LICENCIA

La Conversa de Fin de Semana by Omar Orlando Tovar Troches is licensed under a Creative Commons Reconocimiento-NoComercial-CompartirIgual 4.0 Internacional License.
Creado a partir de la obra en http://laconversafindesemana.blogspot.com/.
LA VITRINA DE LA CONVERSA
domingo, junio 26, 2022
sábado, junio 25, 2022
martes, junio 21, 2022
viernes, junio 03, 2022
viernes, mayo 27, 2022
domingo, mayo 22, 2022
jueves, mayo 12, 2022
viernes, mayo 06, 2022
SEGUIMOS APOYANDO A PETRO
sábado, abril 30, 2022
miércoles, abril 27, 2022
sábado, abril 23, 2022
lunes, abril 18, 2022
Solicitud a la CIDH de acompañamiento e intervención urgente en Colombia
Dado el actual clima de incertidumbre y tensión social y política que vive en la actualidad la sociedad colombiana, a pocos días de las elecciones presidenciales y teniendo en cuenta la importancia del documento; La Conversa de fin de Semana comparte con Ustedes, la SOLICITUD DE ACOMPAÑAMIENTO E INTERVENCIÓN URGENTE EN COLOMBIA, dirigida a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, realizada por ciudadanas (os) de diversas regiones de Colombia, agrupados en el colectivo "Nuestra Memoria Colectiva".
sábado, abril 16, 2022
jueves, abril 14, 2022
sábado, abril 09, 2022
jueves, marzo 31, 2022
domingo, marzo 27, 2022
lunes, marzo 21, 2022
CAUCA EN GUERRA
No queremos seguir sembrando más indios
Por: Nuestra Memoria Colectiva
Descargue el documento haciendo Click AQUI
sábado, marzo 19, 2022
martes, marzo 15, 2022
martes, marzo 08, 2022
Nuestra Memoria Colectiva
NO MÁS SACRIFICIOS
sábado, febrero 26, 2022
sábado, febrero 19, 2022
domingo, febrero 13, 2022
HOY Y SIEMPRE
Descargue el libro haciendo click aquí:
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sábado, febrero 12, 2022
sábado, febrero 05, 2022
domingo, enero 30, 2022
La Paz y la Vida también dan votos
Foto: Portal El Pais de España |
En el acostumbrado ejercicio periodístico capitalino
de priorizar las noticias, en función de la importancia económica o farandulera
que tengan; los colombianos pudimos constatar con altas cuotas de indignación,
cómo, toda la prensa privada de Bogotá le dedicó páginas y tiempo, en primer
lugar, a la justicia espectáculo del Fiscal Barbosa, en su libreto de Sherlock
Holmes criollo, capaz de resolver en tiempo récord, el asesinato de un afamado
estilista de las estrellas de los canales de televisión y en segundo lugar; a centrar la atención de la opinión pública
nacional, alrededor de la situación de guerra en la frontera con Venezuela,
objetivo de la demagogia internacional del uribismo, pero sobre todo, de gran
interés para la industria del petróleo y del contrabando.
Preocupa que la matriz informativa de los
poderosos medios privados de comunicación, siga encasillada en el morbo
amarillista de las notas de farándula y de baranda judicial, en tanto que la
crisis humanitaria, ocasionada por el empecinamiento de la dirigencia
colombiana en hacer trizas el proceso de paz con la ex guerrilla de las FARC-EP,
sigue cobrando víctimas, ya no en términos de días, sino de horas. Las muertes
de lideres y lideresas sociales, incluidas las del niño Breiner Cucuñame y de
Albeiro Camayo , ambos guardias indígenas del pueblo Nasa, ambos protectores de
los DD.HH. y del medio ambiente en el norte
del Cauca, aún siguen esperando un mínimo de atención de estos medios de
comunicación, pero, sobre todo, de la sociedad colombiana, perdida en la matriz
mentirosa de la polarización política, gestada por el terrorismo mediático de
la derecha colombiana, que insiste en el miedo como estrategia electoral.
En este escenario de las pos verdades creadas y
gestionadas por el mercadeo político de las campañas electorales, la vida, la
paz, la verdad, la justicia y la equidad, siguen relegadas a ser asuntos
incómodos que no concitan la atención del posible elector, como sí lo hacen, el
insulto, el terrorismo electoral, el engaño, las promesas alucinantes, el baile
de Tik Tok, o asumir una superioridad moral, declarándose de centro y anti
polarizador.
El miedo a Petro, al castro chavismo, a volvernos
como Venezuela, Cuba y ahora último a Rusia (¿?), vuelven a hacer parte de la
estrategia de miedo acordada y emprendida, una vez más por el uribismo y sus
partidos aliados. A punta de inundar los noticieros, programas y páginas de
opinión de todos los portales de los medios privados de comunicación, con
señalamientos de oscuras relaciones entre grupos armados ilegales, los
vándalos, las primeras líneas de las protestas, con los partidos y movimientos
opuestos al actual gobierno nacional; una vez más, la derecha colombiana y sus
patrocinadores, intentan convencer al muy desinformado elector promedio, de la
necesidad de elegir congresistas y presidente de mano firme y corazón grande,
así no se llamen Álvaro Uribe, lo importante es que se ataje a Petro o a quien
lo represente o se le parezca.
La Paz y la vida, no son los temas sobre los que giren las propuestas de los aspirantes a ser congresistas o a ser presidente y vicepresidente de Colombia, si acaso, se mencionan como parte de los llamados eslóganes de campaña, o para diferenciarse del rival de turno, si éste o ésta no lo hacen primero. Salvo las alusiones que, sobre el tema de la paz, han hecho los partidos y movimientos aglutinados en el Pacto Histórico y las del Candidato a senado Humberto de la Calle; estos temas parecen carecer de importancia en las agendas programáticas y electorales de las campañas políticas para las elecciones 2022.
Imagen Portal Proclama del Cauca |
Hace algún tiempo, este servidor, junto con personas
de otras ciudades de Colombia, suscribimos el documento: Carta
abierta a todos los partidos y movimientos políticos de Colombia. HASTA QUE
AMEMOS LA VIDA. (ver: Carta
abierta a todos los partidos políticos de Colombia (proclamadelcauca.com)),
en el que le pedíamos a los aspirantes a congresistas y presidencia de
Colombia; poner en el centro de la agenda de sus campañas; los temas de la
defensa de la Vida, los territorios, el cumplimiento del Acuerdo de Paz con las
FARC-EP y la salida negociada a la actual conflictividad armada. Gracias a la
colaboración de varios medios independientes, tanto de Santander de Quilichao,
como de Bogotá, el documento pudo ser público, sin embargo; ninguno de los
movimientos, partidos o candidatos, a quienes se les hizo llegar el documento, se
tomó la delicadeza de al menos; acusar recibo del mismo, mucho menos de
considerarlo y ponerlo en sus agendas.
