LA VITRINA DE LA CONVERSA

sábado, enero 25, 2025

Gaza: entre el alivio y la desazón

Imagen tomada de: BBC News Mundo | Se anuncia un cese al fuego en Gaza El gobierno de Israel y el grupo militante palestino Hamás alcanzaron este miércoles un acuerdo de... | Instagram

Por:  Consuelo Ahumada 

Solo la presión de los pueblos del mundo garantizará la vida y soberanía del pueblo palestino.

Las imágenes del inicio de la tregua en Gaza no pueden ser más conmovedoras.  Sobrevivientes celebran al aire libre, en medio de las ruinas en que quedó convertido su territorio tras 466 días de bombardeos ininterrumpidos. Cantan, bailan, se abrazan. Guardias de Hamás patrullan abiertamente, en ejercicio de soberanía.

El acuerdo, logrado con mediación de Qatar, Egipto y EEUU, se trabajó durante meses, pero Israel siempre lo saboteaba. Por supuesto que es un alivio, tras un genocidio que llegó a los extremos más aberrantes y se ensañó con la población más indefensa: niños y niñas, mujeres, personas mayores. Las evidencias son escalofriantes.  

Se plantean tres fases, cada una de tres semanas. La primera da inicio al intercambio entre los casi cien rehenes que todavía subsisten, vivos o muertos, por mil prisioneros y prisioneras palestinas; el ingreso de ayuda humanitaria y el regreso de las personas desplazadas a su territorio.

En las otras dos fases se discutirán temas cruciales: cese al fuego permanente, retiro del ejército israelí, reconstrucción de Gaza y carácter de su gobierno.

¿Qué queda después de 15 meses de genocidio?

46.900 personas muertas y miles de heridos, según la autoridad de salud del enclave. Sin embargo, como señala la publicación inglesa Lancet, la cifra es bastante más alta, considerando las muertes por enfermedades y desnutrición.

Catherine Russell, directora ejecutiva Unicef, reafirmando lo que mostraron varios informes anteriores de la ONU y otras entidades, reiteró el impacto catastrófico sobre la infancia y sus familias. Más de 14.000 niños y niñas muertos, miles de heridos o mutilados. Experiencias traumáticas que los marcarán de por vida. Todos sufren de trastornos psicológicos y crisis de ansiedad.

En Gaza hay 1.9 millones de personas desplazadas, el 90% de su población.  Mayoritariamente niños y niñas. Muchos lo han hecho varias veces y han perdido sus hogares, a sus padres y seres queridos.  

La directora ejecutiva de UNRWA, España, Raquel Martí, recalca también que buena parte de la población sobrevive en condiciones de hacinamiento y hambruna en campos de refugiados en Al Mawasi, zona considerada humanitaria, pero atacada y bombardeada reiteradamente por Israel.  

A la falta de alimentos y agua se suma la escasez de servicios esenciales, como saneamiento. Proliferan las enfermedades respiratorias infecciosas que afectan a aproximadamente 300.000 personas. 9 de cada 10 niños y niñas tienen al menos una enfermedad. Para las madres y mujeres en general la situación es igualmente catastrófica.

La capacidad sanitaria para atender a personas heridas y enfermas es crítica. Apenas funciona la mitad de los hospitales que, como las escuelas y campos de refugiados, han sido bombardeados.

Por todo lo anterior, no hay duda de que la primera fase de la tregua traerá alivio humanitario inmediato.

Sin embargo, el pueblo palestino no tiene muchas razones para el optimismo. En 76 años de ocupación, Israel ha incumplido todos los acuerdos pactados, así como centenares de resoluciones de la ONU.

La situación actual pareciera todavía menos favorable para que cumpla con lo estipulado, al menos por dos razones.

La primera, el triunfo arrollador de Trump cambió la actitud de Netanyahu, quien finalmente aceptó la tregua como muestra de buena voluntad, antes de su posesión. “Tu histórico regreso a la Casa Blanca ofrece un nuevo punto de partida para EEUU y una poderosa renovación del compromiso con la gran alianza entre Israel y EEUU”, le dijo.

Recordemos que durante su primer mandato propició el paso de la embajada de su país a Jerusalén y su reconocimiento como capital de Israel. Igualmente, en enero 2020 presentó, conjuntamente con Netanyahu, un plan de paz que representaba la anexión de Palestina.

No queda duda entonces, que Trump seguirá apoyando el anexionismo de Israel. Basta con escuchar su discurso de posesión ayer y constatar la fuerte presencia y expresión del sionismo en la ceremonia.

La segunda razón es que el Oriente Medio está en guerra y la recuperación económica de EEUU depende de su industria bélica y de sus conquistas imperiales. El respaldo a Israel es fundamental.

La misma postura de Netanyahu es muy clara. La tregua fue una derrota política frente a sus propósitos iniciales. Por ello, intentará por todos los medios seguir su cruzada contra el pueblo palestino. Ya hay varias declaraciones al respecto.

Después de que se ratificara el acuerdo, amenazó a Hamás, señalando que Israel combatirá “de formas nuevas y con mucha fuerza” en Gaza si fracasa la tregua, asegurando que cuenta con el apoyo de Trump para retomar la guerra si fuere necesario. 

El Ejército israelí volverá al combate en Gaza después del alto el fuego, según comentó Herzi Halevi, jefe del Estado mayor: “Nos enorgulleceremos y estaremos decididos a volver a los combates en el futuro”.

También está el ministro de Finanzas Bazelel Smotrich, poderoso ultranacionalista, representante del partido Sionismo Religioso. Para evitar que renunciara al gabinete, Netanyahu le garantizó “reforzar la seguridad de Cisjordania”, mediante el incremento de los asentamientos judíos. El ministro exige retomar los bombardeos tras la primera fase del acuerdo.

El ministro de Defensa, Israel Katz, le dio a la derecha ultranacionalista al frente del movimiento colonizador de Cisjordania una compensación por la tregua: la liberación de los colonos israelíes extremistas que estaban detenidos.

Así, la aplicación de la tregua estará supeditada a pactos secretos entre Netanyahu y Trump. Ya nombró en puestos clave a personas cercanas a la ultraderecha israelí. La perspectiva de bombardear de nuevo Gaza cuando “considere” que Hamás trata de reagruparse, o de anexionarse el territorio de Cisjordania, parece muy cierta.

Señalemos también que el inmenso poderío de Trump y Elon Musk intentará proporcionarle toda la legitimidad al colonialismo sionista.  

Afortunadamente, los procedimientos legales contra Netanyahu siguen su curso. El Tribunal Internacional de Justicia tomó medidas cautelares en su contra por presunto genocidio. La Corte Penal Internacional emitió orden de arresto en su contra.

Pero solo la presión de los pueblos del mundo garantizará la vida y soberanía del pueblo palestino. “Si muere Gaza, muere la humanidad”, dijo Gustavo Petro.

Las opiniones de los columnistas son de su exclusiva responsabilidad.  Les invitamos a leer, comentar, compartir y a debatir con respeto.

* Esta nota fue publicada en SoNoticias y es compartida con la comunidad de La Conversa de Fin de Semana, gracias a la generosidad del periodista Hernán Riaño

lunes, enero 20, 2025

¿Las derechas unidas, jamás serán vencidas?

Por Hernán Riaño

La esperanza está en los jóvenes comprometidos que defienden causas justas, apoyan al gobierno y denuncian la corrupción. A pesar de carecer de recursos, se esfuerzan por difundir la verdad y están motivados por el amor a su país. Gracias a su labor, se ha revelado información que los medios corporativos intentan ocultar. 

El mundo ha conocido una consigna que gritan los manifestantes en contra de la derecha para reivindicar sus derechos: ¡El pueblo unido jamás será vencido! En nuestro país, la verdadera unión se ha visto en la ultraderecha mafiosa que quiere perpetuar sus privilegios en contra de los colombianos. Ellos que, dependiendo de la época, sus necesidades y sus intereses, se “pelean” unos con otros, luego se amistan, los que ayer fueron enemigos, hoy son inseparables. Recordemos episodios como la denuncia que le hizo Andrés Pastrana al periodista de Univisión, Jorge Ramos, cuando este le preguntó si Uribe era narcotraficante; Pastrana le contesta: “es que yo lo he denunciado…” (1), o cuando, en medio de un ataque de histeria, César Gaviria gritaba en televisión, refiriéndose a Uribe: “¡Uribe mentiroso, Uribe mentiroso, Uribe mentiroso!” (2), en el lanzamiento de la campaña de reelección presidencial de Santos; hoy los vemos cogidos de la mano atacando a Gustavo Petro desde todos los flancos y usando todas las armas innobles que siempre han utilizado. 

En el congreso era igual (¿Aún lo es?), los representantes y senadores “cazaban” peleas insulsas, se gritaban, y hasta se decían groserías en las sesiones o plenarias para embobar al pueblo y, luego, después del espectáculo, los veía uno en las páginas sociales de los periódicos, compartiendo unos “amarillos”, como los mejores amigos, como si nada hubiera pasado, en cualquier evento social de la alta aristocracia criolla. Se burlaban del pueblo en su cara. A todos ellos, los unen los intereses en los dineros del Estado para usarlos en su beneficio, dejando, de paso, en la miseria a los ciudadanos; así ha sido desde que Colombia se convirtió en una “democracia”.

