LA VITRINA DE LA CONVERSA

miércoles, enero 08, 2025

El mundo está hecho un sancocho de locos

Por: Germán Navas Talero y Pablo Ceballos Navas

Editor: Francisco Cristancho R.

Al frente de una guerra que nos hace temer por el regreso de la confrontación global está un ex-payaso que funge como dictador, como quiera que; permanece en el cargo aún vencido su periodo constitucional, y quien goza del apoyo decidido e irrevocable de varias potencias mundiales. De un bufón depende si continúa la guerra en Europa. 

La salud mental del planeta inquieta y preocupa. En Nueva Orleans un hombre en quiebra y sin esperanzas empleó un par de anteojos ‘inteligentes’, creados por una gigante tecnológica, para grabar el recorrido que luego haría a bordo de una pickup con la que arrolló a decenas de transeúntes y asesinó a catorce personas. A unas horas de vuelo, en el norte de Alemania, otro hombre ejecutó conducta similar en un mercado navideño, forzando al recuerdo de los peores momentos del terrorismo islamista en Europa. Y a escasos kilómetros de donde estamos, en San Vicente de Chucurí y en Garagoa, hay individuos que deciden abandonar una vida bucólica en el pueblo para luchar una guerra ajena en Ucrania, llevando consigo las mañas o ‘malas prácticas’ que derivaron en ejecuciones extrajudiciales, pactos ilegales y toda suerte de abusos de poder protagonizados por la fuerza pública durante el conflicto armado interno.

Debe ser objeto de indagación por nuestras autoridades que haya alrededor de doscientos nacionales colombianos prestando servicios ‘militares’ en Ucrania, que incluyen, entre otros, el homicidio (de militantes contrarios y, con o sin intención, probablemente también de civiles), el desplazamiento de la población local y el uso de armamento de guerra avanzado sin mayor –por no decir ningún– control.

En un artículo publicado por El Espectador, firmado por G. Jaramillo Rojas y que dicho sea de paso está muy bien escrito, se relata la experiencia de “Chucurí” en la guerra rusoucraniana, que bien puede resumir la de los demás “legionarios”: la necesidad en casa, la promesa de una paga relativamente buena, una convicción espuria de servir a un bien mayor –siempre que el cheque hiciera canje–, una decepción, el engaño y el retorno. A juzgar por los testimonios de este y otros entrevistados, Zelenski no solo es un payaso, sino también un trapacero mala paga.

Aunque uno pueda compadecerse de los connacionales por la trampa o por el trauma que seguramente produjo en ellos la experiencia del combate, queda uno con la pregunta de cómo es posible que un colombiano –quien al igual que nosotros ha podido conocer y constatar desde la infancia los efectos de la guerra– no esté prevenido de lo que vendrá cuando se inscribe como “legionario” para batallar contra una potencia armamentista. ¿Qué esperaban que les ocurriera? ¿Pensaron que les concederían tratamiento de dignatarios extranjeros, como sugiere la publicidad del gobierno ucraniano? Pues claro que no, los ucranianos pagaron por un servicio y se aseguraron de que su contratista prestara este a satisfacción, sin ninguna otra consideración.

Volviendo a estas latitudes, coincidimos con la opinión de la doctora Diana Guzmán, directora de Dejusticia, quien en entrevista con El Espectador sostuvo que en medio de la pugna entre las altas cortes (a nuestro juicio los impulsores de la controversia) y el presidente de la República cayó la elección de procurador, en la que “prevaleció la idea de ‘hay que ganarle al presidente’”, hecho que califica de “malo y negativo para las propias cortes, pues para que puedan funcionar bien tienen que estar abiertas al escrutinio público”. Agregó que esta labor también le corresponde al presidente y en ello las cortes también desempeñan “un papel muy importante”.

En nuestro concepto, la plana mayor del poder judicial se ha equivocado de cabo a rabo: ante un ejercicio ciertamente precario de su labor en los últimos años, los presidentes de las altas cortes decidieron participar en política –aunque haya quienes crean que un magistrado polemizando con el presidente a través de la prensa es una muestra de “independencia judicial”– y con el peor tino, pues es este uno de los gobiernos más cercanos a su causa. Prueba de ello la sanción de la reforma a la ley estatutaria de administración de justicia, por medio de la cual se concedió una reserva presupuestal –ajena a cualquier contingencia– del tres por ciento (3%) del presupuesto nacional para los gastos de funcionamiento e inversión de la Rama Judicial, librándolos de la penosa y nada sencilla petición de más dinero para cubrir faltantes, año tras año.

Veremos si el cambio de liderazgo en las altas cortes traerá consigo figuras menos obstinadas, más dialogantes, que tengan el conocimiento y la voluntad para hacer cumplir el mandato de colaboración armónica que impone la Constitución.

