha
dejado esa misma derecha feudal, como si todos los males que afectan al país
hubieran llegado con Gustavo Petro, a pesar de que ese planteamiento que estas
elecciones fueran un plebiscito fue impulsado, erróneamente, por el excandidato
a la alcaldía de Bogotá en una de sus acostumbradas salidas.
Para los afectos al gobierno nacional representaron un
avance de consolidación de una fuerza nueva en el ámbito nacional, el Pacto
Histórico tiene aproximadamente dos años y como fuerza que plantea otros
argumentos para el desarrollo y bienestar del país, representaron un buen
resultado.
Aparecieron, en ambos lados, los profetas del apocalipsis de
siempre, los de los partidos tradicionales presagiando el fracaso y
desaparición de esta nueva fuerza política democrática tratando de evitar que
se les han destapado cantidad de hechos de robo y saqueo de los recursos
públicos, como nunca antes, e intentan con estas acciones, quitarle importancia
y tapar todo. Para los seguidores del gobierno más recalcitrantes se ha debido
ganar rotundamente en todo el país olvidando que quienes siguen en el poder son
los dueños del país. La pérdida en la capital y en una de las ciudades
importantes, sede del más radical de los extremismos de derecha, es un fracaso
que requiere una autocrítica, autoflagelación y desenmascarar a los “culpables”
para que sean llevados a la hoguera.
Se olvidan de varios factores, en la capital, hoy se habla
de fraude en las elecciones para favorecer a los empresarios y constructores
con un candidato, que su único mérito visible es ser el hijo del inmolado
candidato líder de un movimiento político y candidato presidencial, que se alió
con quienes su padre denunció y posiblemente lo asesinaron. También que la alcaldesa de la capital hizo política descarada en favor de ese candidato, sin
que ningún ente de control se pronunciara, dejándola actuar a sus anchas y con
una grosería inusitada. Todos los medios de comunicación comerciales y hasta
muchos comunitarios y alternativos “trabajaron” para que ese candidato fuera el
triunfador, los primeros inventado cosas, diciendo mentiras y calumniando al
único candidato democrático y los segundos haciendo eco, sirviendo de altavoz,
reproduciendo las falsedades que se inventaban los periodistas de la prensa
tradicional. También hay que señalar que muchos ciudadanos creyeron
estúpidamente todas las cosas que esa prensa difundió.
En la capital del uribismo, se aliaron esas fuerzas para
consolidar esa extrema derecha que, infortunadamente, va a mantener ese fortín
de muchos hechos de corrupción y delitos en Colombia. Lo raro fue que en el
periodo anterior hubiera gobernado un alcalde de corriente política diferente
al uribismo. El personaje electo, que “brilla por su inteligencia” y falta de
atributos de un buen gobernante solo quiere continuar con lo que hizo en su
primer gobierno con más desfachatez, llevando a esa ciudad a límites
insospechados.
La falta de experiencia en política de muchos activistas,
agravada por la ineficiencia de los partidos que conforman el Pacto (que los
dejaron a la deriva, no los capacitaron y no les informaron de los riesgos
electorales), fue un factor importante para que se diera la presente coyuntura.
¿Es que no sabían que se iban a robar las elecciones? En el caso de Bogotá, el
candidato del pueblo se entregó anticipadamente aceptando la pérdida sin
siquiera poner en duda los resultados, concejales del Pacto dándoselas de
decentes y diplomáticos felicitando al nuevo alcalde, sin esperar los
escrutinios y las demandas respectivas. ¿No aprendieron de las elecciones para
parlamento en la que hubo fraude y que gracias a muchos ciudadanos que estaban
atentos se pudieron recuperar votos y por ende curules? ¿En qué estaban
pensando, que por el hecho de haber un gobierno honesto todo el funcionamiento
del aparato electoral ahora era decente? La registraduría y el CEN
contribuyeron en que no se pudiera tener más alcaldes afines al gobierno
nacional con un actuar soterrado que incluyó no permitir testigos electorales,
la caída de la página de la registraduría, el impedimento de consulta de esas
páginas posterior al 29 de octubre y con denuncias muy graves que los
involucra.
La extrema derecha pregonando un “nuevo panorama político”
para tratar de limitar el trabajo del presidente en favor de los colombianos y
una izquierda pidiendo cabezas, es nuestro panorama poselectoral
Como en un partido de fútbol, todos creen tener la razón y
quieren imponerla a como dé lugar, sin criterio, sin información, sin análisis
y solo porque el aficionado, en este caso el colombiano, decidió que es así.
Nos hace mucha falta cultura política, entender quien representa a quien, qué
intereses están detrás de cada acción y sobre todo dejar de creerle, como si
fuera una secta religiosa, a los medios de comunicación tradicionales y a los
periodistas que allí trabajan, que además de creerse vacas sagradas de la
comunicación, no son sino unos difusores de mentiras y falacias para favorecer
a la extrema derecha de Colombia.
*Texto publicado originalmente en SoNoticias – Periodismo y compartido con la comunidad de La Conversa de Fin de Semana, gracias a la generosidad del periodista Hernán Riaño
Las opiniones de los columnistas son de su exclusiva
responsabilidad. Les invitamos a leer, comentar, compartir y a debatir
con respeto.
viernes, noviembre 10, 2023
El secuestro del que nadie habla: el de la Registraduría*
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En la imagen: Edificio sede central de La Registraduría Nacional del Estado Civil de Colombia, tomada de la página oficial de la RNEC. |
Días han pasado ya desde las elecciones. Mientras las ciudades principales tienen definidos sus electos, en la periferia pululan las quejas de reconteo de votos en alcaldías y concejos. La Registraduría dispone de un archivo por mesa a nivel nacional, pero no lo hace público y deja que la opinión pública gire alrededor de E-14’s tachados que validan discursos contra la transparencia electoral.
Desde las postrimerías de las elecciones a hoy, la atención nacional ha ocupado la mayoría de su tiempo en el secuestro de los padres de Lucho Díaz, y con total razón, era una situación - secuestro a figuras socialmente relevante y ajenas a la política - que no ocurrió hace más de veinte años.
La Registraduría y sus funcionarios no solamente optan por no difundir públicamente los avances a través de este archivo único, sino que se filtra de forma selecta a políticos, académicos y empresas del capricho de los funcionarios de turno.
En medio de dicho escándalo, ocurrieron las elecciones de autoridades territoriales en Colombia. La mayoría de nosotros acudió a las urnas con la esperanza de decidir que quienes conformen los nuevos gobiernos locales y regionales sean afines a nuestras ideas y que su declaración de victoria fuese más o menos transparente.
Lastimosamente, un manto de duda acaparó estas elecciones por dos temas específicos: primero, la falta de orden público. Pasamos de las elecciones más pacíficas en medio siglo (las de 2018) a volver al secuestro, la destrucción de urnas y mesas de votación en varios municipios del país.
Como segundo tema, al haber muchos nuevos partidos políticos; ¡35!, más los movimientos por firmas para corporaciones como juntas administradoras, concejos y asambleas; el umbral y su consecuente cifra repartidora fue bastante peleada (salvo sitios muy definidos como Medellín o Barranquilla). Esto hizo que muchos candidatos, partidos políticos y movimientos solicitaran preconteo, teniendo como casos de referencia tres casos relevantes: el candidato Jorge Bolívar en Ibagué, Gustavo Bolívar en Bogotá y el partido Fuerza de La Paz en Cali.