Quienes suscribimos el mencionado documento y creemos
que millones de colombianos más, seguimos convencidos de la necesidad de poner
la Vida y la Paz, como centro de atención del ejercicio político del próximo
gobierno nacional y de la agenda legislativa del nuevo congreso. Seguimos
creyendo que ya es tiempo de parar las masacres, el terror, la violencia, el
odio y la intolerancia, que, durante más de doscientos años, se han convertido
en el quehacer de la sociedad colombiana y sus dirigentes.
Una vez más, invito a quien lea estas líneas, a
que nos juntemos para demandar de la clase política y empresarial de Colombia,
que se pongan serios y nos ayuden a parar esta matanza, este abandono, esta
violencia, empezando por el clientelismo, el abuso del poder, la exclusión y la
delincuencia; reunidos todos en el cáncer de la corrupción.
¡ojo! Candidatas y candidatos: La Paz y la Vida
también dan votos.
miércoles, enero 26, 2022
sábado, enero 22, 2022
viernes, enero 14, 2022
IVÁN DUQUE: UN PERFECCIONISTA DEL IMPORTACULISMO
Por: Omar Orlando Tovar Troches -ottroz69@gmail.com-
Imagen tomada de: Perfil Twitter @_Gelver_ |
Hablar, escribir, trinar, comentar o publicar alrededor de la aparente irresponsabilidad o incompetencia del encargado, por parte de la derecha colombiana, de la presidencia de Colombia, pareciera ser un ejercicio repetitivo y por supuesto ineficaz; sin embargo, estando a pepo y cuarta de las elecciones presidenciales, imagino que no sobra la tarea de señalar que, votar por lo mismo, no solo, sería incomprensible, sino peligroso.
Aunque desde tiempo atrás, me había impuesto una especie de
censura respecto al tema de la peste del Covid19, casi dos años después, tengo
que retomar el asunto, para seguir señalando la desastrosa ejecutoria en el
manejo de la peste, que el gobierno Duque, le impuso a mandatarios y
mandatarias regionales y locales, hecho este, que por supuesto, tampoco excusa
las desinteligencias que un número mayoritario de alcaldías y gobernaciones,
siguen cometiendo, a la hora del manejo de la crisis sanitaria de la variante Ómicron
del covicho.
Al parecer, el manejo de la pandemia en Colombia, quedó en
manos de un deficiente equipo asesor de imagen, antes que un equipo serio de
científicos de peso. El afán de presentarle a la maleable y desinformada
opinión pública de base colombiana, algunas cifras, pero sobre todo, anuncios,
que vendieran la idea, o mejor, la imagen de una buena ejecutoria del manejo de
la crisis sanitaria y económica, mientras se ejecutaban planes y programas de
emergencia dirigidos únicamente a unos pocos sectores amigos del gobierno
nacional, especialmente, aquellos relacionados con el renglón del comercio; ha
sido la impronta que tanto Duque, como su ministro de salud, le han dado a la
gestión de la peste.
Como consecuencia de la política de importaculismo social y
económico, orientada por los asesores de imagen con título de economistas, a
quienes Duque, les ha soltado el manejo del país; las cifras de apestados por
la última cepa del bicho, se dispararon de forma sustancial, no obstante que,
con antelación, científicos serios de Colombia y del mundo entero, ya habían
advertido sobre las consecuencias de una apertura súbita y simultánea de las
actividades económicas.
Encaramados en el eslogan, que no en una seria estrategia,
de reactivación económica, Iván Duque, en sus aparentes desvaríos de príncipe Caspian
de Narnia y su ejercito de bestias parlantes, se han empeñado en venderle a la
sociedad colombiana unos fabulosos relatos, en los que todo el mundo está
vacunado, la peste ya pasó, la economía colombiana es la mejor de Latinoamérica,
el desempleo sigue bajando, las infraestructuras hospitalarias y educativas son
las mejores del mundo; por lo que ad portas del fin de año 2021, le dio vía
libre al consumismo, el jolgorio, la parranda y el contagio masivo, a pesar de
los sabios consejos de los científicos y algunos economistas serios.
Con la peste galopando por doquier, a pesar de los intentos por disfrazar los peligros del contagio y la enfermedad, afirmando que e@_Gelver_
s una
gripita o el abrazo de Macta, el colombiano promedio ya no sabe qué hacer. Aunque
la economía va bien; sólo que, para unos pocos, (esto es, los exportadores de minería,
cocaína, café y dos o tres renglones más), el paisano de a pie, constata con
tristeza y rabia, que el publicitado (costosamente) aumento del salario mínimo,
no era cosa diferente a otro cuento de Narnia. El colombiano cotidiano, ahora
ya siente que él también hace parte de esas horribles estadísticas de gente que
ya no como tres veces al día y que, al paso que van las cosas; ya ni para dos
veces, alcanza el cacareado milloncito.
Junto con el horrible panorama de constante violación de
derechos humanos, con el que ahora, es mundialmente conocido el actual gobierno
de Colombia, a pesar de la insistencia en la negación constante de la verdad,
como política de Estado; el que dijo Uribe, sigue empecinado en convencer a
Raimundo y todo el mundo, de su constante perfeccionamiento en la estolidez, la
mentira y la irresponsabilidad, desviando la atención de la opinión pública
hacia sus constantes y bien calculadas metidas de pata, sus gazapos e
incoherencia, en tanto que prepara el camino de regreso a las épocas del terror
paramilitar y la seguridad democrática, para asegurar la continuidad de la
derecha en el poder por otros cuatro años más, con el pretexto de ser la única
salida que el desespero colombiano puede tener.