Gracias por continuar leyéndonos.

Las opiniones de los columnistas son de su exclusiva responsabilidad.  Les invitamos a leer, comentar, compartir y a debatir con respeto.

Esta nota fue publicada originalmente en SoNoticias y es compartida con la comunidad de La Conversa de Fin de Semana, gracias a la generosidad del periodista Hernán Riaño.

jueves, enero 02, 2025

Un saboteo económico a toda marcha*

 

Por:  Consuelo Ahumada 

El atentado contra el manejo de las finanzas públicas es clarísimo, precisamente cuando se acerca el período electoral

*Teniendo en cuenta que, como consecuencia del sabotaje económico perpetrado por la oposición de derecha, a las propuestas económicas del gobierno nacional de Colombia, éste obligatoriamente tendrá que hacer importantes recortes presupuestales que afectarán intereses como los de las EPS y, ante la intensificación de la campaña de desinformación y manipulación ejecutada por la prensa tradicional colombiana; estimamos conveniente compartir con la comunidad de La Conversa de Fin de Semana, esta nota publicada originalmente en SoNoticias.

El año que está por terminar ha sido el más difícil para el gobierno del Cambio. Una oposición enardecida y apuntalada por sus poderosos voceros mediáticos no ha escatimado esfuerzo para destruirlo y difamarlo, tratando así de desmoralizar a las mayorías populares que lo eligieron.

Algunos sectores le siguen apostando a sacarlo de la presidencia a como dé lugar. Ya veremos qué pasará con el arranque en firme de Trump.

El frente económico ha sido especialmente duro. De hecho, la lucha por la apropiación y destinación de los recursos públicos es la disputa fundamental en todas sus reformas estratégicas. La vieja oligarquía y los neoliberales, dueños y señores de la tierra y de los negocios, se resisten a ceder parte de sus privilegios para permitir que se sienten las bases de la transformación social.  

Los economistas adocenados, algunos llenos de títulos, varios de ellos exministros/as, se pronuncian contra el caos, le auguran los peores desastres. Lo responsabilizan de todo y todo lo cuestionan. A falta de argumentos, vienen los adjetivos, los insultos.

Para nada importa que, de acuerdo con la revista The Economist a la que tanto invocan, Colombia fuera catalogada como la sexta mejor economía entre los 37 países de la OCDE en 2024.

Pero entremos en materia. Hace dos semanas, pocos días antes de finalizar las sesiones del Congreso, la estrategia financiera del gobierno recibió un durísimo golpe.

Las comisiones económicas de Senado y Cámara archivaron, sin siquiera discutirlo, su proyecto de ley de financiamiento. Meses antes, en un hecho insólito, el Congreso se había negado a la discusión y aprobación del Proyecto de Presupuesto Nacional (PPN) de 2025, presentado inicialmente por $523 billones de pesos.

Durante los últimos meses, la comisión interparlamentaria de crédito público se negó a sesionar para facilitarle al gobierno el manejo de la deuda.

Durante el período de gobierno, la Junta Directiva del Emisor se ha resistido a bajar las tasas de interés al mismo ritmo de la caída de la inflación, para propiciar la reactivación económica.

Ante la reciente decisión de las comisiones económicas del Congreso, el presidente señaló con precisión: “Pudiendo evitarlo, la oposición nos lleva al default, solo para ver si perdemos las elecciones del 2026. No les importa el bienestar de la gente”. Un golpe profundo a la economía nacional y al pueblo, agregó.

La imagen de la eufórica celebración de los congresistas responsables de su hundimiento parece sacada de la afamada película de Buñuel, “El discreto encanto de la burguesía”.

Miguel Uribe, senador y precandidato de la ultraderecha, nieto del tristemente célebre expresidente Turbay Ayala, admirador de Bukele y autor de la ponencia de archivo, expresó en medio del delirio: “Lo logramos, tumbamos la ley de financiamiento salvamos los bolsillos de los colombianos”.

Cuánto cinismo y falsedad. Como lo señala Planeación Nacional, el presupuesto presentado para 2025 refleja los compromisos del Plan de Desarrollo, construido por primera vez con amplia participación comunitaria y territorial.

El atentado contra el manejo de las finanzas públicas es clarísimo, precisamente se acerca el período electoral. Petro sabe que para darle continuidad a su proyecto político requiere los recursos para concretar las reformas. Pero hay una apuesta clara de la oposición por su fracaso y por el retorno de la ultraderecha.

