Por: Germán Navas Talero
Editor: Francisco Cristancho R.
Si Uribe le permite ser candidato a Juan Carlos Pinzón por el partido uribista o conservador o del que quieran… ¡Acaba con el partido que represente! Porque él fue y sigue siendo un inepto. Si hay dos cosas que decepcionan son: la incapacidad mental de Donald Trump y la del exministro uribista.
Juan Carlos Pinzón fue ministro de Defensa durante alguno de los regímenes conservadores de nuestro pasado reciente y, posteriormente, embajador de Colombia en Washington, Estados Unidos; aunque estando allí, parecía más un embajador de ese país que del nuestro. ¡Y qué tipo para hablar tan aburridoramente! Aburrido a morir -hablando de suicidios-. Ahora, cuando salen con que este sujeto aspira a ser presidente de la República, uno se pregunta… ¿será que las neuronas de los colombianos van a querer seguir viviendo luego de escuchar las palabras de este zoquete?
Si han de querer perder el tiempo, pónganse a buscar algunas de las intervenciones que balbuceó Pinzón Bueno siendo ministro malo. Eso sí que era una vaina -como dicen- bien mamona, y él, igual que la fruta: todo un mamoncillo. ¡Mamonsísimo! ¿Y ese sujeto aspira a ser presidente de la República cuando fue absolutamente inepto como ministro y como embajador? Así era Juan Carlos Pinzón en ese entonces, muy emperifollado, muy peinadito y todo, pero de una incapacidad mental impresionante. ¡Qué tal ese individuo presidente de la República! Si a ese tipo le permiten ser candidato por el partido uribista o conservador o del que quieran… ¡Acaba con el partido que represente! Porque, repito, él fue y sigue siendo un inepto. Si hay dos cosas que decepcionan son: la incapacidad mental de Donald Trump y la de Juan Carlos Pinzón.
Pinzón de presidente sería lo mismo que es Trump para la presidencia de los Estados Unidos, porque -según los entendidos en la materia- Trump ha sido el peor presidente que ha tenido EE. UU. en toda su historia, superando ampliamente incluso a Bush. Aquí, donde esa desgracia nos llegara a ocurrir, tendríamos que decir entonces que… “después de Andrés Pastrana, el peor presidente fue Juan Carlos Pinzón”. Yo, sería capaz de convertirme a cualquier religión y hacer cualquier promesa ‘sagrada’ para que ese sujeto no consiga más de dos votos: el de él y el de su esposa; porque no creo que alguien con sus neuronas en sano juicio, sea capaz de votar por ese individuo.
-Cambiando de tema- Hay actos políticos que merecen reproche y otros que merecen crítica. Pero hay actos que, más que actos, son groserías. Lo más grosero que yo he visto en los últimos años en materia política es el hecho de que los Estados Unidos -¡Primer consumidor de drogas en el mundo!-, venga a descertificar a Colombia, dizque porque este país no lucha contra el narcotráfico. Si Colombia pudiese suprimir de un plumazo la producción de cocaína o de las demás sustancias, no pasaría de ser algo chévere para el mundo. Pero se imaginan ustedes qué pasaría con los gringos si les quitaran la cocaína. Imaginen a los gringos sin morfina, cocaína, fentanilo o marihuana, ¿a qué se dedicarían? Ellos no saben hacer nada más. Cuando uno tiene la oportunidad de transitar por ciertos lugares de ese país ve que muchas cosas giran en torno a eso, a la droga. El único sueño del gringo es conseguir ‘de eso’, y cuando vienen aquí, vienen con la ilusión de poder conseguir eso aún más fácil que allá.
Pero no hace mucho me decía un gringo que allá, en las calles de su país, se conseguía más fácil la droga que acá en Colombia. “Es que aquí hay que hacer muchas vueltas”, decía. Allá uno sabe ya en qué esquina está. Estira la mano con el billete y le pasan el paquete. ¡Y si lo dicen ellos! Yo le pregunté por qué gustaba tanto la cocaína en ese país. Él decía que con el estrés que viven, es la única forma de escapar de una realidad que no quieren. Y los entiendo. Con un presidente de la calaña de Donald Trump, cualquiera prefiere un pase. Con razón el consumo está disparado.
