LA VITRINA DE LA CONVERSA

martes, noviembre 04, 2025

CEO en el Cauca: El apagón anunciado de la privatización

 

Por: Omar Orlando Tovar Troches -ottroz69@gmail.com- 

La lucha por un servicio de energía digno en el Cauca es más que una reivindicación por un bien básico; es una batalla por la dignidad de sus habitantes 

Durante décadas, los caucanos hemos sido víctimas de un servicio de energía eléctrica deficiente, intermitente y de baja calidad, prestado por la Compañía Energética de Occidente (CEO). Esta situación, que no corresponde a eventos aislados y, por lo tanto, no debe llamar a sorpresa; es el resultado previsible de un modelo económico y político impuesto en el país, que prioriza el lucro privado sobre el bienestar colectivo y los derechos fundamentales.

Las continuas fallas de la CEO, empresa controlada por el grupo financiero de Luis Carlos Sarmiento Angulo (ejemplo claro de la concentración de la riqueza en Colombia), son la manifestación concreta de un proyecto de despojo que comenzó con la apertura económica de los años 90 y fue profundizado con celo durante la hegemonía uribista.

La raíz del problema se remonta a la ola privatizadora implementada a raíz de los resquicios dejados en la Constitución de 1991 y acelerada bajo el gobierno de César Gaviria. Bajo el dogma neoliberal de que la empresa privada es más eficiente, se promovió la entrega en concesión de los servicios públicos domiciliarios a capitales privados. Este modelo, llevado al extremo durante los casi 20 años de influencia uribista, transformó derechos fundamentales, como la energía, el agua, las comunicaciones, la educación y la salud en simples mercancías sujetas a la lógica del mercado.

Desde un principio, las voces de la dirigencia social y, de manera destacada, la sindical (que no cayó en la tentación de los contratos sindicales ni la tercerización vía cooperativas), advirtieron sobre el peligro inminente. Se alertó que un sector privado, cuyo norte único es la maximización de ganancias para sus accionistas, no tendría interés real en garantizar una cobertura universal, una prestación eficiente o en invertir en el mantenimiento de la infraestructura en regiones complejas y con altos índices de pobreza como el Cauca. El objetivo no era servir, sino exprimir hasta el último peso de los bolsillos de una población ya de por sí empobrecida.

La historia les ha dado la razón. 30 años después de la "apertura Gavirista" y más de 20 de la "privatización Uribista", la evidencia es abrumadora. La CEO, como tantas otras empresas de servicios públicos privatizadas, ha demostrado que su prioridad es la rentabilidad financiera. En esa obsesión, la inversión en redes, la modernización tecnológica y la calidad del servicio pasan a un segundo plano. Los reiterados apagones, las fluctuaciones de voltaje y la lentitud en la respuesta a reclamos y a las emergencias no son "fallas" del sistema; son características estructurales de un modelo que concibe a los usuarios no como ciudadanos con derechos, sino como fuentes de ingreso. La privatización nunca fue la solución para el bienestar de la comunidad; fue la garantía de su postergación.

Ante este escenario de abandono, la ciudadanía caucana ha mirado tradicionalmente hacia su clase política regional en busca de soluciones y representación. No obstante, esta espera ha sido en vano. La clase política tradicional del Cauca, muchas veces disfrazada de un progresismo de conveniencia, ha demostrado una incapacidad e indolencia crónicas. Su labor no se ha orientado a la defensa férrea de los intereses de las comunidades, sino a perpetuar una red de favores y clientelismo que beneficia a quienes financian sus campañas.

La eternización de contratos de asesoría, la designación de funcionarios ineptos por compromisos políticos y la falta de una veeduría y control efectivos sobre la CEO han sido la constante. Esta complicidad, activa o pasiva, con el statu quo ha dejado a las comunidades urbanas y rurales en total desamparo. Confiar en que esta estructura política tradicional resolverá el problema es como pedirle al lobo que cuide las ovejas. Su silencio cómplice o sus acciones tibias e ineficaces son parte del mismo problema.

Es imperativo que las juntas de acción comunal, las organizaciones sociales, los sindicatos que resistieron, las comunidades indígenas, los consejos comunitarios afrodescendientes y la ciudadanía en general construyan un gran movimiento unitario que alce su voz de protesta de manera contundente. Se deben emprender acciones legales, como tutelas colectivas por la vulneración del derecho fundamental al mínimo vital; acciones de incidencia ante la Superintendencia de Servicios Públicos y la Comisión de Regulación de Energía y dado el caso, medidas de hecho pacíficas y organizadas que evidencien la magnitud del descontento.

Este movimiento debe dirigir sus reclamos de forma clara al Gobierno Nacional. El Cauca no puede seguir siendo la eterna olvidada de la agenda nacional. Se exige una intervención inmediata que obligue a la CEO a realizar las inversiones necesarias, a reparar la infraestructura y a compensar a los usuarios por los perjuicios causados. Se debe evaluar, incluso, la revocatoria de la concesión y la búsqueda de modelos alternativos de gestión comunitaria o pública que prioricen el servicio sobre el lucro.

La lucha por un servicio de energía digno en el Cauca es más que una reivindicación por un bien básico; es una batalla por la dignidad de sus habitantes y contra un modelo económico depredador. Ahora toca a la comunidad, unida y organizada, escribir el capítulo de su propia liberación.


jueves, octubre 30, 2025

La estupidez como sustento del poder

 

Foto tomada de: La Voz del Cinaruco

Por: Omar Orlando Tovar Troches -ottroz69@gmail.com-

Líderes como Netanyahu, Trump, Bolsonaro, Milei y Uribe no son anomalías, sino productos sintomáticos de un ecosistema social que premia lo irracional. Su populismo se nutre de la incapacidad de grandes mayorías para evaluar críticamente sus actitudes, discursos y propuestas. 

El actual escenario político y social del mundo se caracteriza por una paradoja profunda y alarmante: en la era de la máxima expansión del acceso a la información y la educación formal, se constata un preocupante declive en las capacidades cognitivas colectivas y un auge de liderazgos políticos que encarnan la irracionalidad. Este fenómeno, probablemente, es la consecuencia lógica de varias décadas de imposición vertiginosa de una ideología neoliberal que, al transformar la vida en mercancía, ha degradado los pilares fundamentales del pensamiento crítico. 

El asalto neoliberal a las universidades, como epicentros tradicionales de la producción de conocimiento y pensamiento crítico, ha sido particularmente devastador. Noam Chomsky, en una lúcida intervención, señaló que “todo esto sucede cuando las universidades se convierten en empresas, como ha venido ocurriendo durante las últimas décadas, cuando el neoliberalismo ha ido tomando por asalto cada una de las dimensiones de la vida”. El resultado directo es una “precariedad académica” que socava la calidad educativa. ¿Cómo puede un profesor, sometido a la inestabilidad y la sobrecarga burocrática, dedicarse a fomentar el pensamiento complejo? 

El sistema, diseñado para la eficiencia y el costo-beneficio, premia la docencia superficial. Los cursos superfluos y la presión por los créditos y las deudas convierten a los estudiantes en clientes y a los conocimientos en productos. Se fomenta así que los estudiantes “se limiten a tomar apuntes y a recitarlos de manera literal a la hora de la evaluación”, anulando la esencia de la educación que, según Chomsky, es la capacidad de “inquirir, crear, innovar y desafiar”.

Este modelo educativo, enfocado en la utilidad inmediata y la reproducción acrítica del saber, tiene una consecuencia directa y medible: el declive de las capacidades cognitivas a nivel social. Investigaciones recientes confirman lo que se conoce como el "efecto Flynn inverso". Según Sergio Parra (2023), “El cociente intelectual está descendiendo por primera vez en décadas”, un fenómeno observado en países como Estados Unidos y Noruega. Aunque las causas son multifactoriales, los expertos apuntan a un “empeoramiento de los sistemas escolares” y a un “aumento negativo del uso de las redes sociales” como posibles detonantes. 

Ambos factores están intrínsecamente ligados al paradigma neoliberal: la desinversión en educación pública de calidad y la colonización de la atención por parte de plataformas digitales que priorizan el engagement sobre la profundidad; al priorizar las TIC, no como herramientas de emancipación, si no como vehículos de distracción masiva y de pensamiento fragmentado, se ha agravado la merma en las habilidades de razonamiento, concentración y análisis crítico.

Es aquí donde la advertencia de Dietrich Bonhoeffer sobre la estupidez cobra una vigencia aterradora; al constatarse, muy seguido, que incluso las personas consideradas como “más inteligentes”, pueden ser llevadas a respaldar ideas irracionales “simplemente por no pensar”. Una población que ha visto debilitada su capacidad de razonar de manera compleja se vuelve más vulnerable a los discursos simplistas, a los relatos emocionales carentes de sustento y a la manipulación política.

Este panorama allana el camino para el ascenso de una clase dirigente que se aprovecha de este declive cognitivo generalizado. Líderes como Netanyahu, Trump, Bolsonaro, Milei y Uribe no son anomalías, sino productos sintomáticos de un ecosistema social que premia lo irracional. Su populismo se nutre de la incapacidad de grandes mayorías para evaluar críticamente sus actitudes, discursos y propuestas. 