Hoy vemos un fenómeno no antes visto en nuestro país, es la unión total de las derechas, porque todos son eso, para “recuperar” a nuestro país, según ellos dicen. Todos los sectores, gremios, grandes empresarios, con algunas contadas excepciones, partidos políticos de los llamados tradicionales y sus divisiones y hasta partidos o movimientos llamados de centro, de centro izquierda (¿?), ambientales, grupos delincuenciales de todo tipo, “guerrilleros” y otros muy dignos, se han unido en contra del primer gobierno democrático para no dejarlo actuar y con la consigna de que todo vuelva a ser como antes, o sea dominado por ellos, a partir del año 2.026. Que mescolanza de ideologías, diría uno, pero lo que se ve, decantando todas las arandelas, es que todos son lo mismo, unos siendo los del poder y otros sirviéndoles de “idiotas útiles” o de cómplices conscientes, para que la ultraderecha vuelva al gobierno, todos enemigos reales del pueblo y al servicio del uribismo.

Tienen unos grandes difusores de sus consignas, mentiras, calumnias y amenazas, que son sus medios de comunicación, los llamados tradicionales, que hoy más que nunca y vísperas de un año electoral, han agudizado los ataques con todo tipo de armas para desestabilizar y desacreditar a Gustavo Petro, quien en este momento es el blanco de casi todos los embates con los que a diario se ensaña esta, mal llamada; “prensa” colombiana. Lo que estamos viviendo nunca lo había visto el país, por lo menos tan descaradamente; ya no disimulan, no se ocultan bajo premisas engañosas, ya alzan la voz y muestran su derechismo y posibles delitos, abiertamente, sin pena, están demostrando que la verdad les importa “un comino” y que su indudable razón de existir es la defensa de los empresarios que los tienen en esos puestos comunicativos. Lo grave es que muchos de ellos salieron con peores instintos destructores que sus patrones, no les importa atacar a mujeres, niños, minorías y últimamente a las madres de las víctimas de los mal llamados falsos positivos, de desapariciones, de operaciones de “seguridad democrática, o de masacres, revictimizándolas sin ninguna consideración y por encima de cualquier sentido de humanidad. 

Unos y otros, se dedicaron a tapar, minimizar o desviar la atención de todos los actos de corrupción, desfalcos, robos y quién sabe qué otros delitos cometidos por gobiernos anteriores y que dejaron al país con unas deudas inmensas que le ha tocado afrontar al gobierno actual. Son tan cínicos que ahora resulta que la situación que encontró Petro es culpa de Petro. Tamaño despropósito que aún creen los estúpidos que aún los siguen a ojo cerrado. Presentan cualquier incoherencia seguros de que su audiencia de idiotas les cree y que como “loros” salen a repetir, orgullosos de su uribismo e ignorancia.

Están unidos férreamente, como un solo hombre para atacar al progresismo, para evitar que siga en el poder, para impedir que se siga conociendo todo lo que ellos han hecho para enriquecerse con el erario o con los negocios ilícitos a los que han estado acostumbrados por tantos años. Sí, descaradamente unidos, ya no disimulan, son una sola cosa, un solo interés, con un desprecio total por el ciudadano, que hace recordar las cortes de nobles europeas antes de la revolución francesa, cuando el pueblo era mantenido en la miseria absoluta, mientras los señores feudales eran dueños de todas las tierras y se quedaban con todas las riquezas. Lo más grave es que lo hacen sin argumentos, ni inteligencia, ni conocimiento, ellos actúan con violencia, solo por amor al poder y al dinero. Hoy no les importa la opinión de la ciudadanía, solo lo que ellos digan y quieran hacerle al país. Lo hacen porque están seguros que el pueblo no reaccionará, saben que los tienen amaestrados, domesticados, esclavizados, avasallados para que les diga que sí a todo lo que quieran. 

Es preocupante que, ante la gran cantidad de denuncias de corrupción y desfalco, los colombianos no actúen, no protesten, es como si todo lo que han hacho hubiera pasado en otro país, en otra dimensión o en otra galaxia, es como si no fuera con ellos, como si el dinero que se embolsillan no saliera de los impuestos que ellos pagan, no les importa quedarse sin salud, educación vivienda o cualquier otro derecho. No, no les afecta, quieren seguir viviendo así. Es muy alarmante lo que vemos a diario. Tampoco actúan, ni les exigen cuentas a congresistas, diputados, concejales y ediles por los que depositaron su voto y ya estando en los cuerpos legislativos, los traicionaron, les mintieron o los engañaron. Muchos de estos “padres de la patria o aspirantes a serlo, hacen todo lo contrario a lo que prometieron abiertamente, sin tapujos y ningún elector les dice “ni mu”. 

Mientras todo esto está sucediendo, muchos sectores de la izquierda o el progresismo no han resuelto aún el dilema si primero fue el huevo o la gallina. No actúan, se la pasan sentados en una cafetería, en las redes sociales, o en charlas eternas, viendo a ver en qué se equivocó Petro, qué incumplió, según ellos, para “darle duro”, porque se creen con la verdad revelada. Están seguros de ser los únicos que sí saben cómo se resuelven los problemas nacionales, pero solo hablan, no hacen nada y su activismo se reduce solo criticar, mientras que la ultraderecha está unida y actuando en contra de la democracia. 

La esperanza, repito lo escrito en otras columnas, está en los jóvenes que sí saben lo que quieren y conocen como hacerlo o por lo menos lo intentan, esos que apoyan al gobierno, que defienden a las madres de las víctimas, que denuncian la corrupción, los robos y los desfalcos, que, a pesar de no tener medios, se los inventan sin esperar nada a cambio, sin ponerle condiciones al gobierno, están comprometidos en difundir la verdad y solo por amor al país. A ellos les debemos mucho de lo que se ha sabido, la difusión de las noticias que tratan de tapar los medios corporativos y que cuando hay que salir a apoyar lo hacen conscientes de lo que le espera al país si regresa la barbarie, los asesinatos, los mal llamados falsos positivos, las desapariciones y todo lo que el país ha conocido, pero se resiste a aceptar.

https://www.facebook.com/share/v/15pRZxcjUQ/

https://youtu.be/9j6g0rdwhtQ?si=SB2p_eS3vmj1Nrzq

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domingo, enero 19, 2025

A Colombia la está matando la (falta de) pereza


Imagen tomada de: https://www.instagram.com/tips.empresariales/

La pereza es la chispa oculta de la motivación.

En un mundo obsesionado con la productividad, reivindicar la pereza puede sonar a blasfemia. Pero, aunque sea polémico, me parece clave afirmarlo: la pereza no solo es necesaria, sino que es la chispa oculta de la innovación. Mientras el culto a la disciplina nos arrastra por horarios estrictos y rutinas repetitivas, es en esos momentos de "hacer nada" donde realmente se gesta el futuro. 

En Colombia, el culto a la explotación laboral ha alcanzado niveles alarmantes. Aquí, trabajar horas extra sin compensación no es visto como un abuso, sino como una medalla de honor. Se glorifica el "echarle ganas" sin importar los costos personales, y cuestionar esta dinámica es casi un acto de traición. En relación a ello, las tasas de burnout y enfermedades mentales cada vez son más altas en el país. 

Pensemos en el plano personal. Cuando nos permitimos descansar, divagar o simplemente procrastinar con estilo, algo curioso sucede: nuestro cerebro empieza a conectar puntos que parecían inconexos. Aprender algo nuevo, leer por placer o incluso ver memes no es una pérdida de tiempo; es una inversión en creatividad. Las grandes ideas no surgen en maratones de trabajo sin fin, sino en esos momentos de ocio en los que la mente divaga libremente. Desconectarse es una forma de recargarse. 

En el ámbito organizativo, la historia no es muy diferente. Empresas atrapadas en la trampa de la "productividad" terminan optimizando lo ineficiente: más reuniones, más KPIs, más burnout. En cambio, aquellas que valoran los espacios para la experimentación y el aprendizaje fuera de las tareas rutinarias generan verdadera innovación. La rigidez y la repetición matan la creatividad, mientras que el tiempo disponible para explorar caminos nuevos permite optimizar procesos y encontrar soluciones frescas. 

Esta misma lógica aplica al sector público, donde la innovación es urgente pero frecuentemente asfixiada por la burocracia y la repetición de prácticas obsoletas. Crear espacios para el pensamiento libre y el aprendizaje fuera de las estructuras tradicionales podría ser la clave para resolver problemas de políticas públicas con soluciones novedosas y eficientes. Sin tiempo para pensar de forma creativa, las instituciones públicas corren el riesgo de perpetuar sistemas ineficientes en lugar de transformarlos. 

Así que, si aún dudas del poder de la pereza, mira a tu alrededor. ¿Cuántas veces una idea brillante ha surgido en una reunión programada? Probablemente menos de las que han nacido en una caminata sin rumbo o una conversación aparentemente trivial. La innovación no responde a horarios; responde a la libertad de pensar sin presión. 