Y es que es vergonzoso escuchar bestializar a Trump. Hace poco dijo qué, gracias a él, se evitó un conflicto entre Armenia y Camboya. Ahí uno se da cuenta de que ese tipo ni de geografía sabe, porque él cree que estos son países vecinos, pero resulta que está más cerca Armenia de Nueva York que de Camboya. Camboya está pegado a Vietnam, en tanto que Armenia es vecino de Turquía.
Finalmente, uno no se explica cómo los estadounidenses pudieron votar alguna vez por esa bestia, y mucho menos reelegirlo. Usted tiene derecho a ser patriota, pero no imbécil. Y si el presidente de un país es un imbécil, el mejor acto de patriotismo es criticarlo y decírselo. Bueno, entiendo que el poder presidencial de allá permite que el presidente haga lo que le da la gana. Las cortes se agachan y la democracia es una palabra que está en el diccionario, pero nunca en la realidad.
Se ha llegado al extremo de hacer botar a un periodista por haberlo criticado. Nadie, nadie puede hablar mal del presidente de la República, y si de pronto alguien en algún periódico llega a criticarlo, simplemente lo manda a cerrar. Esa es la libertad hoy en los Estados Unidos. Ese es el país que un día se proclamó como cuna de la democracia. ¡Qué vergüenza la democracia tan mal representada en países como ese!
Coletilla: Escuché unas palabras por ahí del reconocido actor Denzel Washington. El juicio con el cual hace sus críticas es para aplaudirlo. Está bien documentado. Él, a diferencia de muchos, no cree que criticar a Trump sea cuestión de apátridas; por el contrario, sus conceptos son precisos y sus críticas exactas. Sabe que cuando critica al gobierno de su país no está criticando a su país como tal. Me gustó ese Washington, porque dice verdades de a puño; obviamente, cuando hay tan buenos oradores como este y hablan para imbéciles -como Trump-, se pierde cualquier esfuerzo; porque no creo que Trump entienda ni la mitad de lo que este artista afirma.
Adenda: Las vías públicas se han vuelto un buen negocio para los vivos en este país. Ese sistemita de cobrar por parquear en vías sin que el dinero quede en poder del Estado viene enriqueciendo a muchos. Por eso considero justa la protesta de este fin de semana en La Mesa, Cundinamarca, en donde habitantes y comerciantes se manifestaron contra el negociazo de las Zonas Azules. La gente está cansada de que le cobren por parquear su carrito en la vía pública. Y es que hoy cualquier vivo, amigo del alcalde de turno o de cualquier concejal, está consiguiendo que le adjudiquen su propia calle; además de no pagar nada, se llena de plata; y el pobre ciudadano, que es el que paga con sus impuestos esa vía sí tiene que volverse a meter la mano al dril, y pagar por usar la calle que él mismo pagó por su construcción. ¡Rico, ¿no?!
Adenda internacional: Curioso el poder de la señora Karina Milei, la verdadera gobernante de Argentina. Su hermano Javier aparece como presidente, pero es ella quien manda. Allá se hace lo que ella diga. Tenemos entendido que, además de ser una buena fabricante de biscochos, no tiene ninguna experiencia. Con razón tienen a ese país en la ruina en que lo tienen. ¡Pobre país! ¿Pero, qué tipo de relación tienen Karina y Javier? Esa relación cuasi-incestuosa aquí no la analizaremos.
Apunte del editor: Generoso nos resultó el delincuente del norte. Trump ‘perdonó’ las sanciones a Colombia tras la descertificación; medida infame que desconoce lo que históricamente termina poniendo nuestro país en la inane lucha contra el narcotráfico: ¡Muertos!
Pero Estados Unidos nunca pierde. Está invirtiendo -abierta y descaradamente- en la campaña electoral de 2026. Y mientras tanto, a nuestro supuesto “errático” presidente, como lo llamó con desfachatez Marco Rubio, lo que le sobra es dignidad “Se acaba la dependencia del Ejército de Colombia y sus Fuerzas Militares del armamento de los Estados Unidos. No más limosnas ni regalos.” ¿Y todo esto para qué?, se preguntaría el colega José Antonio Samper Pupo. La respuesta, como en la película, siempre será la misma…
¡Hasta la próxima semana!
*Nota originalmente publicada en SoNoticias y compartida con la comunidad de La Conversa de Fin de Semana, gracias a la generosidad del periodista Hernán Riaño
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