En este contexto global, la estructura social sigue siendo piramidal y perversa: en la cúspide, un porcentaje reducido de personas son dueños de la gran riqueza; en el centro, unas amplias capas de las sociedades están en el limbo de una clase media aspiracional, que se auto reconoce como rica, así no tenga las condiciones materiales para serlo, alienada por el consumismo y el mito del emprendedor; y en la base, unas grandes mayorías de pobres, cuyas necesidades inmediatas y bajos coeficientes intelectuales los hacen presa fácil del discurso populista que canaliza su frustración contra chivos expiatorios, en lugar de contra las estructuras que perpetúan su condición.

En conclusión, el proyecto neoliberal, al mercantilizar la vida ha generado una auténtica catástrofe cognitiva, al debilitar sistemáticamente nuestra capacidad colectiva para pensar, cuestionar y crear. La “estupidez” de la que hablaba Bonhoeffer se ha convertido en el combustible de un sistema que prioriza la acumulación de unos pocos sobre el bienestar colectivo y la supervivencia del planeta. Frente a esto, la tarea urgente, como bien señala el análisis de Bonhoeffer, es reconocer que “combatir la estupidez es una tarea colectiva”. 

Fuentes: 

"El neoliberalismo tomó por asalto a las universidades": Noam Chomsky - Campaña Latinoamericana por el Derecho a la Educación (CLADE)

El cociente intelectual está descendiendo por primera vez en décadas

La amenaza de la estupidez, según Bonhoeffer - Nueva Revista


martes, septiembre 23, 2025

EL MANUAL DEL HEMBRO

Imbéciles gobernando imbéciles*


Por: Germán Navas Talero

Editor: Francisco Cristancho R.

Si Uribe le permite ser candidato a Juan Carlos Pinzón por el partido uribista o conservador o del que quieran… ¡Acaba con el partido que represente! Porque él fue y sigue siendo un inepto. Si hay dos cosas que decepcionan son: la incapacidad mental de Donald Trump y la del exministro uribista.

La autoeliminación o suicidio es un acto voluntario mediante el cual un ser viviente, de forma consciente, resuelve quitarse la vida. Sin embargo, hay seres que no quisieran suicidarse, pero la situación los lleva a tal extremo que por desequilibrio lo hacen. ¿Por qué viene esto a colación? Pues porque me puse a pensar… ¿a qué estado de desequilibrio podría llegar una neurona de un ser humano al tener que soportar uno de los discursos del señor Juan Carlos Pinzón?

Juan Carlos Pinzón fue ministro de Defensa durante alguno de los regímenes conservadores de nuestro pasado reciente y, posteriormente, embajador de Colombia en Washington, Estados Unidos; aunque estando allí, parecía más un embajador de ese país que del nuestro. ¡Y qué tipo para hablar tan aburridoramente! Aburrido a morir -hablando de suicidios-. Ahora, cuando salen con que este sujeto aspira a ser presidente de la República, uno se pregunta… ¿será que las neuronas de los colombianos van a querer seguir viviendo luego de escuchar las palabras de este zoquete?

Si han de querer perder el tiempo, pónganse a buscar algunas de las intervenciones que balbuceó Pinzón Bueno siendo ministro malo. Eso sí que era una vaina -como dicen- bien mamona, y él, igual que la fruta: todo un mamoncillo. ¡Mamonsísimo! ¿Y ese sujeto aspira a ser presidente de la República cuando fue absolutamente inepto como ministro y como embajador? Así era Juan Carlos Pinzón en ese entonces, muy emperifollado, muy peinadito y todo, pero de una incapacidad mental impresionante. ¡Qué tal ese individuo presidente de la República! Si a ese tipo le permiten ser candidato por el partido uribista o conservador o del que quieran… ¡Acaba con el partido que represente! Porque, repito, él fue y sigue siendo un inepto. Si hay dos cosas que decepcionan son: la incapacidad mental de Donald Trump y la de Juan Carlos Pinzón.

Pinzón de presidente sería lo mismo que es Trump para la presidencia de los Estados Unidos, porque -según los entendidos en la materia- Trump ha sido el peor presidente que ha tenido EE. UU. en toda su historia, superando ampliamente incluso a Bush. Aquí, donde esa desgracia nos llegara a ocurrir, tendríamos que decir entonces que… “después de Andrés Pastrana, el peor presidente fue Juan Carlos Pinzón”. Yo, sería capaz de convertirme a cualquier religión y hacer cualquier promesa ‘sagrada’ para que ese sujeto no consiga más de dos votos: el de él y el de su esposa; porque no creo que alguien con sus neuronas en sano juicio, sea capaz de votar por ese individuo.

-Cambiando de tema- Hay actos políticos que merecen reproche y otros que merecen crítica. Pero hay actos que, más que actos, son groserías. Lo más grosero que yo he visto en los últimos años en materia política es el hecho de que los Estados Unidos -¡Primer consumidor de drogas en el mundo!-, venga a descertificar a Colombia, dizque porque este país no lucha contra el narcotráfico. Si Colombia pudiese suprimir de un plumazo la producción de cocaína o de las demás sustancias, no pasaría de ser algo chévere para el mundo. Pero se imaginan ustedes qué pasaría con los gringos si les quitaran la cocaína. Imaginen a los gringos sin morfina, cocaína, fentanilo o marihuana, ¿a qué se dedicarían? Ellos no saben hacer nada más. Cuando uno tiene la oportunidad de transitar por ciertos lugares de ese país ve que muchas cosas giran en torno a eso, a la droga. El único sueño del gringo es conseguir ‘de eso’, y cuando vienen aquí, vienen con la ilusión de poder conseguir eso aún más fácil que allá.

Pero no hace mucho me decía un gringo que allá, en las calles de su país, se conseguía más fácil la droga que acá en Colombia. “Es que aquí hay que hacer muchas vueltas”, decía. Allá uno sabe ya en qué esquina está. Estira la mano con el billete y le pasan el paquete. ¡Y si lo dicen ellos! Yo le pregunté por qué gustaba tanto la cocaína en ese país. Él decía que con el estrés que viven, es la única forma de escapar de una realidad que no quieren. Y los entiendo. Con un presidente de la calaña de Donald Trump, cualquiera prefiere un pase. Con razón el consumo está disparado.

Y es que es vergonzoso escuchar bestializar a Trump. Hace poco dijo qué, gracias a él, se evitó un conflicto entre Armenia y Camboya. Ahí uno se da cuenta de que ese tipo ni de geografía sabe, porque él cree que estos son países vecinos, pero resulta que está más cerca Armenia de Nueva York que de Camboya. Camboya está pegado a Vietnam, en tanto que Armenia es vecino de Turquía.

Finalmente, uno no se explica cómo los estadounidenses pudieron votar alguna vez por esa bestia, y mucho menos reelegirlo. Usted tiene derecho a ser patriota, pero no imbécil. Y si el presidente de un país es un imbécil, el mejor acto de patriotismo es criticarlo y decírselo. Bueno, entiendo que el poder presidencial de allá permite que el presidente haga lo que le da la gana. Las cortes se agachan y la democracia es una palabra que está en el diccionario, pero nunca en la realidad.

Se ha llegado al extremo de hacer botar a un periodista por haberlo criticado. Nadie, nadie puede hablar mal del presidente de la República, y si de pronto alguien en algún periódico llega a criticarlo, simplemente lo manda a cerrar. Esa es la libertad hoy en los Estados Unidos. Ese es el país que un día se proclamó como cuna de la democracia. ¡Qué vergüenza la democracia tan mal representada en países como ese!

Coletilla: Escuché unas palabras por ahí del reconocido actor Denzel Washington. El juicio con el cual hace sus críticas es para aplaudirlo. Está bien documentado. Él, a diferencia de muchos, no cree que criticar a Trump sea cuestión de apátridas; por el contrario, sus conceptos son precisos y sus críticas exactas. Sabe que cuando critica al gobierno de su país no está criticando a su país como tal. Me gustó ese Washington, porque dice verdades de a puño; obviamente, cuando hay tan buenos oradores como este y hablan para imbéciles -como Trump-, se pierde cualquier esfuerzo; porque no creo que Trump entienda ni la mitad de lo que este artista afirma.

Adenda: Las vías públicas se han vuelto un buen negocio para los vivos en este país. Ese sistemita de cobrar por parquear en vías sin que el dinero quede en poder del Estado viene enriqueciendo a muchos. Por eso considero justa la protesta de este fin de semana en La Mesa, Cundinamarca, en donde habitantes y comerciantes se manifestaron contra el negociazo de las Zonas Azules. La gente está cansada de que le cobren por parquear su carrito en la vía pública. Y es que hoy cualquier vivo, amigo del alcalde de turno o de cualquier concejal, está consiguiendo que le adjudiquen su propia calle; además de no pagar nada, se llena de plata; y el pobre ciudadano, que es el que paga con sus impuestos esa vía sí tiene que volverse a meter la mano al dril, y pagar por usar la calle que él mismo pagó por su construcción. ¡Rico, ¿no?!