Reivindicar la pereza no significa abdicar de la responsabilidad, sino entender que el tiempo no estructurado tiene un valor incalculable. Lejos de ser el villano que la narrativa productivista nos ha vendido, la pereza es la heroína silenciosa que nos permite optimizar lo que hacemos y cómo lo hacemos. Así que, la próxima vez que alguien te acuse de holgazanear, simplemente sonríe: podrías estar cocinando la próxima gran idea que cambiará el mundo. 

Las opiniones de los columnistas son de su exclusiva responsabilidad.  Les invitamos a leer, comentar, compartir y a debatir con respeto.

*Columnista invitado: Consultor, análisis y visualización de datos y uso de IA 
 

miércoles, enero 08, 2025

El mundo está hecho un sancocho de locos

Por: Germán Navas Talero y Pablo Ceballos Navas

Editor: Francisco Cristancho R.

Al frente de una guerra que nos hace temer por el regreso de la confrontación global está un ex-payaso que funge como dictador, como quiera que; permanece en el cargo aún vencido su periodo constitucional, y quien goza del apoyo decidido e irrevocable de varias potencias mundiales. De un bufón depende si continúa la guerra en Europa. 

La salud mental del planeta inquieta y preocupa. En Nueva Orleans un hombre en quiebra y sin esperanzas empleó un par de anteojos ‘inteligentes’, creados por una gigante tecnológica, para grabar el recorrido que luego haría a bordo de una pickup con la que arrolló a decenas de transeúntes y asesinó a catorce personas. A unas horas de vuelo, en el norte de Alemania, otro hombre ejecutó conducta similar en un mercado navideño, forzando al recuerdo de los peores momentos del terrorismo islamista en Europa. Y a escasos kilómetros de donde estamos, en San Vicente de Chucurí y en Garagoa, hay individuos que deciden abandonar una vida bucólica en el pueblo para luchar una guerra ajena en Ucrania, llevando consigo las mañas o ‘malas prácticas’ que derivaron en ejecuciones extrajudiciales, pactos ilegales y toda suerte de abusos de poder protagonizados por la fuerza pública durante el conflicto armado interno.

Debe ser objeto de indagación por nuestras autoridades que haya alrededor de doscientos nacionales colombianos prestando servicios ‘militares’ en Ucrania, que incluyen, entre otros, el homicidio (de militantes contrarios y, con o sin intención, probablemente también de civiles), el desplazamiento de la población local y el uso de armamento de guerra avanzado sin mayor –por no decir ningún– control.

En un artículo publicado por El Espectador, firmado por G. Jaramillo Rojas y que dicho sea de paso está muy bien escrito, se relata la experiencia de “Chucurí” en la guerra rusoucraniana, que bien puede resumir la de los demás “legionarios”: la necesidad en casa, la promesa de una paga relativamente buena, una convicción espuria de servir a un bien mayor –siempre que el cheque hiciera canje–, una decepción, el engaño y el retorno. A juzgar por los testimonios de este y otros entrevistados, Zelenski no solo es un payaso, sino también un trapacero mala paga.

Aunque uno pueda compadecerse de los connacionales por la trampa o por el trauma que seguramente produjo en ellos la experiencia del combate, queda uno con la pregunta de cómo es posible que un colombiano –quien al igual que nosotros ha podido conocer y constatar desde la infancia los efectos de la guerra– no esté prevenido de lo que vendrá cuando se inscribe como “legionario” para batallar contra una potencia armamentista. ¿Qué esperaban que les ocurriera? ¿Pensaron que les concederían tratamiento de dignatarios extranjeros, como sugiere la publicidad del gobierno ucraniano? Pues claro que no, los ucranianos pagaron por un servicio y se aseguraron de que su contratista prestara este a satisfacción, sin ninguna otra consideración.

Volviendo a estas latitudes, coincidimos con la opinión de la doctora Diana Guzmán, directora de Dejusticia, quien en entrevista con El Espectador sostuvo que en medio de la pugna entre las altas cortes (a nuestro juicio los impulsores de la controversia) y el presidente de la República cayó la elección de procurador, en la que “prevaleció la idea de ‘hay que ganarle al presidente’”, hecho que califica de “malo y negativo para las propias cortes, pues para que puedan funcionar bien tienen que estar abiertas al escrutinio público”. Agregó que esta labor también le corresponde al presidente y en ello las cortes también desempeñan “un papel muy importante”.

En nuestro concepto, la plana mayor del poder judicial se ha equivocado de cabo a rabo: ante un ejercicio ciertamente precario de su labor en los últimos años, los presidentes de las altas cortes decidieron participar en política –aunque haya quienes crean que un magistrado polemizando con el presidente a través de la prensa es una muestra de “independencia judicial”– y con el peor tino, pues es este uno de los gobiernos más cercanos a su causa. Prueba de ello la sanción de la reforma a la ley estatutaria de administración de justicia, por medio de la cual se concedió una reserva presupuestal –ajena a cualquier contingencia– del tres por ciento (3%) del presupuesto nacional para los gastos de funcionamiento e inversión de la Rama Judicial, librándolos de la penosa y nada sencilla petición de más dinero para cubrir faltantes, año tras año.

Veremos si el cambio de liderazgo en las altas cortes traerá consigo figuras menos obstinadas, más dialogantes, que tengan el conocimiento y la voluntad para hacer cumplir el mandato de colaboración armónica que impone la Constitución.

Gracias por continuar leyéndonos.

Las opiniones de los columnistas son de su exclusiva responsabilidad.  Les invitamos a leer, comentar, compartir y a debatir con respeto.

Esta nota fue publicada originalmente en SoNoticias y es compartida con la comunidad de La Conversa de Fin de Semana, gracias a la generosidad del periodista Hernán Riaño.

jueves, enero 02, 2025

Un saboteo económico a toda marcha*

 

Por:  Consuelo Ahumada 

El atentado contra el manejo de las finanzas públicas es clarísimo, precisamente cuando se acerca el período electoral

*Teniendo en cuenta que, como consecuencia del sabotaje económico perpetrado por la oposición de derecha, a las propuestas económicas del gobierno nacional de Colombia, éste obligatoriamente tendrá que hacer importantes recortes presupuestales que afectarán intereses como los de las EPS y, ante la intensificación de la campaña de desinformación y manipulación ejecutada por la prensa tradicional colombiana; estimamos conveniente compartir con la comunidad de La Conversa de Fin de Semana, esta nota publicada originalmente en SoNoticias.

El año que está por terminar ha sido el más difícil para el gobierno del Cambio. Una oposición enardecida y apuntalada por sus poderosos voceros mediáticos no ha escatimado esfuerzo para destruirlo y difamarlo, tratando así de desmoralizar a las mayorías populares que lo eligieron.

Algunos sectores le siguen apostando a sacarlo de la presidencia a como dé lugar. Ya veremos qué pasará con el arranque en firme de Trump.

El frente económico ha sido especialmente duro. De hecho, la lucha por la apropiación y destinación de los recursos públicos es la disputa fundamental en todas sus reformas estratégicas. La vieja oligarquía y los neoliberales, dueños y señores de la tierra y de los negocios, se resisten a ceder parte de sus privilegios para permitir que se sienten las bases de la transformación social.  

Los economistas adocenados, algunos llenos de títulos, varios de ellos exministros/as, se pronuncian contra el caos, le auguran los peores desastres. Lo responsabilizan de todo y todo lo cuestionan. A falta de argumentos, vienen los adjetivos, los insultos.

Para nada importa que, de acuerdo con la revista The Economist a la que tanto invocan, Colombia fuera catalogada como la sexta mejor economía entre los 37 países de la OCDE en 2024.

Pero entremos en materia. Hace dos semanas, pocos días antes de finalizar las sesiones del Congreso, la estrategia financiera del gobierno recibió un durísimo golpe.

Las comisiones económicas de Senado y Cámara archivaron, sin siquiera discutirlo, su proyecto de ley de financiamiento. Meses antes, en un hecho insólito, el Congreso se había negado a la discusión y aprobación del Proyecto de Presupuesto Nacional (PPN) de 2025, presentado inicialmente por $523 billones de pesos.

Durante los últimos meses, la comisión interparlamentaria de crédito público se negó a sesionar para facilitarle al gobierno el manejo de la deuda.

Durante el período de gobierno, la Junta Directiva del Emisor se ha resistido a bajar las tasas de interés al mismo ritmo de la caída de la inflación, para propiciar la reactivación económica.

Ante la reciente decisión de las comisiones económicas del Congreso, el presidente señaló con precisión: “Pudiendo evitarlo, la oposición nos lleva al default, solo para ver si perdemos las elecciones del 2026. No les importa el bienestar de la gente”. Un golpe profundo a la economía nacional y al pueblo, agregó.

La imagen de la eufórica celebración de los congresistas responsables de su hundimiento parece sacada de la afamada película de Buñuel, “El discreto encanto de la burguesía”.

Miguel Uribe, senador y precandidato de la ultraderecha, nieto del tristemente célebre expresidente Turbay Ayala, admirador de Bukele y autor de la ponencia de archivo, expresó en medio del delirio: “Lo logramos, tumbamos la ley de financiamiento salvamos los bolsillos de los colombianos”.

