LA VITRINA DE LA CONVERSA

viernes, noviembre 06, 2020

¿Y SI QUILICHAO SE DIVORCIARA DE LA CEO…?

¿Y... SI QUILICHAO SE DIVORCIARA DE LA CEO…? 
Foto: periodicolaultima.com

Por: Omar Orlando Tovar Troches –ottroz69@gmail.com-

 A riesgo de quedar como aquel entrometido que, ante el constante abuso que el mal marido le proporciona a la indefensa esposa; trata de intervenir para evitar el maltrato y termina siendo vituperado por abusador y abusada luego de una velada de lujuriosa reconciliación, el autor de estas notas intentará intervenir en la ya larga historia de maltratos a que ha estado sometida la sociedad Quilichagüeña por parte de la clase dirigente Caucana y La Compañía Energética de Occidente, a sabiendas de la posibilidad de que, como en elecciones, la maltratada termine eligiendo al maltratador. 

Nuevamente, una autoridad judicial le ha ordenado a la Administración municipal de Santander de Quilichao, el pago de $1.254.566.856,48, por concepto del servicio de energía suministrado por la Compañía Energética de Occidente - CEO, durante el período comprendido entre abril de 2015 y diciembre de 2019. Esta sentencia es el más reciente episodio de una pugna político jurídica entre las Administraciones municipales de Santander de Quilichao y la concesionaria prestadora del servicio público de energía eléctrica, CEO, perteneciente a La Organización Luis Carlos Sarmiento*, que se hizo a esta concesión, tras un discutible proceso de intervención de la estatal Centrales Eléctricas del Cauca- CEDELCA, antigua prestadora del servicio. 

A pesar de los infructuosos intentos hechos por las pasadas administraciones municipales de Quilichao, por validar las condiciones contractuales que se tenían con CEDELCA, la antigua prestadora del servicio de energía, la Concesionaria CEO, empresa de Sarmiento Angulo, desde su llegada, mostró el talante rentista que tienen las empresas del sector privado, al imponer de manera unilateral y abusiva, su interpretación del Contrato de Servicios Públicos de que habla la ley 142 y empezar a desconocer lo pactado con CEDELCA, aún en discusión jurídica, para esos días. Como era de esperarse, la falta de interés mostrada por la dirigencia política del Cauca, aliada con los intereses privatizadores impuestos por el Uribismo durante los últimos años, se confabuló en contra de los fallidos intentos por buscarle una salida jurídica a este conflicto. 

Así mismo, la total apatía de la sociedad Quilichagüeña, aquejada por el síndrome de Estocolmo o el de mujer maltratada, permitió en silencio cómplice, la enajenación del patrimonio caucano representado en CEDELCA, así como los oprobios y abusos de la empresa de Don Luis Carlos. 

La reciente sentencia, obliga a la Administración Municipal, a desembolsar una gruesa suma de recursos, para satisfacer la demanda de la CEO, hecho este, que obviamente afectará el Presupuesto Municipal, en un escenario de peste y crisis económica, generando serias consecuencias en lo atinente a la inversión social que requiere el municipio y la muy posible afectación del bolsillo de los Quilichagüeños, quienes, más temprano que tarde, tendrán que sumar el pago del servicio de alumbrado público a la ya casi impagable lista de gastos que padece la nueva gran pobrecia postpandemica. 

Ante esta grave situación de abuso, o cómo mínimo, de falta de solidaridad, por parte de la empresa del hombre más rico y poderoso de Colombia, este humilde entrometido, le propone, de manera respetuosa a la sociedad Quilichagüeña; pensar seriamente la opción de Divorciarse de la maltratadora CEO. En este orden de ideas, y ante la imposibilidad de rescatar la antigua empresa estatal caucana, se requiere que todas las fuerzas vivas de este municipio, que han padecido los abusos de la insensible empresa privada prestadora del servicio de energía, sumen esfuerzos para avanzar en este divorcio, de modo que, le permita a los buenos y sufridos habitantes de esta comarca, buscar que una empresa, de preferencia pública, en la que el pueblo tenga real voz e incidencia; sea la que le preste este servicio.

 Ojalá que así sea por una única vez, los maltratados y maltratadas, dejen de lado el miedo y se atrevan a abandonar los escenarios de abuso y maltrato. 

Adenda: El divorcio no puede tener como padrinos a aquellas fuerzas que en tiempos recientes, ayudaron a originar el caos en la antigua CEDELCA, ni mucho menos, aquellas que patrocinaron la privatización del servicio, ni los que voltearon a mirar para otro lado, durante el actual reinado de la CEO. Si van a sumarse a ayudar, bienvenidos. Los necesitamos para empujar la chiva, no para pretender manejarla, ni para encaramarse a última hora.