Aprovechando la estrategia del rio revuelto, en medio de
ataques terroristas y la desbordante corruptela del uribismo en el poder a lo
largo y ancho del territorio colombiano,
sin querer queriendo, ha impuesto una reforma laboral a la medida de sus
amigos empresarios, privilegiando la
economía de sus patrocinadores y para
seguir confundiendo y enturbiando las aguas de la opinión; ahora se hace el
loco con el manejo de la peste, obligando a todo el mundo a seguir exponiéndose
a la peste en empresas e instituciones educativas y a hacerse cargo por su
propia cuenta de las consecuencias, esto es, aislándose cuando se sienta
apestado, aprovechando su supuesto aislamiento para tramitar por cuenta y
riesgo propio, su incapacidad.
Don Iván Duque ha perfeccionado a limites inusitados, el
arte del importaculismo. Caracterizado como príncipe Caspian de Narnia-Colombia-Encanto,
hace todo lo habido y por haber, para venderse como un incompetente, un incapaz
o un mal asesorado, cuando en el fondo, ha perfeccionado las artes del engaño y
de la obediencia, ahora que, en apariencia el viejo Aslan del Ubérrimo,
pareciera sufrir, muy convenientemente, ataques de senilidad, intentando decidir
¿Quién será el próximo perfeccionista al que Uribe le dé su rugido de bendición?
martes, diciembre 28, 2021
Se puede... ¡Claro que se puede!
Imagen tomada de perfil FB |
Por: Omar Orlando Tovar Troches -ottroz69@gmail.com
Lo primero que hay que hacer es convencernos de la
justeza y la necesidad de cambiar los modelos, mitos y mentiras con las que
hemos convivido y hemos sido gobernados, por más de doscientos años.
Convencernos de que este cambio es posible, sin tener que acudir a milagros,
mesías, caudillos o a copiar estándares externos, impuestos por el mercado o
las gigantescas empresas trans nacionales, que en últimas; terminan siendo lo
mismo.
Millones de personas desplazadas, cientos de miles
muertas y/o desaparecidas, miles y miles amenazadas, cientos de niños muertos
de hambre, a causa de enfermedades prevenibles y curables, o por acción de la
guerra; así como los millones y millones de desempleados e informales, que
conforman las cientos de miles de familias sumidas en la pobreza, cuando no, en
la más aterradora miseria; conforman el recuento básico de pruebas que
confirman la ineficacia, lo perjudicial y lo inhumano del sistema político y
económico, con el que los verdaderos privilegiados, herederos de los primeros
saqueadores y sus aliados, los prósperos comerciantes de lo ilícito; han
gobernado y piensan seguir haciéndolo por otros cuatro años más.
Seguir creyendo en las maravillas y los beneficios de
una educación con calidad, solo para un sector de la población, que ha generado, como mínimo, dos generaciones de colombianos adiestrados en la prospección, la proactividad, el mindfulness
y demás delicias del entrenamiento tipo emprendimiento multinivel, al mejor
estilo de Yanbal, Herba life, etc.; es un acto de absoluta irresponsabilidad,
con las actuales, pero sobre todo, con las futuras generaciones de colombianos,
que en serio, merecen el buen vivir, que un país tan rico, como Colombia; les
puede ofrecer.
Seguir repitiendo a diestra y siniestra; que intentar
un nuevo estilo de gobierno que erradique las viejas clientelas y los viejos
vicios de la clase política tradicional, es algo así como un suicidio; no es
nada más, ni nada menos, que seguirle apostando a la corrupción, la guerra y la
muerte. Falacias como la pérdida de la confianza inversionista o la llegada del
coco comunista al palacio de Nariño, no es nada más que la respuesta desesperada, de una clase dirigente, acorralada, desnudada en su talante
racista, homofóbico, patriarcal y déspota, que no tiene, ni desea; salidas para
la violencia, la pobreza y la muerte que padecen millones de colombianos,
diferentes al glifosato y el incremento en pie de fuerza en el campo. El miedo,
hecho política de estado y campaña masiva de comunicación social, no puede
seguir siendo la hoja de ruta de Colombia.
Si bien es cierto que las particularidades, propias,
de un país sin un mito fundacional de su nacionalidad, como Colombia, que posee pequeñas naciones, ubicadas en diferentes zonas geográficas,
separadas por las deslumbrantes cordilleras andinas; hace que sea casi
imposible, tramitar una salida unificada a los cientos de miles de problemas,
que los representantes del actual modelo han ocasionado o no han querido
resolver, con tal de mantener el statu quo que los sigue beneficiando. Sin
embargo, esta aparente dificultad, también brinda la posibilidad de explorar
diferentes formas de ver, entender y proponer salidas a la endémica crisis
social y económica, que viven los colombianos, sin que esta exploración
signifique unanimismo u homogenización del pensamiento.
Una vez transitados los arduos caminos de la búsqueda
de sintonía política entre las mil y una visiones que la izquierda colombiana tiene
sobre la realidad del país; es necesario hacer propósito común en el verdadero
objetivo a alcanzar en las próximas jornadas de electores del 2022; en las que
la sociedad colombiana va a elegir a los miembros del congreso y a los nuevos
huéspedes del palacio de Nariño.
Aunque una cosa es el burdo utilitarismo político, que
se ha impuesto y que todavía regula el accionar electoral colombiano y otra muy
distinta, la defensa y promoción de una ética política que impida que la
delincuencia, siga siendo la rectora de la democracia; se hace urgente,
reforzar aquellas propuestas y aquellas candidaturas que planteen el cambio de
modelo económico y social, la lucha
radical en contra de la corrupción, el saqueo de lo público, el clientelismo y
las alianzas con los prósperos comerciantes de lo ilícito; aun cuando no se
encuentren arropadas en las banderas del partido o la coalición que se
considere más de izquierda, más anti corrupción, más democrática, más
progresista o más humana; lo realmente importante es que el viejo establecimiento,
aún con nuevas y jóvenes caras y nombres, le de paso a un nuevo modelo socio
económico, acorde a las verdaderas características y necesidades de Colombia.
Se puede... ¡claro que se puede! Colombia requiere
empezar a construir ese nuevo país, en el que la irracionalidad, lo inhumano, o
la ganancia económica, no sigan siendo las directrices éticas de la sociedad.
