LICENCIA

La Conversa de Fin de Semana by Omar Orlando Tovar Troches is licensed under a Creative Commons Reconocimiento-NoComercial-CompartirIgual 4.0 Internacional License.
Creado a partir de la obra en http://laconversafindesemana.blogspot.com/.
LA VITRINA DE LA CONVERSA
sábado, diciembre 09, 2023
EL IMPUESTO AL ALUMBRADO PÚBLICO REGALO DE DESPEDIDA DE ALCALDESA SALIEN...
jueves, diciembre 07, 2023
No me diga que Name dijo*
Por: Germán Navas Talero y Pablo Ceballos Navas
Editor: Francisco Cristancho R.
Revelación de El Espectador deja muy mal parada a la Alianza
Verde, partido que ha recibido miles de millones de reposición de votos por la
consigna ‘anticorrupción’, causa que no les ha impedido asignar a dedo y con
‘pliegos sastre’ –de los que antes denostaba la alcaldesa verde, Claudia López–
puestos y contratos para la progenie de los Name.
Hay familias con suerte o pícaros con fortuna. Después de
ver el roscograma que publicó El Espectador en su edición
dominical y que tiene en su centro al presidente del Senado, Iván Name,
concluye uno que el país no es de los Char ni de los Gerlein sino de otra
familia costeña, mucho menos conocida, que salió de un municipio de Bolívar a
ocupar escaños en el Congreso y en el Concejo de Bogotá, al tiempo que detenta
puestos aquí y allá, en despachos ministeriales; unidades de trabajo
legislativo y quién sabe cuántos contratistas a nivel nacional y territorial.
Sin pena alguna, el martes o miércoles volverá el hasta hace poco ignoto
senador Iván Name al estrado desde el que ordena el pleno del Senado y avanza
en su conquista puestera. Y porque no podemos perder la gracia ni pasar por
alto lo divertido de nuestras desgracias, es tal el apetito de los Name que no
dejaron ni el cargo de mecanógrafa de la secretaría general de la Cámara de
Representantes, que ahora ocupa la sobrina de Iván Name.
Esta revelación de El Espectador deja muy mal parada a la
Alianza Verde, partido que ha recibido miles de millones de reposición de votos
por la consigna ‘anticorrupción’, causa que no les ha impedido asignar a dedo y
con ‘pliegos sastre’ –de los que antes denostaba la alcaldesa verde, Claudia
López– puestos y contratos para la progenie de los Name. Iván Leónidas, hijo
del presidente del Senado, es asesor de un representante a la Cámara
perteneciente a la Alianza Verde, así como su hermana Janeth, y María Clara, su
exesposa, acaba de terminar un sustancioso contrato en el despacho del
gobernador ‘verde’ de Boyacá, seguramente a la espera de uno mejor con la
posesión del viejo conocido y amigo de la familia, el taimado Carlos Amaya.
Siguiendo el buen ejemplo del senador Iván Name, hay otro
congresista –virtualmente desconocido para la mayoría– de nombre Óscar Barreto,
quien venía de ser gobernador de Tolima y ahora se encuentra en calzas prietas,
pues no logra explicar por qué adjudicó doce contratos de obra por valor de 35
mil millones prácticamente a dedo para luego dejar pasar toda suerte de
justificaciones absurdas por el incumplimiento de los contratistas. Esta semana
la Sala de Instrucción de la Corte Suprema de Justicia le ha llamado a
indagatoria por el delito de peculado por apropiación. Veremos si el señor
Barreto decide responder a la justicia o si prefiere, como hizo con los
llamados de la prensa, guardar silencio.
Recordábamos por estos días la crítica que formuló una
senadora al entonces candidato a alcalde Gustavo Bolívar, quien publicó un
video hacia las nueve de la mañana en el que se le veía recostado en su cama.
El reproche, que ya olvidamos pero que definitivamente llamó nuestra atención
porque como dormilones nos sentimos aludidos, iba por las líneas de que una
persona que se levantara tarde de su cama no podía ser un buen administrador.