La Corte Constitucional “descuartizó”, como señaló Petro, la reforma tributaria aprobada dos años atrás. Una reforma en contravía de las recetas neoliberales, ejemplo para todo el continente. “Le quitaron precisamente la progresividad que ordena la Constitución al quitarle 6 billones anuales en impuestos que debían pagar petroleras y carboneras”, señaló.

No puede haber duda, entonces, del saboteo institucional, del “golpe parlamentario”.  

La presentación simultánea del PGN y de una Ley de financiamiento también la hicieron los mandatarios anteriores. Pero como se trata de Petro, la consigna era bloquearlo.

El artículo 347 de la Constitución faculta al Gobierno a tramitar una ley de este tipo cuando los ingresos previstos no sean suficientes para atender los gastos mínimos que el Estado requiere para mejorar las condiciones de vida de la población.

Al mismo tiempo, le apunta a la sostenibilidad de las finanzas públicas, con la Regla fiscal. Una imposición neocolonial, a rajatabla y sin contemplaciones, del FMI, agreguemos.

Debido a las restricciones macroeconómicas y fiscales, resultantes de deudas heredadas de gobiernos anteriores, en especial el de Duque, debió presentarse una ley de financiamiento para garantizar las inversiones fundamentales.

Recordemos que el PGN contempla tres rubros: funcionamiento, deuda externa e inversión. Los dos primeros son bastante inflexibles, por lo que la inversión social es el rubro más afectado.

Se trataba de proveer recursos de inversión para 26 sectores estratégicos para las personas más pobres: economía popular y créditos asociados, mejoramiento de vivienda, acueductos, educación pública, desarrollo de energías renovables, subsidio a los servicios públicos, en particular las tarifas de energía.

Se contemplaba también la reactivación del sector agrario, exenciones del IVA al turismo en municipios de menos de 200,000 habitantes, la reducción de impuestos a los industriales. Todo con miras a la reactivación económica.  

Se proponía impuesto para grandes patrimonios, para el poderosísimo sector de las apuestas y juegos de azar.

Señaló el presidente: "Hundieron una ley de financiamiento que bajaba las tarifas al pueblo, que estimulaba las energías limpias. Traicionaron al empresariado que dicen defender. Maldito el parlamentario que, a través de las leyes, destruye la prosperidad de su propio pueblo". 

Por último, señaló: “La crisis presupuestal no la pagará el pueblo. El recorte no se hará de manera alguna sobre los programas centrales del gobierno. Quienes pensaban desfinanciar los programas centrales de la justicia social que ya ha sacado millones de personas de la pobreza y el hambre, fracasaron”.

PS: Cuando esto escribo, no se conoce todavía el incremento del salario mínimo. Por el bien de los trabajadores y trabajadoras y de la reactivación económica, debería acercarse al porcentaje planteado por las centrales obreras. El de México es un buen precedente.   

A mis fieles lectores y lectoras les deseo felices fiestas y que 2026 les traiga muchas satisfacciones, personales y colectivas.

jueves, diciembre 26, 2024

Popurrí de fin de año


Por: Germán Navas Talero y Pablo Ceballos Navas

Editor: Francisco Cristancho R.

Indignación nos produce el silencio del alcalde de Medellín y del gobernador de Antioquia luego del descubrimiento de los restos de tres desaparecidos en territorio de su jurisdicción, mientras que solo asco suscita las declaraciones del expresidente Uribe

A los colombianos nos tienen mal acostumbrados: aquí hay quienes legitiman destruir los ecosistemas; desviar los cauces de agua hasta secarlos; matar tantos animales como sea posible y, en general, hacer prevalecer la voluntad humana a riesgo de acabar con todo. Por ello nos sorprende que exista un lugar sobre la tierra en el que exista un consenso respecto del valor de la naturaleza y su estrecha dependencia con la existencia humana. Ese lugar está en las Islas Galápagos.

Como la actualidad no da espera, incluso en época navideña, vemos con preocupación el avance de los denominados ‘europillos’. Si no han escuchado de ellos, aquí les contamos: corresponde al calificativo dado por un periodista a algunos líderes de origen europeo que, según él, estarían imposibilitando cualquier acuerdo para el cese o la terminación del conflicto entre Ucrania y Rusia. Resulta que no son pocos ni carecen de influencia, por el contrario, son actores de la mayor relevancia e incidencia. Y ni qué decir de Zelensky, el sujeto a quien por azar –e infortunio de sus conciudadanos– le tocó afrontar la guerra con su bagaje de payaso y comediante de televisión, oficios en los que ha podido ahondar durante el ejercicio del cargo como presidente.