Más allá de qué tan válidos sean sus reclamaciones, todos guardan un mismo patrón: el reconteo de votos en escrutinio. ¿Por qué? Redes sociales están llenas de números corregidos, mal tachados, acomodados… en fin. Sin embargo, este tipo de situaciones son normales, pues quienes cuentan los votos deben hacerlo en tiempo récord para que, a la hora de terminar el límite para votar, se tengan unos resultados previos, lo que es conocido como el preconteo.
El preconteo tiene dos particularidades: tiene una labor informativa (por eso a la hora sabemos quiénes son más o menos los electos) y no tiene peso jurídico. La importancia se cobra a partir del conteo de escrutinio. En todo caso, desde la etapa de preconteo la Registraduría genera, entre varios archivos, dos muy importantes:
- Un
archivo de texto plano, es decir, un archivo de texto que sólo trae
números y que se actualiza de manera automática conforme va avanzando
preconteo y escrutinio. Este archivo es una lista de números que, por
ejemplo, pueden venir como “0101001001008001015”, en donde los dos
primeros corresponden al departamento, los siguientes tres al municipios,
los siguientes al puesto, la mesa… y así con varias particularidades a
nivel de cada mesa de los cerca de 13 mil puestos de votación. Fácilmente
puede pasar los siete millones de filas de información, pero en contraste
al ser un archivo de texto, pesa relativamente poco.
- Otro
archivo de texto plano, con secuencias similares, pero que indica los
votantes efectivos por edad y género según la mesa. Por poner un ejemplo,
en el puesto de votación de Unicentro, en Usaquén, Bogotá, sabemos que en
la mesa 2 el 75% de los votantes son mujeres entre los 55 a 60 años.
Estos documentos son esenciales porque demuestran el continuo avance tanto del preconteo como del escrutinio a nivel de mesa. Si estos datos estuvieran disponibles para el público, cualquier ciudadano podría analizar, georreferenciar, hacer veeduría y revisar cómo va su sector político, su territorio, sus intereses, en fin… todo lo que constituye el sentido de lo público y las oportunidades que ofrece en una democracia que tiene en lo electoral su herramienta principal.
Lamentablemente, la Registraduría y sus funcionarios no solamente optan por no difundir públicamente los avances a través de este archivo único, sino que se filtra de forma selecta a políticos, académicos y empresas del capricho de los funcionarios de turno. Es así como vemos notas de prensa, análisis y un montón de resultados que tienen como base la buena fe de quién las realiza, pues como se reitera, no es un documento público. Con suerte, las bases se encuentran a los tres o cuatro meses de pasada la elección, y probablemente a nivel municipal o de puesto, nunca por mesas.
*Texto originalmente publicado en el perfil de Linked In del Politólogo | Asesor Electoral | Analista de Datos y Columnista Invitado de La Conversa de Fin de Semana: Ricardo Esteban Ruiz
miércoles, noviembre 08, 2023
EL FISCAL LANZA SU ARPON HACIA LA RAYA* - Columna de opinión
Editor: Francisco Cristancho R.
Y, sí. Puedo asegurar que Gustavo Petro es adicto… ¡pero adicto al trabajo! Me sorprendió por ello la reciente ‘carta’ de la periodista María Jimena Duzán. Un bodrio de esos podría venir de cualquier Dávila o cualquier Vélez, pero no de quien provino
Cuando la sociedad se acostumbra al fraude no puede
decirse que impera la ley.
Si algo ha quedado demostrado tras los comicios del 29 de
octubre es que hay quienes no respetan la voluntad popular. Así como la
alcaldesa Claudia López afirma que la elección fue indicativa del respaldo
ciudadano al metro elevado, si fuera consecuente en su razonamiento tendría que
admitir que el tal ‘Corredor Verde’ fue derrotado en las urnas. De los rostros
que aparecían en el tarjetón solo un candidato respaldaba el esperpento de
Peñalosa y Claudia, y tal fue vencido en democracia. La alcaldesa sostiene que
el voto en favor del metro se dio en proporción 82/18, siendo este último el
porcentaje de votación de Gustavo Bolívar, pero no advierte que lo mismo puede
decirse del voto en contra del Transmilenio por la carrera séptima, en
proporción 80/20.
No obstante lo anterior, en uno de sus acostumbrados
arrebatos autoritarios la burgomaestre decidió atacar la orden del juez de
acción popular y, en asocio con los proponentes del ‘Corredor Verde’, presentó
una tutela con el propósito de mantener el proyecto en firme. La señora
alcaldesa, olvidadiza por estos días, pasa por alto que la decisión del juez en
sede de acción popular se debió justamente a un compromiso adquirido por ella y
consignado en el artículo 105 del Plan Distrital de Desarrollo, a cuyo tenor
“[e]n ningún caso el corredor verde incluirá una troncal de transporte masivo
como la que se planteó en el proyecto diseñado por el Instituto de Desarrollo
Urbano durante 2017 y 2018”. Eso pasa cuando uno miente tanto y tan seguido,
que pierde la cuenta. Celebramos la valiente lucha de algunos concejales y
ciudadanos que han acudido a la justicia en procura de los derechos de todos, y
confiamos en que prevalecerán ante esta defensa, ciertamente pobre, de la
alcaldesa y sus socios.
A nosotros la justicia a veces nos genera dudas, no porque
presumamos la mala fe ni porque creamos que les falta conocimiento o capacidad
a los funcionarios judiciales, sino porque no hallamos razón a decisiones, como
la adoptada por una fiscal en el caso que se sigue contra Cielo Gnecco Cerchar.
Resulta que la Fiscalía obtuvo la autorización de un juez de la República para
imponer medida de aseguramiento a la señora Gnecco, así como para ordenar su
captura inmediata a efectos de ser privada de su libertad, y con todo y eso,
una fiscal revocó la orden de detención y dejó a Cielo en el cielo. La decisión
de la señora Nancy del Carmen Martínez fue tan abrupta y absurda que su jefe,
el fiscal general, anunció que sería investigada por sus acciones. Imaginen
ustedes, hasta Barbosa es consciente de la arbitrariedad manifiesta en que
incurrió la fiscal. Lo cierto es que nada de esto huele a perfume.
Otra movida inexplicable de la Fiscalía involucra a su
máximo responsable, el señor Francisco Barbosa. Abusando de su poder de
investigación, un fiscal advirtió al director de la revista Raya que efectuaría
un allanamiento con el objeto de recabar información sobre la fuente de una
publicación que, dicho sea de paso, dejaba mal parado al ente investigador. En
los días previos a esta comunicación, el fiscal general había calificado otra
nota de la revista Raya como un intento por “injuriar, insultar [y] mancillar a
una institución como la Fiscalía”, con lo que puso en la mira a este medio con
el que evidentemente está malquistado.