Adenda internacional: Curioso el poder de la señora Karina Milei, la verdadera gobernante de Argentina. Su hermano Javier aparece como presidente, pero es ella quien manda. Allá se hace lo que ella diga. Tenemos entendido que, además de ser una buena fabricante de biscochos, no tiene ninguna experiencia. Con razón tienen a ese país en la ruina en que lo tienen. ¡Pobre país! ¿Pero, qué tipo de relación tienen Karina y Javier? Esa relación cuasi-incestuosa aquí no la analizaremos.

Apunte del editor: Generoso nos resultó el delincuente del norte. Trump ‘perdonó’ las sanciones a Colombia tras la descertificación; medida infame que desconoce lo que históricamente termina poniendo nuestro país en la inane lucha contra el narcotráfico: ¡Muertos!

Pero Estados Unidos nunca pierde. Está invirtiendo -abierta y descaradamente- en la campaña electoral de 2026. Y mientras tanto, a nuestro supuesto “errático” presidente, como lo llamó con desfachatez Marco Rubio, lo que le sobra es dignidad “Se acaba la dependencia del Ejército de Colombia y sus Fuerzas Militares del armamento de los Estados Unidos. No más limosnas ni regalos.” ¿Y todo esto para qué?, se preguntaría el colega José Antonio Samper Pupo. La respuesta, como en la película, siempre será la misma…

¡Hasta la próxima semana!

*Nota originalmente publicada en SoNoticias y compartida con la comunidad de La Conversa de Fin de Semana, gracias a la generosidad del periodista Hernán Riaño

Las opiniones de los columnistas son de su exclusiva responsabilidad.  Les invitamos a leer, comentar, compartir y a debatir con respeto.


domingo, septiembre 21, 2025

El manual del hembro

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viernes, agosto 22, 2025

La Parca se llevó al Cerdo más rockero.

En la imagen Moure, Cerdo Molina y De Francisco en una escena de La Tele (años 90 del S. XX)

Por: Omar Orlando Tovar Troches -ottroz69@gmail.com- 

Se nos están acabando los verdaderos símbolos de la incorrección política y estamos quedando en manos de los Bad Bunnies y los tales Maluma. En serio: ¡Qué susto!

El año 2025 será recordado como un periodo fatídico para la cultura rock y pop. La eficiente y, en ocasiones, injusta Parca se llevó al cielo, al Nirvana, al infierno, al Hades o adondequiera que vaya la esencia energética de la gente, a muchos (en serio: demasiados) de los íconos de la cultura rockera de este triste y cada día más anodino mundo.

El último en partir hacia el más allá, arriba, abajo o fuera de este mundo material, fue Carlos Molina, el famoso Cerdo Molina; eterno acompañante de Santiago Moure y Martín de Francisco y, en ocasiones, personaje central de uno de los espacios verdaderamente irreverentes de la televisión colombiana en cualquiera de sus versiones a lo largo de los años: La Tele, El Siguiente Programa o La Tele Letal.

Junto a Doña Anciana Decrépita (Blanca Ligia Franco), hicieron parte del set y las invenciones satíricas del colectivo creador de La Tele, liderado por Moure y De Francisco. Desde una especie de "Bob Patiño" criollo e inadaptado en la época de La Familia De La Cerda, pasando por su caracterización de un perfecto imbécil catedrático (El Profe), hasta su majestuosa personificación de candidato presidencial, el Cerdo Molina, con su estética de criollismo y simpleza del colombiano común, retrató de forma ácida aquello que, en el fondo, muchos colombianos somos.

Si bien es cierto que, en los últimos tiempos, esa figura del rockstar criollísimo se fue desvaneciendo debido a los achaques de los años, en el imaginario de muchos de nosotros, los Baby Boomers y la Generación X, siempre estará presente la imagen de un desenfadado personaje dispuesto a todo en el rebusque cotidiano con ínfulas de despistado divo de la farándula colombiana.

Y da susto. Se nos están acabando los verdaderos símbolos de la incorrección política, de la crítica despiadada a la realidad, y estamos quedando en manos de los Bad Bunnies, los tales Maluma, u obligados a llorar colectivamente por postizos próceres de la nadería política, mientras los verdaderos héroes de lo contestatario se siguen yendo en silencio. En serio: ¡Qué susto!

martes, agosto 19, 2025

Vergüenza Ajena: El Discurso desesperado del Alcalde-Constructor

Por: Omar Orlando Tovar Troches – ottroz69@gmail.com- 

El mayor truco del diablo es hacernos creer que no existe (1)

Conversando con amigos (los dos otres que todavía quedan) y con mucho conocido de Quilichao fue posible constatar un sentimiento generalizado de vergüenza ajena al ver y oír la reciente intervención pública en redes del repitente alcalde, ingeniero Eduardo Grijalba.

Al mejor estilo del famoso personaje del genial Mario Moreno, el alcalde-constructor, haciendo gala de su talante politiquero, del mesianismo de sus seguidores, pero, sobre todo, de la muy corta memoria de la gran mayoría de los quilichaüeños, utilizó el viejo y conocido truco del “espejo retrovisor” para zafarse de su responsabilidad por el paupérrimo ejercicio de su actual administración.

En el colmo de su desespero y falta de argumentación, utilizando la impostura y el tono de prócer venido a menos, afirmo que todos los males del municipio eran responsabilidad de las administraciones anteriores (¿?); olvidando, convenientemente, que esas administraciones estuvieron a cargo de sus copartidarios eventuales y, en el colmo de la paradoja, de él mismo, en su primer ejercicio como alcalde. El chiste se contó solo.

Fuentes confiables confirmarían sospechas alrededor de la ejecución de un plan metódico de corte neoliberal para privatizar la empresa Emquilichao

El Blooper del burgomaestre se dio en medio de un nuevo intento de desmentir informaciones sobre un muy probable proceso de privatización de la Empresa municipal de aseo y saneamiento básico: EMQUILICHAO. A pesar de la negativa pública del alcalde de Santander de Quilichao, existe una firme sospecha, respaldada por fuentes confiables, de que su administración sigue la estrategia neoliberal del Consenso de Washington para privatizar Emquilichao mediante un proceso metódico que contradice sus declaraciones y podría estar amenazando el patrimonio público.

Esta estrategia consiste, primero, en un marchitamiento premeditado de la empresa. Esto se logra entregando su gestión a recomendados políticos con discutible idoneidad, negando las inversiones estratégicas cruciales para su sostenibilidad; como el mantenimiento, la modernización de redes, la ampliación de cobertura, la solución pronta y eficiente al lío de la disposición final de las basuras o permitiendo que la corrupción la debilite desde adentro.

Posteriormente, una vez creada artificialmente la crisis, se ejecuta la segunda fase: echarles la culpa a los trabajadores. Se señala a los altos costos laborales y a la existencia de sindicatos como los males principales, ocultando que las decisiones catastróficas se toman en los escritorios de la Alcaldía y de las gerencias que ellos mismo designaron. Al mismo tiempo, se encarecen las facturas de los usuarios, generando descontento y un desapego calculado hacia la empresa pública dentro de la ciudadanía.

Este malestar, alimentado desde la propia administración, es luego utilizado como justificación para intervenir la empresa y allanar el camino hacia su privatización. Todo este proceso se enmascara con una campaña de desinformación mediante la prensa amiga y utilizando recursos del Estado para asegurar, de manera cínica y repetitiva, que “Emquilichao no se va a privatizar", buscando adormecer a la población mientras se consuma el desmantelamiento del patrimonio público.

Antes de que los funcionarios, concejales y simpatizantes de la actual administración municipal y las de los últimos 20 años, afines al Bonillo-Grijalbismo, emitan críticas o desacrediten mi postura, invito de manera respetuosa a consultar la historia de las privatizaciones en Colombia. Asimismo, sugiero revisar las columnas que he publicado, en las que he advertido sobre el riesgo inminente de perder el patrimonio público que se vivió en la administración anterior, durante las negociaciones frustradas con la empresa URBASER.

Comparto con quien, a bien tenga, los respectivos enlaces. Buen provecho: 

Quilichao vive bajo la amenaza de la privatización. | www.MagazinCnc.Com

https://youtu.be/VF7zlLhYMgM?si=di6gWZouCclY3tTG (QUILICHAO VIVE BAJO LA AMENAZA DE LA PRIVATIZACIÓN II)

¿Avanza la privatización de Emquilichao?

(1) Baudelaire, Las flores del mal.

miércoles, agosto 13, 2025

Los amores callados

Imagen tomada de: 'Couple Holding Hands' Photographic Print | AllPosters.com

SPTO

En ocasiones, por cierto, muy seguidas; nacen amores condenados al silencio. Van creciendo en la penumbra, respirando y arrullados por el aire especial del secreto. Cuando menos lo esperan, toman conciencia de la paradoja de incendiarse y resplandecer, mientras su nombre debe permanecer oculto, como una joya o una tara que no puede ser expuesta en público.

Su existencia, paulatinamente, se debe transformar en un perceptible y necesario susurro en la tormenta, un latido ahogado por la fuerza de la conveniencia o del miedo.

