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LA VITRINA DE LA CONVERSA
domingo, septiembre 11, 2022
martes, septiembre 06, 2022
Juntos, pero no revueltos
Panorámica de CAM Santander de Quilichao. Tomada de: Radio 1040 A.M. |
Por: Omar Orlando
Tovar Troches – ottroz69@gmail.com-
Una de las
características más sobresalientes de quienes han hecho política y se han hecho
elegir por partidos, movimientos y grupos significativos de ciudadanos, que
representan la política tradicional colombiana, es su asombrosa capacidad de atribuir
a los demás, la historia, la economía o a la misma naturaleza, la responsabilidad
de sus desaciertos o de su ineptitud.
Este
comportamiento, rayano a la impudicia, que ostenta la clase política
tradicional, normalmente es exhibido cuando las circunstancias adversas, e
incluso, las críticas a sus metidas de pata o a su inacción, se salen de
control. En estos momentos de crisis, el cinismo se les sale, el oportunismo
toma el control y en lugar de apelar a una actitud humilde de reconocimiento de
los errores, la falta de tino para decidir o de la ignorancia sobre tal o cual
asunto; asumen una actitud de superioridad moral y terminan acudiendo a la auto
victimización y al ejercicio del espejo retrovisor, para endilgarle su ineficiencia
e incapacidad a administraciones pasadas, sin importarles, siquiera, que éstas
hayan sido sus aliadas o sus patrocinadoras.
Este escenario,
tristemente naturalizado por las ciudadanías necesitadas, pero, sobre todo,
desinformadas, es el que presenta la actual administración de Santander de
Quilichao, en momentos en los que, los niveles de inseguridad y de violencia
que azotan a este municipio norte caucano, han alcanzado niveles inimaginables.
Imagen tomada de: cuartodehora.com |
La ciudadanía atemorizada por el clima de violencia que ha implantado la delincuencia en todas sus formas, ha empezado a manifestar su indignación por la total ineficacia de las medidas que ha tomado la administración municipal y siente que tanto la alcaldesa, como los altos mandos militares, no están cumpliendo con su obligación constitucional de preservar la vida, honra y bienes de quienes habitan en esta zona del norte del departamento del Cauca.
Ahora bien, una vez señaladas las características de la clase política que desde hace veinte años y hasta la fecha, ha tenido la responsabilidad de lo que en la actualidad acontece en el municipio más importante del norte del Cauca, se hace necesario plantear que, no es de extrañar el tibio llamado a la unidad, que desde el despacho de la alcaldía de Santander de Quilichao, se hace a algunos sectores de la sociedad civil de esta comarca, toda vez que, como se venía señalando, este es uno de los comportamientos típicos de la clase política tradicional, cuando se encuentra impotente ante el resultado de haber transitado la acostumbrada ruta del amiguismo clientelar y de la desconexión con la realidad política y social del territorio que supuestamente “administran”.
Contrario a lo que
piensan algunos miembros de la oposición política quilichagüeña, quien estas
líneas comparte, no considera que el llamado a la unidad que hace la mandataria
local, pueda considerarse como incoherencia, todo lo contrario; tal y como se
ha venido planteando en esta columna, esta actuación hace parte de la línea
política de la derecha tradicional colombiana, que una vez abrumada por la
efectividad de su incompetencia, acude a una especie de chovinismo local,
aprovechando el desespero de la sociedad, para intentar “democratizar” su
fracaso, echando mano de iniciativas ajenas para salir del paso y ¿por qué
no?... ejecutar una maroma de re encauche, o de mimetización de su posible
sucesor (a), así sea en el cuerpo de algún aliado.
No obstante que la
confianza ciudadana hacia la mandataria municipal, se encuentre en muy malas
condiciones, lo cierto es que, la sociedad quilichagüeña debe dar el paso de
reclamar para sí, el poder constitucional que tiene (Artículo 3 de la
Constitución Política de Colombia), con el propósito de buscar salidas
consensuadas al gravísimo problema de inseguridad que padece el municipio. La
Carta Política colombiana ofrece varias alternativas de participación
ciudadana, dentro de la que está incluida la del Cabildo Abierto, o los
diferentes espacios de coadministración que ofrece la arquitectura estatal (los
consejos municipales de planeación, de juventud, entre otros espacios) ya que
el ente de control político y de coadministración dominado por los aliados de
la alcaldesa, se ha rehusado a cumplir con su obligación constitucional.