Barbosa se dice defensor de la prensa, pero lo cierto es que
no respeta el ejercicio profesional de todos los periodistas: mientras a Semana
la menciona en sus intervenciones, le concede entrevistas y –según dicen– le
provee de información, a la revista Raya la amenaza con allanamientos y
recaudación de archivos que, olvida el que se dice uno de los mejores abogados
del país, están protegidos por la reserva de la fuente y la protección
constitucional al trabajo periodístico. Bien lo expresó la Corte Constitucional
en Sentencia T-594 de 2017: “estamos ante un derecho fundamental que
salvaguarda la facultad del comunicador de negarse a revelar, en general, todos
los documentos que componen el material de sus actividades periodísticas
(entrevistas, apuntes, escritos, archivos, fichas, videos, audios, etc.), sin
la cual el libre ejercicio de su profesión y, más importante aún, la libertad
de informar se tornarían nugatorios”. Con estas actuaciones de la Fiscalía, la
revista Raya se une a Noticias Uno y a otros periodistas independientes en el
grupo –a nuestro juicio, honroso– de medios malqueridos por el señor Barbosa,
que casualmente reúne a los mejores comunicadores del país. Por nuestra parte
celebramos el trabajo investigativo de Raya, su compromiso con el sigilo
profesional y con la verdad, y manifestamos nuestro respaldo en estos tiempos
de hostigamiento. Confiamos en que en esta ocasión el tunante no triunfará.
–Pasando la página– Con cada día que pasa se hace manifiesta
la desesperación de la oposición con el presidente Petro. Cada vez que los
gurús de la derecha predicen días malos para el gobierno, algún acierto
obtiene: dicen que Biden está cansado de Petro y al día siguiente se les ve
juntos a manteles, que la economía está en crisis y acto seguido se conocen las
mejores cifras de empleo en años, que el dólar llegará a 5.000 pesos y ahí
sigue bajando. El odio que les produce el primer presidente de izquierda los
hace meter las patas a diario y ya ni pena les da.
Para terminar, nosotros sí quisiéramos una explicación,
sencilla pero clara, del director de la Policía Nacional en lo atinente a las
investigaciones internas por las violaciones a los derechos humanos durante las
protestas de 2019 y 2021. Ya es hora de que la ciudadanía conozca si se impuso
algún correctivo y si la promesa de justicia para las víctimas del abuso
policial es una realidad o devino en quimera. De las personas que perdieron la
vista o padecen de traumas físicos y psíquicos sabemos de su existencia, pero
las responsabilidades individuales de miembros de la fuerza pública se han
probado más opacas. Nuestra confianza en el director Salamanca es absoluta y
por ello nos permitimos formularle esta petición.
Adenda: respecto del término “zorrilla”, que fue
objeto de controversia al haber sido empleado por uno de los autores de esta
columna, transcribimos un comentario del amigo y director de Cuarto de Hora,
Urías Velásquez: “lo de usar la palabra ‘zorrilla’ para llamar a los tramposos
[viene desde] los autores del Siglo de Oro español”. Por “zorrilla” se hace
referencia a una persona tremendamente astuta, ávida de poder, viva y hábil
para el engaño y la trampa. La ignorancia y el poco juicio de una masa de
internautas hizo merecedor a Germán de reproches, críticas e insultos, creyendo
que al usar el término “zorrilla” estaba diciendo algo que jamás pretendió. No
hace daño ocupar el tiempo libre en aprender la lengua común.
Adenda del editor: Tuve la oportunidad de trabajar
muy cerca de una de las campañas al Senado del hoy Presidente de la República,
y sí, doy fe de que él es adicto. Desde tempranas horas del día –todos los
días– estaba comunicado con sus colaboradores más cercanos para organizar la
agenda, la cual terminaba a altísimas horas de la noche. (Por esa época también
se le hacía tarde por estar cumpliéndole a la gente). Y, sí. Puedo asegurar que
Gustavo Petro es adicto… ¡pero adicto al trabajo! Me sorprendió por ello la
reciente ‘carta’ de la periodista María Jimena Duzán. Un bodrio de esos podría
venir de cualquier Dávila o cualquier Vélez, pero no de quien provino, –para
muchos– un referente del periodismo. Me uno al jalón de orejas por
parte de la célebre María Teresa Herrán, quien “por primera vez desde hace 40
años y más” cuestionó la “no ética” de la señora Duzán. Con dicha ‘carta’,
Duzán abrió un gran interrogante, no el que ella pretendía, sino el que se
refiere a sus propios intereses… ¿Qué estará buscando María Jimena Duzán & Cía.,
con tamaña bajeza?
* Texto publicado originalmente en: https://sonoticias0.wordpress.com/ y compartido a la comunidad de La Conversa de Fin de Semana por la generosidad del periodista Otto Hernán Riaño
Las opiniones de los columnistas son de su exclusiva
responsabilidad. Les invitamos a leer, comentar, compartir y a debatir
con respeto.
martes, octubre 17, 2023
lunes, octubre 16, 2023
¿Algún día tocaremos fondo?*
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Niños de la Guajira. Imagen tomada de FNOTICIAS Periódico digital |
Por: Hernán Riaño
La estupidez, el sectarismo, el oportunismo político, la ruindad y, en
últimas, la catadura asesina de la derecha colombiana prefiere que se sigan
muriendo los niños de hambre y de sed en esa zona del país por culpa de sus
partidos.
Escribo esta columna, obligado por las declaraciones públicas
de varios “dirigentes” de la ultraderecha colombiana ante la sentencia de la
Corte Constitucional sobre el decreto de declaración de emergencia económica
para el departamento de la Guajira. No opinaré sobre la sentencia, solo de las
manifestaciones de alegría de miembros del Centro Democrático (1) y otros
sectores.
No entiendo como un ser humano con dos dedos de frente, como
decíamos antes, se puede alegrar y salir a manifestar con orgullo, porque según
ellos Petro perdió.
¿Perdió?, ¿qué perdió? ¿Acaso la declaración de emergencia
en uno de los departamentos más deprimidos y castigados por la corrupción por
los partidos de extrema derecha, lo beneficiaba a él? La estupidez, el
sectarismo, el oportunismo político, la ruindad y, en últimas, su catadura
asesina prefiere que se sigan muriendo los niños de hambre y de sed en esa zona
del país por culpa de esos partidos. Y no solo se han robado los recursos
departamentales y municipales, sino que no quieren dejar que el problema tenga
ningún tipo de solución. ¿De qué están hechos esos personajes? “¿No les corre
sangre por las venas?”, decían las señoras antes, frente a hechos menos crueles. Se
necesita ser muy indolente e inhumano para alegrarse de que no llegue solución
a la Guajira.
Este es un hecho más que ha ratificado quiénes son y por qué
hacen lo que hacen. Se suma a las confesiones de militares en Yopal, Casanare,
de asesinatos de Estado (mal llamados falsos positivos) y hasta un exdirector
regional del desaparecido Departamento Administrativo de Seguridad DAS, quien
dijo que las órdenes llegaban de la presidencia de la República (2); las
confesiones de Mancuso, los hornos crematorios señalados por él (como en el
régimen Nazi), en que según versiones de investigadores se presumen 500
víctimas; y en meses anteriores los 6.402 asesinatos cometidos por el Estado en
asocio con los paramilitares, terratenientes y líderes políticos de la derecha
de las regiones; los decenas de miles de desaparecidos y los millones de
desplazados; y… siguen los descubrimientos de hechos sangrientos todos los días
ocasionados por la barbarie y las ansias de tierras y poder de la ultraderecha
colombiana.
