Por: Omar Orlando Tovar Troches -ottroz69@gmail.com-
¡Claro que sí!
A pesar de las últimas 5 o 6 administraciones, que
como se sospechaba y se supo, eran la misma, aunque en cuerpos ajenos,
¡Quilichao vive!; así sea de milagro y por obra y gracia de la resiliencia de
las comunidades.
Ahora bien, viendo el calamitoso estado en que se
encuentra el municipio de Santander de Quilichao, al que se le prometió ser
ciudad región, tener un centro hospitalario decente, una ciudadela
universitaria bien dotada y funcional, una reorganización de su infraestructura
vial y comercial, pleno empleo, crecimiento económico y sana convivencia en paz
y armonía, en un entorno de respeto de la naturaleza; resulta difícil creer que
aún quede espacio para la esperanza.
Han sido más de veinte años de lo mismo y de los
mismos y las mismas. Lo único que tristemente ha cambiado, es la increíble
capacidad de resignación o quizás de auto abandono a su suerte que ha venido
asumiendo la sociedad Quilichagüeña, a quien a punta de ferias, fiestas,
presentaciones, videítos y premiecitos se le ha distraído de la terrible
desgracia que padece y que sitúa a esta comarca como la segunda localidad más
peligrosa de Colombia.
El estado de la malla vial del casco urbano, parchada
y re parchada una y ene veces, el desesperante caos del espacio público, la
cada día más insoportable contaminación de todo tipo y el estado permanente de
terror que se vive en Quilichao por las diarias noticias de violencias de todo
tipo, evidencian que las medallitas, los premiecitos, los diplomitas que con
orgullo han exhibido y exhiben quienes hasta hoy han gobernado a Quilichao, lo
mismo que los continuos anuncios de fiesta y borrachera comunitaria, sirven, y
mucho, para tapar la incompetencia, la inoperancia y la inutilidad de quienes
han gobernado y gobiernan a Quilichao, que como se mencionó al principio;
pertenecen al mismo grupo.
A escasos días de terminar el mandato de la más
reciente encarnación del Bonillo-Grijalbismo, esto es, la actual alcaldesa
municipal; con orgullo y entusiasmo se apresta a repetir, una vez más, la
infalible fórmula de pan y circo…para el caso local: circo, con la poco noble
intención de mantener anestesiada la creciente inconformidad de una comunidad
que vive amedrentada por los violentos y que, tristemente terminará resignada a
escoger la menos mala de las opciones, a ver si por obra y gracia de la Rosa de
Guadalupe, se obra el milagrito de cesar esta horrible y larga noche de hace
más de veinte años.
En el colmo de la desfachatez uribista, la actual
mandataria, otra vez, como sus antecesores, se lavó las manos y le botó la
pelota al actual gobierno nacional, para que asumiera la responsabilidad de
hacerle la tarea de velar por la integridad y la vida de quienes la eligieron y
de quienes no, en su encargo de alcaldesa de Quilichao.
En medio de un contexto de extrema inseguridad, en el
que aún no se han evaporado las lágrimas de los dolientes de los recientes
asesinados de todos los días; ya se anuncia con bombos y platillos, la reciente
edición de las Ferias y fiestas municipales, algo así como: El muerto al hoyo y
el vivo al baile, que es lo mismo que Pan y Circo. Aunque efectiva fórmula, no
deja de ser inmoral, pero sobre todo antipática y desconsiderada con, las ya,
miles de víctimas de la violencia y del régimen Bonillo-Grijalbista, que
siempre ha encontrado presupuesto para el jolgorio comunitario.
El Bonillo-Grijalbismo, responsable del actual caos de Quilichao, ahora disfrazado de Frente Amplio, en cuerpo ajeno, o hasta en los mismos cuerpos, insiste en mantenerse en el poder
Acostumbrados, como han estado, a que la comunidad no les cobre electoralmente sus repetidos desaciertos e inutilidades, aspiran a que, celebrando Ferias y con las jugaditas de cambiar las metas de sus planes de desarrollo municipal, para que cuadren con los formatos de evaluación de Planeación Nacional y la Contraloría, puedan obtener, una vez más, el favor del voto de la comunidad.
El Bonillo-Grijalbismo, responsable del actual caos de
Quilichao, ahora disfrazado de Frente Amplio, en cuerpo ajeno, o hasta en los
mismos cuerpos, insiste en mantenerse en el poder, aprovechándose de la
necesidad y del desconcierto de una sociedad amedrentada por la violencia,
apelando a esconderse tras caras “nuevas” para seguir repitiendo las engañosas
promesas de puesticos, contraticos, recomendacioncitas y apoyitos para los
proyecticos, con un discurso de cambio, renovación e independencia, escrito y
hasta recitado por los camaleones de siempre, quienes nunca han perdido ni una
sola elección.
Aún se alcanzan a percibir los lamentos de los
familiares y allegados de esas víctimas de la violencia a quienes no les
quedará más remedio que sumarse a la borrachera colectiva, así no sea para
festejar, sino para ahogar con licor su tristeza y su indignación.
Sí, Quilichao vive, pero de milagro. ¡Que viva la
fiesta!