LICENCIA

La Conversa de Fin de Semana by Omar Orlando Tovar Troches is licensed under a Creative Commons Reconocimiento-NoComercial-CompartirIgual 4.0 Internacional License.
Creado a partir de la obra en http://laconversafindesemana.blogspot.com/.
LA VITRINA DE LA CONVERSA
viernes, mayo 03, 2024
viernes, abril 12, 2024
INFORMACIÓN IMPORTANTE: DENUNCIA
SE INFORMA A CONTACTOS, SEGUIDORES, AMIGOS, CONOCIDOS DE LA CONVERSA DE FIN DE SEMANA Y/O OMAR ORLANDO TOVAR T. QUE INESCRUPULOSOS SE HAN APODERADO DE LOS CONTACTOS EN REDES SOCIALES Y WA PARA EMPRENDER CAMPAÑA DE DESINFORMACION EN CONTRA DE LA PERSONA DE OMAR O. TOVAR.
SE RUEGA HACER CASO OMISO DE CUALQUIER INFORMACION TENDIENTE A DESPRESTIGIAR, BAJO CUALQUIER ARGUMENTO, LA HONORABILIDAD DEL DIRECTOR DE LA CONVERSA DE FIN DE SEMANA. YA SE TOMARON ACCIONES LEGALES. POR FAVOR BLOQUEE NUMEROS SOSPECHOSOS Y RECIBAN NUESTRAS DISCULPAS POR LAS MOLESTIAS Y NUESTROS AGRADECIMIENTOS POR SU COMPRENSION.
sábado, febrero 10, 2024
miércoles, enero 31, 2024
La gaseosa da fresco mientras el fiscal sigue de ‘refresco’
Por: Germán Navas Talero y Pablo Ceballos Navas*
Editor: Francisco Cristancho R.
Llegará el fin del
castigo injusto y el perdón impune.
El legado de Barbosa se resume, en una palabra: Puestos.
En lugar de investigar, de inspirar o al menos de exigir buenos resultados a
sus subordinados, el fiscal general se ocupó de avanzar una candidatura
presidencial que desde su llegada y hasta la fecha se advierte imposible de
ganar por su evidente incapacidad
Hay palabras que tienen muchos significados, piénsese por
ejemplo en el término fresco: así se le dice al pescado que ha caído en la red
y que emprende rumbo a la cacerola; también al sol que no maltrata y que, por
el contrario, invita a su disfrute; pero también se emplea para reprochar al
individuo que entra a un lugar sin intenciones de abandonarlo, haciéndolo suyo
sin serlo. Existe otra palabra fonéticamente semejante: refresco, que describe
aquella bebida que con su ingesta provee la hidratación necesaria para sentirse
a gusto; aunque también se admite su uso como superlativo del individuo fresco,
quien por su conducta también pasa por rudo, atrevido y conchudo.
Fresco, rudo, atrevido y conchudo es el señor fiscal
general, Francisco Barbosa, un refresco impotable en Bogotá y en Washington, a
juzgar por los acontecimientos recientes. Barbosita se llevó a su compinche –la
vicefiscal cuestionada por vínculos con el narcotráfico, Martha Mancera– de
viaje por los corredores del gobierno federal de EE. UU. pues, como lo reportó
el veterano periodista Gonzalo Guillén, fueron pocos quienes quisieron abrir
sus puertas al avistarlos. Anticipando su fracaso y haciendo gala de su
insuperable capacidad para mentir, Barbosa afirmó ante la prensa que el
gobierno de Estados Unidos veía con buenos ojos a la vicefiscal Mancera y
expresaba su ‘respaldo total’ a quien presentó como “fiscal general encargada”,
sin percatarse –claro está– de que con ese artificioso título él se quedaba sin
cargo y sin corte que le llevara el equipaje.
El legado de Barbosa se resume, en una palabra: Puestos. En
lugar de investigar, de inspirar o al menos de exigir buenos resultados a sus
subordinados, el fiscal general se ocupó de avanzar una candidatura
presidencial que desde su llegada y hasta la fecha se advierte imposible de
ganar por su evidente incapacidad, dejando una estela de compromisos que no
podrá satisfacer. En lo único en lo que Barbosa pudo haber acertado es en
asegurar que la Corte Suprema de Justicia se vea obligada a elegir su reemplazo
entre la terna enviada por el presidente Petro, pues con el paso de las horas
se develan los favores recibidos por algunos magistrados, ensombreciendo la
pretendida independencia que invocaron como defensa tras imponerse el voto en
blanco en la primera ronda, opción de voto que no debe consentirse ni debería
permitirse, pues la obligación constitucional del alto tribunal es de escoger
entre las opciones puestas a su consideración por el nominador, sin lugar a
dejar el cargo vacante o a sonsacarse un candidato del organigrama de la
entidad excediendo sus competencias legales.