Debe quedar claro que el llamado no es para rodear a la actual alcaldesa o al Bonillo –Grijalbismo, sino al ejercicio de la búsqueda conjunta de soluciones que puedan restablecer la tranquilidad al municipio y que eviten brotes de justicia por mano propia.
Debe quedar claro que el llamado que hace este opinador, no es a rodear a la actual alcaldesa o al Bonillo –Grijalbismo en todas sus vertientes, sino al ejercicio de la participación democrática directa, a la búsqueda conjunta de soluciones, que no solo, puedan restablecer la armonía y la tranquilidad al municipio, sino que además, eviten brotes de justicia por mano propia, ocultos en convenientes nombres de grupos de seguridad ciudadana, grupos de reacción ciudadana, seguridad comunitaria, etc., ya intentados por el uribista ex secretario de gobierno de la actual administración municipal de Santander de Quilichao. La seguridad y la convivencia ciudadana no pueden quedar, como los cacareados Consejos de Seguridad, en un simple y muy utilizable llamado a la unidad, sino que debe ser un llamado a la civilidad y a la solidaridad ciudadana.
Ante crisis de
extrema gravedad, como la que atraviesa Santander de Quilichao, es necesario
estar juntos en torno a buscar soluciones, lo que no podemos permitir es una
revoltura coyuntural para tapar veinte años de lo mismo. Quilichao no puede
permitirse el lujo de seguir la misma senda. Ya fue suficiente de la
alternancia de los de siempre, así sea con sus nuevas caras, ahora en trance de
mimetismo y de ventajosa aproximación a sectores alternativos.
Juntos, pero no
revueltos.
domingo, septiembre 04, 2022
sábado, agosto 27, 2022
domingo, agosto 21, 2022
jueves, agosto 18, 2022
PENSIONADOS DEBEMOS ACEPTAR LA PROPUESTA DE GRAVAR LAS PENSIONES
Imagen tomada de: tributi.com |
Por: Carlos Julio Medina Triana
Pensionado de Telecom - Miembro de Nuestra Memoria Colectiva
En primer lugar, quiero que comprendamos, ante todo, el
espacio en el que nos estamos moviendo los pensionados.
Por un lado, de acuerdo a la información disponible,
actualmente hay reportados como pensionados, alrededor de 2.350.808 de
colombianos, mientras que los adultos mayores, es decir, personas de 60 años o
más en el país, estarían por el orden de 6.808.641.
De otro lado, según los resultados de las encuestas de
opinión, publicadas durante la campaña presidencial, está población, es decir
las personas de 60 años o más, incluidos los mismos pensionados; en su mayoría
no apostaban por el triunfo de Gustavo Petro.
Ahora bien, luego del triunfo electoral del actual
presidente de Colombia, es necesario que empecemos a observar con detalle, lo
afirmado por el actual gobierno; que propone que pagarán impuesto todos aquellos
que tengan ingresos brutos mayores a 10 millones de pesos. En el escenario así
planteado, para la discusión debemos considerar dos aspectos fundamentales.
Desde hace mucho tiempo hemos librado una fuerte lucha para
obtener un equilibrio social, basados en que, durante la existencia de nuestra
República, más de doscientos años, la oligarquía, de la mano de los
gobernantes, han construido un marco socio-jurídico, en todos los órdenes, que
los cubre de privilegios y que alimenta las diferencias sociales. Estos
privilegios han sido convertidos, artificialmente, en parte nuestra cultura, pero,
sobre todo, en una parte fundamental de las leyes que nos rigen.
Estos beneficios, elevados a la categoría de leyes de la
República, han permitido que estos funcionarios, todos con altos salarios, que incluso
sobrepasan la ley, obtengan mesadas pensiónales altas, beneficio que comparten
con gerentes y funcionarios de alto rango de la empresa privada, la banca y la
industria; mientras que la tabla salarial de los demás trabajadores colombianos,
sean estos profesionales o no, difícilmente superan los 10 SMLV (Salarios Mínimos
Legales Vigentes).