Pasan los días, más casos de horror se conocen y la sociedad
colombiana, impávida, no dice nada, es como si no fuera en este país, como si
no les importara porque no es con ellos. Solo algunos se atreven a manifestar
su descontento con estos líderes y por ello son calificados de mamertos,
terroristas y no sé qué más cosas por estos sectores recalcitrantes. Si las
manifestaciones de alegría de la ultraderecha deben ser condenados, mucho más
el silencio y la actitud pasiva de la mayoría de los colombianos.
¿Qué le van a contestar a las siguientes generaciones cuando
les pregunten qué hicieron ante la barbarie de la extrema derecha y sus
sectores delincuenciales? ¿Qué explicación les van a dar? Creen que, como
históricamente ha pasado en nuestro país, estos hechos los van a ocultar con el
tiempo y que se olviden, como ha ocurrido recientemente en Colombia. Recordemos
como se mataban los colombianos en la época de la violencia partidista,
recordemos el llamado corte de franela, con el que no solo mataban a los
liberales sino que de lo que se trataba era humillarlos, recordemos las motosierras
de los paramilitares y su juego de fútbol con los cráneos de niños asesinados,
recordemos las violaciones de niñas, recordemos los criaderos de cocodrilos
, recordemos los hornos crematorios en los que desaparecían colombianos,
recordemos las confesiones de paramilitares y militares sobre los mal llamados
«falsos positivos», recordemos…
Se dice popularmente que para poder salir del hoyo primero
hay que tocar fondo, pero en nuestro país nos hundimos y nos hundimos y nunca
lo tocamos. ¿Será que el hoyo de Colombia no tiene fondo o eso es lo que
quieren que creamos los de la extrema derecha y sus estúpidos votantes para
mantenernos cada día más oprimidos?
Sigo esperando las reacciones de rechazo de quienes los
apoyan y los eligen, especialmente del departamento de la Guajira. Ojalá
hoy sí se hagan sentir y en las elecciones del 29 de octubre el país rechace en
las urnas a estas personas que no solo han vivido a costa del erario, crean las
desgracias de los ciudadanos, no las solucionan y se alegran con ellas.
(1) https://www.noticiasrcn.com/colombia/paloma-valencia-pide-tumbar-decreto-de-la-guajira-451685
https://twitter.com/PalomaValenciaL/status/1708917016403275867
*Texto publicado originalmente en https://www.sonoticias.com.co/ y compartido con la comunidad de La Conversa de Fin de Semana, gracias a la generosidad del periodista Otto Hernán Riaño
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jueves, octubre 12, 2023
martes, octubre 03, 2023
Negocios privados con dinero público*
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Imagen tomada de www.semillas.org.co |
Por Hernán Riaño
La propuesta de las diferentes reformas que necesita el
país, además de demostrar la urgencia de esos cambios para lograr una mejor
calidad de vida para los colombianos, ha dejado a la luz pública una forma de
negocios inventada desde el ascenso al poder de Álvaro Uribe Vélez: los
negocios privados con dinero público.
Les financian las campañas, invirtiendo miles de millones de pesos, para que, cuando llegue el momento hagan lo que los empresarios les exigen y saquen adelante las normas que a ellos les favorecen
Los corruptos y el “ex” implantaron el neoliberalismo, que
es quitarle al Estado los servicios que debe
prestar y entregárselos a los privados sin ninguna
compensación para el país. Se dieron cuenta que volver
negocios estos servicios es muy rentable, y aún más hacerlos
con el dinero de los impuestos sin aportar un solo peso, pero eso sí,
quedándose con el cien por ciento de las utilidades, y en caso de haber
pérdidas, que las asuman los colombianos. Así las cosas, se fueron adueñando de
todas estas actividades, la salud, las pensiones, las cesantías, el
transporte, las carreteras, los peajes, las represas, las hidroeléctricas
y todo lo que pudieran convertir en negocio. Esto lo lograron con
una guerra sucia, desacreditando, calificando de inepto y
corrupto al Estado con campañas llevadas a cabo por los medios de
comunicación de su propiedad y con periodistas que sirvieron a este
propósito. Todavía se escuchan voces en esos medios que dicen que los servicios
inherentes al Estado no los debe prestar éste, porque no es
eficiente, que hay un alto riesgo de corrupción y que mejor se los
entreguen a los privados.
Pero esta imagen que presentaron y con la que convencieron a
un alto número de colombianos, solamente la utilizaron
para adueñarse más rápido de todo lo que implicaba manejo de dineros
públicos. Como consecuencia, la ultraderecha se fue
apoderando del país en asocio con varios empresarios a los que les
entregaron todas estas actividades. Hasta la implantación de la “apertura
económica” de su cómplice César Gaviria, los dineros de los impuestos
de los colombianos eran administrados por el Estado para darle salud,
administrar sus pensiones, prestar los servicios públicos de energía, acueducto,
alcantarillado y aseo entre muchos.
Así comenzó la expropiación que le hicieron y siguen
haciendo, la extrema derecha y sus negociantes, a los colombianos.
El abuso de los empresarios de los servicios públicos es
total, desde que empezaron a ser “sus dueños” y los convirtieron en sus
negocios. Se apoderaron de las comisiones reguladoras de tarifas y por ende las
aumentan cuando “se les da la gana”. Hacen leyes, con parlamentarios a su
servicio, a los que les financian las campañas, invirtiendo miles de
millones de pesos, para que, cuando llegue el momento hagan lo que
los empresarios les exigen y saquen adelante las normas que a ellos
les favorecen. Además, no hay ente que se atreva a controlarlos porque es
tanto su poder que amenazan o compran funcionarios; a los usuarios les hacen
cobros injustificados y les expropian sus inmuebles o terrenos cuando ya no
pueden pagar.
De otro lado, las pensiones, las han utilizado para
enviarlos a fondos de inversión del extranjero corriendo un gran riesgo de pérdida.
Con ellas financian obras como puentes que se caen y hasta los hijos del “ex”
los usaron para expandir uno de sus negocios como los centros comerciales
(dicho por ellos mismos (1)) y quien sabe cuántos más. Los dineros de la
salud enriquecen a personas, vinculadas siempre a la extrema derecha, son
dineros públicos con los que no les dan la salud a los colombianos y por el
contrario no se sabe (o ¿sí?), a que bolsillo han ido a parar. Dejan
deudas billonarias con los hospitales públicos, que generalmente nadie paga,
pero eso sí, ellos reciben “su platica” por anticipado.
En todos los casos el “paganini” siempre es el pueblo, el
usuario; y no hay poder humano que los defienda del espíritu depredador de
estos empresarios que cartelizaron todas estas actividades
para el enriquecimiento de sus propietarios y los políticos que los
defienden.
El gobierno de Gustavo Petro, coherente con sus promesas de
campaña, presentó las reformas pertinentes para todos estos sectores, ¿y quién
dijo miedo?; saltaron al unísono los empresarios y políticos que se verán
afectados al ver que no podrían seguir enriqueciéndose a costa
de los impuestos de los colombianos.
La ultraderecha no tiene argumentos para atacar las
reformas, ya que cuando les entregaron estas actividades, lo hicieron sin
consultar, a espaldas del pueblo, sin enterarlo y, como dije antes, con una
campaña de desprestigio al Estado, además con la “promesa” de que sí
serían eficientes. El tiempo demostró lo contrario y ni eficiencia ni
nada, solo el desvío del erario a los bolsillos de unos pocos.