Se puede … ¡claro que se puede! Pasar de la indignación en las calles; a la
acción contundente en las urnas.
viernes, diciembre 24, 2021
domingo, diciembre 19, 2021
lunes, diciembre 13, 2021
martes, diciembre 07, 2021
jueves, diciembre 02, 2021
domingo, noviembre 28, 2021
jueves, noviembre 25, 2021
domingo, noviembre 21, 2021
domingo, noviembre 14, 2021
martes, noviembre 09, 2021
viernes, noviembre 05, 2021
sábado, octubre 30, 2021
viernes, octubre 22, 2021
miércoles, octubre 20, 2021
Reducción de la jornada laboral: El regalo envenenado del uribismo
Reducción de la jornada laboral: El regalo envenenado del uribismo
Por: Omar Orlando Tovar Troches -ottroz69@gmail.com-
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Imagen tomada de: @atcalsas.com |
Los grandes gremios de la producción de Colombia, que además de financiar campañas electorales, ofician como tanques de pensamiento y estrategas de la administración pública; empiezan a dictar, por estas épocas, los lineamientos, con los que los gobernantes a su servicio, deberán diseñar las políticas, tributaria, comercial, financiera y laboral, con la que gobernarán cada año o durante el periodo que les corresponda.
Tal y como se ha evidenciado en los últimos veinte años de
régimen uribista; salvo la influencia que han alcanzado oscuros agentes del
narco tráfico, en algunas esferas del régimen; el poder de los gremios ha
permanecido intacto, e incluso, durante el gobierno Duque, se ha fortalecido,
incluso yendo en contra de las tendencias académicas del mundo desarrollado,
que han puesto en duda las creencias de la ortodoxia económica colombiana,
fuente de inspiración de los gremios criollos, con el reciente premio nobel de
economía otorgado a David Card, Guido Imbens y Joshua Angrist, por
desmontar el dogma de los economistas colombianos y los grandes gremios de la
producción, según el cual; aumentar el salario mínimo equivalía a disparar la
inflación y otras secuelas indeseables.
Los poderosos Fedesarrollo, Anif y recientemente Fenalco, en
franca rebeldía académica al llamado mainstream de la economía mundial, que
privilegia una especie de vuelta a las prácticas del Estado Bienestar y de
respaldo a modelos económicos alternativos al llamado neoliberalismo, han
venido presionando desde hace mucho tiempo atrás, un infame retorno a las
condiciones más crudas del semi feudalismo-capitalista, en el que ha vivido
Colombia durante los últimos 200 años.
Desde la adopción de las sucesivas reformas laborales, que
han puesto en condiciones de disimulada servidumbre a quienes, a esta fecha, puedan disfrutar de un empleo
estable en el sector privado, pasando por las constantes desregulaciones del precario
mercado laboral colombiano, hasta la adopción de un ofensivo y mal trasplantado
sistema de seguridad social; los gobiernos nacionales de turno, con el visto
bueno de los gremios, han venido empujando cada día más, a millones de hombres,
pero sobre todo, mujeres, a condiciones de miseria y de exclusión, que solo han
servido para cerrar el círculo vicioso de los dueños del poder, que encuentran
en esta inmensa pobrecía, una colosal despensa de mano de obra, calificada,
pero desesperada; dispuesta a laborar por raticos y por unos cuantos pesos.
Así lo entendió el que dijo Uribe en el 2017, quien sintiéndose respaldado por sus amigos en el Consejo Nacional Gremial y aprovechando la crisis sanitaria; le dio rienda suelta a su lambisconería o gratitud, para devolver los favores a las élites económicas, aprobando a manos llenas, cuanto decreto fuera posible, para flexibilizar aún más, el ya precarizado mercado laboral colombiano, abaratando a más no poder la mano de obra y quitando los, ya escasos, beneficios sociales a cargo de los empleadores, por medio de los Decretos Presidenciales, amparados en la emergencia sanitaria ocasionada por la peste.
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Imagen tomada de: BBC News Mundo |
Las controvertidas y mil veces rechazadas por los
trabajadores, reformas laboral y pensional, se deslizaron en medio del miedo a
la muerte y el confinamiento de la pandemia y aunque, mencionadas en los
recientes estallidos sociales, permanecen intactas, en el actual marco jurídico
colombiano. Junto con la disfrazadas reformas laboral y pensional que esconde
el Decreto 1174, se yergue ahora; la ley 2101 de 2021, la cual, según el
uribismo, le regalo a la clase trabajadora de Colombia una reducción de la
jornada laboral. Ambas normas, no han hecho otra cosa que ir allanando el
camino para la última petición del Consejo Nacional Gremial, ahora en voz de
Fenalco, consistente en la flexibilización laboral a través de la contratación
por horas con prestaciones sociales y plantear un salario regional, de
acuerdo con la realidad de cada zona del país.
Es claro que, siguiendo con la tradición de la clase
dirigente tradicional de Colombia, es en estas fechas pre decembrinas, cuando
hay que lanzar estos anuncios, aprovechando el infalible despiste que el
desorden navideño le impone a la frágil memoria criolla, para asestar el mortal
golpe. Tras engañosos regalos, como la reducción de la jornada laboral, la
promesa de más días sin IVA y el desmonte de las medidas de bio seguridad para
prevenir la peste, que permita un mes de parranda y animación derrochona; el
uribismo, se alista para darnos el veneno de la legalización, ahora sí,
definitiva; de las reformas que el Consejo Nacional Gremial necesita.
El regalo envenenado: una vuelta a los años de
1800, cuando existía un pequeño jornal, para todo aquel afortunado que cayera
en gracia del todo poderoso de los cielos y del ocasional patrón terrenal, al
ser regalado con el preciado favor de un trabajito, eso sí, pagado un poquitico
más barato si era en el campo y con la ventaja de tener la suerte, incluso, de poder regalar, en agradecimiento; un
poquitico más de trabajo en beneficio de su patrón, o al menos, renunciar a
ganarse uno que otro pesito extra, por el gran privilegio de trabajar para él.
sábado, octubre 16, 2021
GOLPE DE ESTADO DE LA DERECHA EN EL CONGRESO
GOLPE DE ESTADO DE LA DERECHA
EN EL CONGRESO
Por: Omar Orlando Tovar Troches -ottroz69@gmail.com-
No es un juego de palabras, no es un vaticinio, no es
una campaña de desprestigio; simplemente es la constatación del deseo de la
derecha colombiana, de perpetuarse en el poder, cooptando para si los entes de
control, por medio de una reforma a la Constitución Política de Colombia,
agenciada a través de los proyectos de Actos legislativos: PAL 13-21; “Por medio del cual se
establece la forma de elección del Contralor General de la República, el
Procurador General de la Nación, el Defensor del Pueblo y el Fiscal General de
la Nación” y el PAL 320-2021C; “por medio del cual se
reforma la justicia”.