Estas situaciones nos han llevado a proponer el desmonte de
todo este tipo de privilegios, entre los que se encuentran, los exuberantes
beneficios para los congresistas y los altos funcionarios del estado, así como
el vacío legal y jurídico existente en las normas laborales y asistenciales,
que permite estas anomalías contrarias a la obligación del estado, de proteger
a los ciudadanos más vulnerables.
Ir en contra de la propuesta del gobierno de gravar las pensiones superiores a los 10 millones de pesos, es hacer defensa de la injusticia laboral y pensional que queremos acabar.
Así las cosas, al ir en contra de la propuesta del gobierno
de gravar las pensiones superiores a los 10 millones de pesos; como se planteó
en pasadas oportunidades, entramos en una enorme contradicción con nuestros
principios de equidad y, paradójicamente, entramos a hacer la defensa de la
injusticia laboral y pensional que queremos acabar.
Regresando a las cifras disponibles; si sacáramos la
diferencia entre las personas mayores de 65 años, que ya deberían tener pensión
en Colombia y quienes si la tenemos, suponiendo que todos somos mayores de 60
años, veríamos qué hay 4.457.833 colombianos adultos mayores que deberían tener
pensión y hoy no la tienen. Esta diferencia, seguramente, corresponde a los 5
millones de adultos mayores a quienes el actual gobierno propone pensionar con
medio salario mínimo. Nuestra discusión debe enfocarse en obtener la pensión digna
para todo el que tenga derecho a ella, fijando un valor tope a cargo del estado,
que podría ser del orden de los 10 SMLV y lo que pase de allí debería ser con
cargo al sector privado.
En este orden de ideas, no podemos limitar la función
legislativa del actual gobierno, pretendiendo sustentar la existencia de
normas, distintas a las constitucionales, pues esto limitaría la autonomía de
los legisladores y la discusión planteada frente a la defensa del privilegio de
exonerar las pensiones de gravamen fiscal, terminaría dándole la razón a algunos
congresistas para no reducir sus privilegios.
Al desenfocar la discusión de la histórica lucha por un
sistema pensional realmente equitativo, pero sobre todo digno, lo que se
terminaría planteando sería: quitar los privilegios de ellos, pero mantener los
de algunos pensionados, exactamente del 0,31% de los 6.808.641 colombianos que
deberían tener pensión, o del 0,89% de los 2.350.808 actuales pensionados.
Esta particular postura de oposición a la propuesta de
gravar las pensiones más elevadas, con el propósito de brindar la posibilidad
de acceso a este derecho a un gran número de colombianos que no la tienen, revela
otra cara de la misma contradicción, de la que seguro saldrán ganadores
aquellos que no apoyaron el triunfo del pacto histórico.
Por tal motivo propongo que los pensionados debemos aceptar
el gravamen propuesto por el actual gobierno, sobre la base de ingresos brutos
mayores a los 10 SMLV.
domingo, agosto 14, 2022
martes, agosto 09, 2022
LAS CARTAS QUE LE LLEGAN A LA CONVERSA
La Conversa de Fin de semana, continúa con su intención de seguir mejorando y por eso invita a quienes nos leen, nos ven y nos oyen a que se vinculen a esta "Conversa". Sus comentarios y sobre todo, sus críticas, son valiosas para nosotros. Compartimos otra comunicación de uno de nuestros visitantes.
(…) Cordial
saludo.
Para
que llegue "La paz total y el Cauca" es imprescindible que los
motivos que impiden su implementación, desaparezcan. El mayor problema del
Cauca es étnico. La Corona española a diferencia de Inglaterra, Francia,
Alemania, Holanda, Bélgica, que nunca pensaron en el mestizaje, La Corona
centró su política precisamente en ello, hasta el punto de ser Colombia un país
mayoritariamente mestizo. Solamente que esa política del más alto humanismo, se
cambió por:" España llegó a saquear, violar, destruir culturas" lo
que provoca en los indígenas puros, el sentimiento de que Negros, Blancos y
Mestizos son invasores, que deben desocupar, y en las mayorías la destrucción
de la autoestima, acomplejados de sentir que una de sus sangres es
despreciable. Creo que tiene razón el presidente Iván Duque al decir”. Ni hubo
descubrimiento, ni conquista, ni colonia. Hubo un encuentro y un
vínculo para siempre...