Estas reformas y su debate para lo que han servido es para
saber cómo fue que se apoderaron y convirtieron en “negocios” estas actividades
inherentes a un Estado social. Hoy, ya muchos saben los que han hecho las EPS,
los fondos de pensiones, los concesionarios de los servicios públicos, la
construcción de vivienda de interés social con la que se lucran de los
subsidios del Estado, los que construyen vías y cobran peajes, y todo
con lo que se han enriquecido desde la apertura económica de Gaviria y
Uribe. Descubrieron el negocio más lucrativo, apoderarse del
país y sus finanzas. Y no solamente se adueñaron, sino que con el sofisma
de que “son negocios privados”, no dan información, no permiten que se les
controle, audite ni fiscalice, no le rinden cuantas a nadie. Son negocios que
se rigen por el derecho privado, dicen, pero no aclaran que con dinero público.
Por eso no quieren las reformas, porque pierden la
oportunidad del siglo, negociar con los dineros públicos para beneficio
personal, en donde las utilidades son para los
privados y que debieran ser para la nación. Si el dinero es
del Estado…
*Texto originalmente publicado en Negocios privados con dinero público – SoNoticias y compartido con la comunidad de La Conversa de Fin de Semana, gracias a la generosidad del periodista Otto Hernán Riaño.
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miércoles, septiembre 27, 2023
martes, septiembre 26, 2023
LOS "ARGUMENTOS" DE LA EXTREMA DERECHA*
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En la imagen: Principales figuras de la derecha en Colombia. Tomada de semana.com |
Por: Hernán Riaño
Lo primero que tenemos que preguntarnos es: la extrema
derecha (uribismo) ¿tiene argumentos? Sin dar aún respuesta a la pregunta y
haciendo un acto de fe, creyendo que sí los tiene, analizaremos sus actuaciones
antes y después del primer gobierno democrático de Colombia.
Durante los gobiernos de la derecha, en especial los 8 de Uribe, 8 de Santos y 4 de Duque, lo que se vio en el país fue una consolidación del poder de este sector político, representado en los grupos empresariales que tienen el poder en Colombia. El despojo de tierras y su posterior “legalización” con ventas acomodadas a los grandes empresarios, el saqueo permanente de los dineros públicos para favorecer a políticos y grupos económicos, el lavado de activos en el cual se han visto involucrados personajes de la “vida nacional”, negociados, evasión y elusión de impuestos, comisiones para altos dignatarios por conceder licitaciones, robo descarado de recursos naturales como el caso denunciado recientemente en Ecopetrol, etc., etc., y muchos etcétera que nunca, pareciera , se van a acabar de descubrir y todo esto acompañado por el empobrecimiento, pérdida de trabajo decente y miserabilización de la sociedad colombiana.
Llegaron las elecciones regionales en las que se juegan intereses de cada lado. De la extrema derecha: mantener su dominio territorial, que, para ellos, señores feudales, es muy importante conservar su dominio en la región de “su propiedad”
Este dominio fue impulsado con las
manifestaciones de odio de Álvaro Uribe contra los jóvenes, maestros,
campesinos, sindicalistas y pueblo colombiano, en general; todo el que no
pensara como él y sus seguidores era calificado con cantidad de términos
inventados por el ex para generar su animadversión y en muchos casos
persecución y muerte. Total, que nunca presentaron ningún argumento para nada,
eran dueños absolutos de vida y bienes de los pobres de Colombia y no le dieron
nunca explicaciones al país de sus actos, no tenían necesidad, ya que sus
medios de comunicación justificaban estas actuaciones todos los días.
En la campaña electoral del año 2.022 y ante el “susto” de que subiera Gustavo Petro, esas elecciones fueron plagadas de ataques, mentiras, calumnias, medias verdades y todo tipo de bajezas, por parte de la extrema derecha. Con la llegada del primer gobierno democrático en el año 2.022, ellos decidieron declarase en oposición, para tratar de frenar las reformas que necesita nuestra sociedad para dar el salto a un Estado medianamente moderno. Pero la metodología no cambió, lo que se ha visto en este primer año largo de gobierno es una oposición autodenominada “inteligente” sin ningún argumento, la única arma que tiene y decidieron usarla con más fiereza, las mentiras, calumnias, amenazas y todo tipo de ataque rastrero, sin ninguna prueba ni soporte real, solo con el ánimo y deseo que no se logre el cambio y un país en paz.
Infortunadamente para el periodismo, es que el mejor aliado
que han tenido Uribe y sus “muchachos”, son los medios de comunicación llamados
tradicionales o comerciales, que no han tenido ni un ápice de decencia pues se
inventan mentiras todos los días, calumnian a funcionarios del gobierno, les
inventan situaciones que nunca han sucedido y hasta con la familia de Petro y
algunos de los miembros del gobierno se han metido, sin ningún
pudor ni importarles el daño que pudieran causar. Además, siguen justificando
todos los casos de corrupción y desfalco de los gobiernos anteriores, hasta la
famosa “seguridad democrática” (que hoy ya sabe el país en que consistió
realmente), sigue siendo justificada por algunos de esos medios, a pesar de las
confesiones de militares (hasta generales) que mostraron la verdad de los
asesinatos cometidos durante el gobierno de Uribe. El ex sigue siendo
entrevistado a mañana y noche por emisoras y canales para que justifique sus
actuaciones.
Con este panorama llegaron las elecciones regionales en las
que se juegan intereses de cada lado. De la extrema derecha mantener su dominio
territorial, que, para ellos, señores feudales, es muy importante conservar su
dominio en la región de “su propiedad” y para los verdaderos demócratas, llegar
a los poderes legislativos de departamentos, municipios y localidades para
garantizar la posibilidad de hacer las reformas impulsadas desde el gobierno
nacional. A unas semanas de ir a elecciones se ve lo mismo desde la campaña de
2.022 pero con más fiereza, los partidos de derecha, al unísono, repiten, junto
con sus medios de comunicación, las mismas mentiras y calumnias que llevan
repitiendo. No presentan argumentos de nada, no hay programas, no hay
propuestas, solo violencia verbal y, ya se ve violencia física.
Desde el inicio del gobierno la táctica mediática y de los
políticos de ultraderecha ha sido inventarse “escándalos” a base de mentiras y
calumnias, cuando se ven “pillados” ya tienen listo otro “escándalo” y así
semana tras semana para tratar de minar la confianza de los ciudadanos y tapar
todos los delitos y posibles delitos que se vienen descubriendo todos los días
y que envuelven a los gobiernos de desde el primero de Uribe.
La respuesta a la pregunta de que si ¿la extrema derecha
tiene argumentos? La respuesta es no; cuando unas personas recurren a las
mentiras, calumnias, violencia verbal y física es la demostración de que
no hay argumentos. Desmond Tutu, arzobispo africano, pacifista y líder
anti-Apartheid acuñó esta frase: "No levantes la voz, mejora tu
argumento", a propósito de la violencia en África, que nos viene como
anillo al dedo en la actual situación.