Ahora resulta que médicos de varias especialidades parecen haber alcanzado un
consenso respecto de las virtudes de un buen descanso, desvirtuando ese dicho
tan colombiano y tan equivocado de que “al que madruga, Dios le ayuda”, y al
que siempre respondemos con otro refrán: “no por mucho madrugar amanece más
temprano”. Y aprovechando la oportunidad, preguntamos a quienes pretenden que
sus funcionarios electos estén laborando al alba, ¿acaso a ustedes les hace más
productivos levantarse de noche para ir a trabajar?
Quien sí le madruga al despilfarro es la saliente alcaldesa
Claudia López, quien –como dice ella– “con los impuestos de los bogotanos”
pagó, no una página ni la portada de El Tiempo, sino una revista entera que
acompañaba la edición dominical –día de la pauta más cara– y que salía
expulsada al abrir el diario, como si las páginas del periódico pudieran sentir
la misma repulsa que nos suscita a la mayoría de bogotanos ver tamaño
desperdicio.
Para nuestro pesar, rara vez encuentra uno revistas,
separatas o al menos una nota en el periódico en efeméride de la vida y obra de
grandes hombres y mujeres en Colombia. Por ello replicamos y celebramos dos
acontecimientos recientes: el primero, la decisión de la empresa Metro de
Medellín de dedicar uno de sus trenes a la pianista Teresita Gómez y engalanar
los vagones con recuerdos de su vida –que sin lugar a duda ha sido una bien
vivida y ejemplo para generaciones presentes y futuras–, y el segundo, la determinación
editorial de El Espectador para ocupar sus páginas, en el día en que se cumplen
treinta años de la muerte del asesino Pablo Escobar, a honrar las vidas
interrumpidas por el terrorismo financiado por los narcos y reivindicar el
derecho de sus dolientes a conocer la verdad. Deseamos, para los años
venideros, que sean muchos los reconocimientos a Teresita y cada vez menos los
onomásticos a Escobar.
Adenda: aún con Names y Barretos avanza
la reforma a la salud contra todo pronóstico. El gobierno que acusan de poco
eficiente; mal ejecutor; distraído y sin ruta ni destino está ad-portas de
aprobar la más contenciosa de sus reformas.
Adenda II: Un familiar cercano comentó hace poco
cómo, por una pequeña infracción, la policía de tránsito hizo que se detuviera.
Le practicó prueba de alcoholemia, le recomendó tener más cuidado y, por no
reportar contravención anterior… ¡lo dejó ir! Por supuesto eso no ocurrió en
Colombia, en donde cualquiera de esos chupasangres le hubiese
quitado a ese distraído conductor hasta la dignidad. Porque no hay nadie más
inhumano en este país que un agente de tránsito, y no hay nada más terrorífico
que ser detenido por uno de ellos. Un ruego para que alguien le eche una mirada
a estos ‘servidores’ –que para nada sirven– y que se les brinde una urgente
capacitación en Derechos Humanos, respeto y normas de tránsito, porque de lo
único que saben es de abusar del ciudadano.
*Texto originalmente publicado en https://sonoticias0.wordpress.com
y compartido a la comunidad de La Conversa de Fin de Semana, por la generosidad
de nuestro aliado, el periodista Hernán Riaño.
Las opiniones de los columnistas son de su exclusiva
responsabilidad. Les invitamos a leer, comentar, compartir y a debatir
con respeto.
martes, noviembre 28, 2023
Envenenarse vale oro*
Por: Germán Navas Talero y Pablo Ceballos Navas
Editor: Francisco Cristancho R.
No todo lo que brilla es oro, por lo general es
mercurio que enriquece a pocos y envenena a todos.
El Calvario es el nombre que lleva un monte en Israel y que fue el lugar donde Jesucristo tuvo que sufrir toda clase de penurias antes de ser crucificado y entregar el alma al creador. El calvario es sinónimo de privación, de sufrimiento, de complicación, pero también es el día en que Pablo, coautor de esta columna, sufre para poner en castellano las ideas de su otro tertuliano. Aun con las complicaciones y la ocasional barbaridad, nos divertimos escribiendo estas líneas y nos llena de honor que haya quienes destinen unos minutos de su día a leernos.