Aunque a nosotros nos cause grima, solo podemos imaginar lo que debe provocar en un gringo esta guerra sin sentido, que se lucha a miles de kilómetros de su país, pero se financia con los impuestos que debe sufragar sin lugar al disenso. Es por ello que a nosotros no nos resulta extraño ni improcedente el reclamo de miles de estadounidenses al presidente electo, quien además coincide con ellos: es momento de terminar el conflicto ruso ucraniano o al menos de cesar la intervención de actores distintos a las naciones en contienda.

De vuelta a nuestro país, sensaciones y emociones contrapuestas nos suscita el descubrimiento de cuerpos en La Escombrera. Por una parte, nos llena de alegría y satisfacción que, gracias a la labor de las instituciones pertenecientes al Sistema de Verdad, Justicia, Reparación y No Repetición (SIVJRNR), hoy concluya la incertidumbre de quienes buscaban a sus allegados. Dolor nos causa que sus restos estuvieron siempre allí, en ese pedazo de montaña situado en una de las principales ciudades del país, y que yacieron durante años, incluso tras las denuncias de líderes como Piedad Córdoba y el Movice, que datan de 2010, quienes advirtieron e insistieron en que ese lugar había servido como fosa común para los grupos paramilitares y las fuerzas de seguridad del Estado.

Indignación nos produce el silencio del alcalde de Medellín y del gobernador de Antioquia luego del descubrimiento de los restos de tres desaparecidos en territorio de su jurisdicción, mientras que solo asco suscita las declaraciones del expresidente Uribe, para quien este triunfo del SIVJRNR –y la victoria para la humanidad que trae consigo– es otra oportunidad para tachar de ilegítima y politizada a la JEP. Y, por último, impera entre los involucrados en la búsqueda el sentimiento de inquietud, pues es probable que las estimaciones sobre el número de cuerpos que esperan ser encontrados allí sea menor a la realidad y por tanto se precisen mayores recursos –y más tiempo– para el reencuentro de estos restos con la humanidad de la que fueron despojados. En el entretanto, deseamos extender nuestro respaldo y admiración a quienes dedican su tiempo, experticia y energía en esta labor que nos enaltece como nación y con la cual nos acercamos –aunque tímidamente– a la verdad sobre la Operación Orión y otras empresas criminales que el Estado desplegó o consintió en la ciudad de Medellín.

Siendo esta la última columna del año, aprovechamos para agradecerles por su tiempo y fidelidad, y deseamos para ustedes y sus familias una buena Navidad, y el mejor año por venir. ¡Felices fiestas!

Adenda: en una nota alegre, Germán estuvo en un sitio encantador que desea todos tengan la fortuna de visitar: se trata del Parque Nacional Galápagos ubicado en el archipiélago homónimo, un oasis de tranquilidad en el que prevalece el bienestar de los animales y se asegura un equilibrio entre las actividades económicas y el ecosistema privilegiado en que aquellas tienen origen. Destaca en particular la calidad de los proveedores de servicios turísticos, quienes reconocen que deben ser cuidadosos con la experiencia de cada visitante, en una expresión de cuidado al turista, opuesta a la de los cocheros cartageneros o los vendedores de El Rodadero (por mencionar algunos de los tantos ejemplos que nosotros y ustedes conocemos). En las Galápagos usted es casi tan sagrado como las legendarias tortugas gigantes, así que si está dentro de sus posibilidades e intereses considere visitar este paraíso en la tierra.

¡Hasta la próxima!

Las opiniones de los columnistas son de su exclusiva responsabilidad.  Les invitamos a leer, comentar, compartir y a debatir con respeto.

Esta nota fue publicada originalmente en SoNoticias y es compartida a la comunidad de La Conversa de Fin de Semana, gracias a la generosidad del periodista Hernán Riaño.

jueves, diciembre 19, 2024

En Colombia la sal se corrompió

 

Por: Hernán Riaño

La frase "la realidad supera la ficción" es pertinente en el contexto actual de Colombia, donde un magistrado recién elegido ha optado por no posesionarse ante el presidente de la república; una situación preocupante, especialmente considerando los rumores sobre posibles intentos de golpe de Estado contra el gobierno nacional de Gustavo Petro.

En diciembre de 2.023, escribí una columna titulada “Cuando la sal se corrompe”, llamando la atención sobre las actuaciones de las mal llamadas “altas” cortes, que de altas no tienen nada, porque perdieron toda su dignidad, imparcialidad y defensa de la Constitución y las leyes como es su obligación (1).