Y no hay argumentos porque sus verdaderos intereses son
seguir viviendo a costillas del Estado como lo han hecho históricamente. Pero
con este gobierno y con la ayuda de las redes sociales han quedado al
descubierto, todos los días se les destapan más hechos que demuestran lo
que estaban haciendo con Colombia; desfalcos y robos de toda clase, dejaron al
país en la miseria y con unos problemas tan graves que en muchos casos no se
sabe cómo solucionarlos. Esta situación la mostró en una columna Salomón
Kalmanovitz antes de la posesión de Petro y un año después los hechos
demuestran que no solo tenía razón, sino que la situación tiene visos de catástrofe
(1). Ante esta realidad solo les queda atacar, mentir, intentar golpes, aliados
con la fiscalía callar a quien denuncie, apoyarse en sus medios de comunicación
para que les tapen todos los actos de corrupción y desfalco del erario.
Esto se vio recientemente con la reforma a la salud, los
dueños de las EPS quedaron como mentirosos ante el país al enviar una carta al
presidente en la que anunciaban, prácticamente, un inminente cierre de
servicios de salud, que, porque “el gobierno no les había pagado”, la respuesta
fue contundente, se les demostró, no solo, que, si les pagan, sino que el
gobierno lo hace por anticipado. Al verse descubiertos, ayudados por los
medios, salieron a justificar la misiva diciendo que sí les pagaban pero que la
plata no les alcanzaba, a pesar de que este gobierno ¡les aumento por encima de lo
que ellos pedían! No cuentan cuánto dinero sacan para su beneficio de la
cantidad de billones que el gobierno les gira anualmente ni los sueldos de
ministro que tienen los ejecutivos de esas empresas con los impuestos de todos
los colombianos. Y la atención a los usuarios es cada vez peor. Nunca han dado
los argumentos de beneficio para el país de las EPS y además nadie sabe cuáles
son. Pero eso sí, utilizan todo su poder económico (con dineros públicos) para
defenderse, callar opositores y calumniar la reforma para que no sea aprobada.
Este es solo un ejemplo de la actuación de la extrema derecha y su falta de
argumentos, hay muchos en todos los campos.
Esos "argumentos" de la derecha los usan los llamados
de centro, a los que llaman “tibios”, los que se autodenominan
"alternativos y dignos". Hemos visto muchos parlamentarios que se
hicieron elegir dizque “apoyando” a Petro, ahora en las toldas de la
ultraderecha atacando como cualquier uribista reconocido. Hasta miembros de
partidos de “izquierda” se han visto, en confusas situaciones, aparentemente
apoyando a candidatos al concejo del Centro Democrático. Nada de argumentos
solo intereses partidistas y personales.
Pero lo más grave es que en la calle uno oye a la gente más
pobre, sin empleo, sin educación ni con que comer, argumentando sin fundamentos
e influenciados por la extrema derecha, acusando de esto o aquello al gobierno
democrático. Esos son los responsables de que la ultraderecha siga vigente en
nuestro país. Los culpables de que los feudales sigan en el poder, son estos
descamisados que no han tomado consciencia, y no sé si quisieran hacerlo, de
que su suerte haya sido y sea causada por ellos, sino que prefieren seguir
siendo esclavos muertos de hambre. Ellos son la fuente de poder de que los
poderosos sigan explotando al país y a sus ciudadanos.
Hay que plantear un debate con argumentos en los que se
muestre la realidad de lo hecho por la ultraderecha en los últimos 30 años,
cuáles son las consecuencias de sus actos, de la implantación del caduco
neoliberalismo que solo ayudó a los más ricos en detrimento de los pobres y que
los ciudadanos no se dejen influenciar por los ataques rastreros y sin
fundamentos, sino que averigüen la verdad. A eso es que le tienen miedo, a que
se sepa la verdad.
(1) https://www.elespectador.com/opinion/columnistas/salomon-kalmanovitz/el-corrupto-legado-de-duque/
*Texto originalmente publicado en SoNoticias – Periodismo y compartido a la comunidad de La Conversa de Fin de Semana, gracias a la generosidad del periodista Otto Hernán Riaño.
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miércoles, septiembre 20, 2023
ASPIRANTE A CONDUCTOR DE TRACTOMULA*
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En la imagen senadora del Centro Democrático; Fernanda Cabal, en la cabina de una tractomula |
Por: Germán Navas Talero y Pablo
Ceballos Navas
Editor: Francisco Cristancho R.
Lo único que le faltaba a este país era que, para ser presidente, quien a ello aspire, deberá acreditar que es capaz de manejar una tractomula. Esta parece ser la teoría de la actual senadora y próxima candidata a dirigir los destinos de la nación, María Fernanda Cabal
Lo único que le faltaba a este
país era que, para ser presidente, quien a ello aspire, deberá acreditar que es
capaz de manejar una tractomula. Esta parece ser la teoría de la actual
senadora y próxima candidata a dirigir los destinos de la nación, María Fernanda
Cabal, a quien vimos recientemente a bordo de uno de estos vehículos. Aunque no
advertimos lo formativo de la experiencia, nos aventuramos a creer que guarda
relación bien con lo brusco del país ora con lo mulas de sus dignatarios. La
señora Cabal aspira a gobernar una mula de país, o mejor, un muladar. Antes de
aprender a manejar una tractomula, nuestros políticos precisan formarse, en
síntesis, sindéresis y sintaxis. Y antes de que nos acusen de algo, por
sintaxis no nos referimos a que acaben con los taxis, precisamente. Ahora que
veíamos a María Fernanda abordando camiones pesados, recordamos un vehículo de
carga que vimos en Bielorrusia, de dimensiones que asombran hasta al más
conocedor, y nos preguntamos, ¿si aquí hubiere una de esas se subirían también
los candidatos?
El país está triste por la marcha
de nuestro excelente pintor y escultor, Fernando Botero, el padre de las
gorditas. Botero siempre inspiró en quienes lo admirábamos un sentimiento de
felicidad, de gracia y de tributo por su talento, pero este último tomaba un
lugar preponderante cuando uno se cruzaba, esperándolo o por sorpresa, con una
de sus obras en alguna ciudad del extranjero. Botero enalteció a las gorditas y
al mismo tiempo honró a su país y a sus conciudadanos. Su talento y su recuerdo
permanecerá con sus obras y en quienes hallaron en estas su inspiración, pero
en el entretanto su pérdida solo produce lástima.
–Cambiando de tema– Escuchábamos
con no poca pena la despedida sin gracia de la alcaldesa Claudia López, quien
hábilmente infringe la prohibición de atribuirse obras de la administración al
nombrar el dominio web de la rendición de cuentas “https://bogota.gov.co/que-esta-haciendo-claudia-alcaldesa/”.
Solo alegría se siente y se percibe en el ambiente con la salida de la señora
López, quien en sus cuatro años al mando de la ciudad no exhibió sino risas
burlonas, comentarios ofensivos y expresiones faltas de gracia y de garbo. Por
fortuna quedan pocos meses de la malhadada y el hecho mismo de su reemplazo
debe ser motivo de celebración, con independencia de quien resulte electo como
nuevo alcalde. Lamentar, señora Claudia, su pronto viaje, ojalá sin tramo de
regreso al poder, y asegurarle que somos muchos quienes no dejaremos perder en
el recuerdo el daño que usted hizo a la ciudad y cuya marca indeleble será un
espantoso viaducto que fracturará y hará de la avenida Caracas un tugurio. Cada
vez que salimos a la calle nos condolemos del estado de la ciudad: un lugar
abandonado a su suerte y sin ningún control, la desidia total pero presidida
por una impecable alcabala.