Los primeros pobladores de América, tienen el deber y el derecho de saber de
dónde vienen, restablecer relaciones, y aprovechar los excelentes modelos, para
ponerse al día, y dejar esa actitud de guardianes de los saberes
ancestrales, algo contra natura, en los humanos todo es perfectible. Cuando el
Cauca tenga colegios de China, Japón, Corea del Sur, Singapur, ese problema
existencial, será cosa del pasado. Con los mestizos el tratamiento es
diferente, al decirles que estar en camino del ser universal, Negro, Amarillo,
y Blanco es el destino inexorable de la humanidad.
Atte.
Luis Ayram-Quijano
lunes, agosto 01, 2022
domingo, julio 24, 2022
Respuesta de un lector
Muy agradecidos por la muy puntual y centrada
comunicación de uno de los visitantes de La Conversa de Fin de Semana, referida
a la Columna escrita y la video columna: La incorrección política de Gustavo
Bolívar (https://laconversafindesemana.blogspot.com/2022/07/la-incorreccion-politica-del-senador.html
- https://youtu.be/VV09WJIjbM0 ); contando
con la autorización de su autor; nos complace compartirla con nuestros
visitantes y seguidores:
“Estoy de acuerdo que, desde adentro del Pacto
Histórico, sobre todo los integrantes de la Colombia Humana, hagan,
constantemente, las denuncias que haya que hacer, en contra de los que
persistan en la corrupción. Pero hay dos problemas, graves, a identificar.
1) que los corruptos sean algunos de la
Colombia Humana
2) que los corruptos sean algunos
integrantes del Pacto Histórico.
Una vez advertido esto, también hay que
considerar que para la gobernabilidad del gobierno de Gustavo Petro se hizo una
gran convergencia, donde han confluido los personajes más corruptos de la
política Colombiana, para poder hacer mayorías en el congreso; pero esos
siniestros personajes NO han llegado allí porque tengan la sana intención de
sumarse al cambio propuesto; ellos llegaron ahí para recibir mermelada y, así
mismo para tratar de mantenerse vigentes en el ámbito político; pero al momento
que los poderosos económicos en el país y del extranjero también, les den la
orden, ellos votarán en contra de las reformas propuestas por el gobierno que
inicia.
Hay un dato a rescatar y; consiste en que
históricamente en Colombia, cuando ha brillado algún Líder político de
trascendencia Nacional, llámese Jorge Eliécer Gaitán, Luis Carlos Galán
Sarmiento o el mismo Gustavo Petro, no han tenido el cuidado de formar cuadros
que los reemplacen, en sus partidos políticos; casos concretos; UNIR de Gaitán,
Nuevo Liberalismo de Galán y la Colombia Humana de Petro y, por eso en ausencia
de esos Líderes Naturales esos partidos políticos desaparecen y/o no tienen
trascendencia hacia adelante. Caso especial es el Centro Demoníaco de Uribe, que,
aunque no tiene un Líder fuerte, como Uribe, sí tiene el poder y apoyo
económico para estar fuertemente representado en el Congreso y todas las
posibilidades de poner presidente del país. La oposición, para este caso la
izquierda, tampoco se ha dado cuenta que hay que trabajar en formar cuadros
políticos que se vayan posicionando en el Senado y la Cámara, para así poder
formar mayorías y, llegado el momento, como ésta sucediendo ahora, cuando se
ganó la presidencia y vicepresidencia, seamos fuertes y poder así tomar
decisiones sin necesidad de tener que ceder o hacer concesiones a los
corruptos.
Hice estos apuntes cortos y no me quise
extender, para que no se vuelva un ladrillo mi escrito.