Quienes conocen los intríngulis de ese aparato llamado
Fiscalía sostienen que la danza de la nómina sigue imperando, aun cuando el
dueño de la chequera ya está haciendo maletas. Lo cierto es que corre el reloj
para que Barbosa abandone el búnker y con ello libere finalmente la sala de
evidencias que su señora esposa ocupó con prendas de vestir y demás
pertenencias. A la celebración que por su salida unirá al país decente se harán
partícipes los perros de la familia Barbosa, quienes se alegrarán al tener a ambos
amos en casa y con el clóset de zapatos completo para desgastarlos en las
caminatas que sus antiguos paseadores –pagados por los contribuyentes– ya no
podrán darles.
Adenda: hay quienes llegan al mundo a pelechar, a
encontrar toda ventaja posible y a hacer cuanto daño les es consentido. Estos
individuos, perniciosos en su propia existencia, se tornan en un peligro
inminente cuando son investidos con funciones públicas. Nos corresponde a los
ciudadanos detenerlos, bien con el voto; con la voz o con la movilización
pública y pacífica.
Sugerencia de viaje: sea usted amigo del juego o no,
nos permitimos recomendar a nuestros lectores la ciudad de Las Vegas, en la que
los autores de esta columna disfrutamos un par de días sin ser muy duchos en
las cartas. A apenas dos horas por carretera puede conocer el borde occidental
del Gran Cañón y en el recorrido maravillarse por el ingenio humano que
permitió construir –en plena crisis económica y con un décimo de la tecnología
disponible hoy– la imponente presa Hoover.
Hasta la próxima
*Texto originalmente publicado en el portal SONOTICIAS y
compartido a la comunidad de La Conversa de Fin de Semana gracias a la
generosidad de nuestro aliado, el periodista Hernán Riaño.
Las opiniones de los columnistas son de su exclusiva
responsabilidad. Les invitamos a leer,
comentar, compartir y a debatir con respeto.
martes, enero 23, 2024
De patrones a doctores*
| Imagen tomada de: amazon.com |
En el campo el patrón y
en la ciudad el doctor ha impuesto la dominación en la que la derecha a sumergido
al país. Este es el tipo de lenguaje que perpetúa el feudalismo que conlleva a
abusos y corrupción.
El término patrón se ha usado en Colombia y varios países
latinoamericanos, como herencia del colonialismo español y que define la
diferencia de clase social entre los más ricos y los pobres. En nuestro país,
el campo fue la región donde se empezó a usar, los dueños de las haciendas,
terratenientes todos ellos, obligaban a los jornaleros, encomenderos y todas
las formas que usaron para fortalecer y perpetuar el feudalismo, para
reverenciarlos y obedecerles a ciegas. Estos hacendados determinan la vida y
los bienes de los campesinos, inclusive abusaron (o, ¿abusan?) de la dignidad y
derechos de quienes producen la tierra, el campesino y sus familias. En muchas
partes se obliga todavía, a usar un diminutivo más ofensivo y opresor:
“patroncito”
Este término se trasladó a las estructuras narcotraficantes,
en donde el capo del comercio de narcóticos se definió como El patrón. Hay una
serie televisiva que describe este hecho conocido como: Escobar, el patrón del
mal. Son muchas las anécdotas conocidas de esta relación entre el jefe de la
banda y sus secuaces. Pero también este nombre lo adaptaron en diferentes
sectores de la producción como la construcción y pequeñas factorías en las que
los dueños, profesionales o mandos medios imponen su poder con base en el
término del que hablamos.
Aparte del poder que ha impuesto este término, también
implica ser de clase social con el que pretenden separarse y diferenciarse los
dueños y jefes de los menos afortunados, sus “sirvientes”. También ha sido
usado en las relaciones con el servicio doméstico, desde hace años, en los que
las “patronas” imponían condiciones infrahumanas, a humildes mujeres,
generalmente traídas del campo, en las que no tenían seguridad social, horario,
tenían que estar las 24 horas disponibles y para rematar, en muchos casos,
fueron abusadas por sus patrones o sus hijos.
Pero la modernidad, las nuevas formas de producción y
relaciones sociales, hicieron que se usaran nuevos términos para imponer las
diferencias sociales y apareció el término “doctor”. Aclaramos quien es un
doctor, generalmente se usa para definir al profesional de cualquier rama que
tenga que ver con la salud, medicina, odontología, entre otros. Pero además es
uno de los grados universitarios más altos que existen y que exige una
dedicación y disciplina para poder lograrlo. Después del pregrado, que puede
durar unos 5 o 6 años, luego viene el Magister, que puede durar 2 años y por
último el PhD o doctorado con una duración de 5 o más años, que exige
publicaciones en revistas del ramo y una investigación muy seria que plantee
avances científicos o sociales.