*Ver: https://www.las2orillas.co/el-gas-de-los-hogares-en-manos-de-tres-grandes-luis-c-sarmiento-epm-y-brookfield/ http://www.promigas.com/Es/Inversionistas/Documents/Portafolio%20Promigas%202019.pdf

martes, abril 21, 2020

PANDEMIA Y EXPERIMENTO SOCIAL (Parte II)


PANDEMIA Y EXPERIMENTO SOCIAL  (Parte II)


El Experimento social

Por: Omar Orlando Tovar Troches –ottroz69@gmail.com-


En la primera parte se concluía respecto a la presente crisis sanitaria y social, y en general, a todas las pestes por venir que, dependiendo de las acciones que se tomen, podríamos seguir comprobando una y otra vez y de pandemia en pandemia, la certeza de las tesis de don Thomas Robert Malthus, según las cuales, en los momentos de crisis de subsistencia, la solución se podría encontrar en las hambrunas, las guerras y las epidemias, ya que estos fenómenos disminuirían la población, sobre todo los grupos más desfavorecidos. Eso decía don Malthus.

Pero, más allá del esperado hecho de encontrar en el corto o el mediano plazo, la cura y/o la vacuna en contra de este coronavirus en particular o de constatar la capacidad de asimilación de esta nueva experiencia mundial sobre el manejo de crisis sanitarias, lo que si le está quedando claro a la inmensa mayoría de habitantes de este planeta, es que llegó el momento de enfrentar, sin tapujos, el dilema existencial consistente en decidir, si es más importante seguir insistiendo en este modo de vida, signado por la especulativa economía de mercado, la grosera acumulación de riquezas a costa de todo, o un sistema alternativo  de vida verdaderamente humano, que privilegie la armonía con la naturaleza y la verdadera solidaridad económica y social, que entre otras, terminarían siendo la misma cosa.

Casualmente, quienes apuestan por seguir indefinidamente con la economía de mercado en su versión extendida y mejorada, niegan la existencia del dilema aquí planteado, de hecho, echando mano a su inmenso aparato propagandístico, han puesto a rodar la especie, según la cual, la economía (se cuidan de decir: este modelo) es casi que un requisito sin el cual la vida no sería viable, induciendo a una inmensa mayoría de parados, rebuscadores, informales, independientes, free lancers, o como a bien tenga llamar el lector, a esa mayoritaria masa de humanos, sin trabajo estable, a afirmar que, efectivamente, sin lo uno no hay lo otro, empujándolos, sin querer, pero definitivamente queriendo, a arriesgar sus vidas, desobedeciendo las básicas reglas de auto cuidado, con tal de salir a reclamar las ayudas estatales, que esta economía no les ha podido dar.

Esta colosal masa de trabajadores independientes, informales, free lancers o rebuscadores alrededor del planeta, junto con, la hoy, incalculable pobrecia mundial, conforman el delicioso caldo de cultivo, con el que los intocables consejeros del nuevo Consenso de Washington y el Silicon Valley, han tenido a bien recomendar  y emprender el más grande y peligrosos experimento social, nunca antes visto, dada la inmensa cantidad de sujetos sometidos a esta manipulación socio-económica.

Aunque, para  ajustarse a la verdad, este experimento se ha venido llevando a cabo desde hace mucho tiempo atrás, lo cierto es que, en esta ocasión y aprovechando la oportunidad de esta tormenta perfecta (pandemia-crisis
económica), los científicos sociales al servicio de las elites económicas, ahora cuentan, no sólo con un universo impresionante de personas susceptibles y dispuestas a aceptar todas las condiciones del dichosos experimento, sino que tienen a su disposición, toda la tecnología precisa para llevarlo a cabo.

El control social, en su modelo panóptico, ahora tiene a su alcance, no sólo el consentimiento voluntario (que no requiere) de las personas sujetas al experimento, sino que cuentan con todas las maravillas de las tecnologías de las telecomunicaciones y de la sedada voluntad de la humanidad, para dejarse conectar a la red mundial a través de todos la prótesis electrónicas dispuestas para ello en el mercado, tal como se demostró en el sur este asiático, en donde, a través de la manipulación de la tecnología de BIG DATA, se efectuó y se efectúa el seguimiento y el control de toda la población durante la pandemia.
Los nuevos gurús de la economía, que son, sino los hijos de los de antes, ellos mismos, ahora pregonan y claman la necesidad de ajustes estructurales urgentes, de modo que los generadores de riqueza, para quienes ellos trabajan, tengan todas las garantías para poder seguir trasvasando la riqueza hacia el resto de la sociedad, para lo cual se requiere de la solidaridad popular y la ayuda del Estado, expresadas en medidas que permitan flexibilizar un modelo laboral y de seguridad social que, según estos gurús, casi que ha empobrecido a los grandes jugadores de la economía nacional y mundial reunidos en sus respectivos gremios.

Ajustada cómodamente al discurso oficial, ene veces repetido y amplificado por los medios de comunicación tradicionales, el cual afirma que ahora lo importante es la educación productiva y por lo tanto, lo que ahora requiere la humanidad 2.0, son individuos con las habilidades de conectarse en modo 24/7/365, la nueva masa trabajadora desregularizada, ve cómo, las medidas de flexibilización laboral y de seguridad social, impuestas en ésta y anteriores emergencias, probablemente sean las nuevas reglas del mercado laboral, en las que fácilmente, quien no acepte conectarse bajo esas condiciones, al circuito laboral mundial, estará obsoleto y sujeto a la solidaridad de sus vecinos o a un papa Estado.