Y así transcurren sus días, en medio de la contradicción de albergar una ternura con la intensidad de mil soles contenida en el frágil cristal de una muy ocasional y furtiva mirada, en el oportunismo de un breve y bien escondido roce de los dedos, o en palabras que se dicen sin ser dichas, encriptadas en códigos privados o camufladas en mensajes cuidadosamente puestos en el aire para que el viento se los lleve antes de que dejen rastro.

Estos amores callados, que quieren con la plenitud del universo y la constancia de un río subterráneo; se nutren en la oscuridad con la esperanza-maldición de que su santo y seña o su identidad más íntima, puede ser la más grande traición si en algún descuidado momento se llegase a pronunciar.

En el jardín oculto de la complicidad tácita empieza a florecer una lealtad pura y casi mítica, regada a cuentagotas, pero siempre a la sombra; sin reconocimiento. Estos amores estoicos, los condenados al anonimato, los forzados al disimulo desarrollan una particular fidelidad a prueba de la ausencia y de la luz de otras soledades, porque saben que ese, su amor de verdad, no se valora en sus gestos públicos sino en la constancia silenciosa, en la intangible pero oportuna presencia o en la perpetua esperanza de un fugaz encuentro.

En su autoimpuesta soledad construyen puentes para conjurar esa ausencia que sí les importa, tejidos con los invencibles hilos de la comprensión y la paciencia. A cambio reciben, con todo el cariño del universo, amor en dosis precisas, en gotas de magia contra el olvido y el peligro. Saben que no es posible, si quiera, la lejana y muy vaga promesa de un presencia permanente a la vista de todos.

Lo que es incuestionable y cotidiano para los amores callados es su frágil y muy poderosa certeza de ser, para un oculto alguien, un secreto y muy cálido refugio, un escondido faro para la pasajera incertidumbre, la palabra o el gesto que no necesitan sonido para resonar en el alma.

Bonus track: Amores escondidos - Fabian Gallardo


lunes, agosto 11, 2025

Vidas que Valen, Vidas que No: La Hipocresía de la Derecha (*)

 

Imagen tomada del perfil Facebook
Por:  Valparaíso Antioquia Humana** 

 No pidas lo que no das…ni exijas lo que no entregas

Para los parásitos, cínicos y miserables miembros de la derecha colombiana, la vida tiene precio. No lo digo yo, lo demuestra la reacción de quienes hoy lloran a unos, pero callaron o justificaron cuando asesinaron a otros. Para ellos hay vidas que sí valen y vidas que no.

En Colombia la vida debería ser sagrada, sin excepciones. La muerte de Miguel Uribe Turbay es lamentable, como lo es la muerte de cualquier ser humano. Nadie merece morir, la violencia nunca debe ser justificada.

Pero resulta imposible no ver la hipocresía de la prensa tradicional y de la derecha política que hoy se rasgan las vestiduras, exigen justicia y señalan culpables con dedo acusador. Son los mismos que guardaron silencio o, incluso, justificaron [la violencia y la muerte][1], cuando el alcalde de El Roble fue asesinado, cuando a Jaime Garzón le arrebataron la vida, cuando Dilan Cruz cayó por un disparo del ESMAD y se atrevieron a decir que “se le metió al proyectil

En este país pareciera que hay vidas que importan y vidas que no.

[…En Colombia][2] el valor de un ser humano depende de su apellido, su cargo o su cercanía al poder. Mientras tanto, la mayoría del pueblo colombiano: campesinos, estudiantes, líderes sociales, trabajadores, etc., seguimos siendo para ellos esas vidas que no valen, esas muertes que no merecen portada ni duelo nacional.

La verdadera justicia solo existe cuando se aplica a todos por igual. Cuando el dolor por una muerte es el mismo sin importar la clase social, el color político o la posición económica de la víctima. De lo contrario, seguiremos viviendo en un país donde unos pocos son intocables y la mayoría somos desechables.

¿A qué clase cree que pertenece Usted?


*El título de este texto no aparece en la nota original. Fue agregado por LaConversa de Fin de Semana para señalar su total acuerdo con el contenido de la mencionada nota

**Texto original tomado del perfil Facebook: https://www.facebook.com/profile.php?id=100075200780998


[1] Texto en cursiva dentro de corchetes por fuera del texto original

[2] Ibid.

miércoles, julio 23, 2025

Adiós Ozzy

 

Por: Omar Orlando Tovar Troches – ottroz69@gmail.com-

Times have changed and times are strange
Here I come but ain’t the same.

(Tomado de: Mamma I´m Coming Home)

En medio de la cacofonía de los medios de comunicación corporativa, recordándonos cuánto nos odiamos y lo poco que nos importa el futuro; la noticia de la partida de Ozzy Osbourne, justo a unos días del evento de última reunión y despedida de Black Sabbath, le recuerda a la generación X y a los supervivientes Baby Boomers, la sentencia contundente de Rubén Blades: “… El tiempo no se detiene ni por amor, ni por dinero” y que hasta nuestro Príncipe de las Tinieblas tenía fecha de vencimiento.

Para quienes nacimos oyendo las notas del recién inventado hard rock de los setenta y maduramos bajo los riffs atronadores de los ochenta, la noticia de la partida del cofundador de Black Sabbath resuena como el último acorde de una era irrepetible. La muerte del referente del Metal representa, no solo, el final simbólico de un coloso que forjó, junto a Page, Jagger, Bowie y otros titanes, el paisaje sonoro de nuestra identidad como Generación X, sino el ocaso de la brillantez lírica y sonora del Rock. El Heavy Metal; la criatura poderosa que surgió de las fábricas de Birmingham con el Sabbath a la cabeza fue mucho más que volumen y excesos. Fue, y sigue siendo, una catedral de genialidad musical a menudo incomprendida.

Es cierto, las hazañas de Ozzy, como, por ejemplo, la leyenda del murciélago, los días perdidos en nieblas químicas, se convirtieron en titulares fáciles, caricaturas que eclipsaron la sustancia. Pero detrás de esa máscara de "loco del rock", latía una fuerza vocal única, una presencia escénica magnética y, sobre todo, el vehículo para una música revolucionaria. Los riffs de Tony Iommi, pesados como bloques de acero y oscuros como minas abandonadas, no eran simple ruido; eran arquitectura sonora. Las letras, que exploraban la paranoia, la guerra, la locura y lo oculto ("Paranoid", "War Pigs", "Iron Man"), fueron mensajes crudos y poéticos sobre el lado sombrío de la condición humana.

Ozzy, con su voz capaz de pasar de un aullido desgarrador a una melodía inesperadamente conmovedora ("Changes"), fue el chamán perfecto para guiarnos por esos paisajes sonoros. Y he aquí el verdadero duelo para nuestra generación. Estos dinosaurios del Rock son, sencillamente, irrepetibles. Nacieron en un crisol único: la efervescencia creativa post-psicodélica y la necesidad de expresar la rabia y la alienación de épocas convulsas a través de instrumentos analógicos y gargantas sin filtro. El genio de Ozzy y los otros dinosaurios del Metal fue forjado en el escenario en vivo, sin redes de seguridad digitales. No hubo Autotune que corrigiera sus imperfecciones (que eran parte de su humanidad), ni beats electrónicos que suplantaran la furia orgánica de una batería. Fueron auténticos, vulnerables, gigantescos en sus talentos y en sus caídas.

El reggaetón y la producción digital dominan las ondas hoy, y tienen su lugar. Pero no pueden replicar la épica, la artesanía instrumental, la densidad lírica y la autenticidad visceral que Ozzy y sus contemporáneos vertieron en cada nota. Ellos no seguían algoritmos; creaban los códigos. Eran alquimistas que transformaban el blues, el rock psicodélico y sus propias angustias en un sonido nuevo, monumental.

Por eso, el último viaje del Príncipe de las Tinieblas será el deterioro de un pedazo fundamental del ADN cultural de la Generación X, un recordatorio brutal de que presenciamos y crecimos con una constelación de genios irrepetibles. Ozzy Osbourne, con toda su locura y su innegable talento, fue la voz distorsionada de nuestra juventud rebelde, el chamán que nos inició en las sombras sonoras del Metal.

Buen viaje, Príncipe. Tu grito distorsionado, tus melodías inesperadas y la genialidad monumental del Metal que ayudaste a crear, resonarán eternamente en las sábanas de sonido de nuestra memoria. Gracias por el caos, por la oscuridad y, sobre todo, por la auténtica, cruda e imborrable genialidad rockera. El mundo será un lugar mucho menos interesante cuando se acabe la estirpe de titanes.

There is a woman living in my head

She comes to visit every night in bed

(Tomado de Ghost behind my eyes)

Ojalá que el riff final sea eterno…

 

viernes, abril 04, 2025

DIALÉCTICA DE LA ESTUPIDEZ*

 

Imagen tomada de Depositphotos

Por: Carlos Medina Gallego

Defender la paz, los derechos humanos y la dignidad de las comunidades y de los pueblos no es un acto de debilidad, sino el mayor signo de fortaleza y humanidad.