Hace un año, sus decisiones en contra del pueblo y solo contra pueblo, las tomaron hacerle daño al primer gobierno democrático de nuestro país, dejaron ver como estas cortes fueron cooptadas por Álvaro Uribe Vélez y la ultraderecha colombiana para garantizar que los postulados neoliberales mafiosos tuvieran una continuidad en el tiempo y que los ciudadanos no pudieran acceder a los derechos constitucionales y humanos. Eso se vio, para dar un solo ejemplo, con la derogación de los decretos de emergencia para la Guajira, que solo pretendían llevarle agua y alimentos a una de las regiones más golpeadas por la corrupción y el despojo de los dineros públicos que debieran ser dedicados al bienestar de los habitantes de esa región ancestral. Otras decisiones que perjudicaron ampliamente la recuperación del país fueron viéndose a lo largo de estos más de dos años del gobierno Petro.

Pero lo visto en estos últimos días pareciera mentira, por eso el dicho de que la realidad supera la ficción viene como anillo al dedo en esta coyuntura. Que un “magistrado” recién elegido decida no posesionarse ante el primer mandatario de la república y que el presidente avale y justifique dicha acción es muy delicado (2), con la situación actual del país y los rumores o ¿acciones? de golpe de Estado en contra del señor presidente de la república, que se están ventilando en Colombia. Que el mismo presidente de la corte suprema de justicia, supuestamente, oculte su declaración de renta además de muchos otros actos bochornosos, son hechos muy delicados por las consecuencias que puedan tener en una sociedad débil, democráticamente hablando, como la nuestra (3). Porque ellos deben ser el ejemplo de pulcritud, transparencia e independencia de todos los colombianos, ellos son los que marcan el ejemplo de decencia para que los demás ciudadanos no justifiquen actos similares diciendo: “¿si eso lo hizo el presidente de la corte, por qué yo no puedo?” degradando aún más la frágil convivencia que aún podamos tener.

Lo grave del hecho es que las cortes están en una guerra silenciosa contra el pueblo colombiano, que personifican en Gustavo Petro, obedeciendo el mandato de los partidos de ultraderecha y el “innombrable” para bloquear cualquier acción del gobierno del cambio en contra de los colombianos, que redundaría en una pérdida de popularidad del presidente y facilitaría el tan anhelado golpe blando que tanto quieren para volverse a lucrar de los dineros de los impuestos que han usufructuado por tanto tiempo y que Petro ha denunciado a lo largo de su vida pública (4). Se dedicaron a hacer política en favor de la ultraderecha, ese es un hecho irrefutable, pero lo que deberían hacer es administrar justicia, que es la garantía de la democracia. No quisieron recibir una condecoración para la corte suprema por sus valerosas actuaciones en la lucha narco paramilitar, aduciendo que se estaba violando la independencia judicial. Además de todo, faltos de inteligencia, ya que la condecoración no era para ellos como personas sino a la institución por sus actuaciones del pasado en contra del narcotráfico y el paramilitarismo, pelaron el cobre, como se dice popularmente (5).  

Otro hecho que se vio el día 12 del presente mes y en una acción sorpresiva, aleve y traicionera, el congreso decidió hundir la llamada ley de financiamiento que propuso el ejecutivo para garantizar los dineros necesarios para el funcionamiento del Estado durante el 2.025, con una propuesta de archivo del senador ultra uribista-derechista, el delfín Miguel Uribe Turbay, solo para desfinanciar al gobierno y que no pueda cumplir con todas las metas sociales. Lo celebraron con un descaro inusitado, como si hubieran logrado un trofeo mundial, lo que realmente hicieron fue negar subsidios a los más pobres, rebaja de impuestos a las medianas y pequeñas empresas, la posibilidad de recuperar impuestos atrasados y que estos empresarios se pusieran al día, atacar el sector turístico al no aprobar exenciones para el sector y para las energías limpias (6). Este proyecto de ley tuvo que proponérsele al congreso ya que la corte constitucional “tumbó” parte de la reforma tributaria anterior, incluido el artículo que pretendía cobrarles impuestos a las multinacionales minero-energéticas (7). Muchos dicen, incluyendo al presidente, que la tumbaron para golpear a Petro, pero a quienes realmente perjudicó fue a los pobres de Colombia. Lo que más aterra es que ¡la tumbaron sin leerla!, ya lo habían anunciado los de los partidos de la oposición incluyendo a Efraín Cepeda, presidente del Senado, que dijo, que no iban a permitir la aprobación de las reformas, demostrando su alto grado de ignorancia y sus intereses oscuros en contra del gobierno. 