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Imagen tomada perfil facebook del autor |
Mientras
muchos de los colombianos del común, sobre todo, aquellos que siguen pensando
que la política no les interesa, porque no sirve para nada o aquellos otros que
hicieron campaña por el Referendo Anticorrupción, no obstante, seguir votando
por los mismos; están por ahí entretenidos, viendo a los esfuerzos de adorables
mayores, para alcanzar una última oportunidad de fama en un concurso de
televisión, discuten si Ospina ha sido o no el mejor arquero de la selección
Colombia de Futbol de todos los tiempos, o celebran alborozados, la obra y
gracia de una nueva santa paisa; esa política que no les interesa, está a punto
de asestarle un mortal golpe a la democracia y la vida civil de Colombia: Gol
caracol ...¡Se metioooo!
De manera
sigilosa, casi que, a escondidas, los emisarios de las élites económicas y
políticas del país; han puesto en movimiento, al interior del congreso
colombiano; toda una estrategia de derrumbamiento del sistema de contrapesos
institucionales, propio de las democracias liberales de occidente. El primer
paso consistió en la apropiación del congreso, a punta de alianzas no santas, con grupos
extremistas de derecha, de forma que, a punta de manipular el miedo de los
ciudadanos, como consecuencia de una guerra iniciada por las mismas élites casi
dos siglos atrás; lograron posicionar en el congreso, todo un conjunto de
dilectos agentes políticos a su servicio, capaces de instaurar una especie de
dictadura constitucional, disfrazada de democracia, durante los últimos veinte
años de régimen uribista.
Apalancados
en la llamativa arquitectura institucional del estado, plasmada en la
Constitución Política de 1991, los políticos tradicionalistas, adscritos a los
partidos de derecha en el Congreso de la República colombiana, en complacencia
conveniente con el espíritu mesiánico de la ultraderecha colombiana,
personalizada en Álvaro Uribe Vélez y vuelta ideología en el uribismo, se han
dado a la tarea de nombrar, periodo tras periodo, en los entes de investigación
y control, a personas afines a su línea política, o al menos, dispuestos a
tranzar impunemente, favores políticos, por frondosas nóminas, en Procuraduría,
Contraloría, Fiscalía, Defensoría y Registraduría. Así lo han hecho durante el
tiempo, aunque no de manera oculta, sino a la vista de todos, en vivo y en
directo por unos medios de comunicación, alguna vez el cuarto poder
fiscalizador de la opinión pública, convertidos desde tiempo atrás, en tribunas
propias de los poderosos. Gol, gol, gol...gol caracol ... ¡Se metiooo!, Una vez
más.
Con la
complicidad de una inmensa mayoría de colombianos, con serios problemas de
educación política, mal informados, pero, sobre todo, manipulados; la derecha
colombiana, ha venido dando los pasos necesarios para retener el poder del
estado colombiano; así lo ha venido demostrando, con los múltiples intentos de
reelección de su jefe supremo, el ex presidente, ex senador e imputado; Uribe
Vélez. Contando con la venia de las federaciones de municipios, capitales y
departamentos y con las organizaciones de juntas comunales; recientemente, el
uribismo, intento una vez más, en medio de la peste del Covid19, prolongar el
periodo del que dijo Uribe, hoy encargado de la presidencia de Colombia y por
ahí derecho, el de alcaldes y gobernadores, agremiados en las mencionadas
federaciones, dirigidas por controvertidos personajes, también afines al
uribismo; intentando cambiar un articulito, a petición de Toro, Tavera y Ordosgoitia.
Ahora,
envalentonados, o quizás, un tanto nerviosos, por los recientes levantamientos
populares, iniciados en el 2018 y exacerbados por la ineptitud y la corrupción
del actual gobierno nacional; los emisarios de la derecha en el congreso,
después de haber nombrado en los entes de control, registro e investigación a
fichas afines al uribismo, dedicados a torpedear el proceso de paz, pero sobre
todo, a obstruir cuanta investigación se inicie en contra de los miembros del
uribismo; pretenden completar su sutil estrategia de Golpe de Estado
Institucional, intentando “flexibilizar”, aún más, algunos requerimientos para
el nombramiento de personas idóneas, en la dirección de estas entidades, pero
sobre todo, y he ahí el horror; intentando brindarle impunidad institucional, a
los titulares de Fiscalía, Contraloría, Procuraduría y otros funcionarios de alto
nivel, trasladando la competencia de su investigación y juzgamiento, de la
Honorable Corte Suprema de Justicia, a la muy controvertida e inane Comisión de
Acusaciones de la Cámara de Representantes.
Esta
promesa de impunidad, ofrecida a quienes están encargados de investigar y
sancionar la agobiante carga de violencia y de delincuencia que se cierne sobre
todos los ciudadanos, de velar por el buen comportamiento de los funcionarios,
sancionar sus abusos y ponerlos al recaudo de la justicia, o de dar fe del
estado civil y de llevar a cabo y garantizar los procesos de elecciones; no
permite creer en un buen futuro para uno de los países, con mayores índices de
desigualdad económica, con serias sospechas de degradación del conflicto e
irrespeto total por los derechos humanos y con una corrupción que asusta, como
Colombia.
Esta
intentona de asegurarse sí o sí, el poder político, pero sobre todo, el poder
sancionatorio, ante un futuro político incierto, en el que la izquierda y los
movimientos progresistas y alternativos a la derecha tradicional colombiana,
tienen serias posibilidades de hacerse con el gobierno nacional y aumentar el número
de curules en el congreso; es una apuesta muy riesgosa, en un ambiente de
inseguridad y terror, que ya tiene agobiada a una sociedad cansada de la falta
de acceso a la justicia y que ve, como este intento de cambio de la
Constitución, nuevamente corroborará la percepción de que la sanción de la
justicia es únicamente para los de ruana.