Cuánto cinismo y falsedad. Como lo señala Planeación Nacional, el presupuesto presentado para 2025 refleja los compromisos del Plan de Desarrollo, construido por primera vez con amplia participación comunitaria y territorial.

El atentado contra el manejo de las finanzas públicas es clarísimo, precisamente se acerca el período electoral. Petro sabe que para darle continuidad a su proyecto político requiere los recursos para concretar las reformas. Pero hay una apuesta clara de la oposición por su fracaso y por el retorno de la ultraderecha.

La Corte Constitucional “descuartizó”, como señaló Petro, la reforma tributaria aprobada dos años atrás. Una reforma en contravía de las recetas neoliberales, ejemplo para todo el continente. “Le quitaron precisamente la progresividad que ordena la Constitución al quitarle 6 billones anuales en impuestos que debían pagar petroleras y carboneras”, señaló.

No puede haber duda, entonces, del saboteo institucional, del “golpe parlamentario”.  

La presentación simultánea del PGN y de una Ley de financiamiento también la hicieron los mandatarios anteriores. Pero como se trata de Petro, la consigna era bloquearlo.

El artículo 347 de la Constitución faculta al Gobierno a tramitar una ley de este tipo cuando los ingresos previstos no sean suficientes para atender los gastos mínimos que el Estado requiere para mejorar las condiciones de vida de la población.

Al mismo tiempo, le apunta a la sostenibilidad de las finanzas públicas, con la Regla fiscal. Una imposición neocolonial, a rajatabla y sin contemplaciones, del FMI, agreguemos.

Debido a las restricciones macroeconómicas y fiscales, resultantes de deudas heredadas de gobiernos anteriores, en especial el de Duque, debió presentarse una ley de financiamiento para garantizar las inversiones fundamentales.

Recordemos que el PGN contempla tres rubros: funcionamiento, deuda externa e inversión. Los dos primeros son bastante inflexibles, por lo que la inversión social es el rubro más afectado.

Se trataba de proveer recursos de inversión para 26 sectores estratégicos para las personas más pobres: economía popular y créditos asociados, mejoramiento de vivienda, acueductos, educación pública, desarrollo de energías renovables, subsidio a los servicios públicos, en particular las tarifas de energía.

Se contemplaba también la reactivación del sector agrario, exenciones del IVA al turismo en municipios de menos de 200,000 habitantes, la reducción de impuestos a los industriales. Todo con miras a la reactivación económica.  

Se proponía impuesto para grandes patrimonios, para el poderosísimo sector de las apuestas y juegos de azar.

Señaló el presidente: "Hundieron una ley de financiamiento que bajaba las tarifas al pueblo, que estimulaba las energías limpias. Traicionaron al empresariado que dicen defender. Maldito el parlamentario que, a través de las leyes, destruye la prosperidad de su propio pueblo". 

Por último, señaló: “La crisis presupuestal no la pagará el pueblo. El recorte no se hará de manera alguna sobre los programas centrales del gobierno. Quienes pensaban desfinanciar los programas centrales de la justicia social que ya ha sacado millones de personas de la pobreza y el hambre, fracasaron”.

PS: Cuando esto escribo, no se conoce todavía el incremento del salario mínimo. Por el bien de los trabajadores y trabajadoras y de la reactivación económica, debería acercarse al porcentaje planteado por las centrales obreras. El de México es un buen precedente.   

A mis fieles lectores y lectoras les deseo felices fiestas y que 2026 les traiga muchas satisfacciones, personales y colectivas.

jueves, diciembre 26, 2024

Popurrí de fin de año


Por: Germán Navas Talero y Pablo Ceballos Navas

Editor: Francisco Cristancho R.

Indignación nos produce el silencio del alcalde de Medellín y del gobernador de Antioquia luego del descubrimiento de los restos de tres desaparecidos en territorio de su jurisdicción, mientras que solo asco suscita las declaraciones del expresidente Uribe

A los colombianos nos tienen mal acostumbrados: aquí hay quienes legitiman destruir los ecosistemas; desviar los cauces de agua hasta secarlos; matar tantos animales como sea posible y, en general, hacer prevalecer la voluntad humana a riesgo de acabar con todo. Por ello nos sorprende que exista un lugar sobre la tierra en el que exista un consenso respecto del valor de la naturaleza y su estrecha dependencia con la existencia humana. Ese lugar está en las Islas Galápagos.

Como la actualidad no da espera, incluso en época navideña, vemos con preocupación el avance de los denominados ‘europillos’. Si no han escuchado de ellos, aquí les contamos: corresponde al calificativo dado por un periodista a algunos líderes de origen europeo que, según él, estarían imposibilitando cualquier acuerdo para el cese o la terminación del conflicto entre Ucrania y Rusia. Resulta que no son pocos ni carecen de influencia, por el contrario, son actores de la mayor relevancia e incidencia. Y ni qué decir de Zelensky, el sujeto a quien por azar –e infortunio de sus conciudadanos– le tocó afrontar la guerra con su bagaje de payaso y comediante de televisión, oficios en los que ha podido ahondar durante el ejercicio del cargo como presidente.

Aunque a nosotros nos cause grima, solo podemos imaginar lo que debe provocar en un gringo esta guerra sin sentido, que se lucha a miles de kilómetros de su país, pero se financia con los impuestos que debe sufragar sin lugar al disenso. Es por ello que a nosotros no nos resulta extraño ni improcedente el reclamo de miles de estadounidenses al presidente electo, quien además coincide con ellos: es momento de terminar el conflicto ruso ucraniano o al menos de cesar la intervención de actores distintos a las naciones en contienda.

De vuelta a nuestro país, sensaciones y emociones contrapuestas nos suscita el descubrimiento de cuerpos en La Escombrera. Por una parte, nos llena de alegría y satisfacción que, gracias a la labor de las instituciones pertenecientes al Sistema de Verdad, Justicia, Reparación y No Repetición (SIVJRNR), hoy concluya la incertidumbre de quienes buscaban a sus allegados. Dolor nos causa que sus restos estuvieron siempre allí, en ese pedazo de montaña situado en una de las principales ciudades del país, y que yacieron durante años, incluso tras las denuncias de líderes como Piedad Córdoba y el Movice, que datan de 2010, quienes advirtieron e insistieron en que ese lugar había servido como fosa común para los grupos paramilitares y las fuerzas de seguridad del Estado.

Indignación nos produce el silencio del alcalde de Medellín y del gobernador de Antioquia luego del descubrimiento de los restos de tres desaparecidos en territorio de su jurisdicción, mientras que solo asco suscita las declaraciones del expresidente Uribe, para quien este triunfo del SIVJRNR –y la victoria para la humanidad que trae consigo– es otra oportunidad para tachar de ilegítima y politizada a la JEP. Y, por último, impera entre los involucrados en la búsqueda el sentimiento de inquietud, pues es probable que las estimaciones sobre el número de cuerpos que esperan ser encontrados allí sea menor a la realidad y por tanto se precisen mayores recursos –y más tiempo– para el reencuentro de estos restos con la humanidad de la que fueron despojados. En el entretanto, deseamos extender nuestro respaldo y admiración a quienes dedican su tiempo, experticia y energía en esta labor que nos enaltece como nación y con la cual nos acercamos –aunque tímidamente– a la verdad sobre la Operación Orión y otras empresas criminales que el Estado desplegó o consintió en la ciudad de Medellín.

Siendo esta la última columna del año, aprovechamos para agradecerles por su tiempo y fidelidad, y deseamos para ustedes y sus familias una buena Navidad, y el mejor año por venir. ¡Felices fiestas!

Adenda: en una nota alegre, Germán estuvo en un sitio encantador que desea todos tengan la fortuna de visitar: se trata del Parque Nacional Galápagos ubicado en el archipiélago homónimo, un oasis de tranquilidad en el que prevalece el bienestar de los animales y se asegura un equilibrio entre las actividades económicas y el ecosistema privilegiado en que aquellas tienen origen. Destaca en particular la calidad de los proveedores de servicios turísticos, quienes reconocen que deben ser cuidadosos con la experiencia de cada visitante, en una expresión de cuidado al turista, opuesta a la de los cocheros cartageneros o los vendedores de El Rodadero (por mencionar algunos de los tantos ejemplos que nosotros y ustedes conocemos). En las Galápagos usted es casi tan sagrado como las legendarias tortugas gigantes, así que si está dentro de sus posibilidades e intereses considere visitar este paraíso en la tierra.

¡Hasta la próxima!

Las opiniones de los columnistas son de su exclusiva responsabilidad.  Les invitamos a leer, comentar, compartir y a debatir con respeto.

Esta nota fue publicada originalmente en SoNoticias y es compartida a la comunidad de La Conversa de Fin de Semana, gracias a la generosidad del periodista Hernán Riaño.

jueves, diciembre 19, 2024

En Colombia la sal se corrompió

 

Por: Hernán Riaño

La frase "la realidad supera la ficción" es pertinente en el contexto actual de Colombia, donde un magistrado recién elegido ha optado por no posesionarse ante el presidente de la república; una situación preocupante, especialmente considerando los rumores sobre posibles intentos de golpe de Estado contra el gobierno nacional de Gustavo Petro.