Como podemos ver en Colombia se ha desfigurado totalmente
este grado académico y todo por querer imponer un poder que no tienen quienes
lo usan sin merecerlo o alguna distinción social. Los casos más conocidos de
personas que se dicen doctores sin serlo está el de Enrique Peñalosa, quien por
muchos años se hizo pasar por doctor de una universidad francesa, se presentó
en foros internacionales ostentando este título y publicó libros en los que se
presentó como tal, sin ruborizarse. Después de una investigación de Juana
Afanador y Carlos Carrillo, ellos demostraron que la universidad que
supuestamente le había dado el título, informó que nunca había lo había
otorgado y que ni siquiera el de Magister había cursado tal señor. Solo hizo un
curso de un semestre de algún curso libre que usó para promocionar su dichoso “doctorado”
(1). El señor Peñalosa, sin sonrojarse, sigue opinando, haciendo sus negociados
y además, después de su segundo período puso alcalde: Claudia López y ahora en
asocio con German Vargas Lleras a Carlos Fernando Galán. Algo parecido sucedió con el expresidente
Iván Duque que se promocionó como Doctor (2) y según el investigador solo
asistió a unas pocas clases semanales en la universidad que según él se lo
había otorgado, claro que recibió el Honoris Causa en una universidad de Corea
del Sur (3), pero cuando ya era presidente.
En otros casos pagan por que les hagan las tesis, las plagian mienten y
falsean sus estudios, todo para poder dominar y poder ascender en cargos de
poder, en la mayoría de los casos; para usarlo en actos de corrupción y robo del
erario.
Muchos profesionales de otras disciplinas y aún sin serlo
obligan o imponen que se les diga “doctor”, se ofenden si no se les denomina
así. En las instituciones es “obligatorio” su uso, es más, a algunas
profesionales se les ha dado por llamarlas “doctorísima” no sé qué
significará, ¿será que quieren ser más doctoras que los demás? Pero si no les rinde esta pleitesía se
ofenden, sancionan y persiguen a quien usó otra forma de dirigirse a ellas(os)
Esta “dignidad” va más allá, en muchos casos no se les puede discutir o
argumentar algo que no esté dentro de sus conceptos, siempre tienen la razón,
amenazan, castigan, “cogen entre ojos” y hasta despiden a quienes no les «dan
el debido respeto” de doctor(a).
En el campo el patrón y en la ciudad el doctor ha impuesto
la dominación en la que la derecha a sumergido al país. Este es el tipo de
lenguaje que perpetúa el feudalismo que conlleva a abusos y corrupción. El
poder y la riqueza en Colombia, que ha pertenecido a muy pocas familias, se ha
afincado en diferenciar su clase con las demás y para ellos obligan a que se
les dirija en estos términos excluyentes y ofensivos. No respetan al ciudadano
y sus derechos por eso odian la Constitución de 1.991, por eso Uribe la
modificó, con ayuda del Congreso y ellos añoran la constitución feudal de
1.886.
Hoy, cuando existe un gobierno democrático, lo quieren
defenestrar, lo dicen a cada rato y para ello, utilizan el poder y la forma de
dirigirse a sus empleados y colaboradores, como si fueran vasallos, es conocido
que los obligan a votar por el que decidan y ahora los obligan a ir a
“protestar” contra Petro, porque ellos son los patrones, los doctores y deben
obedecerlos ciegamente.
Los colombianos no nos hemos dado cuenta de que han atentado
contra nuestra dignidad, con ese lenguaje feudal han dominado, gobernado y
saqueado el erario y pretenden seguir haciéndolo.
El país ha estado sumergido por años entre estos dos
términos que han utilizado los dueños del poder para sustentar su dominación
para que el pueblo haga lo que ellos les digan y elijan a quienes designen. Y a
eso llaman democracia.
(1)
https://laotravoz.co/ante-la-fiscalia-presentaran-pruebas-sobre-estudios-inexistentes-de-penalosa/
https://www.elespectador.com/bogota/penalosa-lo-admite-el-tal-doctorado-no-existe-article-696635/
https://www.publimetro.co/co/noticias/2018/08/01/titulos-falsos-de-penalosa.html
https://www.youtube.com/watch?v=cW_en4guI3s
https://www.eltiempo.com/bogota/enrique-penalosa-dice-que-no-tiene-doctorado-ni-maestria-94820
https://www.larepublica.co/alta-gerencia/el-pais-de-los-doctores-que-no-tienen-doctorado-2367551
(2) https://www.las2orillas.co/ivan-duque-otro-con-titulos-falsos/
https://seguimiento.co/colombia/ivan-duque-no-se-especializo-en-harvard-segun-informe-de-esa-universidad-13161
*Texto publicado con la autorización de su autor: Hernán
Riaño.