La promesa
de impunidad para la actual clase dirigente, incluidos, sus amigos los
contratistas (centros poblados, etc.), podría estar gestando escabrosos hechos
de justicia propia, como el ocurrido con los niños de Tibú, mucho más, si como ha venido aconteciendo en los dos
últimos años, los excesos de la fuerza pública y los aberrantes casos de
corrupción, han puesto en entredicho, la eficiencia de estos mismos entes de
control, exacerbando aún más, los ánimos de una sociedad asustada y desesperada.
sábado, octubre 09, 2021
sábado, octubre 02, 2021
martes, septiembre 28, 2021
domingo, septiembre 26, 2021
sábado, septiembre 18, 2021
lunes, septiembre 13, 2021
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Espectro político en Colombia. Imagen tomada del perfil @CamiloSilvaJ |
SI EXISTE LA OPCION DE IZQUIERDA Parte II
Por: Omar Orlando Tovar Troches – ottroz69@gmail.com-
En la
primera parte de esta columna se señalaba que, no obstante, la existencia
nominal de la izquierda política, la posibilidad de la llegada al poder
gubernamental de Colombia, de una opción política que pudiera materializar este
modelo; aún estaba remota, dado el desconocimiento general que tiene la
sociedad colombiana del origen y las plataformas ideológicas de eso que
vagamente se menciona como izquierda. (Ver Parte I en: La Conversa de Fin de Semana
(laconversafindesemana.blogspot.com))
Sin
embargo, la crisis económica, ocasionada por la reciente peste mundial, ha servido para desnudar la
terrible eficiencia del modelo capitalista, el cual, actuando en consecuencia
con sus postulados; de completa sumisión de los gobiernos nacionales de
derecha, al omnímodo poder del mercado y de protección a toda costa, del
sagrado derecho a la propiedad privada (de unos pocos); ha dejado rezagados en
la miseria y la muerte a cientos de millones de personas, en agonizante espera
de una alternativa política que los pueda redimir del pecado de ser pobres.
Para que
esta ansiada y muy necesaria alternativa política pueda tener opciones de
verdadero triunfo; primero hay que entender que la izquierda ese esa opción. En
tal sentido, resulta impostergable recordar, así sea en términos generales, un
par de aproximaciones a la noción más consensuada de izquierda.
Desde el
punto de vista económico, la izquierda, más asimilada al socialismo, se podría
definir como:<< la idea según la cual "la propiedad y control de los
medios de producción -capital, tierra o propiedad- debe estar en manos de la
comunidad como un todo, y administrada en el interés de todos">>[1]; en términos políticos, la
izquierda pudiera definirse como aquella opción que: << abogaba por la
suerte de los marginados>>[2] y en la que pueden
<<…advertirse inequívocas críticas a la centralización del poder, una
defensa de la inclusión y la participación política y un embate directo contra
el presidencialismo.>>[3]
A partir
de esta breve y muy simplificada definición de izquierda, es posible afirmar
que, al hacer un examen riguroso, tanto de los gobiernos, como de las
plataformas que, los ahora llamados partidos y movimientos alternativos o
progresistas, han presentado como de izquierda; el resultado permite constatar
que, las prácticas y alcances de plataformas y gobiernos de izquierda, (salvo
una o dos excepciones) aún están muy lejanos de lo prescrito por la deontología
zurda, a pesar de sus intenciones de avanzar en esa dirección. En este sentido,
también es posible afirmar con contundencia que, la actual percepción que tiene
la mayoría del pueblo colombiano frente a la noción de izquierda, obedece al
mito que ha impuesto la propaganda de derecha, en la opinión pública de base.
Sin
embargo, tal y como se planteaba líneas atrás, lo realmente cierto y plenamente
constatado por la sociedad colombiana durante la peste, es lo peligroso que
resultaría seguir manteniendo un modelo socio económico, como el de Colombia,
que privilegia la apropiación abusiva de la riqueza de todos por parte de un
muy reducido grupo de personas, aprovechando sus cercanías con el poder
político. Así mismo, las grandes mayorías, han podido verificar que, encargarle
el manejo de la naturaleza y la vida a un reducido grupo de politiqueros y
tecnócratas impuestos o patrocinados por una pequeña élite de super poderosos
empresarios, dispuesto a hacer lo que sea (legal o ilegalmente) para complacer
a sus dueños-jefes y seguir viviendo del estado; en lugar de redundar en el
bienestar general, terminaría por seguir destruyendo el medio ambiente y, de
paso, poniendo en serios riesgos, la vida de las grandes mayorías.
Frente a
este nuevo escenario de constatación de los estragos que ha provocado el capitalismo
y de la necesidad de avanzar en un modelo socio-económico diferente, se plantea
la alternativa de la izquierda, como única salida a la actual crisis ética,
económica, ambiental y humanitaria que padece el pueblo colombiano.
La oferta
de más y mejor democracia, no puede ser rechazada por unas mayorías, cuya
exclusión de los escenarios de participación y poder real, los ha condenado a
vivir al borde de la pobreza, al borde de la miseria, al borde de la muerte,
siempre viviendo de la propaganda del crecimiento económico de unos cuantos y
de la ilusión de ser parte de ese crecimiento, así sus incontables gastos para
parecerse a los poderosos, los tengan sumidos en un enfermizo endeudamiento
eterno, pagado en cómodas cuotas mensuales, bien sea al sistema bancario o a
los gota a gota, que terminan siendo lo mismo.
Esta
posibilidad de disponer, de la riqueza de todos, administrada por todos, para
el bienestar de todos, no puede seguir generando miedo a volverse una dictadura
castro-chavista; mientras la horrible realidad de la derecha capitalista, de
hambre y falta de acceso a todo, causa las mismas muertes que la espeluznante
ola de asesinatos a opositores y reclamantes, a manos de los violentos. La
repulsa a un modelo que abogue por la inclusión de todos en todas las
decisiones que afecten a todos, no puede seguir atemorizando a una sociedad
hundida en unos niveles espeluznantes de corrupción e impunidad como la colombiana, en la que el
amiguismo y el clientelismo han condenado a millones de niños a segur excluidos
de la educación y los avances de la tecnología, cuando no, a seguir aguantando
hambre, mientras los tecnócratas y políticos amigos del poder y los poderosos
se enriquecen de manera grosera con los recursos de los niños.
Más y
mejor democracia, solamente asustan, a los amigos del actual sistema, quienes
temerosos de perder la comodidad económica y moral de ser convenientes aliados
de derecha e izquierda, solo atinan a señalar de peligroso cualquier intento de
cambio de ese estado de cosas, que les permite llamarse de centro y de no
untarse mucho de pobrecía, de modo que no afecte su entrada al reducido círculo
de poderosos, al que de vez en cuando y, previo aviso, critican.