Una reflexión crítica sobre la violencia, la guerra y la urgencia de la transformación social

La historia de la humanidad está marcada por una constante pugna entre la razón y la sinrazón, entre la lucidez creadora y la estupidez destructiva. La guerra, como máxima expresión de esta última, representa no solo un fracaso ético, sino también un colapso racional. La violencia organizada, ejecutada con precisión técnica y justificada con discursos ideológicos, constituye una de las formas más brutales de estupidez colectiva: aquella que destruye lo que debería proteger, que mata en nombre de la vida y que oprime invocando la libertad. Aquella que se alegra con el fracaso de la paz y le otorga el triunfo a la estupidez de la guerra y la violencia. 

La dialéctica de la estupidez emerge cuando los actores sociales, políticos, económicos y armados sustituyen el diálogo por la imposición, la empatía por el odio, y la justicia por la venganza. Esta dialéctica no construye, sino que descompone el tejido de lo humano. Se sostiene en un conjunto de lógicas perversas que normalizan lo inaceptable: la desigualdad, la explotación, la marginación y la muerte de inocentes. A lo largo de la historia, imperios, estados y movimientos han sido arrastrados por esta inercia de la estupidez, repitiendo las mismas lógicas criminales bajo nuevas banderas, porque han hecho de la guerra un oficio y un negocio. 

La guerra no es —como algunos pretenden— una necesidad natural ni un destino inevitable. Es una construcción política y económica que responde a intereses de dominación y acumulación. Quienes la promueven suelen estar lejos del frente de batalla; sus beneficios son siempre desproporcionados frente a un elevadísimo costo humano en vidas y sufrimientos. En este sentido, la estupidez no radica únicamente en la violencia en sí, sino en su legitimación social cuando las comunidades y los pueblos aceptan la guerra como única salida, han sido ya vencidos en el terreno de la conciencia, son comunidades alienadas.

Por ello, repudiar la guerra no es una postura ingenua ni romántica, sino un imperativo ético, humano y revolucionario. Es preciso rechazar todo discurso que glorifique el conflicto armado como vía de solución o de redención histórica después de décadas de estruendosos fracasos y terribles desenlaces. La única victoria verdadera es la que preserva la vida, garantiza la dignidad y protege los derechos fundamentales de todas y cada una de las comunidades y de cada ser humano.

Frente a esta dialéctica perversa, saludamos y celebramos los esfuerzos de paz, diálogo y transformación social que surgen desde abajo, desde los márgenes, desde las comunidades que se niegan a ser carne de cañón. La paz no es solo la ausencia de balas; es la presencia de justicia, de pan, de salud, de educación, de tierra, de libertad. Es una construcción ardua, que exige valentía y compromiso, pero es el único camino digno de ser recorrido.

Las transformaciones sociales verdaderas —las que rompen con las estructuras de opresión y promueven una redistribución justa del poder y los recursos— no pueden imponerse por la fuerza, porque entonces reproducen la lógica que dicen combatir. Solo una sociedad que renuncia conscientemente a la violencia como instrumento político puede aspirar a una paz duradera y a una democracia real. Estos son otros tiempos que están movidos por nuevas fuerzas sociales y políticas, que han aprendido del fracaso de la vía armada y le están apostando a reinventar la política y la democracia sin renunciar a su agenda de cambios y transformaciones revolucionarias. 

En tiempos donde resurgen los discursos de odio, la militarización de la vida civil y la normalización del sufrimiento ajeno es urgente desenmascarar la dialéctica de la estupidez. No basta con denunciar sus efectos: hay que atacar sus raíces, combatir la indiferencia, rechazar la desinformación y desarticular las estructuras que la sostienen. La lucidez crítica es un acto de resistencia que construye y transforma.

Hoy más que nunca, defender la paz, los derechos humanos y la dignidad de las comunidades y de los pueblos no es un acto de debilidad, sino el mayor signo de fortaleza y humanidad. Porque en un mundo donde todo conspira contra el sentido común, pensar, amar y transformar son actos radicales y revolucionarios.

*Esta nota fue publicada originalmente en SoNoticias y es compartida con la comunidad de La Conversa de Fin de Semana, gracias a la generosidad del periodista Hernán Riaño.

lunes, marzo 31, 2025

RTVC y la libertad de prensa

 

¿Quién empoderó a esa FLIP para determinar qué es o qué no es libertad de prensa y además censurar al único medio, el estatal, por decir la verdad y presentar un punto de vista diferente al de la prensa tradicional? 

Desde su aparición en el mundo, la prensa fue catalogada como el cuarto poder, es decir, que debería ser el contrapeso a los poderes conocidos en la democracia: el ejecutivo, el legislativo y el judicial, con el fin de que esos otros tres no se desbordaran y se convirtieran en un factor dictatorial en las democracias del mundo.

En cuanto a la noción de libertad de prensa, según Wikipedia, se tiene que, aunque muchos no le tienen confianza; la libertad para subir contenidos es: “La libertad de prensa o la libertad de los medios de comunicación es el principio de que la comunicación y la expresión a través de diversos medios, incluidos los medios impresos y electrónicos, especialmente los materiales publicados, deben considerarse un derecho que se ejerce libremente. Tal libertad implica la ausencia de interferencia del Estado. Esto implica la prohibición de la censura previa” (1). 

Siguiendo con el portal Concepto: “La libertad de prensa es el derecho de los periodistas y los medios de comunicación a informar, publicar y difundir noticias sin interferencias del gobierno u otros actores sociales. Es un derecho esencial para el ejercicio de la libertad de expresión, que busca garantizar que la ciudadanía pueda acceder a información veraz y diversa. La libertad de prensa no es un derecho absoluto y puede estar sujeta a limitaciones, especialmente en aquellos casos que implican proteger la seguridad nacional, el orden público o la privacidad de las personas. 

Hoy en día, la libertad de prensa enfrenta desafíos en todo el mundo. Aunque esté protegida por la ley, se ve afectada por presiones políticas y por la influencia de las grandes corporaciones económicas que buscan manipular la opinión pública y el consumo. En regímenes autoritarios, los periodistas enfrentan censura, amenazas y arrestos. Además, en cuanto al contexto mundial: “La libertad de prensa está protegida por normas internacionales, como la Declaración Universal de los Derechos Humanos (1948) y el Pacto Internacional sobre Derechos Civiles y Políticos (1966), que reconocen este derecho como un principio fundamental en todas las democracias.” (2).

En Colombia, la libertad de información está consagrada en el artículo 20 de la Constitución política de Colombia que afirma: “Artículo 20. Se garantiza a toda persona la libertad de expresar y difundir su pensamiento y opiniones, la de informar y recibir información veraz e imparcial, y la de fundar medios masivos de comunicación. Estos son libres y tienen responsabilidad social. Se garantiza el derecho a la rectificación en condiciones de equidad. No habrá censura” (3).

En nuestro país y como en la mayoría de muchos aspectos de la vida política y social de la nación, este derecho está determinado por los dueños de los medios, que son los grandes conglomerados económicos ultraderechistas, que se fueron apoderando de todos los medios de comunicación nacionales y regionales para defender sus intereses, tapar sus excesos, posibles delitos, negociados y corrupción. Resumiendo, cada grupo económico tiene un conglomerado de periódicos, revistas, emisoras de radio, canales de televisión, páginas web y redes sociales, aunque no en ese orden, en los que presentan “su” verdad, para que solo los favorezca a ellos y en detrimento de los intereses de los ciudadanos. En esto coinciden mucho con lo planteado por el portal web “Concepto”, cuando manifiesta que: “Aunque esté protegida por la ley, se ve afectada por presiones políticas y por la influencia de las grandes corporaciones económicas que buscan manipular la opinión pública y el consumo”. Pero el gran problema de nuestra república es que muchos de esos intereses que afectan a la veraz información, tienen que ver con actividades delictivas y con el narco-poder que se apoderó de nuestro país hace 30 años.  

En Colombia la única “libertad de prensa” que se conocía era la que ejercían los medios tradicionales como El Tiempo, El Siglo, La República, Caracol, RCN, etc. y los medios regionales, todos voceros de la derecha liberal–conservadora, nunca había habido otra visión de la realidad ni, mejor dicho, alguien que informara la verdad, salvo El Espectador que por mucho tiempo y de la mano de Don Guillermo Cano dio algunos visos de independencia y periodismo real; en estos tiempos y por pertenecer al Grupo Valorem (Santo domingo) cambió su rumbo yéndose para la derecha más recalcitrante de la mano de Fidel Cano hijo del asesinado director. Pero con el gobierno de Gustavo Petro, las redes sociales y la aparición de muchos medios autodenominados alternativos, se abrió la posibilidad de contar la verdad de la realidad colombiana.

