25 DE OCTUBRE DE 2015
Soy un Qulichagüeño seriamente
preocupado por el futuro inmediato de nuestro Municipio y, al igual que Usted;
también creo que ya es tiempo de cambiar la forma en que se ha hecho política y
cómo se ha administrado lo público en Santander de Quilichao y en el Cauca.
Esa preocupación, ese malestar
político, ese deseo de cambio; deben redundar en algo más que verter sobre el
papel puntos de vista, opiniones o críticas, debe ir más allá de la ocasional
tertulia en El Parque de Las Palomas Caídas, en compañía del Combo del Ayer,
para arreglar municipio, departamento o país, esa molestia se debe reflejar en
el accionar democrático.
Existen dos escenarios en esta
democracia nuestra, para pasar del dicho al hecho; por un lado está el del
ciudadano del común, sin distingo de estratificación socio-económica, etnia,
preferencia sexual o género, que consiste en el acto de elegir a tal o cual
candidato o candidata para los cargos de elección popular, mediante el voto, el
segundo un tanto más complicado, consistente en asumir el rol de candidato o
candidata a las corporaciones públicas o a las alcaldías o gobernaciones, para
tratar de ganarse el favor del electorado y salir elegido; Concejal, Diputado,
Alcalde o gobernador (por favor hacer caso omiso de la masculinización de las
palabras). Así se ha hecho desde que nos constituimos o nos constituyeron como
democracia liberal de occidente, que es el sistema de intentar gobernarnos que
tenemos hoy día.
No voy a repetir en estas líneas;
el sinfín de críticas, que históricamente se han hecho a nuestro sistema de
participación democrática, en esta ocasión, les voy a contar que he decidido
optar por la segunda vía de accionar político, es decir, la de asumir el papel
de candidato y para más señas, candidato al Concejo Municipal de este terruño
Qulichagüeño. Créanme que es difícil pasar de la constante critica que como
elector, he venido haciendo en los distintos medios de comunicación, que a bien
han tenido publicar mis divagaciones, para pasar al otro escenario, el del
ejercicio proselitista, es un camino bien difícil y mucho más, cuando quienes,
como el que estas líneas les escribe, optamos por avalarnos por los movimientos
de izquierda o alternativos que llaman ahora. La competencia es bien desigual,
en términos de acceso al electorado y ni que hablar de la financiación del
ejercicio de campaña.
Sin embargo; hoy me presento ante
Usted, paisana(o), con la aspiración de
llegar al CONCEJO MUNICIPAL de Santander de Quilichao, con el firme propósito
de devolverle su importancia, (la del Concejo) para lograrlo, planteo estas
líneas básicas de acción en esta corporación:
1-Devolverle la autoestima a la
comunidad. El servidor público y mucho más el electo, se debe al pueblo, es
éste quién lo manda y le delega su representación, por eso; el servidor está
obligado a servirle a la comunidad, tiene que obedecerla y rendirle cuentas.
2-El Concejo tiene que ser de
puertas abiertas. Los temas de vital importancia han de ser tratados de cara a
las comunidades. Propongo desarrollar los CABILDOS ABIERTOS, para la toma de
decisiones que afecten el Buen Vivir de la ciudadanía Quilichagüeña.
3-El Concejo Municipal No
Puede ser el apéndice del(a) mandatario(a) de turno, éste se tiene que
dedicar a trabajar con toda la comunidad. Como concejal estaré atento a
coadyuvar con el correcto funcionamiento de la Administración Municipal,
siempre para el beneficio del pueblo. Seré un implacable vigilante y defensor
del manejo de lo público.
4-En el concejo apoyare la EQUIDAD de GÉNERO y La INCLUSIÓN de
todas y todos; en los espacios de
decisión municipal. En el Concejo siempre tendré en cuenta la mirada femenina y la de todos
los históricamente excluidos.
Buenas intenciones ¿?,
probablemente sí, pero sinceras, hechas a manera de compromiso, que no de
promesas, que de esas ya todos y todas estamos cansados, las planteo, porque
pienso que, quien aspira al servicio público, debe comprometerse como mínimo a
ejercer las funciones que le son propias al cargo para el que se postula y es
elegido. Un mínimo, claro, pero es que en ocasiones, ni siquiera ese mínimo,
que es el de trabajar, cumplen algunos que se repiten una y otra vez, o
aquellos que se postulan sin saber a qué o para qué, así de despistados están,
y más despistados quienes los eligen.
Este 25 de Octubre, votemos bien,
y escribo en primera persona del plural, porque mucho más allá de estar ahora,
en el plan de candidato al Concejo de Santander de Quilichao, también soy
elector, reitero votemos bien, a conciencia, con responsabilidad, para no seguir
sufriendo el eterno desencanto de descubrir a los mismos con las mismas y a un
grupo de elegidos que no saben ni dónde están parados.