Existe la
opción de izquierda, tenemos que acabar de construirla o adaptarla y, lo más
importante, convencernos de que es la única opción decente que nos va quedando.
[1] Roberto Gargarella. 2014. La izquierda que no es. Sobre el concepto de "izquierda”. Política y gobierno versión impresa ISSN 1665-2037.
[2] Ibídem.
[3] Ibid.
sábado, septiembre 11, 2021
martes, septiembre 07, 2021
SI EXISTE LA OPCION DE IZQUIERDA. Parte I.
SI EXISTE LA OPCION DE IZQUIERDA. Parte I.

BBC News Mundo

Por: Omar Orlando Tovar Troches -ottroz69@gmail.com-
Hace muchos años, durante un foro ideológico del
Sindicato de Industria ATT; tuve la oportunidad de preguntarle, al entonces
presidente de la Central Unitaria de Trabajadores de Colombia, acerca de su
impresión sobre la izquierda en Colombia, con motivo de los primeros encuentros,
por esa época, del Frente Social y Político, predecesor del Polo Democrático
Alternativo; a lo que respondió: Pero… ¿Qué es eso de izquierda?
Hoy casi 22 años más tarde y medianamente superado el
desencantamiento de ese momento, por la respuesta de quien había sido dirigente
del Partido Comunista Colombiano; es posible afirmar que, aunque sin querer
queriendo, la declaración, un tanto desenfadada del pre candidato del partido
de izquierda Polo Democrático; tenía un carácter de profundo conocimiento de la
realidad política colombiana de aquella época, pero sobre todo, de hoy día,
caracterizada por un terrible desconocimiento del origen y las plataformas
ideológicas de eso que vagamente se menciona como izquierda.
Ahora que, salvo el venido a menos, Partido Comunista,
la Unión Patriótica o el recién estrenado partido de los Comunes; todos los
movimientos políticos con algún contenido programático considerado como de
izquierda, han optado por hacer de lado esta denominación, por considerarla,
entendiblemente peligrosa, habida cuenta del negro historial de asesinatos,
desapariciones, encarcelamientos y estigmatizaciones que han padecido y
padecen, quienes osen declarar públicamente su militancia o simpatía por estas
ideas; bien vale la pena poner sobre la mesa, una que otra reflexión acerca, no
solo, del carácter de izquierda vergonzante que han asumido, los hoy llamados
partidos o movimientos progresistas o alternativos, sino, sobre la necesidad de
señalar la vigencia, pero sobre todo; la necesidad de enarbolar la izquierda política;
como única salida en el corto y mediano plazo, de la crisis humanitaria que
soportamos los colombianos, después de doscientos años de imperio de la derecha
en el poder.
Es posible que tras la crisis política y económica que
precipitó el derrumbamiento de la antigua Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas
y el repunte de la economía de mercado sin barreras, promocionada a más no
poder, tras su icónico éxito de situar las hamburguesas Mac Donald en Moscú;
las posibilidades de ascenso de los postulados de Carlos Marx, Engels, Gramsci,
Mariátegui, Magón y demás pensadores de izquierda, como un modelo socio
económico alternativo al capitalismo salvaje; paulatinamente se fueron
desvaneciendo, ante la imposición del llamado Consenso de Washington, la
declaración del fin de la Historia de Fukuyama y la paulatina, pero muy
eficiente, manipulación masiva de la opinión pública, agendada por las élites
económicas, a través de una impresionante maquinaria de propaganda, soportada
en la interconexión mundial.
Poco a poco, las nuevas generaciones de profesionales
de las ciencias humanas, salvo contadas y muy valiosas excepciones, fueron
siendo encasilladas en una especie de determinismo político, muy acorde con la
declaración de Fukuyama del fin de la historia, en la que; cualquier opción de modelo
socio económico diferente a la democracia liberal de occidente, era y, aún hoy,
es catalogada, como mínimo de utopía, cuando no; de proclive a fundamentalismos
terroristas, en un mundo regido por el dominio económico de Estados Unidos, en
complacencia con la recién inaugurada Zona Euro y el tardío despertar del
modelo híbrido Chino de comunismo con capitalismo de Estado ¿?
Encandiladas con el rutilante brillo de los milagros
económicos de los llamados tigres asiáticos (Corea, Thailandia, Hong Kong,
etc.), las burbujas de las empresas punto COM, la especulación de deudas hipotecarias y el
blanqueamiento global de dineros provenientes del narcotráfico, la minería ilegal,
la trata de humanos y las armas; las sociedades del mundo se entregaron a un
frenesí consumista, promovido por seudo profesionales del re entrenamiento
humano, que pusieron el individualismo a ultranza y la competencia salvaje,
como los mantras de la nueva religión mundial del éxito, difundido mundialmente
con los nombres de: Empoderamiento, Reingeniería, Teoría Z, emprendimiento,
Modelo Benetton, etc.
Detrás de este deslumbrante, pero muy aparente, mundo
de éxito empresarial e individual, quedaron escondidos millones y millones de
personas en todo el mundo, que, tal y como lo señalo el mismo Carlos Marx, pasaron
de ser ciudadanos pobres de un país, a ser un ejército mundial de mano de obra
de reserva, en un mundo globalizado, que requiere de esa pobrecía mundial, para
seguir aumentando la acumulación de riquezas en manos de un, cada día más
reducido, grupo de multi billonarios, que imperturbable, sigue vendiéndole a
millones y millones de desinformados en el mundo, el dogma de las bondades de mantener
la propiedad privada, como derecho humano y la necesidad de desregular todo,
hasta la vida misma, en aras del crecimiento económico, único evangelio válido
en el nuevo orden mundial.
En este escenario de lo inmediato, del relajamiento de
valores fundamentales del humanismo y de constante y total manipulación de la
opinión pública, declararse de izquierda en un país como Colombia, históricamente
adiestrado en los preceptos del conservadurismo de la Contra Reforma española,
durante más de quinientos años y tratar de enfrentar a una super estructura (elementos jurídicos, políticos e
ideológicos que marcan las ideas que sigue una sociedad) diseñada para
mantener un esquema en el que, las históricas élites, criollas y republicanas,
deben estar en el poder y la economía debe funcionar para favorecer sus
intereses y los de la metrópoli (en este caso EE.UU. y Europa); resulta
no sólo arriesgado, sino, casi que iluso, mucho más, cuando hasta el Partido
Conservador de Colombia se declara como “una organización política de centro,
democrática, popular, incluyente, moderna y de avanzada, con un fundamento
filosófico orientado bajo una concepción humanista…”[1]
Esta visión preliminar del actual estado de cosas, en
apariencias terminaría dándole la razón a Luis Eduardo Garzón cuando me
contestó: Pero… ¿Qué es eso de izquierda?, sin embargo, paradójicamente; el éxito
del capitalismo, rencauchó la necesidad de otra alternativa a ese modelo, pero
para que esta alternativa pueda tener opciones de verdadero triunfo; primero
hay que entender que la izquierda ese esa opción.