No sabemos si las diferencias en términos de redacción entre
los autores de esta columna se deberán a la ingesta de mercurio durante el
tiempo vivido. Esta semana leíamos con no poca preocupación un reporte que
afirma que nuestros ríos están infestados de mercurio vertido para la
extracción de oro y otros metales pesados. Lo más grave es que en opinión de
quienes suscribieron el reporte es posible que las plantas de tratamiento no
estén en capacidad de evitar el paso de todo el mercurio y en consecuencia es
probable que circule por los acueductos de ciudades distantes de las minas,
como Bogotá. Lo que antes servía como remedio, hoy amenaza con envenenarnos a
todos los humanos y hasta a las aves en las que se ha hallado trazas de
mercurio. Ojalá las autoridades ambientales hayan leído el informe y estén tan
interesadas como nosotros en imponer todas las salvaguardas que sean del caso.
En un verdadero manicomio se ha convertido la elección del
nuevo alcalde de Santa Marta. No entendemos cómo es que un simple conteo de
votos termina en semejante zaperoco que, como es costumbre, favoreció a los
clanes consiguiendo –por medio de una decisión judicial– lo que su electorado
no les concedió. La derecha, que no es precisamente la mano con que se hacen
buenas obras, se ha encargado de torcer todo al punto en que prevalecieron
sobre la voluntad popular. En última hora el Tribunal Superior del Magdalena
revocó un fallo que atendía a los intereses del candidato de izquierdas,
dejando el camino libre para que la Registraduría, en tiempo récord, consagrara
al candidato de todos los politiqueros como nuevo alcalde de la ciudad.
Por su parte, el gobierno nacional insiste en un propósito
loable: atraer a los extranjeros para que disfruten sus vacaciones en Colombia.
Es así como, por primera vez en años y para muchos nacionales el primero en sus
vidas, atracó en el puerto de Buenaventura un crucero repleto de turistas
europeos que gozaron de esta ciudad tan temida y denostada por algunos
colombianos, como el señor Néstor Morales, quien sin ninguna pena reprochó al
organizador del viaje por haber llevado a estos turistas puesto que “nadie pasa
vacaciones en Buenaventura”. Celebramos este esfuerzo de la empresa privada con
el concierto de ProColombia y confiamos en que no será el primero. Quizá con
más viajes a Buenaventura y más extranjeros en nuestras ciudades y municipios
lograremos reponernos de la mala imagen que aún persiste entre algunos.
Aunque Morales no lo sepa ni le importe, por Buenaventura
llegan las principales innovaciones al país, como es el caso de los vehículos
híbridos y eléctricos que, como cuenta José Clopatofsky en el editorial de la
Revista Motor, han despertado un apetito entre los conductores colombianos que
se satisfizo con creces durante la reciente edición de la Feria del Automóvil.
Incluso con las preocupaciones por el precio de las baterías, por sus posibles
consecuencias medioambientales y por los altos precios de sus modelos, el
segmento de eléctricos no para de crecer al tiempo que el país se ordena para
la transición energética. Germán, coautor de una ley que dispuso incentivos
para la movilidad eléctrica en una época en que no era tan popular, celebra
esta buena nueva.
Nuestro viajero por excelencia estuvo de visita en Las Vegas
y, además de confirmar que los carros eléctricos están a la orden del día, se
maravilló tanto por el ánimo de juerga como la accesibilidad casi total de los
principales lugares de interés en silla de ruedas. Hasta en los parques
nacionales se encuentran adecuaciones para las personas con movilidad reducida,
de forma que puedan sentirse en igualdad de condiciones mientras gozan del
paisaje o de una copa en un casino. En eso sí que están avanzados los gringos,
ojalá los alcancemos algún día.
*Texto originalmente publicado en Sonoticias y compartido con la comunidad de La Conversa de Fin de Semana, gracias a la generosidad de nuestro aliado, el periodista Hernán Riaño.