Parlamentarios traidores que se hicieron elegir con las banderas de reivindicación de los derechos de los colombianos, unidos con los de la ultraderecha, no solo votaron para el hundimiento de la ley de financiamiento, sino que han demandado leyes sociales ya aprobadas, se oponen a las reformas, no hacen quórum, no trabajan, solo gritan y ofenden a todo el que se atreva a cuestionarlo; dejan un panorama muy triste de la calidad de las personas por quienes votaron colombianos, muchos vendiendo sus votos u obedeciendo a sus patrones, costumbre causada por el neofeudalismo que impera en el país desde la colonia española o por simple odio a Petro. Este congreso, salvo las excepciones muy honrosas de la mayoría de los parlamentarios de gobierno, aunque no la totalidad, es otro ingrediente para demostrar el odio a los pobres que les tienen las élites que mantienen el poder  y que no quieren que el progresismo continúe por la senda de recuperación económica de Colombia después de la debacle de los “narcogobiernos” incluido el de Cesar Gaviria, que sumieron a Colombia en la miseria y que el señor presidente Gustavo Petro está tratando de sacar por todos los medios.

Se une la procuraduría, en manos de Margarita Cabello Blanco que, con sus acciones durante el gobierno actual y a escaso un mes de dejar la entidad, ha hecho todo lo posible por bloquear desde ese ente administrativo de control a los funcionarios que hacen su trabajo, cumplen con su función y además denuncian las barbaridades en materia económica, social y de derechos humanos cometidas por esos mismos sectores de las derechas colombianas. 

La elección de Álvaro Hernán Prada como presidente del CNE, ante una renuncia de Lourduy, es otro hecho relevante, ya que Prada, quien está siendo juzgado por supuesta compra de testigos, es enemigo declarado de Gustavo Petro y fue ponente de la proposición de investigación al señor presidente de la república, por mentirosas acusaciones del mismo Prada.

Como podemos concluir, ya no les da pena demostrar quienes son y de qué lado están, no disimulan sus verdaderas intenciones de acabar con este gobierno, de seguir esquilmando el erario y, una cosa muy importante, evitar que se sigan destapando todos los robos, los asesinatos, los mal llamados falsos positivos y en general todos los delitos en que ha incurrido la ultraderecha colombiana.

La conclusión de este episodio reciente, y que parece ya colmó la paciencia de muchos colombianos, es que como se dice popularmente la “pelota paso al campo” del pueblo. ¿Qué harán los colombianos ante tanta afrenta e irrespeto a su dignidad? Esperemos a ver qué acción toman, sobre todo los jóvenes quienes son los que, tristemente, deben luchar por su futuro. De no defender su gobierno, muy trágico será su futuro y el de sus hijos, como lo sentenció hace muchos años Jaime Garzón.    

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(1) https://sonoticias0.wordpress.com/2023/12/15/cuando-la-sal-se-corrompe/

(2) https://www.asuntoslegales.com.co/actualidad/ose-urbano-martinez-toma-posesion-como-magistrado-corte-suprema-de-justicia-4014646

(3) https://www.youtube.com/watch?v=ii-EVkEBZAY https://x.com/JuanPoe/status/1866559256490627583

(4) https://www.facebook.com/share/p/15ghn1Y4to/

(5) https://www.youtube.com/live/kKsJtCg19e4

(6) https://x.com/derlilopeza/status/1867052012044726413

(7) https://www.eldiario.com.co/noticias/colombia/corte-constitucional-tumbo-impuesto-de-regalias-a-petroleras-y-mineras/  https://www.sur.org.co/polemico-fallo-de-la-corte-constitucional-deroga-la-prohibicion-de-deducir-regalias-en-el-impuesto-de-renta/ https://x.com/petrogustavo/status/1867208361923535296?ref_src=twsrc%5Etfw%7Ctwcamp%5Etweetembed%7Ctwterm%5E1867208361923535296%7Ctwgr%5E753b4e371788a8009dd061632efda83f356e8b3c%7Ctwcon%5Es1_&ref_url=https%3A%2F%2Fwww.vocescolombia.com%2Fpetro-reacciona-al-hundimiento-de-la-ley-de-financiamiento-anuncia-ajustes-tributarios-y-promete-proteger-programas-sociales%2F


jueves, diciembre 12, 2024

La “denuncia” de Ricardo Bonilla a la Fiscalía

Por: Yezid García Abello

La ultraderecha, a través de los grandes medios de comunicación, tiene en marcha un cerco mediático cuyo objetivo es contribuir a impedir el funcionamiento del gobierno y del presidente de la República.

Ha llegado a extremos insospechables la manipulación de la información presentada a la opinión pública por Caracol y Blue Radio sobre la renuncia del exministro de Hacienda Ricardo Bonilla. Se ha pretendido presentarla como una retaliación del presidente Petro por haber “denunciado” ante la Fiscalía, por presuntas presiones indebidas en unos contratos, al presidente de Ecopetrol Ricardo Roa y a Nicolás Alcocer, hijo del primer mandatario. 