Las opiniones de los columnistas son de su exclusiva
responsabilidad. Les invitamos a leer,
comentar, compartir y a debatir con respeto.
miércoles, enero 17, 2024
Mutismo del fiscal Barbosa ante corifeos que llaman al golpe de Estado*
Por: Germán Navas Talero y Pablo Ceballos Navas
Editor: Francisco Cristancho R.
Barbosa anda diciendo que se va a dar clases a Estados Unidos, pero ¿qué puede enseñar este hombre que no sea a irrespetar? Salvo que en alguna universidad de Florida estén considerando dar un curso de patanería para jóvenes, no damos crédito a su presunto nuevo trabajo.
Si hablamos de Colombia hay un par de cosas buenas por
decir, otro tanto menos favorables y no pocas regulares, porque nuestro país es
como el mar semi picado: no tiene olas para surcar a bordo de una tabla de
surf, pero tampoco es calmo como para nadar en él. A veces se revuelve y
advierte un tsunami para luego volver a su estado regular, aquel que los
periodistas con algo de gracia han denominado “tensa calma”. Los pesimistas,
sin distinción de postura o ideología, amenazan con que “ya tocamos fondo” cuando
quiera que las cosas no resultan como ellos quisieran. Sobre esta última
expresión, de uso frecuente desde años ha, el padre de Germán –menos escéptico
que su hijo– decía que los barriles sin fondo existían. Todo lo conocido ha
pasado en Colombia, sin mayores repercusiones, y de seguro vendrá lo
desconocido con iguales consecuencias.
En esta, la ‘más estable’ democracia de América Latina, unos
cuantos desocupados que hace años vestían uniformes de la fuerza pública y con
cuyas acciones ahora deshonran su pasado, amenazan con un “juicio político” al
presidente Petro que lleve a su “destitución” –con la misma opacidad con que
los procesan a ellos valiéndose de un fuero que las más de las veces es
inmerecido– y que, de fracasar, exigiría una “toma del palacio de Nariño y del
Congreso de la República”, es decir, el cese completo y definitivo de las
instituciones democráticas que dicen defender. Ante esta amenaza pública y
explícita de dar un golpe al gobierno electo por voto popular y que cuenta con
el mandato de presidir el Estado hasta el 7 de agosto de 2026, hay un
funcionario llamado a pronunciarse que guarda un preocupante silencio, máxime
cuando se trata de un hombre afanoso por hacerse escuchar: el señor fiscal
general de la Nación.
Y ya que nos referimos a este individuo, es una sandez, una
afrenta a su cargo y demostración de su poca finura la expresión del señor
fiscal general relativa al Presidente de la República, a quien trató como
semejante a Pablo Escobar. Nos contaron que Barbosa anda diciendo que se va a
dar clases a Estados Unidos, pero ¿qué puede enseñar este hombre que no sea a irrespetar? Salvo que en alguna universidad de Florida estén considerando dar
un curso de patanería para jóvenes, no damos crédito a su presunto nuevo
trabajo.
Nos excusamos por la brevedad de esta columna, aún a miles
de kilómetros de casa quisimos hacer uso de esta tribuna que generosamente nos
han extendido algunos medios para pronunciarnos sobre un hecho que calificamos
de la mayor gravedad, confiando en que lleve a ustedes la convicción de que no
es un asunto menor y puede tornarse en fait accompli si así lo permitimos.
Adenda: señores periodistas, es dos mil veinticuatro, no
“veinte veinticuatro”. Lo ha dicho la Academia de la Lengua y lo ordena la
práctica común y el mínimo cuidado por la palabra.
Adenda II: Hoy circula por primera vez el periódico Vida, medio oficial de la Presidencia de la República, «con la convicción de romper con el centralismo y acercar a la población a temas que afectan su vida cotidiana». Desde aquí, invitamos a leerlo.
¡Hasta la próxima!
*Texto originalmente publicado en https://sonoticias0.wordpress.com/ y compartido a la comunidad de La Conversa de Fin de Semana gracias a la generosidad de nuestro aliado, el periodista Otto Hernán Riaño director del portal SONOTICIAS
Las opiniones de los columnistas son de su exclusiva
responsabilidad. Les invitamos a leer,
comentar, compartir y a debatir con respeto.
.png)