En diciembre de 2.023, escribí una columna titulada “Cuando la sal se corrompe”, llamando la atención sobre las actuaciones de las mal llamadas “altas” cortes, que de altas no tienen nada, porque perdieron toda su dignidad, imparcialidad y defensa de la Constitución y las leyes como es su obligación (1).

Hace un año, sus decisiones en contra del pueblo y solo contra pueblo, las tomaron hacerle daño al primer gobierno democrático de nuestro país, dejaron ver como estas cortes fueron cooptadas por Álvaro Uribe Vélez y la ultraderecha colombiana para garantizar que los postulados neoliberales mafiosos tuvieran una continuidad en el tiempo y que los ciudadanos no pudieran acceder a los derechos constitucionales y humanos. Eso se vio, para dar un solo ejemplo, con la derogación de los decretos de emergencia para la Guajira, que solo pretendían llevarle agua y alimentos a una de las regiones más golpeadas por la corrupción y el despojo de los dineros públicos que debieran ser dedicados al bienestar de los habitantes de esa región ancestral. Otras decisiones que perjudicaron ampliamente la recuperación del país fueron viéndose a lo largo de estos más de dos años del gobierno Petro.

Pero lo visto en estos últimos días pareciera mentira, por eso el dicho de que la realidad supera la ficción viene como anillo al dedo en esta coyuntura. Que un “magistrado” recién elegido decida no posesionarse ante el primer mandatario de la república y que el presidente avale y justifique dicha acción es muy delicado (2), con la situación actual del país y los rumores o ¿acciones? de golpe de Estado en contra del señor presidente de la república, que se están ventilando en Colombia. Que el mismo presidente de la corte suprema de justicia, supuestamente, oculte su declaración de renta además de muchos otros actos bochornosos, son hechos muy delicados por las consecuencias que puedan tener en una sociedad débil, democráticamente hablando, como la nuestra (3). Porque ellos deben ser el ejemplo de pulcritud, transparencia e independencia de todos los colombianos, ellos son los que marcan el ejemplo de decencia para que los demás ciudadanos no justifiquen actos similares diciendo: “¿si eso lo hizo el presidente de la corte, por qué yo no puedo?” degradando aún más la frágil convivencia que aún podamos tener.

Lo grave del hecho es que las cortes están en una guerra silenciosa contra el pueblo colombiano, que personifican en Gustavo Petro, obedeciendo el mandato de los partidos de ultraderecha y el “innombrable” para bloquear cualquier acción del gobierno del cambio en contra de los colombianos, que redundaría en una pérdida de popularidad del presidente y facilitaría el tan anhelado golpe blando que tanto quieren para volverse a lucrar de los dineros de los impuestos que han usufructuado por tanto tiempo y que Petro ha denunciado a lo largo de su vida pública (4). Se dedicaron a hacer política en favor de la ultraderecha, ese es un hecho irrefutable, pero lo que deberían hacer es administrar justicia, que es la garantía de la democracia. No quisieron recibir una condecoración para la corte suprema por sus valerosas actuaciones en la lucha narco paramilitar, aduciendo que se estaba violando la independencia judicial. Además de todo, faltos de inteligencia, ya que la condecoración no era para ellos como personas sino a la institución por sus actuaciones del pasado en contra del narcotráfico y el paramilitarismo, pelaron el cobre, como se dice popularmente (5).  

Otro hecho que se vio el día 12 del presente mes y en una acción sorpresiva, aleve y traicionera, el congreso decidió hundir la llamada ley de financiamiento que propuso el ejecutivo para garantizar los dineros necesarios para el funcionamiento del Estado durante el 2.025, con una propuesta de archivo del senador ultra uribista-derechista, el delfín Miguel Uribe Turbay, solo para desfinanciar al gobierno y que no pueda cumplir con todas las metas sociales. Lo celebraron con un descaro inusitado, como si hubieran logrado un trofeo mundial, lo que realmente hicieron fue negar subsidios a los más pobres, rebaja de impuestos a las medianas y pequeñas empresas, la posibilidad de recuperar impuestos atrasados y que estos empresarios se pusieran al día, atacar el sector turístico al no aprobar exenciones para el sector y para las energías limpias (6). Este proyecto de ley tuvo que proponérsele al congreso ya que la corte constitucional “tumbó” parte de la reforma tributaria anterior, incluido el artículo que pretendía cobrarles impuestos a las multinacionales minero-energéticas (7). Muchos dicen, incluyendo al presidente, que la tumbaron para golpear a Petro, pero a quienes realmente perjudicó fue a los pobres de Colombia. Lo que más aterra es que ¡la tumbaron sin leerla!, ya lo habían anunciado los de los partidos de la oposición incluyendo a Efraín Cepeda, presidente del Senado, que dijo, que no iban a permitir la aprobación de las reformas, demostrando su alto grado de ignorancia y sus intereses oscuros en contra del gobierno. 

Parlamentarios traidores que se hicieron elegir con las banderas de reivindicación de los derechos de los colombianos, unidos con los de la ultraderecha, no solo votaron para el hundimiento de la ley de financiamiento, sino que han demandado leyes sociales ya aprobadas, se oponen a las reformas, no hacen quórum, no trabajan, solo gritan y ofenden a todo el que se atreva a cuestionarlo; dejan un panorama muy triste de la calidad de las personas por quienes votaron colombianos, muchos vendiendo sus votos u obedeciendo a sus patrones, costumbre causada por el neofeudalismo que impera en el país desde la colonia española o por simple odio a Petro. Este congreso, salvo las excepciones muy honrosas de la mayoría de los parlamentarios de gobierno, aunque no la totalidad, es otro ingrediente para demostrar el odio a los pobres que les tienen las élites que mantienen el poder  y que no quieren que el progresismo continúe por la senda de recuperación económica de Colombia después de la debacle de los “narcogobiernos” incluido el de Cesar Gaviria, que sumieron a Colombia en la miseria y que el señor presidente Gustavo Petro está tratando de sacar por todos los medios.

Se une la procuraduría, en manos de Margarita Cabello Blanco que, con sus acciones durante el gobierno actual y a escaso un mes de dejar la entidad, ha hecho todo lo posible por bloquear desde ese ente administrativo de control a los funcionarios que hacen su trabajo, cumplen con su función y además denuncian las barbaridades en materia económica, social y de derechos humanos cometidas por esos mismos sectores de las derechas colombianas. 

La elección de Álvaro Hernán Prada como presidente del CNE, ante una renuncia de Lourduy, es otro hecho relevante, ya que Prada, quien está siendo juzgado por supuesta compra de testigos, es enemigo declarado de Gustavo Petro y fue ponente de la proposición de investigación al señor presidente de la república, por mentirosas acusaciones del mismo Prada.

Como podemos concluir, ya no les da pena demostrar quienes son y de qué lado están, no disimulan sus verdaderas intenciones de acabar con este gobierno, de seguir esquilmando el erario y, una cosa muy importante, evitar que se sigan destapando todos los robos, los asesinatos, los mal llamados falsos positivos y en general todos los delitos en que ha incurrido la ultraderecha colombiana.

La conclusión de este episodio reciente, y que parece ya colmó la paciencia de muchos colombianos, es que como se dice popularmente la “pelota paso al campo” del pueblo. ¿Qué harán los colombianos ante tanta afrenta e irrespeto a su dignidad? Esperemos a ver qué acción toman, sobre todo los jóvenes quienes son los que, tristemente, deben luchar por su futuro. De no defender su gobierno, muy trágico será su futuro y el de sus hijos, como lo sentenció hace muchos años Jaime Garzón.    

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Esta columna fue publicada originalmente en SoNoticias y compartida con la comunidad de La Conversa de Fin de Semana, gracias a la generosidad del periodista Hernán Riaño


(1) https://sonoticias0.wordpress.com/2023/12/15/cuando-la-sal-se-corrompe/

(2) https://www.asuntoslegales.com.co/actualidad/ose-urbano-martinez-toma-posesion-como-magistrado-corte-suprema-de-justicia-4014646

(3) https://www.youtube.com/watch?v=ii-EVkEBZAY https://x.com/JuanPoe/status/1866559256490627583

(4) https://www.facebook.com/share/p/15ghn1Y4to/

(5) https://www.youtube.com/live/kKsJtCg19e4

(6) https://x.com/derlilopeza/status/1867052012044726413

(7) https://www.eldiario.com.co/noticias/colombia/corte-constitucional-tumbo-impuesto-de-regalias-a-petroleras-y-mineras/  https://www.sur.org.co/polemico-fallo-de-la-corte-constitucional-deroga-la-prohibicion-de-deducir-regalias-en-el-impuesto-de-renta/ https://x.com/petrogustavo/status/1867208361923535296?ref_src=twsrc%5Etfw%7Ctwcamp%5Etweetembed%7Ctwterm%5E1867208361923535296%7Ctwgr%5E753b4e371788a8009dd061632efda83f356e8b3c%7Ctwcon%5Es1_&ref_url=https%3A%2F%2Fwww.vocescolombia.com%2Fpetro-reacciona-al-hundimiento-de-la-ley-de-financiamiento-anuncia-ajustes-tributarios-y-promete-proteger-programas-sociales%2F


jueves, diciembre 12, 2024

La “denuncia” de Ricardo Bonilla a la Fiscalía

Por: Yezid García Abello

La ultraderecha, a través de los grandes medios de comunicación, tiene en marcha un cerco mediático cuyo objetivo es contribuir a impedir el funcionamiento del gobierno y del presidente de la República.