Lo que hizo Bonilla, como es la obligación legal de cualquier funcionario público, fue trasladar en octubre a la Fiscalía una denuncia anónima que llegó a su despacho el 28 de septiembre y de la cual estuvo enterado el presidente Petro desde que llegó a manos del exministro. Hay una carta remisoria del traslado de la denuncia firmada por Bonilla el 24 de octubre, carta pública que desde esas fechas estaba en poder de los medios y que estos guardaban para hacerla pública en las circunstancias que más daño le hiciera la calumnia al gobierno. Esa oportunidad se les presentó por la renuncia conocida. 

Para la prensa honesta y para la opinión pública este vergonzoso episodio debe servir para ratificar una vez más que la ultraderecha, a través de los grandes medios de comunicación, tiene en marcha un cerco mediático cuyo objetivo es contribuir a impedir el funcionamiento del gobierno y del presidente de la República. Es una de las varias ofensivas por derribar un gobierno que ha propuesto cambios sociales y económicos que la oligarquía colombiana no quiere permitir. Por dos años y cuatro meses se ha calumniado al gobierno nacional y al presidente en los titulares y en las “últimas horas”, y se rectifica, a las semanas, en los espacios menos destacados, los de menor sintonía. 

Sobre la denuncia anónima y como una prueba más de la desinformación de los medios mencionados, su mala fe y su falta de ética periodística, pasan por alto que la denuncia anónima se refiere a un contrato firmado por la empresa de la represa de Urrá en Córdoba y el consorcio Luxim-Power China, y a otro contrato con Power China para construir una granja solar para Reficar/Ecopetrol, firmados en 2021, en el gobierno de Duque y bajo la anterior presidencia de Ecopetrol de Felipe bayón. 

Estos hechos están suficientemente explicados en un mensaje por la red X del presidente. No tardará la Flip y la ultraderecha en acusar al mandatario, por defenderse y aclarar los asuntos, de limitar la libertad de prensa.

Las opiniones de los columnistas son de su exclusiva responsabilidad.  Les invitamos a leer, comentar, compartir y a debatir con respeto.

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lunes, diciembre 02, 2024

¡Petro, venga a limpiar la caca del perro!

Por: Hernán Riaño

El gobierno de Duque llevó a Colombia al borde de una crisis económica, evidenciada por su endeudamiento desmedido durante la pandemia. El expresidente otorgó miles de millones a grupos económicos amigos, EPS y fondos de pensiones, beneficiando a sus allegados y aprovechándose de la confianza de los ciudadanos.

Para nadie decente es un secreto la situación en que la ultraderecha de la mano del uribismo y del gobierno de su pupilo más reciente, Iván Duque, dejaron al país. Poco a poco hemos ido conociendo los robos, desfalcos, desvíos de dineros, incumplimientos, demoras y bloqueos en el manejo de los dineros de los colombianos, de las obras del país y de la solución a los problemas de la ciudadanía, que con el ascenso al poder de esta élite ultraderechista se agravó y nos dimos cuenta de que no tienen límites ni escrúpulos. Todos unos expertos en desaparecer y embolsillarse la plata que no es de ellos. Casos como Chambacú, Foncolpuertos, Ferrocarriles Nacionales, Reficar, Odebretch, el desangre continuado de los dineros destinados a la salud por las EPS, fondos de pensiones, endeudamientos nacionales y extranjeros, SAE, y obras públicas de todo nivel, solo para nombrar muy pocas, pero que muestran la radiografía de cómo han saqueado a Colombia.

Petro asciende al gobierno, opino yo, sin saber plenamente las situaciones que debía afrontar fruto de años de abuso del país por estos sectores de las derechas colombianas y en muchos casos multinacionales. Además, porque, en el empalme, el gobierno Duque se cuidó en ocultar muchos de estos hechos. Con el coraje que lo ha caracterizado empezó a enfrentar y solucionar los problemas que le dejaron, pero con el agravante que cada que incursionaban en un sector encontraban corrupción y desfalco. Todos los días, Colombia empezó a conocer la realidad de la situación que el gobierno democrático de Gustavo Petro debía solucionar por cuenta de las manos largas de los partidos y empresarios de la ultraderecha. 

Pero no solamente habían desfalcado al país, sino que ahora como “oposición inteligente”, como se autodenominaron, y como estrategia para que no se averiguara toda la verdad, ayudados por sus medios de comunicación, calumnian, mienten, inventan y hacen toda clase de malabares para tapar los hechos de robo y corrupción. Y esto último ayudados por el cada vez más pequeño ejército de estúpidos que los sigue ciegamente. 

Pero, además de esa sucia estrategia, y ante los resultados positivos de nuestro gobierno en solucionar todos los entuertos, se dedicaron primero, a abrogarse las soluciones de Petro como propias, como lo mostré en la columna anterior, y luego se dedicaron a presionar al mandatario para que solucionara “de una vez” los desafueros que por más de 200 años han dejado los corruptos que nos han gobernado. 