En este contexto, en las últimas semanas hemos visto un feroz ataque de todos los medios, los empresarios y políticos de la ultraderecha contra RTVC, el sistema de medios públicos por su objetividad para informar todo lo que ocurre y que lo hace con las pruebas en la mano. Pero este ataque no solo se ha remitido al sistema sino también a su gerente Hollman Moris y los periodistas que lo acompañan en esta difícil misión de nadar contra la corriente informativa. A Morris lo siguen atacando por los hechos ocurridos en el pasado, a los cuales se expuso ante la sociedad y a la rama judicial, saliendo totalmente inocente y sin ningún cargo por los que lo acusó el complot del uribismo. A los demás, por su vestimenta, por su afinidad o gusto por determinada música, literatura o por la defensa de los genocidios o injusticias cometidos en todo el mundo, los han llamado “focas que aplauden” por presentar las realizaciones del gobierno del cambio tal y como son.

En el caso de Morris, no solo está la derecha sumida en este ataque, sino que se les ha unido, además desde el principio, un grupo de personas que se autodenominan feministas, las parlamentarias que con votos progresistas llegaron al Congreso para, una vez allí, traicionar a sus electores y al pueblo colombiano y otra muy “digna”, que sin fórmula de juicio y desconociendo las sentencias judiciales siguen empeñadas en esta agresión convirtiéndose en parlantes de la ultraderecha. Hay que ratificarlo, de una vez por todas ¡Hollman Morris salió inocente de todos los cargos!, después de un proceso muy meticuloso.   

Pero además del ataque de los comunicadores de los grandes emporios de medios, en la última semana llegó el de la Fundación para la libertad de prensa FLIP, una entidad privada que no es autoridad de nada, que entre sus fundadores tiene a Francisco Santos, exvicepresidente uribista y enemigo declarado de Petro. Es eso, una entidad privada, una fundación, que por arte de magia se convirtió de la noche a la mañana en un censor más. ¿Quién empoderó a esa FLIP para determinar qué es o qué no es libertad de prensa y además censurar al único medio, el estatal, por decir la verdad y presentar un punto de vista diferente al de la prensa tradicional? Además, lo hace como si fuera un juez pero que ataca a funcionarios y periodistas que no sean de su visión de la realidad. Como esta fundación podrían crearse muchas de diferentes corrientes políticas, porque esta pareciera ser de la ultraderecha. Ellos no son dueños absolutos de la verdad ni mucho menos y en estos episodios han violado el principio fundamental del periodismo que es el de contrastar la información. 

En carta a la junta directiva de la FLIP, Morris plantea lo siguiente:  “A propósito de un pronunciamiento de la Flip, reproducido por algunos medios de comunicación, me entero de que ustedes “han documentado” treinta casos de “censura y presión editorial” dentro del Sistema de Medios Públicos y que han conocido “decenas de publicaciones” que han investigado y documentado “reiteradas irregularidades en la administración de la entidad”, cubriendo, la primera afirmación, con el manto de la generalidad, el anonimato y el rumor, animados por ustedes; y constituyendo, la segunda, una aseveración temeraria, en la medida que ninguna autoridad competente ha constatado esas denuncias falaces.” (la negrilla es de origen) (4). Es de anotar que, en varias oportunidades, esta fundación privada ha querido callar al señor presidente por aclarar las mentiras y calumnias con las que lo atacan. En Colombia se garantiza el debido proceso, ¿ellos tienen patente de corzo para violarlo? A estos neo censores de la FLIP, se han unido otros como “La silla vacía” y “Colombia check” que con la excusa de luchas contra las fake news o noticias falsas, que hoy pululan por todas partes, quieren silenciar a muchos periodistas que se atreven a mostrar otras visiones de la realidad.

RTVC, en algo más de medio año y de la mano de Morris, ha logrado la independencia y veracidad de la información y con ellas el aumento de la aceptación de los sectores progresistas del país o de los que están cansados de la comunicación corporativa mentirosa. Se perdieron más o menos dos años por las presiones de estos grupos, que por un odio irracional al gerente no permitían que los ciudadanos tuviéramos un periodismo independiente y objetivo. Las preguntas obligadas que deben hacerse los malquerientes “progresistas” de Hollman y demás grupos ¿en tan corto tiempo quién hubiera logrado lo que Morris ha hecho? ¿O prefieren que el país no tenga una información independiente y veraz como debe ser, por hundirlo, por sacarlo de la escena periodística? Esa es la calidad humana de muchas de estas personas, que además ¡se dicen progresistas! Debemos defender la información de RTVC, a los periodistas que allí laboran, a su gerente, personal técnico, ya que, si permitimos que todos estos ataques fructifiquen sacando a Hollman Morris y su equipo de la escena noticiosa, será el primer paso para que la derecha vuelva al poder con las cruentas consecuencias que ellos traerían para todos los verdaderos demócratas colombianos. 

PD: AMENAZAS DE MUERTE CONTRA HOLLMAN MORRIS: En las últimas horas el gerente de los medios públicos Hollman Morris ha sido amenazado de muerte, un día después de que apareciera un editorial de El Espectador en contra de RTVC, sin contrastar la información y con acusaciones falsas, según Morris, por hechos ocurridos el jueves en una emisión de “El calentao” (5).


https://es.wikipedia.org/wiki/Libertad_de_prensa

https://concepto.de/libertad-de-prensa/

https://www.constitucioncolombia.com/titulo-2/capitulo-1/articulo-20

https://www.rtvc.gov.co/noticia/comunicado-rtvc-flip-gerente-hollman-morris

https://www.facebook.com/share/p/12KxQ7FjJmc/ https://www.facebook.com/share/v/18rapN8XGj/

Las opiniones de los columnistas son de su exclusiva responsabilidad.  Les invitamos a leer, comentar, compartir y a debatir con respeto.

viernes, marzo 21, 2025

Los capitalistas odian el capitalismo

 

Imagen tomada de: Origenes del capitalismo | Economía | Pensamiento | El Viejo Topo

Por: Hernán Riaño

No es entendible que los empresarios colombianos sean tan estúpidos o esclavistas para no entender el principio básico del capitalismo; buenos sueldos para que el poder adquisitivo sea suficiente para un buen consumo de bienes y servicios. ¡Negar este principio un arma en contra de ellos mismos! 

El capitalismo tiene su base económica en el consumo, si no, los ciudadanos no compran lo que producen los capitalistas, pues las empresas se acaban y el empleo se destruye; eso dice la economía básica. Para consumir, los trabajadores y empleados necesitan tener ingresos, que son pagados por el trabajo que realizan en las empresas. Podríamos llamarlo un círculo vicioso; el trabajador compra cuando tiene dinero, que le pagan por su trabajo, si no le pagan lo suficiente, pues no puede consumir y esas empresas que fabrican esos bienes de consumo no venden y por lo tanto desaparecen. Es muy sencillo, no se necesita un diploma en Harvard ni cualquier encopetada universidad para entenderlo.

En el bolsillo del trabajador o empleado clase media se nota cuando ya el dinero no alcanza para los bienes básicos de supervivencia o para artículos que elevan su nivel de vida, ya que el salario que recibe por su trabajo o no compensa el mismo, o el empleador abusa de su condición apoyado en leyes como la  50 y la 100  diseñadas y aprobadas para tal propósito, como ha ocurrido en Colombia desde 1.993, con el destape del neoliberalismo en nuestro país, liderado por César Gaviria, Álvaro Uribe Vélez y sus aliados, los empresarios explotadores, y con otras fuerzas oscuras que decidieron dejar la clandestinidad y apoderarse del Estado.

El trabajador dejó de serlo para convertirse en un vasallo a las órdenes de un señor feudal y hasta en esclavo en los campos colombianos, en donde ni siquiera se ganan el mínimo vital. La dignidad del pueblo la mandaron por el caño y solo dejaron seres que sobreviven y, en muchos casos, malviven con algunos pesos al día; así las cosas, Colombia se convirtió en uno de los países más desiguales del mundo en los que muy pocos riquísimos ganan miles de veces más que quien, pudiendo considerarse “afortunado” gana el salario mínimo. De hecho, en Colombia se acuñó el dicho: El mínimo es el máximo al que puede aspirar el ciudadano de base.

En este escenario aparecieron las reformas sociales propuestas por el gobierno Petro, con  las que  solo pretenden devolverles la dignidad de seres humanos a los colombianos con un servicio de salud que cubra las necesidades, sobre todo en los territorios donde no llega ni una enfermera, porque no es rentable para las EPS, que la convirtieron en un gran negocio para particulares; que haya pensión para más de dos millones de colombianos que no alcanzaron, por sus bajos ingresos y falta de empleo formal, a cotizar para lograrla; y un trabajo con los ingresos suficientes para poder comer y cubrir las necesidades básicas, entre otros cambios. Estas y otras reformas que necesita urgentemente el país, que también han sido bloqueadas o demandadas para tumbarlas. Para lograr este cometido, los empresarios han utilizado todas las formas posibles, la mayoría ilegales, apoyados por sus medios de comunicación, sí, porque ellos son los dueños, y los comunicadores los obedecen ciegamente; y no solo eso, muchos declarados de extrema derecha ponen de su cosecha otros elementos, como la mentira, calumnia e imponen sus opiniones personales como si fuera una realidad incontrovertible. 