Entonces, la decisión a tomar es: replantear del todo, este modelo socio económico que privilegia a los más fuertes (política, económica y militarmente hablando) y vuelve usable y prescindible al resto de la humanidad, pero que durante las crisis, tal como ahora, siempre acude en pos de la ayuda del Estado y todos sus asociados, por pobres que sean, para salvar las élites económicas dueñas del poder, en desmedro de los más desfavorecidos,  o  simplemente, seguir en el juego, haciendo click en el botón de ACEPTO los términos y condiciones de este Experimento. 

jueves, marzo 26, 2020

COVID19 Y LA SALUD MENTAL DE QUILICHAO


COVID19 Y LA SALUD MENTAL DE QUILICHAO

Coronavirus: por qué covid-19 se llama así y cómo se nombran los ...

Por: Omar Orlando Tovar Troches –ottroz69@gmail.com-


Aunque no muy de acuerdo con el empalagoso, pero conveniente, rebrote de patrioterismo,  y para algunos famosos, propicio, sentimiento de solidaridad comunitaria en torno al natural miedo que tenemos de contagiarnos del coronavirus covid19, es necesario emprender algún somero análisis del comportamiento del colombiano promedio, dentro del cual se incluye el autor de la nota, frente al actual estado de cosas del confinamiento, primero local y ahora nacional.

Más allá del natural respeto por la opinión particular que tenga cada uno, frente a la situación de crisis humanitaria que padece el mundo, es bien necesario hacer una constante revisión de las actuaciones de la comunidad, pero principalmente, de aquellos y aquellas a quienes, la voluntad ciudadana encargó en la dirección político-administrativa del municipio, del departamento y del país.
Frente a lo primero, esto es, el comportamiento comunitario, lo primero que hay que acotar, es el casi endémico comportamiento de un mayoritario grupo de personas que, tanto en Santander de Quilichao, como en el resto de Colombia; han asumido la contra cultura traqueta como su arquetipo de conducta social. Esta nueva forma de ser de algunos paisanos y paisanas, los lleva, casi que instintivamente, a transitar, con sus actuaciones, sobre una muy tenue línea que limita la temeridad con la delincuencia, así lo evidenciamos con el vandalismo, las asonadas y la desobediencia a la regla comunitaria, retratada en hechos recientes de la obligatoria cuarentena.

Ante este, se reitera, casi endémico comportamiento semi-delincuencial de un buen número de personas, tristemente pertenecientes al sector joven de la población, la reacción, al menos en lo que respecta a Quilichao, ha sido más bien tibia, en el entendido que, de lo que se trata es de la salvaguarda de la salud y la vida de TODOS  y TODAS en el territorio.

Para ser justos, también es necesario señalar el comportamiento de un muy reducido grupo de comerciantes asentados en Quilichao, que de manera consuetudinaria, han aprovechado desde un desfile de 20 de julio, pasando por las marchas estudiantiles, gremiales, las mingas hasta el nuevo y obligatorio toque de queda, para ejercer el acaparamiento de mercancías de primera necesidad, en sus inmensas bodegas, para luego empezar a especular con los precios, primero frente a los pequeños comerciantes para desembocar en los consumidores, con las consecuencias que este delincuencial accionar puede acarrear en críticos momentos como el presente.

Ahora bien, en defensa de las, ya no tan noveles, administraciones, como la de Santander de Quilichao, esta maldita herencia social,  es también, el resultado de la histórica ineficiencia en el manejo de la conflictividad socio-económica que padece Colombia, pero especialmente el norte del departamento del Cauca, cuya capital de facto, es Quilichao; por parte de gobiernos locales anteriores, pero sobre todo, de la muy desganada atención que le han brindado todos los gobiernos nacionales.

Es obvio entonces, creer que ante una novedosa situación social, como lo es el confinamiento obligatorio de todo el pueblo colombiano, la salud mental de la comunidad, sea una gran preocupación, no sólo de los encargados de la salud, sino de los encargados del orden público en esta especial etapa de la sociedad actual. Ante, el ampliamente evidenciado, mal comportamiento de un buen número de residentes en Quilichao, habría que preguntarse, como ya lo han hecho con anterioridad, algunos opinadores y opinadoras de gran renombre; en vez de Fiscalía General de la Nación,  ¿será que lo que se necesita en Colombia, el Cauca y Santander de Quilichao es una Psiquiatría general de la Nación?

En todo caso, antes de elucubrar sobre la conveniencia de alguna repuesta, lo que debería hacer la administración local es, ejercer autoridad con justicia pero con gran firmeza, ante el más mínimo brote de indisciplina social. Esto, seguido del acto de asumir erguida postura frente al gobierno nacional, para obligarlo a brindarle todas las herramientas institucionales y sobre todo, económicas, para afrontar todas las vicisitudes de los desposeídos, que son la gran mayoría, a quienes tienen que enfrentar todas las administraciones como la Quilichagüeña, incluso en desmedro de su propia salud mental, cuando no, de la peste contagiada por algún irresponsable alcalde de Popayán.