Ha llegado a extremos insospechables la manipulación de la información presentada a la opinión pública por Caracol y Blue Radio sobre la renuncia del exministro de Hacienda Ricardo Bonilla. Se ha pretendido presentarla como una retaliación del presidente Petro por haber “denunciado” ante la Fiscalía, por presuntas presiones indebidas en unos contratos, al presidente de Ecopetrol Ricardo Roa y a Nicolás Alcocer, hijo del primer mandatario. 

Lo que hizo Bonilla, como es la obligación legal de cualquier funcionario público, fue trasladar en octubre a la Fiscalía una denuncia anónima que llegó a su despacho el 28 de septiembre y de la cual estuvo enterado el presidente Petro desde que llegó a manos del exministro. Hay una carta remisoria del traslado de la denuncia firmada por Bonilla el 24 de octubre, carta pública que desde esas fechas estaba en poder de los medios y que estos guardaban para hacerla pública en las circunstancias que más daño le hiciera la calumnia al gobierno. Esa oportunidad se les presentó por la renuncia conocida. 

Para la prensa honesta y para la opinión pública este vergonzoso episodio debe servir para ratificar una vez más que la ultraderecha, a través de los grandes medios de comunicación, tiene en marcha un cerco mediático cuyo objetivo es contribuir a impedir el funcionamiento del gobierno y del presidente de la República. Es una de las varias ofensivas por derribar un gobierno que ha propuesto cambios sociales y económicos que la oligarquía colombiana no quiere permitir. Por dos años y cuatro meses se ha calumniado al gobierno nacional y al presidente en los titulares y en las “últimas horas”, y se rectifica, a las semanas, en los espacios menos destacados, los de menor sintonía. 

Sobre la denuncia anónima y como una prueba más de la desinformación de los medios mencionados, su mala fe y su falta de ética periodística, pasan por alto que la denuncia anónima se refiere a un contrato firmado por la empresa de la represa de Urrá en Córdoba y el consorcio Luxim-Power China, y a otro contrato con Power China para construir una granja solar para Reficar/Ecopetrol, firmados en 2021, en el gobierno de Duque y bajo la anterior presidencia de Ecopetrol de Felipe bayón. 

Estos hechos están suficientemente explicados en un mensaje por la red X del presidente. No tardará la Flip y la ultraderecha en acusar al mandatario, por defenderse y aclarar los asuntos, de limitar la libertad de prensa.

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lunes, diciembre 02, 2024

¡Petro, venga a limpiar la caca del perro!

Por: Hernán Riaño

El gobierno de Duque llevó a Colombia al borde de una crisis económica, evidenciada por su endeudamiento desmedido durante la pandemia. El expresidente otorgó miles de millones a grupos económicos amigos, EPS y fondos de pensiones, beneficiando a sus allegados y aprovechándose de la confianza de los ciudadanos.

Para nadie decente es un secreto la situación en que la ultraderecha de la mano del uribismo y del gobierno de su pupilo más reciente, Iván Duque, dejaron al país. Poco a poco hemos ido conociendo los robos, desfalcos, desvíos de dineros, incumplimientos, demoras y bloqueos en el manejo de los dineros de los colombianos, de las obras del país y de la solución a los problemas de la ciudadanía, que con el ascenso al poder de esta élite ultraderechista se agravó y nos dimos cuenta de que no tienen límites ni escrúpulos. Todos unos expertos en desaparecer y embolsillarse la plata que no es de ellos. Casos como Chambacú, Foncolpuertos, Ferrocarriles Nacionales, Reficar, Odebretch, el desangre continuado de los dineros destinados a la salud por las EPS, fondos de pensiones, endeudamientos nacionales y extranjeros, SAE, y obras públicas de todo nivel, solo para nombrar muy pocas, pero que muestran la radiografía de cómo han saqueado a Colombia.

Petro asciende al gobierno, opino yo, sin saber plenamente las situaciones que debía afrontar fruto de años de abuso del país por estos sectores de las derechas colombianas y en muchos casos multinacionales. Además, porque, en el empalme, el gobierno Duque se cuidó en ocultar muchos de estos hechos. Con el coraje que lo ha caracterizado empezó a enfrentar y solucionar los problemas que le dejaron, pero con el agravante que cada que incursionaban en un sector encontraban corrupción y desfalco. Todos los días, Colombia empezó a conocer la realidad de la situación que el gobierno democrático de Gustavo Petro debía solucionar por cuenta de las manos largas de los partidos y empresarios de la ultraderecha. 

Pero no solamente habían desfalcado al país, sino que ahora como “oposición inteligente”, como se autodenominaron, y como estrategia para que no se averiguara toda la verdad, ayudados por sus medios de comunicación, calumnian, mienten, inventan y hacen toda clase de malabares para tapar los hechos de robo y corrupción. Y esto último ayudados por el cada vez más pequeño ejército de estúpidos que los sigue ciegamente. 

Pero, además de esa sucia estrategia, y ante los resultados positivos de nuestro gobierno en solucionar todos los entuertos, se dedicaron primero, a abrogarse las soluciones de Petro como propias, como lo mostré en la columna anterior, y luego se dedicaron a presionar al mandatario para que solucionara “de una vez” los desafueros que por más de 200 años han dejado los corruptos que nos han gobernado. 

Se inventaron la matriz informativa, de que, con ellos, nuestro país era el de las mil maravillas, que éramos una nación sin problemas, que antes que Petro vivíamos en Europa o Japón que todo era abundancia y felicidad, que aquí no había pobres ni miserables, que ese era un invento de los mamertos. Y lo más grave es que los estúpidos uribistas pobres están convencidos de eso, que ellos son ricos a pesar de que les quitaron todo: la salud, la comida, la vivienda, todo; muchos de ellos viven con un salario mínimo y la gran mayoría sobrellevan su existencia del rebusque, situación a la que los llevaron esos padres de la patria. El relato mediático incluye que todos los problemas del país fueron causados por los que hasta ahora llegaban al gobierno y que ellos, las derechas, son la solución a esos problemas que ellos mismos crearon. 

La situación de Colombia es muy grave. Las andanzas del gobierno Duque nos dejó al borde de una catástrofe económica. Lo ha demostrado el señor presidente con los datos sobre el endeudamiento sin medida y a escondidas realizado por el más aventajado de los alumnos de Uribe por cuenta de la pandemia. Billones de pesos que entregó a grupos económicos y empresarios, a las EPS, a los fondos de pensiones a sus amigotes y allegados aprovechándose de la buena fe de los colombianos.

No les importa haber dejado a Colombia en una de las situaciones más delicadas de nuestra historia. Su cinismo es tal que presionan para que esos desafueros sean solucionados, como decíamos antes, en el término de la distancia.  Incumplido le dicen, porque él prometió tal o cual cosa y lleva ¡dos años! Y no ha solucionado. Si arregla un problema de un sector, sale un “vocero” de otro sector a gritar: ¿A ellos porque sí y a nosotros por qué no? O ¿A nosotros para cuándo? 

Es cierto, hay muchas regiones de Colombia con graves dificultades, que por años el Estado ha olvidado, que, si alguna vez llegaba, era con el ejército para reprimir a sus habitantes por cuenta de la “seguridad democrática” inventada por el “ex”, pero que esos problemas fueron causados por los politiqueros corruptos adscritos a los partidos de las derechas colombianas y sus empresarios cómplices. Estos mismos personajes utilizan a su antojo a sus seguidores y estos como borregos, a ojo cerrado y sin cuestionar nada van repitiendo lo que su líder les ordena, convirtiéndose en cajas de resonancia de un inventado inconformismo en contra del gobierno. Gritan que todo debe solucionarlo Petro personalmente, que ¿por qué no viene?, que, ¿por qué no hace?, que, ¿por qué no dice? Como si fuera un ser celestial o extraterrestre con todos los poderes del universo. Además, con un irrespeto y una grosería que dan grima.

¿Por qué nunca les exigieron las soluciones a los gobiernos causantes de la debacle del país? ¿Por qué guardaron silencio ante el politiquero de turno que les compró su voto? ¿Por qué no le piden cuentas a su alcalde, concejal, diputado, gobernador, elegidos con promesas que incumplió? Estas y muchos otros interrogantes deberán ser esclarecidos si queremos que Colombia del salto a la democracia.

Esas voces de exigencia de soluciones tienen que ver con el llamado caudillismo que ha imperado en nuestra patria. Desde el siglo XIX, los ciudadanos de la reciente república empezaron a crear o creer en líderes que parecían ser más mesías bíblicos que políticos. La gente esperaba que estos líderes llamados “caudillos” tuvieran la solución a todos sus problemas y solo esperaban que actuara como si tuviera una barita mágica. Pero no se involucraban, en la mayoría de los casos, ni en una organización popular que coadyuvara en imponer un poder del pueblo ni en buscar solución a sus inconvenientes. A lo largo del siglo pasado conocimos muchos de estos como el Tribuno del pueblo, Jorge Eliecer Gaitán o como el general Gustavo Rojas Pinilla, a quien le robaron las elecciones en 1.970 Misael Pastrana con Carlos Lleras Restrepo quien fuera el presidente en ese año. Los caudillos nunca pudieron llegar al gobierno y menos al poder. 