Germán estuvo recientemente en un
pequeño país europeo, Georgia, cuya capital con poco más de 1.200.000
habitantes cuenta con un sistema de metro subterráneo conectado con otros
medios de transporte que le asisten. El buen transporte público no ha sido óbice
para la provisión de vías amplias, suficientes y seguras, con límites de
velocidad que superan ampliamente los nuestros. Ojalá los candidatos de por
aquí miren hacia allá y reconozcan que todos los ciudadanos merecen
movilizarse, con independencia del medio que escojan para ello. Similar
situación se observa en grandes ciudades como Estambul y Dubái, que pertenecen
a países con un distintivo rasgo: bajos impuestos a personas naturales.
Mientras tanto, aquí las tasas de tributación solo incrementan y la provisión
de servicios por parte del Estado para el común de los ciudadanos es cada vez
menos perceptible.
Para el cierre, queremos celebrar
la más reciente publicación del periodista y gran amigo, Gonzalo Guillén,
esperado libro presentado en la biblioteca del Gimnasio Moderno que volará de
las estanterías. Por nuestra parte nos devoraremos este título, ya que nos
hemos hecho a él anticipadamente y no podemos esperar para conocer las
investigaciones de un maestro en su oficio. ¡Felicitaciones, Guillén!
Adenda: para terminar las
desgracias que se avecinan para Bogotá, otro que aspira a burgomaestre es el
general de los popped eyes –de los ojos reventados– y
quien propició las agresiones aleves contra ciudadanos en Bogotá y Cali durante
el paro nacional. ¿Se imaginan qué vendría para los jóvenes bogotanos en un
eventual pero improbable gobierno de Jorge Luis Vargas? Ciegos, pero antes
leídos los misterios gozosos, luminosos, dolorosos y gloriosos.
*Texto publicado originalmente en SoNoticias – Periodismo y compartido generosamente con la Conversa de Fin de Semana por el periodista Otto Hernán Riaño
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jueves, septiembre 14, 2023
ÉL SÍ DIO LA ORDEN
Imagen tomada de Diario del Magdalena |
Por: Omar Orlando Tovar Troches -ottroz69@gmail.com-
Para verdades… el tiempo, pero no el de Luis Carlos Sarmiento Angulo, el controversial y poderoso banquero colombiano, ese no, el otro; el del transcurrir de la vida, el que no perdona, el que no se detiene ni por amor, ni por dinero [1].
No creo que la confesión espontánea del imputado
expresidente y ex senador Álvaro Uribe Vélez, según la cual, él sí dio la orden
para que se llevara a cabo la horriblemente célebre operación Orión, en la que
a punta de sangre y fuego se pretendió la pacificación (seguridad democrática)
de la comuna 13 en la ciudad de Medellín; haya sido un episodio de senilidad,
de improvisación oratoria, ni siquiera de mal logrado sarcasmo; mucho menos,
cuando en el ambiente de la capital antioqueña resuenan las denuncias sobre los
extraños vínculos entre actores armados ilegales y el pasado gobierno del hoy
candidato del centro democrático a la alcaldía de esa ciudad.
La inesperada confesión se presentó en medio de las
acostumbradas confrontaciones verbales de Álvaro Uribe con quienes lo
contradicen o le increpan sobre su responsabilidad por la política de estado de
los mal llamados “Falsos Positivos”, en la que se asesinaros miles de jóvenes
para hacerlos pasar como guerrilleros, en cumplimiento de la estrategia de
seguridad democrática, durante sus dos periodos de mandato en la presidencia de
Colombia.
Probablemente esta confesión de parte no es más que otra muestra del gran poder que tiene el ex senador del Centro Democrático, soportado en su manejo de la Fiscalía y la Procuraduría, así como en la complicidad de un importante número de aliados políticos, pero sobre todo económicos (Los dirigentes de los grandes gremios de producción)
Si bien es cierto que los interlocutores del
expresidente Álvaro Uribe le reclamaban por los Falsos Positivos, también lo
es, el hecho de que, en uno de sus acostumbrados ataques de soberbia y de
autoritarismo; el exmandatario colombiano se ufanó de haber dado la orden de
ejecutar la Operación Orión, en la que, según algunos testigos: “el Estado llegó juzgándonos a todos
como guerrilleros, como malandros, como asesinos. Ni siquiera hizo una
distinción sino que empezó a hacer su incursión militar como si toda la Comuna
fuera guerrillera, como si toda la Comuna fuera paramilitar. Como si toda la
Comuna tuviera que ver con el conflicto”[2]
Aunque la
aceptación de responsabilidad de Uribe por esta oscura operación no es nueva,
lo que si es nuevo es la actitud y el contexto en que ocurrió. La confesión se
dio frente a una creciente presión por parte de los familiares de las víctimas
de los falsos positivos y por las recientes y contundentes revelaciones de
exparamilitares sobre los vínculos entre estos grupos ilegales y el gobierno de
Álvaro Uribe Vélez, todo esto, en el marco de la pugnacidad política alrededor
de las elecciones de mandatarios locales y regionales, específicamente; la que
se está presentando en medio de la lucha por la alcaldía de Medellín, uno de
los bastiones de la derecha colombiana.
También
sorprende que el habilidoso líder de la derecha colombiana haya atraído para
sí, la atención de la opinión pública, justo cuando sus aliados, los dueños de
la mal llamada gran prensa colombiana, habían dado la orden de arreciar la
campaña de manipulación de la información para ensuciar la imagen del actual
presidente de Colombia, Gustavo Petro. Es posible (elucubración del autor de
estas líneas) que esta aparente confesión de parte, busque seguir relevando a
la justicia colombiana, especialmente a la Fiscalía General, de tener que
probar su total responsabilidad judicial por el terrorismo de estado
implementado durante sus mandatos, en otra de las acostumbradas jugaditas del
uribismo.
Desde mi humilde punto de vista, no creo que haya
lugar para algún tipo de optimismo frente al avance de las investigaciones y/o
enjuiciamiento del señor Álvaro Uribe, toda vez que, nada de lo que este
controvertido personaje haga o diga es gratis, ni mucho menos improvisado.
Probablemente esta confesión de parte no es más que
otra muestra del gran poder que tiene el ex senador del Centro Democrático, soportado
en su manejo de la Fiscalía y la Procuraduría, así como en la complicidad de un
importante número de aliados políticos, pero sobre todo económicos (Los
dirigentes de los grandes gremios de producción), quienes, durante más de 20
años han convivido y se han enriquecido mutuamente bajo un indecente manto de
impunidad.
Nos quedaría el consuelo de que, por una u otra razón,
la presión de las ciudadanías libres y decentes logró que el dueño del Ubérrimo
expresara públicamente que Él si dio la orden, aunque reitero, es muy probable
que se trate de un acto más de exhibicionismo de su poder.