Nota: Por espacio y lecturabilidad,
estas reflexiones se seguirán desarrollando en una siguiente columna.
[1] Hubert Gehring. (2014). Partidos
políticos en Colombia: evolución y prospectiva. Fundación Konrad Adenauer.
Disponible en: https://www.kas.de/c/document_library/get_file?uuid=696741a6-8eb3-0558-d773-1e7859ca898e&groupId=252038
sábado, septiembre 04, 2021
sábado, agosto 28, 2021
jueves, agosto 26, 2021
Adiós a Watts: el comienzo del fin
Adiós a Watts: el comienzo del fin
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Charlie Watts - Baterista de Los Rolling Stones- Imágenes: NY Times-DW |
Por Omar Orlando Tovar Troches -ottoz69@gmail.com-
En medio de las
sensaciones de incertidumbre, miedo y soledad, ocasionadas por la
obligatoriedad del encierro, brotó aquí y allá un sentimiento colectivo de añoranza
de tiempos pasados, inocentemente considerados como mejores, comparados con la
crueldad de una muy presente peste comunitaria, que fue arrasando con la vida
de propios y extraños, ante la inacción atarantada de gobiernos, más
preocupados por las pérdidas económicas de sus amigotes, que por la pérdida
catastrófica de vidas humanas.
En ese marco de
nostalgias, agravadas por una agobiante sensación de impotencia, poco a poco,
muchos de los integrantes de la llamada generación “X”, nos hemos volcado a eso
que los gringos llaman “memorabilia”[1],
para buscar un cierto anclaje a la seguridad de ese supuesto pasado venturoso;
de los años pasados. Allí, en ese lugar de la memoria, llamado nostalgia, paulatinamente
nos fuimos refugiando en la banda sonora de los años maravillosos, buscando en
las redes sociales, en aplicaciones o dispositivo de reproducción; a nuestros héroes
y heroínas musicales de toda la vida. Allí estaban el cantante y los músicos de
Charlie Watts, unos muchachos de casi ochenta años llamados los Rolling Stones.
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Los Rolling Stones - Imagen Rock FM |
De manera pasmosa,
hemos venido siendo testigos del constante marchitamiento de esa fuerza
poderosa de rebeldía, que incluso nos movió allá en los ochenta y noventa del
siglo pasado y que aún nos alcanza a mover hoy, casi cuarenta años después: El
Rock. Esa cultura heredada de algunos de nuestros papás y mamás; que
casualmente tuvo a los Stones como pioneros de esa evolución del blues, el jazz
y la música folclórica norte americana e inglesa; la música de sus papas y mamás;
hoy, con la muerte de Watts, parece estar anunciando el comienzo de su fin.
Durante los
últimos años, hemos sido testigos de la muerte de muchos de esos héroes y heroínas
de la rebeldía musical: Kurt Cobain, Amy Winehouse, Gustavo Ceratti, Luis
Spinetta, Scott Weiland, Chester Benningnton, Dolores O´Riordan, Chris Cornell,
David Bowie y ahora Charlie Watts. Poco a poco, esos iconos de la
alternatividad, del descontento, pero también; de la fuerza y el inconformismo,
le fueron cediendo su puesto a otras manifestaciones, que, aunque con algún
valor estético y/o lúdico, nada tienen que ver con los refinamientos literarios
y musicales alcanzados por estos héroes y heroínas del Rock.
Aunque por ahí todavía nos quedan; Thom Yorke ( Radiohead), Eddie Vedder (Pearl jam), Dave Grohl (The Foo fighters) y algunos más, realmente conocidos y dignos de ser llamados los herederos y expositores del Rock; desafortunadamente, nuestra indolencia por acompañar la formación cultural de nuestros hijos y nietos, el mal ejemplo de haber permitido que la contracultura traqueta se tomara el mundo, incluido el musical, ocasionó que nombres como los de Dylan (con premio Nobel abordo), los Beatles, Joe Cocker, Carlos Santana, The Who, los Sex Pistols, Pink Floyd, Genesis, Jethro Tull, los mismos Rolling Stones, Estados alterados, las 1280 Almas, La Derecha, La Pestilencia, Superlitio o los Aterciopelados; le dieran paso a nombres conformado por letras iniciales, que
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Imagen: Uniminuto Radio |
comienzan con iniciales o echan mano al espanglish, cuyas obras tienen la misma duración y utilidad que el papel de baño y las toallas higiénicas, a pesar de que nuestros hijos, los milenials y los centenials; las descarguen millones de veces de esa red mundial de computadores que nos inventamos y a la que, por pereza, ambición o descuido; los volvimos adictos.
Afortunadamente,
por ahí en medio de la estulticia y la vulgaridad de eso que ahora,
pretenciosamente, llaman genero urbano, sobreviven algunos genios del Rock como
Jack White, la discutidísima Billy Eilish, los Artic Monkies, los Arcade Fire o
los Black Keys, para no hablar las propuestas del hip hop, realmente
alternativas y con gran calidad como las de los Alkolyricoz, e incluso, el
trabajo de la argentina Nathy Peluso.
Se nos fue el
viejo Charlie Watts, dicen que el más juicioso de los Stones, tenemos que
prepararnos para una futura desbandada, de los ya escasos grandes del Rock que
aún viven. Estemos preparados para su partida, pero hagamos algo para que el
viejo Rock, no parta con ellos. Ojalá que ese sentido adiós a Charlie Watts, no
termine siendo el comienzo del final.
[1] Things that are remarkable and worthy of remembrance. A wealth of early railroad memorabilia.Things that stir recollection or are valued or collected for their association with a particular field or interest : mementos. Baseball memorabilia. En su versión inglesa. Objeto o prenda con valor sentimental, generalmente por haber pertenecido a una persona querida; en español.