Las opiniones de los columnistas son de su exclusiva responsabilidad. Les invitamos a leer, comentar, compartir y a debatir con respeto.
martes, noviembre 21, 2023
La ordalía de viajar en avión*
Por: Germán Navas Talero y Pablo Ceballos Navas
Editor: Francisco Cristancho R.
un cínico de marca mayor es el expresidente Iván Duque, quien se atreve a declarar que “el gobierno de Petro se convirtió en un símbolo de fractura nacional”. Todavía nos estamos riendo cuando vemos que el peor presidente de la historia, el que provocó tres paros nacionales e innumerables críticas por su desgobierno y amoralidad, tiene el nervio de expresarse públicamente en oposición a su sucesor
Desde que Ícaro se elevó con sus alas de cera para intentar
alcanzar el sol, el ser humano ha ansiado y visto como un éxito surcar los
cielos. Es tan evidente el deseo de volar que algunos individuos le dieron al
Espíritu Santo la capacidad de elevar sus alas. Hasta hace unos años viajar en
aeronave era un placer, hoy se asemeja más a una tortura: antes se percibía un
interés de la tripulación por hacer sentir a gusto al pasajero, ahora parece
que les estorban; antes cuidaban a su clientela y especialmente a quienes
llevaban años viajando en su línea, ahora poco o nada les importa, sean nuevos
o viejos conocidos; antes recibían a los pasajeros con una bebida, ahora hay
que pagar hasta por el agua –situación que debería ocupar la atención de la
Superintendencia de Industria y Comercio, dada la absoluta concentración de la
oferta y los precios exorbitantes– y próximamente habrá que hacerlo por usar el
baño.
Antes con recibir el boleto se tenía la confianza implícita
de que contaba con un lugar garantizado en el avión, ahora hasta que no se está
sentado, con el cinturón abrochado y la puerta cerrada no hay certeza de nada,
especialmente en aquella aerolínea otrora colombiana cuyo nombre todos
conocemos y que incurre reiteradamente en la práctica de sobrevenir asientos
sin salvaguarda alguna para los pasajeros que puedan verse afectados por el
exceso en la demanda – conducta que merece la atención de la autoridad de
protección al consumidor–; antes todas las contingencias se resolvían cara a
cara en el mostrador del aeropuerto, ahora las discusiones comienzan 24 horas
antes del vuelo con la acostumbrada pelea –si tiene suerte, por teléfono con un
ser humano, de lo contrario con un robot– para que se adjudique un asiento a
bordo o se admita un equipaje a la bodega. Lo que antes era un momento ansiado
ahora es un suplicio. Y no nos queda alternativa distinta a resistir porque
debemos llegar a nuestros destinos y no podemos hacerlo a nado o al lomo de un
caballo. Ojalá el Estado ejerza pronto su poder de inspección en procura del
interés general y garantice la primacía de los derechos de los viajeros, tan
vulnerados por estos días.
–Pasando a otro tema– Encontramos a nuestro regreso que la
política colombiana no cambia. Un gobierno que pretende hacer efectivos los
derechos de la mayoría, como nunca antes, encuentra frenos por doquier. Un
poder ejecutivo que fija sus esfuerzos en alcanzar la paz por todos los frentes
recibe la oposición de ex-negociadores que les parece objetable adelantar
negociaciones simultáneas, como si las de ellos –que corrían solas– hubiesen
alcanzado su propósito. Un presidente que cumple con el mandato de sus electores,
que no es otro que el de las reformas que conduzcan a una mejoría en las
condiciones de vida, recibe calificaciones de “impredecible”, “adanista” o
“megalómano”. Mientras tanto, los poderes de toda la vida –entre ellos los
Olímpicos de Barranquilla– disfrutan del percibido colapso del gobierno y
celebran en micrófonos y tribunas de opinión los abucheos a la familia
presidencial. Y el Congreso estático, entregado a la dilación promovida por
sectores de interés que ven en el debate un riesgo a sus negocios, ajeno a la
calidad de foro público que le dio origen y lleno de individuos que deslucen la
dignidad parlamentaria. Para Germán, quien ocupó un escaño en la Cámara de
Representantes por 24 años y que ha visto de todo en los puestos vecinos, esta
legislatura preocupa en comparación con las que le antecedieron por su
mediocridad y baja calidad argumentativa.
El que sí es un cínico de marca mayor es el expresidente
Iván Duque, quien se atreve a declarar que “el gobierno de Petro se convirtió
en un símbolo de fractura nacional”. Todavía nos estamos riendo cuando vemos
que el peor presidente de la historia, el que provocó tres paros nacionales e
innumerables críticas por su desgobierno y amoralidad, tiene el nervio de
expresarse públicamente en oposición a su sucesor. Bien podría decirse que
Duque aspiró a ser y logró hacerse con la medalla al tiro, porque descolló en
tirarse el país. La corrupción alcanzó sus mayores niveles con Duque a la
cabeza, sería bueno que nos contara cuántos de sus amigos se lucraron del tubo
de Ecopetrol. Donde hubiera tenido un año más de gobierno, se acababan las
reservas y no quedaba combustible ni para cargar un briquet.
