PACTOS CON EL DIABLO
El Pasado fin de semana, fue un fin de semana ajetreado, visto desde la óptica de las campañas proselitistas para las elecciones del próximo 25 de Octubre. En el municipio de Santander de Quilichao, coincidieron dos movilizaciones, por un lado, la de la izquierda democrática, en cabeza de los senadores del P.D.A. Alexander López y Jorge Robledo en gira de respaldo al Candidato a la Gobernación del Cauca, por el Movimiento Alternativo Indígena y Social-MAIS; Gilberto Muñoz Coronado, por el otro lado, literalmente hablando, estaba la visita de la ultra-derecha en cabeza de su hombre insignia, el senador y ex presidente; Alvaro Uribe. En apariencia una muestra del pleno ejercicio de la democracia colombiana.
Si bien es cierto, que es de esos escenarios, los que queremos ver más a menudo en nuestra cotidianidad política, es claro la inocultable diferencia de las movilizaciones aludidas, más allá de las obviedades; las diferencias resultaron inocultables; la una se hizo al aire libre, caminando las calles, dejándose abrazar por el calor del día y de la gente, la otra; encerrada, aunque no en cuatro paredes, con acceso restringido, al mejor estilo de un contubernio, a la larga, eso terminó siendo.
En el Parque principal, con la gente del común, tomando mazamorra y otras viandas, se hablaba de la necesidad de un cambio en el triste rumbo del municipio y del departamento, se recordaba cómo, históricamente las élites económicas y políticas del Cauca, a la que pertenece una de las senadoras compañeras del senador Uribe Velez, y quien para más señas, propuso dividir el departamento en dos, uno para las gentes de bien de noble origen y piel clara y el otro para los del color de la tierra, en fin. También se hablaba de lo público, de la necesidad de defender con todo el ya casi exiguo patrimonio de l@s colombianos, de erradicar de una vez por todas los proyectos personalistas y de las mafias de toda pelambre de la administración pública.
Entre tanto en la otra reunión, la de acceso restringido, la de rostro serio y hasta agresivo, se reunían, quienes se sienten cerca de las élites, quienes aún añoran los tiempos de guerra, para poder seguir viviendo la fantasía de la seguridad democrática, en sus imaginarias fincas, viajando felizmente en sus hipotecados carros, allí una vez más se presentaba la bota militar, que aunque en, para nosotros, feliz retiro, estaba representada en un ex general, como la solución a los eternos problemas del Cauca, esta novedosísima fórmula, que en nada se parece a las fórmulas sesenteras y setenteras de las dictaduras latinoamericanas, al menos la de Uribe y la de mi ex general son democráticas, se nos presenta como la salvación, el eterno mesianismo del Centro Democrático.
Y en el medio, quietica, juiciosa y hasta dócil, se encontraba la candidata a la alcaldía municipal, por el partido liberal. De un momento a otro, imagino que en un abuso de su inocencia, el "primus interpares" de la derecha colombiana, manifestó públicamente la adhesión del centro al liberalismo, me imagino, que atónita como han quedado algunos de sus paisan@s, la candidata liberal, no tuvo más remedio que dejarse retratar al lado del ex presidente. Que fue un acto protocolario, que de lo que se trataba era de un saludo diplomático, que era por eso de la elegancia, que esto y lo otro. Anonadados están los paisanos de la candidata y ella misma.
Se rumorea en el parque de las Palomas Caídas de Santander de Quillichao, sobre las intenciones del dueño del Ubérrimo de apoderarse de la empres pública que nos queda, para poder ayudar a sus hijitos; Tomas y Jerónimo, emprendedores muchachos, afines a las zonas francas y a que otros se ensucien las manos con la basura, para su beneficio. No creo en coincidencias, ni causalidades, pero es llamativo que Don Uribe ronde estas tierras en tiempos del debate por el futuro de nuestro relleno sanitario y el de la Empresa de Servicios Públicos Municipales.
Quiero creer que la doctora candidata y sus amig@s, que los tiene en cantidad, fueron asaltados en su buena fé, y, que de lo que se trata es; de otra de las tramoyas montadas desde Popayán, cosa de machos, en las que ella no ha tenido que ver. Sería una lástima que los y las quilichagüeñas, quedáramos en manos, así sea indirectamente, del gestor de la Ley 100, que nos tiene como estamos en Salud, el amigote y tutor de los para políticos y defensor asérrimo de la solución armada a nuestro conflicto, o lo que es peor, que quedemos en manos de Tom y Jerry.
Entre tanto en la otra reunión, la de acceso restringido, la de rostro serio y hasta agresivo, se reunían, quienes se sienten cerca de las élites, quienes aún añoran los tiempos de guerra, para poder seguir viviendo la fantasía de la seguridad democrática, en sus imaginarias fincas, viajando felizmente en sus hipotecados carros, allí una vez más se presentaba la bota militar, que aunque en, para nosotros, feliz retiro, estaba representada en un ex general, como la solución a los eternos problemas del Cauca, esta novedosísima fórmula, que en nada se parece a las fórmulas sesenteras y setenteras de las dictaduras latinoamericanas, al menos la de Uribe y la de mi ex general son democráticas, se nos presenta como la salvación, el eterno mesianismo del Centro Democrático.
Y en el medio, quietica, juiciosa y hasta dócil, se encontraba la candidata a la alcaldía municipal, por el partido liberal. De un momento a otro, imagino que en un abuso de su inocencia, el "primus interpares" de la derecha colombiana, manifestó públicamente la adhesión del centro al liberalismo, me imagino, que atónita como han quedado algunos de sus paisan@s, la candidata liberal, no tuvo más remedio que dejarse retratar al lado del ex presidente. Que fue un acto protocolario, que de lo que se trataba era de un saludo diplomático, que era por eso de la elegancia, que esto y lo otro. Anonadados están los paisanos de la candidata y ella misma.
Se rumorea en el parque de las Palomas Caídas de Santander de Quillichao, sobre las intenciones del dueño del Ubérrimo de apoderarse de la empres pública que nos queda, para poder ayudar a sus hijitos; Tomas y Jerónimo, emprendedores muchachos, afines a las zonas francas y a que otros se ensucien las manos con la basura, para su beneficio. No creo en coincidencias, ni causalidades, pero es llamativo que Don Uribe ronde estas tierras en tiempos del debate por el futuro de nuestro relleno sanitario y el de la Empresa de Servicios Públicos Municipales.
Quiero creer que la doctora candidata y sus amig@s, que los tiene en cantidad, fueron asaltados en su buena fé, y, que de lo que se trata es; de otra de las tramoyas montadas desde Popayán, cosa de machos, en las que ella no ha tenido que ver. Sería una lástima que los y las quilichagüeñas, quedáramos en manos, así sea indirectamente, del gestor de la Ley 100, que nos tiene como estamos en Salud, el amigote y tutor de los para políticos y defensor asérrimo de la solución armada a nuestro conflicto, o lo que es peor, que quedemos en manos de Tom y Jerry.