A la gran mayoría los mataron, esa es la razón para que Petro insista en una organización popular, en una constituyente del pueblo a todo nivel y en todos los sectores, porque es la única forma de que los colombianos nos involucremos en la problemática de la patria y nos capacitemos en Democracia para poder avanzar al desarrollo que por tanto años nos ha negado la ultraderecha colombiana. 

Las opiniones de los columnistas son de su exclusiva responsabilidad.  Les invitamos a leer, comentar, compartir y a debatir con respeto.

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lunes, noviembre 25, 2024

La compensación: “Y dios creo los países…”

                                            

Por: Hernán Riaño

Los recursos destinados a programas para los pobres en Colombia han sido robados por políticos corruptos que han gobernado el país por más de 200 años; mismos que andan buscando que esas épocas de desfalco regresen, con el apoyo de parlamentarios oportunistas que, a pesar de haberse presentado como defensores del pueblo, han revelado sus verdaderas lealtades.

En los años noventa, un amigo dirigente sindical de la antigua Caja Agraria me contó un chiste, que en ese momento lo califiqué como filosófico por la realidad que encerraba, pero que con el pasar de los años se ha convertido en una verdad de a puño de la realidad de nuestro país.

“El filósofo estadounidense Ralph Waldo Emerson sostiene en su ensayo “Compensación” que existe una ley compensatoria en toda parcela de la naturaleza. La encontramos en la acción y reacción, en la oscuridad y en la luz, en el frío y el calor, en el flujo y reflujo de las aguas” (1). 

En uno de sus párrafos afirma: 

“Encontramos la Polaridad o la acción y la reacción en todas las partículas de la 

Naturaleza; en la oscuridad y en la luz, en el frío y en el calor, en el flujo y el 

reflujo de las aguas, en el macho y en la hembra, en la inspiración y expiración 

de las plantas y de los animales, en la ecuación de la cantidad y de la cualidad 

de los fluidos del cuerpo animal; en la sístole y diástole del corazón; en las 

ondulaciones de los fluidos y del sonido; en las fuerzas centrípeta y centrífuga; 

en la electricidad, el galvanismo y la afinidad química, Si magnetizáis 

positivamente el extremo de una aguja, el otro extremo quedará magnetizado 

negativamente. Si el Sud atrae, el Norte rechaza. Para vaciar aquí es preciso 

amontonar allá. Un inevitable dualismo divide la Naturaleza en dos partes 

iguales; de suerte que cada cosa no es sino una mitad e implica otra cosa que 

la integre, como se advierte en el espíritu y la materia; el hombre y la mujer; 

lo par y lo impar; lo subjetivo y lo objetivo; lo interno y lo externo; lo superior 

y lo inferior; el movimiento y el reposo; la afirmación y la negación” (2).


Con este preámbulo, mi amigo (q.e.p.d.) me contó: 

“Dios estaba haciendo los países, a unos les dejó solo desierto caliente, a otros, de suelo helado, dunas frías, otros solo temblores, otros miseria y hambre y en fin así por todo el mundo. Llega a Colombia y lo hizo con dos mares, recursos naturales de todo tipo, petróleo, gas, esmeraldas, una biodiversidad de las más grandes del mundo, selvas y nevados, agua por todas partes. En eso se le acerca uno de sus ángeles ayudantes y le dice: Maestro hay que mantener la ley de la compensación, como así que a unos países solo calamidades y a Colombia todas esas maravillas. A lo que dios le responde, tranquilo la compensación la mantengo, viera la tracalada de HPs que voy a meter allá”.

En ese momento sabíamos que en nuestro país había personas muy, muy crueles y despiadadas relacionadas básicamente con los partidos tradicionales Liberal y Conservador, causantes de más de 300.000 muertos en la llamada violencia partidista, exterminado un partido político, la UP, asesinado a varios candidatos presidenciales y a otras corporaciones y que, estos sectores, se habían vuelto, en muchos casos, colaboradores y partícipes del narcotráfico y paramilitarismo.

Con el pasar de los años y la llegada al poder del “ex” y sus amigos, la cosa empeoró a unos niveles inimaginables. En muchos casos los colombianos lo sabíamos, aunque ese conocimiento de lo que estaba pasando era tapado por el fútbol, los reinados y cualquier evento trivial, con la participación, o más bien complicidad, de los medios de comunicación, que por esas  épocas cambiaron de dueños a los grandes conglomerados económicos, que hicieron que cualquier cosa fuera capaz de distraer la atención del ciudadano del común y evitar que este relacionara lo que pasaba con el país y pudiera discernir  hacia donde iba la nación y sobre todo, quienes eran los responsables de semejante tragedia.

Hoy es más delicado, aunque muchos colombianos ya se han quitado de la tutela de esos medios tradicionales, buscando otro tipo de información más veraz, vemos como esa tracalada no tiene límites ni escrúpulos de ninguna especie. En este gobierno que quiere el cambio, se han opuesto a todo utilizando todas las armas innobles; la mentira, la calumnia, hasta el asesinato y están intentando acabar con el mandato y hasta con la vida del señor presidente de la república. 

Se oponen a: La reforma laboral, que le devolvería unos derechos a los trabajadores arrebatados por Cesar Gaviria en complicidad con el “ex”. A la reforma pensional que pretende darles a muchos viejos que no pudieron lograr una pensión, un ingreso con el cual puedan, por lo menos comer. A la vanguardia de esa oposición están senadoras como Paloma Valencia, un grupo de politiqueros del Centro Democrático y Cambio Radical, básicamente y, atérrense, el agente del ministerio público en cabeza de la procuradora Margarita cabello que ha pedido a la Corte que la declare inconstitucional.

Están en contra de la reforma a la salud, para que los enfermos se sigan muriendo por la falta de atención en los centros hospitalarios al no tener un servicio eficiente y que los billones de pesos destinados a ese servicio se los sigan llevando los dueños de las EPS. El gobierno la ha presentado varias veces, pero el actuar de los politiqueros y el lobby de las EPS, la han hundido, hoy hay un nuevo proyecto, que ya pasó el primer debate en la cámara de representantes, quien sabe si lograrán volverla a bloquear.

Y en general a todos los cambios democráticos porque esa tracalada no quiere que se inviertan los dineros en la gente, ya que considera que esos recursos son suyos, les pertenecen por derecho divino y solo ellos los pueden disfrutar, esos “indios patirrajaos” como calificaban al pueblo en el siglo pasado, no se merece nada, solo ellos pueden quedarse con los impuestos según su convicción. Todos estos personajes pertenecientes a la tracalada engañan, mienten, roban, asesinan, defraudan, falsean, desaparecen personas, son causantes de los mal llamados “falsos positivos”, matan líderes populares, comunales, ambientales y a todo aquel que se les oponga en su camino de depredación y destrucción. 

Robaban los recursos de los programas para los pobres: los de los enfermos de hemofilia, los del PAE, los de los pobres de la Guajira, los del agua de las regiones más miserables, los de las vacunas; cualquier parte donde había dinero para los colombianos, allá aparecían los dedos largos de esta tracalada de personas que nos han gobernado por más de 200 años. Y son ellos los que quieren que esas épocas regresen al país. Y para que el cuadro sea más doloroso, con el apoyo de unos Parlamentarios traidores, falsos, dobles, oportunistas que se hicieron elegir con las banderas de la defensa de los intereses del pueblo, pero que al llegar allá demostraron a quienes les sirven y cuáles son sus verdaderas intenciones.  

Pero en los últimos días ya, pareciera ser, que llegó la “tapa” de todo, como reza el dicho popular; aunque nunca se sabe. Un representante a la cámara proveniente de unos sectores populares muy pobres, queriendo ser aceptado por las altas élites, que se ha hecho pasar por indígena, negro, afrocolombiano y no sé cuántas minorías más, negando la realidad de los asesinatos extrajudiciales, recogió y botó a la basura, con ayuda de un cristiano “pro-vida”, los  símbolos de los asesinatos del estado extrajudiciales, conocidos como falsos positivos, consistentes en botas que muchos artistas habían pintado con diferentes motivos alusivos a esta catástrofe de la cual el país no se recupera. 

De esto hizo un despliegue por redes sociales, “sacando pecho” de su acto como si fuera una gran heroicidad. Insultó a las madres de los asesinados, las revictimizó, negó que esto hubiera pasado en el país, desconociendo al SPOA Sistema penal oral acusatorio, al SIJUF Sistema de Información de la Fiscalía,  al CNMH Observatorio de memoria y conflicto del Centro de memoria histórica, a la CCEEU Coordinación Colombia Europa Estados Unidos,  a la JEP, a la Comisión de la Verdad y otras instituciones nacionales e internacionales que ya han probado que si ocurrió, además en las últimas semanas un involucrado declaro ante Justicia y Paz que esos asesinatos podrían ser más de 10.000. Una demostración de desprecio y odio que caracteriza a la tracalada.