También convendría que explicara por qué una familiar suya era conocida entre
altos funcionarios del Estado como “la madrina”, quien gozaba de un acceso
irrestricto a entidades y procesos de selección. Le preguntamos a un
historiador si él o alguien de su ramo se atreverían a escribir la historia del
gobierno Duque y dijo que nadie se ocuparía con ello porque lo que resultaría
no sería un libro sino un cómic.
*Texto originalmente publicado en SONOTICIAS y compartido a la comunidad de La Conversa de Fin de Semana, gracias a la generosidad de su director; el periodista Hernán Riaño.
Las opiniones de los columnistas son de su exclusiva
responsabilidad. Les invitamos a leer, comentar, compartir y a debatir
con respeto.
lunes, noviembre 13, 2023
Colombia es un partido de fútbol*
Por: Hernán Riaño
De acuerdo con las diferentes reacciones de los colombianos
respecto a los hechos que ocurren en el país, no cabe duda de que son con el
corazón y no con la razón, como si todo se tratara de un partido de fútbol.
En uno de esos espectáculos ve uno a esos aficionados,
llorar, echar “madrazos”, maldecir al técnico y a los jugadores, agarrarse a
puños con otros aficionados, en una discusión constante con el árbitro (porque
sí y porque no), en muchos casos peleas en las tribunas o en las afueras del
estadio y, lo más grave, atacar, en muchos casos, hasta la muerte, a hinchas de
otro equipo. Todo ello sin mediar un análisis, siquiera mínimo, tanto de las
acciones como de las consecuencias.
La extrema derecha pregonando un “nuevo panorama político” para tratar de limitar el trabajo del presidente en favor de los colombianos y una izquierda pidiendo cabezas, es nuestro panorama poselectoral.
De igual forma lo hacen con todo lo que tiene que ver con la
vida nacional y la política. Así lo presentaron los grandes medios y muchos
políticos en las elecciones regionales. Para la derecha fue un referendo de
censura para el gobierno de Petro, que solo lleva un año y tres meses
gobernando después de más de 200 años de saqueo, pobreza y miseria que ha
dejado esa misma derecha feudal, como si todos los males que afectan al país
hubieran llegado con Gustavo Petro, a pesar de que ese planteamiento que estas
elecciones fueran un plebiscito fue impulsado, erróneamente, por el excandidato
a la alcaldía de Bogotá en una de sus acostumbradas salidas.
Para los afectos al gobierno nacional representaron un
avance de consolidación de una fuerza nueva en el ámbito nacional, el Pacto
Histórico tiene aproximadamente dos años y como fuerza que plantea otros
argumentos para el desarrollo y bienestar del país, representaron un buen
resultado.
Aparecieron, en ambos lados, los profetas del apocalipsis de
siempre, los de los partidos tradicionales presagiando el fracaso y
desaparición de esta nueva fuerza política democrática tratando de evitar que
se les han destapado cantidad de hechos de robo y saqueo de los recursos
públicos, como nunca antes, e intentan con estas acciones, quitarle importancia
y tapar todo. Para los seguidores del gobierno más recalcitrantes se ha debido
ganar rotundamente en todo el país olvidando que quienes siguen en el poder son
los dueños del país. La pérdida en la capital y en una de las ciudades
importantes, sede del más radical de los extremismos de derecha, es un fracaso
que requiere una autocrítica, autoflagelación y desenmascarar a los “culpables”
para que sean llevados a la hoguera.
Se olvidan de varios factores, en la capital, hoy se habla
de fraude en las elecciones para favorecer a los empresarios y constructores
con un candidato, que su único mérito visible es ser el hijo del inmolado
candidato líder de un movimiento político y candidato presidencial, que se alió
con quienes su padre denunció y posiblemente lo asesinaron. También que la alcaldesa de la capital hizo política descarada en favor de ese candidato, sin
que ningún ente de control se pronunciara, dejándola actuar a sus anchas y con
una grosería inusitada. Todos los medios de comunicación comerciales y hasta
muchos comunitarios y alternativos “trabajaron” para que ese candidato fuera el
triunfador, los primeros inventado cosas, diciendo mentiras y calumniando al
único candidato democrático y los segundos haciendo eco, sirviendo de altavoz,
reproduciendo las falsedades que se inventaban los periodistas de la prensa
tradicional. También hay que señalar que muchos ciudadanos creyeron
estúpidamente todas las cosas que esa prensa difundió.