De ustedes,
Isnel Useda Díaz”
sábado, julio 16, 2022
jueves, julio 14, 2022
lunes, julio 11, 2022
La incorrección política del senador Gustavo Bolívar
Por: Omar Orlando Tovar Troches -ottroz69@gmail.com-
Imagen tomada de : Portal CNC+ |
Una de las características más sobresalientes de una sociedad conservadora, como la colombiana, es esa especie de aversión al cambio, presente en la mayoría de sus miembros. (ver: El miedo al cambio – Proclama del Cauca y Valle) Esta metástasisiofobia, que es el nombre culto del miedo al cambio, muchas veces se manifiesta en el sabotaje, e incluso, autosabotaje a las propuestas de innovación social, planteadas e intentadas por una que otra oveja negra.
El ruido que hábilmente amplifica la mal llamada “gran prensa nacional”, alrededor de las críticas o las inconformidades, hechas públicas por un sector del Pacto Histórico, frente a la conformación de las mayorías en el Congreso de la República, los miembros del comité de empalme y hasta los nombres de quienes acompañarán a Gustavo Petro y Francia Márquez, en el gobierno nacional; es una muestra de esos intentos de sabotaje y auto sabotaje al cambio, presentes en la ciudadanía colombiana. Les invito a que vamos con despacio.
Cabalgando
a sus anchas, sobre el lomo de la insoportable corrección política, la clase
dirigente tradicional, ha sabido aprovecharse de los intentos de cambio,
liderados por algunos movimientos sociales, de odiosas manías culturales de la
humanidad como el racismo, la homofobia, la misoginia, la xenofobia y el
chovinismo; para mantener su statu quo, es decir; paradójicamente, el
conservadurismo patriarcal, fóbico y rezandero, ha refinado sus mecanismos de
control social, por medio de las reivindicaciones liberales.
Una vez
calculadas las apetitosas posibilidades políticas y sociales que brindan la
corrección política, junto con los llamados a la reconciliación y la
construcción de la Paz, hechos desde la dirección del Pacto Histórico; la clase
dirigente tradicional, a través de
algunos medios de comunicación, hábilmente ha venido manipulando la creación de
una matriz de pensamiento comunitario alrededor de ideas como la armonía, la
concordia y el consenso, para intentar acallar las voces del disenso y de la
crítica. Sigo explicando.
Ya en un
escenario de pretendido “Cambio” y de pretendidas “buenas maneras”, resulta
odioso, polarizador y hasta vandálico, levantar la voz para señalar las
deficiencias, corruptelas y delitos del régimen saliente, ahora, supuesto nuevo
amigo del Petrismo y mucho más grave, si se hace para expresar alguna
preocupación, inconformidad, descontento, crítica o rechazo en la conformación
del gobierno del cambio, sobre todo, si se tiene en cuenta que su cabeza
visible, constantemente usa simbolismos de diálogo y reconciliación.
Ante las intenciones de los de siempre, de aprovecharse del llamado a TODA la sociedad, al diálogo, el perdón y la reconciliación, lanzado por el Pacto Histórico; la incorrección política del senador Gustavo Bolívar, termina siendo un buen mecanismo de defensa de las promesas de cambio del Pacto
Este,
aparentemente confuso, panorama político, creado y amplificado por las élites político-económicas,
derrotadas electoralmente, sirve tanto para crear cortinas de humo sobre el
pillaje de los gobiernos pasados, como para esconder peligrosas maniobras de
mantenimiento de algunos mecanismos de violencia e impunidad, profundamente
enquistados en la institucionalidad estatal y privada, que pudieran ser (y
serán) usados convenientemente, a la hora de atajar peligrosos cambios del
modelo socio-económico, que puedan atentar contra las mal llamadas “Gentes de
Bien”.
Para mayor
entendimiento. El abrazo de Petro con Hernández, la conversada entre Uribe y
Petro, la foto de Lafourie y César Pachón, así como las múltiples maromas de
Barreras y Prada, para alcanzar la llamada gobernabilidad parlamentaria,
podrían ser interpretadas, mejor; son interpretadas por la clase política
tradicional, como una señal propicia, para avanzar en la reconquista de sus
feudos electorales regionales, a través de una que otra entidad descentralizada
o la manipulación del llamado del petrismo a replicar el esquema de Frente
Amplio, en los departamentos y municipios. La invitación a sabotear el cambio
desde adentro.