Quienes han jugado el papel definitivo para bloquear y tumbar las reformas han sido unos parlamentarios de los partidos más recalcitrantes de derecha como el Centro democrático y el partido Conservador, de donde proviene el flamante presidente del senado, quien anunció la tumbada de las reformas sin conocerlas ni mucho menos leerlas, Cambio Radical, partidos cristianos como Mira y Colombia Justa Libres y otros advenedizos que se hicieron elegir con el proyecto progresista y ya allá en el congreso demostraron su verdadera catadura como ASI y el Verde.  Para ello, los empresarios afectados por las reformas como las EPS, y los grandes industriales y comerciantes, han hecho el lobby correspondiente y hasta hay denuncias en redes de personas con su cara al país que han denunciado la danza de los millones para que determinados parlamentarios votaran en contra del cambio, como en el caso de la reforma a la salud, en la que se han conocido la financiación irregular y con plata de los recursos públicos de la salud a varias campañas electorales de esos partidos y en los últimos días se conoció una denuncia muy grave, que de llegar a ser cierta, sería demoledora para el poder legislativo, ya que implica el pago a ciertos parlamentarios de la oposición para hundir la reforma laboral (1). 

Lo más grave es que los parlamentarios de la comisión séptima del senado, sin análisis, decidieron archivarla y salir en fotos, videos y comunicados, orgullosos de su hazaña, queriéndole demostrar a los colombianos que ellos mandan, que el pueblo no les importa y que los trabajadores deberán seguir con condiciones casi que esclavistas para poder ganarse el sustento (2). Y oros HP (Honorables Parlamentarios) los calificaron como héroes por esa acción, como es el caso de Katherine Miranda (3), quien se hizo elegir con el programa progresista y hoy se unió a las huestes uribistas para atacar al gobierno. 

No es entendible que los empresarios colombianos sean tan estúpidos o esclavistas para no entender el principio básico del capitalismo; buenos sueldos para que el poder adquisitivo sea suficiente para un buen consumo de bienes y servicios. ¡Es que es un arma en contra de ellos mismos! Henry Ford, un ejemplo de capitalismo clásico, a comienzos del siglo XX, dejó claro este tema al ver que, por el precio, muy pocos podrían comprar un carro; se inventó varias fórmulas como el aumento de salarios y el crédito para que sus trabajadores pudieran hacerlo y le dio el ejemplo para que muchos empresarios de E.E.U.U. pudieran crecer y desarrollase. Aquí en Colombia, algunos empresarios se han manifestado en el mismo sentido de dar a sus empleados unos salarios justos y suficientes como el vallecaucano Maurice Armitage (4).  

En contario, gremios como ANDI y FENALCO, este último en cabeza de Jaime Alberto Cabal, dicen que la reforma laboral acabaría empleos (3). Pero muchos de estos empresarios afiliados o no a estos gremios han practicado desde hace décadas el tercerizar su nómina, que quiere decir que una empresa aparte maneje las obligaciones laborales de su personal con unos costos adicionales y “quitándole” la responsabilidad al dueño del negocio. Esas empresas, que en muchos casos cobra un muy alto porcentaje de intermediación, son de propiedad, muchas veces, de los mismos dueños o accionistas de la empresa a la cual le prestan ese “servicio”.  Sí son capaces de pagar una intermediación, que eleva los costos laborales, pero no de dar salarios dignos, es una ecuación inentendible. 

Con este panorama de odios y traiciones al pueblo colombiano, el señor presidente no tuvo más remedio que citar a consulta popular, para que sea el pueblo quien decida el futuro de las reformas con esta testamentaria frase: “Que el pueblo decida si quiere ser libre o esclavo”, no quedó otra alternativa ante tanta iniquidad de una clase social explotadora y voraz que no tiene límites de ninguna naturaleza para oprimir a sus compatriotas y evitar que tengan una vida digna. 

Las afirmaciones y opiniones expresadas en las columnas y notas son responsabilidad de sus autores, les invitamos a comentar con respeto.

Esta nota fue publicada originalmente en SoNoticias y es compartida con la comunidad de La Conversa de Fin de Semana, gracias a la generosidad del periodista Hernán Riaño.

(1) https://www.facebook.com/share/r/14y1aeUR6q/

(2) https://www.rtvcnoticias.com/reforma-laboral-votos-comision-septima-senado

(3) https://alpunto.com.co/no-la-perdonan-katherine-miranda-le-da-la-espalda-a-los-trabajadores-y-celebra-su-desgracia-2/?fbclid=IwY2xjawJD6E9leHRuA2FlbQIxMQABHaWtMsYCRmQN-OezU1zYhnqPveks5PdFLE-3tRkB70klIexJ-hONrG4Iqw_aem_jDqAuGi1q7L5w1uXfkeuqwhttps://youtu.be/5zYREAjD498?si=g8bl_Qw-77FylMuwhttps://www.facebook.com/share/v/1H1Ety3RZA/ https://www.facebook.com/share/v/1DNocmzD3P/https://x.com/tocarymirar/status/1899563855887688091/photo/1

(4) https://youtu.be/WDVFzDYJMQU?si=EwYGk3nG3OkTjklQ  https://www.google.com/url?sa=t&source=web&rct=j&opi=89978449&url=https://www.andi.com.co/Home/Noticia/17427-no-es-pensable-una-reforma-laboral-que&ved=2ahUKEwjFxpKciY-MAxWpQzABHRifBjQQFnoECBkQAQ&usg=AOvVaw3qGKVlYYEdmmHXX3NpE3jfhttps://www.facebook.com/share/v/1BSUABhN4N/

lunes, marzo 17, 2025

INTERACCION DE LAS COMUNIDADES LOCALES Y EL MANEJO ADECUADO DE LOS RECURSOS

 

Por: Luna Marcela

El trabajo conjunto con los Consejos de Planeación Local (CPL), mujeres jóvenes y otros actores se fortalecerá en las comunidades, integrando a los medios de comunicación comunitaria como herramientas clave para divulgar campañas pedagógicas y abordar necesidades locales.

El debate de las instancias de participación, con la respuesta que da Secretaría de Gobierno, hoy,  claramente asigna a formas que existen organizadas desde la conceptualización de territorialidad, la defensa de los territorios que  se hace  más oportuna ante los descalabros en la asignación de presupuestos en las localidades, desafortunadamente en lo que corresponde a la comunicación comunitaria en específico y generalizado en todos los sectores poblacionales, donde a ultranza de unos pocos, la ciudadanía ha perdido el sentido de participar en equidad e igualdad de oportunidades.

Es hora de corregir estos destinos; tras múltiples quejas que se hacen sobre este tema, que más parece un ejercicio de poder, tanto de alcaldes como ediles como lo ha venido demostrando la práctica y el ejercicio mismo. Se enruta por fin, la importancia de la buena asignación de recursos a quienes habitan el territorio y trabajan por él, como lo señala el Plan de Desarrollo actual en sus artículos 248 y 249, alusivo a la Territorialidad de los Medios de Comunicación. Comunicación Comunitaria y Alternativa: Con el fin de garantizar el cumplimiento de la política pública de comunicación comunitaria establecida en el Decreto Distrital 428 de 2023, las entidades públicas del orden central y descentralizado del Distrito Capital incorporarán en sus estrategias de comunicación integral y en sus planes de divulgación públicos y campañas institucionales de interés y contenido social hasta el 10% del presupuesto que tenga cada entidad destinado para tal fin, para ser difundidos a través de los medios de comunicación comunitarios y alternativos. Cada entidad determinará el porcentaje que se aplicará como una medida de discriminación positiva y acción afirmativa hacia los medios de comunicación comunitaria y alternativos. Parágrafo. Los Fondos de Parágrafo. Los Fondos de Desarrollo Local del Distrito Capital podrán exceder el porcentaje anteriormente mencionado.

Así, las camarillas politiqueras quedan pospuestas.  El ejercicio del trabajo mancomunado con los consejos de sabios consejos de planeación local CPL, mujeres jóvenes etc. Se verá fortalecido dentro de las localidades, articulando a los medios de comunicación comunitaria como ejes de vital importancia en la divulgación de propósitos campañas pedagógicas y necesidades que requieren los territorios hoy, tan vitales como la superación de violencia la lucha contra el sexismo, la Paz y la convivencia pacífica. Así mismo, la defensa de los recursos locales para sus actores sociales.  

De esta manera se está dando cumplimiento al plan de desarrollo distrital vigente y se está priorizando la transparencia en los destinos de la ciudad.  La incidencia mal orientada, fue la razón de la perdida de recursos y el debilitamiento de las mismas organizaciones participantes, en este caso los Medios de Comunicación, quiénes se tornaron apáticos ante el ejercicio del poder de los políticos con sus agendas e intereses particulares, desdibujando el ejercicio de la democracia participativa y con fines loables y altruistas como tiene la comunicación comunitaria.

Hoy esto parece tomar un rumbo distinto. Los actores en ejercicio argumentarán y mostrarán su fuerza incidente en cada territorio. Paso el tiempo de las presiones a los alcaldes y funcionarios en ejercicio público, para la asignación de recursos que son de toda la ciudadanía y no de unas pocas roscas enquistadas. Hoy se da paso, a unas fortalezas que los territorios podrán desarrollar y en virtud de lo público al servicio de todos los bogotanos. Insistimos las redes no son Medios de Comunicación incidente. Ya que sus propietarios son emporios económicos direccionales de propiedad de Ellon Musk.  