La ñapa: Se llegó
la fecha de decidir si realmente queremos el cambio en la forma de hacer
política y de manejar lo público, si queremos que haya justicia, verdad y
reparación o si lo que queremos es que los poderosos se sigan enriqueciendo a
costa de la miseria, la violencia y la muerte. Así de sencilla, pero así de
importante es nuestra decisión, a la hora de votar este 29 de octubre. Votar
bien o votar por lo mismo. (Recomendado: Elecciones 2022: ¿Votar bien o Votar lo mismo?
En el canal YouTube de La Conversa
de Fin de Semana)
[1] Referencia a la letra de “Maestra
vida” compuesta por Rubén Blades.
[2] Extracto del relato de “Martha
Cecilia Rugeles, una habitante de la Comuna 13, en Medellín”, tomado
de [Audio]
Operación Orión en la Comuna 13 de Medellín, 16 años después | la fm
martes, septiembre 12, 2023
¿Extradición sumaria y oculta? Al compás del Char-Char-Char*
Por: Germán Navas Talero y Pablo Ceballos Navas
Editor: Francisco Cristancho R.
¿Por qué admitir que una persona tenga un capital improductivo concentrado en la propiedad de tierra apta para la producción, al tiempo que miles pasan necesidades para obtener un mínimo vital con cultivos en predios ajenos? Que Lafaurie y sus socios nos contesten estas preguntas
El gobierno está preparando un decreto para apoyar la movilización campesina, algo parecido a lo que otrora hiciera el presidente Carlos Lleras Restrepo con la Asociación Nacional de Usuarios Campesinos (ANUC). Obviamente, la godarria brincó: fue así como José Félix Lafaurie escribió una columna que ha sido interpretada por algunos –entre quienes está el Presidente de la República– como una incitación al ejercicio de la autodefensa. Sabemos que las Autodefensas Unidas de Colombia tuvieron su origen en la supuesta defensa de los latifundistas de las amenazas de invasiones y redistribuciones, vistas por ellos como sinónimos. Cada vez que se propone dar tierras feraces a los campesinos sin propiedad y con conocimientos en agricultura, aparecen disgustados hacendados agitando la bandera de la defensa a la propiedad privada, que rápidamente se torna en expresiones armadas de defensa por cuenta propia.
En su auge, cuando las organizaciones paramilitares
instauraron un régimen de terror en algunos departamentos del país, se
dispararon los hechos victimizantes contra la población civil y, conforme
profanaban poblaciones enteras, solo dejaban a su paso sangre, desahucio y
dolor. A nadie defendieron las autodefensas, si acaso protegieron grandes
extensiones de tierras inutilizadas o con un palo de mango por cada hectárea.
Su crueldad no encontró límites y su voluntad de generar zozobra en la
población civil solo se asemeja a la de los grupos narcotraficantes que
sometieron al país en la década de los ochenta. A eso proponen regresar algunos
líderes y agremiados de las federaciones de grandes propietarios de la tierra,
porque no pueden ver más allá de sus inmerecidos privilegios. A buena hora el
gobierno persiste en su intención de promulgar el decreto de apoyo a la
movilización campesina, que será determinante para concretar la promesa más
importante de este gobierno: dejar en situación irreversible la reforma agraria,
para que no se repita jamás una guerra civil por la tenencia desigual de la
tierra.
Conviene recordar el viejo adagio que reza “la tierra no es
de aquel quien la posee sino de quien la necesita”. ¿De qué sirve tener miles
de hectáreas de tierra fértil sino para producir en ellas alimentos? ¿Por qué
admitir que una persona tenga un capital improductivo concentrado en la
propiedad de tierra apta para la producción, al tiempo que miles pasan
necesidades para obtener un mínimo vital con cultivos en predios ajenos? Que
Lafaurie y sus socios nos contesten estas preguntas y con ello nos expliquen
cómo justifican su conducta de oposición absoluta, inapelable y frontal al
proyecto de dar tierras a quienes las necesitan para vivir, previa compensación
a precio de mercado al propietario en hipótesis de compra forzosa de bien rural
apto para la producción agrícola y ganadera.
–Pasando a otro tema de actualidad– De película tragicómica
la entrega de Arturo Char a las autoridades colombianas para que le apliquen
‘las cuarenta’. Lo que nadie se ha ocupado de investigar es si Char
efectivamente fue extraditado o si arribó al país por su cuenta y riesgo,
puesto que contra él reposaba una orden de captura internacional, que en caso
de ser noticiada por las autoridades estadounidenses a la salida del país del
individuo debía conducir a su aprehensión inmediata. Tuvo que ser extraditado o
de lo contrario no se explica cómo hizo para salir de Estados Unidos. Nada se
sabe del avión en el que llegó o de sus ocupantes, solo se conoce la versión
que él y su familia pretenden que circule: que quiso regresar al país tras la
emisión de la orden internacional de captura y al llegar a su ciudad natal,
Barranquilla, decidió entregarse a las autoridades como todo el prohombre que
es.
Huele a sainete para dejar en buena posición al hermano del
reseñado–presunto determinador de una estrategia masiva y organizada de compra
de votos, Alejandro Char, actual candidato imbatible a la alcaldía de
Barranquilla. Pero bueno, nosotros que somos ilusos: ¿cómo es que la fiscalía
de Francisco Barbosa iba a capturar a un Char? Ni más faltaba, si es todo un
caballero y hombre de bien, perteneciente a una connotada familia costeña que
no ha hecho nada distinto a contribuir al desarrollo de su región y que no se
merece la preocupación que causa un “carcelazo”.
La mayoría de los colombianos están rascándose las narices
al ver que Char se iría a pagar ‘cana’ a la ‘cana’ y a una de las más serias:
la cárcel La Picota de Bogotá. No son pocos quienes manifestaron asombro por la
decisión del INPEC de situar al capturado y detenido preventivamente en
semejante penal en lugar de una guarnición militar o una reclusión de lujo como
la mayoría de los políticos de alto coturno. En vista de estas reacciones nos
preguntábamos, ¿qué corona tienen estos señores para que sorprenda que se vayan
a una cárcel habiendo sido capturado y posiblemente trasladado en una suerte de
extradición opaca y secreta a la usanza de los Char? ¿Así de poca es nuestra
confianza en las instituciones del Estado? Esto nos recuerda a una canción en
la que se escucha “al compás del chachachá”, que bien podría confundirse por
estos días con al compás del Char-Char-Char.
Adenda: debe estar brincando, llorando, suspirando y
rabiando la autoritaria alcaldesa de Bogotá por la reciente admisión de una
acción popular que de prosperar impedirá que lleve a término sus caprichos.
Doña Claudia encontrará en los jueces el freno que los concejales no estuvieron
dispuestos a ponerle. Enhorabuena a los accionantes y que prospere el tatequieto por
los vecinos de la carrera séptima y por el futuro de nuestra ciudad, que no es
la misma de Claudia. Celebramos este fallo y todos los que detengan los
impulsos autoritarios de el/la peor alcalde/sa desde que los ciudadanos pudimos
elegirlo.
*Texto originalmente publicado en: https://www.sonoticias.com.co/ y compartida con la comunidad de La Conversa de Fin de Semana gracias a la generosidad del periodista OTTO HERNÁN RIAÑO.
Las opiniones de los columnistas son de su exclusiva
responsabilidad. Les invitamos a leer, comentar, compartir y a debatir
con respeto.