En la imagen algunos de los personajes que han sonado para hacer parte del gabinete de Petro |
De otro lado, los llamados a la reconciliación nacional y a la conformación del Frente Amplio Nacional, pudieran ser entendidos por un buen sector de la sociedad colombiana, como una especie de perdón social a la clase politiquera corrupta, mucho más, si como es posible que pase, la gobernabilidad de Barreras, Prada y demás estrategas llegados al Petrismo, se termine materializando en la entrega de direcciones, gerencias, consejerías y asesorías a las fuerzas del Frente Amplio, dejando en segundo plano a las fuerzas de base del Pacto Histórico, esto sin contar con, el hasta ahora, desconocido papel de la vicepresidencia en la conformación del gobierno nacional. La posibilidad del auto sabotaje por miedo al qué dirán.
Para ir finalizando.
La voz, en apariencia disonante, impertinente e incorrectamente política del
senador Gustavo Bolívar, se muestra como el puntal de una gran corriente de
opinión, a la que el suscrito se ha adherido, que considera que, en aras de
superar el miedo al cambio, es necesario seguir señalando la corrupción y el
delito de los pasados gobiernos nacionales y de algunos en lo regional y local.
Así mismo, quienes respaldamos la incorrección política del senador Bolívar,
consideramos que, efectivamente, hay que trabajar incansablemente por el
diálogo y la reconciliación nacional, pero dicho diálogo debe ir dirigido a
acabar con la violencia en los territorios y no como mecanismo de transacción
de la llamada gobernabilidad.
Corolarios:
1- * Ante
las intenciones de los de siempre, de aprovecharse del llamado a TODA la
sociedad, al diálogo, el perdón y la reconciliación, lanzado por el Pacto
Histórico; la incorrección política del senador Gustavo Bolívar, termina siendo
un buen mecanismo de defensa de las promesas de cambio del Pacto.
2- * Respecto
a la posibilidad de auto sabotaje desde el petrismo, habría que citar
nuevamente a Vicente Feliú: “...desde hoy nuestro deber es defenderte de ser
Dios.”[1].
[1] Aparte de la letra de: Una Canción necesaria de Vicente Feliú.
domingo, julio 10, 2022
domingo, julio 03, 2022
Frente Amplio Nacional, Pacto Histórico Local
Imagen tomada de perfil face book de Tercer Canal |
Por: Omar Orlando Tovar Troches -ottroz69@gmail.com-
Las
burocracias no toleran el disenso,
la
unanimidad conduce más rápidamente al estancamiento.
Warren
Bennis
En la mayoría de las fiestas, a alguien le toca el
odioso trabajo de ser quien le va bajando el volumen a la música y avisar a los
demás que la rumba se tiene que acabar, esto es; el popular Aguafiestas.
En una sociedad, como la colombiana, muy dada a los
extremismos, que es capaz de desbordarse por los éxitos individuales de tal o
cual deportista, artista o político, es bien complicado, tratar de explicar, en
medio de la borrachera del triunfo, sobre todo el político; que es necesario
tener cierta cautela a la hora de generarse grandes expectativas sobre las
posibilidades de cumplimiento de lo ofrecido por el político recién electo,
mucho más, cuando su propuesta de gobierno, reta, así sea teóricamente al
establecimiento económico y político, al que se pretendía vencer políticamente.
El reciente flujo de decisiones y acontecimientos políticos sucedidos tras el triunfo electoral del Pacto Histórico, en cabeza de Gustavo Petro, presidente electo y Francia Márquez, vicepresidenta electa, sirve de marco para explicar la decisión de asumir la posición de aguafiestas que tomamos algunos opinadores, incluso afines al proyecto político del Pacto Histórico. En primer lugar, los Aguafiestas creemos que es preciso tratar de explicarle al pueblo colombiano, todavía en medio de la sabrosura del triunfo; la necesidad de confiar en su elección, tener paciencia con algunas decisiones y no renunciar a la crítica mesurada al próximo gobierno nacional.
La necesidad de seguir “tragándose unos inmensos sapos”, con tal de despejar el camino a las grandes transformaciones políticas, económicas y sociales que requieren la gran mayoría de los colombianos.