Esta nota fue publicada originalmente en SoNoticias y es compartida con la comunidad de La Conversa de Fin de Semana, gracias a la generosidad de Hernán Riaño.

martes, marzo 04, 2025

Con esos abogados…

 

En la imagen: lado izquierdo (arriba Álvaro Uribe, abajo Senador Iván Cepeda),
 lado derecho (abogados de Uribe: Granados y Lombana)

Por: Hernán Riaño

En el largo proceso judicial de Álvaro Uribe, sus abogados, reconocidos como los más destacados y caros del país, le han apostado al uso del recurso del "vencimiento de términos", una vergonzosa y habitual estrategia jurídica que se aprovecha de la ineficiencia y la lentitud del sistema judicial colombiano.

Colombia es un país que ha sido calificado de santanderista por su inclinación a hacer leyes para todo, reformar la constitución cuando a algún presidente, léase Uribe, Santos y Duque han querido perjudicar a los colombianos, porque hay que decirlo claramente, desde la promulgación de la Constitución del 91, con la que se quería que la nación diera un salto a la modernidad, convirtiendo a los colombianos en verdaderos ciudadanos basados en la democracia y capitalismo, estos personajes con su visión oscurantista y feudal han querido derogarla como sea. Tenemos leyes para cualquier situación y les exigimos a los congresistas, para medir su trabajo, que saquen leyes sin importar si se cumplen o no. Y esa es la conclusión, muchas normas y poca o ninguna eficiencia en este poder público.  

Una parte importante de ese entramado llamado justicia son los abogados, graduados hasta principios del 70 del siglo pasado con el flamante grado o nombre de “Doctores en Derecho” (1), y me imagino que, por eso, así se siguen haciendo llamar, como si fuera parte integral e inseparable de su nombre: Doctor tal o cual.  Unos son muy juiciosos, los menos, que hacen especializaciones, maestrías y doctorados para ser más eficientes, para profundizar e investigar todos los factores jurídicos y sociales que rodean esta carrera. 

Hace unos años, no se ahora, se decía que si un estudiante no pasaba en otras carreras decidía estudiar derecho sin vocación ni deseos, como si fuera un premio de consolación, para no defraudar a su familia, solo por obtener un título profesional para que sus padres se enorgullezcan.

Con el paso del tiempo, la justicia se ha convertido en una mercancía que se puede comprar o vender y su precio depende de la influencia de los afectados, la gravedad del proceso y de quien depende la decisión. Y en ese juego perverso han tenido que navegar los abogados tanto honestos como los que no lo son, a quienes los jueces, que también son abogados, sustanciadores, secretarios y hasta los mensajeros, presionan para poder ganarse, mínimo “lo del almuerzo”, aprovechando la cantidad de procesos y la ineficiencia judicial, que según muchos entendidos también depende el estado y la situación a la que se ha llevado a la justicia. Muy recordado el llamado cartel de la toga, en el que magistrados de la Corte Suprema de Justicia vendían sentencias al mejor postor.

Como consecuencia de la demanda de estudiantes que no podían encontrar un cupo para otra carreara y a la mediocridad de muchos, algunas universidades los acogieron y para que se pudieran graduar bajaron sus estándares de exigencia, llegando a acabar las tesis de grado, en su lugar supliéndolas por los “preparatorios” que son como unos exámenes “finales” integrales, que tienen unos valores en dinero y que según la fama de la universidad llegan a ser muy altos. Los abogados empezaron a salir con una preparación muy dudosa para garantizar, en el ejercicio de sus funciones, una sapiencia, experticia, imparcialidad y calidad de sus actos, que, para bien o para mal, afectan o no a los interesados. 

Esta situación es vox populi, como será, que el Doctor Germán Navas Talero, el mejor abogado penalista de este país, cuando fue representante a la cámara, propuso e hizo aprobar una ley que obliga a los graduados a hacer un examen que garantice su idoneidad para poder ejercer el derecho (2). A eso llegamos en este país. Esta ley se puso en vigencia en el segundo semestre del año 2.024 (3).

Con el juicio a Álvaro Uribe Vélez por fraude procesal y soborno en actuación penal, Colombia ha asistido a un espectáculo deplorable, de irrespeto e insulto total en contra de la justicia que hoy representan dignamente una juez, así como una fiscal delegada valientes y honorables, que no se han dejado intimidar por la imagen que representa el señor Uribe, que ha sido mencionado como protagonista directo y definidor, en episodios muy oscuros de la vida nacional, afectando a todo el país; ni por las presiones ejercidas en su contra con todo tipo de amenazas a ellas y sus familias; marrullas, “recursos”, “tutelas”, y usando lo más bajo de los procedimientos judiciales. Es una pelea muy desigual. 

Durante todo el proceso al señor “ex”, que lleva más de tres años, protagonistas indiscutibles han sido sus abogados, dizque los mejores del país y los más costosos, quienes han sido famosos por “sacar” libres a muchos de sus poderdantes, con una herramienta muy utilizada en Colombia debido a la ineficiencia y lentitud de la justicia: El “vencimiento de términos”, que consiste en que la justicia deja vencer el plazo máximo para hacer las actuaciones que definan cualquier proceso judicial. Ellos, con sus malas artes, logran que la justicia no actúe dentro de esos plazos y por favorecimiento al procesado sale libre, aunque no inocente.

El espectáculo deprimente de la actuación de los jurisconsultos, al que hemos asistido desde el comienzo del proceso y en estos pocos días de juicio, reveló una fotografía de lo que es la justicia en Colombia. Da pena propia y ajena estar en un país en el que el poder, el dinero, el nombre y otras circunstancias determinan quien sale o quien se queda en una cárcel, quien es inocente y quien culpable, quien debe pagar una condena y quien no, no importa lo que haya hecho, como en este caso que muchos delitos de los que es acusado en este y otros casos, puedan ser calificadas de lesa humanidad como las 6.402, mal llamados falsos positivos y que en realidad son ejecuciones extrajudiciales, aunque el “ex” dijo que: “no estaban cogiendo café” para justificar esos hechos. 

Esos señores abogados, ¿cómo se atreven a llamarse representantes de la justicia?, si a lo que hemos asistido es a una serie de actuaciones que, si bien podrían estar permitidas, lo que denotan es un afán de que la justica no actúe y el señor “ex” salga por el vencimiento de términos que se cumplirá el próximo octubre, a eso le están apostando y no a que la justicia brille. Han demostrado una falta de ética total con la utilización de esos recursos marrulleros para lograr sus fines.

La señora juez ha tenido que llamarles la atención, y lo último en la semana que termina es que le comprobó al señor abogado que no tenía otras audiencias (4), como el argumentó, para seguir pidiendo aplazamientos, y ni siquiera se pone colorado y les presenta disculpas a los colombianos. Ante la integridad de la funcionaria decidieron poner otra tutela con el argumento de “desequilibrio procesal (5), al no permitirle al imputado ausentarse del juicio para asistir a otro de mucho menos relevancia que solo pretendía seguir dilatando los tiempos, para lograr el cometido.

Como conclusión, podemos señalar, que así logren sacarlo por vencimiento de términos, el señor Uribe ya es culpable ante la opinión pública, pues, como el juicio ha estado plagado de todo menos de argumentos para defenderlo y pruebas de ellos, sino que se han dedicado a sus trampas y argucias, no han podido, y quien sabe si podrán probar la inocencia del señor Uribe con pruebas contundentes. 

De este episodio salen varias reflexiones, la primera: ¿Las universidades como están formando a sus estudiantes de derecho? ¿Aún enseñan ética? ¿Los abogados se han hecho un examen de conciencia de su forma de actuar? ¿Seguirá siendo el dinero y el poder el que defina a la justicia? Antes de este juicio esos señores abogados y otros vinculados a la extrema derecha colombiana, eran como el modelo a seguir para los nuevos abogados, por la cantidad de dinero que ganan con los casos que llevan; ¿Seguirán siéndolo o habrá un alto en el camino para analizar si el derecho hará parte del cambio en Colombia?

La justicia es la base de la democracia, sin ella solo existe la ley del más fuerte.

Las opiniones de los columnistas son de su exclusiva responsabilidad.  Les invitamos a leer, comentar, compartir y a debatir con respeto.

Esta nota fue publicada originalmente en SoNoticias y compartida con la comunidad de La Conversa de Fin de Semana, gracias a la generosidad del periodista Hernán Riaño.


(1) https://www.funcionpublica.gov.co/eva/gestornormativo/norma.php?i=92330

(2) https://www.funcionpublica.gov.co/eva/gestornormativo/norma.php?i=87186

(3)https://sirna.ramajudicial.gov.co/SiteAssets/Paginas/LEY19052018/240207%20Diapositivas%20Ley%201905.pdf

(4) https://www.facebook.com/share/p/19MrU9rdrk/

(5) https://www.facebook.com/share/p/1C6ZYLXrMy/