Se inventaron la matriz informativa, de que, con ellos, nuestro país era el de las mil maravillas, que éramos una nación sin problemas, que antes que Petro vivíamos en Europa o Japón que todo era abundancia y felicidad, que aquí no había pobres ni miserables, que ese era un invento de los mamertos. Y lo más grave es que los estúpidos uribistas pobres están convencidos de eso, que ellos son ricos a pesar de que les quitaron todo: la salud, la comida, la vivienda, todo; muchos de ellos viven con un salario mínimo y la gran mayoría sobrellevan su existencia del rebusque, situación a la que los llevaron esos padres de la patria. El relato mediático incluye que todos los problemas del país fueron causados por los que hasta ahora llegaban al gobierno y que ellos, las derechas, son la solución a esos problemas que ellos mismos crearon. 

La situación de Colombia es muy grave. Las andanzas del gobierno Duque nos dejó al borde de una catástrofe económica. Lo ha demostrado el señor presidente con los datos sobre el endeudamiento sin medida y a escondidas realizado por el más aventajado de los alumnos de Uribe por cuenta de la pandemia. Billones de pesos que entregó a grupos económicos y empresarios, a las EPS, a los fondos de pensiones a sus amigotes y allegados aprovechándose de la buena fe de los colombianos.

No les importa haber dejado a Colombia en una de las situaciones más delicadas de nuestra historia. Su cinismo es tal que presionan para que esos desafueros sean solucionados, como decíamos antes, en el término de la distancia.  Incumplido le dicen, porque él prometió tal o cual cosa y lleva ¡dos años! Y no ha solucionado. Si arregla un problema de un sector, sale un “vocero” de otro sector a gritar: ¿A ellos porque sí y a nosotros por qué no? O ¿A nosotros para cuándo? 

Es cierto, hay muchas regiones de Colombia con graves dificultades, que por años el Estado ha olvidado, que, si alguna vez llegaba, era con el ejército para reprimir a sus habitantes por cuenta de la “seguridad democrática” inventada por el “ex”, pero que esos problemas fueron causados por los politiqueros corruptos adscritos a los partidos de las derechas colombianas y sus empresarios cómplices. Estos mismos personajes utilizan a su antojo a sus seguidores y estos como borregos, a ojo cerrado y sin cuestionar nada van repitiendo lo que su líder les ordena, convirtiéndose en cajas de resonancia de un inventado inconformismo en contra del gobierno. Gritan que todo debe solucionarlo Petro personalmente, que ¿por qué no viene?, que, ¿por qué no hace?, que, ¿por qué no dice? Como si fuera un ser celestial o extraterrestre con todos los poderes del universo. Además, con un irrespeto y una grosería que dan grima.

¿Por qué nunca les exigieron las soluciones a los gobiernos causantes de la debacle del país? ¿Por qué guardaron silencio ante el politiquero de turno que les compró su voto? ¿Por qué no le piden cuentas a su alcalde, concejal, diputado, gobernador, elegidos con promesas que incumplió? Estas y muchos otros interrogantes deberán ser esclarecidos si queremos que Colombia del salto a la democracia.

Esas voces de exigencia de soluciones tienen que ver con el llamado caudillismo que ha imperado en nuestra patria. Desde el siglo XIX, los ciudadanos de la reciente república empezaron a crear o creer en líderes que parecían ser más mesías bíblicos que políticos. La gente esperaba que estos líderes llamados “caudillos” tuvieran la solución a todos sus problemas y solo esperaban que actuara como si tuviera una barita mágica. Pero no se involucraban, en la mayoría de los casos, ni en una organización popular que coadyuvara en imponer un poder del pueblo ni en buscar solución a sus inconvenientes. A lo largo del siglo pasado conocimos muchos de estos como el Tribuno del pueblo, Jorge Eliecer Gaitán o como el general Gustavo Rojas Pinilla, a quien le robaron las elecciones en 1.970 Misael Pastrana con Carlos Lleras Restrepo quien fuera el presidente en ese año. Los caudillos nunca pudieron llegar al gobierno y menos al poder. 

A la gran mayoría los mataron, esa es la razón para que Petro insista en una organización popular, en una constituyente del pueblo a todo nivel y en todos los sectores, porque es la única forma de que los colombianos nos involucremos en la problemática de la patria y nos capacitemos en Democracia para poder avanzar al desarrollo que por tanto años nos ha negado la ultraderecha colombiana. 

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Esta columna fue publicada originalmente en SoNoticias y compartida con la comunidad de La Conversa de Fin de Semana, gracias a la generosidad del periodista Hernán Riaño.