En la capital del uribismo, se aliaron esas fuerzas para
consolidar esa extrema derecha que, infortunadamente, va a mantener ese fortín
de muchos hechos de corrupción y delitos en Colombia. Lo raro fue que en el
periodo anterior hubiera gobernado un alcalde de corriente política diferente
al uribismo. El personaje electo, que “brilla por su inteligencia” y falta de
atributos de un buen gobernante solo quiere continuar con lo que hizo en su
primer gobierno con más desfachatez, llevando a esa ciudad a límites
insospechados.
La falta de experiencia en política de muchos activistas,
agravada por la ineficiencia de los partidos que conforman el Pacto (que los
dejaron a la deriva, no los capacitaron y no les informaron de los riesgos
electorales), fue un factor importante para que se diera la presente coyuntura.
¿Es que no sabían que se iban a robar las elecciones? En el caso de Bogotá, el
candidato del pueblo se entregó anticipadamente aceptando la pérdida sin
siquiera poner en duda los resultados, concejales del Pacto dándoselas de
decentes y diplomáticos felicitando al nuevo alcalde, sin esperar los
escrutinios y las demandas respectivas. ¿No aprendieron de las elecciones para
parlamento en la que hubo fraude y que gracias a muchos ciudadanos que estaban
atentos se pudieron recuperar votos y por ende curules? ¿En qué estaban
pensando, que por el hecho de haber un gobierno honesto todo el funcionamiento
del aparato electoral ahora era decente? La registraduría y el CEN
contribuyeron en que no se pudiera tener más alcaldes afines al gobierno
nacional con un actuar soterrado que incluyó no permitir testigos electorales,
la caída de la página de la registraduría, el impedimento de consulta de esas
páginas posterior al 29 de octubre y con denuncias muy graves que los
involucra.
La extrema derecha pregonando un “nuevo panorama político”
para tratar de limitar el trabajo del presidente en favor de los colombianos y
una izquierda pidiendo cabezas, es nuestro panorama poselectoral
Como en un partido de fútbol, todos creen tener la razón y
quieren imponerla a como dé lugar, sin criterio, sin información, sin análisis
y solo porque el aficionado, en este caso el colombiano, decidió que es así.
Nos hace mucha falta cultura política, entender quien representa a quien, qué
intereses están detrás de cada acción y sobre todo dejar de creerle, como si
fuera una secta religiosa, a los medios de comunicación tradicionales y a los
periodistas que allí trabajan, que además de creerse vacas sagradas de la
comunicación, no son sino unos difusores de mentiras y falacias para favorecer
a la extrema derecha de Colombia.
*Texto publicado originalmente en SoNoticias – Periodismo y compartido con la comunidad de La Conversa de Fin de Semana, gracias a la generosidad del periodista Hernán Riaño
Las opiniones de los columnistas son de su exclusiva
responsabilidad. Les invitamos a leer, comentar, compartir y a debatir
con respeto.
viernes, noviembre 10, 2023
El secuestro del que nadie habla: el de la Registraduría*
![]() |
| En la imagen: Edificio sede central de La Registraduría Nacional del Estado Civil de Colombia, tomada de la página oficial de la RNEC. |
Días han pasado ya desde las elecciones. Mientras las ciudades principales tienen definidos sus electos, en la periferia pululan las quejas de reconteo de votos en alcaldías y concejos. La Registraduría dispone de un archivo por mesa a nivel nacional, pero no lo hace público y deja que la opinión pública gire alrededor de E-14’s tachados que validan discursos contra la transparencia electoral.
Desde las postrimerías de las elecciones a hoy, la atención nacional ha ocupado la mayoría de su tiempo en el secuestro de los padres de Lucho Díaz, y con total razón, era una situación - secuestro a figuras socialmente relevante y ajenas a la política - que no ocurrió hace más de veinte años.