El chiste no se equivoca y hoy por hoy vemos como Colombia está más llena que nunca de esa tracalada y muchos pobres y clase media estúpidos son el soporte para evitar que el bienestar llegue a los más necesitados.

Esta nota fue publicada originalmente en SoNoticias y es compartida con la comunidad de La Conversa de Fin de Semana gracias a la generosidad del periodista Hernán Riaño

(1) https://listindiario.com/puntos-de-vista/2017/06/17/470480/compensacion.html

(2) https://www.studocu.com/co/document/universidad-nacional-abierta-y-a-distancia/filosofia/compensacion-ralph-waldo-emerson/51657869

lunes, noviembre 18, 2024

Los medios de los medios



Por: Hernán Riaño

Día tras día, los medios de comunicación corporativos tradicionales de nuestro país se degradan más; para ellos ya no hay límites, honestidad, honradez ni mucho menos ética.

Pero los medios son una forma de hacer información y ejercer el periodismo, o lo que llaman ahora “comunicación social” por unos personajes que se han graduado en unas universidades que los preparan para todo menos para tener las calidades que mencionamos, sobre todo la ética, que debe tener toda persona y sobre todo los que se dicen profesionales en un oficio tan delicado como es comunicar la verdad que afecta a una sociedad.

En Colombia, y ya lo he mencionado en otras columnas, el periodismo solo había sido ejercido por unos medios de propiedad de las élites que han gobernado mal el país, solo para su propio beneficio. Esos periódicos, emisoras y canales de televisión y sus periodistas decían la última palabra en opinión pública, sí, porque ellos eran la opinión pública y se autodenominaron sus voceros. De propiedad de empresarios y políticos de los partidos tradicionales (el liberal y el conservador), fueron actores fundamentales en las masacres y asesinatos en la llamada violencia política de los años cuarenta, cincuenta e inicios de los sesenta. 

El periódico El Siglo, del conservador Laureano Gómez, quien fuera presidente de la república y de muy mala recordación para los liberales por las políticas de exterminio que impulsó a quienes declaró como sus enemigos. El otro diario conservador La República de Mariano Ospina Pérez y su esposa Bertha Hernández Ospina Pérez con una influencia ultraderechista con acciones parecidas a sus colegas de partido.  Por el lado liberal estaban El Tiempo de la familia Santos de la cual han salido dos presidentes, un nefasto vicepresidente, Pachito, el supuesto promotor del bloque capital de las autodefensas, y de varios periodistas de renombre que hoy le hacen oposición al señor presidente Gustavo Petro y El Espectador de la familia Cano, cuyo director, Guillermo Cano, ejerció un periodismo calificado como decente e imparcial por muchos en el país, asesinado por sectores del narco paramilitarismo, pero que su sucesor Fidel, hoy dirigiéndolo también, se propuso hacer oposición y atacar inmisericordemente a la democracia y a su primer representante Gustavo Petro. Es de anotar que hoy este diario es de propiedad del grupo Valorem de la familia Santodomingo.

Las nuevas ciudadanías ya no sintonizan las emisoras ni canales tradicionales, no leen periódicos, toda la comunicación que los surte viene de los influenciadores progresistas, de periodistas independientes y de otros medios alternativos que hacen investigaciones serias y denuncias respaldadas con verdaderas pruebas.

Los partidos políticos y sus empresarios también tuvieron sus ramificaciones en la radio y la televisión de nuestro país, como la cadena RCN, radio y televisión, de los conservadores y hoy de propiedad del grupo Ardila Lülle, quienes han ejercido un muy oscuro periodismo y hasta empresas de ese grupo han sido mencionados como financiadores de los paramilitares en la JEP. Hay “periodistas reconocidos” de ese conglomerado que se caracterizan por las calumnias, montajes y mentiras para desestabilizar el gobierno.  Caracol radio, hoy concesionario de forma muy dudosa del Canal 1, perteneció a la familia López Michelsen y otros socios que se la vendieron al Grupo Santodomingo y éste al conglomerado Prisa de España, con una actividad en favor de las derechas de ambos países. Valorem, al quedarse sin emisoras, compró estaciones independientes y creo Blu radio con la que están haciendo una labor perversa en contra del país y que desdibuja el verdadero periodismo. Otro actor es Semana del grupo Guilinzki, del que uno de sus propietarios se declaró “trumpista” y uribista y que quería hacer de ese medio un vocero de la extrema derecha colombiana, sabemos quién es su directora, su “periodista” de mostrar y sus actuaciones.

Con este panorama de “calidad” informativa llegó Gustavo Petro a la presidencia, y desde la campaña y ante el descrédito y mala fama de los políticos tradicionales, esos medios corporativos se convirtieron y se constituyeron en la verdadera oposición política del candidato, en esos momentos, y del hoy gobernante. Su estrategia es defenestrar al gobierno democrático por la vía que sea, inclusive muchos autodenominados “periodistas” le sirven de altavoz a los ultraderechistas que piden hasta la muerte del señor presidente. Las tácticas se han concentrado en inventar mentiras, armar montajes, difundir calumnias, servir de eco a los politiqueros y economistas de ultraderecha para desautorizar las realizaciones del gobierno, contratar “expertos” neoliberales con los que pretenden fabricar verdades muy lejanas a la realidad. Pero nada de esto les ha funcionado como ellos quieren, sus mentiras se caen antes de que las crean, sus calumnias se enfrentan con la realidad de los hechos y sus analistas y expertos siempre quedan al descubierto ante las aclaraciones de Petro o de miembros de su gobierno. Ellos viven tramando nuevas tácticas con las que pretenden quitarle el apoyo popular al gobierno.

Hoy vemos como nuevas formas de desinformar, es adjudicarle a la ultraderecha las obras y realizaciones del gobierno. La más descarada ocurrió con la pasada COP 16, lo primero que dijo uno de estos egregios “periodistas” fue que ese evento no era nada y que nadie iba a ir a Cali ni a visitarlo ni a cubrir el evento, por ello lo sacaron de su emisora. Ante el éxito mundial de la COP 16, muchos comunicadores decidieron decir sin recato, sin ponerse colorados, que tanto la consecución para la capital vallecaucana, como su funcionamiento y realización fueron de ¡la gobernadora del departamento del Valle y del alcalde de Cali! Esto sin mencionar muchas otras actuaciones que les han adjudicado a gobernantes locales y que con la complicidad de esos politiqueros corruptos quieren imponer como verdad quitándole los méritos a sus verdaderos autores, el actual gobierno, todo para evitar que el progresismo continúe en el año 2.026. Ya se decidieron a hacer las cosas sin ocultar sus verdaderos motivos, seguros de que un sector estúpido de la población les cree y les sirve para difundir las mentiras y calumnias, ya que esos ciudadanos, en su gran mayoría uribistas convencidos y otros que ni siquiera se atreven a pensar, porque eso implica poner a trabajar al cerebro y ellos no saben como se hace, les creen a ojo cerrado. 

Afortunadamente para el país, muchos colombianos, básicamente los jóvenes, se han dado cuenta que las actuaciones oscuras de esos medios corporativos y sus medios para fabricar las noticias mentirosas, y han migrado, a la internet y las redes sociales. Ellos ya no sintonizan las emisoras ni canales tradicionales, no leen periódicos, toda la comunicación que los surte viene de los influenciadores progresistas, de periodistas independientes y de otros medios alternativos que hacen investigaciones serias y denuncias respaldadas con verdaderas pruebas.

Ya no son los “columnistas de opinión” los que imponen la verdad. Hoy ya se ve una nueva forma de encontrar la verdad que es la corroboración de las fuentes, la confrontación de lo que dicen los que, otrora, se creían dueños de la verdad. Ya nadie respeta ni mucho menos les tienen miedo a las vacas sagradas del periodismo como se conocían en otra época y a los que nadie se atrevía a contradecir.  Hoy, esos jóvenes están creando una nueva forma de informar con lujo de detalles. Puede haber excesos, es cierto, pero es que nadie les enseñó, el ejemplo que tuvieron fue el de esos medios que hoy confrontan y hacer eso lo están aprendiendo sobre la marcha. Pero se ve un gran futuro para la nueva forma de hacer historia.

El periodismo, hoy es un oficio muy degradado, sus actores aparecen como los grandes mentirosos y calumniadores del país, solo sostenidos por unos medios caducos y que solo defienden sus intereses y su modus vivendi y la de sus propietarios, con una miopía que asusta porque con esa forma de actuar nos está llevando a los colombianos, de tener éxito, a un futuro muy oscuro y de mayor miseria. Esto se refleja con la crisis de credibilidad que hoy los acompaña y como consecuencia directa la situación financiera que hoy tiene a muchos de esos medios al borde de una crisis económica sin precedentes en el país.  La mentira y la calumnia tienen su precio.

Las opiniones de los columnistas son de su exclusiva responsabilidad.  Les invitamos a leer, comentar, compartir y a debatir con respeto.

Esta columna fue publicada originalmente en SoNoticias y es compartida con la comunidad de La Conversa de Fin de Semana gracias a la generosidad del periodista Hernán Riaño.