La propuesta de CAMBIO del establecimiento político tradicional colombiano, lleno de indelicadezas éticas, morales, corrupción y hasta delincuencia, se estrelló, recién estrenada como gobierno nacional, con la triste realidad de la mala decisión que tomó una gran parte de la sociedad colombiana, en las elecciones al congreso, en las que, esa clase política tradicional sobrevivió a las intenciones de cambio, gracias al voto de muchas colombianas y colombianos, todavía presos del clientelismo, la necesidad, la manipulación y el miedo.
Frente a unas mayorías parlamentarias, en manos de los partidos tradicionales, hasta hace poquito tiempo afines y aliados a la extrema derecha uribista, las posibilidades del Pacto Histórico de sacar adelante las proyectos de ley con los cambios que se necesitan para avanzar en el dichoso Cambio, eran bien poquitas, de ahí la necesidad de seguir “tragándose unos inmensos sapos”, con tal de despejar el camino a las grandes transformaciones políticas, económicas y sociales que requieren la gran mayoría de los colombianos de izquierda, derecha e incluso los apáticos.
Imagen de Eltiempo.com |
Si bien es cierto que las maquinarias electorales,
aceitadas por el saliente presidente de Colombia, Iván Duque y un buen número
de los sobrevivientes en el congreso, ayudaron a que muchos colombianos,
siguieran eligiendo a muchos de los de siempre, también lo es, el hecho de que
en las elecciones presidenciales, la inmensa mayoría de los colombianos,
señaló, desde la primera vuelta, el rechazo a los políticos de siempre, que ya
se había visto, incluso en las elecciones parlamentarias, en algunos
departamentos de Colombia, donde las listas del Pacto y de movimientos y
partidos aliados, lograron posicionar a sus candidatos y candidatas como nuevos
congresistas.
Ya en este escenario político pos electoral, es
indispensable señalar, la permanencia de dos realidades políticas en Colombia,
la una, en el plano del gobierno nacional que va de la mano con la realidad
electoral del Congreso de la República y la otra, aquella que corresponde al
escenario local de las gobernaciones, alcaldías, asambleas, concejos y JAL, en
la que a pesar de tener relación con el congreso, especialmente con la Cámara
de Representantes; los contextos sociales y políticos, difieren bastante de los
del escenario del gobierno nacional.
Tal y como recién se señaló líneas arriba, en muchas
regiones del país, las ciudadanías expresaron su descontento y su rechazo por
los políticos tradicionales que desde hacía mucho tiempo atrás se habían
apoderado del poder político local y del manejo de los recursos públicos, en
beneficio de sus clanes, familias, grupos y clientelas; así lo demuestran los
resultados electorales que señalaron a muchos de los mismos, como nuevos
pacientes del pabellón de quemados electorales. Sin embargo, por obra y gracia
de la política de mano generosa con los perdedores y el llamado a la
reconciliación nacional, producto de los acuerdos electorales para ganar las presidenciales;
muchos de los políticos castigados por las comunidades, están a punto de salir
del pabellón de quemados.
Se entiende y hasta se acompaña la decisión de
“tragarse unos inmensos sapos” en el escenario nacional, con el noble propósito
de ir avanzando en este gobierno de transición hacia él, todavía anhelado
CAMBIO, lo que no se entiende, y por lo tanto, no se le puede explicar a las
ciudadanías que votaron por el cambio, es la razón o las razones, por las
cuales, aquellos grupos políticos locales y departamentales, a quienes la gente
decidió no seguir apoyando, tendrían que entrar a decidir el futuro político en
las alcaldías y las gobernaciones, en donde el Pacto ganó.
Dos países conviven en Colombia. El país visto y
gobernado desde Bogotá y el otro, el multicultural y pluriétnico de las
regiones. En ese sentido, muchos Aguafiestas creemos que una pizca de
coherencia, pero, sobre todo, de respeto por la decisión electoral de las
comunidades locales, debería ser parte de las consideraciones de los estrategas
asesores del Petrismo, de los congresistas del Pacto y de los partidos
aliados, a la hora de repartir vocerías, direcciones y hasta avales en las
regiones, en otras palabras, urge respetar el esquema: Frente Amplio
Nacional, Pacto Histórico Local.