La Registraduría y sus funcionarios no solamente optan por no difundir públicamente los avances a través de este archivo único, sino que se filtra de forma selecta a políticos, académicos y empresas del capricho de los funcionarios de turno.
En medio de dicho escándalo, ocurrieron las elecciones de autoridades territoriales en Colombia. La mayoría de nosotros acudió a las urnas con la esperanza de decidir que quienes conformen los nuevos gobiernos locales y regionales sean afines a nuestras ideas y que su declaración de victoria fuese más o menos transparente.
Lastimosamente, un manto de duda acaparó estas elecciones por dos temas específicos: primero, la falta de orden público. Pasamos de las elecciones más pacíficas en medio siglo (las de 2018) a volver al secuestro, la destrucción de urnas y mesas de votación en varios municipios del país.
Como segundo tema, al haber muchos nuevos partidos políticos; ¡35!, más los movimientos por firmas para corporaciones como juntas administradoras, concejos y asambleas; el umbral y su consecuente cifra repartidora fue bastante peleada (salvo sitios muy definidos como Medellín o Barranquilla). Esto hizo que muchos candidatos, partidos políticos y movimientos solicitaran preconteo, teniendo como casos de referencia tres casos relevantes: el candidato Jorge Bolívar en Ibagué, Gustavo Bolívar en Bogotá y el partido Fuerza de La Paz en Cali.
Más allá de qué tan válidos sean sus reclamaciones, todos guardan un mismo patrón: el reconteo de votos en escrutinio. ¿Por qué? Redes sociales están llenas de números corregidos, mal tachados, acomodados… en fin. Sin embargo, este tipo de situaciones son normales, pues quienes cuentan los votos deben hacerlo en tiempo récord para que, a la hora de terminar el límite para votar, se tengan unos resultados previos, lo que es conocido como el preconteo.
El preconteo tiene dos particularidades: tiene una labor informativa (por eso a la hora sabemos quiénes son más o menos los electos) y no tiene peso jurídico. La importancia se cobra a partir del conteo de escrutinio. En todo caso, desde la etapa de preconteo la Registraduría genera, entre varios archivos, dos muy importantes:
- Un
archivo de texto plano, es decir, un archivo de texto que sólo trae
números y que se actualiza de manera automática conforme va avanzando
preconteo y escrutinio. Este archivo es una lista de números que, por
ejemplo, pueden venir como “0101001001008001015”, en donde los dos
primeros corresponden al departamento, los siguientes tres al municipios,
los siguientes al puesto, la mesa… y así con varias particularidades a
nivel de cada mesa de los cerca de 13 mil puestos de votación. Fácilmente
puede pasar los siete millones de filas de información, pero en contraste
al ser un archivo de texto, pesa relativamente poco.
- Otro
archivo de texto plano, con secuencias similares, pero que indica los
votantes efectivos por edad y género según la mesa. Por poner un ejemplo,
en el puesto de votación de Unicentro, en Usaquén, Bogotá, sabemos que en
la mesa 2 el 75% de los votantes son mujeres entre los 55 a 60 años.
Estos documentos son esenciales porque demuestran el continuo avance tanto del preconteo como del escrutinio a nivel de mesa. Si estos datos estuvieran disponibles para el público, cualquier ciudadano podría analizar, georreferenciar, hacer veeduría y revisar cómo va su sector político, su territorio, sus intereses, en fin… todo lo que constituye el sentido de lo público y las oportunidades que ofrece en una democracia que tiene en lo electoral su herramienta principal.
Lamentablemente, la Registraduría y sus funcionarios no solamente optan por no difundir públicamente los avances a través de este archivo único, sino que se filtra de forma selecta a políticos, académicos y empresas del capricho de los funcionarios de turno. Es así como vemos notas de prensa, análisis y un montón de resultados que tienen como base la buena fe de quién las realiza, pues como se reitera, no es un documento público. Con suerte, las bases se encuentran a los tres o cuatro meses de pasada la elección, y probablemente a nivel municipal o de puesto, nunca por mesas.
*Texto originalmente publicado en el perfil de Linked In del Politólogo | Asesor Electoral | Analista de Datos y Columnista Invitado de La Conversa de Fin de Semana: Ricardo Esteban Ruiz



